- Primera Lectura: Proverbios 31,10-13.19-20.30-31"Trabaja con la destreza de sus manos"Una mujer hacendosa, ¿quién la hallará? Vale mucho más que las perlas. Su marido se fía de ella, y no le faltan riquezas. Le trae ganancias y no pérdidas todos los días de su vida. Adquiere lana y lino, los trabaja con la destreza de sus manos. Extiende la mano hacia el huso, y sostiene con la palma de rueca. Abre sus manos al necesitado y extiende el brazo al pobre. Engañosa es la gracia, fugaz la hermosura, la que teme al Señor merece alabanza. Cantadle por el éxito de su trabajo, que sus obras la alaben en la plaza.
- Salmo Responsorial: 127"Dichoso el que teme al Señor."Dichoso el que teme al Señor / y sigue sus caminos. / Comerás del fruto de tu trabajo, / serás dichoso, te irá bien. R.Tu mujer, como parra fecunda, / en medio de tu casa; / tus hijos, como renuevos de olivo, / alrededor de tu mesa. R.Ésta es la bendición del hombre / que teme al Señor. / Que el Señor te bendiga desde Sión, / que veas la prosperidad de Jerusalén / todos los días de tu vida. R.
- Segunda Lectura: I Tesalonicenses 5,1-6"Que el día del Señor no os sorprenda como un ladrón"En lo referente al tiempo y las circunstancias no necesitáis, hermanos, que os escriba. Sabéis perfectamente que el día del Señor llegará como un ladrón en la noche. Cuando estén diciendo: "Paz y seguridad", entonces, de improviso, les sobrevendrá la ruina, como los dolores de parto a la que está encinta, y no podrán escapar. Pero vosotros, hermanos, no vivís en tinieblas, para que ese día no os sorprenda como un ladrón, porque todos sois hijos de la luz e hijos del día; no lo sois de la noche ni de las tinieblas. Así, pues, no durmamos como los demás, sino estemos vigilantes y despejados.
- Evangelio: Mateo 25,14-30"Has sido fiel en lo poco, pasa al banquete de tu señor"En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: "Un hombre, al irse de viaje, llamó a sus empleados y los dejó encargados de sus bienes: a uno le dejó cinco talentos de plata, a otro dos, a otro uno; a cada cual según su capacidad; luego se marchó. [El que recibió cinco talentos fue en seguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos. En cambio, el que recibió uno hizo un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor.]Al cabo de mucho tiempo volvió el señor de aquellos empleados y se puso a ajustar las cuentas con ellos. Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo: "Señor, cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco." Su señor le dijo: "Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor."[Se acercó luego el que había recibido dos talentos y dijo: "Señor, dos talentos me dejaste; mira, he ganado otros dos." Su señor le dijo: "Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor."Finalmente, se acercó el que había recibido un talento y dijo: "Señor, sabía que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces; tuve miedo y fui a esconder mi talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo." El señor le respondió: "Eres un empleado negligente y holgazán. ¿Conque sabías que siego donde no siembro y recojo donde no esparzo? Pues debías haber puesto mi dinero en el banco, para que, al volver yo, pudiera recoger lo mío con los intereses. Quitadle el talento y dádselo al que tiene diez. Porque al que tiene se le dará y le sobrará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese empleado inútil echadlo fuera, a las tinieblas; allí será el llanto y el rechinar de dientes.""]
Calle L- 6, Jardines de Cuscatlan, Ciudad Merliot, Antiguo Cuscatlan, El Salvador, CentroAmerica
sábado, 15 de noviembre de 2014
Evangelio 16 de Noviembre de 2014
Evangelio 15 de Noviembre de 2014
- Primera Lectura: III Juan 5-8"Debemos sostener a los hermanos, cooperando así en la propagación de la verdad"Querido amigo Gayo, te portas con plena lealtad en todo lo que haces por los hermanos, y eso que para ti son extraños. Ellos han hablado de tu caridad ante la comunidad de aquí. Por favor, provéelos para el viaje como Dios se merece; ellos se pusieron en camino para trabajar por él sin aceptar nada de los gentiles. Por eso debemos nosotros sostener a hombres como éstos, cooperando así en la propagación de la verdad.
- Salmo Responsorial: 111"Dichoso quien teme al Señor."Dichoso quien teme al Señor / y ama de corazón sus mandatos. / Su linaje será poderoso en la tierra, / la descendencia del justo será bendita. R.En su casa habrá riquezas y abundancia, / su caridad es constante, sin falta. / En las tinieblas brilla como una luz / el que es justo, clemente y compasivo. R.Dichoso el que se apiada y presta, / y administra rectamente sus asuntos. / El justo jamás vacilará, / su recuerdo será perpetuo. R.
- Evangelio: Lucas 18, 1-8"Dios hará justicia a sus elegidos que le gritan"En aquel tiempo, Jesús, para explicar a los discípulos cómo tenían que orar siempre sin desanimarse, les propuso esta parábola: "Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres. En la misma ciudad había una viuda que solía ir a decirle: "Hazme justicia frente a mi adversario"; por algún tiempo se negó, pero después se dijo: "Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esa viuda me está fastidiando, le haré justicia, no vaya a acabar pegándome en la cara"". El Señor añadió: "Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que le gritan día y noche?, ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?
El Evangelio Meditado
Parábola del juez corrupto
Parábolas
Parábolas
Lucas 18, 1-8, Tiempo Ordinario. Dios quiere que recemos, que vayamos todos los días a llamar a su puerta.
Por: P. Clemente González | Fuente: Catholic.net
Del santo Evangelio según san Lucas 18, 1-8
En aquel tiempo, Jesús, para explicar a sus discípulos que era preciso orar siempre sin desfallecer, les propuso esta parábola: Había un juez en una ciudad, que ni temía a Dios ni respetaba a los hombres. Había en aquella ciudad una viuda que, acudiendo a él, le dijo: "¡Hazme justicia contra mi adversario!" Durante mucho tiempo no quiso, pero después se dijo a sí mismo: "Aunque no temo a Dios ni respeto a los hombres, como esta viuda me causa molestias, le voy a hacer justicia para que no venga continuamente a importunarme." Dijo, pues, el Señor: Oíd lo que dice el juez injusto; y Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos, que están clamando a él día y noche, y les hace esperar? Os digo que les hará justicia pronto. Pero, cuando el Hijo del hombre venga, ¿encontrará la fe sobre la tierra?
Oración introductoria
Señor, quiero crecer en mi amor a Ti y a los demás; alimentar mi amistad contigo por medio de la oración humilde y perseverante. Ayúdame a buscar cumplir tu voluntad sobre mi vida, dejando que tus palabras modelen todo mi comportamiento. No permitas que el miedo me acobarde. Aumenta mi confianza, mi amor y mi fe.
Petición
Señor, ¡auméntame la fe y mi perseverancia en la oración!
Meditación del Papa Francisco
En aquel tiempo, Jesús, para explicar a sus discípulos que era preciso orar siempre sin desfallecer, les propuso esta parábola: Había un juez en una ciudad, que ni temía a Dios ni respetaba a los hombres. Había en aquella ciudad una viuda que, acudiendo a él, le dijo: "¡Hazme justicia contra mi adversario!" Durante mucho tiempo no quiso, pero después se dijo a sí mismo: "Aunque no temo a Dios ni respeto a los hombres, como esta viuda me causa molestias, le voy a hacer justicia para que no venga continuamente a importunarme." Dijo, pues, el Señor: Oíd lo que dice el juez injusto; y Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos, que están clamando a él día y noche, y les hace esperar? Os digo que les hará justicia pronto. Pero, cuando el Hijo del hombre venga, ¿encontrará la fe sobre la tierra?
Oración introductoria
Señor, quiero crecer en mi amor a Ti y a los demás; alimentar mi amistad contigo por medio de la oración humilde y perseverante. Ayúdame a buscar cumplir tu voluntad sobre mi vida, dejando que tus palabras modelen todo mi comportamiento. No permitas que el miedo me acobarde. Aumenta mi confianza, mi amor y mi fe.
Petición
Señor, ¡auméntame la fe y mi perseverancia en la oración!
Meditación del Papa Francisco
Hay una lucha que llevar adelante cada día; pero Dios es nuestro aliado, la fe en Él es nuestra fuerza y la oración es la expresión de esta fe. Por eso Jesús nos asegura la victoria, pero nos pregunta: "Pero cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe sobre la tierra?" Si se apaga la fe, se apaga la oración y nosotros caminamos en la oscuridad, nos perdemos en el camino de la vida.
Aprendamos por tanto de la viuda del Evangelio a rezar siempre, sin cansarnos. Era buena esta viuda, sabía luchar por sus hijos, y pienso en tantas mujeres que luchan por su familia, que rezan, que no se cansan nunca. Un recuerdo hoy todos nosotros a estas mujeres que con su actitud nos dan un verdadero testimonio de bien, de valentía, de poder de la oración. Un recuerdo a ellas. Luchar, rezar siempre ¡Pero no para convencer al Señor a fuerza de palabras! ¡Él sabe mejor que nosotros qué necesitamos! Más bien la oración perseverante es expresión de la fe en un Dios que nos llama a combatir con Él, cada día, en cada momento, para vencer al mal con el bien. (S.S. Francisco, 20 de octubre de 2013).
Reflexión
Un mosquito en la noche es capaz de dejarnos sin dormir. Y eso que no hay comparación entre un hombre y un mosquito. Pero en esa batalla, el insecto tiene todas las de ganar. ¿Por qué? Porque, aunque es pequeño, revolotea una y otra vez sobre nuestra cabeza con su agudo y molesto silbido. Si únicamente lo hiciera un momento no le daríamos importancia. Pero lo fastidioso es escucharle así durante horas. Entonces, encendemos la luz, nos levantamos y no descansamos hasta haber resuelto el problema.
Este ejemplo, y el del juez injusto, nos ilustran perfectamente cómo debe ser nuestra oración: insistente, perseverante, continua, hasta que Dios "se moleste" y nos atienda.
Es fácil rezar un día, hacer una petición cuando estamos fervorosos, pero mantener ese contacto espiritual diario cuesta más. Nos cansamos, nos desanimamos, pensamos que lo que hacemos es inútil porque parece que Dios no nos está escuchando. Sin embargo lo hace. Y presta mucha atención, y nos toma en serio porque somos sus hijos. Pero quiere que le insistamos, que vayamos todos los días a llamar a su puerta. Sólo si no nos rendimos nos atenderá y nos concederá lo que le estamos pidiendo desde el fondo de nuestro corazón.
Propósito
Dedicar especial tiempo de mi día a la oración con la confianza que Dios me escucha si lo pido con fe y esperanza.
Diálogo con Cristo
Jesús, eres mi juez, pero también mi Padre y mi Salvador. Te suplico que esta oración me lleve a crecer en la fe, en la esperanza, en el amor y en la confianza, en mi vida diaria. Abre mi corazón para pueda perseverar en la oración, dame la humildad y la sabiduría para reconocer que sólo unido a Ti podré recorrer mi camino a la santidad.
Un mosquito en la noche es capaz de dejarnos sin dormir. Y eso que no hay comparación entre un hombre y un mosquito. Pero en esa batalla, el insecto tiene todas las de ganar. ¿Por qué? Porque, aunque es pequeño, revolotea una y otra vez sobre nuestra cabeza con su agudo y molesto silbido. Si únicamente lo hiciera un momento no le daríamos importancia. Pero lo fastidioso es escucharle así durante horas. Entonces, encendemos la luz, nos levantamos y no descansamos hasta haber resuelto el problema.
Este ejemplo, y el del juez injusto, nos ilustran perfectamente cómo debe ser nuestra oración: insistente, perseverante, continua, hasta que Dios "se moleste" y nos atienda.
Es fácil rezar un día, hacer una petición cuando estamos fervorosos, pero mantener ese contacto espiritual diario cuesta más. Nos cansamos, nos desanimamos, pensamos que lo que hacemos es inútil porque parece que Dios no nos está escuchando. Sin embargo lo hace. Y presta mucha atención, y nos toma en serio porque somos sus hijos. Pero quiere que le insistamos, que vayamos todos los días a llamar a su puerta. Sólo si no nos rendimos nos atenderá y nos concederá lo que le estamos pidiendo desde el fondo de nuestro corazón.
Propósito
Dedicar especial tiempo de mi día a la oración con la confianza que Dios me escucha si lo pido con fe y esperanza.
Diálogo con Cristo
Jesús, eres mi juez, pero también mi Padre y mi Salvador. Te suplico que esta oración me lleve a crecer en la fe, en la esperanza, en el amor y en la confianza, en mi vida diaria. Abre mi corazón para pueda perseverar en la oración, dame la humildad y la sabiduría para reconocer que sólo unido a Ti podré recorrer mi camino a la santidad.
viernes, 14 de noviembre de 2014
Evangelio 14 de Noviembre de 2014
- Primera Lectura: II Juan 4-9"Quien permanece en la doctrina posee al Padre y al Hijo"Señora elegida: Me alegré mucho al enterarme de que tus hijos caminan en la verdad, según el mandamiento que el Padre nos dio. Ahora tengo algo que pedirte, señora. No pienses que escribo para mandar algo nuevo, sino sólo para recordaros el mandamiento que tenemos desde el principio, amarnos unos a otros. Y amar significa seguir los mandamientos de Dios. Como oísteis desde el principio, éste es el mandamiento que debe regir vuestra conducta.Es que han salido en el mundo muchos embusteros, que no reconocen que Jesucristo vino en la carne. El que diga eso es el embustero y el anticristo. Estad en guardia, para que recibáis el pleno salario y no perdáis vuestro trabajo. Todo el que se propasa y no permanece en la doctrina de Cristo no posee a Dios; quien permanece en la doctrina posee al Padre y al Hijo.
