miércoles, 31 de diciembre de 2008

Evangelio miercoles 31 de Diciembre

Navidad

1ª Lectura

1Jn 2,18-21

18 Hijos míos, estamos en la última hora, y, como habéis oído, el anticristo viene; y ahora ya han surgido muchos anticristos; por eso conocemos que es la última hora. 19 Han surgido de entre nosotros, pero no eran de los nuestros; porque si hubieran sido de los nuestros, hubieran permanecido con nosotros; pero ha sucedido esto para que se manifieste que todos éstos no eran de los nuestros. 20 Vosotros, sin embargo, habéis recibido la unción que viene del Santo, y todos tenéis conocimiento. 21 No os he escrito porque no conozcáis la verdad, sino porque la conocéis y sabéis que ninguna mentira puede proceder de la verdad.

Salmo Responsorial

Sal 96,1-2

1 Cantad al Señor un cántico nuevo, cantad al Señor toda la tierra; 2 cantad al Señor, bendecid su nombre, proclamad día tras día su salvación;

Sal 96,11-12

11 Que se alegre el cielo y goce la tierra, que retumbe el mar y todo lo que encierra, 12 que sonrían los campos con sus frutos, que griten de alegría los árboles del bosque

Sal 96,13

13 delante del Señor, porque ya viene, porque viene para gobernar la tierra,

para implantar en el mundo la justicia, y entre todos los pueblos la lealtad.

Evangelio

Jn 1,1-18

1 En el principio existía aquel / que es la Palabra, / y aquel que es la Palabra / estaba con Dios y era Dios. / 2 Él estaba en el principio con Dios. / 3 Todo fue hecho por él / y sin él nada se hizo. / 4 Cuanto ha sido hecho en él es vida, / y la vida es la luz de los hombres; / 5 la luz luce en las tinieblas / y las tinieblas no la sofocaron. / 6 Hubo un hombre enviado por Dios, / de nombre Juan. / 7 Éste vino como testigo, / para dar testimonio de la luz, / a fin de que todos creyeran por él. / 8 No era él la luz, / sino testigo de la luz. / 9 Existía la luz verdadera, / que con su venida a este mundo / ilumina a todo hombre. / 10 Estaba en el mundo; / el mundo fue hecho por él, / y el mundo no lo conoció. / 11 Vino a los suyos, / y los suyos no lo recibieron. / 12 A todos los que lo reciben, / a los que creen en su nombre, / les da el ser hijos de Dios; / 13 él, que no nació ni de sangre ni de carne, / ni por deseo de hombre / sino de Dios. / 14 Y aquel que es la Palabra / se hizo carne, / y habitó entre nosotros, / y nosotros vimos su gloria, / gloria cual de unigénito / venido del Padre, / lleno de gracia y de verdad. /

15Juan daba testimonio de él / y proclamaba: / «Éste es del que yo dije: / El que viene detrás de mí / ha sido antepuesto a mí, / porque era antes que yo». / 16 De su plenitud, en efecto, / todos nosotros hemos recibido, / y gracia sobre gracia. / 17 Porque la ley fue dada por Moisés, / pero la gracia y la fidelidad / vinieron por Cristo Jesús. / 18 A Dios nadie lo ha visto jamás; / el Hijo único, que está en el Padre, / nos lo ha dado a conocer.

martes, 30 de diciembre de 2008

Evangelio 30 de Diciembre 2008

Navidad

1ª Lectura
1Jn 2,12-17
12 Hijos míos, os escribo porque se os han perdonado los pecados por su nombre. 13 Padres, os escribo porque habéis conocido al que es desde el principio. Jóvenes, os escribo porque habéis vencido al maligno. 14 Niños, os escribo porque habéis conocido al Padre. Padres, os escribo porque habéis conocido al que es desde el rincipio. Jóvenes, os escribo porque sois fuertes, la palabra de Dios está en vosotros y habéis vencido al maligno.

EL AMOR DEL MUNDO Y EL DE DIOS
15 No améis al mundo ni lo que hay en él. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 16 Porque todo lo que hay en el mundo, las pasiones carnales, el ansia de las cosas y la arrogancia, no provienen del Padre, sino del mundo. 17 El mundo pasa, y con él sus deseos insaciables; pero el que hace la voluntad de Dios vive para siempre.

Salmo Responsorial
Sal 96,7-8
7 Familias de los pueblos, rendid ante el Señor, rendid ante el Señor la gloria y el poder, 8 rendid ante el Señor la gloria de su nombre, presentad vuestra ofrenda y entrad en sus atrios;

Sal 96,8-9
8 rendid ante el Señor la gloria de su nombre, presentad vuestra ofrenda y entrad en sus atrios; 9 adorad al Señor con ornamentos santos, temblad delante de él, oh tierra toda.

