sábado, 7 de junio de 2014

Evangelio 7 de Junio de 2014

  • Primera Lectura: Hechos 28,16-20.30-31
    "Vivió en Roma, predicando el reino de Dios"
    Cuando llegamos a Roma, le permitieron a Pablo vivir por su cuenta en una casa, con un soldado que lo vigilase. Tres días después, convocó a los judíos principales; cuando se reunieron, les dijo: "Hermanos, estoy aquí preso sin haber hecho nada contra el pueblo ni las tradiciones de nuestros padres; en Jerusalén me entregaron a los romanos. Me interrogaron y querían ponerme en libertad, porque no encontraban nada que mereciera la muerte; pero, como los judíos se oponían, tuve que apelar al César; aunque no es que tenga intención de acusar a mi pueblo. Por este motivo he querido veros y hablar con vosotros; pues por la esperanza de Israel llevo encima estas cadenas."
    Vivió allí dos años enteros a su propia costa, recibiendo a todos los que acudían, predicándoles el reino de Dios y enseñando lo que se refiere al Señor Jesucristo con toda libertad, sin estorbos.
  • Salmo Responsorial: 10
    "Los buenos verán tu rostro, Señor"
    El Señor está en su templo santo, / el Señor tiene su trono en el cielo; / sus ojos están observando, / sus pupilas examinan a los hombres. R.
    El Señor examina a inocentes y culpables, / y al que ama la violencia él lo odia. / Porque el Señor es justo y ama la justicia: / los buenos verán su rostro. R.
  • Evangelio: Juan 21,20-25
    "Éste es el discípulo que ha escrito todo esto, y su testimonio es verdadero"
    En aquel tiempo, Pedro, volviéndose, vio que los seguía el discípulo a quien Jesús tanto amaba, el mismo que en la cena se había apoyado en su pecho y le había preguntado: "Señor, ¿quién es el que te va a entregar?" Al verlo, Pedro dice a Jesús: "Señor, y éste ¿qué?" Jesús le contesta: "Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿a ti qué? Tú sígueme." Entonces se empezó a correr entre los hermanos el rumor de que ese discípulo no moriría. Pero no le dijo Jesús que no moriría, sino: "Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿a ti qué?"
    Éste es el discípulo que da testimonio de todo esto y lo ha escrito; y nosotros sabemos que su testimonio es verdadero. Muchas otras cosas hizo Jesús. Si se escribieran una por una, pienso que los libros no cabrían ni en todo el mundo

El Papa Francisco asegura que la oración lo puede todo

Foto ACI Prensa
Foto ACI Prensa
VATICANO, 07 Jun. 14 / 07:23 am (ACI).- A través de su cuenta de Twitter y en la antesala del encuentro por la paz que sostendrá este domingo en el Vaticano con los presidentes de Palestina e Israel, el Papa Francisco escribió que “la oración lo puede todo”.
Utilizando el hashtag #weprayforpeace, el Santo Padre escribió que “la oración lo puede todo. Pidamos por la paz en Oriente Medio y en todo el mundo”.

Con esta afirmación el Pontífice prepara el terreno para el encuentro por la paz cuyos detalles fueron explicados ayer por el director de la sala de prensa del Vaticano, el Padre Federico Lombardi.
El Papa recibirá en la Casa Santa Marta a los presidentes de Palestina e Israel, Mahmoud Abbas y Shimon Peres, respectivamente, con quienes luego rezará de acuerdo a las tradiciones judía, cristiana y musulmana.
Tras la oración sostendrán un encuentro privado acompañados del Patriarca ortodoxo Bartolomé I con quien el Papa Francisco sostuvo una importante reunión en su viaje a Tierra Santa que se realizó del 24 al 26 de mayo.

viernes, 6 de junio de 2014

Evangelio 6 de Junio de 2014

  • Primera Lectura: Hechos 25,13-21
    "Un difunto llamado Jesús, que Pablo sostiene que está vivo"
    En aquellos días, el rey Agripa llegó a Cesarea con Berenice para cumplimentar a Festo, y se entretuvieron allí bastantes días. Festo expuso al rey el caso de Pablo, diciéndole: "Tengo aquí un preso, que ha dejado Félix; cuando fui a Jerusalén, los sumos sacerdotes y los ancianos judíos presentaron acusación contra él, pidiendo su condena. Les respondí que no es costumbre romana ceder a un hombre por las buenas; primero el acusado tiene que carearse con sus acusadores, para que tenga ocasión de defenderse. Vinieron conmigo a Cesarea, y yo, sin dar largas al asunto, al día siguiente me senté en el tribunal y mandé traer a este hombre. Pero, cuando los acusadores tomaron la palabra, no adujeron ningún cargo grave de los que yo suponía; se trataba sólo de ciertas discusiones acerca de su religión y de un difunto llamado Jesús, que Pablo sostiene que está vivo. Yo, perdido en semejante discusión, le pregunté si quería ir a Jerusalén a que lo juzgase allí. Pero, como Pablo ha apelado, pidiendo que lo deje en la cárcel, para que decida su majestad, he dado orden de tenerlo en prisión hasta que pueda remitirlo al César."
  • Salmo Responsorial: 102
    "El Señor puso en el cielo su trono."
    Bendice, alma mía, al Señor, / y todo mi ser a su santo nombre. / Bendice, alma mía, al Señor, / y no olvides sus beneficios. R.
    Como se levanta el cielo sobre la tierra, / se levanta su bondad sobre sus fieles; / como dista el oriente del ocaso, / así aleja de nosotros nuestros delitos. R.
    El Señor puso en el cielo su trono, / su soberanía gobierna el universo. / Bendecid al Señor, ángeles suyos, / poderosos ejecutores de sus órdenes. R.
  • Evangelio: Juan 21,15-19
    "Apacienta mis corderos, apacienta mis ovejas"
    Habiéndose aparecido Jesús a sus discípulos, después de comer con ellos, dice a Simón Pedro: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?" Él le contestó: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero." Jesús le dice: "Apacienta mis corderos." Por segunda vez le pregunta: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas?" Él le contesta: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero." Él le dice: "Pastorea mis ovejas." Por tercera vez le pregunta: "Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?" Se entristeció Pedro de que le preguntara por tercera vez si lo quería y le contestó: "Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero." Jesús le dice: "Apacienta mis ovejas. Te lo aseguro: cuando eras joven, tú mismo te ceñías e ibas adonde querías; pero, cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te ceñirá y te llevará adonde no quieras." Esto dijo aludiendo a la muerte con que iba a dar gloria a Dios. Dicho esto, añadió: "Sígueme."

Obispo chileno pide poner en el centro a los niños en debate por adopción de parejas homosexuales

Imagen referencial. Foto: munimiraflores (CC-BY-2.0)
Imagen referencial. Foto: munimiraflores (CC-BY-2.0)
SANTIAGO, 06 Jun. 14 / 01:15 am (ACI/EWTN Noticias).- El presidente de la Comisión de Familia de la Conferencia Episcopal Chilena, Mons. Bernardo Bastres, se refirió a la posibilidad de legislar a favor de la adopción de niños por parejas homosexuales y dijo que “hay que preguntarse qué es lo mejor” para los menores.
En entrevista con el diario La Tercera, el Obispo se refirió a la agenda valórica del actual gobierno, que contempla dentro de sus reformas la legalización delaborto, aprobación de la unión civil homosexual y la adopción homoparental.
Respecto a la adopción de niños por parte de homosexuales, explicó que “hay que preguntarse qué es lo mejor para ellos (niños). No son objetos que vienen a completar un proyecto de adultos. Si ya han tenido problemas en la vida, hay que darles lo mejor para que se desarrollen”.
“Cómo vamos a ver la adopción de personas de un mismo sexo si en Chile aún no tenemos claras las adopciones normales. Hay matrimonios que esperan por mucho tiempo, con muchos trámites”, agregó el Obispo.
Ante la afirmación de que hoy existen distintos tipos de familia en Chile y que por eso se debería permitir la adopción homoparental, Mons. Bastres mencionó que “yo no me avergüenzo de decir que, para la Iglesia, familia es lo que nace dentro de un matrimonio entre un hombre y una mujer” y que “el decir que hay distintos tipos de familia ya depende de qué filosofía seguimos”.
“Nosotros respetamos profundamente a las personas con inclinación homosexual (...) pero nuestro proyecto es claro”, aseguró el Prelado y agregó que “pensó” que las reformas planteadas por el gobierno en esta materia “las iban a hacer con cierta serenidad, preguntando más y no lanzando temas que, cuando uno intenta apretar, no hay nada”.

