Primera lectura
I Samuel 1:20-22, 24-2820 Concibió Ana y llegado el tiempo dio a luz un niño a quien llamó Samuel, «porque, dijo, se lo he pedido a Yahveh».21 Subió el marido Elcaná con toda su familia, para ofrecer a Yahveh el sacrificio anual y cumplir su voto,22 pero Ana no subió, porque dijo a su marido: «Cuando el niño haya sido destetado, entonces le llevaré, será presentado a Yahveh y se quedará allí para siempre.»24 Cuando lo hubo destetado, lo subió consigo, llevando además un novillo de tres años, una medida de harina y un odre de vino, e hizo entrar en la casa de Yahveh, en Silo, al niño todavía muy pequeño.25 Inmolaron el novillo y llevaron el niño a Elí26 y ella dijo: «Oyeme, señor. Por tu vida, señor, yo soy la mujer que estuvo aquí junto a ti, orando a Yahveh.27 Este niño pedía yo y Yahveh me ha concedido la petición que le hice.28 Ahora yo se lo cedo a Yahveh por todos los días de su vida; está cedido a Yahveh.» Y le dejó allí, a Yahveh.Salmo responsorial
Salmo 84:2-3, 5-6, 9-102 ¡Qué amables tus moradas, oh Yahveh Sebaot!3 Anhela mi alma y languidece tras de los atrios de Yahveh, mi corazón y mi carne gritan de alegría hacia el Dios vivo.5 Dichosos los que moran en tu casa, te alaban por siempre.6 Dichosos los hombres cuya fuerza está en ti, y las subidas en su corazón.9 ¡Yahveh Dios Sebaot, escucha mi plegaria, tiende tu oído, oh Dios de Jacob!10 Oh Dios, escudo nuestro, mira, pon tus ojos en el rostro de tu ungido.Segunda lectura
I Juan 3:1-2, 21-241 Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos!. El mundo no nos conoce porque no le conoció a él.2 Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal cual es.21 Queridos, si la conciencia no nos condena, tenemos plena confianza ante Dios,22 y cuanto pidamos lo recibimos de él, porque guardamos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada.23 Y este es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo, Jesucristo, y que nos amemos unos a otros tal como nos lo mandó.24 Quien guarda sus mandamientos permanece en Dios y Dios en él; en esto conocemos que permanece en nosotros: por el Espíritu que nos dio.Evangelio
Lucas 2:41-5241 Sus padres iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua.42 Cuando tuvo doce años, subieron ellos como de costumbre a la fiesta43 y, al volverse, pasados los días, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin saberlo su padres.44 Pero creyendo que estaría en la caravana, hicieron un día de camino, y le buscaban entre los parientes y conocidos;45 pero al no encontrarle, se volvieron a Jerusalén en su busca.46 Y sucedió que, al cabo de tres días, le encontraron en el Templo sentado en medio de los maestros, escuchándoles y preguntándoles;47 todos los que le oían, estaban estupefactos por su inteligencia y sus respuestas.48 Cuando le vieron, quedaron sorprendidos, y su madre le dijo: «Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Mira, tu padre y yo, angustiados, te andábamos buscando.»49 El les dijo: «Y ¿por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?»50 Pero ellos no comprendieron la respuesta que les dio.51 Bajó con ellos y vino a Nazaret, y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazón.52 Jesús progresaba en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres.
Calle L- 6, Jardines de Cuscatlan, Ciudad Merliot, Antiguo Cuscatlan, El Salvador, CentroAmerica
sábado, 29 de diciembre de 2018
Lecturas 30 de diciembre de 2018
Lecturas 29 de Diciembre de 2018
Primera lectura
I Juan 2:3-113 En esto sabemos que le conocemos: en que guardamos sus mandamientos.4 Quien dice: «Yo le conozco» y no guarda sus mandamientos es un mentiroso y la verdad no está en él.5 Pero quien guarda su Palabra, ciertamente en él el amor de Dios ha llegado a su plenitud. En esto conocemos que estamos en él.6 Quien dice que permanece en él, debe vivir como vivió él.7 Queridos, no os escribo un mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo, que tenéis desde el principio. Este mandamiento antiguo es la Palabra que habéis escuchado.8 Y sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo - lo cual es verdadero en él y en vosotros - pues las tinieblas pasan y la luz verdadera brilla ya.9 Quien dice que está en la luz y aborrece a su hermano, está aún en las tinieblas.10 Quien ama a su hermano permanece en la luz y no tropieza.11 Pero quien aborrece a su hermano está en las tinieblas, camina en las tinieblas, no sabe a dónde va, porque las tinieblas han cegado sus ojos.Salmo responsorial
Salmo 96:1-61 ¡Cantad a Yahveh un canto nuevo, cantad a Yahveh, toda la tierra,2 cantad a Yahveh, su nombre bendecid! Anunciad su salvación día tras día,3 contad su gloria a las naciones, a todos los pueblos sus maravillas.4 Que grande es Yahveh, y muy digno de alabanza, más temible que todos los dioses.5 Pues nada son todos los dioses de los pueblos. Mas Yahveh los cielos hizo;6 gloria y majestad están ante él, poder y fulgor en su santuario.Evangelio
Lucas 2:22-3522 Cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor,23 como está escrito en la Ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor24 y para ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o dos pichones , conforme a lo que se dice en la Ley del Señor.25 Y he aquí que había en Jerusalén un hombre llamado Simeón; este hombre era justo y piadoso, y esperaba la consolación de Israel; y estaba en él el Espíritu Santo.26 Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor.27 Movido por el Espíritu, vino al Templo; y cuando los padres introdujeron al niño Jesús, para cumplir lo que la Ley prescribía sobre él,28 le tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo:29 «Ahora, Señor, puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz;30 porque han visto mis ojos tu salvación,31 la que has preparado a la vista de todos los pueblos,32 luz para iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel.»33 Su padre y su madre estaban admirados de lo que se decía de él.34 Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: «Este está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción -35 ¡y a ti misma una espada te atravesará el alma! - a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones.»
viernes, 28 de diciembre de 2018
Lecturas 28 de Diciembre de 2018
Primera lectura
I Juan 1:5--2:25 Y este es el mensaje que hemos oído de él y que os anunciamos: Dios es Luz, en él no hay tiniebla alguna.6 Si decimos que estamos en comunión con él, y caminamos en tinieblas, mentimos y no obramos la verdad.7 Pero si caminamos en la luz, como él mismo está en la luz, estamos en comunión unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús nos purifica de todo pecado.8 Si decimos: «No tenemos pecado», nos engañamos y la verdad no está en nosotros.9 Si reconocemos nuestros pecados, fiel y justo es él para perdonarnos los pecados y purificarnos de toda injusticia.10 Si decimos: «No hemos pecado», le hacemos mentiroso y su Palabra no está en nosotros.1 Hijos míos, os escribo esto para que no pequéis. Pero si alguno peca, tenemos a uno que abogue ante el Padre: a Jesucristo, el Justo.2 El es víctima de propiciación por nuestros pecados, no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo entero.Salmo responsorial
Salmo 124:2-5, 7-82 si Yahveh no hubiera estado por nosotros, cuando contra nosotros se alzaron los hombres,3 vivos entonces nos habrían tragado en el fuego de su cólera.4 Entonces las aguas nos habrían anegado, habría pasado sobre nosotros un torrente,5 habrían pasado entonces sobre nuestra alma aguas voraginosas.7 Nuestra alma como un pájaro escapó del lazo de los cazadores. El lazo se rompió y nosotros escapamos;8 nuestro socorro en el nombre de Yahveh, que hizo el cielo y la tierra.Evangelio
Mateo 2:13-1813 Después que ellos se retiraron, el Angel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto; y estate allí hasta que yo te diga. Porque Herodes va a buscar al niño para matarle.»14 El se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se retiró a Egipto;15 y estuvo allí hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliera el oráculo del Señor por medio del profeta: De Egipto llamé a mi hijo.16 Entonces Herodes, al ver que había sido burlado por los magos, se enfureció terriblemente y envió a matar a todos los niños de Belén y de toda su comarca, de dos años para abajo, según el tiempo que había precisado por los magos.17 Entonces se cumplió el oráculo del profeta Jeremías:18 Un clamor se ha oído en Ramá, mucho llanto y lamento: es Raquel que llora a sus hijos, y no quiere consolarse, porque ya no existen.