- Salmo Responsorial: 118"Dichoso el que camina en la voluntad del Señor"Dichoso el que, con vida intachable, / camina en la voluntad del Señor. R.Dichoso el que, guardando sus preceptos, / lo busca de todo corazón. R.Te busco de todo corazón, / no consientas que me desvíe de tus mandamientos. R.En mi corazón escondo tus consignas, / así no pecaré contra ti. R.Haz bien a tu siervo: viviré / y cumpliré tus palabras. R.Ábreme los ojos, y contemplaré / las maravillas de tu voluntad. R.
- Evangelio: Lucas 17, 26-37"El día que se manifieste el Hijo del hombre"En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: "Como sucedió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del hombre: comían, bebían y se casaban, hasta el día que Noé entró en el arca; entonces llegó el diluvio y acabó con todos. Lo mismo sucedió en tiempos de Lot: comían, compraban, vendían, sembraban, construían; pero el día que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y acabó con todos. Así sucederá el día que se manifieste el Hijo del hombre. Aquel día, si uno está en la azotea y tiene sus cosas en casa, que no baje por ellas; si uno está en el campo, que no vuelva. Acordaos de la mujer de Lot. El que pretenda guardarse su vida, la perderá; y el que la pierda, la recobrará. Os digo esto: aquella noche estarán dos en una cama: a uno se lo llevarán y al otro lo dejarán, estarán dos moliendo juntas: a una se la llevarán y a la otra la dejaran; estarán dos en el campo: a uno se lo llevarán y al otro lo dejarán".Ellos le preguntaron: "¿Dónde, Señor?" El contestó: "Donde está el cadáver se reunirán los buitres"
Veremos a Dios
Pero, al asegurar esto, ¿sabemos lo que decimos? ¿sabemos lo que significa ver a Dios?...
Por: Pedro García, Misionero Claretiano | Fuente: Catholic.net
¿Qué es lo que esperamos en la otra vida? Nosotros no tenemos la menor duda: ¡Veremos a Dios! Pero, al asegurar esto, ¿sabemos lo que nos decimos? ¿sabemos lo que significa ver a Dios?...
Llama mucho la atención en la Biblia el miedo que los judíos tenían de ver a Dios. Al sentir su presencia, se cubrían el rostro, porque podían morir con la vista del Señor. Así lo hace Moisés ante la zarza ardiendo:
- Se cubrió el rostro, porque tenía miedo de mirar a Dios.
Y el mismo Dios le dijo:
- No podrás ver mi rostro, porque nadie puede verme y seguir viviendo...
Y recordemos a Jacob, a quien se aparece Dios, y exclama después:
- ¡He visto a Dios, y sin embargo no he muerto!...
Por eso venía a veces la nube, que manifestaba que Dios estaba allí, pero al mismo tiempo ocultaba su presencia, como ocurrió en la inauguración del Templo de Salomón.
Y este miedo lo tuvieron incluso los apóstoles, en el mismo Evangelio. En el Tabor, apenas oyen la voz de Dios, escondido en la nube que aparece sobre el monte, caen aterrados y apegan el rostro al suelo, hasta que se acerca Jesús y les anima:
- ¡No temáis!...
Así era la fe de Israel. Pero viene Jesús, y en su sermón programático de las bienaventuranzas proclama y promete:
- ¡Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios!
La gente que oía a Jesús decir esto por primera vez, debió quedarse loca de alegría. -¿Cómo es posible eso de que vamos a ver a Dios, si a Dios no lo ha visto ni lo puede ver nadie? ¿Cómo es que ahora Jesús, el Maestro de Nazaret, que hace estos prodigios y que enseña con esta autoridad, nos dice que vamos a ver al mismo Dios?...
Los humildes, los sencillos, los de conciencia recta, ven a Dios con una fe sin trabas ya en este mundo, y después contemplarán a Dios cara a cara, sin velos.
Como nos dice Pablo:
- Ahora vemos como en espejo, después cara a cara.
Y completa Juan:
- Aún no se ha manifestado lo que seremos, porque, cuando llegue, veremos a Dios tal como es él..
¿Medimos lo que esto significa?...
Sin darnos cuenta, estamos contando un imposible. ¿Cómo una criatura puede ver al Dios invisible, al que es santísimo, al que supera todas las fuerzas humanas y las de los mismos ángeles? Sin embargo, lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios. Y esto es lo que Dios nos promete: que lo veremos tal como es: lo contemplaremos sin velos, cara a cara, en una dicha y en un gozo inenarrables, metidos en Él de tal manera que miraremos a Dios con los ojos del mismo Dios...
Esta es la gracia de las gracias. Todas las gracias que Dios nos hace van dirigidas a esta final: a verle a Él en la Gloria. Y, cuando lo veamos y poseamos, ya no desearemos nada más, porque se habrán colmado para siempre todos los anhelos del corazón.
El Catecismo de la Iglesia Católica nos resume todo con estas palabras famosas de San Agustín:
- Allí descansaremos y veremos; veremos y amaremos; amaremos y alabaremos. He aquí lo que acontecerá en el fin sin fin. ¿Y qué otro fin tenemos, sino llegar al Reino que no tendrá fin?...
Todo esto es un sueño, el feliz sueño de los creyentes. Un sueño bendito, no producido por una droga alucinante, sino por la Palabra de Dios, que nos lo promete con toda su seriedad divina:
- ¡Verán a Dios!... ¡Lo veremos cara a cara!... ¡Lo veremos tal como es Él!...
Esta llamada de Dios a su visión y a su gloria tiene su precio. No es una imposición, es una oferta. Es un regalo, pero condicionado. Dios nos crea y nos pone en este mundo con una dirección precisa. Nos coloca en el principio de la carretera, y nos dice:
- ¡Adelante, y hasta el fin! No te desvíes. No te salgas de la autopista. En un cruce que se atraviese, no te vayas ni a derecha ni a izquierda...
El gran Catecismo de la Iglesia Católica nos repite lo que aprendimos de niños en el pequeño catecismo de nuestra parroquia: Que Dios nos ha puesto en el mundo para conocerle, servirle y amarle, y así ir al cielo. Esta es la carretera, la autopista real que conduce a Dios.
Lo conocemos y lo aceptamos con la fe.
Le servimos con nuestra adoración, nuestro culto y nuestra entrega a los hermanos que nos necesitan. Así le amamos con todo el corazón.
El ver a Dios será regalo y será premio. Dios se nos ofrece, pero nos exige esfuerzo. Requiere perseverancia hasta el fin. Por eso nos repite la Carta a los Hebreos:
- La perseverancia os es necesaria para alcanzar la promesa, todo eso que Dios nos ha ofrecido por nuestra fidelidad a su Palabra.
- ¡Oh Dios, Tú eres mi Dios! ―repetimos con el salmo―, mi alma está sedienta de ti... ¡Y cuándo llegaré, para ver el rostro de mi Dios!... Lo veremos sin morir, sino viviendo siempre, siempre....
Llama mucho la atención en la Biblia el miedo que los judíos tenían de ver a Dios. Al sentir su presencia, se cubrían el rostro, porque podían morir con la vista del Señor. Así lo hace Moisés ante la zarza ardiendo:
- Se cubrió el rostro, porque tenía miedo de mirar a Dios.
Y el mismo Dios le dijo:
- No podrás ver mi rostro, porque nadie puede verme y seguir viviendo...
Y recordemos a Jacob, a quien se aparece Dios, y exclama después:
- ¡He visto a Dios, y sin embargo no he muerto!...
Por eso venía a veces la nube, que manifestaba que Dios estaba allí, pero al mismo tiempo ocultaba su presencia, como ocurrió en la inauguración del Templo de Salomón.
Y este miedo lo tuvieron incluso los apóstoles, en el mismo Evangelio. En el Tabor, apenas oyen la voz de Dios, escondido en la nube que aparece sobre el monte, caen aterrados y apegan el rostro al suelo, hasta que se acerca Jesús y les anima:
- ¡No temáis!...
Así era la fe de Israel. Pero viene Jesús, y en su sermón programático de las bienaventuranzas proclama y promete:
- ¡Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios!
La gente que oía a Jesús decir esto por primera vez, debió quedarse loca de alegría. -¿Cómo es posible eso de que vamos a ver a Dios, si a Dios no lo ha visto ni lo puede ver nadie? ¿Cómo es que ahora Jesús, el Maestro de Nazaret, que hace estos prodigios y que enseña con esta autoridad, nos dice que vamos a ver al mismo Dios?...
Los humildes, los sencillos, los de conciencia recta, ven a Dios con una fe sin trabas ya en este mundo, y después contemplarán a Dios cara a cara, sin velos.
Como nos dice Pablo:
- Ahora vemos como en espejo, después cara a cara.
Y completa Juan:
- Aún no se ha manifestado lo que seremos, porque, cuando llegue, veremos a Dios tal como es él..
¿Medimos lo que esto significa?...
Sin darnos cuenta, estamos contando un imposible. ¿Cómo una criatura puede ver al Dios invisible, al que es santísimo, al que supera todas las fuerzas humanas y las de los mismos ángeles? Sin embargo, lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios. Y esto es lo que Dios nos promete: que lo veremos tal como es: lo contemplaremos sin velos, cara a cara, en una dicha y en un gozo inenarrables, metidos en Él de tal manera que miraremos a Dios con los ojos del mismo Dios...
Esta es la gracia de las gracias. Todas las gracias que Dios nos hace van dirigidas a esta final: a verle a Él en la Gloria. Y, cuando lo veamos y poseamos, ya no desearemos nada más, porque se habrán colmado para siempre todos los anhelos del corazón.
El Catecismo de la Iglesia Católica nos resume todo con estas palabras famosas de San Agustín:
- Allí descansaremos y veremos; veremos y amaremos; amaremos y alabaremos. He aquí lo que acontecerá en el fin sin fin. ¿Y qué otro fin tenemos, sino llegar al Reino que no tendrá fin?...
Todo esto es un sueño, el feliz sueño de los creyentes. Un sueño bendito, no producido por una droga alucinante, sino por la Palabra de Dios, que nos lo promete con toda su seriedad divina:
- ¡Verán a Dios!... ¡Lo veremos cara a cara!... ¡Lo veremos tal como es Él!...
Esta llamada de Dios a su visión y a su gloria tiene su precio. No es una imposición, es una oferta. Es un regalo, pero condicionado. Dios nos crea y nos pone en este mundo con una dirección precisa. Nos coloca en el principio de la carretera, y nos dice:
- ¡Adelante, y hasta el fin! No te desvíes. No te salgas de la autopista. En un cruce que se atraviese, no te vayas ni a derecha ni a izquierda...
El gran Catecismo de la Iglesia Católica nos repite lo que aprendimos de niños en el pequeño catecismo de nuestra parroquia: Que Dios nos ha puesto en el mundo para conocerle, servirle y amarle, y así ir al cielo. Esta es la carretera, la autopista real que conduce a Dios.
Lo conocemos y lo aceptamos con la fe.
Le servimos con nuestra adoración, nuestro culto y nuestra entrega a los hermanos que nos necesitan. Así le amamos con todo el corazón.
El ver a Dios será regalo y será premio. Dios se nos ofrece, pero nos exige esfuerzo. Requiere perseverancia hasta el fin. Por eso nos repite la Carta a los Hebreos:
- La perseverancia os es necesaria para alcanzar la promesa, todo eso que Dios nos ha ofrecido por nuestra fidelidad a su Palabra.
- ¡Oh Dios, Tú eres mi Dios! ―repetimos con el salmo―, mi alma está sedienta de ti... ¡Y cuándo llegaré, para ver el rostro de mi Dios!... Lo veremos sin morir, sino viviendo siempre, siempre....
jueves, 13 de noviembre de 2014
Evangelio 13 de Noviembre de 2014
- Primera Lectura: Filemón 7-20"Recíbelo, no como esclavo, sino como hermano querido"Querido hermano: Me alegró y animó mucho tu caridad, hermano, porque tú has aliviado los sufrimientos de los santos. Por eso, aunque tengo plena libertad en Cristo para mandarte lo que conviene hacer, prefiero rogártelo apelando a tu caridad, yo, Pablo, anciano y prisionero por Cristo Jesús.Te recomiendo a Onésimo, mi hijo, a quien he engendrado en la prisión, que antes era tan inútil para ti, y ahora, en cambio, es tan útil para ti y para mí; te lo envío como algo de mis entrañas.Me hubiera gustado retenerlo junto a mí, para que me sirviera en tu lugar, en esta prisión que sufro por el Evangelio; pero no he querido retenerlo sin contar contigo; así me harás este favor, no a la fuerza, sino con libertad. Quizá se apartó de ti para que lo recobres ahora para siempre; y no como esclavo, sino mucho mejor: como hermano querido. Si yo lo quiero tanto, cuánto más lo has de querer tú, como hombre y como cristiano.Si me consideras compañero tuyo, recíbelo a él como a mí mismo. Si en algo te ha perjudicado y te debe algo, ponlo en mi cuenta; yo, Pablo, te firmo el pagaré de mi puño y letra, para no hablar de que tú me debes tu propia persona. Por Dios, hermano, a ver si me das esta satisfacción en el Señor; alivia mi ansiedad, por amor a Cristo.