Sal 96,10
10 Decid por las naciones: «El Señor es rey, él afirmó el mundo, y no se moverá; él juzga a los pueblos con justicia».

Evangelio
Lc 2,36-40
36 Estaba también la profetisa Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad muy avanzada. Se había casado muy joven, y a los siete años de matrimonio había enviudado. 37 Tenía ochenta y cuatro años. Estaba siempre en el templo, sirviendo a Dios noche y día con ayunos y oraciones. 38 Se presentó en aquel mismo momento, y daba gloria a Dios hablando del niño a todos los que esperaban la liberación de Israel.
VIDA OCULTA EN NAZARET
39 Cuando cumplieron todas las cosas que mandaba la ley del Señor, regresaron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. 40 El niño crecía y se fortalecía, lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba con él.

domingo, 28 de diciembre de 2008

Evangelio lunes 29 de Diciembre

Navidad

1ª Lectura

1Jn 2,3-11
3 Sabemos que le conocemos en que guardamos sus mandamientos. 4 El que afirma que le conoce, pero no guarda sus mandamientos, es un mentiroso y la verdad no está en él. 5 Pero el que guarda su palabra, verdaderamente es perfecto en él. 6 En esto sabemos que estamos unidos a él: el que afirma que está unido debe comportarse como él se comportó. 7 Queridos míos, no os escribo un mandamiento nuevo, sino un mandamiento viejo, que tenéis desde el principio: el mandamiento viejo es la palabra que habéis oído. 8 Es, por otra parte, también un mandamiento nuevo el que os escribo -que es verdadero en él y en vosotros-; porque se disipan las tinieblas y la luz verdadera brilla ya. 9 El que afirma que está en la luz y odia a su hermano está aún en las tinieblas. 10 El que ama a su hermano está en la luz, y no hay en él ocasión alguna de caída. 11 Pero el que odia a su hermano está en las tinieblas, anda en las tinieblas y no sabe adónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos.

Salmo Responsorial
Sal 96,1-2
1 Cantad al Señor un cántico nuevo, cantad al Señor toda la tierra; 2 cantad al Señor, bendecid su nombre, proclamad día tras día su salvación;

Sal 96,2-3
2 cantad al Señor, bendecid su nombre, proclamad día tras día su salvación; 3 publicad su gloria entre las gentes, sus portentos entre todos los pueblos.

Sal 96,5-6
5 Pues los dioses de los otros pueblos no son nada, mientras que el Señor hizo los cielos; 6 su presencia está llena de esplendor y majestad, y su santuario, de potencia y hermosura.

Evangelio
Lc 2,22-35
22 Cuando se cumplieron los días de la purificación, según la ley de Moisés, lo llevaron a Jerusalén para ofrecerlo al Señor, 23 como está escrito en la ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor, 24 y para ofrecer el sacrificio según lo ordenado en la ley del Señor: un par de tórtolas o dos pichones. 25 Había entonces en Jerusalén un hombre llamado
Simeón, justo y piadoso, que esperaba la liberación de Israel: El Espíritu Santo estaba en él, 26 y le había anunciado que no moriría sin ver al mesías del Señor. 27 Movido por el Espíritu fue al templo, y, al entrar los padres con el niño Jesús para cumplir lo establecido por la ley acerca de él, 28 lo recibió en sus brazos y bendijo a Dios diciendo: 29 «Ahora, Señor, puedes dejar morir en paz a tu siervo, porque tu promesa se ha cumplido: 30 Mis propios ojos han visto al Salvador 31 que has preparado ante todos los pueblos, 32 luz para iluminar a las naciones y gloria de tu pueblo, Israel».33 Su padre y su madre estaban admirados de las cosas que decían de él. 34 Simeón los bendijo, y dijo a María, su madre: «Este niño está destinado en Israel para que unos caigan y otros se levanten; será signo de contradicción 35 para que sean descubiertos los pensamientos de todos; y a ti una espada te atravesará el corazón».

Evangelio 28 de Diciembre

Navidad

Sagrada Familia

1ª Lectura
Si 3,2-6
2 Porque el Señor honra al padre en sus hijos, y confirma el derecho de la madre sobre las hijas.
3 El que honra al padre repara su pecado.4 El que honra a su madre amontona tesoros. 5 El que honra a su padre se alegrará en sus hijos y será escuchado en el día de su oración. 6 El que glorifica a su padre vivirá larga vida, y el que obedece al Señor complace a su madre.

Si 3,12-14
12 Hijo, ayuda a tu padre en su vejez, y no le des disgustos durante su vida. 13 Si llega a perder la razón, sé indulgente con él; no le afrentes tú que estás en pleno vigor. 14 La misericordia con el padre no será olvidada, te servirá de reparación por tus pecados.

Salmo Responsorial
Sal 128,1-2
1 Canción de las subidas Dichosos los que temen al Señor y siguen sus caminos. 2 Comerás del trabajo de tus manos, serás feliz y todo te irá bien.

Sal 128,3
3 Tu esposa será como parra fecunda en la intimidad de tu casa; tus hijos, como brotes de olivo
en torno a tu mesa.

Sal 128,4-5
4 Así es bendecido el hombre que teme al Señor. 5 Que el Señor te bendiga desde Sión para que veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida

2ª Lectura
Col 3,12-21
12 Dios os ama y os ha elegido para que seáis miembros de su pueblo. Por tanto, sed compasivos, bondadosos, humildes, pacientes y comprensivos. 13 Soportaos unos a otros y perdonaos si alguno tiene queja contra otro. Del mismo modo que el Señor os perdonó, así también vosotros debéis perdonaros. 14 Pero, por encima de todo, tened amor, que es el lazo de la perfección. 15 Que la paz de Cristo reine en vuestros corazones, en la que fuisteis llamados para formar un solo cuerpo. Y sed agradecidos. 16 Que la palabra de Cristo viva entre
vosotros con toda su riqueza. Enseñaos y aconsejaos unos a otros con talento. Con profundo agradecimiento cantad a Dios salmos, himnos y canciones religiosas. 17 Y todo lo que hagáis o digáis, hacedlo en nombre de Jesús, el Señor, dando gracias a Dios Padre por medio de él.

LOS DEBERES FAMILIARES
18 Mujeres, estad sumisas a vuestros maridos, pues eso es lo que debéis hacer como creyentes. 19 Maridos, amad a vuestras esposas y no os irritéis contra ellas. 20 Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor. 21 Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten.

Evangelio
Lc 2,22-40
22 Cuando se cumplieron los días de la purificación, según la ley de Moisés, lo llevaron a Jerusalén para ofrecerlo al Señor, 23 como está escrito en la ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor, 24 y para ofrecer el sacrificio según lo ordenado en la ley del Señor: un par de tórtolas o dos pichones. 25 Había entonces en Jerusalén un hombre llamado
Simeón, justo y piadoso, que esperaba la liberación de Israel: El Espíritu Santo estaba en él, 26 y le había anunciado que no moriría sin ver al mesías del Señor. 27 Movido por el Espíritu fue al templo, y, al entrar los padres con el niño Jesús para cumplir lo establecido por la ley acerca de él, 28 lo recibió en sus brazos y bendijo a Dios diciendo:
29 «Ahora, Señor, puedes dejar morir en paz a tu siervo, porque tu promesa se ha cumplido: 30 Mis propios ojos han visto al Salvador 31 que has preparado ante todos los pueblos, 32 luz para iluminar a las naciones y gloria de tu pueblo, Israel».
33 Su padre y su madre estaban admirados de las cosas que decían de él. 34 Simeón los bendijo, y dijo a María, su madre: «Este niño está destinado en Israel para que unos caigan y otros se levanten; será signo de contradicción 35 para que sean descubiertos los pensamientos de todos; y a ti una espada te atravesará el corazón».
36 Estaba también la profetisa Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad muy avanzada. Se había casado muy joven, y a los siete años de matrimonio había enviudado. 37 Tenía ochenta y cuatro años. Estaba siempre en el templo, sirviendo a Dios noche y día con ayunos y oraciones. 38 Se presentó en aquel mismo momento, y daba gloria a Dios hablando del niño a todos los que esperaban la liberación de Israel.

VIDA OCULTA EN NAZARET
39 Cuando cumplieron todas las cosas que mandaba la ley del Señor, regresaron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. 40 El niño crecía y se fortalecía, lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba con él.

jueves, 25 de diciembre de 2008

Evangelio 26 de Diciembre

Navidad

1ª Lectura

He 6,8-10

8 Esteban, por su parte, lleno de gracia y de poder, realizaba grandes prodigios y milagros en el pueblo. 9 Unos cuantos de la sinagoga llamada de los Libertos, de Cirene, Alejandría, Cilicia y Asia, se pusieron a discutir con Esteban; 10 pero no podían resistir la sabiduría y el espíritu con que hablaba.

Salmo Responsorial

Sal 31,3-4

3 atiéndeme, ven corriendo a liberarme; sé tú mi roca de refugio,la fortaleza de mi salvación; 4 ya que eres tú mi roca y mi fortaleza, por el honor de tu nombre, condúceme tú y guíame;

Sal 31,6

6 En tus manos encomiendo mi espíritu; tú me rescatarás, Señor, Dios verdadero.

Sal 31,7

7 Aborrezco a los que adoran ídolos vanos, pero yo he puesto mi confianza en el Señor;

Sal 31,8

8 tu amor ser mi gozo y mi alegría, porque te has fijado en mi miseria y has comprendido la angustia de mi alma;

Sal 31,17

17 mira a tu siervo con ojos de bondad y sálvame por tu amor.