jueves, 5 de junio de 2014

Evangelio 5 de Junio de 2014

  • Primera Lectura: Hechos 22,30;23,6-11
    "Tienes que dar testimonio en Roma"
    En aquellos días, queriendo el tribuno poner en claro de qué acusaban a Pablo los judíos, mandó desatarlo, ordenó que se reunieran los sumos sacerdotes y el Sanedrín en pleno, bajó a Pablo y lo presentó ante ellos. Pablo sabía que una parte del Sanedrín eran fariseos y otra saduceos y gritó: "Hermanos, yo soy fariseo, hijo de fariseo, y me juzgan porque espero la resurrección de los muertos." Apenas dijo esto, se produjo un altercado entre fariseos y saduceos, y la asamblea quedó dividida. (Los saduceos sostienen que no hay resurrección, ni ángeles, ni espíritus, mientras que los fariseos admiten todo esto.) Se armó un griterío, y algunos escribas del partido fariseo se pusieron en pie, porfiando: "No encontramos ningún delito en este hombre; ¿y si le ha hablado un espíritu o un ángel?" El altercado arreciaba, y el tribuno, temiendo que hicieran pedazos a Pablo, mandó bajar a la guarnición para sacarlo de allí y llevárselo al cuartel.
    La noche siguiente, el Señor se le presentó y le dijo: "¡Ánimo! Lo mismo que has dado testimonio a favor mío en Jerusalén tienes que darlo en Roma."
  • Salmo Responsorial: 15
    "Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti"
    Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti; / yo digo al Señor: "Tú eres mi bien." / El Señor es el lote de mi heredad y mi copa; / mi suerte está en tu mano. R.
    Bendeciré al Señor, que me aconseja, / hasta de noche me instruye internamente. / Tengo siempre presente al Señor, / con él a mi derecha no vacilaré. R.
    Por eso se me alegra el corazón, / se gozan mis entrañas, / y mi carne descansa serena. / Porque no me entregarás a la muerte, / ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción. R.
    Me enseñarás el sendero de la vida, / me saciarás de gozo en tu presencia, / de alegría perpetua a tu derecha. R.
  • Evangelio: Juan 17,20-26
    "Que sean completamente uno"
    En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, oró, diciendo: "Padre santo, no sólo por ellos ruego, sino también por los que crean en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno, como tú, Padre, en mí, y yo en ti, que ellos también lo sean en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado. También les di a ellos la gloria que me diste, para que sean uno, como nosotros somos uno; yo en ellos, y tú en mí, para que sean completamente uno, de modo que el mundo sepa que tú me has enviado y los has amado como me has amado a mí.
    Padre, éste es mi deseo: que los que me confiaste estén conmigo donde yo estoy y contemplen mi gloria, la que me diste, porque me amabas, antes de la fundación del mundo. Padre justo, si el mundo no te ha conocido, yo te he conocido, y éstos han conocido que tú me enviaste. Les he dado a conocer y les daré a conocer tu nombre, para que el amor que me tenías esté con ellos, como también yo estoy con ellos."

El aborto termina con “alguien” no con algo, dice Obispo chileno en debate por legalización

