sábado, 18 de abril de 2020

Lecturas 18 de Abril de 2020

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Hechos 4:13-21
    13 Viendo la valentía de Pedro y Juan, y sabiendo que eran hombres sin instrucción ni cultura, estaban maravillados. Reconocían, por una parte, que habían estado con Jesús;
    14 y al mismo tiempo veían de pie, junto a ellos, al hombre que había sido curado; de modo que no podían replicar.
    15 Les mandaron salir fuera del Sanedrín y deliberaban entre ellos.
    16 Decían: «¿Qué haremos con estos hombres? Es evidente para todos los habitantes de Jerusalén, que ellos han realizado una señal manifiesta, y no podemos negarlo.
    17 Pero a fin de que esto no se divulgue más entre el pueblo, amenacémosles para que no hablen ya más a nadie en este nombre.»
    18 Les llamaron y les mandaron que de ninguna manera hablasen o enseñasen en el nombre de Jesús.
    19 Mas Pedro y Juan les contestaron: «Juzgad si es justo delante de Dios obedeceros a vosotros más que a Dios.
    20 No podemos nosotros dejar de hablar de lo que hemos visto y oído.»
    21 Ellos, después de haberles amenazado de nuevo, les soltaron, no hallando manera de castigarles, a causa del pueblo, porque todos glorificaban a Dios por lo que había occurrido,
  • Salmo responsorial

    Salmo 118:1, 14-21
    1 ¡Dad gracias a Yahveh, porque es bueno, porque es eterno su amor!
    14 mi fuerza y mi cántico es Yahveh, él ha sido para mí la salvación.
    15 Clamor de júbilo y salvación, en las tiendas de los justos: «¡La diestra de Yahveh hace proezas,
    16 excelsa la diestra de Yahveh, la diestra de Yahveh hace proezas!»
    17 No, no he de morir, que viviré, y contaré las obras de Yahveh;
    18 me castigó, me castigó Yahveh, pero a la muerte no me entregó.
    19 ¡Abridme las puertas de justicia, entraré por ellas, daré gracias a Yahveh!
    20 Aquí está la puerta de Yahveh, por ella entran los justos.
    21 Gracias te doy, porque me has respondido, y has sido para mí la salvación.
  • Evangelio

    Marcos 16:9-15
    9 Jesús resucitó en la madrugada, el primer día de la semana, y se apareció primero a María Magdalena, de la que había echado siete demonios.
    10 Ella fue a comunicar la noticia a los que habían vivido con él, que estaban tristes y llorosos.
    11 Ellos, al oír que vivía y que había sido visto por ella, no creyeron.
    12 Después de esto, se apareció, bajo otra figura, a dos de ellos cuando iban de camino a una aldea.
    13 Ellos volvieron a comunicárselo a los demás; pero tampoco creyeron a éstos.
    14 Por último, estando a la mesa los once discípulos, se les apareció y les echó en cara su incredulidad y su dureza de corazón, por no haber creído a quienes le habían visto resucitado.
    15 Y les dijo: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación.

viernes, 17 de abril de 2020

Lecturas 17 de Abril de 2020

  • Primera lectura

    Hechos 4:1-12
    1 Estaban hablando al pueblo, cuando se les presentaron los sacerdotes, el jefe de la guardia del Templo y los saduceos,
    2 molestos porque enseñaban al pueblo y anunciaban en la persona de Jesús la resurrección de los muertos.
    3 Les echaron mano y les pusieron bajo custodia hasta el día siguiente, pues había caído ya la tarde.
    4 Sin embargo, muchos de los que oyeron la Palabra creyeron; y el número de hombres llegó a unos 5.000.
    5 Al día siguiente se reunieron en Jerusalén sus jefes, ancianos y escribas,
    6 el Sumo Sacerdote Anás, Caifás, Jonatán, Alejandro y cuantos eran de la estirpe de sumos sacerdotes.
    7 Les pusieron en medio y les preguntaban: «¿Con qué poder o en nombre de quién habéis hecho vosotros eso?»
    8 Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: «Jefes del pueblo y ancianos,
    9 puesto que con motivo de la obra realizada en un enfermo somos hoy interrogados por quién ha sido éste curado,
    10 sabed todos vosotros y todo el pueblo de Israel que ha sido por el nombre de Jesucristo, el Nazoreo, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de entre los muertos; por su nombre y no por ningún otro se presenta éste aquí sano delante de vosotros.
    11 El es la piedra que vosotros, los constructores, habéis despreciado y que se ha convertido en piedra angular.
    12 Porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el que nosotros debamos salvarnos.»
  • Salmo responsorial

