lunes, 31 de diciembre de 2018

Lecturas 1 de Enero de 2019

  • Primera lectura

    Números 6:22-27
    22 Habló Yahveh a Moisés y le dijo:
    23 Habla a Aarón y a sus hijos y diles: «Así habéis de bendecir a los israelitas. Les diréis:
    24 Yahveh te bendiga y te guarde;
    25 ilumine Yahveh su rostro sobre ti y te sea propicio;
    26 Yahveh te muestre su rostro y te conceda la paz.»
    27 Que invoquen así mi nombre sobre los israelitas y yo los bendeciré.»
  • Salmo responsorial

    Salmo 67:2-3, 5-6, 8
    2 ¡Dios nos tenga piedad y nos bendiga, su rostro haga brillar sobre nosotros!
    3 Para que se conozcan en la tierra tus caminos, tu salvación entre todas las naciones.
    5 Alégrense y exulten las gentes, pues tú juzgaz al mundo con justicia, con equidad juzgas a los pueblos, y a las gentes en la tierra gobiernas.
    6 ¡Te den, oh Dios, gracias los pueblos, todos los pueblos te den gracias!
    8 ¡Dios nos bendiga, y teman ante él todos los confines de la tierra!
  • Segunda lectura

    Gálatas 4:4-7
    4 Pero, al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley,
    5 para rescatar a los que se hallaban bajo la ley, y para que recibiéramos la filiación adoptiva.
    6 La prueba de que sois hijos es que Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama: ¡Abbá, Padre!
    7 De modo que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero por voluntad de Dios.
  • Evangelio

    Lucas 2:16-21
    16 Y fueron a toda prisa, y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre.
    17 Al verlo, dieron a conocer lo que les habían dicho acerca de aquel niño;
    18 y todos los que lo oyeron se maravillaban de lo que los pastores les decían.
    19 María, por su parte, guardaba todas estas cosas, y las meditaba en su corazón.
    20 Los pastores se volvieron glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto, conforme a lo que se les había dicho.
    21 Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidarle, se le dio el nombre de Jesús, el que le dio el ángel antes de ser concebido en el seno.

lecturas 31 de Diciembre de 2018

  • Primera lectura

    I Juan 2:18-21
    18 Hijos míos, es la última hora. Habéis oído que iba a venir un Anticristo; pues bien, muchos anticristos han aparecido, por lo cual nos damos cuenta que es ya la última hora.
    19 Salieron de entre nosotros; pero no eran de los nuestros. Si hubiesen sido de los nuestros, habrían permanecido con nosotros. Pero sucedió así para poner de manifiesto que no todos son de los nuestros.
    20 En cuanto a vosotros, estáis ungidos por el Santo y todos vosotros lo sabéis.
    21 Os he escrito, no porque desconozcáis la verdad, sino porque la conocéis y porque ninguna mentira viene de la verdad.
  • Salmo responsorial

    Salmo 96:1-2, 11-13
    1 ¡Cantad a Yahveh un canto nuevo, cantad a Yahveh, toda la tierra,
    2 cantad a Yahveh, su nombre bendecid! Anunciad su salvación día tras día,
    11 ¡Alégrense los cielos, regocíjese la tierra, retumbe el mar y cuanto encierra;
    12 exulte el campo y cuanto en él existe, griten de júbilo todos los árboles del bosque,
    13 ante la faz de Yahveh, pues viene él, viene, sí, a juzgar la tierra! El juzgará al orbe con justicia, a los pueblos con su lealtad.
  • Evangelio

    Juan 1:1-18
    1 En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios.
    2 Ella estaba en el principio con Dios.
    3 Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada de cuanto existe.
    4 En ella estaba la vida y la vida era la luz de los hombres,
    5 y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la vencieron.
    6 Hubo un hombre, enviado por Dios: se llamaba Juan.
    7 Este vino para un testimonio, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por él.
    8 No era él la luz, sino quien debía dar testimonio de la luz.
    9 La Palabra era la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo.
    10 En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por ella, y el mundo no la conoció.
    11 Vino a su casa, y los suyos no la recibieron.
    12 Pero a todos los que la recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su nombre;
    13 la cual no nació de sangre, ni de deseo de hombre, sino que nació de Dios.
    14 Y la Palabra se hizo carne, y puso su Morada entre nosotros, y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad.
    15 Juan da testimonio de él y clama: «Este era del que yo dije: El que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo.»
    16 Pues de su plenitud hemos recibido todos, y gracia por gracia.
    17 Porque la Ley fue dada por medio de Moisés; la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo.
    18 A Dios nadie le ha visto jamás: el Hijo único, que está en el seno del Padre, él lo ha contado.

sábado, 29 de diciembre de 2018

Lecturas 30 de diciembre de 2018

  • Primera lectura

    I Samuel 1:20-22, 24-28
    20 Concibió Ana y llegado el tiempo dio a luz un niño a quien llamó Samuel, «porque, dijo, se lo he pedido a Yahveh».
    21 Subió el marido Elcaná con toda su familia, para ofrecer a Yahveh el sacrificio anual y cumplir su voto,
    22 pero Ana no subió, porque dijo a su marido: «Cuando el niño haya sido destetado, entonces le llevaré, será presentado a Yahveh y se quedará allí para siempre.»
    24 Cuando lo hubo destetado, lo subió consigo, llevando además un novillo de tres años, una medida de harina y un odre de vino, e hizo entrar en la casa de Yahveh, en Silo, al niño todavía muy pequeño.
    25 Inmolaron el novillo y llevaron el niño a Elí
    26 y ella dijo: «Oyeme, señor. Por tu vida, señor, yo soy la mujer que estuvo aquí junto a ti, orando a Yahveh.
    27 Este niño pedía yo y Yahveh me ha concedido la petición que le hice.
    28 Ahora yo se lo cedo a Yahveh por todos los días de su vida; está cedido a Yahveh.» Y le dejó allí, a Yahveh.
  • Salmo responsorial

    Salmo 84:2-3, 5-6, 9-10
    2 ¡Qué amables tus moradas, oh Yahveh Sebaot!
    3 Anhela mi alma y languidece tras de los atrios de Yahveh, mi corazón y mi carne gritan de alegría hacia el Dios vivo.
    5 Dichosos los que moran en tu casa, te alaban por siempre.
    6 Dichosos los hombres cuya fuerza está en ti, y las subidas en su corazón.
    9 ¡Yahveh Dios Sebaot, escucha mi plegaria, tiende tu oído, oh Dios de Jacob!
    10 Oh Dios, escudo nuestro, mira, pon tus ojos en el rostro de tu ungido.
  • Segunda lectura