Sal 31,21

21 tú los guardas al amparo de tu rostro, lejos de las intrigas de los hombres; tú los cobijas en tu tienda lejos de las lenguas mordaces.

Evangelio

Mt 10,17-22

17 Tened cuidado con la gente, porque os entregarán a los tribunales y os azotarán en sus sinagogas. 18 Seréis conducidos por mi causa ante los gobernadores y reyes para dar testimonio ante ellos y ante los paganos. 19

Pero cuando os entreguen, no os preocupéis sobre cómo habéis de hablar o qué habéis de decir, porque en aquel momento se os sugerirá lo que debéis decir. 20 Pues no sois vosotros los que habláis, es el Espíritu de vuestro

Padre el que habla en vosotros. 21 El hermano entregará a su hermano a la muerte, y el padre a su hijo. Los hijos se levantarán contra sus padres y los matarán; 22 todos os aborrecerán por causa mía, pero el que persevere hasta el fin se salvará.

Misas de navidad

Navidad

Misa Vespertina de la Vigilia

1ª Lectura
Is 62,1-5
1 Por amor de Sión no me he de callar, no descansaré por Jerusalén, hasta que no despunte como la aurora su justicia y flamee su salvación como una antorcha. 2 Verán tu justicia las naciones y todos los reyes tu gloria. Se te llamará con un nombre nuevo, acuñado por la boca del Señor. 3 Serás una corona preciosa en manos del Señor, una diadema real en la palma de tu Dios. 4 No se te llamará más la abandonada, ni tu tierra será dicha desierta, sino que se te llamará mi complacencia, y a tu tierra desposada, porque en ti se complace el Señor, y tu tierra tendrá un esposo. 5 Como un joven se casa con su novia, así tu constructor se casará contigo; y como el esposo se recrea en la esposa, así tu Dios se recreará en ti.

Salmo Responsorial
Sal 89,4-5
4 He hecho un pacto con mi elegido y he jurado a mi siervo David: 5 «Afirmaré tu dinastía para siempre, asentaré tu trono por los siglos de los siglos».
Sal 89,16-17
16 Dichoso el pueblo que sabe aclamarte y caminar, Señor, a la luz de tu presencia; 17 que se regocija en tu nombre sin cesar y se enorgullece de tu justicia.

Sal 89,27
27 Él me llamará: «Padre mío, Dios mío, mi roca salvadora»;

Sal 89,29
29 Yo le seré leal eternamente, firme será con él mi pacto;

2ª Lectura
He 13,16-17
16 Pablo se levantó y, haciendo con la mano señal de silencio, dijo: «Israelitas y los que sois fieles a Dios, escuchad. 17 El Dios de este pueblo, Israel, eligió a nuestros padres y acrecentó al pueblo durante su exilio en Egipto, y con brazo poderoso los sacó de allí.

He 13,22-25
22 Después lo destituyó y les dio como rey a David, hijo de Jesé, de quien dio este testimonio: He encontrado a David, hombre de mi agrado, quien cumplirá todos mis deseos. 23 Dios, según sus promesas, de la descendencia de éste ha suscitado para Israel un salvador, Jesús. 24 Antes de su venida, Juan había predicado a todo el pueblo de Israel un bautismo de conversión. 25 Cuando estaba para terminar su misión, Juan decía: Yo no soy lo que vosotros creéis que soy, sino que viene en pos de mí aquel de quien no soy digno de desatar la sandalia.

Evangelio
Mt 1,1-25
1 Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán: 2 Abrahán fue padre de Isaac; Isaac de Jacob; Jacob de Judá y sus hermanos; 3 Judá tuvo de Tamar a Fares y a Zéraj; Fares fue padre de Jesrón; Jesrón de Arán; 4 Arán de Aminadab; Aminadab de Naasón; Naasón de Salmón; 5 Salmón tuvo de Rajab a Booz; Booz tuvo de Rut a Obed; Obed fue padre de Jesé; 6 Jesé, del rey David. David, de la mujer de Urías, tuvo a Salomón.
7 Salomón fue padre de Roboán; Roboán de Abías; Abías de Asá; 8 Asá de Josafat; Josafat de Jorán; Jorán de Ozías; 9 Ozías de Joatán; Joatán de Acaz; Acaz de Ezequías; 10 Ezequías de Manasés; Manasés de Amón; Amón de Josías; 11 Josías de Jeconías y sus hermanos, cuando la deportación a Babilonia. 12 Después de la deportación, Jeconías fue padre de Salatiel; Salatiel de Zorobabel; 13 Zorobabel de Abiud; Abiud de Eliaquín; Eliaquín de Azor; 14 Azor de Sadoc; Sadoc de Aquín; Aquín de Eliud; 15 Eliud de Eleazar; Eleazar de Matán; Matán de Jacob; 16 Jacob de José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, que es el mesías. 17 Por tanto, las generaciones desde Abrahán hasta David son en total catorce; desde David hasta la deportación a Babilonia, catorce, y desde la deportación hasta el mesías, catorce.

