sábado, 29 de noviembre de 2014

Evangelio 29 de Noviembre de 2014

  • Primera Lectura: Apocalípsis 22, 1-7
    "Ya no habrá más noche, porque el Señor irradiará luz sobre ellos"
    El ángel del Señor me mostró a mí, Juan, el río de agua viva, luciente como el cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero. A mitad de la calle de la ciudad, a ambos lados del río, crecía un árbol de la vida; da doce cosechas, una cada mes del año, y las hojas del árbol sirven de medicina a las naciones. Allí no habrá ya nada maldito. En la ciudad estarán el trono de Dios y el del Cordero, y sus siervos le prestarán servicio, lo verán cara a cara y llevarán su nombre en la frente. Ya no habrá más noche, ni necesitarán luz de lámpara o del sol, porque el Señor Dios irradiará luz sobre ellos, y reinarán por los siglos de los siglos.
    Me dijo: "Estas palabras son ciertas y verdaderas. El Señor Dios, que inspira a los profetas, ha enviado su ángel para que mostrase a sus siervos lo que tiene que pasar muy pronto. Mira que estoy para llegar. Dichoso quien hace caso del mensaje profético contenido en este libro."
  • Salmo Responsorial: 94
    "Marana tha! Ven, Señor Jesús."
    Venid, aclamemos al Señor, / demos vítores a la Roca que nos salva; / entremos a su presencia dándole gracias, / aclamándolo con cantos. R.
    Porque el Señor es un Dios grande, / soberano de todos los dioses: / tiene en su mano las simas de la tierra, / son suyas las cumbres de los montes; / suyo es el mar, porque él lo hizo, / la tierra firme que modelaron sus manos. R.
    Entrad, postrémonos por tierra, / bendiciendo al Señor, creador nuestro. / Porque él es nuestro Dios, / y nosotros su pueblo, / el rebaño que él guía. R.
  • Evangelio: Lucas 21, 34-36
    "Estad siempre despiertos, para escapar de todo lo que está por venir"
    En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Tened cuidado: no se os embote la mente con el vicio, la bebida y los agobios de la vida, y se os eche encima de repente aquel día; porque caerá como un lazo sobre todos los habitantes de la tierra.
    Estad siempre despiertos, pidiendo fuerza para escapar de todo lo que está por venir y manteneros en pie ante el Hijo del hombre."

La ruina de Jerusalén

Tiempo Ordinario
Lucas 21, 20-28. Tiempo Ordinario. Trabajar, cumpliendo la misión que inició Cristo y que nos encomendó a nosotros.


Por: P. Misael Cisneros | Fuente: Catholic.net



Del santo Evangelio según san Lucas 21, 20-28 
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Cuando veáis a Jerusalén cercada por ejércitos, sabed entonces que se acerca su desolación. Entonces, los que estén en Judea, huyan a los montes; y los que estén en medio de la ciudad, que se alejen; y los que estén en los campos, que no entren en ella; porque éstos son días de venganza, y se cumplirá todo cuanto está escrito. ¡Ay de las que estén encinta o criando en aquellos días! «Habrá, en efecto, una gran calamidad sobre la tierra, y Cólera contra este pueblo; y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones, y Jerusalén será pisoteada por los gentiles, hasta que se cumpla el tiempo de los gentiles. «Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y de las olas, muriéndose los hombres de terror y de ansiedad por las cosas que vendrán sobre el mundo; porque las fuerzas de los cielos serán sacudidas. Y entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube con gran poder y gloria. Cuando empiecen a suceder estas cosas, cobrad ánimo y levantad la cabeza porque se acerca vuestra liberación».

Oración introductoria
Señor, te suplico tu gracia para poder aceptar con prontitud la guía y las inspiraciones del Espíritu Santo, aunque no comprenda tu camino o me cueste aceptar las pruebas que tenga que afrontar en este día. Que el fruto de esta oración sea la sabiduría para poder amar y seguir tu voluntad, así como el don del entendimiento para comprender con profundidad las verdades de mi fe.

Jesús, en Ti confío. ¡Aumenta mi esperanza y dame la gracia de la perseverancia final!