Imagen referencial. Foto: BillDavenport (CC-BY-SA-3.0)
Imagen referencial. Foto: BillDavenport (CC-BY-SA-3.0)
SANTIAGO, 03 Jun. 14 / 04:21 pm (ACI/EWTN Noticias).- En un artículo de opinión publicado en el diario El Mercurio, el Obispo de San Bernardo, Mons. Juan Ignacio Gonzáles, explicó que “con los datos científicos nadie hoy niega que aniquilar el ser que viene es eliminar una vida corporal de nuestra especie en desarrollo” y que “cabría decir, que estamos de acuerdo, a estas alturas, que el aborto termina con ‘alguien’ no con algo”.
En su carta titulada “Aborto: una discusión madura, informada y propositiva”, señaló que en el debate por la legalización del aborto en caso de inviabilidad fetal, riesgo de vida de la madre y violación “no se nos ha dicho que se quiere establecer el aborto (ab-ortus, es decir etimológicamente ‘privación de nacimiento’)”, sino que “se usan palabras suaves, como  ‘interrupción del embarazo’ que es ocultar la verdad de fondo”.
El Prelado señaló que cualquier tipo de aborto provocado, se opone “a una visión antropológica acerca de la verdad de la persona humana y ninguna justifica que se intervenga para quitar el -diríamos, ‘obstáculo’- que puede significar el embarazo”.
Mons. González pidió discutir y escuchar los planteamientos de los que están a favor y en contra. Es así como puede contribuir “preguntarnos cuándo realmente se origina un ‘ser humano’”.
“Si se intenta resolver el asunto argumentado, por ejemplo, que la mujer es ‘dueña de su cuerpo’ o que el ser que está en el seno ‘es parte o apéndice de la madre’ entonces no habrá posibilidad alguna de diálogo. Desde el punto de vista científico-médico nadie sostiene esta postura”, agregó.
Según el Obispo, otro aspecto que no debe quedar fuera de la discusión es si el embrión en desarrollo es persona o no, y si tiene derechos. Enfatizó en que “tanto los hombres de ciencia como los filósofos y los teólogos estarán de acuerdo en que desde el momento de la concepción estamos ante un hecho progresivo, continuo y constante, sin fisuras, es decir, un proceso que si no se interrumpe dará lugar a la llegada de un ser humano”.
Mons. Gonzáles concluyó la carta diciendo que “si convenimos que, en efecto, se trata de un ser vivo, de la especie humana, con unicidad y desarrollo progresivo y constante, podremos luego decir que es una persona, sujeta a derechos y que por tanto, en virtud de la dignidad de toda persona y de los derechos humanos fundamentales, nadie, por razón alguna puede decidir coartarle su derecho a venir a vivir con nosotros”

miércoles, 4 de junio de 2014

Evangelio 4 de Junio de 2014

  • Primera Lectura: Hechos 20,28-38
    "Os dejo en manos de Dios, que tiene poder para construiros y daros parte en la herencia"
    En aquellos días, decía Pablo a los presbíteros de la Iglesia de Éfeso: "Tened cuidado de vosotros y del rebaño que el Espíritu Santo os ha encargado guardar, como pastores de la Iglesia de Dios, que él adquirió con su propia sangre. Ya sé que, cuando os deje, se meterán entre vosotros lobos feroces, que no tendrán piedad del rebaño. Incluso algunos de vosotros deformarán la doctrina y arrastrarán a los discípulos. Por eso, estad alerta: acordaos que durante tres años, de día y de noche, no he cesado de aconsejar con lágrimas en los ojos a cada uno en particular. Ahora os dejo en manos de Dios y de su palabra de gracia, que tiene poder para construiros y daros parte en la herencia de los santos. A nadie le he pedido dinero, oro ni ropa. Bien sabéis que estas manos han ganado lo necesario para mí y mis compañeros. Siempre os he enseñado que es nuestro deber trabajar para socorrer a los necesitados, acordándonos de las palabras del Señor Jesús: "Hay más dicha en dar que en recibir.""
    Cuando terminó de hablar, se pusieron todos de rodillas, y rezó. Se echaron a llorar y, abrazando a Pablo, lo besaban; lo que más pena les daba era lo que había dicho, que no volverían a verlo. Y lo acompañaron hasta el barco.
  • Salmo Responsorial: 67
    "Reyes de la tierra, cantad a Dios."
    Oh Dios, despliega tu poder, / tu poder, oh Dios, que actúa en favor nuestro. / A tu templo de Jerusalén / traigan los reyes su tributo. R.
    Reyes de la tierra, cantad a Dios, / tocad para el Señor, / que avanza por los cielos, / los cielos antiquísimos, / que lanza su voz, su voz poderosa: / "Reconoced el poder de Dios." R.
    Sobre Israel resplandece su majestad, / y su poder, sobre las nubes. / ¡Dios sea bendito! R.
  • Evangelio: Juan 17,11b-19
    "Que sean uno, como nosotros"
    En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, oró, diciendo: "Padre santo, guárdalos en tu nombre, a los que me has dado, para que sean uno, como nosotros. Cuando estaba con ellos, yo guardaba en tu nombre a los que me diste, y los custodiaba, y ninguno se perdió, sino el hijo de la perdición, para que se cumpliera la Escritura.
    Ahora voy a ti, y digo esto en el mundo para que ellos mismos tengan mi alegría cumplida. Yo les he dado tu palabra, y el mundo los ha odiado porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No ruego que los retires del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Conságralos en la verdad; tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, así los envío yo también al mundo. Y por ellos me consagro yo, para que también se consagren ellos en la verdad."