    Salmo 118:1-2, 4, 22-27
    1 ¡Dad gracias a Yahveh, porque es bueno, porque es eterno su amor!
    2 ¡Diga la casa de Israel: que es eterno su amor!
    4 ¡Digan los que temen a Yahveh: que es eterno su amor!
    22 La piedra que los constructores desecharon en piedra angular se ha convertido;
    23 esta ha sido la obra de Yahveh, una maravilla a nuestros ojos.
    24 ¡Este es el día que Yahveh ha hecho, exultemos y gocémonos en él!
    25 ¡Ah, Yahveh, da la salvación! ¡Ah, Yahveh, da el éxito!
    26 ¡Bendito el que viene en el nombre de Yahveh! Desde la Casa de Yahveh os bendecimos.
    27 Yahveh es Dios, él nos ilumina. ¡Cerrad la procesión, ramos en mano, hasta los cuernos del altar!
  • Evangelio

    Juan 21:1-14
    1 Después de esto, se manifestó Jesús otra vez a los discípulos a orillas del mar de Tiberíades. Se manifestó de esta manera.
    2 Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, llamado el Mellizo, Natanael, el de Caná de Galilea, los de Zebedeo y otros dos de sus discípulos.
    3 Simón Pedro les dice: «Voy a pescar.» Le contestan ellos: «También nosotros vamos contigo.» Fueron y subieron a la barca, pero aquella noche no pescaron nada.
    4 Cuando ya amaneció, estaba Jesús en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús.
    5 Díceles Jesús: «Muchachos, ¿no tenéis pescado?» Le contestaron: «No.»
    6 El les dijo: «Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis.» La echaron, pues, y ya no podían arrastrarla por la abundancia de peces.
    7 El discípulo a quien Jesús amaba dice entonces a Pedro: «Es el Señor», se puso el vestido - pues estaba desnudo - y se lanzó al mar.
    8 Los demás discípulos vinieron en la barca, arrastrando la red con los peces; pues no distaban mucho de tierra, sino unos doscientos codos.
    9 Nada más saltar a tierra, ven preparadas unas brasas y un pez sobre ellas y pan.
    10 Díceles Jesús: «Traed algunos de los peces que acabáis de pescar.»
    11 Subió Simón Pedro y sacó la red a tierra, llena de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y, aun siendo tantos, no se rompió la red.
    12 Jesús les dice: «Venid y comed.» Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: «¿Quién eres tú?», sabiendo que era el Señor.
    13 Viene entonces Jesús, toma el pan y se lo da; y de igual modo el pez.
    14 Esta fue ya la tercera vez que Jesús se manifestó a los discípulos después de resucitar de entre los muertos.

jueves, 16 de abril de 2020

Lecturas 16 de Abril de 2020

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Hechos 3:11-26
    11 Como él no soltaba a Pedro y a Juan, todo el pueblo, presa de estupor, corrió donde ellos al pórtico llamado de Salomón.
    12 Pedro, al ver esto, se dirigió al pueblo: «Israelitas, ¿por qué os admiráis de esto, o por qué nos miráis fijamente, como si por nuestro poder o piedad hubiéramos hecho caminar a éste?
    13 El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su siervo Jesús, a quien vosotros entregasteis y de quien renegasteis ante Pilato, cuando éste estaba resuelto a ponerle en libertad.
    14 Vosotros renegasteis del Santo y del Justo, y pedisteis que se os hiciera gracia de un asesino,
    15 y matasteis al Jefe que lleva a la Vida. Pero Dios le resucitó de entre los muertos, y nosotros somos testigos de ello.
    16 Y por la fe en su nombre, este mismo nombre ha restablecido a éste que vosotros veis y conocéis; es, pues, la fe dada por su medio la que le ha restablecido totalmente ante todos vosotros.
    17 «Ya sé yo, hermanos, que obrasteis por ignorancia, lo mismo que vuestros jefes.
    18 Pero Dios dio cumplimiento de este modo a lo que había anunciado por boca de todos los profetas: que su Cristo padecería.
    19 Arrepentíos, pues, y convertíos, para que vuestros pecados sean borrados,
    20 a fin de que del Señor venga el tiempo de la consolación y envíe al Cristo que os había sido destinado, a Jesús,
    21 a quien debe retener el cielo hasta el tiempo de la restauración universal, de que Dios habló por boca de sus santos profetas.
    22 Moisés efectivamente dijo: El Señor Dios os suscitará un profeta como yo de entre vuestros hermanos; escuchadle todo cuanto os diga.
    23 Todo el que no escuche a ese profeta, sea exterminado del pueblo.
    24 Y todos los profetas que desde Samuel y sus sucesores han hablado, anunciaron también estos días.
    25 «Vosotros sois los hijos de los profetas y de la alianza que Dios estableció con vuestros padres al decir a Abraham: En tu descendencia serán bendecidas todas las familias de la tierra.
    26 Para vosotros en primer lugar ha resucitado Dios a su Siervo y le ha enviado para bendeciros, apartándoos a cada uno de vuestras iniquidades.»
  • Salmo responsorial