Meditación del Papa
 
Cuando Jesús habla de estas calamidades, nos dice que habrá una profanación del templo, una profanación de la fe, del pueblo, será la abominación, será la desolación de la abominación. ¿Qué significa esto? Será como el triunfo del príncipe de este mundo: la derrota de Dios. Él parece que en ese momento final de calamidad, vendrá sobre este mundo, será el dueño del mundo.
He aquí el corazón de la "prueba final": la profanación de la fe. No es permitido hablar de religión, porque sería algo privado ¿no es así? De esto públicamente no se habla. Los signos religiosos se eliminan. Se debe obedecer a las órdenes que vienen de los poderes mundanos. Se pueden hacer muchas cosas, cosas bonitas, pero no adorar a Dios. Prohibición de adoración. Este es el centro de este fin. Y cuando llega a la plenitud -al kairos de esta actitud pagana, cuando se cumple este tiempo - entonces sí, vendrá Él: "Y verán al Hijo del hombre venir sobre una nube con gran poder y gloria".(Cf. S.S. Francisco, 28 de noviembre de 2013, homilía en Santa Marta).
Reflexión
Es la tercera vez que Jesús anuncia, con pena, la destrucción de Jerusalén: "Serán días de venganza... habrá angustia tremenda, caerán a filo de espada, los llevarán cautivos a todas las naciones: Jerusalén será pisoteada por los gentiles".

También aquí san Lucas mezcla dos planos: el de la caída de Jerusalén -que probablemente ya había sucedido cuando él escribe- y el del final del mundo, la segunda venida de Cristo, precedida de signos en el sol y las estrellas y el estruendo del mar y del miedo y la ansiedad "ante lo que se le viene encima al mundo". Pero la perspectiva es optimista. El anuncio no quiere entristecer sino animar: "cuando suceda todo esto, levantaos, alzad la cabeza: se acerca vuestra liberación".

Nuestra espera, por tanto, es dinámica, activa, comprometida. Tenemos mucho que trabajar para bien de la humanidad, llevando a cabo la misión que inició Cristo y que luego nos encomendó a nosotros. Pero bien nos viene pensar que la meta es la vida, la victoria final, junto al Hijo del Hombre. Meta que nos conducirá a la paz eterna en la gloria de Dios.

Propósito
Ofrecer un rosario para que tengamos presente lo pasajero de este mundo y nos preocupemos por lo realmente importante: la eternidad.

Diálogo con Cristo 
Señor, ayúdame a ver todos los sucesos de mi vida en la perspectiva de la eternidad. Ver todo con tu mirada, para saber qué es lo que realmente tiene valor. Sólo al final de mi vida podré confirmar que todo tiene sentido y que la lucha por vivir el Evangelio vale la pena, pero ahora sé que nunca me voy arrepentir de lo que haya hecho por amor a Ti, ¡gracias por darme la certeza de mi fe!

viernes, 28 de noviembre de 2014

Evangelio 28 de Noviembre de 2014

  • Primera Lectura: Apocalípsis 20, 1-4. 11-21, 2
    "Los muertos fueron juzgados según sus obras.Vi la nueva Jerusalén, que descendía del cielo"
    Yo, Juan, vi un ángel que bajaba del cielo llevando la llave del abismo y una cadena grande en la mano. Agarró al dragón, que es la serpiente primordial, el diablo o Satanás, y lo encadenó para mil años; lo arrojó al abismo, echó la llave y poso un sello encima, para que no pueda extraviar a las naciones antes que se cumplan los mil años. Después tiene que estar suelto por un poco de tiempo. Vi también unos tronos y en ellos se sentaron los encargados de juzgar; vi también las almas de los decapitados por el testimonio de Jesús y la palabra de Dios, los que no habían rendido homenaje a la bestia ni a su estatua y no habían recibido su señal en la frente ni en la mano. Éstos volvieron a la vida y reinaron con Cristo mil años.
    Luego vi un trono blanco y grande, y al que estaba sentado en él. A su presencia desaparecieron cielo y tierra, porque no hay sitio para ellos. Vi a los muertos, pequeños y grandes, de pie ante el trono. Se abrieron los libros y se abrió otro libro, el libro de la vida. Los muertos fueron juzgados según sus obras, escritas en los libros. El mar entregó sus muertos, muerte y abismo entregaron sus muertos, y todos fueron juzgados según sus obras. Después muerte y abismo fueron arrojados al lago de fuego-el lago de fuego es la segunda muerte-. Los que no estaban escritos en el libro de la vida fueron arrojados al lago de fuego.
    Luego vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra han pasado, y el mar ya no existe. Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo, enviada por Dios, arreglada como una novia que se adorna para su esposo.
  • Salmo Responsorial: 83
    "Ésta es la morada de Dios con los hombres."
    Mi alma se consume y anhela / los atrios del Señor, / mi corazón y mi carne / retozan por el Dios vivo. R.
    Hasta el gorrión ha encontrado una casa; / la golondrina, un nido / donde colocar sus polluelos: / tus altares, Señor de los ejércitos, / Rey mío y Dios mío. R.
    Dichosos los que viven en tu casa, / alabándote siempre. / Dichosos los que encuentran en ti su fuerza: / caminan de baluarte en baluarte. R.
  • Evangelio: Lucas 21, 29-33
    "Cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el Reino de Dios"
    En aquel tiempo puso Jesús una comparación a sus discípulos: "Fijaos en la higuera o en cualquier árbol: cuando echan brotes, os basta verlos para saber que la primavera está cerca. Pues cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el Reino de Dios. Os aseguro que, antes que pase esta generación, todo eso se cumplirá. El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no pasarán".

