- Primera Lectura: Isaías 58,9b-14"Cuando partas tu pan con el hambriento..., brillará tu luz en las tinieblas"Así dice el Señor Dios: "Cuando destierres de ti la opresión, el gesto amenazador y la maledicencia, cuando partas tu pan con el hambriento y sacies el estómago del indigente, brillará tu luz en las tinieblas, tu oscuridad se volverá mediodía. El Señor te dará reposo permanente, en el desierto saciará tu hambre, hará fuertes tus huesos, serás un huerto bien regado, un manantial de aguas cuya vena nunca engaña; reconstruirás viejas ruinas, levantarás sobre cimientos de antaño; te llamarán reparador de brechas, restaurador de casas en ruinas. Si detienes tus pies el sábado y no traficas en mi día santo, si llamas al sábado tu delicia, y lo consagras a la gloria del Señor, si lo honras absteniéndote de viajes, de buscar tu interés, de tratar tus asuntos, entonces el Señor será tu delicia. Te asentaré sobre mis montañas, te alimentaré con la herencia de tu padre Jacob." Ha hablado la boca del Señor.
- Salmo Responsorial: 85"Enséñame, Señor, tu camino, para que siga tu verdad."Inclina tu oído, Señor, escúchame, / que soy un pobre desamparado; / protege mi vida, que soy un fiel tuyo; / salva a tu siervo, que confía en ti. R. Tú eres mi Dios, piedad de mí, Señor, / que a ti te estoy llamando todo el día; / alegra el alma de tu siervo, / pues levanto mi alma hacia ti. R. Porque tú, Señor, eres bueno y clemente, / rico en misericordia con los que te invocan. / Señor, escucha mi oración, / atiende a la voz de mi súplica. R.
- Evangelio: Lucas 5,27-32"No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a que se conviertan"En aquel tiempo, Jesús vio a un publicano llamado Leví, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: "Sígueme." Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió. Leví ofreció en su honor un gran banquete en su casa, y estaban a la mesa con ellos un gran número de publicanos y otros. Los fariseos y los escribas dijeron a sus discípulos, criticándolo: "¿Cómo es que coméis y bebéis con publicanos y pecadores?" Jesús les replicó: "No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a que se conviertan."
Calle L- 6, Jardines de Cuscatlan, Ciudad Merliot, Antiguo Cuscatlan, El Salvador, CentroAmerica
sábado, 21 de febrero de 2015
Evangelio 21 de Febrero de 2015
El Evangelio meditado
No he venido a llamar a justos, sino a pecadores
Cuaresma y Semana Santa
Cuaresma y Semana Santa
Lucas 5, 27-32. Cuaresma. Nada en la vida, ni placeres, ni riquezas, podrán compararse con el tesoro de encontrar a Dios.
Por: José Noé Patiño | Fuente: Catholic.net
Del santo Evangelio según san Lucas 5, 27-32
En aquel tiempo salió Jesús y vio a un publicano llamado Leví, sentado en el despacho de impuestos, y le dijo: «Sígueme». El, dejándolo todo, se levantó y le siguió. Leví le ofreció en su casa un gran banquete. Había un gran número de publicanos, y de otros que estaban a la mesa con ellos. Los fariseos y sus escribas murmuraban diciendo a los discípulos: «¿Por qué coméis y bebéis con los publicanos y pecadores?» Les respondió Jesús: «No necesitan médico los que están sanos, sino los que están mal. No he venido a llamar a conversión a justos, sino a pecadores».
Oración introductoria
Señor, no dejes de sorprenderme y hacer diferente cada uno de mis días. Concédeme iniciar esta oración con la completa disposición de escuchar tu voz y seguirte con el ánimo de desprenderme de mí mismo.
Petición
Dios mío, Tú me conoces y sabes qué fácilmente juzgo a los demás y cómo me cuesta perdonar, ayúdame a ser más misericordioso.
Meditación del Papa Francisco
En aquel tiempo salió Jesús y vio a un publicano llamado Leví, sentado en el despacho de impuestos, y le dijo: «Sígueme». El, dejándolo todo, se levantó y le siguió. Leví le ofreció en su casa un gran banquete. Había un gran número de publicanos, y de otros que estaban a la mesa con ellos. Los fariseos y sus escribas murmuraban diciendo a los discípulos: «¿Por qué coméis y bebéis con los publicanos y pecadores?» Les respondió Jesús: «No necesitan médico los que están sanos, sino los que están mal. No he venido a llamar a conversión a justos, sino a pecadores».
Oración introductoria
Señor, no dejes de sorprenderme y hacer diferente cada uno de mis días. Concédeme iniciar esta oración con la completa disposición de escuchar tu voz y seguirte con el ánimo de desprenderme de mí mismo.
Petición
Dios mío, Tú me conoces y sabes qué fácilmente juzgo a los demás y cómo me cuesta perdonar, ayúdame a ser más misericordioso.
Meditación del Papa Francisco
Los fariseos critican al Señor porque come con los pecadores. Y los publicanos eran doblemente pecaminosos, porque estaban apegados al dinero e incluso eran traidores a la patria, al ser quienes recogían los impuestos de su pueblo para los romanos. Jesús, por lo tanto, ve a Mateo, el recaudador de impuestos, y le mira con misericordia:
Y a aquel hombre, sentado en el banco de impuestos, en un primer momento Jesús lo mira y este hombre siente algo diferente, algo que no sabía -la mirada de Jesús sobre él-, siente un estupor por dentro, escucha la invitación de Jesús: ‘¡Sígueme! ¡Sígueme!'. Y en ese momento, se vuelve un hombre lleno de alegría, pero también un poco dubitativo, porque está muy apegado al dinero. […]Es el momento de la misericordia recibida y aceptada: ‘¡Sí, voy contigo!’. Es el primer momento del encuentro, una experiencia espiritual profunda. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 5 de julio de 2013, en Santa Marta).
Reflexión
Seguramente muchos de los amigos de Leví, no cabrían en su asombro al saber de lo que estaba pasando. Leví, el publicano, ofrecía un banquete de despedida porque iba a dejar todo lo que tenía, para seguir a un rabí llamado Jesús y que no tenía dónde reposar la cabeza.
La decisión la había tomado en la mañana, cuando, quién sabe por qué, Jesús había pasado por la recaudación de impuestos y le había invitado a seguirle. “Ven y sígueme”, eso es todo lo que nos dice el evangelio. No sabemos si ya lo conocía, si le había oído en alguna ocasión... nada, tan sólo que dejándolo todo lo siguió.
Eran muchas las cosas que Leví debía dejar abandonadas en el baúl de los recuerdos para siempre. Pero Leví no puso cara de camello triste, quejándose y lamentándose, de por qué le había tocado a él. Al contrario de todas las expectativas, organiza una fiesta.
Cuánto tenemos que aprender de Leví. Él sí se dio cuenta de que nada en la vida, ni placeres, ni riquezas, ni nada de nada, podían compararse con el Tesoro que había encontrado. Y como buen recaudador supo venderlo todo para adquirir una ganancia infinitamente mayor. Que en esta Cuaresma también nos encontremos nosotros con Cristo y sepamos dejarlo todo para seguir al único por el que vale la pena dejarlo todo: un rabí llamado Jesús.
Propósito
Hacer una oración especial de agradecimiento a Dios por haberme llamado a su Iglesia.
Diálogo con Cristo
Señor, permite que nunca discrimine ni considere a nadie indigno, más bien, que busque construir puentes, principalmente con mis actitudes ante los demás, para acercar a todos a la experiencia de tu amor. No puedo conformarme con vivir para mí mismo y para mis cosas. Dame la generosidad para entregarme incansablemente y hacer todo el bien que esté a mi alcance.
Seguramente muchos de los amigos de Leví, no cabrían en su asombro al saber de lo que estaba pasando. Leví, el publicano, ofrecía un banquete de despedida porque iba a dejar todo lo que tenía, para seguir a un rabí llamado Jesús y que no tenía dónde reposar la cabeza.
La decisión la había tomado en la mañana, cuando, quién sabe por qué, Jesús había pasado por la recaudación de impuestos y le había invitado a seguirle. “Ven y sígueme”, eso es todo lo que nos dice el evangelio. No sabemos si ya lo conocía, si le había oído en alguna ocasión... nada, tan sólo que dejándolo todo lo siguió.
Eran muchas las cosas que Leví debía dejar abandonadas en el baúl de los recuerdos para siempre. Pero Leví no puso cara de camello triste, quejándose y lamentándose, de por qué le había tocado a él. Al contrario de todas las expectativas, organiza una fiesta.
Cuánto tenemos que aprender de Leví. Él sí se dio cuenta de que nada en la vida, ni placeres, ni riquezas, ni nada de nada, podían compararse con el Tesoro que había encontrado. Y como buen recaudador supo venderlo todo para adquirir una ganancia infinitamente mayor. Que en esta Cuaresma también nos encontremos nosotros con Cristo y sepamos dejarlo todo para seguir al único por el que vale la pena dejarlo todo: un rabí llamado Jesús.
Propósito
Hacer una oración especial de agradecimiento a Dios por haberme llamado a su Iglesia.
Diálogo con Cristo
Señor, permite que nunca discrimine ni considere a nadie indigno, más bien, que busque construir puentes, principalmente con mis actitudes ante los demás, para acercar a todos a la experiencia de tu amor. No puedo conformarme con vivir para mí mismo y para mis cosas. Dame la generosidad para entregarme incansablemente y hacer todo el bien que esté a mi alcance.
viernes, 20 de febrero de 2015
Evangelio 20 de Febrero de 2014
- Primera Lectura: Isaías 58,1-9a"El ayuno que quiere el Señor"Así dice el Señor Dios: "Grita a plena voz, sin cesar, alza la voz como una trompeta, denuncia a mi pueblo sus delitos, a la casa de Jacob sus pecados. Consultan mi oráculo a diario, muestran deseo de conocer mi camino, como un pueblo que practicara la justicia y no abandonase el mandato de Dios. Me piden sentencias justas, desean tener cerca a Dios. "¿Para qué ayunar, si no haces caso?; ¿mortificarnos, si tú no te fijas?" Mirad: el día de ayuno buscáis vuestro interés y apremiáis a vuestros servidores; mirad: ayunáis entre riñas y disputas, dando puñetazos sin piedad. No ayunéis como ahora, haciendo oír en el cielo vuestras voces. ¿Es ése el ayuno que el Señor desea, para el día en que el hombre se mortifica?, mover la cabeza como un junco, acostarse sobre saco y ceniza, ¿a eso lo llamáis ayuno, día agradable al Señor? El ayuno que yo quiero es éste: Abrir las prisiones injustas, hacer saltar los cerrojos de los cepos, dejar libres a los oprimidos, romper todos los cepos; partir tu pan con el hambriento, hospedar a los pobres sin techo, vestir al que ves desnudo, y no cerrarte a tu propia carne. Entonces romperá tu luz como la aurora, en seguida te brotará la carne sana; te abrirá camino la justicia, detrás irá la gloria del Señor. Entonces clamarás al Señor, y te responderá; gritarás, y te dirá: "Aquí estoy.""
- Salmo Responsorial: 50"Un corazón quebrantado y humillado, tú, Dios mío, no lo desprecias."Misericordia, Dios mío, por tu bondad, / por tu inmensa compasión borra mi culpa; / lava del todo mi delito, / limpia mi pecado. R. Pues yo reconozco mi culpa, / tengo siempre presente mi pecado: / contra ti, contra ti solo pequé, / cometí la maldad que aborreces. R. Los sacrificios no te satisfacen: / si te ofreciera un holocausto, no lo querrías. / Mi sacrificio es un espíritu quebrantado; / un corazón quebrantado y humillado, / tú no lo desprecias. R.
- Evangelio: Mateo 9,14-15"Cuando se lleven al novio, entonces ayunarán"En aquel tiempo, se acercaron los discípulos de Juan a Jesús, preguntándole: "¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan?" Jesús les dijo: "¿Es que pueden guardar luto los invitados a la boda, mientras el novio está con ellos? Llegará un día en que se lleven al novio, y entonces ayunarán."
Misericordia entrañable
Breve introducción al contenido de la Carta Pastoral de los Obispos de Pamplona-Tudela, Bilbao, Vitoria y San Sebastián con motivo de la Cuaresma
Por: Redaccion SIC | Fuente: www.agenciasic.com
Los obispos de Pamplona y Tudela, Bilbao, San Sebastián y Vitoria han elaborado una Carta Pastoral bajo el título “Misericordia entrañable” para el tiempo de Cuaresma y Pascua de 2015.
Mons. Francisco Pérez, Arzobispo de Pamplona y Obispo de Tudela; Mons. Mario Iceta, Obispo de Bilbao; Mons. José Ignacio Munilla, Obispo de San Sebastián; Mons. Miguel Asurmendi, Obispo de Vitoria y Mons Juan Antonio Aznárez, Obispo Auxiliar de Pamplona y Tudela, firman esta Carta Pastoral conjunta que será presentada a las comunidades cristianas en las eucaristías hoy con motivo del Miércoles de Ceniza e inicio del tiempo de Cuaresma. Junto con la Carta, se han publicado unos materiales como apoyo para para profundizar tanto de manera personal como en grupo.
La Carta Pastoral comienza con una referencia a la exhortación apostólica del Papa Francisco Evangelii Gaudium (La Alegría del Evangelio) como programa pastoral para toda la Iglesia: “Nuestras Iglesias locales han acogido con entusiasmo este documento. Estamos trabajando en su recepción, reflexión y puesta en práctica” afirman los obispos.
“Misericordia entrañable” consta de cuatro capítulos. En el primero de ellos, Dios rico en misericordia los obispos presentan la misericordia como la característica propia de Dios. “Podemos percibir la profundidad del significado de la misericordia entrañable para la tradición bíblica como expresión del amor, la bondad, la fidelidad, la ternura, la paciencia y el perdón de Dios.
Se hace referencia a la Iglesia como hogar (templo) de misericordia, al igual que lo hizo el Papa Francisco, al referirse a la Iglesia como un hospital de campaña donde todos hemos sido alcanzados por la misericordia de Dios. El segundo capítulo, Iglesia en conversión pastoral y en salida, explica cómo es necesaria una conversión personal, en primer lugar, a través del encuentro personal con Cristo “que nos rescata de nuestra conciencia aislada y de la auto referencialidad”; y una conversión eclesial, pastoral y misionera, en la que toda la Iglesia está concernida, para ser fieles a la vocación y misión de la Iglesia.
El tercer capítulo, Ámbitos necesitados de misericordia, los obispos hacen referencia a algunos de los campos en los que la misericordia de Dios “exige ser anunciada y compartida”: la convivencia social, la familia, los pobres y excluidos, el sufrimiento y la enfermedad. Además, en relación con la inclusión social de los pobres y las causas que generan pobreza e injusticia, se hace una mención expresa a algunas cuestiones que posibilitan o impiden esta inclusión: la cultura dominante y el desafío de proponer el Evangelio como fermento de promoción de la dignidad humana; el mundo laboral, recordando la dignidad del trabajo como “bien antropológico fundamental”; el aliento de la iniciativa empresarial, la creación de empleo y las formas de autoempleo con una visión que responda a la responsabilidad social y distribución de bienes necesarios; la economía y las finanzas – con una referencia a la Carta Pastoral conjunta de Cuaresma Pascua 2013 “Una economía al servicio de las personas”; y la presencia de los cristianos en ámbitos de responsabilidad política y sindical o la influencia de los medios de comunicación social .