    Salmo 8:2, 5-9
    2 ¡Oh Yahveh, Señor nuestro, qué glorioso tu nombre por toda la tierra! Tú que exaltaste tu majestad sobre los cielos,
    5 ¿qué es el hombre para que de él te acuerdes, el hijo de Adán para que de él te cuides?
    6 Apenas inferior a un dios le hiciste, coronándole de gloria y de esplendor;
    7 le hiciste señor de las obras de tus manos, todo fue puesto por ti bajo sus pies:
    8 ovejas y bueyes, todos juntos, y aun las bestias del campo,
    9 y las aves del cielo, y los peces del mar, que surcan las sendas de las aguas.
  • Evangelio

    Lucas 24:35-48
    35 Ellos, por su parte, contaron lo que había pasado en el camino y cómo le habían conocido en la fracción del pan.
    36 Estaban hablando de estas cosas, cuando él se presentó en medio de ellos y les dijo: «La paz con vosotros.»
    37 Sobresaltados y asustados, creían ver un espíritu.
    38 Pero él les dijo: «¿Por qué os turbáis, y por qué se suscitan dudas en vuestro corazón?
    39 Mirad mis manos y mis pies; soy yo mismo. Palpadme y ved que un espíritu no tiene carne y huesos como véis que yo tengo.»
    40 Y, diciendo esto, los mostró las manos y los pies.
    41 Como ellos no acabasen de creerlo a causa de la alegría y estuviesen asombrados, les dijo: «¿Tenéis aquí algo de comer?»
    42 Ellos le ofrecieron parte de un pez asado.
    43 Lo tomó y comió delante de ellos.
    44 Después les dijo: «Estas son aquellas palabras mías que os hablé cuando todavía estaba con vosotros: "Es necesario que se cumpla todo lo que está escrito en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos acerca de mí."»
    45 Y, entonces, abrió sus inteligencias para que comprendieran las Escrituras,
    46 y les dijo: «Así está escrito que el Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos al tercer día
    47 y se predicara en su nombre la conversión para perdón de los pecados a todas las naciones, empezando desde Jerusalén.
    48 Vosotros sois testigos de estas cosas.

miércoles, 15 de abril de 2020

Lecturas 15 de Abril de 2020

  • Primera lectura

    Hechos 3:1-10
    1 Pedro y Juan subían al Templo para la oración de la hora nona.
    2 Había un hombre, tullido desde su nacimiento, al que llevaban y ponían todos los días junto a la puerta del Templo llamada Hermosa para que pidiera limosna a los que entraban en el Templo.
    3 Este, al ver a Pedro y a Juan que iban a entrar en el Templo, les pidió una limosna.
    4 Pedro fijó en él la mirada juntamente con Juan, y le dijo: «Míranos.»
    5 El les miraba con fijeza esperando recibir algo de ellos.
    6 Pedro le dijo: «No tengo plata ni oro; pero lo que tengo, te doy: en nombre de Jesucristo, el Nazoreo, ponte a andar.»
    7 Y tomándole de la mano derecha le levantó. Al instante cobraron fuerza sus pies y tobillos,
    8 y de un salto se puso en pie y andaba. Entró con ellos en el Templo andando, saltando y alabando a Dios.
    9 Todo el pueblo le vio cómo andaba y alababa a Dios;
    10 le reconocían, pues él era el que pedía limosma sentado junto a la puerta Hermosa del Templo. Y se quedaron llenos de estupor y asombro por lo que había sucedido.
  • Salmo responsorial