- Salmo Responsorial: 145"Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob."Que mantiene su fidelidad perpetuamente, / que hace justicia a los oprimidos, / que da pan a los hambrientos. / El Señor liberta a los cautivos. R.El Señor abre los ojos al ciego, / el Señor endereza a los que ya se doblan, / el Señor ama a los justos. / El Señor guarda a los peregrinos. R.Sustenta al huérfano y a la viuda / y trastorna el camino de los malvados. / El Señor reina eternamente, / tu Dios, Sión, de edad en edad. R.
- Evangelio: Lucas 17, 20-25"El Reino de Dios está dentro de vosotros"En aquel tiempo, a unos fariseos que le preguntaban cuándo iba a llegar el Reino de Dios, Jesús les contestó: "El Reino de Dios no vendrá espectacularmente, ni anunciarán que está aquí o está allí; porque mirad, el Reino de Dios está dentro de vosotros".Dijo a sus discípulos: "Llegará un tiempo en que desearéis vivir un día con el Hijo del hombre, y ni podréis. Si os dicen que está aquí o está allí, no os vayáis detrás. Como el fulgor del relámpago brilla de un horizonte a otro, así será el Hijo del hombre en su día. Pero antes tiene que padecer mucho y ser reprobado por esta generación"
Transitar la paciencia
Un continuo aprendizaje
Hay caminos que no tienen atajos y transitar la paciencia es dejar que el tiempo paute y amase nuestras vidas
Por: Mons. Josep Àngel Saiz Meneses | Fuente: www.agenciasic.com
En la personalidad del Papa Francisco encontramos aspectos muy interesantes. Uno de ello es la paciencia. Ya en sus años de obispo auxiliar primero y después de arzobispo de Buenos Aires encontramos un elogio de la paciencia muy sugestivo.
En sus años juveniles, el “padre Bergoglio” estaba muy volcado en la acción. “Jugaba a ser Tarzán”, explica a Sergio Rubin y a Francesca Ambrogetti, los dos periodistas que recogieron sus conversaciones con el jesuita Bergoglio en el libro aparecido recientemente con el título de El Papa Francisco. Conversaciones con Jorge Bergoglio (Ediciones B).Cuentan los periodistas que, en sus diálogos con el arzobispo bonaerense, éste pronunciaba repetidamente la expresión “transitar la paciencia”. Le preguntaron qué quería decir con ese concepto, y tanto por la rapidez con la que respondió, como por el énfasis que puso, pudieron advertir que habían abordado un punto muy significativo para el futuro Papa.
“Es un concepto en el que caí en la cuenta con los años leyendo el libro de un autor italiano con un título muy sugestivo: Teologia del fallimento, o sea, teología del fracaso, donde se expone cómo Jesús actuó con paciencia. En la experiencia del límite –añade-, en el diálogo con el límite, se fragua la paciencia. A veces la vida nos lleva a no hacer, sino a padecer, soportando, sobrellevando (del griego hipomoné) nuestras limitaciones y las de los demás. Transitar la paciencia –explica- es hacerse cargo de lo que madura es el tiempo. Transitar la paciencia es dejar que el tiempo paute y amase nuestras vidas”.
A los humanos nos encantan los atajos y nos infunden temor los caminos. Sobre todo si son largos caminos. Y hay caminos que no tienen atajos.
“-¿Cree que la paciencia exige un aprendizaje?” –le preguntan los periodistas.
“-Sí -les responde Bergoglio-. Transitar en paciencia supone aceptar que la vida es eso: un continuo aprendizaje. Cuando uno es joven cree que puede cambiar el mundo y eso está bien, tiene que ser así, pero luego, cuando busca, descubre la lógica de la paciencia en la propia vida y en la de los demás. Transitar en paciencia es asumir el tiempo y dejar que los otros vayan desplegando su vida. Un buen padre, al igual que una buena madre, es aquel que va interviniendo en la vida del hijo lo justo como para marcarle pautas de crecimiento, para ayudarlo, pero que después sabe ser espectador de los fracasos propios y ajenos”.
El cardenal Bergoglio proponía a sus interlocutores un modelo del padre que practica la paciencia en el padre de la parábola del hijo pródigo. Lo hacía con estas palabras: “Me impresiona mucho esta parábola. El hijo pide la herencia, el padre se la da, hace “lo que se le canta” y vuelve. Dice el Evangelio que el padre lo ve venir de lejos. De modo que debe de haber estado mirando, desde la ventana para ver si lo veía venir. O sea que lo esperó pacientemente.”
+ Josep Àngel Saiz Meneses
Obispo de Terrassa
miércoles, 12 de noviembre de 2014
Evangelio 12 de Noviembre de 2014
- Primera Lectura: Tito 3, 1-7"Ibamos fuera de camino, pero según su propia misericordia nos ha salvado"Querido hermano: Recuérdales que se sometan al gobierno y a las autoridades, que los obedezcan, que estén dispuestos a toda forma de obra buena, sin insultar ni buscar riñas; sean condescendientes y amables con todo el mundo.Porque antes también nosotros, con nuestra insensatez y obstinación, íbamos fuera de camino; éramos esclavos de pasiones y placeres de todo género, nos pasábamos la vida fastidiando y comidos de envidia, éramos insoportables y nos odiábamos unos a otros. Mas cuando ha aparecido la bondad de Dios, nuestro Salvador, y su amor al hombre, no por las obras de justicia que hayamos hecho nosotros, sino que según su propia misericordia nos ha salvado: con el baño del segundo nacimiento y con la renovación por el Espíritu Santo; Dios lo derramó copiosamente sobre nosotros por medio de Jesucristo, nuestro Salvador.Así, justificados por su gracia, somos, en esperanza, herederos de la vida eterna.
- Salmo Responsorial: 22"El Señor es mi pastor, nada me falta"El Señor es mi pastor, nada me falta: / en verdes praderas me hace recostar; / me conduce hacia fuentes tranquilas / y repara mis fuerzas. R.Me guía por el sendero justo, / por el honor de su nombre. / Aunque camine por cañadas oscuras, / nada temo, porque tú vas conmigo: / tu vara y tu cayado me sosiegan. R.Preparas una mesa ante mí, / enfrente de mis enemigos; / me unges la cabeza con perfume, / y mi copa rebosa. R.Tu bondad y tu misericordia me acompañan / todos los días de mi vida, / y habitaré en la casa del Señor / por años sin término. R.
- Evangelio: Lucas 17, 11-19"¿No ha vuelto más que este extranjero para dar gloria a Dios?"En aquel tiempo, yendo Jesús camino de Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea. Cuando iba a entrar en un pueblo, vinieron a su encuentro diez leprosos, que se pararon a lo lejos y a gritos le decían: "Jesús, maestro, ten compasión de nosotros". Al verlos, les dijo: "Id a presentaros a los sacerdotes". Y mientras iban de camino, quedaron limpios. Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos, y se echó por tierra a los pies de Jesús, dándole gracias. Este era un samaritano. Jesús tomó la palabra y dijo: "¿No han quedado limpios los diez?; los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha vuelto más que este extranjero para dar gloria a Dios?" Y le dijo: "Levántate, vete; tu fe te ha salvado".
El Evangelio Meditado
Curación de diez leprosos
Milagros
Milagros
Lucas 17, 11-19. Tiempo Ordinario. Agradece a Dios todo lo que te da cada día. Pero sobre todo darle gracias por la fe.
Por: P. Juan Gralla | Fuente: Catholic.net
Del santo Evangelio según san Lucas 17, 11-19
En aquel tiempo, yendo Jesús de camino a Jerusalén, pasaba por los confines entre Samaría y Galilea, y, al entrar en un pueblo, salieron a su encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a distancia y, levantando la voz, dijeron: ¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros! Al verlos, les dijo: Id y presentaos a los sacerdotes. Y sucedió que, mientras iban, quedaron limpios. Uno de ellos, viéndose curado, se volvió glorificando a Dios en alta voz; y postrándose rostro en tierra a los pies de Jesús, le daba gracias; y éste era un samaritano. Tomó la palabra Jesús y dijo: ¿No quedaron limpios los diez? Los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios sino este extranjero? Y le dijo: Levántate y vete; tu fe te ha salvado.
Oración introductoria
Señor, aumenta mi fe para que pueda alcanzar la salvación. Ten compasión y permite que esta oración me ayude a vivir este día con humildad, con esperanza y alegría, sirviendo a todos, especialmente a los que tengo más cerca.
Petición
Señor, dame la gracia de saber agradecerte todos los dones que me das.
Meditación del Papa Francisco
En aquel tiempo, yendo Jesús de camino a Jerusalén, pasaba por los confines entre Samaría y Galilea, y, al entrar en un pueblo, salieron a su encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a distancia y, levantando la voz, dijeron: ¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros! Al verlos, les dijo: Id y presentaos a los sacerdotes. Y sucedió que, mientras iban, quedaron limpios. Uno de ellos, viéndose curado, se volvió glorificando a Dios en alta voz; y postrándose rostro en tierra a los pies de Jesús, le daba gracias; y éste era un samaritano. Tomó la palabra Jesús y dijo: ¿No quedaron limpios los diez? Los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios sino este extranjero? Y le dijo: Levántate y vete; tu fe te ha salvado.
Oración introductoria
Señor, aumenta mi fe para que pueda alcanzar la salvación. Ten compasión y permite que esta oración me ayude a vivir este día con humildad, con esperanza y alegría, sirviendo a todos, especialmente a los que tengo más cerca.
Petición
Señor, dame la gracia de saber agradecerte todos los dones que me das.
Meditación del Papa Francisco
En los evangelios, algunos reciben la gracia y se van: de los diez leprosos curados por Jesús, solo uno volvió a darle las gracias. Incluso el ciego de Jericó encuentra al Señor mediante la sanación y alaba a Dios. Pero debemos orar con el "valor de la fe", impulsándonos a pedir también aquello que la oración no se atreve a esperar: es decir, a Dios mismo:
Pedimos una gracia, pero no nos atrevemos a decir: ‘Ven Tú a traerla’. Sabemos que una gracia siempre es traída por Él: es Él que viene y nos la da. No demos la mala impresión de tomar la gracia y no reconocer a Aquel que nos la porta, Aquel que nos la da: el Señor. Que el Señor nos conceda la gracia de que Él se dé a nosotros, siempre, en cada gracia. Y que nosotros lo reconozcamos, y que lo alabemos como aquellos enfermos sanados del evangelio. Debido a que, con aquella gracia, hemos encontrado al Señor. (Cf. S.S. Francisco, 10 de octubre de 2013, homilía en Santa Marta).
Reflexión
¡Cuánto se agradece cuando una persona se detiene en la carretera para ayudarnos cuando nuestro coche se ha averiado! "Jamás me había visto antes, sabía que muy probablemente no nos volveríamos a encontrar para que yo le agradeciera este favor... y sin embargo, tuvo el detalle de detenerse para hacerlo." Parece obligado que ante este hecho, brote del corazón la gratitud.
Pero suele suceder que las personas que saben agradecer las cosas grandes, son las que también lo hacen ante pequeños detalles, que podrían pasar inadvertidos. A quien le cede el paso en medio del tráfico, al que sabe sonreír en el trabajo los lunes por la mañana, a la persona que atiende en la farmacia o en el banco... Son felices porque les sobran motivos para decir esa palabra que para otros es extraña y humillante.
Quien la pronuncia con sinceridad, al mismo tiempo llena de alegría a los demás, y crea "el círculo virtuoso" de la gratitud, en el que cada uno cumple su deber con mayor gusto y perfección.
Y si estas personas agradecen a los hombres los pequeños favores y detalles, ¡cuánto más a Dios que es quien a través de canales tan variados nos hace llegar todo lo bueno que hay en nuestra vida! ¡Gracias!
Es frecuente que nos olvidemos de dar gracias a Dios por los beneficios recibidos. Somos prontos para pedir y tardos para agradecer.
A veces las cosas nos parecen tan naturales que no se nos ocurre ageradecerlas a Dios:
Darle gracias por las maravillas de la naturaleza: del aire que es gratis para todo el mundo. Del agua: ese tesoro de la naturaleza.
Dar gracias a Dios por las maravillas del cuerpo humano. De tener ojos: esas maravillosas máquinas fotográficas. De tener oídos: esa maravilla de la técnica. Supongamos que fuéramos ciegos o mudos.
Dar gracias Dios por la familia en la que hemos nacido. Quizás tengamos problemas, pero si miramos para atrás veremos tragedias espantosas.
Dar gracias Dios por nuestra Patria. Las hay mejores, pero también las hay mucho peores. Supongamos que hubiéramos nacido en Etiopía o en Somalia: donde tantos mueren de hambre.
Pero sobre todo darle gracias por la fe. Es el mayor tesoro que podemos tener en la Tierra.
Y la principal petición es en ella morir. Tener la suerte inmensa de una santa muerte.
Propósito
Iniciar mis actividades, especialmente la oración, pidiendo a Dios que aumente mi fe.
Diálogo con Cristo
Señor, permite que sepa reconocer los muchos dones que me has dado, utilizarlos bien y darte gracias por ellos. Tú no necesitas mi agradecimiento, soy yo quien necesita reconocer que, sin tu gracia, nada puedo y de nada me sirven los dones terrenales que pueda tener.
¡Cuánto se agradece cuando una persona se detiene en la carretera para ayudarnos cuando nuestro coche se ha averiado! "Jamás me había visto antes, sabía que muy probablemente no nos volveríamos a encontrar para que yo le agradeciera este favor... y sin embargo, tuvo el detalle de detenerse para hacerlo." Parece obligado que ante este hecho, brote del corazón la gratitud.
Pero suele suceder que las personas que saben agradecer las cosas grandes, son las que también lo hacen ante pequeños detalles, que podrían pasar inadvertidos. A quien le cede el paso en medio del tráfico, al que sabe sonreír en el trabajo los lunes por la mañana, a la persona que atiende en la farmacia o en el banco... Son felices porque les sobran motivos para decir esa palabra que para otros es extraña y humillante.
Quien la pronuncia con sinceridad, al mismo tiempo llena de alegría a los demás, y crea "el círculo virtuoso" de la gratitud, en el que cada uno cumple su deber con mayor gusto y perfección.
Y si estas personas agradecen a los hombres los pequeños favores y detalles, ¡cuánto más a Dios que es quien a través de canales tan variados nos hace llegar todo lo bueno que hay en nuestra vida! ¡Gracias!
Es frecuente que nos olvidemos de dar gracias a Dios por los beneficios recibidos. Somos prontos para pedir y tardos para agradecer.
A veces las cosas nos parecen tan naturales que no se nos ocurre ageradecerlas a Dios:
Darle gracias por las maravillas de la naturaleza: del aire que es gratis para todo el mundo. Del agua: ese tesoro de la naturaleza.
Dar gracias a Dios por las maravillas del cuerpo humano. De tener ojos: esas maravillosas máquinas fotográficas. De tener oídos: esa maravilla de la técnica. Supongamos que fuéramos ciegos o mudos.
Dar gracias Dios por la familia en la que hemos nacido. Quizás tengamos problemas, pero si miramos para atrás veremos tragedias espantosas.
Dar gracias Dios por nuestra Patria. Las hay mejores, pero también las hay mucho peores. Supongamos que hubiéramos nacido en Etiopía o en Somalia: donde tantos mueren de hambre.
Pero sobre todo darle gracias por la fe. Es el mayor tesoro que podemos tener en la Tierra.
Y la principal petición es en ella morir. Tener la suerte inmensa de una santa muerte.
Propósito
Iniciar mis actividades, especialmente la oración, pidiendo a Dios que aumente mi fe.
Diálogo con Cristo
Señor, permite que sepa reconocer los muchos dones que me has dado, utilizarlos bien y darte gracias por ellos. Tú no necesitas mi agradecimiento, soy yo quien necesita reconocer que, sin tu gracia, nada puedo y de nada me sirven los dones terrenales que pueda tener.
martes, 11 de noviembre de 2014
Evangelio 11 de Noviembre de 2014
- Primera Lectura: Tito 2, 1-8. 11-14"Llevemos una vida religiosa, aguardando la dicha que esperamos: la aparición del Dios y Salvador nuestro, Jesucristo"Querido hermano: Habla de lo que es conforme a la sana doctrina.Di a los ancianos que sean sobrios, serios y prudentes; que estén robustos en la fe, en el amor y en la paciencia.A las ancianas, lo mismo: que sean decentes en el porte, que no sean chismosas ni se envicien con el vino, sino maestras en lo bueno, de modo que inspiren buenas ideas a las jóvenes, enseñándoles a amar a los maridos y a sus hijos, a ser moderadas y púdicas, a cuidar de la casa, a ser bondadosas y sumisas a los maridos, para que no se desacredite la palabra de Dios.A los jóvenes, exhórtalos también a ser prudentes, presentándote en todo como un modelo de buena conducta. En la enseñanza sé íntegro y grave, con un hablar sensato e intachable, para que la parte contraria se abochorne, no pudiendo criticarnos en nada.Porque ha aparecido la gracia de Dios, que trae la salvación para todos los hombres, enseñándonos a renunciar a la impiedad y a los deseos mundanos, y a llevar ya desde ahora una vida sobria, honrada y religiosa, aguardando la dicha que esperamos: la aparición gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro, Jesucristo. Él se entregó por nosotros para rescatarnos de toda maldad y para prepararse un pueblo purificado, dedicado a las buenas obras.
- Salmo Responsorial: 36"El Señor es quien salva a los justos."Confía en el Señor y haz el bien, / habita tu tierra y practica la lealtad; / sea el Señor tu delicia, / y él te dará lo que pide tu corazón. R.El Señor vela por los días de los buenos, / y su herencia durará siempre. / El Señor asegura los pasos del hombre, / se complace en sus caminos. R.Apártate del mal y haz el bien, / y siempre tendrás una casa; / pero los justos poseen la tierra, / la habitarán por siempre jamás. R.
- Evangelio: Lucas 17, 7-10"Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer"En aquel tiempo dijo el Señor: "Suponed que un criado vuestro trabaja como labrador o como pastor; cuando vuelve del campo, ¿quién de vosotros le dice: "En seguida, ven y ponte a la mesa"? ¿No le diréis: "Prepárame la cena, cíñete y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y beberás tú"? ¿Tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo vosotros: Cuando hayáis hecho todo lo mandado, decid: "Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer.""
El Evangelio Meditado
Siervos inútiles ante el Señor
Tiempo Ordinario
Tiempo Ordinario
Lucas 17, 7-10. Tiempo Ordinario. Todo lo que tenemos, procede de Dios, como un inmenso e inexplicable regalo.
Por: Catholic.net | Fuente: Catholic.net
Del santo Evangelio según san Lucas 17, 7-10
«¿Quién de vosotros tiene un siervo arando o pastoreando y, cuando regresa del campo, le dice: "Pasa al momento y ponte a la mesa?" ¿No le dirá más bien: "Prepárame algo para cenar, y cíñete para servirme hasta que haya comido y bebido, y después comerás y beberás tú?" ¿Acaso tiene que agradecer al siervo porque hizo lo que le fue mandado? De igual modo vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os fue mandado, decid: Somos siervos inútiles; hemos hecho lo que debíamos hacer».
Oración introductoria
Jesús, creo en Ti, mi Creador y Señor. Te hiciste hombre por mí y me has dado todo lo que tengo. Me has perdonado mi infidelidad, mi tibieza. No merezco tanto amor… Guía mi oración para que descubra cómo debo corresponder a tu amor, a tu perdón, a tu cercanía.
Petición
Te suplico tu gracia y tu misericordia para ser humilde y digno de presentarme ante Ti en esta oración.
Meditación del Papa Francisco
Porque la fe es un encuentro con Jesús, y nosotros debemos hacer lo mismo que hace Jesús: encontrar a los demás. Vivimos una cultura del desencuentro, una cultura de la fragmentación, una cultura en la que lo que no me sirve lo tiro, la cultura del descarte. Pero sobre este punto os invito a pensar —y es parte de la crisis— en los ancianos, que son la sabiduría de un pueblo, en los niños... ¡la cultura del descarte! Pero nosotros debemos ir al encuentro y debemos crear con nuestra fe una “cultura del encuentro”, una cultura de la amistad, una cultura donde hallamos hermanos, donde podemos hablar también con quienes no piensan como nosotros, también con quienes tienen otra fe, que no tienen la misma fe. Todos tienen algo en común con nosotros: son imágenes de Dios, son hijos de Dios. Ir al encuentro con todos, sin negociar nuestra pertenencia» (S.S. Francisco, 18 de mayo de 2013).
Reflexión
Jesús no aprueba ese trato abusivo y arbitrario del amo, sino que se sirve de una realidad muy cotidiana para las gentes que le escuchaban, e ilustra así cuál debe ser la disposición de la criatura ante su Creador: desde nuestra propia existencia hasta la bienaventuranza eterna que se nos promete.
Todo lo que tenemos, todo lo que gozamos y todo lo que poseemos, procede de Dios, como un inmenso e inexplicable regalo. Por esto, siempre debemos agradecerle, ya que estamos en deuda con Él. Debemos tener una actitud humilde de siervos ante Dios, lejos del orgullo, pues Él no nos exige nada que no seamos capaces de hacer. Por más que hagamos en su nombre, siempre nos quedamos cortos en comparación a todos sus dones.
Aunque esta exigencia nos parezca dura y lejana, no debemos perder de vista que Dios es Amor, y cuanto pide no es más que una muestra de ese amor, el cual, aceptado con paciencia, no es esclavitud y sacrificio, sino liberación y una carga que nos da alas.
Propósito
Mostrar siempre a los demás un rostro alegre, natural, servicial, digno, noble.
Diálogo con Cristo
Exigir con altanería «mis derechos», querer acaparar siempre la atención, buscar ser servido, son manifestaciones de mi orgullo. Señor, ayúdame a recordar siempre que sólo los humildes y los sencillos de corazón son los que están cerca de Ti y pueden poseerte. Jesús, haz mi corazón semejante al tuyo.
«¿Quién de vosotros tiene un siervo arando o pastoreando y, cuando regresa del campo, le dice: "Pasa al momento y ponte a la mesa?" ¿No le dirá más bien: "Prepárame algo para cenar, y cíñete para servirme hasta que haya comido y bebido, y después comerás y beberás tú?" ¿Acaso tiene que agradecer al siervo porque hizo lo que le fue mandado? De igual modo vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os fue mandado, decid: Somos siervos inútiles; hemos hecho lo que debíamos hacer».
Oración introductoria
Jesús, creo en Ti, mi Creador y Señor. Te hiciste hombre por mí y me has dado todo lo que tengo. Me has perdonado mi infidelidad, mi tibieza. No merezco tanto amor… Guía mi oración para que descubra cómo debo corresponder a tu amor, a tu perdón, a tu cercanía.
Petición
Te suplico tu gracia y tu misericordia para ser humilde y digno de presentarme ante Ti en esta oración.
Meditación del Papa Francisco
Porque la fe es un encuentro con Jesús, y nosotros debemos hacer lo mismo que hace Jesús: encontrar a los demás. Vivimos una cultura del desencuentro, una cultura de la fragmentación, una cultura en la que lo que no me sirve lo tiro, la cultura del descarte. Pero sobre este punto os invito a pensar —y es parte de la crisis— en los ancianos, que son la sabiduría de un pueblo, en los niños... ¡la cultura del descarte! Pero nosotros debemos ir al encuentro y debemos crear con nuestra fe una “cultura del encuentro”, una cultura de la amistad, una cultura donde hallamos hermanos, donde podemos hablar también con quienes no piensan como nosotros, también con quienes tienen otra fe, que no tienen la misma fe. Todos tienen algo en común con nosotros: son imágenes de Dios, son hijos de Dios. Ir al encuentro con todos, sin negociar nuestra pertenencia» (S.S. Francisco, 18 de mayo de 2013).
Reflexión
Jesús no aprueba ese trato abusivo y arbitrario del amo, sino que se sirve de una realidad muy cotidiana para las gentes que le escuchaban, e ilustra así cuál debe ser la disposición de la criatura ante su Creador: desde nuestra propia existencia hasta la bienaventuranza eterna que se nos promete.
Todo lo que tenemos, todo lo que gozamos y todo lo que poseemos, procede de Dios, como un inmenso e inexplicable regalo. Por esto, siempre debemos agradecerle, ya que estamos en deuda con Él. Debemos tener una actitud humilde de siervos ante Dios, lejos del orgullo, pues Él no nos exige nada que no seamos capaces de hacer. Por más que hagamos en su nombre, siempre nos quedamos cortos en comparación a todos sus dones.
Aunque esta exigencia nos parezca dura y lejana, no debemos perder de vista que Dios es Amor, y cuanto pide no es más que una muestra de ese amor, el cual, aceptado con paciencia, no es esclavitud y sacrificio, sino liberación y una carga que nos da alas.
Propósito
Mostrar siempre a los demás un rostro alegre, natural, servicial, digno, noble.
Diálogo con Cristo
Exigir con altanería «mis derechos», querer acaparar siempre la atención, buscar ser servido, son manifestaciones de mi orgullo. Señor, ayúdame a recordar siempre que sólo los humildes y los sencillos de corazón son los que están cerca de Ti y pueden poseerte. Jesús, haz mi corazón semejante al tuyo.
lunes, 10 de noviembre de 2014
Evangelio 10 de Noviembre de 2014
Lecturas de la liturgia
- Primera Lectura: Tito 1, 1-9"Establece presbíteros, siguiendo las instrucciones que te di"Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo, para promover la fe de los elegidos de Dios, y el conocimiento de la verdad, según la piedad apoyada en la esperanza de la vida eterna. Dios, que no miente, había prometido esa vida desde tiempos inmemoriales; al llegar el momento, la ha manifestado abiertamente con la predicación que se me ha confiado, según lo dispuso Dios, nuestro salvador. Querido Tito, verdadero hijo mío en la fe que compartimos; te deseo la gracia y la paz de Dios Padre y de Cristo Jesús, salvador nuestro. Mi intención al dejarte en Creta era que pusieras en regla lo que faltaba y establecieses presbíteros en cada ciudad, siguiendo las instrucciones que te di. El candidato, que sea un hombre sin tacha, fiel a su única mujer, con hijos creyentes, que no sean indóciles ni acusados de mala conducta. Porque el obispo, siendo administrador de Dios, tiene que ser intachable, no arrogante ni colérico, no dado al vino ni pendenciero, ni tampoco ávido de ganancias. Al contrario, ha de ser hospitalario, amigo de lo bueno, prudente, justo, fiel, dueño de sí. Debe mostrar adhesión a la doctrina cierta, para ser capaz de predicar una enseñanza sana y de rebatir a los adversarios.
- Salmo Responsorial: 23"Éste es el grupo que viene a tu presencia, Señor."Del Señor es la tierra y cuanto la llena, / el orbe y todos sus habitantes: / él la fundó sobre los mares, / él la afianzó sobre los ríos. R. ¿Quién puede subir al monte del Señor? / ¿Quién puede estar en el recinto sacro? / El hombre de manos inocentes / y puro corazón, / que no confía en los ídolos. R. Ése recibirá la bendición del Señor, / le hará justicia el Dios de salvación. / Éste es el grupo que busca al Señor, / que viene a tu presencia, Dios de Jacob. R.
- Evangelio: Lucas 17, 1-6"Si siete veces vuelve a decirte: "Lo siento", lo perdonarás"En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Es inevitable que sucedan escándalos; pero !ay del que los provoca! Al que escandaliza a uno de estos pequeños, más le valdría que le encajaran en el cuello una piedra de molino y lo arrojasen al mar. Tened cuidado. Si tu hermano te ofende, repréndelo; si se arrepiente, perdónalo; si te ofende siete veces en un día y siete veces vuelve a decirte: "Lo siento", lo perdonarás". Los apóstoles le pidieron al Señor: "Auméntanos la fe". El Señor contestó: "Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: "Arráncate de raíz y plántate en el mar", y os obedecería".
¡Solteros otra vez!
Causas de nulidad en el Matrimonio Religioso
Para comprender lo que se llama nulidad del Matrimonio, es necesario explicarlo palabra por palabra...
Por: P. Pedro Herrasti, SM | Fuente: www.laverdadcatolica.org
La Sacramentalización del Matrimonio no implica alteración alguna de su institución natural. La Sacramentalidad pertenece a la esencia misma del Matrimonio Cristiano. Hay identidad entre el contrato (consentimiento bilateral de los cónyuges) y el Sacramento. Por tanto si no hay consentimiento, no hay Sacramento y si no hay Sacramento, no hay contrato ni matrimonio.
- Matrimonio condicionado: Se hace depender la validez del contrato al cumplimiento de una condición: si terminas la carrera, si te convienes al Catolicismo. Hay condición propia cuando la circunstancia o el hecho es futuro e incierto (si llegas a ser ingeniero) o impropia cuando la condición pertenece al pasado o al presente: si eres fértil, sino has estado en la cárcel.
Las condiciones propiamente dichas, o sea las de cumplimiento incierto y futuro, sean suspensivas o resolutorias, hacen siempre inválido al Matrimonio.
- El Miedo: La celebración del Matrimonio debe ser un acto plenamente libre: no permite coacción alguna. Cuando existen amenazas de un grave mal si no se casan, no hay libertad y el Matrimonio es nulo. Ejemplos: ir a la cárcel, amenaza de muerte, expulsión de la casa paterna, miedo reverencial a los padres, amenaza de suicidio, desheredación, palizas, etc.
Disolución de un Matrimonio Canónico
Si hacemos una encuesta parroquial, encontramos que la mayoría de los que han constituído una familia, se han casado "por la Iglesia", a Dios gracias, pero también se encuentran por desgracia, muchos que viven en amasiato según la Ley de la Iglesia (aunque se hayan casado por lo civil) debido sobretodo a la ignorancia religiosa que no les ha permitido conocer lo que son los Sacramentos de la Iglesia y en especial el Matrimonio Religioso.
Pero encontramos también aquellos que habiéndose casado en la Iglesia, después de un divorcio civil se han unido a otra persona viviendo en adulterio y quedando automáticamente imposibilitados para participar en los demás Sacramentos.
Algunos hay que queriendo engañar a Dios ya la Iglesia, intentan casarse de nuevo en una ceremonia religiosa. Pecado sobre pecado...
¿Por qué muy pocos de aquellos cuyo matrimonio ha fracasado acuden a los Tribunales Eclesiásticos para buscar una solución cristiana a su situación?
Las causas son múltiples. Unas veces creen erróneamente que los Tribunales de la Iglesia son carísimos, son cosa de ricos y famosos. La verdad es que dichos tribunales cobran por el trámite de nulidad, debido a que se establece todo un proceso judicial que consume muchas horas de los peritos en cuestiones matrimoniales. Además está previsto para personas con pocos recursos, un subsidio adecuado hasta llegar a ser en casos de extrema pobreza, totalmente gratis.
Otras veces se escudan en el falso pretexto de que las causas de nulidad son interminables y pueden durar años y años. El Derecho Canónico, sin embargo, establece que el proceso no debe durar, salvo casos excepcionales, más de doce meses en primera instancia. La apelación, siempre obligatoria, puede durar de dos a seis meses y si durara más, los interesados pueden recurrir al Obispo para que tome cartas en el asunto.
No faltan quienes creen que conseguir una declaración de nulidad es tan complicado que prácticamente nadie puede lograrlo. Pero lo cierto es que muchos podrían resolver su situación, aunque hay que decir que no en todos los casos, porque las leyes mismas de la Iglesia impiden declararlos nulos.
Todo esto da por resultado que ni cinco de cada cien matrimonios fracasados acuden a los Tribunales Eclesiásticos para solucionar su problema. ¡Cuántas veces hemos escuchado de hombres y mujeres al enterarse de que su matrimonio fue nulo: "De haber sabido que existía la posibilidad de resolver cristianamente mi vida conyugal, me hubiera ahorrado años de remordimientos de conciencia"!
Desorientación de los católicos
Desde que las Leyes de Reforma establecieron el divorcio civil como absoluta disolución del vínculo matrimonial con la posibilidad de uniones posteriores, las personas, víctimas de insidiosas campañas en contra de la Iglesia, la escuela laica y el silencio de los sacerdotes, ha propiciado el confundir situaciones y términos. Centenares y miles de parejas viven en adulterio queriendo "rehacer sus vidas", con una cierta aversión a la Iglesia Católica que no los comprende ni está dispuesta a ponerse al día en estas cuestiones. El indiferentismo religioso y la permisividad, aunados a lo que entra en la casa por las telenovelas carentes en absoluto de moralidad, llevan ano pocos católicos a abandonar sus convicciones en aras de una falsa modernidad que los aleja de Cristo y de su Iglesia.
Es preciso que los sacerdotes instruyan a la feligresía y ayuden a las parejas que fracasan, ofreciéndoles orientación segura, para descubrir que en su caso deben someter al juicio de la Iglesia la posible invalidez del matrimonio que un día celebraron ante lacomun1dad Cristiana. Este juicio es estudiado normalmente por seis jueces, tres en cada instancia, basado en un análisis objetivo y riguroso, con pruebas fehacientes de los hechos.
Si un matrimonio fué nulo desde el primer momento, por alguna causa que hay que detectar y estudiar, las personas que se encuentran en esa situación no tienen por qué seguir viviendo juntas, ya que no son ni han sido nunca marido Y. mujer: solo lo eran en apariencia. Todo fue un error que debe ser corregido.
Si la mayoría de los católicos acuden a su parroquia para casarse, es porque tienen fe, aunque sea en un grado mínimo y elemental, queriendo darle a su unión un sentido religioso. Entremezclado con la ceremonia religiosa, por desgracia, en mayor o menor grado está el qué dirán, la fiesta, las fotografías o el video, las damas y pajecitos y sobre todo, el vestido de la novia...¡Salir de blanco!
No es de extrañar, por lo tanto, que se den casos en los cuales el aspecto Sacramental de la ceremonia queda en un lugar muy secundario y la unión se realiza por motivos meramente humanos, comparables con los del matrimonio civil.
Precisando conceptos
Para comprender lo que se llama NULIDAD del Matrimonio, es necesario explicar palabra por palabra.
-Matrimonio Religioso o "por la Iglesia": es un Sacramento instituido por Nuestro Señor Jesucristo que tiene tres características: Indisolubilidad, Fidelidad y Fecundidad. Una pareja, por lo tanto, que va al matrimonio con otras ideas, aunque se case en una Iglesia, no se casó "en Cristo", o se casó "por la Iglesia".
-Matrimonio Civil: es la inscripción en los libros del Registro Civil de la fundación de una nueva familia mexicana. Es simplemente un contrato civil necesario para preservar el bien de loS cónyuges y de la prole, poniendo la familia nueva bajo la protección de la ley civil.
-Divorcio: En el ámbito de 1o civil, es la disolución total del matrimonio, dejando en libertad a los cónyuges divorciados de contraer nuevas uniones, cuantas veces quieran, cosa que no es válida para los católicos casados Sacramentalmente. ...
-Separación conyugal: La Iglesia admite en algunos casos de convivencia imposible, la separación de los cónyuges, permaneciendo unidos por el Sacramento "hasta que la muerte loS separe". Aunque vivan separados, son marido y mujer ante Dios. El divorcio civil no anula el Matrimonio Religioso.
-Nulidad: Si por algún defecto, según las leyes de la Iglesia, no hubo Matrimonio Sacramental a pesar de haber existido una ceremonia en un templo católico, la Iglesia simplemente declara que NUNCA hubo Matrimonio y que por lo tanto los aparentemente casados, son libres, pudiendo casarse Sacramentalmente si lo desean.
La Iglesia, quede claro, no "divorcia" a nadie. No tiene la facultad para ello. Si existe el vínculo Matrimonial, ni el Papa puede dispensarlo, como aconteció cuando el Rey Enrique VIII quiso repudiar a su esposa legítima, Catalina de Aragón, para casarse con Ana Bolena (a la que después mandó matar). A pesar de la amenaza de separar a toda Inglaterra de la unión con Roma, el Papa sostuvo la validez de su matrimonio. "Lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre" (Mt.19,6).Así nació la Iglesia Anglicana...
¿Cuándo un Matrimonio fue Nulo?
Según el Derecho Canónico, para que dos personas puedan contraer matrimonio válido deben ser:
a) Hábiles, es decir, no tener impedimentos matrimoniales.
b) Capaces de consentir en forma libre y deliberada y que quieran consentir a tenor de las normas canónicas.
c) Manifestación del consentimiento en casarse en la forma jurídica ordinaria y extraordinaria.
Es por eso que en la misma ceremonia matrimonial, el sacerdote pregunta explícitamente y en público acerca de si han llegado a casarse "libre y voluntariamente", si están dispuestos a "amarse hasta la muerte" ya "aceptar los hijos y educarlos en la fe".
¿Cuáles son los impedimentos?
En principio todos pueden contraer matrimonio, pero a veces, por una serie de razones, el Derecho Canónico limita la facultad o la libertad para casarse. Esta limitación se hace por medio de lo que se llama impedimentos, que son circunstancias físicas, sociales o jurídicas que hay en las personas. Existen impedimentos de derecho divino y otros de derecho humano; unos son perpetuos y otros temporales y los hay que no pueden ser dispensados.
Señalamos los impedimentos al matrimonio canónico.
1. La edad: El Canon 1083 establece que no pueden contraer matrimonio válido los varones menores de 16 años y las mujeres que no hayan cumplido los 14. Es evidente que dicho canon es sumamente benigno, ya que a ´esas edades los contrayentes carecen por lo general de la madurez mínima necesaria hasta humanamente hablando. El contraer matrimonio es un hecho demasiado trascendente y definitivo. Aún en el caso de que la mujer estuviera ya embarazada, es conveniente esperar un tiempo, dando lugar a que los jóvenes maduren y realizar el-matrimonio con más garantías y solidez.
2. La impotencia: Consiste en la incapacidad por parte 17 del hombre o de la mujer de realizar la cópula sexual de modo humano, o sea, de poner los actos propios de la generación por los que los cónyuges se hacen una sola carne. La impotencia ha de ser antecedente al matrimonio, cierta y perpetua (incurable). No hay que confundirla con la esterilidad (incapacidad de tener hijos) La impotencia se debe a defectos, orgánicos, funcionales y psíquicos. Entre los defectos, orgánicos, se señalan la carencia o atrofia de los órganos genitales tanto en el hombre como en la mujer. Cualquier defecto que impide la copulación o coito es impedimento para el matrimonio. Los defectos debidos a disfunciones o motivaciones psíquicas no suelen ser impedimentos porque por lo general son curables. El modo humano se refiere a que la consumación no haya sido conseguida por medio de la violencia.
3. El ligamen: Es la prohibición de contraer nuevo matrimonio a la persona que ya está válidamente casada con otra que todavía vive, aunque no haya sido consumado.
Es tal vez el caso más frecuente: un matrimonio válido entra en dificultades por diversas causas y en vez de poner todos los recursos humanos y sobrenaturales para salvarlo, optan por el divorcio civil y se separan sin calcular los problemas humanos y morales que ello conlleva. Normalmente, después del divorcio, v lene el adulterio porque 1a vida en castidad nunca será fácil y menos para los que han sido casados.
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Existen en la Iglesia múltiples organismos y movimientos que ayudan a los casados a resolver adecuadamente sus desavenencias. La idea, la palabra misma de divorcio no debe existir para los católicos.
Mucho antes de que la tentación del divorcio llegue a la mente, las parejas deben recurrir a consejeros -no incluidos los parientes que siempre serán parciales- por ejemplo en su parroquia. Por lo general es la mujer laque pide ayuda, porque los hombres en su autosuficiencia machista creen no necesitarla. Hace falta un tanto de humildad, para acudir a un sacerdote, pero lo que está en juego es demasiado importante como para eludirlo por orgullo.