    I Juan 3:1-2, 21-24
    1 Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos!. El mundo no nos conoce porque no le conoció a él.
    2 Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal cual es.
    21 Queridos, si la conciencia no nos condena, tenemos plena confianza ante Dios,
    22 y cuanto pidamos lo recibimos de él, porque guardamos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada.
    23 Y este es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo, Jesucristo, y que nos amemos unos a otros tal como nos lo mandó.
    24 Quien guarda sus mandamientos permanece en Dios y Dios en él; en esto conocemos que permanece en nosotros: por el Espíritu que nos dio.
  • Evangelio

    Lucas 2:41-52
    41 Sus padres iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua.
    42 Cuando tuvo doce años, subieron ellos como de costumbre a la fiesta
    43 y, al volverse, pasados los días, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin saberlo su padres.
    44 Pero creyendo que estaría en la caravana, hicieron un día de camino, y le buscaban entre los parientes y conocidos;
    45 pero al no encontrarle, se volvieron a Jerusalén en su busca.
    46 Y sucedió que, al cabo de tres días, le encontraron en el Templo sentado en medio de los maestros, escuchándoles y preguntándoles;
    47 todos los que le oían, estaban estupefactos por su inteligencia y sus respuestas.
    48 Cuando le vieron, quedaron sorprendidos, y su madre le dijo: «Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Mira, tu padre y yo, angustiados, te andábamos buscando.»
    49 El les dijo: «Y ¿por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?»
    50 Pero ellos no comprendieron la respuesta que les dio.
    51 Bajó con ellos y vino a Nazaret, y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazón.
    52 Jesús progresaba en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres.

Lecturas 29 de Diciembre de 2018

  • Primera lectura

    I Juan 2:3-11
    3 En esto sabemos que le conocemos: en que guardamos sus mandamientos.
    4 Quien dice: «Yo le conozco» y no guarda sus mandamientos es un mentiroso y la verdad no está en él.
    5 Pero quien guarda su Palabra, ciertamente en él el amor de Dios ha llegado a su plenitud. En esto conocemos que estamos en él.
    6 Quien dice que permanece en él, debe vivir como vivió él.
    7 Queridos, no os escribo un mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo, que tenéis desde el principio. Este mandamiento antiguo es la Palabra que habéis escuchado.
    8 Y sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo - lo cual es verdadero en él y en vosotros - pues las tinieblas pasan y la luz verdadera brilla ya.
    9 Quien dice que está en la luz y aborrece a su hermano, está aún en las tinieblas.
    10 Quien ama a su hermano permanece en la luz y no tropieza.
    11 Pero quien aborrece a su hermano está en las tinieblas, camina en las tinieblas, no sabe a dónde va, porque las tinieblas han cegado sus ojos.
  • Salmo responsorial

    Salmo 96:1-6
    1 ¡Cantad a Yahveh un canto nuevo, cantad a Yahveh, toda la tierra,
    2 cantad a Yahveh, su nombre bendecid! Anunciad su salvación día tras día,
    3 contad su gloria a las naciones, a todos los pueblos sus maravillas.
    4 Que grande es Yahveh, y muy digno de alabanza, más temible que todos los dioses.
    5 Pues nada son todos los dioses de los pueblos. Mas Yahveh los cielos hizo;
    6 gloria y majestad están ante él, poder y fulgor en su santuario.
  • Evangelio

    Lucas 2:22-35
    22 Cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor,
    23 como está escrito en la Ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor
    24 y para ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o dos pichones , conforme a lo que se dice en la Ley del Señor.
    25 Y he aquí que había en Jerusalén un hombre llamado Simeón; este hombre era justo y piadoso, y esperaba la consolación de Israel; y estaba en él el Espíritu Santo.
    26 Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor.
    27 Movido por el Espíritu, vino al Templo; y cuando los padres introdujeron al niño Jesús, para cumplir lo que la Ley prescribía sobre él,
    28 le tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo:
    29 «Ahora, Señor, puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz;
    30 porque han visto mis ojos tu salvación,
    31 la que has preparado a la vista de todos los pueblos,
    32 luz para iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel.»
    33 Su padre y su madre estaban admirados de lo que se decía de él.
    34 Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: «Este está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción -
    35 ¡y a ti misma una espada te atravesará el alma! - a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones.»

viernes, 28 de diciembre de 2018

Lecturas 28 de Diciembre de 2018

  • Primera lectura

    I Juan 1:5--2:2
    5 Y este es el mensaje que hemos oído de él y que os anunciamos: Dios es Luz, en él no hay tiniebla alguna.
    6 Si decimos que estamos en comunión con él, y caminamos en tinieblas, mentimos y no obramos la verdad.
    7 Pero si caminamos en la luz, como él mismo está en la luz, estamos en comunión unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús nos purifica de todo pecado.
    8 Si decimos: «No tenemos pecado», nos engañamos y la verdad no está en nosotros.
    9 Si reconocemos nuestros pecados, fiel y justo es él para perdonarnos los pecados y purificarnos de toda injusticia.
    10 Si decimos: «No hemos pecado», le hacemos mentiroso y su Palabra no está en nosotros.
    1 Hijos míos, os escribo esto para que no pequéis. Pero si alguno peca, tenemos a uno que abogue ante el Padre: a Jesucristo, el Justo.
    2 El es víctima de propiciación por nuestros pecados, no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo entero.
  • Salmo responsorial

    Salmo 124:2-5, 7-8
    2 si Yahveh no hubiera estado por nosotros, cuando contra nosotros se alzaron los hombres,
    3 vivos entonces nos habrían tragado en el fuego de su cólera.
    4 Entonces las aguas nos habrían anegado, habría pasado sobre nosotros un torrente,
    5 habrían pasado entonces sobre nuestra alma aguas voraginosas.
    7 Nuestra alma como un pájaro escapó del lazo de los cazadores. El lazo se rompió y nosotros escapamos;
    8 nuestro socorro en el nombre de Yahveh, que hizo el cielo y la tierra.
  • Evangelio

    Mateo 2:13-18
    13 Después que ellos se retiraron, el Angel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto; y estate allí hasta que yo te diga. Porque Herodes va a buscar al niño para matarle.»
    14 El se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se retiró a Egipto;
    15 y estuvo allí hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliera el oráculo del Señor por medio del profeta: De Egipto llamé a mi hijo.
    16 Entonces Herodes, al ver que había sido burlado por los magos, se enfureció terriblemente y envió a matar a todos los niños de Belén y de toda su comarca, de dos años para abajo, según el tiempo que había precisado por los magos.
    17 Entonces se cumplió el oráculo del profeta Jeremías:
    18 Un clamor se ha oído en Ramá, mucho llanto y lamento: es Raquel que llora a sus hijos, y no quiere consolarse, porque ya no existen.

jueves, 27 de diciembre de 2018

Lecturas 27 de Diciembre de 2018

  • Primera lectura

    I Juan 1:1-4
    1 Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que contemplamos y tocaron nuestras manos acerca de la Palabra de vida,
    2 - pues la Vida se manifestó, y nosotros la hemos visto y damos testimonio y os anunciamos la Vida eterna, que estaba vuelta hacia el Padre y que se nos manifestó -
    3 lo que hemos visto y oído, os lo anunciamos, para que también vosotros estéis en comunión con nosotros. Y nosotros estamos en comunión con el Padre y con su Hijo Jesucristo.
    4 Os escribimos esto para que nuestro gozo sea completo.
  • Salmo responsorial

    Salmo 97:1-2, 5-6, 11-12
    1 ¡Reina Yahveh! ¡La tierra exulte, alégrense las islas numerosas!
    2 Nube y Bruma densa en torno a él, Justicia y Derecho, la base de su trono.
    5 Los montes como cera se derriten ante el Dueño de la tierra toda;
    6 los cielos anuncian su justicia, y todos los pueblos ven su gloria.
    11 La luz se alza para el justo, y para los de recto corazón la alegría.
    12 Justos, alegraos en Yahveh, celebrad su memoria sagrada.
  • Evangelio

    Juan 20:1-8
    1 El primer día de la semana va María Magdalena de madrugada al sepulcro cuando todavía estaba oscuro, y ve la piedra quitada del sepulcro.
    2 Echa a correr y llega donde Simón Pedro y donde el otro discípulo a quien Jesús quería y les dice: «Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto.»
    3 Salieron Pedro y el otro discípulo, y se encaminaron al sepulcro.
    4 Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió por delante más rápido que Pedro, y llegó primero al sepulcro.
    5 Se inclinó y vio las vendas en el suelo; pero no entró.
    6 Llega también Simón Pedro siguiéndole, entra en el sepulcro y ve las vendas en el suelo,
    7 y el sudario que cubrió su cabeza, no junto a las vendas, sino plegado en un lugar aparte.
    8 Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado el primero al sepulcro; vio y creyó,

miércoles, 26 de diciembre de 2018

Lecturas 26 de Diciembre de 2018

  • Primera lectura

    Hechos 6:8-10; 7:54-59
    8 Esteban, lleno de gracia y de poder, realizaba entre el pueblo grandes prodigios y señales.
    9 Se levantaron unos de la sinagoga llamada de los Libertos, cirenenses y alejandrinos, y otros de Cilicia y Asia, y se pusieron a disputar con Esteban;
    10 pero no podían resistir a la sabiduría y al Espíritu con que hablaba.
    54 Al oír esto, sus corazones se consumían de rabia y rechinaban sus dientes contra él.
    55 Pero él, lleno del Espíritu Santo, miró fijamente al cielo y vio la gloria de Dios y a Jesús que estaba en pie a la diestra de Dios;
    56 y dijo: «Estoy viendo los cielos abiertos y al Hijo del hombre que está en pie a la diestra de Dios.»
    57 Entonces, gritando fuertemente, se taparon sus oídos y se precipitaron todos a una sobre él;
    58 le echaron fuera de la ciudad y empezaron a apedrearle. Los testigos pusieron sus vestidos a los pies de un joven llamado Saulo.
    59 Mientras le apedreaban, Esteban hacía esta invocación: «Señor Jesús, recibe mi espíritu.»
  • Salmo responsorial

    Salmo 31:3-4, 6, 8, 17
    3 tiende hacia mí tu oído, date prisa! Sé para mí una roca de refugio, alcázar fuerte que me salve;
    4 pues mi roca eres tú, mi fortaleza, y, por tu nombre, me guías y diriges.
    6 en tus manos mi espíritu encomiendo, tú, Yahveh, me rescatas. Dios de verdad,
    8 ¡exulte yo y en tu amor me regocije! Tú que has visto mi miseria, y has conocido las angustias de mi alma,
    17 haz que alumbre a tu siervo tu semblante, ¡sálvame, por tu amor!
  • Evangelio

    Mateo 10:17-22
    17 Guardaos de los hombres, porque os entregarán a los tribunales y os azotarán en sus sinagogas;
    18 y por mi causa seréis llevados ante gobernadores y reyes, para que deis testimonio ante ellos y ante los gentiles.
    19 Mas cuando os entreguen, no os preocupéis de cómo o qué vais a hablar. Lo que tengáis que hablar se os comunicará en aquel momento.
    20 Porque no seréis vosotros los que hablaréis, sino el Espíritu de vuestro Padre el que hablará en vosotros.
    21 «Entregará a la muerte hermano a hermano y padre a hijo; se levantarán hijos contra padres y los matarán.
    22 Y seréis odiados de todos por causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el fin, ése se salvará.

lunes, 24 de diciembre de 2018

Lecturas 25 de Diciembre de 2018

  • Primera lectura

    Isaías 9:1-6
    1 El pueblo que andaba a oscuras
    2 vio una luz grande. Los que vivían en tierra de sombras, una luz brilló sobre ellos. Acrecentaste el regocijo, hiciste grande la alegría. Alegría por tu presencia, cual la alegría en la siega, como se regocijan repartiendo botín.
    3 Porque el yugo que les pesaba y la pinga de su hombro - la vara de su tirano - has roto, como el día de Madián.
    4 Porque toda bota que taconea con ruido, y el manto rebozado en sangre serán para la quema, pasto del fuego.
    5 Porque una criatura nos ha nacido, un hijo se nos ha dado. Estará el señorío sobre su hombro, y se llamará su nombre «Maravilla de Consejero», «Dios Fuerte», «Siempre Padre», «Príncipe de Paz».
    6 Grande es su señorío y la paz no tendrá fin sobre el trono de David y sobre su reino, para restaurarlo y consolidarlo por la equidad y la justicia, Desde ahora y hasta siempre, el celo de Yahveh Sebaot hará eso.
  • Salmo responsorial