    Salmo 105:1-4, 6-9
    1 ¡Dad gracias a Yahveh, aclamad su nombre, divulgad entre los pueblos sus hazañas!
    2 ¡Cantadle, salmodiad para él, sus maravillas todas recitad;
    3 gloriaos en su santo nombre, se alegre el corazón de los que buscan a Yahveh!
    4 ¡Buscad a Yahveh y su fuerza, id tras su rostro sin descanso,
    6 Raza de Abraham, su servidor, hijos de Jacob, su elegido:
    7 él, Yahveh, es nuestro Dios, por toda la tierra sus juicios.
    8 El se acuerda por siempre de su alianza, palabra que impuso a mil generaciones,
    9 lo que pactó con Abraham, el juramento que hizo a Isaac,
  • Evangelio

    Lucas 24:13-35
    13 Aquel mismo día iban dos de ellos a un pueblo llamado Emaús, que distaba sesenta estadios de Jerusalén,
    14 y conversaban entre sí sobre todo lo que había pasado.
    15 Y sucedió que, mientras ellos conversaban y discutían, el mismo Jesús se acercó y siguió con ellos;
    16 pero sus ojos estaban retenidos para que no le conocieran.
    17 El les dijo: «¿De qué discutís entre vosotros mientras vais andando?» Ellos se pararon con aire entristecido.
    18 Uno de ellos llamado Cleofás le respondió: «¿Eres tú el único residente en Jerusalén que no sabe las cosas que estos días han pasado en ella?»
    19 El les dijo: «¿Qué cosas?» Ellos le dijeron: «Lo de Jesús el Nazoreo, que fue un profeta poderoso en obras y palabras delante de Dios y de todo el pueblo;
    20 cómo nuestros sumos sacerdotes y magistrados le condenaron a muerte y le crucificaron.
    21 Nosotros esperábamos que sería él el que iba a librar a Israel; pero, con todas estas cosas, llevamos ya tres días desde que esto pasó.
    22 El caso es que algunas mujeres de las nuestras nos han sobresaltado, porque fueron de madrugada al sepulcro,
    23 y, al no hallar su cuerpo, vinieron diciendo que hasta habían visto una aparición de ángeles, que decían que él vivía.
    24 Fueron también algunos de los nuestros al sepulcro y lo hallaron tal como las mujeres habían dicho, pero a él no le vieron.»
    25 El les dijo: «¡Oh insensatos y tardos de corazón para creer todo lo que dijeron los profetas!
    26 ¿No era necesario que el Cristo padeciera eso y entrara así en su gloria?»
    27 Y, empezando por Moisés y continuando por todos los profetas, les explicó lo que había sobre él en todas las Escrituras.
    28 Al acercarse al pueblo a donde iban, él hizo ademán de seguir adelante.
    29 Pero ellos le forzaron diciéndole: «Quédate con nosotros, porque atardece y el día ya ha declinado.» Y entró a quedarse con ellos.
    30 Y sucedió que, cuando se puso a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando.
    31 Entonces se les abrieron los ojos y le reconocieron, pero él desapareció de su lado.
    32 Se dijeron uno a otro: «¿No estaba ardiendo nuestro corazón dentro de nosotros cuando nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?»
    33 Y, levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén y encontraron reunidos a los Once y a los que estaban con ellos,
    34 que decían: «¡Es verdad! ¡El Señor ha resucitado y se ha aparecido a Simón!»
    35 Ellos, por su parte, contaron lo que había pasado en el camino y cómo le habían conocido en la fracción del pan.

martes, 14 de abril de 2020

Lecturas 14 de Abril de 2020

  • Primera lectura

    Hechos 2:36-41
    36 «Sepa, pues, con certeza toda la casa de Israel que Dios ha constituido Señor y Cristo a este Jesús a quien vosotros habéis crucificado.»
    37 Al oír esto, dijeron con el corazón compungido a Pedro y a los demás apóstoles: «¿Qué hemos de hacer, hermanos?»
    38 Pedro les contestó: «Convertíos y que cada uno de vosotros se haga bautizar en el nombre de Jesucristo, para remisión de vuestros pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo;
    39 pues la Promesa es para vosotros y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos, para cuantos llame el Señor Dios nuestro.»
    40 Con otras muchas palabras les conjuraba y les exhortaba: «Salvaos de esta generación perversa.»
    41 Los que acogieron su Palabra fueron bautizados. Aquel día se les unieron unas 3.000 almas.
  • Salmo responsorial