jueves, 27 de diciembre de 2018
Lecturas 27 de Diciembre de 2018
Primera lectura
I Juan 1:1-41 Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que contemplamos y tocaron nuestras manos acerca de la Palabra de vida,2 - pues la Vida se manifestó, y nosotros la hemos visto y damos testimonio y os anunciamos la Vida eterna, que estaba vuelta hacia el Padre y que se nos manifestó -3 lo que hemos visto y oído, os lo anunciamos, para que también vosotros estéis en comunión con nosotros. Y nosotros estamos en comunión con el Padre y con su Hijo Jesucristo.4 Os escribimos esto para que nuestro gozo sea completo.Salmo responsorial
Salmo 97:1-2, 5-6, 11-121 ¡Reina Yahveh! ¡La tierra exulte, alégrense las islas numerosas!2 Nube y Bruma densa en torno a él, Justicia y Derecho, la base de su trono.5 Los montes como cera se derriten ante el Dueño de la tierra toda;6 los cielos anuncian su justicia, y todos los pueblos ven su gloria.11 La luz se alza para el justo, y para los de recto corazón la alegría.12 Justos, alegraos en Yahveh, celebrad su memoria sagrada.Evangelio
Juan 20:1-81 El primer día de la semana va María Magdalena de madrugada al sepulcro cuando todavía estaba oscuro, y ve la piedra quitada del sepulcro.2 Echa a correr y llega donde Simón Pedro y donde el otro discípulo a quien Jesús quería y les dice: «Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto.»3 Salieron Pedro y el otro discípulo, y se encaminaron al sepulcro.4 Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió por delante más rápido que Pedro, y llegó primero al sepulcro.5 Se inclinó y vio las vendas en el suelo; pero no entró.6 Llega también Simón Pedro siguiéndole, entra en el sepulcro y ve las vendas en el suelo,7 y el sudario que cubrió su cabeza, no junto a las vendas, sino plegado en un lugar aparte.8 Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado el primero al sepulcro; vio y creyó,
miércoles, 26 de diciembre de 2018
Lecturas 26 de Diciembre de 2018
Primera lectura
Hechos 6:8-10; 7:54-59
8 Esteban, lleno de gracia y de poder, realizaba entre el pueblo grandes prodigios y señales.
9 Se levantaron unos de la sinagoga llamada de los Libertos, cirenenses y alejandrinos, y otros de Cilicia y Asia, y se pusieron a disputar con Esteban;
10 pero no podían resistir a la sabiduría y al Espíritu con que hablaba.
54 Al oír esto, sus corazones se consumían de rabia y rechinaban sus dientes contra él.
55 Pero él, lleno del Espíritu Santo, miró fijamente al cielo y vio la gloria de Dios y a Jesús que estaba en pie a la diestra de Dios;
56 y dijo: «Estoy viendo los cielos abiertos y al Hijo del hombre que está en pie a la diestra de Dios.»
57 Entonces, gritando fuertemente, se taparon sus oídos y se precipitaron todos a una sobre él;
58 le echaron fuera de la ciudad y empezaron a apedrearle. Los testigos pusieron sus vestidos a los pies de un joven llamado Saulo.
59 Mientras le apedreaban, Esteban hacía esta invocación: «Señor Jesús, recibe mi espíritu.»Salmo responsorial
Salmo 31:3-4, 6, 8, 17
3 tiende hacia mí tu oído, date prisa! Sé para mí una roca de refugio, alcázar fuerte que me salve;
4 pues mi roca eres tú, mi fortaleza, y, por tu nombre, me guías y diriges.
6 en tus manos mi espíritu encomiendo, tú, Yahveh, me rescatas. Dios de verdad,
8 ¡exulte yo y en tu amor me regocije! Tú que has visto mi miseria, y has conocido las angustias de mi alma,
17 haz que alumbre a tu siervo tu semblante, ¡sálvame, por tu amor!Evangelio
Mateo 10:17-22
17 Guardaos de los hombres, porque os entregarán a los tribunales y os azotarán en sus sinagogas;
18 y por mi causa seréis llevados ante gobernadores y reyes, para que deis testimonio ante ellos y ante los gentiles.