    Salmo 96:1-3, 11-13
    1 ¡Cantad a Yahveh un canto nuevo, cantad a Yahveh, toda la tierra,
    2 cantad a Yahveh, su nombre bendecid! Anunciad su salvación día tras día,
    3 contad su gloria a las naciones, a todos los pueblos sus maravillas.
    11 ¡Alégrense los cielos, regocíjese la tierra, retumbe el mar y cuanto encierra;
    12 exulte el campo y cuanto en él existe, griten de júbilo todos los árboles del bosque,
    13 ante la faz de Yahveh, pues viene él, viene, sí, a juzgar la tierra! El juzgará al orbe con justicia, a los pueblos con su lealtad.
  • Segunda lectura

    Tito 2:11-14
    11 Porque se ha manifestado la gracia salvadora de Dios a todos los hombres,
    12 que nos enseña a que, renunciando a la impiedad y a las pasiones mundanas, vivamos con sensatez, justicia y piedad en el siglo presente,
    13 aguardando la feliz esperanza y la Manifestación de la gloria del gran Dios y Salvador nuestro Jesucristo;
    14 el cual se entregó por nosotros a fin de rescatarnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo que fuese suyo, fervoroso en buenas obras.
  • Evangelio

    Lucas 2:1-14
    1 Sucedió que por aquellos días salió un edicto de César Augusto ordenando que se empadronase todo el mundo.
    2 Este primer empadronamiento tuvo lugar siendo gobernador de Siria Cirino.
    3 Iban todos a empadronarse, cada uno a su ciudad.
    4 Subió también José desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por ser él de la casa y familia de David,
    5 para empadronarse con María, su esposa, que estaba encinta.
    6 Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento,
    7 y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento.
    8 Había en la misma comarca unos pastores, que dormían al raso y vigilaban por turno durante la noche su rebaño.
    9 Se les presentó el Angel del Señor, y la gloria del Señor los envolvió en su luz; y se llenaron de temor.
    10 El ángel les dijo: «No temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo:
    11 os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor;
    12 y esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.»
    13 Y de pronto se juntó con el ángel una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo:
    14 «Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres en quienes él se complace.»
  • De la aurora

  • Primera lectura

    Isaías 62:11-12
    11 Mirad que Yahveh hace oír hasta los confines de la tierra: «Decid a la hija de Sión: Mira que viene tu salvación; mira, su salario le acompaña, y su paga le precede.
    12 Se les llamará "Pueblo Santo", "Rescatados de Yahveh"; y a ti se te llamará "Buscada", "Ciudad no Abandonada".»
  • Salmo responsorial

    Salmo 97:1, 6, 11-12
    1 ¡Reina Yahveh! ¡La tierra exulte, alégrense las islas numerosas!
    6 los cielos anuncian su justicia, y todos los pueblos ven su gloria.
    11 La luz se alza para el justo, y para los de recto corazón la alegría.
    12 Justos, alegraos en Yahveh, celebrad su memoria sagrada.
  • Segunda lectura

    Tito 3:4-7
    4 Mas cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador y su amor a los hombres,
    5 él nos salvó, no por obras de justicia que hubiésemos hecho nosotros, sino según su misericordia, por medio del baño de regeneración y de renovación del Espíritu Santo,
    6 que derramó sobre nosotros con largueza por medio de Jesucristo nuestro Salvador,
    7 para que, justificados por su gracia, fuésemos constituidos herederos, en esperanza, de vida eterna.
  • Evangelio

    Lucas 2:15-20
    15 Y sucedió que cuando los ángeles, dejándoles, se fueron al cielo, los pastores se decían unos a otros: «Vayamos, pues, hasta Belén y veamos lo que ha sucedido y el Señor nos ha manifestado.»
    16 Y fueron a toda prisa, y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre.
    17 Al verlo, dieron a conocer lo que les habían dicho acerca de aquel niño;
    18 y todos los que lo oyeron se maravillaban de lo que los pastores les decían.
    19 María, por su parte, guardaba todas estas cosas, y las meditaba en su corazón.
    20 Los pastores se volvieron glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto, conforme a lo que se les había dicho.
  • Del día

  • Primera lectura

    Isaías 52:7-10
    7 ¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz, que trae buenas nuevas, que anuncia salvación, que dice a Sión: «Ya reina tu Dios!»
    8 ¡Una voz! Tus vigías alzan la voz, a una dan gritos de júbilo, porque con sus propios ojos ven el retorno de Yahveh a Sión.
    9 Prorrumpid a una en gritos de júbilo, soledades de Jerusalén, porque ha consolado Yahveh a su pueblo, ha rescatado a Jerusalén.
    10 Ha desnudado Yahveh su santo brazo a los ojos de todas las naciones, y han visto todos los cabos de la tierra la salvación de nuestro Dios.
  • Salmo responsorial

    Salmo 98:1-6
    1 Salmo. Cantad a Yahveh un canto nuevo, porque ha hecho maravillas; victoria le ha dado su diestra y su brazo santo.
    2 Yahveh ha dado a conocer su salvación, a los ojos de las naciones ha revelado su justicia;
    3 se ha acordado de su amor y su lealtad para con la casa de Israel. Todos los confines de la tierra han visto la salvación de nuestro Dios.
    4 ¡Aclamad a Yahveh, toda la tierra, estallad, gritad de gozo y salmodiad!
    5 Salmodiad para Yahveh con la cítara, con la cítara y al son de la salmodia;
    6 con las trompetas y al son del cuerno aclamad ante la faz del rey Yahveh.
  • Segunda lectura