CONCEPCIÓN VIRGINAL Y NACIMIENTO DE JESÚS
18 El nacimiento de Jesucristo fue así: María, su madre, estaba desposada con José, y, antes de que vivieran juntos, se encontró encinta por virtud del
Espíritu Santo. 19 José, su marido, que era un hombre justo y no quería denunciarla, decidió dejarla en secreto. 20 Estaba pensando en esto, cuando un ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no tengas ningún reparo en recibir en tu casa a María, tu mujer, pues el hijo que ha concebido viene del Espíritu Santo. 21 Dará a luz un hijo, y le pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados».
22 Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que el Señor había dicho por medio del profeta: 23 La Virgen concebirá y dará a luz un hijo,y le pondrán por nombre Emanuel, que significa «Dios con nosotros». 24 Cuando José despertó del sueño, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y recibió en su casa a su mujer. 25 Y sin haber tenido relaciones, María dio a luz un hijo, al que él puso por nombre Jesús.


Navidad

Misa de Medianoche

1ª Lectura
Is 9,1-3
1 El pueblo que andaba en tinieblas vio una gran luz; sobre los moradores
de una tierra de sombras, la luz ha despuntado. 2 Has acrecentado su alegría, has agrandado su júbilo; se regocijan ante ti como en la algazara de la siega, como se alegran los que reparten un botín. 3 Pues su penoso yugo, la vara sobre sus espaldas, el palo de su verdugo tú lo quebraste como en el día de Madián.

Is 9,5-6
5 Que un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado; sobre sus hombros el imperio, y su nombre será: Consejero admirable, Dios potente, Padre eterno, Príncipe de la paz, 6 para ensanchar el imperio, para una paz sin fin en el trono de David y en su reino; para asentarlo y afirmarlo en el derecho y la justicia desde ahora para siempre. El celo del Señor omnipotente hará todo esto.

Salmo Responsorial
Sal 96,1-2
1 Cantad al Señor un cántico nuevo, cantad al Señor toda la tierra; 2 cantad al Señor, bendecid su nombre, proclamad día tras día su salvación;

Sal 96,2-3
2 cantad al Señor, bendecid su nombre, proclamad día tras día su salvación; 3 publicad su gloria entre las gentes, sus portentos entre todos los pueblos.

Sal 96,11-12
11 Que se alegre el cielo y goce la tierra, que retumbe el mar y todo lo que encierra, 12 que sonrían los campos con sus frutos, que griten de alegría los árboles del bosque

Sal 96,13
13 delante del Señor, porque ya viene, porque viene para gobernar la tierra,
para implantar en el mundo la justicia, y entre todos los pueblos la lealtad.

2ª Lectura
Tit 2,11-14
11 Pues se ha manifestado la gracia de Dios, fuente de salvación para todos los hombres, 12 enseñándonos a renunciar a la maldad y a los deseos mundanos y a llevar una vida sobria, justa y religiosa, 13 mientras
aguardamos el feliz cumplimiento de lo que se nos ha prometido y la manifestación gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro Jesucristo, 14 que se entregó a sí mismo por nosotros para redimirnos y hacer de nosotros
un pueblo escogido, limpio de todo pecado y dispuesto a hacer siempre el bien.

Evangelio
Lc 2,1-14
1 Por aquellos días salió un decreto de César Augusto para que se empadronara todo el mundo. 2 Éste es el primer censo que se hizo siendo Cirino gobernador de Siria. 3 Todos iban a empadronarse, cada uno a su ciudad. 4 También José, por ser descendiente de David, fue desde la ciudad de Nazaret de Galilea a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, 5 para empadronarse con María, su mujer, que estaba encinta. 6 Mientras estaban allí se cumplió el tiempo del parto, 7 y dio a luz a su hijo primogénito; lo envolvió en pañales y lo reclinó en un pesebre, porque no encontraron sitio en la posada.8 Había en la misma región unos pastores acampados al raso, guardando por turno sus rebaños. 9 Se les presentó
el ángel del Señor, y la gloria del Señor los envolvió con su luz. Ellos se asustaron. 10 El ángel les dijo: «No tengáis miedo, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo. 11 En la ciudad de David hoy os ha nacido un salvador, el mesías, el Señor. 12 Esto os servirá de señal: Encontraréis un niño envuelto en pañales acostado en un pesebre».
13 Y en seguida se unió al ángel una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios diciendo: 14 «Gloria a Dios en el cielo y paz en la tierra a los hombres que él ama».


