sábado, 22 de febrero de 2020

Lecturas 23 de Febrero de 2020

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Levítico 19:1-2, 17-18
    1 Habló Yahveh a Moisés, diciendo:
    2 Habla a toda la comunidad de los israelitas y diles: Sed santos, porque yo, Yahveh, vuestro Dios, soy santo.
    17 No odies en tu corazón a tu hermano, pero corrige a tu prójimo, para que no te cargues con pecado por su causa.
    18 No te vengarás ni guardarás rencor contre los hijos de tu pueblo. Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo, Yahveh.
  • Salmo responsorial

    Salmo 103:1-4, 8, 10, 12-13
    1 De David. Bendice a Yahveh, alma mía, del fondo de mi ser, su santo nombre,
    2 bendice a Yahveh, alma mía, no olvides sus muchos beneficios.
    3 El, que todas tus culpas perdona, que cura todas tus dolencias,
    4 rescata tu vida de la fosa, te corona de amor y de ternura,
    8 Clemente y compasivo es Yahveh, tardo a la cólera y lleno de amor;
    10 no nos trata según nuestros pecados ni nos paga conforme a nuestras culpas.
    12 tan lejos como está el oriente del ocaso aleja él de nosotros nuestras rebeldías.
    13 Cual la ternura de un padre para con sus hijos, así de tierno es Yahveh para quienes le temen;
  • Segunda lectura

    I Corintios 3:16-23
    16 ¿No sabéis que sois santuario de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros?
    17 Si alguno destruye el santuario de Dios, Dios le destruirá a él; porque el santuario de Dios es sagrado, y vosotros sois ese santuario.
    18 ¡Nadie se engañe! Si alguno entre vosotros se cree sabio según este mundo, hágase necio, para llegar a ser sabio;
    19 pues la sabiduría de este mundo es necedad a los ojos de Dios. En efecto, dice la Escritura: El que prende a los sabios en su propia astucia.
    20 Y también: El Señor conoce cuán vanos son los pensamientos de los sabios.
    21 Así que, no se gloríe nadie en los hombres, pues todo es vuestro:
    22 ya sea Pablo, Apolo, Cefas, el mundo, la vida, la muerte, el presente, el futuro, todo es vuestro;
    23 y vosotros, de Cristo y Cristo de Dios.
  • Evangelio

    Mateo 5:38-48
    38 «Habéis oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente.
    39 Pues yo os digo: no resistáis al mal; antes bien, al que te abofetee en la mejilla derecha ofrécele también la otra:
    40 al que quiera pleitear contigo para quitarte la túnica déjale también el manto;
    41 y al que te obligue a andar una milla vete con él dos.
    42 A quien te pida da, y al que desee que le prestes algo no le vuelvas la espalda.
    43 «Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo.
    44 Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan,
    45 para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos.
    46 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa vais a tener? ¿No hacen eso mismo también los publicanos?
    47 Y si no saludáis más que a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de particular? ¿No hacen eso mismo también los gentiles?
    48 Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial.

Lecturas 22 de Febrero de 2020

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    I Pedro 5:1-4
    1 A los ancianos que están entre vosotros les exhorto yo, anciano como ellos, testigo de los sufrimientos de Cristo y partícipe de la gloria que está para manifestarse.
    2 Apacentad la grey de Dios que os está encomendada, vigilando, no forzados, sino voluntariamente, según Dios; no por mezquino afán de ganancia, sino de corazón;
    3 no tiranizando a los que os ha tocado cuidar, sino siendo modelos de la grey.
    4 Y cuando aparezca el Mayoral, recibiréis la corona de gloria que no se marchita.
  • Salmo responsorial

    Salmo 23:1-6
    1 Salmo. De David. Yahveh es mi pastor, nada me falta.
    2 Por prados de fresca hierba me apacienta. Hacia las aguas de reposo me conduce,
    3 y conforta mi alma; me guía por senderos de justicia, en gracia de su nombre.
    4 Aunque pase por valle tenebroso, ningún mal temeré, porque tú vas conmigo; tu vara y tu cayado, ellos me sosiegan.
    5 Tú preparas ante mí una mesa frente a mis adversarios; unges con óleo mi cabeza, rebosante está mi copa.
    6 Sí, dicha y gracia me acompañarán todos los días de mi vida; mi morada será la casa de Yahveh a lo largo de los días.
  • Evangelio

    Mateo 16:13-19
    13 Llegado Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?»
    14 Ellos dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías, otros, que Jeremías o uno de los profetas.»
    15 Díceles él: «Y vosotros ¿quién decís que soy yo?»
    16 Simón Pedro contestó: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo.»
    17 Replicando Jesús le dijo: «Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
    18 Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.
    19 A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos.»

viernes, 21 de febrero de 2020

Lecturas 21 de Febrero de 2020

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Santiago 2:14-24, 26
    14 ¿De qué sirve, hermanos míos, que alguien diga: «Tengo fe», si no tiene obras? ¿Acaso podrá salvarle la fe?
    15 Si un hermano o una hermana están desnudos y carecen del sustento diario,
    16 y alguno de vosotros les dice: «Idos en paz, calentaos y hartaos», pero no les dais lo necesario para el cuerpo, ¿de qué sirve?
    17 Así también la fe, si no tiene obras, está realmente muerta.
    18 Y al contrario, alguno podrá decir: «¿Tú tienes fe?; pues yo tengo obras. Pruébame tu fe sin obras y yo te probaré por las obras mi fe.
    19 ¿Tú crees que hay un solo Dios? Haces bien. También los demonios lo creen y tiemblan.
    20 ¿Quieres saber tú, insensato, que la fe sin obras es estéril?
    21 Abraham nuestro padre ¿no alcanzó la justificación por las obras cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar?
    22 ¿Ves cómo la fe cooperaba con sus obras y, por las obras, la fe alcanzó su perfección?
    23 Y alcanzó pleno cumplimiento la Escritura que dice: Creyó Abraham en Dios y le fue reputado como justicia y fue llamado amigo de Dios.»
    24 Ya veis cómo el hombre es justificado por las obras y no por la fe solamente.
    26 Porque así como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.
  • Salmo responsorial

    Salmo 112:1-6
    1 ¡Aleluya! ¡Dichoso el hombre que teme a Yahveh, que en sus mandamientos mucho se complace!
    2 Fuerte será en la tierra su estirpe, bendita la raza de los hombres rectos.
    3 Hacienda y riquezas en su casa, su justicia por siempre permanece.
    4 En las tinieblas brilla, como luz de los rectos, tierno, clemente y justo.
    5 Feliz el hombre que se apiada y presta, y arregla rectamente sus asuntos.
    6 No, no será conmovido jamás, en memoria eterna permanece el justo;
  • Evangelio

    Marcos 8:34--9:1
    34 Llamando a la gente a la vez que a sus discípulos, les dijo: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.
    35 Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará.
    36 Pues ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si arruina su vida?
    37 Pues ¿qué puede dar el hombre a cambio de su vida?
    38 Porque quien se avergüence de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.»
    1 Les decía también: «Yo os aseguro que entre los aquí presentes hay algunos que no gustarán la muerte hasta que vean venir con poder el Reino de Dios.»

jueves, 20 de febrero de 2020

Lecturas 20 de Febrero de 2020

  • Primera lectura

    Santiago 2:1-9
    1 Hermanos míos, no entre la acepción de personas en la fe que tenéis en nuestro Señor Jesucristo glorificado.
    2 Supongamos que entra en vuestra asamblea un hombre con un anillo de oro y un vestido espléndido; y entra también un pobre con un vestido sucio;
    3 y que dirigís vuestra mirada al que lleva el vestido espléndido y le decís: «Tú, siéntate aquí, en un buen lugar»; y en cambio al pobre le decís: «Tú, quédate ahí de pie», o «Siéntate a mis pies».
    4 ¿No sería esto hacer distinciones entre vosotros y ser jueces con criterios malos?
    5 Escuchad, hermanos míos queridos: ¿Acaso no ha escogido Dios a los pobres según el mundo como ricos en la fe y herederos del Reino que prometió a los que le aman?
    6 ¡En cambio vosotros habéis menospreciado al pobre! ¿No son acaso los ricos los que os oprimen y os arrastran a los tribunales?
    7 ¿No son ellos los que blasfeman el hermoso Nombre que ha sido invocado sobre vosotros?
    8 Si cumplís plenamente la Ley regia según la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, obráis bien;
    9 pero si tenéis acepción de personas, cometéis pecado y quedáis convictos de transgresión por la Ley.
  • Salmo responsorial

    Salmo 34:2-7
    2 Bendeciré a Yahveh en todo tiempo, sin cesar en mi boca su alabanza;
    3 en Yahveh mi alma se gloría, ¡óiganlo los humildes y se alegren!
    4 Engrandeced conmigo a Yahveh, ensalcemos su nombre todos juntos.
    5 He buscado a Yahveh, y me ha respondido: me ha librado de todos mis temores.
    6 Los que miran hacia él, refulgirán: no habrá sonrojo en su semblante.
    7 Cuando el pobre grita, Yahveh oye, y le salva de todas sus angustias.
  • Evangelio

    Marcos 8:27-33
    27 Salió Jesús con sus discípulos hacia los pueblos de Cesarea de Filipo, y por el camino hizo esta pregunta a sus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que soy yo?»
    28 Ellos le dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que uno de los profetas.»
    29 Y él les preguntaba: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?» Pedro le contesta: «Tú eres el Cristo.»
    30 Y les mandó enérgicamente que a nadie hablaran acerca de él.
    31 Y comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre debía sufrir mucho y ser reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y resucitar a los tres días.
    32 Hablaba de esto abiertamente. Tomándole aparte, Pedro, se puso a reprenderle.
    33 Pero él, volviéndose y mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro, diciéndole: «¡Quítate de mi vista, Satanás! porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres.»

miércoles, 19 de febrero de 2020

Lecturas 19 de Febrero de 2020

  • Primera lectura

    Santiago 1:19-27
    19 Tenedlo presente, hermanos míos queridos: Que cada uno sea diligente para escuchar y tardo para hablar, tardo para la ira.
    20 Porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
    21 Por eso, desechad toda inmundicia y abundancia de mal y recibid con docilidad la Palabra sembrada en vosotros, que es capaz de salvar vuestras almas.
    22 Poned por obra la Palabra y no os contentéis sólo con oírla, engañándoos a vosotros mismos.
    23 Porque si alguno se contenta con oír la Palabra sin ponerla por obra, ése se parece al que contempla su imagen en un espejo:
    24 se contempla, pero, en yéndose, se olvida de cómo es.
    25 En cambio el que considera atentamente la Ley perfecta de la libertad y se mantiene firme, no como oyente olvidadizo sino como cumplidor de ella, ése, practicándola, será feliz.
    26 Si alguno se cree religioso, pero no pone freno a su lengua, sino que engaña a su propio corazón, su religión es vana.
    27 La religión pura e intachable ante Dios Padre es ésta: visitar a los huérfanos y a las viudas en su tribulación y conservarse incontaminado del mundo.
  • Salmo responsorial

    Salmo 15:2-5
    2 El que ando sin tacha, y obra la justicia; que dice la verdad de corazón,
    3 y no calumnia con su lengua; que no daña a su hermano, ni hace agravio a su prójimo;
    4 con menosprecio mira al réprobo, mas honra a los que temen a Yahveh; que jura en su perjuicio y no retracta,
    5 no presta a usura su dinero, ni acepta soborno en daño de inocente. Quien obra así jamás vacilará.
  • Evangelio

    Marcos 8:22-26
    22 Llegan a Betsaida. Le presentan un ciego y le suplican que le toque.
    23 Tomando al ciego de la mano, le sacó fuera del pueblo, y habiéndole puesto saliva en los ojos, le impuso las manos y le preguntaba: «¿Ves algo?»
    24 El, alzando la vista, dijo: «Veo a los hombres, pues los veo como árboles, pero que andan.»
    25 Después, le volvió a poner las manos en los ojos y comenzó a ver perfectamente y quedó curado, de suerte que veía de lejos claramente todas las cosas.
    26 Y le envió a su casa, diciéndole: «Ni siquiera entres en el pueblo.»

martes, 18 de febrero de 2020

Lecturas 18 de Febrero de 2020

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Santiago 1:12-18
    12 ¡Feliz el hombre que soporta la prueba! Superada la prueba, recibirá la corona de la vida que ha prometido el Señor a los que le aman.
    13 Ninguno, cuando sea probado, diga: «Es Dios quien me prueba»; porque Dios ni es probado por el mal ni prueba a nadie.
    14 Sino que cada uno es probado por su propia concupiscencia que le arrastra y le seduce.
    15 Después la concupiscencia, cuando ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, una vez consumado, engendra la muerte.
    16 No os engañéis, hermanos míos queridos:
    17 toda dádiva buena y todo don perfecto viene de lo alto, desciende del Padre de las luces, en quien no hay cambio ni sombra de rotación.
    18 Nos engendró por su propia voluntad, con Palabra de verdad, para que fuésemos como las primicias de sus criaturas.
  • Salmo responsorial