19 Mas cuando os entreguen, no os preocupéis de cómo o qué vais a hablar. Lo que tengáis que hablar se os comunicará en aquel momento.
20 Porque no seréis vosotros los que hablaréis, sino el Espíritu de vuestro Padre el que hablará en vosotros.
21 «Entregará a la muerte hermano a hermano y padre a hijo; se levantarán hijos contra padres y los matarán.
22 Y seréis odiados de todos por causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el fin, ése se salvará.
lunes, 24 de diciembre de 2018
Lecturas 25 de Diciembre de 2018
Primera lectura
Isaías 9:1-6
1 El pueblo que andaba a oscuras
2 vio una luz grande. Los que vivían en tierra de sombras, una luz brilló sobre ellos. Acrecentaste el regocijo, hiciste grande la alegría. Alegría por tu presencia, cual la alegría en la siega, como se regocijan repartiendo botín.
3 Porque el yugo que les pesaba y la pinga de su hombro - la vara de su tirano - has roto, como el día de Madián.
4 Porque toda bota que taconea con ruido, y el manto rebozado en sangre serán para la quema, pasto del fuego.
5 Porque una criatura nos ha nacido, un hijo se nos ha dado. Estará el señorío sobre su hombro, y se llamará su nombre «Maravilla de Consejero», «Dios Fuerte», «Siempre Padre», «Príncipe de Paz».
6 Grande es su señorío y la paz no tendrá fin sobre el trono de David y sobre su reino, para restaurarlo y consolidarlo por la equidad y la justicia, Desde ahora y hasta siempre, el celo de Yahveh Sebaot hará eso.Salmo responsorial
Salmo 96:1-3, 11-13
1 ¡Cantad a Yahveh un canto nuevo, cantad a Yahveh, toda la tierra,
2 cantad a Yahveh, su nombre bendecid! Anunciad su salvación día tras día,
3 contad su gloria a las naciones, a todos los pueblos sus maravillas.
11 ¡Alégrense los cielos, regocíjese la tierra, retumbe el mar y cuanto encierra;
12 exulte el campo y cuanto en él existe, griten de júbilo todos los árboles del bosque,
13 ante la faz de Yahveh, pues viene él, viene, sí, a juzgar la tierra! El juzgará al orbe con justicia, a los pueblos con su lealtad.Segunda lectura
Tito 2:11-14
11 Porque se ha manifestado la gracia salvadora de Dios a todos los hombres,
12 que nos enseña a que, renunciando a la impiedad y a las pasiones mundanas, vivamos con sensatez, justicia y piedad en el siglo presente,
13 aguardando la feliz esperanza y la Manifestación de la gloria del gran Dios y Salvador nuestro Jesucristo;
14 el cual se entregó por nosotros a fin de rescatarnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo que fuese suyo, fervoroso en buenas obras.Evangelio
Lucas 2:1-14
1 Sucedió que por aquellos días salió un edicto de César Augusto ordenando que se empadronase todo el mundo.
2 Este primer empadronamiento tuvo lugar siendo gobernador de Siria Cirino.
3 Iban todos a empadronarse, cada uno a su ciudad.
4 Subió también José desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por ser él de la casa y familia de David,
5 para empadronarse con María, su esposa, que estaba encinta.
6 Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento,
7 y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento.
8 Había en la misma comarca unos pastores, que dormían al raso y vigilaban por turno durante la noche su rebaño.
9 Se les presentó el Angel del Señor, y la gloria del Señor los envolvió en su luz; y se llenaron de temor.
10 El ángel les dijo: «No temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo:
11 os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor;
12 y esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.»
13 Y de pronto se juntó con el ángel una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo:
14 «Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres en quienes él se complace.»Primera lectura
Isaías 62:11-12
11 Mirad que Yahveh hace oír hasta los confines de la tierra: «Decid a la hija de Sión: Mira que viene tu salvación; mira, su salario le acompaña, y su paga le precede.
12 Se les llamará "Pueblo Santo", "Rescatados de Yahveh"; y a ti se te llamará "Buscada", "Ciudad no Abandonada".»Salmo responsorial
Salmo 97:1, 6, 11-12
1 ¡Reina Yahveh! ¡La tierra exulte, alégrense las islas numerosas!
