sábado, 3 de febrero de 2018

Evangelio 3 de Febrero de 2018

Color: Rojo

Santos:

Lecturas del día:

    Primera opción

  • Primera lectura

    I Reyes 3:4-13
    4 Fue el rey a Gabaón para ofrecer allí sacrificios, porque aquel es el alto principal. Salomón ofreció mil holocaustos en aquel altar.
    5 En Gabaón Yahveh se apareció a Salomón en sueños por la noche. Dijo Dios: «Pídeme lo que quieras que te dé.»
    6 Salomón dijo: «Tú has tenido gran amor a tu siervo David mi padre, porque él ha caminado en tu presencia con fidelidad, con justicia y rectitud de corazón contigo. Tú le has conservado este gran amor y le has concedido que hoy se siente en su trono un hijo suyo.
    7 Ahora Yahveh mi Dios, tú has hecho rey a tu siervo en lugar de David mi padre, pero yo soy un niño pequeño que no sabe salir ni entrar.
    8 Tu siervo está en medio del pueblo que has elegido, pueblo numeroso que no se puede contar ni numerar por su muchedumbre.
    9 Concede, pues, a tu siervo, un corazón que entienda para juzgar a tu pueblo, para discernir entre el bien y el mal, pues ¿quién será capaz de juzgar a este pueblo tuyo tan grande?»
    10 Plugo a los ojos del Señor esta súplica de Salomón,
    11 y le dijo Dios: «Porque has pedido esto y, en vez de pedir para ti larga vida, riquezas, o la muerte de tus enemigos, has pedido discernimiento para saber juzgar,
    12 cumplo tu ruego y te doy un corazón sabio e inteligente como no lo hubo antes de ti ni lo habrá después.
    13 También te concedo lo que no has pedido, riquezas y gloria, como no tuvo nadie entre los reyes.
  • Salmo responsorial

    Salmo 119:9-14
    9 ¿Cómo el joven guardará puro su camino? Observando tu palabra.
    10 De todo corazón ando buscándote, no me desvíes de tus mandamientos.
    11 Dentro del corazón he guardado tu promesa, para no pecar contra ti.
    12 Bendito tú, Yahveh, enséñame tus preceptos.
    13 Con mis labios he contado todos los juicios de tu boca.
    14 En el camino de tus dictámenes me recreo más que en toda riqueza.
  • Evangelio

    Marcos 6:30-34
    30 Los apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y lo que habían enseñado.
    31 El, entonces, les dice: «Venid también vosotros aparte, a un lugar solitario, para descansar un poco.» Pues los que iban y venían eran muchos, y no les quedaba tiempo ni para comer.
    32 Y se fueron en la barca, aparte, a un lugar solitario.
    33 Pero les vieron marcharse y muchos cayeron en cuenta; y fueron allá corriendo, a pie, de todas las ciudades y llegaron antes que ellos.
    34 Y al desembarcar, vio mucha gente, sintió compasión de ellos, pues estaban como ovejas que no tienen pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas.
  • Segunda opción

  • Primera lectura

    Romanos 5:1-5
    1 Habiendo, pues, recibido de la fe nuestra justificación, estamos en paz con Dios, por nuestro Señor Jesucristo,
    2 por quien hemos obtenido también, mediante la fe, el acceso a esta gracia en la cual nos hallamos, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.
    3 Más aún; nos gloriamos hasta en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación engendra la paciencia;
    4 la paciencia, virtud probada; la virtud probada, esperanza,
    5 y la esperanza no falla, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado.
  • Salmo responsorial

    Salmo 117:1-2
    1 ¡Alabad a Yahveh, todas las naciones, celebradle, pueblos todos!
    2 Porque es fuerte su amor hacia nosotros, la verdad de Yahveh dura por siempre.
  • Evangelio

    Marcos 16:15-20
    15 Y les dijo: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación.
    16 El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará.
    17 Estas son las señales que acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas nuevas,
    18 agarrarán serpientes en sus manos y aunque beban veneno no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien.»
    19 Con esto, el Señor Jesús, después de hablarles, fue elevado al cielo y se sentó a la diestra de Dios.
    20 Ellos salieron a predicar por todas partes, colaborando el Señor con ellos y confirmando la Palabra con las señales que la acompañaban.

Evangelio meditado

Recógete y descansa
Santo Evangelio según San Marcos 6, 30-34. Sábado IV de Tiempo Ordinario.


Por: H. César Yali Molina Flores, L.C. | Fuente: missionkits.org 




En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Concédeme, Señor, poder expresarte todo lo que hay en mí y que sea dócil a lo que me pides.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Marcos 6, 30-34
En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Entonces él les dijo: "Vengan conmigo a un lugar solitario, para que descansen un poco". Porque eran tantos los que iban y venían, que no les dejaban tiempo ni para comer.
Jesús y sus apóstoles se dirigieron en una barca hacia un lugar apartado y tranquilo. La gente los vio irse y los reconoció; entonces detodos los poblados fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron.
Cuando Jesús desembarcó, vio una numerosa multitud que lo estaba esperando y se compadeció de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas.
Palabra del Señor.


Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
El Evangelio de hoy invita a que busques en lo más profundo de tu corazón y te recojas en silencio, para que descanses de lo cotidiano - "Vengan aparte, ustedes solos, a un lugar solitario, y descansen un poco" - Dios conoce tus afanes, por eso cuando te invita, puedes sentir que Él camina contigo, te lleva a un encuentro contigo mismo; y esto es posible recogiéndote, alejándote del ruido cotidiano para que puedas escuchar el sonido del silencio.
Cuando llegues a tu casa luego de una jornada laboral, de estudio o de un encuentro con tus amigos, date tiempo para estar contigo en silencio. Olvídate de los pendientes en el trabajo, colegio o universidad, de los planes que estás haciendo con tus amistades, descansa de los medios electrónicos - teléfonos, computadores, ipads, redes sociales, etc. -; aprende a conocerte y superar tus miedos a la soledad; descansa del mundo y aprenderás a ser feliz.
Esto es lo que hicieron los apóstoles, luego de que llegaron de su misión.Era necesario estar lejos de los demás, pues solamente se puede dar lo mejor de uno cuando se está descansado y cuando uno ha tomado nuevamente aquello que compartirá o entregará a otros.Los discípulos tenían que estar en comunión con Dios en la oración para poder llevarlo a los demás.
Tú puedes llevar lo mejor de ti en la medida que descanses y te adentres al mundo más fascinante, pero que muchas veces evitas, tu yo interior. No temas en recogerte y descansar un poco, luego verás que, aunque no sea fácil, todo tendrá más sentido y será más llevadera la carga de actividades.
El cansancio de uno mismo. Es quizás el más peligroso. … Este cansancio, en cambio, es más auto-referencial; es la desilusión de uno mismo, pero no mirada de frente, con la serena alegría del que se descubre pecador y necesitado de perdón, de ayuda: este pide ayuda y va adelante. Se trata del cansancio que da el "querer y no querer", el haberse jugado todo y después añorar los ajos y las cebollas de Egipto, el jugar con la ilusión de ser otra cosa.
(Homilía de S.S. Francisco, 2 de abril 2015).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Durante media hora antes y después de las comidas en familia apagaré los medios electrónicos.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

viernes, 2 de febrero de 2018

Evangelio 2 de Febrero de 2018

Color: Blanco

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Malaquías 3:1-4
    1 He aquí que yo envío a mi mensajero a allanar el camino delante de mí, y enseguida vendrá a su Templo el Señor a quien vosotros buscáis; y el Angel de la alianza, que vosotros deseáis, he aquí que viene, dice Yahveh Sebaot.
    2 ¿Quién podrá soportar el Día de su venida? ¿Quién se tendrá en pie cuando aparezca? Porque es él como fuego de fundidor y como lejía de lavandero.
    3 Se sentará para fundir y purgar. Purificará a los hijos de Leví y los acrisolará como el oro y la plata; y serán para Yahveh los que presentan la oblación en justicia.
    4 Entonces será grata a Yahveh la oblación de Judá y de Jerusalén, como en los días de antaño, como en los años antiguos.
  • Salmo responsorial

    Salmo 24:7-10
    7 ¡Puertas, levantad vuestros dinteles, alzaos, portones antiguos, para que entre el rey de la gloria!
    8 ¿Quién es ese rey de gloria? Yahveh, el fuerte, el valiente, Yahveh, valiente en la batalla.
    9 ¡Puertas, levantad vuestros dinteles, alzaos, portones antiguos, para que entre el rey de la gloria!
    10 ¿Quién es ese rey de gloria? Yahveh Sebaot, él es el rey de gloria.
  • Segunda lectura

    Hebreos 2:14-18
    14 Por tanto, así como los hijos participan de la sangre y de la carne, así también participó él de las mismas, para aniquilar mediante la muerte al señor de la muerte, es decir, al Diablo,
    15 y libertar a cuantos, por temor a la muerte, estaban de por vida sometidos a esclavitud.
    16 Porque, ciertamente, no se ocupa de los ángeles, sino de la descendencia de Abraham.
    17 Por eso tuvo que asemejarse en todo a sus hermanos, para ser misericordioso y Sumo Sacerdote fiel en lo que toca a Dios, en orden a expiar los pecados del pueblo.
    18 Pues, habiendo sido probado en el sufrimiento, puede ayudar a los que se ven probados.
  • Evangelio

    Lucas 2:22-40
    22 Cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor,
    23 como está escrito en la Ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor
    24 y para ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o dos pichones , conforme a lo que se dice en la Ley del Señor.
    25 Y he aquí que había en Jerusalén un hombre llamado Simeón; este hombre era justo y piadoso, y esperaba la consolación de Israel; y estaba en él el Espíritu Santo.
    26 Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor.
    27 Movido por el Espíritu, vino al Templo; y cuando los padres introdujeron al niño Jesús, para cumplir lo que la Ley prescribía sobre él,
    28 le tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo:
    29 «Ahora, Señor, puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz;
    30 porque han visto mis ojos tu salvación,
    31 la que has preparado a la vista de todos los pueblos,
    32 luz para iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel.»
    33 Su padre y su madre estaban admirados de lo que se decía de él.
    34 Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: «Este está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción -
    35 ¡y a ti misma una espada te atravesará el alma! - a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones.»
    36 Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad avanzada; después de casarse había vivido siete años con su marido,
    37 y permaneció viuda hasta los ochenta y cuatro años; no se apartaba del Templo, sirviendo a Dios noche y día en ayunos y oraciones.
    38 Como se presentase en aquella misma hora, alababa a Dios y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén.
    39 Así que cumplieron todas las cosas según la Ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret.
    40 El niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría; y la gracia de Dios estaba sobre él.

    O también:
    Lucas 2:22-32
    22 Cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor,
    23 como está escrito en la Ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor
    24 y para ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o dos pichones , conforme a lo que se dice en la Ley del Señor.
    25 Y he aquí que había en Jerusalén un hombre llamado Simeón; este hombre era justo y piadoso, y esperaba la consolación de Israel; y estaba en él el Espíritu Santo.
    26 Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor.
    27 Movido por el Espíritu, vino al Templo; y cuando los padres introdujeron al niño Jesús, para cumplir lo que la Ley prescribía sobre él,
    28 le tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo:
    29 «Ahora, Señor, puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz;
    30 porque han visto mis ojos tu salvación,
    31 la que has preparado a la vista de todos los pueblos,
    32 luz para iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel.»

Evangelio meditado

Luz para todo el mundo
Santo Evangelio según San Lucas 2,22-40. Festividad de la Presentación del Señor.


Por: H. Javier Castellanos, L.C. | Fuente: missionkits.org 




En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Ven, Espíritu Santo, enciende tu luz en nuestros corazones. Conviértenos en apóstoles de Cristo que transmitan su nombre con gozo y valentía. Así sea.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Lucas 2, 22-40
Transcurrido el tiempo de la purificación de María, según la ley de Moisés, ella y José llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley: Todo primogénito varón será consagrado al Señor, y también para ofrecer, como dice la ley, un par de tórtolas o dos pichones.
Vivía en Jerusalén un hombre llamado Simeón, varón justo y temeroso de Dios, que aguardaba el consuelo de Israel; en él moraba el Espíritu Santo, el cual le había revelado que no moriría sin haber visto antes al Mesías del Señor. Movido por el Espíritu, fue al templo, y cuando José y María entraban con el niño Jesús para cumplir con lo prescrito por la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios, diciendo:
"Señor, ya puedes dejar morir en paz a tu siervo, según lo que me habías prometido, porque mis ojos han visto a tu Salvador, al que has preparado para bien de todos los pueblos; luz que alumbra a las naciones y gloria de tu pueblo, Israel".
El padre y la madre del niño estaban admirados de semejantes palabras. Simeón los bendijo, y a María, la madre de Jesús, le anunció: "Este niño ha sido puesto para ruina y resurgimiento de muchos en Israel, como signo que provocará contradicción, para que queden al descubierto los pensamientos de todos los corazones. Y a ti, una espada te atravesará el alma".


Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era una mujer muy anciana. De joven, había vivido siete años casada y tenía ya ochenta y cuatro años de edad. No se apartaba del templo ni de día ni de noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones. Ana se acercó en aquel momento, dando gracias a Dios y hablando del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén.
Una vez que José y María cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño iba creciendo y fortaleciéndose, se llenaba de sabiduría y la gracia de Dios estaba con él
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
En este pasaje podemos considerar el papel de tres personajes en la misión de Cristo. El primero, Simeón, proclama proféticamente que Jesús es el Salvador para todo el mundo, "Luz para alumbrar a las naciones."
En efecto, años después Jesús saldrá de Nazaret para predicar el Evangelio; en pocos años iluminó la vida de tantos hombres y mujeres de Galilea, Judea y Samaria. Y al poco tiempo de su Ascensión al cielo, los Apóstoles llevarán la luz del Evangelio a Grecia, Egipto, Roma. En esta cadena, la luz nos ha llegado también a nosotros, los miembros de la Iglesia que hoy cubrimos los cuatro rincones de la tierra.
El segundo personaje, Ana, es igualmente crucial en el progresivo amanecer del Evangelio. Cristo ciertamente es la luz, pero necesita otras personas que lo transmitan. Ana reconoció la luz de Cristo, y en ese mismo momento, ella se convirtió en lámpara para todos los que frecuentaban el templo de Jerusalén. "Hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén".
Nosotros somos el tercer personaje. Tenemos la misma misión de Simeón y de Ana: proclamar en todas partes la luz de Cristo, hablar de Él a todos los que encontremos. La mayoría de las veces no harán falta las palabras, sino nuestra propia vida –la luz se trasmite mejor en el silencio de la mañana.
Lo que despertó el canto fue la esperanza, esa esperanza que los sostenía en la ancianidad. Esa esperanza se vio recompensada en el encuentro con Jesús. Cuando María pone en brazos de Simeón al Hijo de la Promesa, el anciano empieza a cantar, hace una verdadera "liturgia", canta sus sueños. Cuando pone a Jesús en medio de su pueblo, este encuentra la alegría. Y sí, sólo eso podrá devolvernos la alegría y la esperanza, sólo eso nos salvará de vivir en una actitud de supervivencia. Sólo eso hará fecunda nuestra vida y mantendrá vivo nuestro corazón. Poniendo a Jesús en donde tiene que estar: en medio de su pueblo.
(Homilía de S.S. Francisco, 2 de febrero de 2017).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy buscaré contemplar el Vía Crucis y hacer una oración de alabanza a Cristo Redentor.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

jueves, 1 de febrero de 2018

Evangelio 1 de Febrero de 2018

Color: Verde

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    I Reyes 2:1-4, 10-12
    1 Cuando se acercaron los días de la muerte de David, dio órdenes a su hijo Salomón:
    2 «Yo me voy por el camino de todos. Ten valor y sé hombre.
    3 Guarda las observancias de Yahveh tu Dios, yendo por su camino, observando sus preceptos, sus órdenes, sus sentencias y sus instrucciones, según está escrito en la ley de Moisés, para que tengas éxito en cuanto hagas y emprendas.
    4 Para que Yahveh cumpla la promesa que me hizo diciendo: "Si tus hijos guardan su camino para andar en mi presencia con fidelidad, con todo su corazón y toda su alma, ninguno de los tuyos será arrancado de sobre el trono de Israel."
    10 David se acostó con sus padres y le sepultaron en la Ciudad de David.
    11 David reinó sobre Israel cuarenta años; reinó en Hebrón siete años; reinó en Jerusalén 33 años.
    12 Salomón se sentó en el trono de David su padre y el reino se afianzó sólidamente en su mano.
  • Salmo responsorial

    I Crónicas 29:10-12
    10 Después bendijo David a Yahveh en presencia de toda la asamblea diciendo: «¡Bendito tú, oh Yahveh, Dios de nuestro padre Israel, desde siempre hasta siempre!
    11 Tuya, oh Yahveh, es la grandeza, la fuerza, la magnificencia, el esplendor y la majestad; pues tuyo es cuanto hay en el cielo y en la tierra. Tuyó, oh Yahveh, es el reino; tú te levantas por encima de todo.
    12 De ti proceden las riquezas y la gloria. Tú lo gobiernas todo; en tu mano están el poder y la fortaleza, y es tu mano la que todo lo engrandece y a todo da consistencia.
  • Evangelio

    Marcos 6:7-13
    7 Y llama a los Doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus inmundos.
    8 Les ordenó que nada tomasen para el camino, fuera de un bastón: ni pan, ni alforja, ni calderilla en la faja;
    9 sino: «Calzados con sandalias y no vistáis dos túnicas.»
    10 Y les dijo: «Cuando entréis en una casa, quedaos en ella hasta marchar de allí.
    11 Si algún lugar no os recibe y no os escuchan, marchaos de allí sacudiendo el polvo de la planta de vuestros pies, en testimonio contra ellos.»
    12 Y, yéndose de allí, predicaron que se convirtieran;
    13 expulsaban a muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.

Evangelio meditado

Conciencia de ser enviado
Santo Evangelio según San Marcos 6, 7-13. Jueves IV de Tiempo Ordinario.


Por: H. Cristian Gutiérrez, L.C. | Fuente: missionkits.org 




En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, la oración es el mejor medio que me has podido dar para entrar en contacto contigo. Tú me conoces mejor que nadie. Sabes bien qué es lo que más necesito, por ello te pido me lo concedas. Aumenta mi fe, mi esperanza y mi amor por Ti. Señor, enséñame a orar como enseñaste a los discípulos. Pongo mi oración junto a la tuya, para que sea ofrenda por la salvación de las almas.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Marcos 6,7-13
En aquel tiempo, llamó Jesús a los Doce, los envió de dos en dos y les dio poder sobre los espíritus inmundos. Les mandó que no llevaran nada para el camino: ni pan, ni mochila, ni dinero en el cinto, sino únicamente un bastón, sandalias y una sola túnica.
Y les dijo: "Cuando entren en una casa, quédense en ella hasta que se vayan de ese lugar. Si en alguna parte no los reciben ni los escuchan, al abandonar ese lugar, sacúdanse el polvo de los pies, como una advertencia para ellos".
Los discípulos se fueron a predicar la conversión. Expulsaban a los demonios, ungían con aceite a los enfermos y los curaban.
Palabra del Señor.


Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
Sólo bastón y sandalias. Nada de pan, ni dinero, ni alforja ni otra túnica. ¡Curiosas indicaciones! A lo mejor me podría detener a meditar en estos consejos que das a los discípulos que envías a la predicación del Reino. Yo también pertenezco a tu Reino y por ello estos consejos son también para mí.
El bastón no es sólo para apoyarse en los largos trayectos que les esperan a tus discípulos. El bastón es también señal de autoridad y mandato. Lo recomiendas porque el bastón puede ser la señal externa para que reconozcan a los tuyos como embajadores enviados de parte tuya. Esto me recuerda una actitud importante del anunciador del Reino: conciencia de ser enviado.
Las sandalias parecen un elemento importante para todo caminante. No se puede ir descalzo. Recomiendas las sandalias porque ellas permiten caminar con facilidad, sin lastimarse y con más rapidez. Detrás del consejo de las sandalias puede ser que me estés recomendando la virtud del celo apostólico, esa pasión que me lleve a ir siempre por nuevos caminos, a caminar sin descanso, a no dejar de anunciar tu Reino. Sandalias para la perseverancia en la evangelización.
Los otros elementos son aquellos que me pides no llevar: ni pan, ni dinero, ni alforja, ni túnica de cambio. Detrás de ello se esconden mis más profundas necesidades personales, y por ello, son mis seguridades más inmediatas. La enseñanza que me quieres dar con ello es que confíe, que me abandone en tus manos y me deje guiar, proteger, alimentar, cubrir por tu providencia que no abandona a lo que se prestan como colaboradores tuyos.
Que estos consejos que me das hoy me ayuden a ser un mejor discípulo de tu Reino y me capaciten para llevar tu amor allí donde más se necesite.
Eso es lo que significa ser enviado: seguir a Cristo, y no lanzarnos por delante con nuestras propias fuerzas. El Señor invitará a algunos de vosotros a seguirlo como sacerdotes, y de esta forma convertirse en “pescadores de hombres”. A otros los llamará a la vida religiosa, a otros a la vida matrimonial, a ser padres y madres amorosos. Cualquiera que sea vuestra vocación, os exhorto: ¡sed valientes, sed generosos y, sobre todo, sed alegres!
(Homilía de S.S. Francisco, 30 de noviembre de 2017).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy procuraré hablar de Jesús o del Evangelio a alguien conocido.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.