El respeto al Evangelio

Seamos valientes para reflexionar acerca de nuestra situación respecto a las verdades de nuestra fe


Por: Santiago García Aracil, arzobispo de Mérida-Badajoz | Fuente: revistaecclesia.com




No estoy pensando en manifestaciones que silencian maliciosamente la palabra de Dios en la que se inspira un criterio o un comportamiento. Tampoco pienso en faltas de referencia al Evangelio por simple olvido. Tengo presente, sobre todo, la sorprendente pobreza de referencias a la palabra de Dios cuando se presentan unos argumentos, a favor o en contra de determinadas actitudes y comportamientos, cuando dichos argumentos no tienen validez si no están manifiestamente apoyados en la palabra de Dios.

En otras ocasiones, el silenciamiento de la palabra de Dios es debido a su desconocimiento o a la deficiente familiarización con ella. La ignorancia en este campo resulta cada vez más extendida y preocupante. Tanto es así, que el Papa Benedicto XVI, gran conocedor de la realidad actual de la Iglesia y de los grupos cristianos, dijo en la homilía del Jueves Santo 5 abril 2012: “En el encuentro de los cardenales con ocasión del último consistorio, varios Pastores, basándose en su experiencia, han hablado de un analfabetismo religioso que se difunde en medio de nuestra sociedad tan inteligente. Los elementos fundamentales de la fe, que antes sabía cualquier niño, son cada vez menos conocidos. Pero para poder vivir y amar nuestra fe, para poder amar a Dios y llegar por tanto a ser capaces de escucharlo del modo justo, debemos saber qué es lo que Dios nos ha dicho; nuestra razón y nuestro corazón han de ser interpelados por su palabra”.

A la luz de estas consideraciones, verdaderamente preocupantes, podemos explicarnos la ausencia de la palabra de Dios en labios de muchísimos cristianos cuando se trata de juzgar acerca de la verdad o de la falsedad, y de la bondad o de la incorrección moral de los criterios o de las acciones de que se está hablando. Yo, como Obispo de esta Iglesia que peregrina por tierras de Badajoz, siento grandísima preocupación por la formación cristiana de los fieles. Sobre la necesidad de tomarse en serio la solución de este vacío, he hablado insistentemente con los sacerdotes y con los seglares. Y, como no hay que predicar sin estar dispuestos a dar el trigo que depende de uno mismo, en orden a facilitar con seriedad los medios adecuados para corregir este lamentable vacío de formación cristiana se pusieron en marcha las Escuelas de formación básica, la de Agentes de Pastoral y el Instituto superior de ciencias religiosas. El testimonio de quienes las han aprovechado es enormemente positivo. Llegan a lamentar que no se aprovechen más personas.

Por el interés de ayudar a la formación cristiana de los fieles seguiremos poniendo en ello todo el esfuerzo de que seamos capaces para que cada día sean más los que reciban la necesaria formación y puedan pensar y vivir cristianamente en este mundo y en este tiempo. El Evangelio es nuestra razón de vivir y el fundamento de nuestra esperanza.

Pero hay, además, otra razón por la que la palabra de Dios queda silenciada como referencia de nuestros criterios y comportamientos. Parece que el motivo es, en algunos casos, un extraño pudor o una injustificada vergüenza de manifestar la propia identidad cristiana. Esto es debido, no cabe duda, a que, como dice el Papa, su razón y su corazón todavía no han llegado a ser interpelados, de verdad, por la palabra de Dios. Esta defectuosa situación está cada vez más extendida, sobre todo como herencia de un cristianismo sociológico, o de una falta de planteamientos serios acerca de la fe. Por ello urgen reflexiones y proyectos muy concretos tanto en la acción pastoral como en las actitudes y compromisos de las personas ante la revelación del Señor que la Iglesia nos transmite autorizadamente.