6 los cielos anuncian su justicia, y todos los pueblos ven su gloria.
11 La luz se alza para el justo, y para los de recto corazón la alegría.
12 Justos, alegraos en Yahveh, celebrad su memoria sagrada.Segunda lectura
Tito 3:4-7
4 Mas cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador y su amor a los hombres,
5 él nos salvó, no por obras de justicia que hubiésemos hecho nosotros, sino según su misericordia, por medio del baño de regeneración y de renovación del Espíritu Santo,
6 que derramó sobre nosotros con largueza por medio de Jesucristo nuestro Salvador,
7 para que, justificados por su gracia, fuésemos constituidos herederos, en esperanza, de vida eterna.Evangelio
Lucas 2:15-20
15 Y sucedió que cuando los ángeles, dejándoles, se fueron al cielo, los pastores se decían unos a otros: «Vayamos, pues, hasta Belén y veamos lo que ha sucedido y el Señor nos ha manifestado.»
16 Y fueron a toda prisa, y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre.
17 Al verlo, dieron a conocer lo que les habían dicho acerca de aquel niño;
18 y todos los que lo oyeron se maravillaban de lo que los pastores les decían.
19 María, por su parte, guardaba todas estas cosas, y las meditaba en su corazón.
20 Los pastores se volvieron glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto, conforme a lo que se les había dicho.Primera lectura
Isaías 52:7-10
7 ¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz, que trae buenas nuevas, que anuncia salvación, que dice a Sión: «Ya reina tu Dios!»
8 ¡Una voz! Tus vigías alzan la voz, a una dan gritos de júbilo, porque con sus propios ojos ven el retorno de Yahveh a Sión.
9 Prorrumpid a una en gritos de júbilo, soledades de Jerusalén, porque ha consolado Yahveh a su pueblo, ha rescatado a Jerusalén.
10 Ha desnudado Yahveh su santo brazo a los ojos de todas las naciones, y han visto todos los cabos de la tierra la salvación de nuestro Dios.Salmo responsorial
Salmo 98:1-6
1 Salmo. Cantad a Yahveh un canto nuevo, porque ha hecho maravillas; victoria le ha dado su diestra y su brazo santo.
2 Yahveh ha dado a conocer su salvación, a los ojos de las naciones ha revelado su justicia;
3 se ha acordado de su amor y su lealtad para con la casa de Israel. Todos los confines de la tierra han visto la salvación de nuestro Dios.
4 ¡Aclamad a Yahveh, toda la tierra, estallad, gritad de gozo y salmodiad!
5 Salmodiad para Yahveh con la cítara, con la cítara y al son de la salmodia;
6 con las trompetas y al son del cuerno aclamad ante la faz del rey Yahveh.Segunda lectura
Hebreos 1:1-6
1 Muchas veces y de muchos modos habló Dios en el pasado a nuestros Padres por medio de los Profetas;
2 en estos últimos tiempos nos ha hablado por medio del Hijo a quien instituyó heredero de todo, por quien también hizo los mundos;
3 el cual, siendo resplandor de su gloria e impronta de su sustancia, y el que sostiene todo con su palabra poderosa, después de llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas,
4 con una superioridad sobre los ángeles tanto mayor cuanto más les supera en el nombre que ha heredado.
5 En efecto, ¿a qué ángel dijo alguna vez: Hijo mío eres tú; yo te he engendrado hoy; y también: Yo seré para él Padre, y él será para mi Hijo?
6 Y nuevamente al introducir a su Primogénito en el mundo dice: Y adórenle todos los ángeles de Dios.Evangelio
Juan 1:1-18
1 En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios.
2 Ella estaba en el principio con Dios.
3 Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada de cuanto existe.
4 En ella estaba la vida y la vida era la luz de los hombres,
5 y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la vencieron.
6 Hubo un hombre, enviado por Dios: se llamaba Juan.
7 Este vino para un testimonio, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por él.
8 No era él la luz, sino quien debía dar testimonio de la luz.
9 La Palabra era la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo.
10 En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por ella, y el mundo no la conoció.
11 Vino a su casa, y los suyos no la recibieron.
12 Pero a todos los que la recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su nombre;
13 la cual no nació de sangre, ni de deseo de hombre, sino que nació de Dios.
14 Y la Palabra se hizo carne, y puso su Morada entre nosotros, y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad.
15 Juan da testimonio de él y clama: «Este era del que yo dije: El que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo.»
16 Pues de su plenitud hemos recibido todos, y gracia por gracia.
17 Porque la Ley fue dada por medio de Moisés; la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo.
18 A Dios nadie le ha visto jamás: el Hijo único, que está en el seno del Padre, él lo ha contado.
De la aurora
Del día
Lecturas 24 de Diciembre de 2018
Primera lectura
II Samuel 7:1-5, 8-12, 14, 161 Cuando el rey se estableció en su casa y Yahveh le concedió paz de todos sus enemigos de alrededor,2 dijo el rey al profeta Natán: «Mira; yo habito en una casa de cedro mientras que el arca de Dios habita bajo pieles.»3 Respondió Natán al rey: «Anda, haz todo lo que te dicta el corazón, porque Yahveh está contigo.»4 Pero aquella misma noche vino la palabra de Dios a Natán diciendo:5 «Ve y di a mi siervo David: Esto dice Yahveh. ¿Me vas a edificar tú una casa para que yo habite?8 Ahora pues di esto a mi siervo David: Así habla Yahveh Sebaot: Yo te he tomado del pastizal, de detrás del rebaño, para que seas caudillo de mi pueblo Israel.9 He estado contigo dondequiera has ido, he eliminado de delante de ti a todos tus enemigos y voy a hacerte un nombre grande como el nombre de los grandes de la tierra:10 fijaré un lugar a mi pueblo Israel y lo plantaré allí para que more en él; no será ya perturbado y los malhechores no seguirán oprimiéndole como antes,11 en el tiempo en que instituí jueces en mi pueblo Israel; le daré paz con todos sus enemigos. Yahveh te anuncia que Yahveh te edificará una casa.12 Y cuando tus días se hayan cumplido y te acuestes con tus padres, afirmaré después de ti la descendencia que saldrá de tus entrañas, y consolidaré el trono de su realeza.14 Yo seré para él padre y él será para mí hijo. Si hace mal, le castigaré con vara de hombres y con golpes de hombres,16 Tu casa y tu reino permanecerán para siempre ante mí; tu trono estará firme, eternamente.»Salmo responsorial
Salmo 89:2-5, 27, 292 El amor de Yahveh por siempre cantaré, de edad en edad anunciará mí boca tu lealtad.3 Pues tú dijiste: «Cimentado está el amor por siempre, asentada en los cielos mi lealtad.4 «Una alianza pacté con mi elegido, un juramento hice a mi siervo David:5 Para siempre jamás he fundado tu estirpe, de edad en edad he erigido tu trono.»27 «El me invocará: ¡Tú, mi Padre, mi Dios y roca de mi salvación!29 «Le guardaré mi amor por siempre, y mi alianza será leal con él;Evangelio
Lucas 1:67-7967 Zacarías, su padre, quedó lleno de Espíritu Santo, y profetizó diciendo:68 «Bendito el Señor Dios de Israel porque ha visitado y redimido a su pueblo.69 y nos ha suscitado una fuerza salvadora en la casa de David, su siervo,70 como había prometido desde tiempos antiguos, por boca de sus santos profetas,71 que nos salvaría de nuestros enemigos y de las manos de todos los que nos odiaban72 haciendo misericordia a nuestros padres y recordando su santa alianza73 y el juramento que juró a Abraham nuestro padre, de concedernos74 que, libres de manos enemigas, podamos servirle sin temor75 en santidad y justicia delante de él todos nuestros días.76 Y tú, niño, serás llamado profeta del Altísimo, pues irás delante del Señor para preparar sus caminos77 y dar a su pueblo conocimiento de salvación por el perdón de sus pecados,78 por las entrañas de misericordia de nuestro Dios, que harán que nos visite una Luz de la altura,79 a fin de iluminar a los que habitan en tinieblas y sombras de muerte y guiar nuestros pasos por el camino de la paz.»
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