El cuarto y último capítulo Testigos y mensajeros, los obispos insisten en la importancia de la iniciación cristiana y la transmisión de la fe en las familias y comunidades cristianas, y animan en la misión de proclamar el Evangelio animando a no tener miedo “de adentrarnos en terrenos desconocidos ni de ofrecer la Palabra de vida a quienes no conocemos”.
jueves, 19 de febrero de 2015
Evangelio 19 de Febrero de 2015
- Primera Lectura: Deuteronomio 30,15-20"Hoy te pongo delante bendición y maldición"Moisés habló al pueblo, diciendo: "Mira: hoy te pongo delante la vida y el bien, la muerte y el mal. Si obedeces los mandatos del Señor, tu Dios, que yo te promulgo hoy, amando al Señor, tu Dios, siguiendo sus caminos, guardando sus preceptos, mandatos y decretos, vivirás y crecerás; el Señor, tu Dios, te bendecirá en la tierra donde vas a entrar para conquistarla. Pero, si tu corazón se aparta y no obedeces, si te dejas arrastrar y te prosternas dando culto a dioses extranjeros, yo te anuncio hoy que morirás sin remedio, que, después de pasar el Jordán y de entrar en la tierra para tomarla en posesión, no vivirás muchos años en ella. Hoy cito como testigos contra vosotros al cielo y a la tierra; te pongo delante vida y muerte, bendición y maldición. Elige la vida, y viviréis tú y tu descendencia, amando al Señor, tu Dios, escuchando su voz, pegándote a él, pues él es tu vida y tus muchos años en la tierra que había prometido dar a tus padres Abrahán, Isaac y Jacob."
- Salmo Responsorial: 1"Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor."Dichoso el hombre / que no sigue el consejo de los impíos, / ni entra por la senda de los pecadores, / ni se sienta en la reunión de los cínicos; / sino que su gozo es la ley del Señor, / y medita su ley día y noche. R. Será como un árbol / plantado al borde de la acequia: / da fruto en su sazón / y no se marchitan sus hojas; / y cuanto emprende tiene buen fin. R. No así los impíos, no así; / serán paja que arrebata el viento. / Porque el Señor protege el camino de los justos, / pero el camino de los impíos acaba mal. R.
- Evangelio: Lucas 9,22-25"El que pierda su vida por mi causa la salvará"En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día." Y, dirigiéndose a todos, dijo: "El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz cada día y se venga conmigo. Pues el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o se perjudica a sí mismo?"a
El Evangelio meditado
Si alguno quiere venir en pos de mí
Cuaresma y Semana Santa
Cuaresma y Semana Santa
Lucas 9, 22-25. Cuaresma. Es la Cruz, siempre la Cruz con Cristo, la que garantiza la fecundidad de nuestra misión.
Por: Miguel Esponda | Fuente: Catholic.net
Del santo evangelio según san Lucas 9, 22-25
En aquel tiempo, dijo Jesús: "El Hijo del hombre debe sufrir mucho, y ser reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y resucitar al tercer día". Decía a todos: "Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí, ése la salvará. Pues, ¿de qué le sirve al hombre haber ganado el mundo entero, si él mismo se pierde o se arruina?".
Oración introductoria
Jesús, se nota que lo que tú querías no era -ni ha sido nunca- ganarte un buen número de seguidores que quisieran ir en pos de ti para hacer milagros, o para adquirir mucha fama entre la gente, o incluso para vivir un evangelio diseñado a su comodidad. Por eso, desde que predicaste tu mensaje, dejaste bien claro que implicaba necesariamente la cruz, renunciar a sí mismo, perder la vida por ti. Ese es el camino para seguirte, para acercarnos al misterio tan gigante de tu persona y para encontrar en ti la verdadera vida.
Petición
Jesús mío, dame mucha fe y amor para llevar la cruz que tú me has dado, pues es el camino por donde has querido que te encuentre y llegue hasta ti.
Meditación del Papa Francisco
El segundo punto de referencia de la misión es la cruz de Cristo. San Pablo, escribiendo a los Gálatas, dice: “Dios me libre de gloriarme si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo”. Y habla de las “marcas”, es decir, de las llagas de Cristo Crucificado, como el cuño, la señal distintiva de su existencia de Apóstol del Evangelio. En su ministerio, Pablo ha experimentado el sufrimiento, la debilidad y la derrota, pero también la alegría y la consolación. He aquí el misterio pascual de Jesús: misterio de muerte y resurrección. Y precisamente haberse dejado conformar con la muerte de Jesús ha hecho a San Pablo participar en su resurrección, en su victoria. En la hora de la oscuridad, en la hora de la prueba está ya presente y activa el alba de la luz y de la salvación. ¡El misterio pascual es el corazón palpitante de la misión de la Iglesia! Y si permanecemos dentro de este misterio, estamos a salvo tanto de una visión mundana y triunfalista de la misión, como del desánimo que puede nacer ante las pruebas y los fracasos. La fecundidad pastoral, la fecundidad del anuncio del Evangelio no procede ni del éxito ni del fracaso según los criterios de valoración humana, sino de conformarse con la lógica de la Cruz de Jesús, que es la lógica del salir de sí mismos y darse, la lógica del amor. Es la Cruz –siempre la Cruz con Cristo, porque a veces nos ofrecen la cruz sin Cristo: ésa no sirve–. Es la Cruz, siempre la Cruz con Cristo, la que garantiza la fecundidad de nuestra misión. Y desde la Cruz, acto supremo de misericordia y de amor, renacemos como “criatura nueva”» (Cf Homilía de S.S. Francisco, 7 de julio de 2013).
Reflexión
El camino que Cristo propone es difícil. Pero ¿qué es aquello que ha movido a tantos hombres y mujeres a seguir a alguien que predica todo lo contrario que el mundo de hoy ofrece? Es cierto, que hay algo de locura en esto. Una locura que experimentan sólo quienes han conocido a Cristo y, por consiguiente, le han experimentado vivo y enérgicamente atractivo. Por algo el Papa Juan Pablo II gritaba con ardor en sus labios: "¡Abrid de par en par las puertas a Cristo! ¿Qué teméis? Tened confianza en él. Arriesgaos a seguirlo. Esto exige, evidentemente, que salgáis de vosotros mismos, de vuestros razonamientos, de vuestra «prudencia», de vuestra indiferencia, de vuestra suficiencia, de vuestras costumbres no cristianas que quizá habéis adquirido. Dejad que Cristo sea para vosotros el camino, la verdad y la vida. Dejad que sea vuestra salvación y vuestra felicidad."
Propósito
Sobrellevaré con gozo las contrariedades y dificultades que forman mi cruz de este día.
Diálogo con Cristo
Jesucristo, estoy dispuesto a seguirte por este camino hermosísimo de ser cristiano. Ante todo lo que tú has hecho por mí, no encuentro otro camino para corresponderte que rendirme a tus pies para aprender de ti, para vivir lo que tú viviste. Sé que este camino entraña abnegación y sacrificio, y será fecundo sin comparaciones si busco encontrarte.
"Pon amor donde no hay amor, y sacarás amor" (San Juan de la Cruz).
En aquel tiempo, dijo Jesús: "El Hijo del hombre debe sufrir mucho, y ser reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y resucitar al tercer día". Decía a todos: "Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí, ése la salvará. Pues, ¿de qué le sirve al hombre haber ganado el mundo entero, si él mismo se pierde o se arruina?".
Oración introductoria
Jesús, se nota que lo que tú querías no era -ni ha sido nunca- ganarte un buen número de seguidores que quisieran ir en pos de ti para hacer milagros, o para adquirir mucha fama entre la gente, o incluso para vivir un evangelio diseñado a su comodidad. Por eso, desde que predicaste tu mensaje, dejaste bien claro que implicaba necesariamente la cruz, renunciar a sí mismo, perder la vida por ti. Ese es el camino para seguirte, para acercarnos al misterio tan gigante de tu persona y para encontrar en ti la verdadera vida.
Petición
Jesús mío, dame mucha fe y amor para llevar la cruz que tú me has dado, pues es el camino por donde has querido que te encuentre y llegue hasta ti.
Meditación del Papa Francisco
El segundo punto de referencia de la misión es la cruz de Cristo. San Pablo, escribiendo a los Gálatas, dice: “Dios me libre de gloriarme si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo”. Y habla de las “marcas”, es decir, de las llagas de Cristo Crucificado, como el cuño, la señal distintiva de su existencia de Apóstol del Evangelio. En su ministerio, Pablo ha experimentado el sufrimiento, la debilidad y la derrota, pero también la alegría y la consolación. He aquí el misterio pascual de Jesús: misterio de muerte y resurrección. Y precisamente haberse dejado conformar con la muerte de Jesús ha hecho a San Pablo participar en su resurrección, en su victoria. En la hora de la oscuridad, en la hora de la prueba está ya presente y activa el alba de la luz y de la salvación. ¡El misterio pascual es el corazón palpitante de la misión de la Iglesia! Y si permanecemos dentro de este misterio, estamos a salvo tanto de una visión mundana y triunfalista de la misión, como del desánimo que puede nacer ante las pruebas y los fracasos. La fecundidad pastoral, la fecundidad del anuncio del Evangelio no procede ni del éxito ni del fracaso según los criterios de valoración humana, sino de conformarse con la lógica de la Cruz de Jesús, que es la lógica del salir de sí mismos y darse, la lógica del amor. Es la Cruz –siempre la Cruz con Cristo, porque a veces nos ofrecen la cruz sin Cristo: ésa no sirve–. Es la Cruz, siempre la Cruz con Cristo, la que garantiza la fecundidad de nuestra misión. Y desde la Cruz, acto supremo de misericordia y de amor, renacemos como “criatura nueva”» (Cf Homilía de S.S. Francisco, 7 de julio de 2013).
Reflexión
El camino que Cristo propone es difícil. Pero ¿qué es aquello que ha movido a tantos hombres y mujeres a seguir a alguien que predica todo lo contrario que el mundo de hoy ofrece? Es cierto, que hay algo de locura en esto. Una locura que experimentan sólo quienes han conocido a Cristo y, por consiguiente, le han experimentado vivo y enérgicamente atractivo. Por algo el Papa Juan Pablo II gritaba con ardor en sus labios: "¡Abrid de par en par las puertas a Cristo! ¿Qué teméis? Tened confianza en él. Arriesgaos a seguirlo. Esto exige, evidentemente, que salgáis de vosotros mismos, de vuestros razonamientos, de vuestra «prudencia», de vuestra indiferencia, de vuestra suficiencia, de vuestras costumbres no cristianas que quizá habéis adquirido. Dejad que Cristo sea para vosotros el camino, la verdad y la vida. Dejad que sea vuestra salvación y vuestra felicidad."
Propósito
Sobrellevaré con gozo las contrariedades y dificultades que forman mi cruz de este día.
Diálogo con Cristo
Jesucristo, estoy dispuesto a seguirte por este camino hermosísimo de ser cristiano. Ante todo lo que tú has hecho por mí, no encuentro otro camino para corresponderte que rendirme a tus pies para aprender de ti, para vivir lo que tú viviste. Sé que este camino entraña abnegación y sacrificio, y será fecundo sin comparaciones si busco encontrarte.
"Pon amor donde no hay amor, y sacarás amor" (San Juan de la Cruz).
miércoles, 18 de febrero de 2015
Evangelio Miércoles de ceniza 2015
- Primera Lectura: Joel 2,12-18"Rasgad los corazones y no las vestiduras""Ahora -oráculo del Señor- convertíos a mí de todo corazón con ayuno, con llanto, con luto. Rasgad los corazones y no las vestiduras; convertíos al Señor, Dios vuestro, porque es compasivo y misericordioso, lento a la cólera, rico en piedad; y se arrepiente de las amenazas." Quizá se arrepienta y nos deje todavía su bendición, la ofrenda, la libación para el Señor, vuestro Dios. Tocad la trompeta en Sión, proclamad el ayuno, convocad la reunión. Congregad al pueblo, santificad la asamblea, reunid a los ancianos. Congregad a muchachos y niños de pecho. Salga el esposo de la alcoba, la esposa del tálamo. Entre el atrio y el altar lloren los sacerdotes, ministros del Señor, y digan: "Perdona, Señor, a tu pueblo; no entregues tu heredad al oprobio, no la dominen los gentiles; no se diga entre las naciones: ¿Dónde está su Dios? El Señor tenga celos por su tierra, y perdone a su pueblo."
- Salmo Responsorial: 50"Misericordia, Señor: hemos pecado."Misericordia, Dios mío, por tu bondad, / por tu inmensa compasión borra mi culpa; / lava del todo mi delito, / limpia mi pecado. R. Pues yo reconozco mi culpa, / tengo siempre presente mi pecado: / contra ti, contra ti sólo pequé, / cometí la maldad que aborreces. R. Oh Dios, crea en mí un corazón puro, / renuévame por dentro con espíritu firme; / no me arrojes lejos de tu rostro, / no me quites tu santo espíritu. R. Devuélveme la alegría de tu salvación, / afiánzame con espíritu generoso. / Señor, me abrirás los labios, / y mi boca proclamará tu alabanza. R.
- Segunda Lectura: II Corintios 5,20-6,2"Reconciliaos con Dios: ahora es tiempo favorable"Hermanos: Nosotros actuamos como enviados de Cristo, y es como si Dios mismo os exhortara por nuestro medio. En nombre de Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios. Al que no había pecado Dios lo hizo expiación por nuestro pecado, para que nosotros, unidos a él, recibamos la justificación de Dios. Secundando su obra, os exhortamos a no echar en saco roto la gracia de Dios, porque él dice: "En tiempo favorable te escuché, en día de salvación vine en tu ayuda"; pues mirad, ahora es tiempo favorable, ahora es día de salvación.
- Evangelio: Mateo 6,1-6.16-18"Tu Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará"En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario, no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, no vayas tocando la trompeta por delante, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres; os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará. Cuando recéis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta rezar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea la gente. Os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, cuando vayas a rezar, entra en tu aposento, cierra la puerta y reza a tu Padre, que está en lo escondido, y tu Padre, que ve en lo escondido, te lo pagará. Cuando ayunéis, no andéis cabizbajos, como los hipócritas que desfiguran su cara para hacer ver a la gente que ayunan. Os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no la gente, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará."
Descarga (y vive) el Cuaresmario 2015 de Católicos con Acción: 40 días, 40 desafíos
DENVER, 17 Feb. 15 / 05:16 pm (ACI).- El sitio web Católicos con Acción lanzó hoy el Cuaresmario 2015, una herramienta creativa para que los más jóvenes vivan este tiempo "de una manera diferente, una Cuaresma con Acción y, esta vez, ¡de corazón!"
Según explican sus creadores, "el Cuaresmario 2015 de Católicos con Acción es una herramienta sencilla en su presentación, fácil de comprender, pero retadora en su vivencia" que hace eco del Mensaje del Papa Francisco para esta Cuaresma 2015 y el lema “fortalecer nuestros corazones” (Santiago 5, 8).
En comunión con el llamado del Santo Padre a todos los cristianos, Católicos con Acción se une a la plegaria de la Iglesia, que en esta Cuaresma pide al Señor Jesús “haz mi corazón semejante al tuyo”; un “corazón fuerte y firme, cerrado al tentador, pero abierto a Dios”.
"Este año la Cuaresma con Acción nos invita a algo más que cumplir un desafío diario; es una invitación a que el cristiano católico ponga su mirada en el Crucificado que viene a su encuentro y le pide que también salga al encuentro del hermano; porque como cristianos no podemos dejarnos llevar por la 'globalización de la indiferencia', más bien, sostenidos por la Cruz de Cristo, debemos ser pequeñas islas de misericordia en medio de mares de indiferencia".
"Además de la herramienta gráfica del Cuaresmario, Católicos con Acción compartirá diariamente el desafío del día, una pequeña explicación sobre el mismo, así como sugerencias de cómo llevarlo a la práctica; también se compartirá el Evangelio del día, acompañado de una pequeña reflexión que una nuestro actuar a la fe".
"Invitamos a todos los Católicos con Acción que desde cualquier lugar compartan con nosotros su caminar con el Cuaresmario, para que con su testimonio animen a otros a unirse a esta iniciativa y que tantos hermanos nuestros también tengan la oportunidad de, en esta Cuaresma, fortalecer sus corazones en el Señor Jesús".
"Esta herramienta es de toda la Iglesia y para la gloria de Dios; por ende puedes (y debes) compartirla en las Parroquias, comunidades eclesiales, colegios, escuelas, grupos juveniles, movimientos, pastorales, familias… y no te olvides sobre todo de compartirla con aquel hermano tuyo que necesite en este momento fortalecer su corazón: 'La Cuaresma es un tiempo propicio para mostrar interés por el otro, con un signo concreto, aunque sea pequeño, de nuestra participación en la misma humanidad'" (Papa Francisco, Mensaje para la Cuaresma 2015).
Ayunar es amar
No es el comer o el ayunar lo que importa: lo que hace verdadero el ayuno es el espíritu con que se come o se ayuna
Por: Cardenal Jorge Mario Bergoglio S.J. | Fuente: www.arzbaires.org.ar
Los criterios inmediatistas y eficientistas poco a poco han invadido nuestra cultura. El máximo rendimiento con el mínimo esfuerzo, la inmolación del esfuerzo, del tiempo, de valores profundos y hasta de afectos vitales en vistas a un objetivo de corta duración que se presenta como plenificante en lo social o económico. De esta filosofía de vida, casi aceptada universalmente, no está exenta la vida de fe de los cristianos. Si bien la fe del discípulo se afianza y crece en el encuentro con Jesús vivo, que llega a todos los rincones de la vida y se nutre en la experiencia de ponerse de cara al evangelio para vivirlo como buena noticia que ilumina el andar cotidiano, podemos correr el riesgo de mirarlo de “reojo” y quedarnos sólo con una parte.
Hace algunos domingos, después de pronunciar el Sermón del Monte, Jesús nos dijo “para que vean sus buenas obras y glorifiquen al Padre que está en los cielos”. Frente a esta palabra tan determinante podemos conformarnos con hacer algunas buenas obras y darnos por satisfechos. La propuesta del Señor es más ambiciosa. Nos propone un obrar “desde la bondad” que tiene su raíz en la fuerza del Espíritu que se derrama dinámicamente como don de amor para todo nuestro vivir. No se trata solamente de hacer obras buenas, se trata de obrar con bondad. Estamos en la puerta de la cuaresma y la tentación que podemos tener es la de reducirla a ciertas buenas prácticas que finalizan en la pascua, desperdiciando el caudal de gracia que puede significar este tiempo de conversión para toda nuestra vida.
Nuestro ayuno cuaresmal puede ser rutinario y llegar a ser un gesto maniqueo más que profético consistente en «cerrar la boca», porque la materia y los alimentos son impuros: cuando el ayuno que Dios quiere es partir el propio pan con el hambriento; privarnos no sólo de lo superfluo, sino aún de lo necesario para ayudar al los que tienen menos; dar trabajo al que no lo tiene curar a los que están enfermos en su cuerpo o en su espíritu; hacernos cargo de los que sufren el azote de la droga o ayudar a prevenir la caída de tantos; el denunciar toda injusticia; el trabajar para que tantos, especialmente chicos en la calle, dejen de ser el paisaje habitual; el dar amor al que está solo y no sólo al que se nos acerca.
No creamos que es el comer o el ayunar lo que importa. Lo que hace verdadero el ayuno es el espíritu con que se come o se ayuna. Si pasar hambre fuera una bendición, serían benditos todos los hambrientos de la tierra y no tendríamos porque preocuparnos. «Ningún acto de virtud puede ser grande si de él no se sigue también provecho para los otros... Así pues, por más que te pases el día en ayunas, por más que duermas sobre el duro suelo, y comas ceniza, y suspires continuamente, si no haces bien a otros, no haces nada grande».San Juan Crisóstomo
Jesús ayunó según la tradición de su pueblo pero también compartió la mesa de ricos y pobres, de los justos y pecadores. (Mt. ll,l9).
Ayunemos desde la solidaridad concreta como manifestación visible de la caridad de Cristo en nuestra vida. Así tiene sentido nuestro ayuno como gesto profético y acción eficaz. Así cobra sentido nuestro ayunar para que otros no ayunen. Ayunar es amar.
Necesitamos vivir la profundidad de no darle tanta importancia a la comida de la que nos privamos sino a la comida que posibilitamos a un hambriento con nuestras privaciones. Que nuestro ayuno voluntario sea el que impida tantos ayunos obligados de los pobres. Ayunar para que nadie tenga que ayunar a la fuerza.
Iniciando la cuaresma, benditos sean estos cuarenta días si nos entrenan el corazón en la actitud permanente de partir y repartir nuestro pan y nuestra vida con los más necesitados. Nuestro ayuno no puede ser dádiva ocasional sino una invitación a crecer en la libertad por la cual experimentamos que no es más feliz el que más tiene, sino el que más comparte porque ha entrado en la dinámica del amor gratuito de Dios.
Estamos en un tiempo marcado por la misión, no como gesto extraordinario sino como un modo de ser Iglesia en Buenos Aires. Cada gesto pastoral deseamos que no se agote en sí mismo sino que marque una brecha, genere una actitud que permanezca. En esta línea, queremos que el gesto solidario de cuaresma que realizamos desde hace ya varios años, nos permita rubricar el anuncio de la buena noticia, de que por el bautismo somos una familia que siente y vive como propias las angustias y dolores de todos, y todos los días del año.
Quiero agradecerles todo lo que se ha podido realizar a través de los gestos solidarios de los años anteriores y los animo a que la caridad viva sea el signo que acredite nuestras palabras de anuncio del Reino.
Que Dios los bendiga y le regale una Santa Cuaresma vivida den el amor de Dios por su pueblo
Hace algunos domingos, después de pronunciar el Sermón del Monte, Jesús nos dijo “para que vean sus buenas obras y glorifiquen al Padre que está en los cielos”. Frente a esta palabra tan determinante podemos conformarnos con hacer algunas buenas obras y darnos por satisfechos. La propuesta del Señor es más ambiciosa. Nos propone un obrar “desde la bondad” que tiene su raíz en la fuerza del Espíritu que se derrama dinámicamente como don de amor para todo nuestro vivir. No se trata solamente de hacer obras buenas, se trata de obrar con bondad. Estamos en la puerta de la cuaresma y la tentación que podemos tener es la de reducirla a ciertas buenas prácticas que finalizan en la pascua, desperdiciando el caudal de gracia que puede significar este tiempo de conversión para toda nuestra vida.
Nuestro ayuno cuaresmal puede ser rutinario y llegar a ser un gesto maniqueo más que profético consistente en «cerrar la boca», porque la materia y los alimentos son impuros: cuando el ayuno que Dios quiere es partir el propio pan con el hambriento; privarnos no sólo de lo superfluo, sino aún de lo necesario para ayudar al los que tienen menos; dar trabajo al que no lo tiene curar a los que están enfermos en su cuerpo o en su espíritu; hacernos cargo de los que sufren el azote de la droga o ayudar a prevenir la caída de tantos; el denunciar toda injusticia; el trabajar para que tantos, especialmente chicos en la calle, dejen de ser el paisaje habitual; el dar amor al que está solo y no sólo al que se nos acerca.
No creamos que es el comer o el ayunar lo que importa. Lo que hace verdadero el ayuno es el espíritu con que se come o se ayuna. Si pasar hambre fuera una bendición, serían benditos todos los hambrientos de la tierra y no tendríamos porque preocuparnos. «Ningún acto de virtud puede ser grande si de él no se sigue también provecho para los otros... Así pues, por más que te pases el día en ayunas, por más que duermas sobre el duro suelo, y comas ceniza, y suspires continuamente, si no haces bien a otros, no haces nada grande».San Juan Crisóstomo
Jesús ayunó según la tradición de su pueblo pero también compartió la mesa de ricos y pobres, de los justos y pecadores. (Mt. ll,l9).