Papa Francisco: Tener piedad no es poner “cara de estampita” o fingir ser santo

El Papa Francisco durante la Audiencia General / Foto: Daniel Ibáñez (ACI Prensa)
El Papa Francisco durante la Audiencia General / Foto: Daniel Ibáñez (ACI Prensa)
VATICANO, 04 Jun. 14 / 09:21 am (ACI/EWTN Noticias).- Durante la Audiencia General de este miércoles, el Papa Francisco reflexionó sobre el don de la piedad, el cual no significa tener compasión, poner “cara de estampita” o fingir ser santo, sino un “auténtico espíritu religioso, de confianza filial con Dios, de aquella capacidad de rezarle con amor y sencillez que caracteriza a los humildes de corazón”.
Ante los fieles congregados en la Plaza de San Pedro, Francisco alentó a cultivar este don porque “seremos capaces de gozar con quien está alegre, de llorar con quien llora, de estar cerca de quien está solo o angustiado, de corregir a quien está en error, de consolar a quien está afligido, de acoger y socorrer a quien está necesitado. Hay una relación, muy, muy estrecha entre el don de piedad y la mansedumbre”.
A continuación, el texto completo gracias a la traducción de Radio Vaticana:
Queridos hermanos y hermanas ¡buenos días!
Hoy queremos examinar un don del Espíritu Santo que a menudo viene mal entendido o considerado de una manera superficial, y que en cambio toca el corazón de nuestra identidad y de nuestra vida cristiana: es el don de la piedad.
Hay que dejar claro que este don no se identifica con tener compasión por alguien, tener piedad del prójimo, sino que indica nuestra pertenencia a Dios y nuestro profundo vínculo con Él, un vínculo que da sentido a toda nuestra vida y nos mantiene unidos, en comunión con Él, incluso en los momentos más difíciles y atormentados.
1. Este vínculo con el Señor no debe interpretarse como un deber o una imposición: es un vínculo que viene desde dentro. Se trata, en cambio, de una relación vivida con el corazón: es nuestra amistad con Dios, que nos ha dado Jesús, una amistad que cambia nuestras vidas y nos llena de entusiasmo y alegría. Por esta razón, el don de la piedad suscita en nosotros, sobre todo, gratitud y alabanza. Es éste, en realidad, el motivo y el sentido más auténtico de nuestro culto y de nuestra adoración.
Cuando el Espíritu Santo nos hace sentir la presencia del Señor y de todo su amor por nosotros, nos reconforta el corazón y nos mueve de forma natural a la oración y la celebración. Piedad, por tanto, es sinónimo de auténtico espíritu religioso, de confianza filial con Dios, de aquella capacidad de rezarle con amor y sencillez que caracteriza a los humildes de corazón.
2. Si el don de la piedad nos hace crecer en la relación y en la comunión con Dios y nos lleva a vivir como sus hijos, al mismo tiempo nos ayuda a derramar este amor también sobre los otros y a reconocerlos como hermanos. Y entonces sí que seremos movidos por sentimientos de piedad – ¡no de pietismo! - hacia quien nos está cerca y por aquellos que encontramos cada día. ¿Por qué digo no de pietismo? porque algunos piensan que tener piedad es cerrar los ojos, hacer cara de estampita, ¿así no? y también fingir el ser como un santo, ¿no? No, este no es el don de la piedad. En piamontés nosotros decimos: hacer la “mugna quacia”, éste no es el don de piedad ¡eh!
De verdad seremos capaces de gozar con quien está alegre, de llorar con quien llora, de estar cerca de quien está solo o angustiado, de corregir a quien está en error, de consolar a quien está afligido, de acoger y socorrer a quien está necesitado. Hay una relación, muy, muy estrecha entre el don de piedad y la mansedumbre. El don de piedad que nos da el Espíritu Santo nos hace apacibles. Nos hace tranquilos, pacientes, en paz con Dios, al servicio de los otros con apacibilidad.
Queridos amigos, en la Carta a los Romanos, el apóstol Pablo afirma: “Todos los que son conducidos por el Espíritu de Dios, son hijos de Dios. Y ustedes no han recibido un espíritu de esclavos para volver a caer en el temor, sino el Espíritu de hijos adoptivos, que nos hace llamar a Dios: “¡Abba, Padre!”.
Pidamos al Señor que el don de su Espíritu pueda vencer nuestro temor, nuestras incertidumbres, incluso nuestro espíritu inquieto, impaciente y pueda hacernos testimonios gozosos de Dios y de su amor. Adorando al Señor en la verdad y también en el servicio a los próximos, con mansedumbre y también con la sonrisa, que siempre el Espíritu nos da en la alegría. Que el Espíritu Santo nos dé a todos nosotros este don de la piedad. Gracias.

