lunes, 15 de septiembre de 2008

Evangelio y lecturas martes 16 de Septiembre

Tiempo Ordinario: (2ª Parte)
1ª Lectura
1Cor 12,12-14
12 Del mismo modo que el cuerpo es uno, aunque tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, con ser muchos, forman un cuerpo, así también Cristo. 13 Porque todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, fuimos bautizados en un solo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido del mismo Espíritu. 14 Porque el cuerpo no es un miembro, sino muchos.
1Cor 12,27-31
27 Ahora bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno por su parte es miembro de ese cuerpo. 28 Y así Dios ha puesto en la Iglesia en primer lugar a los apóstoles; en segundo lugar, a los profetas; en tercero, a los maestros; luego, los que tienen el poder de hacer milagros; después, los que tienen el don de curar, de asistir a los necesitados, de gobernar, de hablar lenguas extrañas. 29 ¿Son todos apóstoles? ¿O todos profetas? ¿O todos maestros? ¿Tienen todos el poder de hacer milagros? 30 ¿Tienen todos el don de curar? ¿Hablan todos lenguas? ¿O todos las interpretan? 31 Ambicionad dones más altos. Pero os voy a mostrar un camino, que es el mejor.
Salmo Responsorial
Sal 100,2
2 servid al Señor con alegría, entrad en su presencia con gritos jubilosos.

Sal 100,3
3 Reconoced que el Señor es Dios: él nos ha hecho y somos suyos, su pueblo, las ovejas que él guarda.
Sal 100,4
4 Entrad en sus pórticos dándole gracias, alabadlo, bendecid su nombre:
Sal 100,5
5 porque el Señor es bueno, su amor es eterno, y su lealtad perpetua por todas las edades.

Evangelio
Lc 7,11-17
11 Después fue a un pueblo llamado Naín, acompañado de sus discípulos y de mucha gente.12 Al llegar a la puerta de la ciudad, se encontró con que llevaban a enterrar un muerto, hijo único de una madre viuda; la acompañaba todo el pueblo. 13 El Señor, al verla, se compadeció de ella y le dijo: «No llores». 14 Luego se acercó y tocó el féretro; los que lo llevaban se detuvieron; él dijo: «Joven, yo te lo mando: Levántate». 15 El muerto se sentó y comenzó a hablar; y él se lo entregó a su madre. 16 Todos quedaron sobrecogidos y alababan a Dios, diciendo: «Un gran profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo». 17 Y este suceso se propagó por toda Judea y por toda aquella comarca.

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