Ayunemos desde la solidaridad concreta como manifestación visible de la caridad de Cristo en nuestra vida. Así tiene sentido nuestro ayuno como gesto profético y acción eficaz. Así cobra sentido nuestro ayunar para que otros no ayunen. Ayunar es amar.
Necesitamos vivir la profundidad de no darle tanta importancia a la comida de la que nos privamos sino a la comida que posibilitamos a un hambriento con nuestras privaciones. Que nuestro ayuno voluntario sea el que impida tantos ayunos obligados de los pobres. Ayunar para que nadie tenga que ayunar a la fuerza.
Iniciando la cuaresma, benditos sean estos cuarenta días si nos entrenan el corazón en la actitud permanente de partir y repartir nuestro pan y nuestra vida con los más necesitados. Nuestro ayuno no puede ser dádiva ocasional sino una invitación a crecer en la libertad por la cual experimentamos que no es más feliz el que más tiene, sino el que más comparte porque ha entrado en la dinámica del amor gratuito de Dios.
Estamos en un tiempo marcado por la misión, no como gesto extraordinario sino como un modo de ser Iglesia en Buenos Aires. Cada gesto pastoral deseamos que no se agote en sí mismo sino que marque una brecha, genere una actitud que permanezca. En esta línea, queremos que el gesto solidario de cuaresma que realizamos desde hace ya varios años, nos permita rubricar el anuncio de la buena noticia, de que por el bautismo somos una familia que siente y vive como propias las angustias y dolores de todos, y todos los días del año.
Quiero agradecerles todo lo que se ha podido realizar a través de los gestos solidarios de los años anteriores y los animo a que la caridad viva sea el signo que acredite nuestras palabras de anuncio del Reino.
Que Dios los bendiga y le regale una Santa Cuaresma vivida den el amor de Dios por su pueblo
Cardenal Jorge Mario Bergoglio S.J., 10 de marzo de 2011
martes, 17 de febrero de 2015
Evangelio 17 de Febrero de 2015
- Primera Lectura: Génesis 6,5-8;7,1-5.10"Borraré de la superficie de la tierra al hombre que he creado"Al ver el Señor que la maldad del hombre crecía sobre la tierra, y que todo su modo de pensar era siempre perverso, se arrepintió de haber creado al hombre en la tierra, y le pesó de corazón. Y dijo: "Borraré de la superficie de la tierra al hombre que he creado; al hombre con los cuadrúpedos, reptiles y aves, pues me pesa de haberlos hecho." Pero Noé alcanzó el favor del Señor. El Señor dijo a Noé: "Entra en el arca con toda tu familia, pues tú eres el único justo que he encontrado en tu generación. De cada animal puro toma siete parejas, macho y hembra; de los no puros, una pareja, macho y hembra; y lo mismo de los pájaros, siete parejas, macho y hembra, para que conserven la especie en la tierra. Dentro de siete días haré llover sobre la tierra cuarenta días con sus noches, y borraré de la superficie de la tierra a todos los vivientes que he creado." Noé hizo todo lo que le mandó el Señor. Pasados siete días vino el diluvio a la tierra.
- Salmo Responsorial: 28"El Señor bendice a su pueblo con la paz."Hijos de Dios, aclamad al Señor, / aclamad la gloria del nombre del Señor, / postraos ante el Señor en el atrio sagrado. R. La voz del Señor sobre las aguas, / el Señor sobre las aguas torrenciales. / La voz del Señor es potente, / la voz del Señor es magnífica. R. El Dios de la gloria ha tronado. / En su templo un grito unánime: "¡Gloria!" / El Señor se sienta por encima del aguacero, / el Señor se sienta como rey eterno. R.
- Evangelio: Marcos 8,14-21"Tened cuidado con la levadura de los fariseos y con la de Herodes"En aquel tiempo, a los discípulos se les olvidó llevar pan, y no tenían más que un pan en la barca. Jesús les recomendó: "Tened cuidado con la levadura de los fariseos y con la de Herodes." Ellos comentaban: "Lo dice porque no tenemos pan." Dándose cuenta, les dijo Jesús: "¿Por qué comentáis que no tenéis pan? ¿No acabáis de entender? ¿Tan torpes sois? ¿Para qué os sirven los ojos si no veis, y los oídos si no oís? A ver, ¿cuántos cestos de sobras recogisteis cuando repartí cinco panes entre cinco mil? ¿Os acordáis?" Ellos contestaron: "Doce." "¿Y cuántas canastas de sobras recogisteis cuando repartí siete entre cuatro mil?" Le respondieron: "Siete." Él les dijo: "¿Y no acabáis de entender?"
Obispo decide quedarse en Libia tras masacre de egipcios a manos del ISIS
Mons. Giovanni Innocenzo Martinelli / Crédito: Cáritas Phu Cuong
ROMA, 16 Feb. 15 / 01:43 pm (ACI/EWTN Noticias).- "¡Debo permanecer! ¿Cómo dejo a los cristianos solos?”, fueron las palabras de Mons. Giovanni Martinelli, Vicario Apostólico de Trípoli (Libia), ante la amenaza de que el Estado Islámico (ISIS) tome el control del país y siga decapitando cristianos, tal como hizo este fin de semana con 21 egipcios coptos.
Este domingo la filial en Libia del Estado Islámico difundió un video titulado “Un mensaje firmado con sangre a la nación de la cruz”, en el que muestra el asesinato de 21 egipcios. “Recientemente nos vieron en la colinas de Sham y la tierra de Dabiq, cortando cabezas que han cargado con la cruz durante mucho tiempo, llenos de pesar contra el islam y los musulmanes. Hoy estamos al sur de Roma, en la tierra del islam, en Libia enviando otro mensaje”, expresan los fundamentalistas.
Ante esto, Italia evacuó a sus ciudadanos de Libia y anunció que pretende enviar cinco mil soldados para que combatan a los yihadistas y ha llamado a otros países a sumarse a una coalición internacional, entre ellos España.
"El riesgo es inminente y no se puede esperar más. Italia necesita defenderse y no tener el Califato delante", declaró a la prensa la ministra de Defensa italiana, Roberta Pinotti. Por su parte, Egipto ha lanzado hasta el momento dos ataques aéreos contra posiciones del Estado Islámico.
En declaraciones a Radio Vaticana, Mons. Martinelli dijo que “podemos irnos, es cierto. Probablemente de un momento a otro nos toman (los yihadistas) y nos dicen: ‘tú estás contra el islam’…y fin. Estamos en una situación de ambigüedad. Esto es por falta de diálogo: ha faltado el diálogo por tanto tiempo, ahora se necesita recuperar el tiempo”.
El Prelado relató que los cristianos en Libia -entre ellos un grupo de filipinos- tienen un poco de temor. Sin embargo, estamos aquí para testimoniar “aquello que Jesús nos pide hacer”. Sobre sí mismo, indicó que no sabe si tiene miedo, “no lo creo. Si no fuese por la fe, no estaríamos aquí”.
Mons. Martinelli advirtió que no solo están sufriendo los cristianos, sino también “los mismos libios que nos aman, que quieren nuestro bien, que hacen de todo para poder retornar a una relación más normal”.
Por ello, exhortó a la comunidad internacional a ser capaz de “lanzar un diálogo con este país que está dividido”. “Buscar ser instrumentos de unidad” y no solo ver por los intereses particulares, pidió.