4. Disparidad de culto: Consiste en la prohibición de contraer matrimonio al católico con un no bautizado. Por católico se entiende la persona bautizada en la Iglesia Católica o que se ha convertido a ella desde una religión cristiana no católica (protestante u ortodoxa) y que no se haya apartado de la Iglesia por un acto formal. Por ejemplo, sería nulo el matrimonio entre un católico y un musulmán, un judío o budista.
5. Mixta religión: Hay que conseguir la dispensa cuando se trata de un Matrimonio entre una parte católica y otra protestante o católica ortodoxa.
6. El Orden Sagrado: Los ordenados de Diácono, Presbítero u Obispo no pueden contraer matrimonio canónico. Sin embargo, después del Concilio Vaticano II, en parte debido a la escasez de sacerdotes en muchas regiones del mundo, la Iglesia ha vuelto a la ordenación diaconal de personas casadas.
7. El Voto público y perpetuo de Castidad: Afecta a quienes han emitido votos públicos de carácter perpetuo en un Instituto Religioso. No afecta a los que hacen votos privados, en un Instituto Secular, en una Sociedad de Vida Apostólica, o emiten votos públicos pero no perpetuos.
8. El Rapto: No puede haber matrimonio entre un hombre y una mujer raptada o al menos retenida con miras a contraer matrimonio con ella, a no ser que después la mujer, separada del raptor y hallándose en lugar seguro y libre, elija voluntariamente el matrimonio.
En la larga historia de la Iglesia, se han dado toda clase de circunstancias y este impedimento aunque parezca un tanto novelesco, no deja de tener actualmente su aplicación.
9. El Crimen: Afecta al conyugicida que de forma individual o en complicidad con otros, da muerte a su cónyuge o al cónyuge de la persona con la que se quiere casar. La muerte tiene que producirse con la finalidad matrimonial y tiene que darse el conyugicidio consumado. Para que se dé el impedimento basta la comisión efectiva del homicidio. No se requiere que haya sido condenado por un tribunal.
10. Consanguinidad: Con este impedimento se prohíbe el matrimonio entre los ascendientes y descendientes, tanto legítimos como ilegítimos, entre primos, entre tíos y sobrinos y entre primos hermanos. Este impedimento solo se dispensa entre tíos y sobrinos y entre primos hermanos.
11. La Afinidad: Consiste en la prohibición de contraer matrimonio entre el varón y los consanguíneos de su mujer y entre la mujer y los consanguíneos de su marido, pero solo en línea recta (padrastro e hijastra, suegro y nuera, yerno y suegra). En otros términos, la afinidad solo es impedimento entre el viudo (a) y sus cuñados (as) y otros parientes colaterales.
12. Impedimento de pública honestidad: Cuando existe un matrimonio inválido o un concubinato notorio y público, no puede haber matrimonio válido en el primer grado de línea recta entre el varón y las consanguíneas de la mujer y viceversa. Dicho de otro modo, no se pueden casar el hijo o la hija de uno de ellos con el otro falso cónyuge.
13. Parentesco legal de Adopción: Surge por la adopción y afecta al adoptante y al adoptado ya sus ascendientes y descendientes, así como a los adoptados con los hijos carnales del adoptante (segundo grado de la línea colateral). Quienes contraen matrimonio sin que estos impedimentos hayan desaparecido, es como si no se hubieran casado. Su matrimonio es nulo.
¿Cuándo cesan los impedimentos?
Hay impedimentos que no admiten dispensa. Ni el Papa mismo puede dispensarlos, como es en el caso de la consanguinidad en línea recta (padres con hijos, abuelos y nietos) o en línea colateral (hermanos), impotencia, matrimonio anterior. Otros; previo cuidadoso estudio, pueden ser dispensados ya sea por el Papa o los Obispos del lugar. Muchos católicos no saben que su unión fué inválida y nula. Es por ello que deben recurrir a su Párroco y exponer su caso.
OTROS CRITERIOS DE NULIDAD
- El Consentimiento: El consentimiento es la causa del matrimonio no hay otra causa que lo produzca. Ni la convivencia de muchos años, ni una prole numerosa, dan lugar al vínculo matrimonial. La razón es que el matrimonio es un Sacramento y un contrato consensual y sin el consentimiento no hay ni uno ni otro. Sin libre consentimiento, no puede haber matrimonio válido.
Ello implica que los contrayentes tengan uso de razón, dominio sobre su voluntad, sentimientos y pasiones y conozcan lo que significa el matrimonio católico. Que nadie vaya al matrimonio con la mentira, fingiendo que se quiere casar, cuando en realidad no lo quiere. El consentimiento deben darlo ambos lúcidamente en la misma ceremonia, manifestado ante dos testigos y ante el ministro Sagrado competente. Es por eso que en el ritual, el sacerdote pregunta expresamente si acuden libre y voluntariamente, sin que nada ni nadie los presione.
Además los novios deben aceptar al menos implícitamente la naturaleza, fines y propiedades del matrimonio cristiano. Para ello se imparten en las Parroquias Cursos Prematrimoniales para que nadie se llame engañado. Es tan serio el fundar una familia, que los novios deben estudiar a fondo todos los aspectos y facetas del acto que van a realizar ante Dios.
En el ambiente individualista y subjetivista que prevalece, algunas parejas haciendo caso omiso de las condiciones del r matrimonio Sacramental, modelan su unión a su antojo, apartándose de las enseñanzas de la Iglesia. Quisieran algunos, "matrimonios aprueba", para algunos pocos años, o sin comprometerse a la fidelidad, matrimonio si hijos y hasta matrimonios homosexuales. Nada de eso es valido.
El Matrimonio Canónico tiene las siguientes propiedades o condiciones:
a) Esencialmente es el consorcio entre varón y mujer para toda la vida.
b) Es monogámico, indisoluble y sacramental.
c) El matrimonio Católico, por su misma índole natural, está ordenado al bien de los cónyuges ya la generación y educación de la prole.
Quien no consienta y acepte el matrimonio así configurado, no lo contrae válidamente.
Cuando el Consentimiento fue inválido.
La Ley de la Iglesia contempla la posibilidad de que el consentimiento, tan importante para la validez del Matrimonio, haya tenido algún defecto, algún error, que simplemente nulifique la validez del mismo.
- Falta suficiente de razón: Pensemos en una persona con síndrome de Down, en alguien que ni siquiera alcance un 0.50 de coeficiente mental, en un trastornado mental, aunque tenga momentos de lucidez, en una persona drogada, borracha o hipnotizada, etc... Si la razón no funciona, tampoco lo hace la voluntad.
- Grave defecto de discreción de juicio: Es la imposibilidad que tienen algunas personas de percatarse o de sopesar las Consecuencias de sus propias acciones. No tienen capacidad critica o valorativa de las cosas. No es que sean tontas, porque pueden haber alcanzado hasta un titulo universitario, pero a causa del desbordamiento de sus pasiones y sentimientos, se ven empujadas a obrar de una manera sin poder detenerse. Los psicólogos hablan de inmadurez afectiva debida a angustias, ansiedades, indecisión permanente, narcisismo, vanidosos, susceptibles, dependientes, etc...
Lo que los hace incapaces del matrimonio es la falta suficiente de deliberación y de libertad interna. No comprenden los derechos y deberes de la vida conyugal. Son avasallados por un sentimiento, por una pasión, sin calcular consecuencias. El temperamento artístico, sensible y apasionado por definición, entra a menudo en esta categoría.
- Incapacidad de asumir las obligaciones esenciales: Aunque se parece al caso anterior, es distinto. Personas normales pueden tener por la mala educación recibida, por malos hábitos en el campo de la sexualidad, etc, incapacidad para cumplir con lo pactado. El matrimonio les resulta un contrato imposible y dado que nadie está obligado a cumplir lo que les resulta imposible, el Derecho Canónico los tiene por incapaces de casarse.
La Fidelidad, la perpetuidad, realizar el bien del otro cónyuge, atender ala crianza de los hijos, hacer uso normal de la sexualidad, les resulta imposible sencillamente. Este defecto debe ser anterior al matrimonio, grave e irresistible, debido a una causa psíquica.
Podríamos poner como ejemplo un hombre con tendencias homosexuales desde su adolescencia. A pesar de haberse casado y haber tenido hijos con su mujer, no puede refrenar su atracción a los de su mismo sexo y frecuentemente peca con ellos, incapaz de serle fiel a su esposa.
- Desconocimiento de la identidad del Matrimonio: Aunque parezca extraño, personas hay que van a la boda sin conocer los elementos mínimos que configuran al Matrimonio. Les daría igual Matrimonio que concubinato. Si se casan sin clarificar o despejar sus errores respecto al Matrimonio, la boda no tiene valor porque quieren una cosa distinta al Matrimonio Cristiano.
- Error sobre la persona y sus cualidades: El error, como es sabido, es la falsa apreciación de la realidad. Se han dado casos en que el error es acerca de la persona misma, por ejemplo, cuando uno de los contrayentes es hermano gemelo, parecidos como dos gotas de agua, o cuando sólo se hubieran conocido por carta y el día de la boda se presenta una persona distinta.
Distinto es el caso cuando el error es acerca de las cualidades de la persona. Aunque cierta cualidad haya sjdo la causa principal de la boda (religiosidad, posición social, etc) el error no invalida el matrimonio porque la boda se contrae con la persona, no con sus cualidades.
Por desgracia muy a menudo los noviazgos, aunque sean de larga duración, no permiten conocer al futuro cónyuge en toda su realidad y puede suceder que una de las partes engañe dolosamente a la otra acerca de sus cualidades, ocultando defectos de suma gravedad que harían nulo el matrimonio, por ejemplo: enfermedad grave, matrimonio civil con otra persona, internamiento en un centro psiquiátrico, filiación extramatrimonial (ser hijo ilegítimo), el embarazo de otro, haber estado en la cárcel, la incredulidad, la ocultación de la esterilidad, pertenencia a otra religión, graves desviaciones sexuales, gran diferencia de edad, etc. Puede decirse que el Ir error provocado dolosamente hace nulo el Matrimonio cuando recae sobre cualidades jurídicas, sociales, morales, religiosas o referentes a graves problemas de salud física o psicológica.
- La Simulación: Simular es aparentar y aplicado al Matrimonio es fingir que uno se quiere casar cuando en realidad no se quiere. Interesa el celebrar la boda, la ceremonia, que los demás vean que se han casado, pero al mismo tiempo no quieren ser esposos o cónyuges. Mienten ante el Sacerdote y la comunidad. Esta decisión puede ser de uno o de los dos "contrayentes".
Si esta decisión fue tomada secretamente, será muy difícil demostrarlo ante el Tribunal. En cambio si fué comunicado a otros, será fácil probar la ficción ante los jueces.
Razones para esta simulación pueden ser, por ejemplo, la presión de los padres, el adquirir una nacionalidad o una mejor posición social, adquirir una herencia o legitimar los hijos naturales.
- Simulación parcial: Puede darse el caso de que sí quieran casarse, pero rechazando alguno de los atributos esenciales del Matrimonio Sacramental, por ejemplo, en lo que se refiere a tener hijos. Escogen aquellos aspectos del matrimonio que no les molesten, que no les exijan. Si se rechaza la indisolubilidad, la unidad, la fecundidad o el bien de los cónyuges, el Matrimonio es nulo. Estas decisiones deben haber sido tomadas antes de la boda y poder demostrarse.
Actualmente, dada la presión de los medios de comunicación, condicionados por el Sector Salud, las parejas piensan tener tan solo uno o dos hijos y si para conseguir este objetivo recurren a métodos inmorales, según la doctrina c Católica, ello no significa que su Matrimonio sea nulo por la exclusión de los hijos, si bien no quita que su conducta sea gravemente pecaminosa.
En este rubro entra la exclusión de la Fidelidad. Aquel que casándose por la Iglesia está sin embargo decidido a seguir teniendo relaciones con su concubina, hace nulo su Matrimonio.
Lo mismo podemos decir de aquel que excluye la indisolubilidad. El Matrimonio Católico es para siempre, porque así lo quiere Dios textualmente. La indisolubilidad, en la opinión de la Iglesia, se aplica a todos los Matrimonios, no solo a los católicos. Los novios de cualquier religión son libres para casarse o no, pero una vez casados no pueden rescindir el contrato ni por divorcio civil ni por sí mismos.
Por lo tanto los que quieren casarse con la intención expresa o por un acto positivo de la voluntad de romper el vínculo matrimonial cuando alguna de las dos partes lo juzgue oportuno, no, contrae Matrimonio Canónico.
Tampoco puede excluirse la dignidad Sacramental del Matrimonio. Que el Matrimonio sea uno de los siete Sacramentos instituidos por Jesucristo, es una verdad dogmática, irrefutable. El Matrimonio no es tan solo una realidad natural, sino también sobrenatural por cuanto el Matrimonio Cristiano configura el misterio de la unión de Cristo con la Iglesia. La Encíclica "Familiaris Consortio" dice: "representa el misterio de la Encarnación de Cristo y su misterio de Alianza" (n.13)
Pero encontramos también aquellos que habiéndose casado en la Iglesia, después de un divorcio civil se han unido a otra persona viviendo en adulterio y quedando automáticamente imposibilitados para participar en los demás Sacramentos.
Algunos hay que queriendo engañar a Dios ya la Iglesia, intentan casarse de nuevo en una ceremonia religiosa. Pecado sobre pecado...