En otras ocasiones, hay cristianos que, ante problemas importantes que tienen relación con la defensa de la vida, con el cuidado del matrimonio y de la familia, con la rectitud moral en el trabajo, en las responsabilidades públicas, en la recta administración de los bienes temporales, y en tantos otros asuntos, prescinde de la referencia al mensaje de Jesucristo y a la enseñanza de la Iglesia, no solo por su deficiente conocimiento o por una insuficiente valoración de lo que se conoce, sino por otra razón. Muchos temen que los argumentos evangélicos expuestos en la doctrina cristiana sean contraproducentes; piensan que no van a ser aceptados por los interlocutores ajenos al Evangelio. Entonces, sin querer, les dejan sin los verdaderos motivos por los que se defienden o se exponen determinadas posturas que puedan llamarse cristianas. Esto es un error de planteamiento porque, salvadas algunas circunstancias muy especiales, el cristiano puede aparecer entonces como quien actúa sin tener convicciones bien fundamentadas. Y esto va tanto contra la defensa de la verdad como contra quien nos escucha, porque se le niega la Buena Noticia capaz de abrir la mente a la verdad y la vida a nuevos horizontes. Sin ello no se alcanza la esperanza que no defrauda.

Seamos valientes para reflexionar acerca de nuestra situación respecto a las verdades de nuestra fe. Analicemos nuestros comportamientos en aquellas circunstancias en que estamos especialmente llamados a ser luz del mundo y sal de la tierra. Necesitamos formación, coherencia, valentía y decisión.

jueves, 27 de noviembre de 2014

Evangelio 27 de Noviembre de 2014

  • Primera Lectura: Apocalípsis 18, 1-2. 21-23; 19, 1-3. 9a18, 1-2. 21-23; 19, 1-3
    "¡Cayó la gran Babilonia!"
    Yo, Juan, vi un ángel que bajaba del cielo; venía con gran autoridad y su resplandor iluminó la tierra. Gritó a pleno pulmón: "¡Cayó, cayó la gran Babilonia! Se ha convertido en morada de demonios, en guarida de todo espíritu impuro, en guarida de todo pájaro inmundo y repugnante."
    Un ángel vigoroso levantó una piedra grande como una rueda de molino y la tiró al mar, diciendo: "Así, de golpe, precipitarán a Babilonia, la gran metrópoli, y desaparecerá. El son de arpistas y músicos, de flautas y trompetas, no se oirá más en ti. Artífices de ningún arte habrá más en ti, ni murmullo de molino se oirá más en ti; ni luz de lámpara brillará más en ti, ni voz de novio y novia se oirá más en ti, porque tus mercaderes eran los magnates de la tierra, y con tus brujerías embaucaste a todas las naciones."
    Oí después en el cielo algo que recordaba el vocerío de una gran muchedumbre; cantaban: "Aleluya. La salvación y la gloria y el poder son de nuestro Dios, porque sus juicios son verdaderos y justos. Él ha condenado a la gran prostituta que corrompía a la tierra con sus fornicaciones, y le ha pedido cuenta de la sangre de sus siervos."
    Y repitieron: "Aleluya. El humo de su incendio sube por los siglos de los siglos."
    Luego me dice: "Escribe: "Dichosos los invitados al banquete de bodas del Cordero.""
  • Salmo Responsorial: 99
    "Dichosos los invitados al banquete de bodas del Cordero."
    Aclama al Señor, tierra entera, / servid al Señor con alegría, / entrad en su presencia con vítores. R.
    Sabed que el Señor es Dios: / que él nos hizo y somos suyos, / su pueblo y ovejas de su rebaño. R.
    Entrad por sus puertas con acción de gracias, / por sus atrios con himnos, / dándole gracias y bendiciendo su nombre. R.
    "El Señor es bueno, / su misericordia es eterna, / su fidelidad por todas las edades." R.
  • Evangelio: Lucas 21, 20-28
    "Jerusalén será pisoteada por los gentiles, hasta que a los gentiles les llegue su hora"
    En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: "Cuando veáis a Jerusalén sitiada por ejércitos, sabed que está cerca su destrucción. Entonces los que estén en Judea, que huyan a la sierra; los que estén en la ciudad, que se alejen; los que estén en el campo, que no entren en la ciudad; porque serán días de venganza en que se cumplirá todo lo que está escrito. ¡Ay de las que estén encinta o criando en aquellos días! Porque habrá angustia tremenda en esta tierra y un castigo para este pueblo.
    Caerán a filo de espada, los llevarán cautivos a todas las naciones, Jerusalén será pisoteada por los gentiles, hasta que a los gentiles les llegue su hora. Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, enloquecidas por el estruendo del mar y el oleaje. Los hombres quedarán sin aliento por el miedo y la ansiedad ante lo que se le viene encima al mundo, pues las potencias del cielo temblarán. Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube con gran poder y gloria. Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación".

Día de Acción de Gracias

Este día nos debe llevar a recordar que nuestra vida como católicos es una constante acción de gracias


Por: Archbishop Jose H. Gomez | Fuente: www.satodayscatholic.com/ArchGomez.aspx




Para la mayoría de los norteamericanos, el Día de Acción de Gracias es un día especial, donde ante todo se celebra la unidad familiar. En efecto, las familias se reúnen en Thanksgiving con más frecuencia que en cualquier otra fiesta, incluyendo la Navidad, y según estadísticas de las tiendas, este es el día en que más comida se consume en el país.
Pero además de estos aspectos tradicionales del encuentro familiar y de la gran cena, está también el sentido religioso de esta fiesta, muy presente desde sus orígenes. Según la tradición, los peregrinos celebraron la primera cena de agradecimiento en 1621, junto a un grupo de nativos. El evento quería ante todo dar gracias a Dios por la abundancia de las cosechas en el nuevo mundo.
Con el paso de los años, esta celebración se convirtió en un evento nacional, finalmente sancionado por el mismo Presidente George Washington. Hoy, los católicos celebramos el Día de Acción de Gracias no sólo como una fiesta nacional, sino también como una fiesta auténticamente católica.
Digo que es una celebración verdaderamente católica porque incluso antes de la “primera” celebración de Thanksgiving en 1621 en suelo norteamericano, el 30 de abril de 1598, en Texas, Don Juan de Oñate ya había declarado oficialmente un “Día de Acción de Gracias”, que fue conmemorado con el santo sacrificio de la Misa.
Oñate hizo lo más propiamente católico: celebrar la Eucaristía, una palabra que viene del término griega Eukaristein, y que significa, precisamente “acción de gracias”. 
En efecto el Catecismo de la Iglesia Católica nos recuerda que “Creer en Dios, el Único, y amarlo con todo el ser tiene consecuencias inmensas para toda nuestra vida”, (CCC 222); y luego agrega que esto implica, “vivir en acción de gracias: Si Dios es el Único, todo lo que somos y todo lo que poseemos viene de él: ‘¿Qué tienes que no hayas recibido?’ (1 Co 4:7) ‘¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?’” (Sal 116:12) (CCC 224)
Esta es la razón por la cual, pese a que Thanksgiving no es una fiesta de guardar en el calendario católico, el calendario litúrgico de la Iglesia en los Estados Unidos lo celebra con la solemnidad de dos lecturas — una del Antiguo y otra del Nuevo Testamento — y con una emblemática lectura del Evangelio de Lucas: el pasaje del “Magnificat” pronunciado por la Santísima Virgen María, en la que ella declama una de las más hermosas y profundas acciones de gracias al amor infinito de Dios: “proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador, porque ha mirado la humildad de su sierva… porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí, y su nombre es santo”. (ver Lc 1: 41-55)
Aunque la Virgen María lo vivió de manera única y privilegiada, todos podemos decir que en nuestra vida, en nuestra familia, en Estados Unidos, podemos elevar nuestra acción de gracias a Dios porque nos ha dado más de lo que imaginamos o merecemos, simplemente porque, como nos dice nuestra Santa Madre, Él ha hecho obras grandes por nosotros, y su nombre es santo.
Por eso, los católicos no sólo debemos celebrar el Día de Acción de Gracias con profundo espíritu de oración, agradecimiento y alegría, sino que la celebración de este día nos debe llevar a recordar que nuestra vida como católicos es una constante acción de gracias, a través de nuestros actos de la vida cotidiana, que deben todos ellos dar gloria a Dios, y de manera especial a través de la celebración de la Eucaristía, que como nos dice el Catecismo: “La Eucaristía es un sacrificio de acción de gracias al Padre, una bendición por la cual la Iglesia expresa su reconocimiento a Dios por todos sus beneficios, por todo lo que ha realizado mediante la creación, la redención y la santificación. ‘Eucaristía’ significa, ante todo, acción de gracias”. (CCC 1360)
Este fin de semana iniciamos el tiempo especial del Adviento. A través de él nos preparamos para recibir el supremo regalo de Dios: su propio Hijo, hecho uno de nosotros para reconciliar a la humanidad.
Rezo de todo corazón a nuestra Santa Madre, la gran agradecida del Señor, para que nos prepare con un corazón lleno de acción de gracias para los grandes misterios de la Navidad.