El Prelado franciscano señaló que los fundamentalistas se financian con los pozos petroleros que han capturado en Libia y el Golfo Pérsico.
lunes, 16 de febrero de 2015
Evangelio 16 de Febrero de 2015
- Primera Lectura: Génesis 4,1-15.25"Caín atacó a su hermano Abel y lo mató"El hombre se llegó a Eva; ella concibió, dio a luz a Caín, y dijo: "He adquirido un hombre con la ayuda del Señor." Después dio a luz a Abel, el hermano. Abel era pastor de ovejas, mientras que Caín trabajaba en el campo. Pasado un tiempo, Caín ofreció al Señor dones de los frutos del campo, y Abel ofreció las primicias y la grasa de sus ovejas. El Señor se fijó en Abel y en su ofrenda, y no se fijó en Caín ni en su ofrenda, por lo cual Caín se enfureció y andaba abatido. El Señor dijo a Caín: "¿Por qué te enfureces y andas abatido? Cierto, si obraras bien, estarías animado; pero, si no obras bien, el pecado acecha a la puerta; y, aunque viene por ti, tú puedes dominarlo." Caín dijo a su hermano Abel: "Vamos al campo." Y, cuando estaban en el campo, Caín atacó a su hermano Abel y lo mató. El Señor dijo a Caín: "¿Dónde está Abel, tu hermano?" Respondió Caín: "No sé; ¿soy yo el guardián de mi hermano?" El Señor le replicó: "¿Qué has hecho? La sangre de tu hermano me está gritando desde la tierra. Por eso te maldice esa tierra que ha abierto sus fauces para recibir de tus manos la sangre de tu hermano. Aunque trabajes la tierra, no volverá a darte su fecundidad. Andarás errante y perdido por el mundo." Caín contestó al Señor: "Mi culpa es demasiado grande para soportarla. Hoy me destierras de aquí; tendré que ocultarme de ti, andando errante y perdido por el mundo; el que tropiece conmigo me matará." El Señor le dijo: "El que mate a Caín lo pagará siete veces." Y el Señor puso una señal a Caín para que, si alguien tropezase con él, no lo matara. Adán se llegó otra vez a su mujer, que concibió, dio a luz un hijo y lo llamó Set, pues dijo: "El Señor me ha dado un descendiente a cambio de Abel, asesinado por Caín."
- Salmo Responsorial: 49"Ofrece a Dios un sacrificio de alabanza."El Dios de los dioses, el Señor, habla: / convoca la tierra de oriente a occidente. / "No te reprocho tus sacrificios, / pues siempre están tus holocaustos ante mí." R. "¿Por qué recitas mis preceptos, / tú que detestas mi enseñanza / y te echas a la espalda mis mandatos?" R. "Te sientas a hablar contra tu hermano, / deshonras al hijo de tu madre; / esto haces, ¿y me voy a callar? / ¿Crees que soy como tú? / Te acusaré, te lo echaré en cara." R.
- Evangelio: Marcos 8,11-13"¿Por qué esta generación reclama un signo?"En aquel tiempo, se presentaron los fariseos y se pusieron a discutir con Jesús; para ponerlo a prueba, le pidieron un signo del cielo. Jesús dio un profundo suspiro y dijo: "¿Por qué esta generación reclama un signo? Os aseguro que no se le dará un signo a esta generación." Los dejó, se embarcó de nuevo y se fue a la otra orilla.
Evangelio 15 de Febrero de 2015
- Primera Lectura: Levítico 13,1-2.44-46"El leproso tendrá su morada fuera del campamento"El Señor dijo a Moisés y a Aarón: "Cuando alguno tenga una inflamación, una erupción o una mancha en la piel, y se le produzca la lepra, será llevado ante Aarón, el sacerdote, o cualquiera de sus hijos sacerdotes. Se trata de un hombre con lepra: es impuro. El sacerdote lo declarará impuro de lepra en la cabeza. El que haya sido declarado enfermo de lepra andará harapiento y despeinado, con la barba tapada y gritando: "¡Impuro, impuro!" Mientras le dure la afección, seguirá impuro; vivirá solo y tendrá su morada fuera del campamento."
- Salmo Responsorial: 31"Tú eres mi refugio, me rodeas de cantos de liberación."Dichoso el que está absuelto de su culpa, / a quien le han sepultado su pecado; / dichoso el hombre a quien el Señor / no le apunta el delito. R. Había pecado, lo reconocí, / no te encubrí mi delito; / propuse: "Confesaré al Señor mi culpa" / y tú perdonaste mi culpa y mi pecado. R. Alegraos, justos, y gozad con el Señor; / aclamadlo, los de corazón sincero. R.
- Segunda Lectura: I Corintios 10,31-11,1"Seguid mi ejemplo, como yo sigo el de Cristo"Hermanos: Cuando comáis o bebáis o hagáis cualquier otra cosa, hacedlo todo para gloria de Dios. No deis motivo de escándalo a los judíos, ni a los griegos, ni a la Iglesia de Dios, como yo, por mi parte, procuro contentar en todo a todos, no buscando mi propio bien, sino el de la mayoría, para que se salven. Seguid mi ejemplo, como yo sigo el de Cristo.
- Evangelio: Marcos 1,40-45"La lepra se le quitó, y quedó limpio"En aquel tiempo, se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas: "Si quieres, puedes limpiarme." Sintiendo lástima, extendió la mano y lo tocó, diciendo: "Quiero: queda limpio." La lepra se le quitó inmediatamente, y quedó limpio. Él lo despidió, encargándole severamente: "No se lo digas a nadie; pero, para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés." Pero, cuando se fue, empezó a divulgar el hecho con grandes ponderaciones, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo; se quedaba fuera, en descampado; y aun así acudían a él de todas partes.
Úsese y tírese
Una visión del amor en la que lo que hoy me satisface mañana puede causarme fastidio
Por: Germán Sánchez Griese | Fuente: Catholic.net
Muchas veces nos hemos pasado el tiempo viendo la televisión. Una tarde sosegada en la que parecía que nada me perturbaría he jugado al nuevo deporte del “zapping” que así le llaman en lengua inglesa y que aún no conoce vocablo propio en la lengua de Cervantes. Huérfanos de tal palabra, estamos haciendo el zapping ante un arsenal de cincuenta canales que la tecnología permite en algunos países. Cincuenta diversas posibilidades para aprender, para disfrutar o simplemente para descansar. Mirando sin ver y oyendo sin escuchar me enganché sin querer en una de esas que llaman “telenovelas” vespertinas. He buscado en mi inconsciente las fuerzas que me llevaron a detenerme en ese canal televisivo y por más que voy y vengo no lo he podido descubrir.
Dejando a un lado mi inconsciente lo que conscientemente llamó poderosamente mi atención fue la trama principal. Era fácil de entender aunque no había tenido la oportunidad de seguir la trama los días anteriores. Todo se basaba en el intercambio de pareja entre los personajes principales. Intercambio que dicho sea de paso, se realizaba más fácilmente y a un menor costo que las transacciones en la bolsa de valores. Me han dicho que en otras telenovelas la cuestión de las transacciones es moneda de uso diario. En historias que aparentan ser de la vida real, es lo más común que convivan la primera, la segunda y hasta la tercera esposa en una supuesta armonía o contrariamente, en un desmedido afán de destrucción mutua. Quien fue antes el yerno, o sea, el esposo de la hija se convierte en amante. Todo este trueque de parejas es producto de la pérdida del amor o de la infidelidad que nunca se perdona, y que se convierten en el mejor pretexto para romper un compromiso.
Sobresaltado he buscado en el ritual de matrimonios la fórmula exacta y he descansado al ver que las palabras siguen ahí, sin cambio alguno, como monumento a la fidelidad mutua: “...hasta que la muerte nos separe”. Entonces, ¿qué pasa? ¿Por qué ese alarde de infidelidad hasta llegarla a convertir en tema constante de telenovelas, películas, canciones y forma de vida?
Mucha de esta realidad de nuestros días se basa en una visión del amor de “úsese y tírese”. Esa visión del amor en la que lo que hoy me satisface mañana puede causarme fastidio, donde la incondicionalidad del amor carece de sentido real, compromete la felicidad y realización del hombre en su más profundo significado, que niega su principal característica y finalidad: el amor, la capacidad de darse al otro, de unir su intimidad a otro ser igual en dignidad. Esa es la visión que ha orillado a tantas parejas a la infidelidad, al hastío o a la búsqueda de nuevas experiencias, que lejos de ser el mejor tema para un espectáculo de telenovela o simplemente un “caso de la vida real”, es una realidad dolorosa de la que muchos son protagonistas.