    Hebreos 1:1-6
    1 Muchas veces y de muchos modos habló Dios en el pasado a nuestros Padres por medio de los Profetas;
    2 en estos últimos tiempos nos ha hablado por medio del Hijo a quien instituyó heredero de todo, por quien también hizo los mundos;
    3 el cual, siendo resplandor de su gloria e impronta de su sustancia, y el que sostiene todo con su palabra poderosa, después de llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas,
    4 con una superioridad sobre los ángeles tanto mayor cuanto más les supera en el nombre que ha heredado.
    5 En efecto, ¿a qué ángel dijo alguna vez: Hijo mío eres tú; yo te he engendrado hoy; y también: Yo seré para él Padre, y él será para mi Hijo?
    6 Y nuevamente al introducir a su Primogénito en el mundo dice: Y adórenle todos los ángeles de Dios.
  • Evangelio

    Juan 1:1-18
    1 En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios.
    2 Ella estaba en el principio con Dios.
    3 Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada de cuanto existe.
    4 En ella estaba la vida y la vida era la luz de los hombres,
    5 y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la vencieron.
    6 Hubo un hombre, enviado por Dios: se llamaba Juan.
    7 Este vino para un testimonio, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por él.
    8 No era él la luz, sino quien debía dar testimonio de la luz.
    9 La Palabra era la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo.
    10 En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por ella, y el mundo no la conoció.
    11 Vino a su casa, y los suyos no la recibieron.
    12 Pero a todos los que la recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su nombre;
    13 la cual no nació de sangre, ni de deseo de hombre, sino que nació de Dios.
    14 Y la Palabra se hizo carne, y puso su Morada entre nosotros, y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad.
    15 Juan da testimonio de él y clama: «Este era del que yo dije: El que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo.»
    16 Pues de su plenitud hemos recibido todos, y gracia por gracia.
    17 Porque la Ley fue dada por medio de Moisés; la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo.
    18 A Dios nadie le ha visto jamás: el Hijo único, que está en el seno del Padre, él lo ha contado.

Lecturas 24 de Diciembre de 2018

  • Primera lectura

    II Samuel 7:1-5, 8-12, 14, 16
    1 Cuando el rey se estableció en su casa y Yahveh le concedió paz de todos sus enemigos de alrededor,
    2 dijo el rey al profeta Natán: «Mira; yo habito en una casa de cedro mientras que el arca de Dios habita bajo pieles.»
    3 Respondió Natán al rey: «Anda, haz todo lo que te dicta el corazón, porque Yahveh está contigo.»
    4 Pero aquella misma noche vino la palabra de Dios a Natán diciendo:
    5 «Ve y di a mi siervo David: Esto dice Yahveh. ¿Me vas a edificar tú una casa para que yo habite?
    8 Ahora pues di esto a mi siervo David: Así habla Yahveh Sebaot: Yo te he tomado del pastizal, de detrás del rebaño, para que seas caudillo de mi pueblo Israel.
    9 He estado contigo dondequiera has ido, he eliminado de delante de ti a todos tus enemigos y voy a hacerte un nombre grande como el nombre de los grandes de la tierra:
    10 fijaré un lugar a mi pueblo Israel y lo plantaré allí para que more en él; no será ya perturbado y los malhechores no seguirán oprimiéndole como antes,
    11 en el tiempo en que instituí jueces en mi pueblo Israel; le daré paz con todos sus enemigos. Yahveh te anuncia que Yahveh te edificará una casa.
    12 Y cuando tus días se hayan cumplido y te acuestes con tus padres, afirmaré después de ti la descendencia que saldrá de tus entrañas, y consolidaré el trono de su realeza.
    14 Yo seré para él padre y él será para mí hijo. Si hace mal, le castigaré con vara de hombres y con golpes de hombres,
    16 Tu casa y tu reino permanecerán para siempre ante mí; tu trono estará firme, eternamente.»
  • Salmo responsorial

    Salmo 89:2-5, 27, 29
    2 El amor de Yahveh por siempre cantaré, de edad en edad anunciará mí boca tu lealtad.
    3 Pues tú dijiste: «Cimentado está el amor por siempre, asentada en los cielos mi lealtad.
    4 «Una alianza pacté con mi elegido, un juramento hice a mi siervo David:
    5 Para siempre jamás he fundado tu estirpe, de edad en edad he erigido tu trono.»
    27 «El me invocará: ¡Tú, mi Padre, mi Dios y roca de mi salvación!
    29 «Le guardaré mi amor por siempre, y mi alianza será leal con él;
  • Evangelio

    Lucas 1:67-79
    67 Zacarías, su padre, quedó lleno de Espíritu Santo, y profetizó diciendo:
    68 «Bendito el Señor Dios de Israel porque ha visitado y redimido a su pueblo.
    69 y nos ha suscitado una fuerza salvadora en la casa de David, su siervo,
    70 como había prometido desde tiempos antiguos, por boca de sus santos profetas,
    71 que nos salvaría de nuestros enemigos y de las manos de todos los que nos odiaban
    72 haciendo misericordia a nuestros padres y recordando su santa alianza
    73 y el juramento que juró a Abraham nuestro padre, de concedernos
    74 que, libres de manos enemigas, podamos servirle sin temor
    75 en santidad y justicia delante de él todos nuestros días.
    76 Y tú, niño, serás llamado profeta del Altísimo, pues irás delante del Señor para preparar sus caminos
    77 y dar a su pueblo conocimiento de salvación por el perdón de sus pecados,
    78 por las entrañas de misericordia de nuestro Dios, que harán que nos visite una Luz de la altura,
    79 a fin de iluminar a los que habitan en tinieblas y sombras de muerte y guiar nuestros pasos por el camino de la paz.»

sábado, 22 de diciembre de 2018

Lecturas 23 de Diciembre de 2018



  • Primera lectura

    Miqueas 5:1-4
    1 Mas tú, Belén Efratá, aunque eres la menor entre las familias de Judá, de ti me ha de salir aquel que ha de dominar en Israel, y cuyos orígenes son de antigüedad, desde los días de antaño.
    2 Por eso él los abandonará hasta el tiempo en que dé a luz la que ha de dar a luz. Entonces el resto de sus hermanos volverá a los hijos de Israel.
    3 El se alzará y pastoreará con el poder de Yahveh, con la majestad del nombre de Yahveh su Dios. Se asentarán bien, porque entonces se hará él grande hasta los confines de la tierra.
    4 El será la Paz. Si Asur invade nuestra tierra, y huella nuestro suelo, suscitaremos contra él siete pastores, y ocho príncipes de hombres.
  • Salmo responsorial