miércoles, 26 de noviembre de 2014

Evangelio 26 de Noviembre de 2014

  • Primera Lectura: Apocalípsis 15, 1-4
    "Cantaban el cántico de Moisés y el cántico del Cordero"
    Yo, Juan, vi en el cielo otra señal, magnífica y sorprendente: siete ángeles que llevaban siete plagas, las últimas, pues con ellas se puso fin al furor de Dios.
    Vi una especie de mar de vidrio veteado de fuego; en la orilla estaban de pie los que habían vencido a la fiera, a su imagen y al número que es cifra de su nombre; tenían en la mano las arpas que Dios les había dado. Cantaban el cántico de Moisés, el siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: "Grandes y maravillosas son tus obras, Señor, Dios omnipotente, justos y verdaderos tus caminos, ¡oh Rey de los siglos! ¿Quién no temerá, Señor, y glorificará tu nombre? Porque tú solo eres santo, porque vendrán todas las naciones y se postrarán en tu acatamiento, porque tus juicios se hicieron manifiestos."
  • Salmo Responsorial: 97
    "Grandes y maravillosas son tus obras, Señor, Dios omnipotente."
    Cantad al Señor un cántico nuevo, / porque ha hecho maravillas: / su diestra le ha dado la victoria, / su santo brazo. R.
    El Señor da a conocer su victoria, / revela a las naciones su justicia: / se acordó de su misericordia y su fidelidad / en favor de la casa de Israel. R.
    Retumbe el mar y cuanto contiene, / la tierra y cuantos la habitan; / aplaudan los ríos, aclamen los montes. R.
    Al Señor, que llega para regir la tierra. / Regirá el orbe con justicia / y los pueblos con rectitud. R.
  • Evangelio: Lucas 21, 12-19
    "Todos os odiarán por causa mía, pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá"
    En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: "Os echarán mano, os perseguirán, estregándoos a los tribunales y a la cárcel, y os harán comparecer ante reyes y gobernadores por causa de mi nombre: así tendréis ocasión de dar testimonio. Haced propósito de no preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro. Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os traicionarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán por causa de mi nombre. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas".

Nunca te arrepentirás de amar tanto a alguien, esta chica es la prueba viava de eso

Video de una chica que es feliz con su decisión


Fuente: http://noticias.noticiascristianas.me/




Darby quedó embarazada a los 16 años, se puso a llorar y solo tenía 3 opciones: una, convertirse en madre, dos, realizarse un aborto, tres, darlo en adopción. Tomó una decisión que cambió su vida para siempre...
La doctora le dijo algo que le impactó: "He tenido a las mismas jovenes en la misma silla que tú, lamentando sus abortos, pero nunca he tenido una madre soltera que se haya arrepentido tener a su bebé".
Se puso a pensar, no sabía qué hacer, y con la ayuda de Dios decidió tener a su bebé, después de tener a su hijo con mucha emoción y gratitud dijo. "Dios quería que estuviera en este mundo", y añadió "me siento feliz de tenerlo en mi vida".
"Escoge la vida, nunca te arrepentirás, nunca te arrepentirás de amar tanto a alguien" - Darby
Estar embarazada a cualquier edad puede ser una experiencia abrumadora y atemorizante. Sin embargo, nuestros temores no deben cambiar o nos dan una visión diferente sobre el pequeño milagro que está creciendo dentro de nosotros.
"Todo el mundo tiene un propósito en este mundo y creo que todos los bebés enriquecen el mundo con su presencia. No puedo imaginar la vida sin mi hijo. El momento no era perfecto, pero la idea de que podría haber terminado en un contenedor de basura de hospital, es mucho más contundente que cualquier otra cosa que he tenido que enfrentar... Como mi doctora dijo, ella nunca ha conocido a nadie en más de veinte años que ha lamentado tener a su bebé, no importa lo difícil que era su situación. Yo sé que mi propia vida es mejor porque yo elegí la vida. No me arrepiento y por eso estoy agradecida". - Darby
LifeCanada, desde el año 2000, ha estado trabajando para educar a los canadienses en cuestiones vitales como el aborto y la salud de las mujeres a través de campañas nacionales.
Si estás pensando en abortar comunícate con nosotros pcalva@catholic.net en Catholic.net