    Salmo 33:4-5, 18-20, 22
    4 Pues recta es la palabra de Yahveh, toda su obra fundada en la verdad;
    5 él ama la justicia y el derecho, del amor de Yahveh está llena la tierra.
    18 Los ojos de Yahveh están sobre quienes le temen, sobre los que esperan en su amor,
    19 para librar su alma de la muerte, y sostener su vida en la penuria.
    20 Nuestra alma en Yahveh espera, él es nuestro socorro y nuestro escudo;
    22 Sea tu amor, Yahveh, sobre nosotros, como está en ti nuestra esperanza.
  • Evangelio

    Juan 20:11-18
    11 Estaba María junto al sepulcro fuera llorando. Y mientras lloraba se inclinó hacia el sepulcro,
    12 y ve dos ángeles de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y otro a los pies.
    13 Dícenle ellos: «Mujer, ¿por qué lloras?» Ella les respondió: «Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto.»
    14 Dicho esto, se volvió y vio a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús.
    15 Le dice Jesús: «Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?» Ella, pensando que era el encargado del huerto, le dice: «Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo me lo llevaré.»
    16 Jesús le dice: «María.» Ella se vuelve y le dice en hebreo: «Rabbuní» - que quiere decir: «Maestro» -.
    17 Dícele Jesús: «No me toques, que todavía no he subido al Padre. Pero vete donde mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios y vuestro Dios.»
    18 Fue María Magdalena y dijo a los discípulos que había visto al Señor y que había dicho estas palabras.

lunes, 13 de abril de 2020

Lecturas 13 de Abril de 2020

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Hechos 2:14, 22-33
    14 Entonces Pedro, presentándose con los Once, levantó su voz y les dijo: «Judíos y habitantes todos de Jerusalén: Que os quede esto bien claro y prestad atención a mis palabras:
    22 «Israelitas, escuchad estas palabras: A Jesús, el Nazoreo, hombre acreditado por Dios entre vosotros con milagros, prodigios y señales que Dios hizo por su medio entre vosotros, como vosotros mismos sabéis,
    23 a éste, que fue entregado según el determinado designio y previo conocimiento de Dios, vosotros le matasteis clavándole en la cruz por mano de los impíos;
    24 a éste, pues, Dios le resucitó librándole de los dolores del Hades, pues no era posible que quedase bajo su dominio;
    25 porque dice de él David: Veía constantemente al Señor delante de mí, puesto que está a mi derecha, para que no vacile.
    26 Por eso se ha alegrado mi corazón y se ha alborozado mi lengua, y hasta mi carne reposará en la esperanza
    27 de que no abandonarás mi alma en el Hades ni permitirás que tu santo experimente la corrupción.
    28 Me has hecho conocer caminos de vida, me llenarás de gozo con tu rostro.
    29 «Hermanos, permitidme que os diga con toda libertad cómo el patriarca David murió y fue sepultado y su tumba permanece entre nosotros hasta el presente.
    30 Pero como él era profeta y sabía que Dios le había asegurado con juramento que se sentaría en su trono un descendiente de su sangre,
    31 vio a lo lejos y habló de la resurrección de Cristo, que ni fue abandonado en el Hades ni su carne experimentó la corrupción.
    32 A este Jesús Dios le resucitó; de lo cual todos nosotros somos testigos.
    33 Y exaltado por la diestra de Dios, ha recibido del Padre el Espíritu Santo prometido y ha derramado lo que vosotros veis y oís.
  • Salmo responsorial

    Salmo 16:1-2, 5, 7-11
    1 media voz. De David. Guárdame, oh Dios, en ti está mi refugio.
    2 Yo digo a Yahveh: «Tú eres mi Señor. mi bien, nada hay fuera de ti»;
    5 Yahveh, la parte de mi herencia y de mi copa, tú mi suerte aseguras;
    7 Bendigo a Yahveh que me aconseja; aun de noche mi conciencia me instruye;
    8 pongo a Yahveh ante mí sin cesar; porque él está a mi diestra, no vacilo.
    9 Por eso se me alegra el corazón, mis entrañas retozan, y hasta mi carne en seguro descansa;
    10 pues no has de abandonar mi alma al seol, ni dejarás a tu amigo ver la fosa.
    11 Me enseñarás el caminó de la vida, hartura de goces, delante de tu rostro, a tu derecha, delicias para siempre.
  • Evangelio