    Salmo 94:12-15, 18-19
    12 Dichoso el hombre a quien corriges tú, Yahveh, a quien instruyes por tu ley,
    13 para darle descanso en los días de desgracia, mientras se cava para el impío la fosa.
    14 Pues Yahveh no dejará a su pueblo, no abandonará a su heredad;
    15 sino que el juicio volverá a la justicia, y en pos de ella todos los de recto corazón.
    18 Cuando digo: «Vacila mi pie», tu amor, Yahveh, me sostiene;
    19 en el colmo de mis cuitas interiores, tus consuelos recrean mi alma.
  • Evangelio

    Marcos 8:14-21
    14 Se habían olvidado de tomar panes, y no llevaban consigo en la barca más que un pan.
    15 El les hacía esta advertencia: «Abrid los ojos y guardaos de la levadura de los fariseos y de la levadura de Herodes.»
    16 Ellos hablaban entre sí que no tenían panes.
    17 Dándose cuenta, les dice: «¿Por qué estáis hablando de que no tenéis panes? ¿Aún no comprendéis ni entendéis? ¿Es que tenéis la mente embotada?
    18 ¿Teniendo ojos no véis y teniendo oídos no oís? ¿No os acordáis de
    19 cuando partí los cinco panes para los 5.000? ¿Cuántos canastos llenos de trozos recogisteis?» «Doce», le dicen.
    20 «Y cuando partí los siete entre los 4.000, ¿cuántas espuertas llenas de trozos recogisteis?» Le dicen: «Siete.»
    21 Y continuó: «¿Aún no entendéis?»

lunes, 17 de febrero de 2020

Lecturas 17 de Febrero de 2020

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Santiago 1:1-11
    1 Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, saluda a las doce tribus de la Dispersión.
    2 Considerad como un gran gozo, hermanos míos, el estar rodeados por toda clase de pruebas,
    3 sabiendo que la calidad probada de vuestra fe produce la paciencia en el sufrimiento;
    4 pero la paciencia ha de ir acompañada de obras perfectas para que seáis perfectos e íntegros sin que dejéis nada que desear.
    5 Si alguno de vosotros está a falta de sabiduría, que la pida a Dios, que da a todos generosamente y sin echarlo en cara, y se la dará.
    6 Pero que la pida con fe, sin vacilar; porque el que vacila es semejante al oleaje del mar, movido por el viento y llevado de una a otra parte.
    7 Que no piense recibir cosa alguna del Señor un hombre como éste,
    8 un hombre irresoluto e inconstante en todos sus caminos.
    9 El hermano de condición humilde gloríese en su exaltación;
    10 y el rico, en su humillación, porque pasará como flor de hierba:
    11 sale el sol con fuerza y seca la hierba y su flor cae y se pierde su hermosa apariencia; así también el rico se marchitará en sus caminos.
  • Salmo responsorial

    Salmo 119:67-68, 71-72, 75-76
    67 Antes de ser humillado, me descarriaba, mas ahora observo tu promesa.
    68 Tú, que eres bueno y bienhechor, enséñame tus preceptos.
    71 Un bien para mí ser humillado, para que aprenda tus preceptos.
    72 Un bien para mí la ley de tu boca, más que miles de oro y plata.
    75 Yo sé, Yahveh, que son justos tus juicios, que con lealtad me humillas tú.
    76 Sea tu amor consuelo para mí, según tu promesa a tu servidor.
  • Evangelio

    Marcos 8:11-13
    11 Y salieron los fariseos y comenzaron a discutir con él, pidiéndole una señal del cielo, con el fin de ponerle a prueba.
    12 Dando un profundo gemido desde lo íntimo de su ser, dice: «¿Por qué esta generación pide una señal? Yo os aseguro: no se dará, a esta generación ninguna señal.»
    13 Y, dejándolos, se embarcó de nuevo, y se fue a la orilla opuesta.