Y ya metido en investigaciones volví a leer un libro que habla de la verdad profunda del amor conyugal. Sus palabras iluminaron mis dudas y perplejidades ante lo que había visto en la telenovela: “El amor conyugal es ante todo un amor plenamente humano, es decir, sensible y espiritual al mismo tiempo. No es por tanto una simple efusión del instinto y del sentimiento sino que es también y principalmente un acto de la voluntad libre, destinado a mantenerse y a crecer mediante las alegrías y los dolores de la vida cotidiana, de forma que los esposos se conviertan en un solo corazón y en una sola alma y juntos alcancen su perfección humana.” (Humanae vitae 9)
Quien así hablaba en julio de 1968 era ni más ni menos que Paulo VI en una de las encíclicas que todo católico que se precie de serlo debería tener como libro de cabecera. No voy a citar más los textos de esta maravillosa encíclica para que usted, lector, lectora que me sigue cibernéticamente en este espacio pueda meterse de lleno en la lectura apasionante de este documento.
No es fácil la fidelidad conyugal en un mundo que invita a la aventura y a la supuesta autorrealización extramarital. Vivir bajo el significado real del amor de pareja implica dos cosas: Primero: una decisión que nace de la intimidad de cada uno para comprometerse libremente. Es un “quiero serte fiel, quiero amarte y respetarte”, y no un “estaré contigo sólo si no implica sacrificarme demasiado, si no cometes errores o si la veleta de mis sentimientos o mis pasiones no se inclina hacia otro lado”. Segundo: este amor se construye, se renueva día a día, ya que la primera promesa no es una garantía de fidelidad, sino que es el inicio de la fidelidad. Lo que se promete en el rito del matrimonio si no se renueva día a día, termina por marchitarse o morir.
En este proceso, es indispensable considerar que la infidelidad o el hastío en la vida de pareja son en gran parte, enfermedades del amor, no la muerte del amor, y por tanto tienen curación. No deben ser el motivo para acabar una relación matrimonial sino un bache en el camino para reflexionar sobre la propia entrega en el amor. Es cierto que la parte agraviada en la infidelidad sufre. El cónyuge traicionado, según el psicólogo Aarón Beck “le da un significado simbólico muy fuerte a la infidelidad. Ve en ello una amenaza al matrimonio. Y esta amenaza no es imaginaria.”
Ahora bien, cuando estos baches se presentan, cada uno debe ser consciente que la búsqueda de la tan trillada y engañosa “oportunidad de realizarse”, es una decisión que compromete, no sólo la propia vida sino la de la pareja, y en ocasiones hasta la de los hijos. La propia realización consiste en ser fiel a la promesa de fidelidad que se ha emitido en el día del matrimonio.
La plena realización del hombre está dentro de sí mismo, en su capacidad de amar y comprometerse de por vida. Vivir con esta meta es la mejor empresa que cualquier ser humano puede emprender, que hace de la vida una aventura y no una falacia que sucede sólo en las telenovelas.
Dejando a un lado mi inconsciente lo que conscientemente llamó poderosamente mi atención fue la trama principal. Era fácil de entender aunque no había tenido la oportunidad de seguir la trama los días anteriores. Todo se basaba en el intercambio de pareja entre los personajes principales. Intercambio que dicho sea de paso, se realizaba más fácilmente y a un menor costo que las transacciones en la bolsa de valores. Me han dicho que en otras telenovelas la cuestión de las transacciones es moneda de uso diario. En historias que aparentan ser de la vida real, es lo más común que convivan la primera, la segunda y hasta la tercera esposa en una supuesta armonía o contrariamente, en un desmedido afán de destrucción mutua. Quien fue antes el yerno, o sea, el esposo de la hija se convierte en amante. Todo este trueque de parejas es producto de la pérdida del amor o de la infidelidad que nunca se perdona, y que se convierten en el mejor pretexto para romper un compromiso.
Sobresaltado he buscado en el ritual de matrimonios la fórmula exacta y he descansado al ver que las palabras siguen ahí, sin cambio alguno, como monumento a la fidelidad mutua: “...hasta que la muerte nos separe”. Entonces, ¿qué pasa? ¿Por qué ese alarde de infidelidad hasta llegarla a convertir en tema constante de telenovelas, películas, canciones y forma de vida?
Mucha de esta realidad de nuestros días se basa en una visión del amor de “úsese y tírese”. Esa visión del amor en la que lo que hoy me satisface mañana puede causarme fastidio, donde la incondicionalidad del amor carece de sentido real, compromete la felicidad y realización del hombre en su más profundo significado, que niega su principal característica y finalidad: el amor, la capacidad de darse al otro, de unir su intimidad a otro ser igual en dignidad. Esa es la visión que ha orillado a tantas parejas a la infidelidad, al hastío o a la búsqueda de nuevas experiencias, que lejos de ser el mejor tema para un espectáculo de telenovela o simplemente un “caso de la vida real”, es una realidad dolorosa de la que muchos son protagonistas.
Y ya metido en investigaciones volví a leer un libro que habla de la verdad profunda del amor conyugal. Sus palabras iluminaron mis dudas y perplejidades ante lo que había visto en la telenovela: “El amor conyugal es ante todo un amor plenamente humano, es decir, sensible y espiritual al mismo tiempo. No es por tanto una simple efusión del instinto y del sentimiento sino que es también y principalmente un acto de la voluntad libre, destinado a mantenerse y a crecer mediante las alegrías y los dolores de la vida cotidiana, de forma que los esposos se conviertan en un solo corazón y en una sola alma y juntos alcancen su perfección humana.” (Humanae vitae 9)
Quien así hablaba en julio de 1968 era ni más ni menos que Paulo VI en una de las encíclicas que todo católico que se precie de serlo debería tener como libro de cabecera. No voy a citar más los textos de esta maravillosa encíclica para que usted, lector, lectora que me sigue cibernéticamente en este espacio pueda meterse de lleno en la lectura apasionante de este documento.
No es fácil la fidelidad conyugal en un mundo que invita a la aventura y a la supuesta autorrealización extramarital. Vivir bajo el significado real del amor de pareja implica dos cosas: Primero: una decisión que nace de la intimidad de cada uno para comprometerse libremente. Es un “quiero serte fiel, quiero amarte y respetarte”, y no un “estaré contigo sólo si no implica sacrificarme demasiado, si no cometes errores o si la veleta de mis sentimientos o mis pasiones no se inclina hacia otro lado”. Segundo: este amor se construye, se renueva día a día, ya que la primera promesa no es una garantía de fidelidad, sino que es el inicio de la fidelidad. Lo que se promete en el rito del matrimonio si no se renueva día a día, termina por marchitarse o morir.
En este proceso, es indispensable considerar que la infidelidad o el hastío en la vida de pareja son en gran parte, enfermedades del amor, no la muerte del amor, y por tanto tienen curación. No deben ser el motivo para acabar una relación matrimonial sino un bache en el camino para reflexionar sobre la propia entrega en el amor. Es cierto que la parte agraviada en la infidelidad sufre. El cónyuge traicionado, según el psicólogo Aarón Beck “le da un significado simbólico muy fuerte a la infidelidad. Ve en ello una amenaza al matrimonio. Y esta amenaza no es imaginaria.”
Ahora bien, cuando estos baches se presentan, cada uno debe ser consciente que la búsqueda de la tan trillada y engañosa “oportunidad de realizarse”, es una decisión que compromete, no sólo la propia vida sino la de la pareja, y en ocasiones hasta la de los hijos. La propia realización consiste en ser fiel a la promesa de fidelidad que se ha emitido en el día del matrimonio.
La plena realización del hombre está dentro de sí mismo, en su capacidad de amar y comprometerse de por vida. Vivir con esta meta es la mejor empresa que cualquier ser humano puede emprender, que hace de la vida una aventura y no una falacia que sucede sólo en las telenovelas.
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