¿Por qué muy pocos de aquellos cuyo matrimonio ha fracasado acuden a los Tribunales Eclesiásticos para buscar una solución cristiana a su situación?
Las causas son múltiples. Unas veces creen erróneamente que los Tribunales de la Iglesia son carísimos, son cosa de ricos y famosos. La verdad es que dichos tribunales cobran por el trámite de nulidad, debido a que se establece todo un proceso judicial que consume muchas horas de los peritos en cuestiones matrimoniales. Además está previsto para personas con pocos recursos, un subsidio adecuado hasta llegar a ser en casos de extrema pobreza, totalmente gratis.
Otras veces se escudan en el falso pretexto de que las causas de nulidad son interminables y pueden durar años y años. El Derecho Canónico, sin embargo, establece que el proceso no debe durar, salvo casos excepcionales, más de doce meses en primera instancia. La apelación, siempre obligatoria, puede durar de dos a seis meses y si durara más, los interesados pueden recurrir al Obispo para que tome cartas en el asunto.
No faltan quienes creen que conseguir una declaración de nulidad es tan complicado que prácticamente nadie puede lograrlo. Pero lo cierto es que muchos podrían resolver su situación, aunque hay que decir que no en todos los casos, porque las leyes mismas de la Iglesia impiden declararlos nulos.
Todo esto da por resultado que ni cinco de cada cien matrimonios fracasados acuden a los Tribunales Eclesiásticos para solucionar su problema. ¡Cuántas veces hemos escuchado de hombres y mujeres al enterarse de que su matrimonio fue nulo: "De haber sabido que existía la posibilidad de resolver cristianamente mi vida conyugal, me hubiera ahorrado años de remordimientos de conciencia"!
Desorientación de los católicos
Desde que las Leyes de Reforma establecieron el divorcio civil como absoluta disolución del vínculo matrimonial con la posibilidad de uniones posteriores, las personas, víctimas de insidiosas campañas en contra de la Iglesia, la escuela laica y el silencio de los sacerdotes, ha propiciado el confundir situaciones y términos. Centenares y miles de parejas viven en adulterio queriendo "rehacer sus vidas", con una cierta aversión a la Iglesia Católica que no los comprende ni está dispuesta a ponerse al día en estas cuestiones. El indiferentismo religioso y la permisividad, aunados a lo que entra en la casa por las telenovelas carentes en absoluto de moralidad, llevan ano pocos católicos a abandonar sus convicciones en aras de una falsa modernidad que los aleja de Cristo y de su Iglesia.
Es preciso que los sacerdotes instruyan a la feligresía y ayuden a las parejas que fracasan, ofreciéndoles orientación segura, para descubrir que en su caso deben someter al juicio de la Iglesia la posible invalidez del matrimonio que un día celebraron ante lacomun1dad Cristiana. Este juicio es estudiado normalmente por seis jueces, tres en cada instancia, basado en un análisis objetivo y riguroso, con pruebas fehacientes de los hechos.
Si un matrimonio fué nulo desde el primer momento, por alguna causa que hay que detectar y estudiar, las personas que se encuentran en esa situación no tienen por qué seguir viviendo juntas, ya que no son ni han sido nunca marido Y. mujer: solo lo eran en apariencia. Todo fue un error que debe ser corregido.
Si la mayoría de los católicos acuden a su parroquia para casarse, es porque tienen fe, aunque sea en un grado mínimo y elemental, queriendo darle a su unión un sentido religioso. Entremezclado con la ceremonia religiosa, por desgracia, en mayor o menor grado está el qué dirán, la fiesta, las fotografías o el video, las damas y pajecitos y sobre todo, el vestido de la novia...¡Salir de blanco!
No es de extrañar, por lo tanto, que se den casos en los cuales el aspecto Sacramental de la ceremonia queda en un lugar muy secundario y la unión se realiza por motivos meramente humanos, comparables con los del matrimonio civil.
Precisando conceptos
Para comprender lo que se llama NULIDAD del Matrimonio, es necesario explicar palabra por palabra.
-Matrimonio Religioso o "por la Iglesia": es un Sacramento instituido por Nuestro Señor Jesucristo que tiene tres características: Indisolubilidad, Fidelidad y Fecundidad. Una pareja, por lo tanto, que va al matrimonio con otras ideas, aunque se case en una Iglesia, no se casó "en Cristo", o se casó "por la Iglesia".
-Matrimonio Civil: es la inscripción en los libros del Registro Civil de la fundación de una nueva familia mexicana. Es simplemente un contrato civil necesario para preservar el bien de loS cónyuges y de la prole, poniendo la familia nueva bajo la protección de la ley civil.
-Divorcio: En el ámbito de 1o civil, es la disolución total del matrimonio, dejando en libertad a los cónyuges divorciados de contraer nuevas uniones, cuantas veces quieran, cosa que no es válida para los católicos casados Sacramentalmente. ...
-Separación conyugal: La Iglesia admite en algunos casos de convivencia imposible, la separación de los cónyuges, permaneciendo unidos por el Sacramento "hasta que la muerte loS separe". Aunque vivan separados, son marido y mujer ante Dios. El divorcio civil no anula el Matrimonio Religioso.
-Nulidad: Si por algún defecto, según las leyes de la Iglesia, no hubo Matrimonio Sacramental a pesar de haber existido una ceremonia en un templo católico, la Iglesia simplemente declara que NUNCA hubo Matrimonio y que por lo tanto los aparentemente casados, son libres, pudiendo casarse Sacramentalmente si lo desean.
La Iglesia, quede claro, no "divorcia" a nadie. No tiene la facultad para ello. Si existe el vínculo Matrimonial, ni el Papa puede dispensarlo, como aconteció cuando el Rey Enrique VIII quiso repudiar a su esposa legítima, Catalina de Aragón, para casarse con Ana Bolena (a la que después mandó matar). A pesar de la amenaza de separar a toda Inglaterra de la unión con Roma, el Papa sostuvo la validez de su matrimonio. "Lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre" (Mt.19,6).Así nació la Iglesia Anglicana...
¿Cuándo un Matrimonio fue Nulo?
Según el Derecho Canónico, para que dos personas puedan contraer matrimonio válido deben ser:
a) Hábiles, es decir, no tener impedimentos matrimoniales.
b) Capaces de consentir en forma libre y deliberada y que quieran consentir a tenor de las normas canónicas.
c) Manifestación del consentimiento en casarse en la forma jurídica ordinaria y extraordinaria.
Es por eso que en la misma ceremonia matrimonial, el sacerdote pregunta explícitamente y en público acerca de si han llegado a casarse "libre y voluntariamente", si están dispuestos a "amarse hasta la muerte" ya "aceptar los hijos y educarlos en la fe".
¿Cuáles son los impedimentos?
En principio todos pueden contraer matrimonio, pero a veces, por una serie de razones, el Derecho Canónico limita la facultad o la libertad para casarse. Esta limitación se hace por medio de lo que se llama impedimentos, que son circunstancias físicas, sociales o jurídicas que hay en las personas. Existen impedimentos de derecho divino y otros de derecho humano; unos son perpetuos y otros temporales y los hay que no pueden ser dispensados.
Señalamos los impedimentos al matrimonio canónico.
1. La edad: El Canon 1083 establece que no pueden contraer matrimonio válido los varones menores de 16 años y las mujeres que no hayan cumplido los 14. Es evidente que dicho canon es sumamente benigno, ya que a ´esas edades los contrayentes carecen por lo general de la madurez mínima necesaria hasta humanamente hablando. El contraer matrimonio es un hecho demasiado trascendente y definitivo. Aún en el caso de que la mujer estuviera ya embarazada, es conveniente esperar un tiempo, dando lugar a que los jóvenes maduren y realizar el-matrimonio con más garantías y solidez.
2. La impotencia: Consiste en la incapacidad por parte 17 del hombre o de la mujer de realizar la cópula sexual de modo humano, o sea, de poner los actos propios de la generación por los que los cónyuges se hacen una sola carne. La impotencia ha de ser antecedente al matrimonio, cierta y perpetua (incurable). No hay que confundirla con la esterilidad (incapacidad de tener hijos) La impotencia se debe a defectos, orgánicos, funcionales y psíquicos. Entre los defectos, orgánicos, se señalan la carencia o atrofia de los órganos genitales tanto en el hombre como en la mujer. Cualquier defecto que impide la copulación o coito es impedimento para el matrimonio. Los defectos debidos a disfunciones o motivaciones psíquicas no suelen ser impedimentos porque por lo general son curables. El modo humano se refiere a que la consumación no haya sido conseguida por medio de la violencia.
3. El ligamen: Es la prohibición de contraer nuevo matrimonio a la persona que ya está válidamente casada con otra que todavía vive, aunque no haya sido consumado.
Es tal vez el caso más frecuente: un matrimonio válido entra en dificultades por diversas causas y en vez de poner todos los recursos humanos y sobrenaturales para salvarlo, optan por el divorcio civil y se separan sin calcular los problemas humanos y morales que ello conlleva. Normalmente, después del divorcio, v lene el adulterio porque 1a vida en castidad nunca será fácil y menos para los que han sido casados.
.
Existen en la Iglesia múltiples organismos y movimientos que ayudan a los casados a resolver adecuadamente sus desavenencias. La idea, la palabra misma de divorcio no debe existir para los católicos.
Mucho antes de que la tentación del divorcio llegue a la mente, las parejas deben recurrir a consejeros -no incluidos los parientes que siempre serán parciales- por ejemplo en su parroquia. Por lo general es la mujer laque pide ayuda, porque los hombres en su autosuficiencia machista creen no necesitarla. Hace falta un tanto de humildad, para acudir a un sacerdote, pero lo que está en juego es demasiado importante como para eludirlo por orgullo.
4. Disparidad de culto: Consiste en la prohibición de contraer matrimonio al católico con un no bautizado. Por católico se entiende la persona bautizada en la Iglesia Católica o que se ha convertido a ella desde una religión cristiana no católica (protestante u ortodoxa) y que no se haya apartado de la Iglesia por un acto formal. Por ejemplo, sería nulo el matrimonio entre un católico y un musulmán, un judío o budista.
5. Mixta religión: Hay que conseguir la dispensa cuando se trata de un Matrimonio entre una parte católica y otra protestante o católica ortodoxa.
6. El Orden Sagrado: Los ordenados de Diácono, Presbítero u Obispo no pueden contraer matrimonio canónico. Sin embargo, después del Concilio Vaticano II, en parte debido a la escasez de sacerdotes en muchas regiones del mundo, la Iglesia ha vuelto a la ordenación diaconal de personas casadas.
7. El Voto público y perpetuo de Castidad: Afecta a quienes han emitido votos públicos de carácter perpetuo en un Instituto Religioso. No afecta a los que hacen votos privados, en un Instituto Secular, en una Sociedad de Vida Apostólica, o emiten votos públicos pero no perpetuos.
8. El Rapto: No puede haber matrimonio entre un hombre y una mujer raptada o al menos retenida con miras a contraer matrimonio con ella, a no ser que después la mujer, separada del raptor y hallándose en lugar seguro y libre, elija voluntariamente el matrimonio.
En la larga historia de la Iglesia, se han dado toda clase de circunstancias y este impedimento aunque parezca un tanto novelesco, no deja de tener actualmente su aplicación.
9. El Crimen: Afecta al conyugicida que de forma individual o en complicidad con otros, da muerte a su cónyuge o al cónyuge de la persona con la que se quiere casar. La muerte tiene que producirse con la finalidad matrimonial y tiene que darse el conyugicidio consumado. Para que se dé el impedimento basta la comisión efectiva del homicidio. No se requiere que haya sido condenado por un tribunal.
10. Consanguinidad: Con este impedimento se prohíbe el matrimonio entre los ascendientes y descendientes, tanto legítimos como ilegítimos, entre primos, entre tíos y sobrinos y entre primos hermanos. Este impedimento solo se dispensa entre tíos y sobrinos y entre primos hermanos.
11. La Afinidad: Consiste en la prohibición de contraer matrimonio entre el varón y los consanguíneos de su mujer y entre la mujer y los consanguíneos de su marido, pero solo en línea recta (padrastro e hijastra, suegro y nuera, yerno y suegra). En otros términos, la afinidad solo es impedimento entre el viudo (a) y sus cuñados (as) y otros parientes colaterales.
12. Impedimento de pública honestidad: Cuando existe un matrimonio inválido o un concubinato notorio y público, no puede haber matrimonio válido en el primer grado de línea recta entre el varón y las consanguíneas de la mujer y viceversa. Dicho de otro modo, no se pueden casar el hijo o la hija de uno de ellos con el otro falso cónyuge.
13. Parentesco legal de Adopción: Surge por la adopción y afecta al adoptante y al adoptado ya sus ascendientes y descendientes, así como a los adoptados con los hijos carnales del adoptante (segundo grado de la línea colateral). Quienes contraen matrimonio sin que estos impedimentos hayan desaparecido, es como si no se hubieran casado. Su matrimonio es nulo.
¿Cuándo cesan los impedimentos?
Hay impedimentos que no admiten dispensa. Ni el Papa mismo puede dispensarlos, como es en el caso de la consanguinidad en línea recta (padres con hijos, abuelos y nietos) o en línea colateral (hermanos), impotencia, matrimonio anterior. Otros; previo cuidadoso estudio, pueden ser dispensados ya sea por el Papa o los Obispos del lugar. Muchos católicos no saben que su unión fué inválida y nula. Es por ello que deben recurrir a su Párroco y exponer su caso.
OTROS CRITERIOS DE NULIDAD
- El Consentimiento: El consentimiento es la causa del matrimonio no hay otra causa que lo produzca. Ni la convivencia de muchos años, ni una prole numerosa, dan lugar al vínculo matrimonial. La razón es que el matrimonio es un Sacramento y un contrato consensual y sin el consentimiento no hay ni uno ni otro. Sin libre consentimiento, no puede haber matrimonio válido.
Ello implica que los contrayentes tengan uso de razón, dominio sobre su voluntad, sentimientos y pasiones y conozcan lo que significa el matrimonio católico. Que nadie vaya al matrimonio con la mentira, fingiendo que se quiere casar, cuando en realidad no lo quiere. El consentimiento deben darlo ambos lúcidamente en la misma ceremonia, manifestado ante dos testigos y ante el ministro Sagrado competente. Es por eso que en el ritual, el sacerdote pregunta expresamente si acuden libre y voluntariamente, sin que nada ni nadie los presione.
Además los novios deben aceptar al menos implícitamente la naturaleza, fines y propiedades del matrimonio cristiano. Para ello se imparten en las Parroquias Cursos Prematrimoniales para que nadie se llame engañado. Es tan serio el fundar una familia, que los novios deben estudiar a fondo todos los aspectos y facetas del acto que van a realizar ante Dios.
En el ambiente individualista y subjetivista que prevalece, algunas parejas haciendo caso omiso de las condiciones del r matrimonio Sacramental, modelan su unión a su antojo, apartándose de las enseñanzas de la Iglesia. Quisieran algunos, "matrimonios aprueba", para algunos pocos años, o sin comprometerse a la fidelidad, matrimonio si hijos y hasta matrimonios homosexuales. Nada de eso es valido.
El Matrimonio Canónico tiene las siguientes propiedades o condiciones:
a) Esencialmente es el consorcio entre varón y mujer para toda la vida.
b) Es monogámico, indisoluble y sacramental.
c) El matrimonio Católico, por su misma índole natural, está ordenado al bien de los cónyuges ya la generación y educación de la prole.
Quien no consienta y acepte el matrimonio así configurado, no lo contrae válidamente.
Cuando el Consentimiento fue inválido.
La Ley de la Iglesia contempla la posibilidad de que el consentimiento, tan importante para la validez del Matrimonio, haya tenido algún defecto, algún error, que simplemente nulifique la validez del mismo.
- Falta suficiente de razón: Pensemos en una persona con síndrome de Down, en alguien que ni siquiera alcance un 0.50 de coeficiente mental, en un trastornado mental, aunque tenga momentos de lucidez, en una persona drogada, borracha o hipnotizada, etc... Si la razón no funciona, tampoco lo hace la voluntad.
- Grave defecto de discreción de juicio: Es la imposibilidad que tienen algunas personas de percatarse o de sopesar las Consecuencias de sus propias acciones. No tienen capacidad critica o valorativa de las cosas. No es que sean tontas, porque pueden haber alcanzado hasta un titulo universitario, pero a causa del desbordamiento de sus pasiones y sentimientos, se ven empujadas a obrar de una manera sin poder detenerse. Los psicólogos hablan de inmadurez afectiva debida a angustias, ansiedades, indecisión permanente, narcisismo, vanidosos, susceptibles, dependientes, etc...
Lo que los hace incapaces del matrimonio es la falta suficiente de deliberación y de libertad interna. No comprenden los derechos y deberes de la vida conyugal. Son avasallados por un sentimiento, por una pasión, sin calcular consecuencias. El temperamento artístico, sensible y apasionado por definición, entra a menudo en esta categoría.
- Incapacidad de asumir las obligaciones esenciales: Aunque se parece al caso anterior, es distinto. Personas normales pueden tener por la mala educación recibida, por malos hábitos en el campo de la sexualidad, etc, incapacidad para cumplir con lo pactado. El matrimonio les resulta un contrato imposible y dado que nadie está obligado a cumplir lo que les resulta imposible, el Derecho Canónico los tiene por incapaces de casarse.
La Fidelidad, la perpetuidad, realizar el bien del otro cónyuge, atender ala crianza de los hijos, hacer uso normal de la sexualidad, les resulta imposible sencillamente. Este defecto debe ser anterior al matrimonio, grave e irresistible, debido a una causa psíquica.
Podríamos poner como ejemplo un hombre con tendencias homosexuales desde su adolescencia. A pesar de haberse casado y haber tenido hijos con su mujer, no puede refrenar su atracción a los de su mismo sexo y frecuentemente peca con ellos, incapaz de serle fiel a su esposa.
- Desconocimiento de la identidad del Matrimonio: Aunque parezca extraño, personas hay que van a la boda sin conocer los elementos mínimos que configuran al Matrimonio. Les daría igual Matrimonio que concubinato. Si se casan sin clarificar o despejar sus errores respecto al Matrimonio, la boda no tiene valor porque quieren una cosa distinta al Matrimonio Cristiano.
- Error sobre la persona y sus cualidades: El error, como es sabido, es la falsa apreciación de la realidad. Se han dado casos en que el error es acerca de la persona misma, por ejemplo, cuando uno de los contrayentes es hermano gemelo, parecidos como dos gotas de agua, o cuando sólo se hubieran conocido por carta y el día de la boda se presenta una persona distinta.
Distinto es el caso cuando el error es acerca de las cualidades de la persona. Aunque cierta cualidad haya sjdo la causa principal de la boda (religiosidad, posición social, etc) el error no invalida el matrimonio porque la boda se contrae con la persona, no con sus cualidades.
Por desgracia muy a menudo los noviazgos, aunque sean de larga duración, no permiten conocer al futuro cónyuge en toda su realidad y puede suceder que una de las partes engañe dolosamente a la otra acerca de sus cualidades, ocultando defectos de suma gravedad que harían nulo el matrimonio, por ejemplo: enfermedad grave, matrimonio civil con otra persona, internamiento en un centro psiquiátrico, filiación extramatrimonial (ser hijo ilegítimo), el embarazo de otro, haber estado en la cárcel, la incredulidad, la ocultación de la esterilidad, pertenencia a otra religión, graves desviaciones sexuales, gran diferencia de edad, etc. Puede decirse que el Ir error provocado dolosamente hace nulo el Matrimonio cuando recae sobre cualidades jurídicas, sociales, morales, religiosas o referentes a graves problemas de salud física o psicológica.
- La Simulación: Simular es aparentar y aplicado al Matrimonio es fingir que uno se quiere casar cuando en realidad no se quiere. Interesa el celebrar la boda, la ceremonia, que los demás vean que se han casado, pero al mismo tiempo no quieren ser esposos o cónyuges. Mienten ante el Sacerdote y la comunidad. Esta decisión puede ser de uno o de los dos "contrayentes".
Si esta decisión fue tomada secretamente, será muy difícil demostrarlo ante el Tribunal. En cambio si fué comunicado a otros, será fácil probar la ficción ante los jueces.
Razones para esta simulación pueden ser, por ejemplo, la presión de los padres, el adquirir una nacionalidad o una mejor posición social, adquirir una herencia o legitimar los hijos naturales.
- Simulación parcial: Puede darse el caso de que sí quieran casarse, pero rechazando alguno de los atributos esenciales del Matrimonio Sacramental, por ejemplo, en lo que se refiere a tener hijos. Escogen aquellos aspectos del matrimonio que no les molesten, que no les exijan. Si se rechaza la indisolubilidad, la unidad, la fecundidad o el bien de los cónyuges, el Matrimonio es nulo. Estas decisiones deben haber sido tomadas antes de la boda y poder demostrarse.
Actualmente, dada la presión de los medios de comunicación, condicionados por el Sector Salud, las parejas piensan tener tan solo uno o dos hijos y si para conseguir este objetivo recurren a métodos inmorales, según la doctrina c Católica, ello no significa que su Matrimonio sea nulo por la exclusión de los hijos, si bien no quita que su conducta sea gravemente pecaminosa.
En este rubro entra la exclusión de la Fidelidad. Aquel que casándose por la Iglesia está sin embargo decidido a seguir teniendo relaciones con su concubina, hace nulo su Matrimonio.
Lo mismo podemos decir de aquel que excluye la indisolubilidad. El Matrimonio Católico es para siempre, porque así lo quiere Dios textualmente. La indisolubilidad, en la opinión de la Iglesia, se aplica a todos los Matrimonios, no solo a los católicos. Los novios de cualquier religión son libres para casarse o no, pero una vez casados no pueden rescindir el contrato ni por divorcio civil ni por sí mismos.
Por lo tanto los que quieren casarse con la intención expresa o por un acto positivo de la voluntad de romper el vínculo matrimonial cuando alguna de las dos partes lo juzgue oportuno, no, contrae Matrimonio Canónico.
Tampoco puede excluirse la dignidad Sacramental del Matrimonio. Que el Matrimonio sea uno de los siete Sacramentos instituidos por Jesucristo, es una verdad dogmática, irrefutable. El Matrimonio no es tan solo una realidad natural, sino también sobrenatural por cuanto el Matrimonio Cristiano configura el misterio de la unión de Cristo con la Iglesia. La Encíclica "Familiaris Consortio" dice: "representa el misterio de la Encarnación de Cristo y su misterio de Alianza" (n.13)
La Sacramentalización del Matrimonio no implica alteración alguna de su institución natural. La Sacramentalidad pertenece a la esencia misma del Matrimonio Cristiano. Hay identidad entre el contrato (consentimiento bilateral de los cónyuges) y el Sacramento. Por tanto si no hay consentimiento, no hay Sacramento y si no hay Sacramento, no hay contrato ni matrimonio.
- Matrimonio condicionado: Se hace depender la validez del contrato al cumplimiento de una condición: si terminas la carrera, si te convienes al Catolicismo. Hay condición propia cuando la circunstancia o el hecho es futuro e incierto (si llegas a ser ingeniero) o impropia cuando la condición pertenece al pasado o al presente: si eres fértil, sino has estado en la cárcel.
Las condiciones propiamente dichas, o sea las de cumplimiento incierto y futuro, sean suspensivas o resolutorias, hacen siempre inválido al Matrimonio.
- El Miedo: La celebración del Matrimonio debe ser un acto plenamente libre: no permite coacción alguna. Cuando existen amenazas de un grave mal si no se casan, no hay libertad y el Matrimonio es nulo. Ejemplos: ir a la cárcel, amenaza de muerte, expulsión de la casa paterna, miedo reverencial a los padres, amenaza de suicidio, desheredación, palizas, etc.
Disolución de un Matrimonio Canónico
Todavía hay casos en que un Matrimonio puede anularse aunque aparentemente hayan existido:
a. Cuando un Matrimonio Sacramental no ha sido consumado en la cópula conyugal.
b. El Matrimonio entre dos no bautizados y aquel entre un bautizado y otro no bautizado.
Aunque parezca extraño, todos los años llegan a Roma centenares de peticiones de disolución del Matrimonio por falta de consumación. Esto pudo haber sucedido por múltiples causas que deben ser estudiadas a fondo porque hasta se ha dado el caso de que ya tienen hijos, pero la inseminación no fue hecha "de modo humano", o sea de modo natural ya que como hemos anotado anteriormente pudo haber habido violencia física, inseminación artificial, etc.
En el segundo caso, se aduce a lo que la Iglesia llama "el privilegio Paulino". Se trata de dos no bautizados en el momento de casarse y luego uno de ellos se bautiza y el otro permanece pagano. Si la parte no bautizada no quiere cohabitar pacíficamente con el cristiano ni tampoco quiere bautizarse, se permite que la parte bautizada quede libre y pueda contraer un nuevo Matrimonio con otra persona.
Los casos excepcionales existen aunque en nuestra Patria no se den por lo general, por ejemplo cuando se trata de polígamos no bautizados; cuando existe posteriormente la imposibilidad de cohabitación conyugal como sucedió con los esclavos negros que eran vendidos a países diferentes, o cuando habiendo sido dispensada la disparidad de cultos, la parte no católica se separa definitivamente de la católica.
a. Cuando un Matrimonio Sacramental no ha sido consumado en la cópula conyugal.
b. El Matrimonio entre dos no bautizados y aquel entre un bautizado y otro no bautizado.
Aunque parezca extraño, todos los años llegan a Roma centenares de peticiones de disolución del Matrimonio por falta de consumación. Esto pudo haber sucedido por múltiples causas que deben ser estudiadas a fondo porque hasta se ha dado el caso de que ya tienen hijos, pero la inseminación no fue hecha "de modo humano", o sea de modo natural ya que como hemos anotado anteriormente pudo haber habido violencia física, inseminación artificial, etc.
En el segundo caso, se aduce a lo que la Iglesia llama "el privilegio Paulino". Se trata de dos no bautizados en el momento de casarse y luego uno de ellos se bautiza y el otro permanece pagano. Si la parte no bautizada no quiere cohabitar pacíficamente con el cristiano ni tampoco quiere bautizarse, se permite que la parte bautizada quede libre y pueda contraer un nuevo Matrimonio con otra persona.
Los casos excepcionales existen aunque en nuestra Patria no se den por lo general, por ejemplo cuando se trata de polígamos no bautizados; cuando existe posteriormente la imposibilidad de cohabitación conyugal como sucedió con los esclavos negros que eran vendidos a países diferentes, o cuando habiendo sido dispensada la disparidad de cultos, la parte no católica se separa definitivamente de la católica.
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