Lecturas 16 de Febrero de 2020

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Eclesiástico 15:15-20
    15 Si tú quieres, guardarás los mandamientos, para permanecer fiel a su beneplácito.
    16 El te ha puesto delante fuego y agua, a donde quieras puedes llevar tu mano.
    17 Ante los hombres la vida está y la muerte, lo que prefiera cada cual, se le dará.
    18 Que grande es la sabiduría del Señor, fuerte es su poder, todo lo ve.
    19 Sus ojos están sobre los que le temen, él conoce todas las obras del hombre.
    20 A nadie ha mandado ser impío, a nadie ha dado licencia de pecar.
  • Salmo responsorial

    Salmo 119:1-2, 4-5, 17-18, 33-34
    1 Dichosos los que van por camino perfecto, los que proceden en la ley de Yahveh.
    2 Dichosos los que guardan sus dictámenes, los que le buscan de todo corazón,
    4 Tú tus ordenanzas promulgaste, para que sean guardadas cabalmente.
    5 ¡Ojalá mis caminos se aseguren para observar tus preceptos!
    17 Haz merced a tu siervo y viviré. y guardaré tu palabra.
    18 Abre mis ojos para que contemple las maravillas de tu ley.
    33 Enséñame, Yahveh, el camino de tus preceptos, yo lo quiero guardar en recompensa.
    34 Hazme entender, para guardar tu ley y observarla de todo corazón.
  • Segunda lectura

    I Corintios 2:6-10
    6 Sin embargo, hablamos de sabiduría entre los perfectos, pero no de sabiduría de este mundo ni de los príncipes de este mundo, abocados a la ruina;
    7 sino que hablamos de una sabiduría de Dios, misteriosa, escondida, destinada por Dios desde antes de los siglos para gloria nuestra,
    8 desconocida de todos los príncipes de este mundo - pues de haberla conocido no hubieran crucificado al Señor de la Gloria -.
    9 Más bien, como dice la Escritura, anunciamos: lo que ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni al corazón del hombre llegó, lo que Dios preparó para los que le aman.
    10 Porque a nosotros nos lo reveló Dios por medio del Espíritu; y el Espíritu todo lo sondea, hasta las profundidades de Dios.
  • Evangelio

    Mateo 5:17-37
    17 «No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento.
    18 Sí, os lo aseguro: el cielo y la tierra pasarán antes que pase una i o una tilde de la Ley sin que todo suceda.
    19 Por tanto, el que traspase uno de estos mandamientos más pequeños y así lo enseñe a los hombres, será el más pequeño en el Reino de los Cielos; en cambio, el que los observe y los enseñe, ése será grande en el Reino de los Cielos.
    20 «Porque os digo que, si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el Reino de los Cielos.
    21 «Habéis oído que se dijo a los antepasados: No matarás; y aquel que mate será reo ante el tribunal.
    22 Pues yo os digo: Todo aquel que se encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal; pero el que llame a su hermano "imbécil", será reo ante el Sanedrín; y el que le llame "renegado", será reo de la gehenna de fuego.
    23 Si, pues, al presentar tu ofrenda en el altar te acuerdas entonces de que un hermano tuyo tiene algo contra ti,
    24 deja tu ofrenda allí, delante del altar, y vete primero a reconciliarte con tu hermano; luego vuelves y presentas tu ofrenda.
    25 Ponte enseguida a buenas con tu adversario mientras vas con él por el camino; no sea que tu adversario te entregue al juez y el juez al guardia, y te metan en la cárcel.
    26 Yo te aseguro: no saldrás de allí hasta que no hayas pagado el último céntimo.
    27 «Habéis oído que se dijo: No cometerás adulterio.
    28 Pues yo os digo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón.
    29 Si, pues, tu ojo derecho te es ocasión de pecado, sácatelo y arrójalo de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo sea arrojado a la gehenna.
    30 Y si tu mano derecha te es ocasión de pecado, córtatela y arrójala de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo vaya a la gehenna.
    31 «También se dijo: El que repudie a su mujer, que le dé acta de divorcio.
    32 Pues yo os digo: Todo el que repudia a su mujer, excepto el caso de fornicación, la hace ser adúltera; y el que se case con una repudiada, comete adulterio.
    33 «Habéis oído también que se dijo a los antepasados: No perjurarás, sino que cumplirás al Señor tus juramentos.
    34 Pues yo digo que no juréis en modo alguno: ni por el Cielo , porque es el trono de Dios,
    35 ni por la Tierra, porque es el escabel de sus pies; ni por Jerusalén , porque es la ciudad del gran rey.
    36 Ni tampoco jures por tu cabeza, porque ni a uno solo de tus cabellos puedes hacerlo blanco o negro.
    37 Sea vuestro lenguaje: "Sí, sí"; "no, no": que lo que pasa de aquí viene del Maligno.