Navidad

Misa de la Aurora

1ª Lectura
Is 62,11-12
11 He aquí lo que el Señor pregona hasta el extremo de la tierra: Decid a la hija de Sión: Mira, ya viene tu salvador, vienen con él su recompensa y sus trofeos le preceden. 12 «Pueblo santo» se les llamará, «redimidos del Señor». Y a ti se te llamará buscada, «ciudad no abandonada».

Salmo Responsorial
Sal 97,1
1 El Señor es rey; que se alegre la tierra y exulten las islas incontables.

Sal 97,6
6 Los cielos proclaman su justicia y todos los pueblos ven su gloria.

Sal 97,11-12
11 La luz sale para los que practican la justicia y la alegría para los corazones rectos. 12 Los que practicáis la justicia, alegraos en el Señor y bendecid su santa memoria.

2ª Lectura
Tit 3,4-7
4 Pero Dios, nuestro Salvador, al manifestar su bondad y su amor por los hombres, 5 nos ha salvado, no por la justicia que hayamos practicado, sino por puro amor, mediante el bautismo regenerador y la renovación del
Espíritu Santo, 6 que derramó abundantemente sobre nosotros por Jesucristo, nuestro Salvador, 7 a fin de que, justificados por su gracia, seamos herederos de la vida eterna, tal y como lo esperamos.

Evangelio
Lc 2,15-20
15 Cuando los ángeles los dejaron y se fueron al cielo, los pastores se decían unos a otros: «Vamos a Belén y veamos ese acontecimiento que el Señor nos ha anunciado».
16 Fueron deprisa, y encontraron a María, a José y al niño acostado en el pesebre.17 Al verlo, manifestaron lo que les habían dicho acerca del niño.
18 Todos los que lo oían se admiraban de lo que decían los pastores. 19 María, por su parte, guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. 20 Los pastores volvieron glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían visto y oído. Todo tal y como se les había dicho.


Navidad

Misa del Día

1ª Lectura
Is 52,7-10
7 ¡Oh, qué bellos son por los montes los pies del mensajero de albricias,
que anuncia la paz, que trae la dicha, que anuncia la salvación y dice a Sión: ¡Tu Dios reina! 8 ¡Escucha! Tus centinelas alzan la voz, gritan de júbilo a la vez, porque ven cara a cara al Señor, que regresa a Sión. 9 Estallad a una en gritos de alegría, ruinas de Jerusalén, porque el Señor consuela a su pueblo y rescata a Jerusalén. 10 El Señor desnuda su brazo santo ante los ojos de todos los pueblos, y todos los confines de la tierra
verán la salvación de nuestro Dios.

Salmo Responsorial
Sal 98,1
1 Salmo
Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas; su diestra, su santo brazo, le alcanzó la victoria;

Sal 98,2-3
2 el Señor ha dado a conocer su victoria, ha revelado a las naciones su justicia; 3 se acordó de su amor y su lealtad para con la casa de Israel;
todos los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.

Sal 98,3-4
3 se acordó de su amor y su lealtad para con la casa de Israel; todos los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios. 4 Aclamad al Señor toda la tierra, alegraos, regocijaos, cantad,

Sal 98,5-6
5 cantad al Señor al son del arpa, al son del arpa y del salterio; 6 al son de los clarines y trompetas aclamad al rey, el Señor.

2ª Lectura
Heb 1,1-6
1 Dios, después de haber hablado muchas veces y en diversas formas a nuestros padres por medio de los profetas, 2 en estos días, que son los últimos, nos ha hablado por el Hijo, a quien ha constituido heredero de todas las cosas, por quien hizo también el universo. 3 Él, que es el resplandor de su gloria y la impronta de su ser, sostiene todas las cosas con su palabra poderosa, y, una vez que realizó la purificación de los pecados, se sentó a la derecha de la Majestad en lo más alto del cielo, 4 llegando a ser superior a los ángeles en la medida en que los aventaja el nombre que ha recibido en herencia.

CRISTO, HIJO DE DIOS, SUPERIOR A LOS ÁNGELES PRUEBA DE ESCRITURA
5 En efecto, ¿a cuál de los ángeles dijo Dios alguna vez: Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy; y además: Yo seré su Padre, y él será mi Hijo? 6 Y de nuevo, cuando introdujo al Primogénito en el mundo, dijo: Que le adoren todos los ángeles de Dios.