    Mateo 28:8-15
    8 Ellas partieron a toda prisa del sepulcro, con miedo y gran gozo, y corrieron a dar la noticia a sus discípulos.
    9 En esto, Jesús les salió al encuentro y les dijo: «¡Dios os guarde!» Y ellas, acercándose, se asieron de sus pies y le adoraron.
    10 Entonces les dice Jesús: «No temáis. Id, avisad a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán.»
    11 Mientras ellas iban, algunos de la guardia fueron a la ciudad a contar a los sumos sacerdotes todo lo que había pasado.
    12 Estos, reunidos con los ancianos, celebraron consejo y dieron una buena suma de dinero a los soldados,
    13 advirtiéndoles: «Decid: "Sus discípulos vinieron de noche y le robaron mientras nosotros dormíamos."
    14 Y si la cosa llega a oídos del procurador, nosotros le convenceremos y os evitaremos complicaciones.»
    15 Ellos tomaron el dinero y procedieron según las instrucciones recibidas. Y se corrió esa versión entre los judíos, hasta el día de hoy.

domingo, 12 de abril de 2020

Lecturas 12 de Abril de 2020

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Hechos 10:34, 37-43
    34 Entonces Pedro tomó la palabra y dijo: «Verdaderamente comprendo que Dios no hace acepción de personas,
    37 Vosotros sabéis lo sucedido en toda Judea, comenzando por Galilea, después que Juan predicó el bautismo;
    38 cómo Dios a Jesús de Nazaret le ungió con el Espíritu Santo y con poder, y cómo él pasó haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el Diablo, porque Dios estaba con él;
    39 y nosotros somos testigos de todo lo que hizo en la región de los judíos y en Jerusalén; a quien llegaron a matar colgándole de un madero;
    40 a éste, Dios le resucitó al tercer día y le concedió la gracia de aparecerse,
    41 no a todo el pueblo, sino a los testigos que Dios había escogido de antemano, a nosotros que comimos y bebimos con él después que resucitó de entre los muertos.
    42 Y nos mandó que predicásemos al Pueblo, y que diésemos testimonio de que él está constituido por Dios juez de vivos y muertos.
    43 De éste todos los profetas dan testimonio de que todo el que cree en él alcanza, por su nombre, el perdón de los pecados.»
  • Salmo responsorial

    Salmo 118:1-2, 16-17, 22-23
    1 ¡Dad gracias a Yahveh, porque es bueno, porque es eterno su amor!
    2 ¡Diga la casa de Israel: que es eterno su amor!
    16 excelsa la diestra de Yahveh, la diestra de Yahveh hace proezas!»
    17 No, no he de morir, que viviré, y contaré las obras de Yahveh;
    22 La piedra que los constructores desecharon en piedra angular se ha convertido;
    23 esta ha sido la obra de Yahveh, una maravilla a nuestros ojos.
  • Segunda lectura

    Colosenses 3:1-4
    1 Así pues, si habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.
    2 Aspirad a las cosas de arriba, no a las de la tierra.
    3 Porque habéis muerto, y vuestra vida está oculta con Cristo en Dios.
    4 Cuando aparezca Cristo, vida vuestra, entonces también vosotros apareceréis gloriosos con él.

    O también:
    I Corintios 5:6-8
    6 ¡No es como para gloriaros! ¿No sabéis que un poco de levadura fermenta toda la masa?
    7 Puruficaos de la levadura vieja, para ser masa nueva; pues sois ázimos. Porque nuestro cordero pascual, Cristo, ha sido inmolado.
    8 Así que, celebremos la fiesta, no con vieja levadura, ni con levadura de malicia e inmoralidad, sino con ázimos de pureza y verdad.
  • Evangelio

    Juan 20:1-9
    1 El primer día de la semana va María Magdalena de madrugada al sepulcro cuando todavía estaba oscuro, y ve la piedra quitada del sepulcro.
    2 Echa a correr y llega donde Simón Pedro y donde el otro discípulo a quien Jesús quería y les dice: «Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto.»
    3 Salieron Pedro y el otro discípulo, y se encaminaron al sepulcro.
    4 Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió por delante más rápido que Pedro, y llegó primero al sepulcro.
    5 Se inclinó y vio las vendas en el suelo; pero no entró.
    6 Llega también Simón Pedro siguiéndole, entra en el sepulcro y ve las vendas en el suelo,
    7 y el sudario que cubrió su cabeza, no junto a las vendas, sino plegado en un lugar aparte.
    8 Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado el primero al sepulcro; vio y creyó,
    9 pues hasta entonces no habían comprendido que según la Escritura Jesús debía resucitar de entre los muertos.