martes, 3 de junio de 2014

Evangelio 3 de Julio de 2014

  • Primera Lectura: Hechos 20,17-27
    "Completo mi carrera, y cumplo el encargo que me dio el Señor Jesús"
    En aquellos días, desde Mileto, mandó Pablo llamar a los presbíteros de la Iglesia de Éfeso. Cuando se presentaron, les dijo: "Vosotros sabéis que todo el tiempo que he estado aquí, desde el día que por primera vez puse pie en Asia, he servido al Señor con toda humildad, en las penas y pruebas que me han procurado las maquinaciones de los judíos. Sabéis que no he ahorrado medio alguno, que os he predicado y enseñado en público y en privado, insistiendo a judíos y griegos a que se conviertan a Dios y crean en nuestro Señor Jesús. Y ahora me dirijo a Jerusalén, forzado por el Espíritu.
    No sé lo que me espera allí, sólo sé que el Espíritu Santo, de ciudad en ciudad, me asegura que me aguardan cárceles y luchas. Pero a mí no me importa la vida; lo que me importa es completar mi carrera, y cumplir el encargo que me dio el Señor Jesús: ser testigo del Evangelio, que es la gracia de Dios. He pasado por aquí predicando el reino, y ahora sé que ninguno de vosotros me volverá a ver. Por eso declaro hoy que no soy responsable de la suerte de nadie: nunca me he reservado nada; os he anunciado enteramente el plan de Dios."
  • Salmo Responsorial: 67
    "Reyes de la tierra, cantad a Dios."
    Derramaste en tu heredad, oh Dios, una lluvia copiosa, / aliviaste la tierra extenuada; / y tu rebaño habitó en la tierra / que tu bondad, oh Dios, preparó para los pobres. R.
    Bendito el Señor cada día, / Dios lleva nuestras cargas, es nuestra salvación. / Nuestro Dios es un Dios que salva, / el Señor Dios nos hace escapar de la muerte. R.
  • Evangelio: Juan 17,1-11a
    "Padre, glorifica a tu Hijo"
    En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, dijo: "Padre, ha llegado la hora, glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique y, por el poder que tú le has dado sobre toda carne, dé la vida eterna a los que le confiaste. Ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a tu enviado, Jesucristo. Yo te he glorificado sobre la tierra, he coronado la obra que me encomendaste. Y ahora, Padre, glorifícame cerca de ti, con la gloria que yo tenía cerca de ti, antes que el mundo existiese.
    He manifestado tu nombre a los hombres que me diste de en medio del mundo. Tuyos eran, y tú me los diste, y ellos han guardado tu palabra. Ahora han conocido que todo lo que me diste procede de ti, porque yo les he comunicado las palabras que tú me diste, y ellos las han recibido, y han conocido verdaderamente que yo salí de ti, y han creído que tú me has enviado. Te ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por éstos que tú me diste, y son tuyos. Sí, todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y en ellos he sido glorificado. Ya no voy a estar en el mundo, pero ellos están en el mundo, mientras yo voy a ti."

[VIDEO] El demonio quiere destruir a la familia porque allí crece Jesús, dice el Papa Francisco

ROMA, 02 Jun. 14 / 04:38 pm (ACI).- El Papa Francisco señaló ayer que el demonio busca destruir a las familias porque es allí donde Jesús crece, en medio del amor de los cónyuges y en la vida de los hijos.
Así lo indicó el Santo Padre durante el encuentro que sostuvo con 52 mil miembros del movimiento de Renovación Carismática en el Estadio Olímpico de Roma, luego de escuchar el testimonio de una madre de familia.
La madre, acompañada de su esposo y sus tres hijos, le dijo al Papa que “todos los días necesitamos de la fuerza que viene de lo alto, que es capaz de sostenernos y que nos ayuda a superar los ataques del mal (...) Confírmenos en la fe y pida para todas las familias de este estadio, del mundo y sobre todo las que están en dificultad, las gracias que esperamos. Nosotros le prometemos nuestra oración”.
Al pedido de la madre, el Papa Francisco contestó con un cariñoso saludo a cada uno de los miembros de la familia y con unas breves pero profundas palabras en las que destacó que “las familias son la Iglesia doméstica, donde Jesús crece”.
“Crece en el amor de los cónyuges, crece en la vida de los hijos. Y por esto el enemigo ataca tanto a la familia. El demonio no la quiere. Busca destruirla, busca que el amor no esté allí”.
El Santo Padre resaltó que “las familias son estas iglesias domésticas. Los esposos son pecadores, como todos, pero quieren ir adelante en la fe, en su fecundidad, en los hijos y en la fe de los hijos”.
“El Señor bendiga a la familia, la haga fuerte, en esta crisis en la que el diablo quiere destruirla”, concluyó.

lunes, 2 de junio de 2014

Evangelio 2 de Junio de 2014

Libro de los Hechos de los Apóstoles 19,1-8. 
Mientras Apolo permanecía en Corinto, Pablo, atravesando la región interior, llegó a Efeso. Allí encontró a algunos discípulos 
y les preguntó: "Cuando ustedes abrazaron la fe, ¿recibieron el Espíritu Santo?". Ellos le dijeron: "Ni siquiera hemos oído decir que hay un Espíritu Santo". 
"Entonces, ¿qué bautismo recibieron?", les preguntó Pablo. "El de Juan", respondieron. 
Pablo les dijo: "Juan bautizaba con un bautismo de penitencia, diciendo al pueblo que creyera en el que vendría después de él, es decir, en Jesús". 
Al oír estas palabras, ellos se hicieron bautizar en el nombre del Señor Jesús. 
Pablo les impuso las manos, y descendió sobre ellos el Espíritu Santo. Entonces comenzaron a hablar en distintas lenguas y a profetizar. 
Eran en total unos doce hombres. 
Pablo fue luego a la sinagoga y durante tres meses predicó abiertamente, hablando sobre el Reino de Dios y tratando de persuadir a sus oyentes. 



Salmo 68(67),2-3.4-5abc.6-7ab. 
¡Se alza el Señor! 
Sus enemigos se dispersan 
y sus adversarios huyen delante de él.
Tú los disipas como se disipa el humo; 
como se derrite la cera ante el fuego, 
así desaparecen los impíos delante del Señor.

Los justos se regocijan, 
gritan de gozo delante del Señor 
y se llenan de alegría.
¡Canten al Señor,
entonen un himno a su Nombre!
Su Nombre es «el Señor.»

El Señor en su santa Morada 
es padre de los huérfanos 
y defensor de las viudas:
él instala en un hogar a los solitarios

y hace salir con felicidad a los cautivos.





Evangelio según San Juan 16,29-33. 
Los discípulos le dijeron a Jesús: "Por fin hablas claro y sin parábolas. 
Ahora conocemos que tú lo sabes todo y no hace falta hacerte preguntas. Por eso creemos que tú has salido de Dios". 
Jesús les respondió: "¿Ahora creen? 
Se acerca la hora, y ya ha llegado, en que ustedes se dispersarán cada uno por su lado, y me dejarán solo. Pero no, no estoy solo, porque el Padre está conmigo. 
Les digo esto para que encuentren la paz en mí. En el mundo tendrán que sufrir; pero tengan valor: yo he vencido al mundo".