Evangelio
Jn 1,1-18
1 En el principio existía aquel / que es la Palabra, / y aquel que es la Palabra / estaba con Dios y era Dios. / 2 Él estaba en el principio con Dios. / 3 Todo fue hecho por él / y sin él nada se hizo. / 4 Cuanto ha sido hecho en él es vida, / y la vida es la luz de los hombres; / 5 la luz luce en las tinieblas / y las tinieblas no la sofocaron. / 6 Hubo un hombre enviado por Dios, / de nombre Juan. / 7 Éste vino como testigo, / para dar testimonio de la luz, / a fin de que todos creyeran por él. / 8 No era él la luz, / sino testigo de la luz. / 9 Existía la luz verdadera, / que con su venida a este mundo / ilumina a todo hombre. / 10 Estaba en el mundo; / el mundo fue hecho por él, / y el mundo no lo conoció. / 11 Vino a los suyos, / y los suyos no lo recibieron. / 12 A todos los que lo reciben, / a los que creen en su nombre, / les da el ser hijos de Dios; / 13 él, que no nació ni de sangre ni de carne, / ni por deseo de hombre / sino de Dios. / 14 Y aquel que es la Palabra / se hizo carne, / y habitó entre nosotros, / y nosotros vimos su gloria, / gloria cual de unigénito / venido del Padre, / lleno de gracia y de verdad. / 15 Juan daba testimonio de él / y proclamaba: / «Éste es del que yo dije: / El que viene detrás de mí / ha sido antepuesto a mí, / porque era antes que yo». / 16 De su plenitud, en efecto, / todos nosotros hemos recibido, / y
gracia sobre gracia. / 17 Porque la ley fue dada por Moisés, / pero la gracia y la fidelidad / vinieron por Cristo Jesús. / 18 A Dios nadie lo ha visto jamás; / el Hijo único, que está en el Padre, / nos lo ha dado a conocer.
II. EL PRIMER VIAJE A JERUSALÉN
(1,19-3,21)

martes, 23 de diciembre de 2008

Evangelio 24 de Diciembre

Adviento

Misa de la Mañana

1ª Lectura

2Sam 7,1-5

1 Cuando David se estableció en su palacio y el Señor le dio descanso librándolo de todos sus enemigos de alrededor, 2 dijo al profeta Natán: «Mira, yo estoy viviendo en una casa de cedro, mientras que el arca del Señor está bajo una tienda». 3 Y Natán dijo al rey: «Haz lo que piensas, porque el Señor está contigo».

DIOS PROMETE A DAVID LA PERMANENCIA ETERNA DE SU REINO

z Pero aquella misma noche el Señor dijo a Natán: 5 «Vete y di a mi siervo David: No serás tú el que me construyas una casa para que habite en ella.

2Sam 7,8-11

8 Di a mi siervo David: Esto dice el Señor todopoderoso: Yo te saqué del aprisco, de detrás de las ovejas, para que fueras el jefe de mi pueblo, Israel. 9 He estado contigo en todas tus empresas, he exterminado delante de ti a

todos tus enemigos; haré que tu nombre sea como el de los grandes de la tierra. 10 Asignaré un territorio a mi pueblo Israel y en él lo plantaré para que habite en él y no vuelva a ser perturbado, ni los malvados continúen oprimiéndolo como antes, 11 en el tiempo en que yo constituí a los jueces sobre mi pueblo Israel; yo le daré paz librándolo de todos sus enemigos.

Te hago saber, además, que te daré una dinastía;

2Sam 7,14

14 Yo seré para él un padre y él será para mí un hijo. Si hace mal, yo lo castigaré con varas de hombre y con castigos corrientes entre los hombres.

2Sam 7,16

16 Tu casa y tu reino subsistirán por siempre ante mí, y tu trono se afirmará para siempre».

Salmo Responsorial

Sal 89,2-3

2 Cantaré eternamente la misericordia del Señor, publicaré tu lealtad por todas las edades, 3 porque tú has dicho: «Mi piedad es eterna, mi lealtad está cimentada en el mismo cielo».

Sal 89,4-5

4 He hecho un pacto con mi elegido y he jurado a mi siervo David:5 «Afirmaré tu dinastía para siempre, asentaré tu trono por los siglos de los siglos».