lunes, 24 de noviembre de 2014

Evangelio 24 de Noviembre de 2014

  • Primera Lectura: Apocalípsis 14, 1-3. 4b-5
    "Llevaban grabado en la frente el nombre de Cristo y el de su Padre"
    Yo, Juan, miré y en la visión apareció el Cordero de pie sobre el monte Sión, y con él ciento cuarenta y cuatro mil que llevaban grabado en la frente el nombre del Cordero y el nombre de su Padre. Oí también un sonido que bajaba del cielo, parecido al estruendo del océano, y como el estampido de un trueno poderoso; era el son de arpistas que tañían sus arpas delante del trono, delante de los cuatro seres vivientes y los ancianos, cantando un cántico nuevo. Nadie podía aprender el cántico fuera de los ciento cuarenta y cuatro mil, los adquiridos en la tierra. Éstos son los que siguen al Cordero adondequiera que vaya; los adquirieron como primicias de la humanidad para Dios y el Cordero. En sus labios no hubo mentira, no tienen falta.
  • Salmo Responsorial: 23
    "Éste es el grupo que viene a tu presencia, Señor."
    Del Señor es la tierra y cuanto la llena, / el orbe y todos sus habitantes: / él la fundó sobre los mares, / él la afianzó sobre los ríos. R.
    ¿Quién puede subir al monte del Señor? / ¿Quién puede estar en el recinto sacro? / El hombre de manos inocentes / y puro corazón, / que no confía en los ídolos. R.
    Ése recibirá la bendición del Señor, / le hará justicia el Dios de salvación. / Éste es el grupo que busca al Señor, / que viene a tu presencia, Dios de Jacob. R.
  • Evangelio: Lucas 21, 1-4
    "Vio una viuda pobre que echaba dos reales"
    En aquel tiempo, alzando Jesús los ojos, vio unos ricos que echaban donativos en el cepillo del templo; vio también una viuda pobre que echaba dos reales, y dijo: "Sabed que esa pobre viuda ha echado más que nadie, porque todos los demás han echado de lo que les sobra; pero ella, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir".

El Evangelio Meditado

La viuda de las dos monedas
Tiempo Ordinario
Lucas 21, 1-4. Tiempo Ordinario. Cristo no mira las apariencias y no se ha quedado indiferente ante el gesto de la viuda.


Por: P . Clemente González | Fuente: Catholic.net



Del santo Evangelio según san Lucas 21, 1-4

En aquel tiempo, alzando Jesús la mirada, vio a unos ricos que echaban sus donativos en el arca del Tesoro; vio también a una viuda pobre que echaba allí dos moneditas, y dijo: De verdad os digo que esta viuda pobre ha echado más que todos. Porque todos éstos han echado como donativo de lo que les sobraba, ésta en cambio ha echado de lo que necesitaba, todo cuanto tenía para vivir.

Oración introductoria
Señor, contemplando el ejemplo de la viuda pobre del Evangelio, quiero ofrecerte mi vida entera, quiero entregártela sin reservas, como lo hizo la Virgen María. Concédeme tu gracia en esta oración para que este ofrecimiento sea una realidad al darte todo mi amor y todo mi ser, con alegría y generosidad.

Petición
Señor, enséñame a darlo todo por Ti y por los demás, con alegría, generosidad y caridad.

Meditación del Papa Francisco
Pero los pobres –y este es el tercer punto– no sólo son personas a las que les podemos dar algo. También ellos tienen algo que ofrecernos, que enseñarnos. ¡Tenemos tanto que aprender de la sabiduría de los pobres!
Un santo del siglo XVIII, Benito José Labre, que dormía en las calles de Roma y vivía de las limosnas de la gente, se convirtió en consejero espiritual de muchas personas, entre las que figuraban nobles y prelados. En cierto sentido, los pobres son para nosotros como maestros. Nos enseñan que una persona no es valiosa por lo que posee, por lo que tiene en su cuenta en el banco. Un pobre, una persona que no tiene bienes materiales, mantiene siempre su dignidad. Los pobres pueden enseñarnos mucho, también sobre la humildad y la confianza en Dios. En la parábola del fariseo y el publicano, Jesús presenta a este último como modelo porque es humilde y se considera pecador. También la viuda que echa dos pequeñas monedas en el tesoro del templo es un ejemplo de la generosidad de quien, aun teniendo poco o nada, da todo»(S.S. Francisco, Mensaje para la XXIX Jornada mundial de la juventud, enero 2014).

Reflexión
¡Qué hermosos ojos tiene nuestro Redentor que tan bellamente posa su mirada en cada uno de nuestros actos! A Cristo no le es indiferente cuanto podamos hacer, sobre todo, cuando son pequeñas menudencias que sólo Él ha visto y que sabrá premiar en su debido tiempo.

Hay en la escena algunos ricos echando grandes cantidades de dinero para Dios. Es lo que significa su ofrenda al Templo. Está lejos de Él una condena a los ricos, como alguna literatura ha querido ver en este y otros pasajes. Al contrario, seguramente se sintió a gusto al ver cómo los que cuentan con los medios necesarios, ponen en práctica la hermosa virtud de la magnificencia. ¡Qué sería del Templo, de las grandes obras de la Iglesia si no hubiera gente generosa a lo grande! Además está muy lejos de Cristo esa clase de favoritismos por unos o por otros. Y es que Dios no mira las apariencias como los hombres.