    Salmo 80:2-3, 15-16, 18-19
    2 Pastor de Israel, escucha, tú que guías a José como un rebaño; tú que estás sentado entre querubes, resplandece
    3 ante Efraím, Benjamín y Manasés; ¡despierta tu poderío, y ven en nuestro auxilio!
    15 ¡Oh Dios Sebaot, vuélvete ya, desde los cielos mira y ve, visita a esta viña,
    16 cuídala, a ella, la que plantó tu diestra!
    18 Esté tu mano sobre el hombre de tu diestra, sobre el hijo de Adán que para ti fortaleciste.
    19 Ya no volveremos a apartarnos de ti; nos darás vida y tu nombre invocaremos.
  • Segunda lectura

    Hebreos 10:5-10
    5 Por eso, al entrar en este mundo, dice: Sacrificio y oblación no quisiste; pero me has formado un cuerpo.
    6 Holocaustos y sacrificios por el pecado no te agradaron.
    7 Entonces dije: ¡He aquí que vengo - pues de mí está escrito en el rollo del libro - a hacer, oh Dios, tu voluntad!
    8 Dice primero: Sacrificios y oblaciones y holocaustos y sacrificios por el pecado no los quisiste ni te agradaron - cosas todas ofrecidas conforme a la Ley -
    9 entonces - añade -: He aquí que vengo a hacer tu voluntad. Abroga lo primero para establecer el segundo.
    10 Y en virtud de esta voluntad somos santificados, merced a la oblación de una vez para siempre del cuerpo de Jesucristo.
  • Evangelio

    Lucas 1:39-45
    39 En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá;
    40 entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
    41 Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo;
    42 y exclamando con gran voz, dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno;
    43 y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí?
    44 Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno.
    45 ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!»

Lecturas 22 de diciembre de 2018

  • Primera lectura

    I Samuel 1:24-28
    24 Cuando lo hubo destetado, lo subió consigo, llevando además un novillo de tres años, una medida de harina y un odre de vino, e hizo entrar en la casa de Yahveh, en Silo, al niño todavía muy pequeño.
    25 Inmolaron el novillo y llevaron el niño a Elí
    26 y ella dijo: «Oyeme, señor. Por tu vida, señor, yo soy la mujer que estuvo aquí junto a ti, orando a Yahveh.
    27 Este niño pedía yo y Yahveh me ha concedido la petición que le hice.
    28 Ahora yo se lo cedo a Yahveh por todos los días de su vida; está cedido a Yahveh.» Y le dejó allí, a Yahveh.
  • Salmo responsorial

    I Samuel 2:1, 4-8
    1 Entonces Ana dijo esta oración: «Mi corazón exulta en Yahveh, mi cuerno se levanta en Dios, mi boca se dilata contra mis enemigos, porque me he gozado en tu socorro.
    4 El arco de los fuertes se ha quebrado, los que tambalean se ciñen de fuerza.
    5 Los hartos se contratan por pan, los hambrientos dejan su trabajo. La estéril da a luz siete veces, la de muchos hijos se marchita.
    6 Yahveh da muerte y vida, hace bajar al seol y retornar.
    7 Yahveh enriquece y despoja, abate y ensalza.
    8 Levanta del polvo al humilde, alza del muladar al indigente para hacerle sentar junto a los nobles, y darle en heredad trono de gloria, pues de Yahveh los pilares de la tierra y sobre ellos ha sentado el universo.
  • Evangelio

    Lucas 1:46-56
    46 Y dijo María: «Engrandece mi alma al Señor
    47 y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador
    48 porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada,
    49 porque ha hecho en mi favor maravillas el Poderoso, Santo es su nombre
    50 y su misericordia alcanza de generación en generación a los que le temen.
    51 Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los que son soberbios en su propio corazón.
    52 Derribó a los potentados de sus tronos y exaltó a los humildes.
    53 A los hambrientos colmó de bienes y despidió a los ricos sin nada.
    54 Acogió a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia
    55 - como había anunciado a nuestros padres - en favor de Abraham y de su linaje por los siglos.»
    56 María permanceció con ella unos tres meses, y se volvió a su casa.

viernes, 21 de diciembre de 2018

Lecturas 21 de Diciembre de 2018

  • Primera lectura

    El Cantar de los Cantares 2:8-14
    8 ¡La voz de mi amado! Helo aquí que ya viene, saltando por los montes, brincando por los collados.
    9 Semejante es mi amado a una gacela, o un joven cervatillo. Vedle ya que se para detrás de nuestra cerca, mira por las ventanas, atisba por las rejas.
    10 Empieza a hablar mi amado, y me dice: «Levántate, amada mía, hermosa mía, y vente.
    11 Porque, mira, ha pasado ya el invierno, han cesado las lluvias y se han ido.
    12 Aparecen las flores en la tierra, el tiempo de las canciones es llegado, se oye el arrullo de la tórtola en nuestra tierra.
    13 Echa la higuera sus yemas, y las viñas en cierne exhalan su fragancia. ¡Levántate, amada mía, hermosa mía, y vente!
    14 Paloma mía, en las grietas de la roca, en escarpados escondrijos, muéstrame tu semblante, déjame oír tu voz; porque tu voz es dulce, y gracioso tu semblante.»

    O también:
    Sofonías 3:14-18
    14 ¡Lanza gritos de gozo, hija de Sión, lanza clamores, Israel, alégrate y exulta de todo corazón, hija de Jerusalén!
    15 Ha retirado Yahveh las sentencias contra ti, ha alejado a tu enemigo. ¡Yahveh, Rey de Israel, está en medio de ti, no temerás ya ningún mal!
    16 Aquel día se dirá a Jerusalén: ¡No tengas miedo, Sión, no desmayen tus manos!
    17 Yahveh tu Dios está en medio de ti, ¡un poderoso salvador! El exulta de gozo por ti, te renueva por su amor; danza por ti con gritos de júbilo,
    18 como en los días de fiesta. Yo quitaré de tu lado la desgracia, el oprobio que pesa sobre ti.
  • Salmo responsorial

    Salmo 33:2-3, 11-12, 20-21
    2 ¡dad gracias a Yahveh con la cítara, salmodiad para él al arpa de diez cuerdas;
    3 cantadle un cantar nuevo, tocad la mejor música en la aclamación!
    11 mas el plan de Yahveh subsiste para siempre, los proyectos de su corazón por todas las edades.
    12 ¡Feliz la nación cuyo Dios es Yahveh, el pueblo que se escogió por heredad!
    20 Nuestra alma en Yahveh espera, él es nuestro socorro y nuestro escudo;
    21 en él se alegra nuestro corazón, y en su santo nombre confiamos.
  • Evangelio

    Lucas 1:39-45
    39 En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá;
    40 entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
    41 Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo;
    42 y exclamando con gran voz, dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno;
    43 y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí?
    44 Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno.
    45 ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!»

jueves, 20 de diciembre de 2018

Lecturas 20 de Diciembre de 2018

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Isaías 7:10-14
    10 Volvió Yahveh a hablar a Ajaz diciendo:
    11 «Pide para ti una señal de Yahveh tu Dios en lo profundo del seol o en lo más alto.»
    12 Dijo Ajaz: «No la pediré, no tentaré a Yahveh.»
    13 Dijo Isaías: «Oíd, pues, casa de David: ¿Os parece poco cansar a los hombres, que cansáis también a mi Dios?
    14 Pues bien, el Señor mismo va a daros una señal: He aquí que una doncella está encinta y va a dar a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel.
  • Salmo responsorial

    Salmo 24:1-6
    1 Salmo. De David. De Yahveh es la tierra y cuanto hay en ella, el orbe y los que en él habitan;
    2 que él lo fundó sobre los mares, él lo asentó sobre los ríos.
    3 ¿Quién subirá al monte de Yahveh?, ¿quién podrá estar en su recinto santo?
    4 El de manos limpias y puro corazón, el que a la vanidad no lleva su alma, ni con engaño jura.
    5 El logrará la bendición de Yahveh, la justicia del Dios de su salvación.
    6 Tal es la raza de los que le buscan, los que van tras tu rostro, oh Dios de Jacob.
  • Evangelio

    Lucas 1:26-38
    26 Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret,
    27 a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.
    28 Y entrando, le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.»
    29 Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría aquel saludo.
    30 El ángel le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios;
    31 vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús.
    32 El será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre;
    33 reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin.»
    34 María respondió al ángel: «¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?»
    35 El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios.
    36 Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y este es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril,
    37 porque ninguna cosa es imposible para Dios.»
    38 Dijo María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» Y el ángel dejándola se fue.

miércoles, 19 de diciembre de 2018

Lecturas 19 de diciembre de 2018

  • Primera lectura

    Jueces 13:2-7, 24-25
    2 Había un hombre en Sorá, de la tribu de Dan, llamado Manóaj. Su mujer era estéril y no había tenido hijos.
    3 El ángel de Yahveh se apareció a esta mujer y le dijo: «Bien sabes que eres estéril y que no has tenido hijos,
    4 pero concebirás y darás a luz un hijo. En adelante guárdate de beber vino ni bebida fermentada y no comas nada impuro.
    5 Porque vas a concebir y a dar a luz un hijo. No pasará la navaja por su cabeza, porque el niño será nazir de Dios desde el seno de su madre. El comenzará a salvar a Israel de la mano de los filisteos.»
    6 La mujer fue a decírselo a su marido: «Un hombre de Dios ha venido donde mí; su aspecto era como el del Angel de Dios, muy terrible. No le he preguntado de dónde venía ni él me ha manifestado su nombre.
    7 Pero me ha dicho: "Vas a concebir y a dar a luz un hijo. En adelante no bebas vino ni bebida fermentada y no comas nada impuro, porque el niño será nazir de Dios desde el seno de su madre hasta el día de su muerte.»
    24 La mujer dio a luz un hijo y le llamó Sansón. El niño creció y Yahveh le bendijo.
    25 Y el espíritu de Yahveh comenzó a excitarle en el Campamento de Dan, entre Sorá y Estaol.
  • Salmo responsorial

    Salmo 71:3-6, 16-17
    3 ¡Sé para mí una roca de refugio, alcázar fuerte que me salve, pues mi roca eres tú y mi fortaleza.
    4 ¡Dios mío, líbrame de la mano del impío, de las garras del perverso y del violento!
    5 Pues tú eres mi esperanza, Señor, Yahveh, mi confianza desde mi juventud.
    6 En ti tengo mi apoyo desde el seno, tú mi porción desde las entrañas de mi madre; ¡en ti sin cesar mi alabanza!
    16 Y vendré a las proezas de Yahveh, recordaré tu justicia, tuya sólo.
    17 ¡Oh Dios, desde mi juventud me has instruido, y yo he anunciado hasta hoy tus maravillas!
  • Evangelio

    Lucas 1:5-25
    5 Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote, llamado Zacarías, del grupo de Abías, casado con una mujer descendiente de Aarón, que se llamaba Isabel;
    6 los dos eran justos ante Dios, y caminaban sin tacha en todos los mandamientos y preceptos del Señor.
    7 No tenían hijos, porque Isabel era estéril, y los dos de avanzada edad.
    8 Sucedió que, mientras oficiaba delante de Dios, en el turno de su grupo,
    9 le tocó en suerte, según el uso del servicio sacerdotal, entrar en el Santuario del Señor para quemar el incienso.
    10 Toda la multitud del pueblo estaba fuera en oración, a la hora del incienso.
    11 Se le apareció el Angel del Señor, de pie, a la derecha del altar del incienso.
    12 Al verle Zacarías, se turbó, y el temor se apoderó de él.
    13 El ángel le dijo: «No temas, Zacarías, porque tu petición ha sido escuchada; Isabel, tu mujer, te dará a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Juan;
    14 será para ti gozo y alegría, y muchos se gozarán en su nacimiento,
    15 porque será grande ante el Señor; no beberá vino ni licor; estará lleno de Espíritu Santo ya desde el seno de su madre,
    16 y a muchos de los hijos de Israel, les convertirá al Señor su Dios,
    17 e irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y a los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto.»
    18 Zacarías dijo al ángel: «¿En qué lo conoceré? Porque yo soy viejo y mi mujer avanzada en edad.»
    19 El ángel le respondió: «Yo soy Gabriel, el que está delante de Dios, y he sido enviado para hablarte y anunciarte esta buena nueva.
    20 Mira, te vas a quedar mudo y no podrás hablar hasta el día en que sucedan estas cosas, porque no diste crédito a mis palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo.»
    21 El pueblo estaba esperando a Zacarías y se extrañaban de su demora en el Santuario.
    22 Cuando salió, no podía hablarles, y comprendieron que había tenido una visión en el Santuario; les hablabla por señas, y permaneció mudo.
    23 Y sucedió que cuando se cumplieron los días de su servicio, se fue a su casa.
    24 Días después, concibió su mujer Isabel; y se mantuvo oculta durante cinco meses
    25 diciendo: «Esto es lo que ha hecho por mí el Señor en los días en que se dignó quitar mi oprobio entre los hombres.»

martes, 18 de diciembre de 2018

Lecturas 18 de Diciembre de 2018

  • Primera lectura

    Jeremías 23:5-8
    5 Mirad que días vienen - oráculo de Yahveh - en que suscitaré a David un Germen justo: reinará un rey prudente, practicará el derecho y la justicia en la tierra.
    6 En sus días estará a salvo Judá, e Israel vivirá en seguro. Y este es el nombre con que te llamarán: «Yahveh, justicia nuestra.»
    7 Por tanto, mirad que vienen días - oráculo de Yahveh - en que no se dirá más: «¡Por vida de Yahveh, que subió a los hijos de Israel de Egipto!»,
    8 sino: «¡Por vida de Yahveh, que subió y trajo la simiente de la casa de Israel de tierras del norte y de todas las tierras a donde los arrojara!», y habitarán en su propio suelo.
  • Salmo responsorial

    Salmo 72:1-2, 12-13, 18-19
    1 De Salomón. Oh Dios, da al rey tu juicio, al hijo de rey tu justicia:
    2 que con justicia gobierne a tu pueblo, con equidad a tus humildes.
    12 Porque él librará al pobre suplicante, al desdichado y al que nadie ampara;
    13 se apiadará del débil y del pobre, el alma de los pobres salvará.
    18 ¡Bendito sea Yahveh, Dios de Israel, el único que hace maravillas!
    19 ¡Bendito sea su nombre glorioso para siempre, toda la tierra se llene de su gloria! ¡Amén! ¡Amén!
  • Evangelio

    Mateo 1:18-25
    18 La generación de Jesucristo fue de esta manera: Su madre, María, estaba desposada con José y, antes de empezar a estar juntos ellos, se encontró encinta por obra del Espíritu Santo.
    19 Su marido José, como era justo y no quería ponerla en evidencia, resolvió repudiarla en secreto.
    20 Así lo tenía planeado, cuando el Angel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo.
    21 Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.»
    22 Todo esto sucedió para que se cumpliese el oráculo del Señor por medio del profeta:
    23 Ved que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel, que traducido significa: «Dios con nosotros.»
    24 Despertado José del sueño, hizo como el Angel del Señor le había mandado, y tomó consigo a su mujer.
    25 Y no la conocía hasta que ella dio a luz un hijo, y le puso por nombre Jesús.

lunes, 17 de diciembre de 2018

Lecturas 17 de Diciembre de 2018



  • Primera lectura

    Génesis 49:2, 8-10
    2 Apiñaos y oíd, hijos de Jacob, y escuchad a Israel, vuestro padre.
    8 A ti, Judá, te alabarán tus hermanos; tu mano en la cerviz de tus enemigos; inclínense a ti los hijos de tu padre.
    9 Cachorro de león es Judá; de la presa, hijo mío, has vuelto; se recuesta, se echa cual león, o cual leona, ¿quién le hará alzar?
    10 No se irá de Judá el báculo, el bastón de mando de entre tus piernas. hasta tanto que se le traiga el tributo y a quien rindan homenaje las naciones;
  • Salmo responsorial

    Salmo 72:1-4, 7-8, 17
    1 De Salomón. Oh Dios, da al rey tu juicio, al hijo de rey tu justicia:
    2 que con justicia gobierne a tu pueblo, con equidad a tus humildes.
    3 Traigan los montes paz al pueblo, y justicia los collados.
    4 El hará justicia a los humildes del pueblo, salvará a los hijos de los pobres, y aplastará al opresor.
    7 En sus días florecerá la justicia, y dilatada paz hasta que no haya luna;
    8 dominará de mar a mar, desde el Río hasta los confines de la tierra.
    17 ¡Sea su nombre bendito para siempre, que dure tanto como el sol! ¡En él se bendigan todas las familias de la tierra, dichoso le llamen todas las naciones!
  • Evangelio

    Mateo 1:1-17
    1 Libro de la generación de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham:
    2 Abraham engendró a Isaac, Isaac engendró a Jacob, Jacob engendró a Judá y a sus hermanos,
    3 Judá engrendró, de Tamar, a Fares y a Zara, Fares engendró a Esrom, Esrom engendró a Aram,
    4 Aram engendró a Aminadab, Aminadab engrendró a Naassón, Naassón engendró a Salmón,
    5 Salmón engendró, de Rajab, a Booz, Booz engendró, de Rut, a Obed, Obed engendró a Jesé,
    6 Jesé engendró al rey David. David engendró, de la que fue mujer de Urías, a Salomón,
    7 Salomón engendró a Roboam, Roboam engendró a Abiá, Abiá engendró a Asaf,
    8 Asaf engendró a Josafat, Josafat engendró a Joram, Joram engendró a Ozías,
    9 Ozías engendró a Joatam, Joatam engendró a Acaz, Acaz engendró a Ezequías,
    10 Ezequías engendró a Manasés, Manasés engendró a Amón, Amón engendró a Josías,
    11 Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, cuando la deportación a Babilonia.
    12 Después de la deportación a Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel engendró a Zorobabel,
    13 Zorobabel engendró a Abiud, Abiud engendró a Eliakim, Eliakim engendró a Azor,
    14 Azor engendró a Sadoq, Sadoq engendró a Aquim, Aquim engendró a Eliud,
    15 Eliud engendró a Eleazar, Eleazar engendró a Mattán, Mattán engendró a Jacob,
    16 y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la que nació Jesús, llamado Cristo.
    17 Así que el total de las generaciones son: desde Abraham hasta David, catorce generaciones; desde David hasta la deportación a Babilonia, catorce generaciones; desde la deportación a Babilonia hasta Cristo, catorce generaciones.