Sal 89,27

27 Él me llamará: «Padre mío, Dios mío, mi roca salvadora»;

Sal 89,29

29 Yo le seré leal eternamente, firme será con él mi pacto;

Evangelio

Lc 1,67-79

67 Zacarías, su padre, lleno del Espíritu Santo, profetizó así: 68 «Bendito sea el Señor, / Dios de Israel, / porque ha intervenido para liberar a su pueblo; / 69 nos ha suscitado un poderoso salvador en la casa de David, su siervo, / 70 como lo había anunciado desde antiguo / por boca de sus santos profetas; / 71 que nos libraría de nuestros enemigos / y de la mano de todos los que nos odian, / 72 mostrándose compasivo con nuestros padres, / recordando su santa alianza / 73 y el juramento que hizo a nuestro padre Abrahán / de concedernos que, / 74 liberados de las manos de nuestros enemigos, / podamos servirle sin temor, / 75 con santidad y justicia ante él toda nuestra vida. / 76 Y tú, niño, serás llamado profeta del altísimo, / pues irás delante del Señor / para preparar sus caminos, / 77 para anunciar a su pueblo la salvación, / el perdón de sus pecados, / 78 gracias a la bondad misericordiosa de nuestro Dios, / por la que nos visitará / como el sol que nace de lo alto, / 79 para iluminar a los que yacen en tinieblas y en sombras de muerte, / y para guiar nuestros pasos por el camino de la paz».



Adviento

Misa de la Mañana

1ª Lectura

2Sam 7,1-5

1 Cuando David se estableció en su palacio y el Señor le dio descanso librándolo de todos sus enemigos de alrededor, 2 dijo al profeta Natán: «Mira, yo estoy viviendo en una casa de cedro, mientras que el arca del Señor está bajo una tienda». 3 Y Natán dijo al rey: «Haz lo que piensas, porque el Señor está contigo».

DIOS PROMETE A DAVID LA PERMANENCIA ETERNA DE SU REINO

4 Pero aquella misma noche el Señor dijo a Natán: 5 «Vete y di a mi siervo David: No serás tú el que me construyas una casa para que habite en ella.

2Sam 7,8-11

8 Di a mi siervo David: Esto dice el Señor todopoderoso: Yo te saqué del aprisco, de detrás de las ovejas, para que fueras el jefe de mi pueblo, Israel. 9 He estado contigo en todas tus empresas, he exterminado delante de ti a

todos tus enemigos; haré que tu nombre sea como el de los grandes de la tierra. 10 Asignaré un territorio a mi pueblo Israel y en él lo plantaré para que habite en él y no vuelva a ser perturbado, ni los malvados continúen oprimiéndolo como antes, 11 en el tiempo en que yo constituí a los jueces sobre mi pueblo Israel; yo le daré paz librándolo de todos sus enemigos.

Te hago saber, además, que te daré una dinastía;

2Sam 7,14

14 Yo seré para él un padre y él será para mí un hijo. Si hace mal, yo lo castigaré con varas de hombre y con castigos corrientes entre los hombres.

2Sam 7,16

16 Tu casa y tu reino subsistirán por siempre ante mí, y tu trono se afirmará para siempre».

Salmo Responsorial

Sal 89,2-3

2 Cantaré eternamente la misericordia del Señor, publicaré tu lealtad por todas las edades,3 porque tú has dicho: «Mi piedad es eterna, mi lealtad está cimentada en el mismo cielo».

Sal 89,4-5

4 He hecho un pacto con mi elegido y he jurado a mi siervo David: 5 «Afirmaré tu dinastía para siempre, asentaré tu trono por los siglos de los siglos».

Sal 89,27

27 Él me llamará: «Padre mío, Dios mío, mi roca salvadora»;

Sal 89,29

29 Yo le seré leal eternamente, firme será con él mi pacto;

Evangelio

Lc 1,67-79

67 Zacarías, su padre, lleno del Espíritu Santo, profetizó así: 68 «Bendito sea el Señor, / Dios de Israel, / porque ha intervenido para liberar a su pueblo; / 69 nos ha suscitado un poderoso salvador en la casa de David, su siervo, / 70 como lo había anunciado desde antiguo / por boca de sus santos profetas; / 71 que nos libraría de nuestros enemigos / y de la mano de todos los que nos odian, / 72 mostrándose compasivo con nuestros padres, / recordando su santa alianza / 73 y el juramento que hizo a nuestro padre Abrahán / de concedernos que, / 74 liberados de las manos de nuestros enemigos, / podamos servirle sin temor, / 75 con santidad y justicia ante él toda nuestra vida. / 76 Y tú, niño, serás llamado profeta del altísimo, / pues irás delante del Señor / para preparar sus caminos, / 77 para anunciar a su pueblo la salvación, / el perdón de sus pecados, / 78 gracias a la bondad misericordiosa de nuestro Dios, / por la que nos visitará / como el sol que nace de lo alto, / 79 para iluminar a los que yacen en tinieblas y en sombras de muerte, / y para guiar nuestros pasos por el camino de la paz».