Precisamente porque no mira las apariencias se impresionó por el gesto de esa mujer pobre. Lo ha dado todo para Dios, ¡todo lo que tenía para su existencia! Y Cristo no se ha quedado indiferente ante tan grandioso gesto. Si hasta lo ha comunicado a sus apóstoles como diciendo: “aprended de esa mujer lo que es creer de veras en Dios”. Darlo todo. Y hay tanta gente que lo da todo en nuestro mundo del siglo XXI y, quizás sería importante abrir más los ojos y no dejarnos impresionar por las apariencias sino mirar con la mirada de Cristo y obrar con la generosidad de esa viuda. Porque para Dios ella no ha quedado desamparada. Porque a los que así obran Dios no los abandona sino que se conmueve de amor ante sus pequeños actos de generosidad. Pensemos sólo que gracias a ese pequeño acto de la viuda ella sigue siendo hasta ahora modelo para nosotros.

Propósito
No ofrecer lo que me sobra, tomar ejemplo de la viuda que da todo lo que tenía para vivir, y así se da a sí misma. Dar mi tiempo al escuchar con antención, acompañar, ayudar, agradecer, servir a los demás.

Diálogo con Cristo
Señor, no te puedo dar nada que no haya recibido de Ti, por lo que pongo en tus manos mi amor y mi total dependencia a tu voluntad. Con tu gracia podré vivir desprendido de las cosas y sabré darme con más generosidad y más amor a los demás.

Evangelio 23 de Noviembre de 2014

  • Primera Lectura: Ezequiel 34,11-12.15-17
    "A vosotras, mis ovejas, voy a juzgar entre oveja y oveja"
    Así dice el Señor Dios: "Yo mismo en persona buscaré a mis ovejas, siguiendo su rastro. Como sigue el pastor el rastro de su rebaño, cuando las ovejas se le dispersan, así seguiré yo el rastro de mis ovejas y las libraré, sacándolas de todos los lugares por donde se desperdigaron un día de oscuridad y nubarrones. Yo mismo apacentaré mis ovejas, yo mismo las haré sestear -oráculo del Señor Dios-. Buscaré las ovejas perdidas, recogeré a las descarriadas; vendaré a las heridas; curaré a las enfermas: a las gordas y fuertes las guardaré y las apacentaré como es debido. Y a vosotras, mis ovejas, así dice el Señor: Voy a juzgar entre oveja y oveja, entre carnero y macho cabrío."
  • Salmo Responsorial: 22
    "El Señor es mi pastor, nada me falta."
    El Señor es mi pastor, nada me falta: / en verdes praderas me hace recostar. R.
    Me conduce hacia fuentes tranquilas / y repara mis fuerzas; / me guía por el sendero justo, / por el honor de su nombre. R.
    Preparas una mesa ante mí, / enfrente de mis enemigos; / me unges la cabeza con perfume, / y mi copa rebosa. R.
    Tu bondad y tu misericordia me acompañan / todos los días de mi vida, / y habitaré en la casa del Señor / por años sin término. R.
  • Segunda Lectura: I Corintios 15,20-26.28
    "Devolverá a Dios Padre su reino, y así Dios lo será todo para todos"
    Hermanos: Cristo resucitó de entre los muertos: el primero de todos. Si por un hombre vino la muerte, por un hombre ha venido la resurrección. Si por Adán murieron todos, por Cristo todos volverán a la vida. Pero cada uno en su puesto: primero Cristo, como primicia; después, cuando él vuelva, todos los que son de Cristo; después los últimos, cuando Cristo devuelva a Dios Padre su reino, una vez aniquilado todo principado, poder y fuerza. Cristo tiene que reinar hasta que Dios haga de sus enemigos estrado de sus pies. El último enemigo aniquilado será la muerte. Y, cuando todo esté sometido, entonces también el Hijo se someterá a Dios, al que se lo había sometido todo. Y así Dios lo será todo para todos.
  • Evangelio: Mateo 25,31-46
    "Se sentará en el trono de su gloria y separará a unos de otros"
    En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria, y serán reunidas ante él todas las naciones. Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda.
    Entonces dirá el rey a los de su derecha: "Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme." Entonces los justos le contestarán: "Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?" Y el rey les dirá: "Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis."
    Y entonces dirá a los de su izquierda: "Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de deber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis." Entonces también éstos contestarán: "Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?" Y él replicará: "Os aseguro que cada vez que no lo hicisteis con uno de éstos, los humildes, tampoco lo hicisteis conmigo." Y éstos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna."