sábado, 7 de noviembre de 2020

Lecturas 7 de Octubre de 2020

 

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Filipenses 4:10-19
    10 Me alegré mucho en el Señor de que ya al fin hayan florecido vuestros buenos sentimientos para conmigo. Ya los teníais, sólo que os faltaba ocasión de manifestarlos.
    11 No lo digo movido por la necesidad, pues he aprendido a contentarme con lo que tengo.
    12 Sé andar escaso y sobrado. Estoy avezado a todo y en todo: a la saciedad y al hambre; a la abundancia y a la privación.
    13 Todo lo puedo en Aquel que me conforta.
    14 En todo caso, hicisteis bien en compartir mi tribulación.
    15 Y sabéis también vosotros, filipenses, que en el comienzo de la evangelización, cuando salí de Macedonia, ninguna Iglesia me abrió cuentas de «haber y debe», sino vosotros solos.
    16 Pues incluso cuando estaba yo en Tesalónica enviasteis por dos veces con que atender a mi necesidad.
    17 No es que yo busque el don; sino que busco que aumenten los intereses en vuestra cuenta.
    18 Tengo cuanto necesito, y me sobra; nado en la abundancia después de haber recibido de Epafrodrito lo que me habéis enviado, suave aroma , sacrificio que Dios acepta con agrado.
    19 Y mi Dios proveerá a todas vuestras necesidades con magnificencia, conforme a su riqueza, en Cristo Jesús.

  • Salmo responsorial

    Salmo 112:1-2, 5-6, 8-9
    1 ¡Aleluya! ¡Dichoso el hombre que teme a Yahveh, que en sus mandamientos mucho se complace!
    2 Fuerte será en la tierra su estirpe, bendita la raza de los hombres rectos.
    5 Feliz el hombre que se apiada y presta, y arregla rectamente sus asuntos.
    6 No, no será conmovido jamás, en memoria eterna permanece el justo;
    8 Seguro está su corazón, no teme: al fin desafiará a sus adversarios.
    9 Con largueza da a los pobres; su justicia por siempre permanece, su frente se levanta con honor.

  • Evangelio

    Lucas 16:9-15
    9 «Yo os digo: Haceos amigos con el Dinero injusto, para que, cuando llegue a faltar, os reciban en las eternas moradas.
    10 El que es fiel en lo mínimo, lo es también en lo mucho; y el que es injusto en lo mínimo, también lo es en lo mucho.
    11 Si, pues, no fuisteis fieles en el Dinero injusto, ¿quién os confiará lo verdadero?
    12 Y si no fuisteis fieles con lo ajeno, ¿quién os dará lo vuestro?
    13 «Ningún criado puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se entregará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y al Dinero.»
    14 Estaban oyendo todas estas cosas los fariseos, que eran amigos del dinero, y se burlaban de él.
    15 Y les dijo: «Vosotros sois los que os la dais de justos delante de los hombres, pero Dios conoce vuestros corazones; porque lo que es estimable para los hombres, es abominable ante Dios.

viernes, 6 de noviembre de 2020

Lecturas 6 de Noviembre de 2020

 

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Filipenses 3:17--4:1
    17 Hermanos, sed imitadores míos, y fijaos en los que viven según el modelo que tenéis en nosotros.
    18 Porque muchos viven según os dije tantas veces, y ahora os lo repito con lágrimas, como enemigos de la cruz de Cristo,
    19 cuyo final es la perdición, cuyo Dios es el vientre, y cuya gloria está en su vergüenza, que no piensan más que en las cosas de la tierra.
    20 Pero nosotros somos ciudadanos del cielo, de donde esperamos como Salvador al Señor Jesucristo,
    21 el cual transfigurará este miserable cuerpo nuestro en un cuerpo glorioso como el suyo, en virtud del poder que tiene de someter a sí todas las cosas.
    1 Por tanto, hermanos míos queridos y añorados, mi gozo y mi corona, manteneos así firmes en el Señor, queridos.

  • Salmo responsorial

    Salmo 122:1-5
    1 ¡Oh, qué alegría cuando me dijeron: Vamos a la Casa de Yahveh!
    2 ¡Ya estamos, ya se posan nuestros pies en tus puertas, Jerusalén!
    3 Jerusalén, construida cual ciudad de compacta armonía,
    4 a donde suben las tribus, las tribus de Yahveh, es para Israel el motivo de dar gracias al nombre de Yahveh.
    5 Porque allí están los tronos para el juicio, los tronos de la casa de David.

  • Evangelio

    Lucas 16:1-8
    1 Decía también a sus discípulos: «Era un hombre rico que tenía un administrador a quien acusaron ante él de malbaratar su hacienda;
    2 le llamó y le dijo: "¿Qué oigo decir de ti? Dame cuenta de tu administración, porque ya no podrás seguir administrando."
    3 Se dijo a sí mismo el administrador: "¿Qué haré, pues mi señor me quita la administración? Cavar, no puedo; mendigar, me da vergüenza.
    4 Ya sé lo que voy a hacer, para que cuando sea removido de la administración me reciban en sus casas."
    5 «Y convocando uno por uno a los deudores de su señor, dijo al primero: "¿Cuánto debes a mi señor?"
    6 Respondió: "Cien medidas de aceite." El le dijo: "Toma tu recibo, siéntate en seguida y escribe cincuenta."
    7 Después dijo a otro: "Tú, ¿cuánto debes?" Contestó: "Cien cargas de trigo." Dícele: "Toma tu recibo y escribe ochenta."
    8 «El señor alabó al administrador injusto porque había obrado astutamente, pues los hijos de este mundo son más astutos con los de su generación que los hijos de la luz.

jueves, 5 de noviembre de 2020

Lecturas 5 de Noviembre de 2020

 

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Sabiduría 3:1-9
    1 En cambio, las almas de los justos están en las manos de Dios y no les alcanzará tormento alguno.
    2 A los ojos de los insensatos pareció que habían muerto; se tuvo por quebranto su salida,
    3 y su partida de entre nosotros por completa destrucción; pero ellos están en la paz.
    4 Aunque, a juicio de los hombres, hayan sufrido castigos, su esperanza estaba llena de inmortalidad;
    5 por una corta corrección recibirán largos beneficios. pues Dios los sometió a prueba y los halló dignos de sí;
    6 como oro en el crisol los probó y como holocausto los aceptó.
    7 El día de su visita resplandecerán, y como chispas en rastrojo correrán.
    8 Juzgarán a las naciones y dominarán a los pueblos y sobre ellos el Señor reinará eternamente.
    9 Los que en él confían entenderán la verdad y los que son fieles permanecerán junto a él en el amor, porque la gracia y la misericordia son para sus santos y su visita para sus elegidos.

  • Salmo responsorial

    Salmo 23:1-6
    1 Salmo. De David. Yahveh es mi pastor, nada me falta.
    2 Por prados de fresca hierba me apacienta. Hacia las aguas de reposo me conduce,
    3 y conforta mi alma; me guía por senderos de justicia, en gracia de su nombre.
    4 Aunque pase por valle tenebroso, ningún mal temeré, porque tú vas conmigo; tu vara y tu cayado, ellos me sosiegan.
    5 Tú preparas ante mí una mesa frente a mis adversarios; unges con óleo mi cabeza, rebosante está mi copa.
    6 Sí, dicha y gracia me acompañarán todos los días de mi vida; mi morada será la casa de Yahveh a lo largo de los días.

  • Evangelio

    Juan 6:37-40
    37 Todo lo que me dé el Padre vendrá a mí, y al que venga a mí no lo echaré fuera;
    38 porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado.
    39 Y esta es la voluntad del que me ha enviado; que no pierda nada de lo que él me ha dado, sino que lo resucite el último día.
    40 Porque esta es la voluntad de mi Padre: que todo el que vea al Hijo y crea en él, tenga vida eterna y que yo le resucite el último día.»

miércoles, 4 de noviembre de 2020

Lecturas 4 de Noviembre de 2020

 

Lecturas del día:

    Primera opción

  • Primera lectura

    Filipenses 2:12-18
    12 Así pues, queridos míos, de la misma manera que habéis obedecido siempre, no sólo cuando estaba presente sino mucho más ahora que estoy ausente, trabajad con temor y temblor por vuestra salvación,
    13 pues Dios es quien obra en vosotros el querer y el obrar, como bien le parece.
    14 Hacedlo todo sin murmuraciones ni discusiones
    15 para que seáis irreprochables e inocentes, hijos de Dios sin tacha en medio de una generación tortuosa y perversa, en medio de la cual brilláis como antorchas en el mundo,
    16 presentándole la Palabra de vida para orgullo mío en el Día de Cristo, ya que no habré corrido ni me habré fatigado en vano.
    17 Y aun cuando mi sangre fuera derramada como libación sobre el sacrificio y la ofrenda de vuestra fe, me alegraría y congratularía con vosotros.
    18 De igual manera también vosotros alegraos y congratulaos conmigo.

  • Salmo responsorial

    Salmo 27:1, 4, 13-14
    1 Yahveh es mi luz y mi salvación, ¿a quién he de temer? Yahveh, el refugio de mi vida, ¿por quién he de temblar?
    4 Una cosa he pedido a Yahveh, una cosa estoy buscando: morar en la Casa de Yahveh, todos los días de mi vida, para gustar la dulzura de Yahveh y cuidar de su Templo.
    13 ¡Ay, si estuviera seguro de ver la bondad de Yahveh en la tierra de los vivos!
    14 Espera en Yahveh, ten valor y firme corazón, espera en Yahveh.

  • Evangelio

    Lucas 14:25-33
    25 Caminaba con él mucha gente, y volviéndose les dijo:
    26 «Si alguno viene donde mí y no odia a su padre, a su madre, a su mujer, a sus hijos, a sus hermanos, a sus hermanas y hasta su propia vida, no puede ser discípulo mío.
    27 El que no lleve su cruz y venga en pos de mí, no puede ser discípulo mío.
    28 «Porque ¿quién de vosotros, que quiere edificar una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, y ver si tiene para acabarla?
    29 No sea que, habiendo puesto los cimientos y no pudiendo terminar, todos los que lo vean se pongan a burlarse de él, diciendo:
    30 "Este comenzó a edificar y no pudo terminar."
    31 O ¿qué rey, que sale a enfrentarse contra otro rey, no se sienta antes y delibera si con 10.000 puede salir al paso del que viene contra él con 20.000?
    32 Y si no, cuando está todavía lejos, envía una embajada para pedir condiciones de paz.
    33 Pues, de igual manera, cualquiera de vosotros que no renuncie a todos sus bienes, no puede ser discípulo mío.

  • Segunda opción

  • Primera lectura

    Romanos 12:3-13
    3 En virtud de la gracia que me fue dada, os digo a todos y a cada uno de vosotros: No os estiméis en más de lo que conviene; tened más bien una sobria estima según la medida de la fe que otorgó Dios a cada cual.
    4 Pues, así como nuestro cuerpo, en su unidad, posee muchos miembros, y no desempeñan todos los miembros la misma función,
    5 así también nosotros, siendo muchos, no formamos más que un solo cuerpo en Cristo, siendo cada uno por su parte los unos miembros de los otros.
    6 Pero teniendo dones diferentes, según la gracia que nos ha sido dada, si es el don de profecía, ejerzámoslo en la medida de nuestra fe;
    7 si es el ministerio, en el ministerio; la enseñanza, enseñando;
    8 la exhortación, exhortando. El que da, con sencillez; el que preside, con solicitud; el que ejerce la misericordia, con jovialidad.
    9 Vuestra caridad sea sin fingimiento; detestando el mal, adhiriéndoos al bien;
    10 amándoos cordialmente los unos a los otros; estimando en más cada uno a los otros;
    11 con un celo sin negligencia; con esp1ritu fervoroso; sirviendo al Señor;
    12 con la alegría de la esperanza; constantes en la tribulación; perseverantes en la oración;
    13 compartiendo las necesitades de los santos; practicando la hospitalidad.

  • Salmo responsorial

    Salmo 89:2-5, 21-22, 25, 27
    2 El amor de Yahveh por siempre cantaré, de edad en edad anunciará mi boca tu lealtad.
    3 Pues tú dijiste: «Cimentado está el amor por siempre, asentada en los cielos mi lealtad.
    4 «Una alianza pacté con mi elegido, un juramento hice a mi siervo David:
    5 Para siempre jamás he fundado tu estirpe, de edad en edad he erigido tu trono.»
    21 «He encontrado a David mi servidor, con mi óleo santo le he ungido;
    22 mi mano será firme para él, y mi brazo le hará fuerte.
    25 «Mi lealtad y mi amor irán con él, por mi nombre se exaltará su frente;
    27 «El me invocará: ¡Tú, mi Padre, mi Dios y roca de mi salvación!

  • Evangelio

    Juan 10:11-16
    11 Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas.
    12 Pero el asalariado, que no es pastor, a quien no pertenecen las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye, y el lobo hace presa en ellas y las dispersa,
    13 porque es asalariado y no le importan nada las ovejas.
    14 Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas y las mías me conocen a mí,
    15 como me conoce el Padre y yo conozco a mi Padre y doy mi vida por las ovejas.
    16 También tengo otras ovejas, que no son de este redil; también a ésas las tengo que conducir y escucharán mi voz; y habrá un solo rebaño, un solo pastor.

martes, 3 de noviembre de 2020

Lecturas 3 de Noviembre de 2020

 

Lecturas del día:

    Primera opción

  • Primera lectura

    Filipenses 2:5-11
    5 Tened entre vosotros los mismos sentimientos que Cristo:
    6 El cual, siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios.
    7 Sino que se despojó de sí mismo tomando condición de siervo haciéndose semejante a los hombres y apareciendo en su porte como hombre;
    8 y se humilló a sí mismo, obedeciendo hasta la muerte y muerte de cruz.
    9 Por lo cual Dios le exaltó y le otorgó el Nombre, que está sobre todo nombre.
    10 Para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos,
    11 y toda lengua confiese que Cristo Jesús es SENOR para gloria de Dios Padre.

  • Salmo responsorial

    Salmo 22:26-32
    26 De ti viene mi alabanza en la gran asamblea, mis votos cumpliré ante los que le temen.
    27 Los pobres comerán, quedarán hartos, los que buscan a Yahveh le alabarán: «¡Viva por siempre vuestro corazón!»
    28 Le recordarán y volverán a Yahveh todos los confines de la tierra, ante él se postrarán todas las familias de las gentes.
    29 Que es de Yahveh el imperio, del señor de las naciones.
    30 Ante él solo se postrarán todos los poderosos de la tierra, ante él se doblarán cuantos bajan al polvo. Y para aquél que ya no viva,
    31 le servirá su descendencia: ella hablará del Señor a la edad
    32 venidera, contará su justicia al pueblo por nacer: Esto hizo él.

  • Evangelio

    Lucas 14:15-24
    15 Habiendo oído esto, uno de los comensales le dijo: «¡Dichoso el que pueda comer en el Reino de Dios!»
    16 El le respondió: «Un hombre dio una gran cena y convidó a muchos;
    17 a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los invitados: "Venid, que ya está todo preparado."
    18 Pero todos a una empezaron a excusarse. El primero le dijo: "He comprado un campo y tengo que ir a verlo; te ruego me dispenses."
    19 Y otro dijo: "He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlas; te ruego me dispenses."
    20 Otro dijo: "Me he casado, y por eso no puedo ir."
    21 «Regresó el siervo y se lo contó a su señor. Entonces, airado el dueño de la casa, dijo a su siervo: "Sal en seguida a las plazas y calles de la ciudad, y haz entrar aquí a los pobres y lisiados, y ciegos y cojos."
    22 Dijo el siervo: "Señor, se ha hecho lo que mandaste, y todavía hay sitio."
    23 Dijo el señor al siervo: "Sal a los caminos y cercas, y obliga a entrar hasta que se llene mi casa."
    24 Porque os digo que ninguno de aquellos invitados probará mi cena.»

  • Segunda opción

  • Primera lectura

    Filipenses 4:4-9
    4 Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres.
    5 Que vuestra mesura sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca.
    6 No os inquietéis por cosa alguna; antes bien, en toda ocasión, presentad a Dios vuestras peticiones, mediante la oración y la súplica, acompañadas de la acción de gracias.
    7 Y la paz de Dios, que supera todo conocimiento, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
    8 Por lo demás, hermanos, todo cuanto hay de verdadero, de noble, de justo, de puro, de amable, de honorable, todo cuanto sea virtud y cosa digna de elogio, todo eso tenedlo en cuenta.
    9 Todo cuanto habéis aprendido y recibido y oído y visto en mí, ponedlo por obra y el Dios de la paz estará con vosotros.

  • Salmo responsorial

    Salmo 131:1-3
    1 Canción de las subidas. De David. No está inflado, Yahveh, mi corazón, ni mis ojos subidos. No he tomado un camino de grandezas ni de prodigios que me vienen anchos.
    2 No, mantengo mi alma en paz y silencio como niño destetado en el regazo de su madre. ¡Como niño destetado está mi alma en mí!
    3 ¡Espera, Israel, en Yahveh desde ahora y por siempre!

  • Evangelio

    Mateo 22:34-40
    34 Mas los fariseos, al enterarse de que había tapado la boca a los saduceos, se reunieron en grupo,
    35 y uno de ellos le preguntó con ánimo de ponerle a prueba:
    36 «Maestro, ¿cuál es el mandamiento mayor de la Ley?»
    37 El le dijo: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente.
    38 Este es el mayor y el primer mandamiento.
    39 El segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
    40 De estos dos mandamientos penden toda la Ley y los Profetas.»

Lecturas 2 de Noviembre de 2020

 

Lecturas del día:

    Primera opción

  • Primera lectura

    Sabiduría 3:1-9
    1 En cambio, las almas de los justos están en las manos de Dios y no les alcanzará tormento alguno.
    2 A los ojos de los insensatos pareció que habían muerto; se tuvo por quebranto su salida,
    3 y su partida de entre nosotros por completa destrucción; pero ellos están en la paz.
    4 Aunque, a juicio de los hombres, hayan sufrido castigos, su esperanza estaba llena de inmortalidad;
    5 por una corta corrección recibirán largos beneficios. pues Dios los sometió a prueba y los halló dignos de sí;
    6 como oro en el crisol los probó y como holocausto los aceptó.
    7 El día de su visita resplandecerán, y como chispas en rastrojo correrán.
    8 Juzgarán a las naciones y dominarán a los pueblos y sobre ellos el Señor reinará eternamente.
    9 Los que en él confían entenderán la verdad y los que son fieles permanecerán junto a él en el amor, porque la gracia y la misericordia son para sus santos y su visita para sus elegidos.

  • Salmo responsorial

    Salmo 27:1, 4, 7-9, 13-14
    1 Yahveh es mi luz y mi salvación, ¿a quién he de temer? Yahveh, el refugio de mi vida, ¿por quién he de temblar?
    4 Una cosa he pedido a Yahveh, una cosa estoy buscando: morar en la Casa de Yahveh, todos los días de mi vida, para gustar la dulzura de Yahveh y cuidar de su Templo.
    7 Escucha, Yahveh, mi voz que clama, ¡tenme piedad, respóndeme!
    8 Dice de ti mi corazón: «Busca su rostro.» Sí, Yahveh, tu rostro busco:
    9 No me ocultes tu rostro. No rechaces con cólera a tu siervo; tú eres mi auxilio. No me abandones, no me dejes, Dios de mi salvación.
    13 ¡Ay, si estuviera seguro de ver la bondad de Yahveh en la tierra de los vivos!
    14 Espera en Yahveh, ten valor y firme corazón, espera en Yahveh.

  • Segunda lectura

    Romanos 5:5-11
    5 y la esperanza no falla, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado.
    6 En efecto, cuando todavía estábamos sin fuerzas, en el tiempo señalado, Cristo murió por los impíos; -
    7 en verdad, apenas habrá quien muera por un justo; por un hombre de bien tal vez se atrevería uno a morir -;
    8 mas la prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros.
    9 ¡Con cuánta más razón, pues, justificados ahora por su sangre, seremos por él salvos de la cólera!
    10 Si cuando éramos enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, ¡con cuánta más razón, estando ya reconciliados, seremos salvos por su vida!
    11 Y no solamente eso, sino que también nos gloriamos en Dios, por nuestro Señor Jesucristo, por quien hemos obtenido ahora la reconciliación.

  • Evangelio

    Juan 11:17-27
    17 Cuando llegó Jesús, se encontró con que Lázaro llevaba ya cuatro días en el sepulcro.
    18 Betania estaba cerca de Jerusalén como a unos quince estadios,
    19 y muchos judíos habían venido a casa de Marta y María para consolarlas por su hermano.
    20 Cuando Marta supo que había venido Jesús, le salió al encuentro, mientras María permanecía en casa.
    21 Dijo Marta a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano.
    22 Pero aun ahora yo sé que cuanto pidas a Dios, Dios te lo concederá.»
    23 Le dice Jesús: «Tu hermano resucitará.»
    24 Le respondió Marta: «Ya sé que resucitará en la resurrección, el último día.»
    25 Jesús le respondió: «Yo soy la resurrección El que cree en mí, aunque muera, vivirá;
    26 y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?»
    27 Le dice ella: «Sí, Señor, yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que iba a venir al mundo.»

  • Segunda opción

  • Primera lectura

    Sabiduría 3:1-9
    1 En cambio, las almas de los justos están en las manos de Dios y no les alcanzará tormento alguno.
    2 A los ojos de los insensatos pareció que habían muerto; se tuvo por quebranto su salida,
    3 y su partida de entre nosotros por completa destrucción; pero ellos están en la paz.
    4 Aunque, a juicio de los hombres, hayan sufrido castigos, su esperanza estaba llena de inmortalidad;
    5 por una corta corrección recibirán largos beneficios. pues Dios los sometió a prueba y los halló dignos de sí;
    6 como oro en el crisol los probó y como holocausto los aceptó.
    7 El día de su visita resplandecerán, y como chispas en rastrojo correrán.
    8 Juzgarán a las naciones y dominarán a los pueblos y sobre ellos el Señor reinará eternamente.
    9 Los que en él confían entenderán la verdad y los que son fieles permanecerán junto a él en el amor, porque la gracia y la misericordia son para sus santos y su visita para sus elegidos.

  • Salmo responsorial

    Salmo 23:1-6
    1 Salmo. De David. Yahveh es mi pastor, nada me falta.
    2 Por prados de fresca hierba me apacienta. Hacia las aguas de reposo me conduce,
    3 y conforta mi alma; me guía por senderos de justicia, en gracia de su nombre.
    4 Aunque pase por valle tenebroso, ningún mal temeré, porque tú vas conmigo; tu vara y tu cayado, ellos me sosiegan.
    5 Tú preparas ante mí una mesa frente a mis adversarios; unges con óleo mi cabeza, rebosante está mi copa.
    6 Sí, dicha y gracia me acompañarán todos los días de mi vida; mi morada será la casa de Yahveh a lo largo de los días.

  • Segunda lectura

    Romanos 5:5-11
    5 y la esperanza no falla, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado.
    6 En efecto, cuando todavía estábamos sin fuerzas, en el tiempo señalado, Cristo murió por los impíos; -
    7 en verdad, apenas habrá quien muera por un justo; por un hombre de bien tal vez se atrevería uno a morir -;
    8 mas la prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros.
    9 ¡Con cuánta más razón, pues, justificados ahora por su sangre, seremos por él salvos de la cólera!
    10 Si cuando éramos enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, ¡con cuánta más razón, estando ya reconciliados, seremos salvos por su vida!
    11 Y no solamente eso, sino que también nos gloriamos en Dios, por nuestro Señor Jesucristo, por quien hemos obtenido ahora la reconciliación.

  • Evangelio

    Juan 11:17-27
    17 Cuando llegó Jesús, se encontró con que Lázaro llevaba ya cuatro días en el sepulcro.
    18 Betania estaba cerca de Jerusalén como a unos quince estadios,
    19 y muchos judíos habían venido a casa de Marta y María para consolarlas por su hermano.
    20 Cuando Marta supo que había venido Jesús, le salió al encuentro, mientras María permanecía en casa.
    21 Dijo Marta a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano.
    22 Pero aun ahora yo sé que cuanto pidas a Dios, Dios te lo concederá.»
    23 Le dice Jesús: «Tu hermano resucitará.»
    24 Le respondió Marta: «Ya sé que resucitará en la resurrección, el último día.»
    25 Jesús le respondió: «Yo soy la resurrección El que cree en mí, aunque muera, vivirá;
    26 y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?»
    27 Le dice ella: «Sí, Señor, yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que iba a venir al mundo.»


Lecturas 1 de Noviembre de 2020

 

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Apocalipsis 7:2-4, 9-14
    2 Luego vi a otro Angel que subía del Oriente y tenía el sello de Dios vivo; y gritó con fuerte voz a los cuatro Angeles a quienes se había encomendado causar daño a la tierra y al mar:
    3 «No causéis daño ni a la tierra ni al mar ni a los árboles, hasta que marquemos con el sello la frente de los siervos de nuestro Dios.»
    4 Y oí el número de los marcados con el sello: 144.000 sellados, de todas las tribus de los hijos de Israel.
    9 Después miré y había una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, razas, pueblos y lenguas, de pie delante del trono y el Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos.
    10 Y gritan con fuerte voz: «La salvación es de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero.»
    11 Y todos los Angeles que estaban en pie alrededor del trono de los Ancianos y de los cuatro Vivientes, se postraron delante del trono, rostro en tierra, y adoraron a Dios
    12 diciendo: «Amén. Alabanza, gloria, sabiduría, acción de gracias, honor, poder y fuerza, a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén.»
    13 Uno de los Ancianos tomó la palabra y me dijo: «Esos que están vestidos con vestiduras blancas ¿quiénes son y de dónde han venido?»
    14 Yo le respondí: «Señor mío, tú lo sabrás.» Me respondió: «Esos son los que vienen de la gran tribulación; han lavado sus vestiduras y las han blanqueado con la sangre del Cordero.

  • Salmo responsorial

    Salmo 24:1-6
    1 Salmo. De David. De Yahveh es la tierra y cuanto hay en ella, el orbe y los que en él habitan;
    2 que él lo fundó sobre los mares, él lo asentó sobre los ríos.
    3 ¿Quién subirá al monte de Yahveh?, ¿quién podrá estar en su recinto santo?
    4 El de manos limpias y puro corazón, el que a la vanidad no lleva su alma, ni con engaño jura.
    5 El logrará la bendición de Yahveh, la justicia del Dios de su salvación.
    6 Tal es la raza de los que le buscan, los que van tras tu rostro, oh Dios de Jacob.

  • Segunda lectura

    I Juan 3:1-3
    1 Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos!. El mundo no nos conoce porque no le conoció a él.
    2 Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal cual es.
    3 Todo el que tiene esta esperanza en él se purifica a sí mismo, como él es puro.

  • Evangelio

    Mateo 5:1-12
    1 Viendo la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron.
    2 Y tomando la palabra, les enseñaba diciendo:
    3 «Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
    4 Bienaventurados los mansos , porque ellos posseerán en herencia la tierra.
    5 Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.
    6 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados.
    7 Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
    8 Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
    9 Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
    10 Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
    11 Bienaventurados seréis cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa.
    12 Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros.