sábado, 14 de febrero de 2009

Nuevo Arzobispo de la Diocesis de San Salvador


Este dia se llevó a cabo la investidura de monseñor José Luis Escobar Alas inició esta mañana con la lectura en latín de la misiva del Papa Benedicto XVI que oficializa al salvadoreño como nuevo Arzobispo de la Diócesis de San Salvador.

Por la mañana, monseñor Escobar Alas tomó posesión de una silla instalada en el centro del templo. Monseñor Fernando Sáenz Lacalle le entregó el báculo, signo de la dirección pastoral que debe dar a la comunidad metropolitana. Luego, el recién nombrado Arzobispo Metropolitano se levantó bendijo a los fieles. Tras unos breves minutos, una representación de fieles se dirigieron al altar mayor y saludar a Escobar Alas, como muestra de signo de obediencia.

Muchas felicidades a toda la comunidad Catolica, primero Dios tendrémos Arzobispo para mucho tiempo.

Evangelio 14 de Febrero 2009

Tiempo Ordinario: (1ª Parte)

1ª Lectura
Gén 3,9-24
9 Pero el Señor Dios llamó al hombre y le dijo: «¿Dónde estás?». 10 Y éste respondió: «Oí tus pasos por el jardín, me entró miedo porque estaba desnudo, y me escondí». 11 El Señor Dios prosiguió: «¿Quién te ha hecho saber que estabas desnudo? ¿No habrás comido del árbol del que te prohibí comer?». 12 El hombre respondió: «La mujer que me diste por compañera me dio del árbol y comí». 13 El Señor Dios dijo a la mujer: «¿Qué es lo que has hecho?». Y la mujer respondió: «La serpiente me engañó y comí». 14 El Señor Dios dijo a la serpiente:«Por haber hecho esto, maldita seas entre todos los ganados y entre todas las bestias del campo. Te arrastrarás sobre tu vientre y comerás del polvo de la tierra todos los días de tu vida. 15 Yo pongo enemistad entre ti y la mujer, entre tu linaje y el suyo; él te aplastará la cabeza y tú sólo tocarás su calcañal». 16 A la mujer le dijo: «Multiplicaré los trabajos de tus preñeces. Con dolor parirás a tus hijos; tu deseo te arrastrará hacia tu marido, que te dominará». 17 Al hombre le dijo:«Por haber hecho caso a tu mujery por haber comidodel árbol prohibido,maldita sea la tierra por tu culpa.Con trabajo sacarás de ellatu alimento todo el tiempo de tu vida. 18 Ella te dará espinas y cardos,y comerás la hierba de los campos. 19 Con el sudor de tu frente comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste sacado;porque polvo eres y en polvo te has de convertir». 20 El hombre llamó Eva a su mujer, porque ella fue la madre de todos los vivientes. 21 El Señor Dios hizo al hombre y a su mujer unas túnicas de piel y los vistió. 22 Después dijo: «¡He ahí al hombre, que ha llegado a ser como uno de nosotros por el conocimiento del bien y del mal! ¡No vaya ahora a tender su mano y tome del árbol de la vida, y comiendo de él viva para siempre!». 23 El Señor Dios lo expulsó del jardín de Edén para que trabajase la tierra de la que había sido sacado. 24 Expulsó al hombre, y puso delante del jardín de Edén los querubines y la llama de la espada flameante para guardar el camino del árbol de la vida.

Salmo Responsorial
Sal 90,2
2 Antes que surgieran las montañas, antes que la tierra y el mundo se engendraran, desde siempre y por siempre tú eres Dios.

Sal 90,3-4
3 Tú haces volver al polvo a los mortales, pues tú has dicho: «Volved, hijos de Adán». 4 Mil años para ti son como el ayer que a pasó, como un turno de la vigilia de la noche.

Sal 90,5-6
5 Los arrebatas como un sueño mañanero, son semejantes a la hierba que brota: 6 sale y florece a la mañana, y a la tarde se marchita y se seca.

Sal 90,12-13
12 Enséñanos a contar nuestros días para que adquiramos un corazón sabio. 13 Vuelve con nosotros, Señor. ¿Hasta cuándo? Ten piedad de tus siervos.

Evangelio
Mc 8,1-10
1 Por aquellos días se reunió de nuevo con él mucha gente, y no tenían qué comer. Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: 2 «Me da lástima de esta gente, pues ya llevan tres días conmigo y no tienen qué comer. 3 Si los envío en ayunas a sus casas, desfallecerán en el camino, pues algunos han venido desde lejos». 4 Sus discípulos le respondieron: «¿De dónde podremos sacar pan para hartar a tanta gente aquí, en un despoblado?». 5 Jesús les dijo: «¿Cuántos panes tenéis?». Ellos contestaron: «Siete». 6 Mandó a la gente que se sentara en el suelo, tomó los siete panes, dio gracias, los partió y se los entregó a sus discípulos para que los repartieran. Y los repartieron a la gente. 7 Tenían también unos peces; los bendijo y mandó que los repartieran. 8 Comieron todos hasta hartarse y se recogieron siete espuertas de las sobras. 9 Eran como unos cuatro mil. Luego los despidió. 10 A continuación subió con sus discípulos a la barca y se fue a la región de Dalmanuta.

jueves, 12 de febrero de 2009

Evangelio 13 de Febrero 2009

Tiempo Ordinario: (1ª Parte)

1ª Lectura
Gén 3,1-8
1 La serpiente era el más astuto de todos los animales del campo que el Señor Dios había hecho. Y dijo a la mujer: ¿Es cierto que os ha dicho Dios: No comáis de ningún árbol del jardín?». 2 La mujer respondió a la serpiente: «Nosotros podemos comer del fruto de los árboles del jardín. 3 Sólo del fruto del árbol que está en medio del jardín nos ha dicho Dios: No comáis de él, ni lo toquéis siquiera, bajo pena de muerte». 4 Entonces la serpiente dijo a la mujer: «¡No, no moriréis! 5 Antes bien, Dios sabe que en el momento en que comáis se abrirán vuestros ojos y seréis como dioses, conocedores del bien y del mal».6 La mujer vio que el árbol era apetitoso para comer, gradable a la vista y deseable para adquirir sabiduría. Tomó, pues, de su fruto y comió; dio también de él a su marido, que estaba junto a ella, y él también comió. 7 Entonces se abrieron sus ojos, y se dieron cuenta de que estaban desnudos; cosieron unas hojas de higuera y se hicieron unos taparrabos. 8 Oyeron después los pasos del Señor Dios, que se paseaba por el jardín a la brisa de la tarde, y el hombre y su mujer se escondieron de su vista entre los árboles del
jardín.

Salmo Responsorial
Sal 32,1-2
1 Maskil de David Dichoso aquel a quien se le ha perdonado la culpa y se le ha cubierto su pecado, 2 dichoso aquel a quien el Señor no le tiene en cuenta su delito y no tiene dobles intenciones.

Sal 32,5
5 Te he confesado mi pecado y no oculté mi falta; yo dije: «Confesaré mis faltas al Señor», y tú me has absuelto de todos mis delitos.

Sal 32,6
6 Por eso los fieles te suplican el día de la desgracia, y así, aunque las aguas se desborden, no los alcanzarán.

Sal 32,7
7 Tú eres mi refugio, me guardas de la angustia, me rodeas con cantos de victoria.

Evangelio
Mc 7,31-37
31 Salió del territorio de Tiro, fue por Sidón y atravesó la Decápolis hacia el lago de Galilea. 32 Le llevaron un sordo tartamudo y le rogaron que le impusiera sus manos. 33 Jesús lo llevó aparte de la gente, le metió los dedos en los oídos, con su saliva le tocó la lengua, 34 alzó los ojos al cielo, suspiró y le dijo: «¡Epheta!», que quiere decir «¡Ábrete!». 35 Inmediatamente se le abrieron los oídos y se le soltó la atadura de la lengua, de modo que hablaba correctamente. 36 Les encargó que no lo dijeran a nadie; pero cuanto más se lo ordenaba, más lo proclamaban. 37 Y en el colmo de la admiración decían: «Todo lo ha hecho bien, hasta a los sordos hace oír y a los mudos hablar».

Evangelio 12 de Febrero de 2009

Tiempo Ordinario: (1ª Parte)

1ª Lectura
Gén 2,18-25
18 El Señor Dios dijo: «No es bueno que el hombre esté solo; le daré una ayuda apropiada». 19 El Señor Dios formó de la tierra todos los animales del campo y todas las aves del cielo y los llevó ante el hombre para ver cómo los llamaba, ya que el nombre que él les diera, ése sería su nombre. 20 El hombre impuso nombre a todos los ganados, a todas las aves del cielo y a todas las bestias del campo; pero para sí mismo no encontró una ayuda apropiada. 21 Entonces el Señor Dios hizo caer sobre el hombre un sueño profundo, y mientras dormía le quitó una de sus costillas, poniendo carne en su lugar. 22 De la costilla tomada del hombre, el Señor Dios formó a la mujer y se la presentó al hombre, 23 el cual exclamó: «Ésta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada hembra porque ha sido tomada del hombre». 24 Por eso el hombre deja a su padre y a su madre y se une a su mujer, y son los dos una sola carne. 25 Los dos estaban desnudos, el hombre y su mujer, sin avergonzarse uno del otro.

Salmo Responsorial
Sal 128,1-2
1 Canción de las subidas Dichosos los que temen al Señor y siguen sus caminos. 2 Comerás del trabajo de tus manos, serás feliz y todo te irá bien.

Sal 128,3
3 Tu esposa será como parra fecunda en la intimidad de tu casa; tus hijos, como brotes de olivo
en torno a tu mesa.

Sal 128,4-5
4 Así es bendecido el hombre que teme al Señor. 5 Que el Señor te bendiga desde Sión para que veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida

Evangelio
Mc 7,24-30
24 Jesús salió de allí y se fue a las regiones de Tiro y de Sidón. Entró en una casa, y no quería que se supiera; pero no pudo pasar inadvertido, 25 pues en cuanto una mujer, cuya hija tenía un espíritu inmundo, oyó hablar de Jesús, fue y se postró a sus pies. 26 Esta mujer era pagana, sirofenicia de origen, y suplicaba a Jesús que echase de su hija al demonio. 27 Él le respondió: «Deja que se harten antes los hijos, que no está bien tomar el pan de los hijos para echárselo a los perros». 28 Ella dijo: «Cierto, Señor; pero también los perros comen debajo de la mesa las migajas de los hijos». 29 Jesús le dijo: «Vete, pues por tus palabras ya ha salido de tu hija el demonio». 30 Ella se fue a su casa, y encontró a la niña echada en la cama y que el demonio se había ido.

martes, 10 de febrero de 2009

Evangelio 10 de Febrero 2009

Tiempo Ordinario: (1ª Parte)

1ª Lectura
Gén 1,20-31
20 Dios dijo: «Pulule en las aguas un hormigueo de seres vivientes y revoloteen las aves por encima de la tierra y cara al firmamento del cielo». 21 Dios creó los grandes monstruos marinos, todos los seres vivientes que se mueven y pululan en las aguas según su especie, y el mundo volátil según su especie. Vio Dios que esto estaba bien. 22 Dios los bendijo diciendo: «Sed fecundos, multiplicaos y llenad las aguas del mar, y multiplíquense las aves sobre la tierra». 23 Hubo tarde y mañana: día quinto. 24 Dios dijo: «Produzca la tierra animales vivientes según su especie: ganados, reptiles y bestias salvajes según su especie». Y así fue. 25 Dios hizo las bestias de la tierra, los ganados y los reptiles campestres, cada uno según su especie. Vio Dios que esto estaba bien.
CREACIÓN DEL HOMBRE
26 Dios dijo: «Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza. Domine sobre los peces del mar, las aves del cielo, los ganados, las fieras campestres y los reptiles de la tierra».
27 Dios creó al hombre a su imagen, a imagen de Dios los creó, macho y hembra los creó. 28 Dios los bendijo y les dijo: «Sed fecundos y multiplicaos, poblad la tierra y sometedla; dominad sobre los peces del mar, las aves del cielo y cuantos animales se mueven sobre la tierra». 29 Y añadió: «Yo os doy toda planta sementífera que hay sobre la superficie de la tierra y todo árbol que da fruto conteniendo simiente en sí. Ello será vuestra comida. 30 A todos los animales del campo, a las aves del cielo y a todos los reptiles de la tierra, a todo ser viviente, yo doy para comida todo herbaje verde». Y así fue. 31 Vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que todo estaba muy bien. Hubo tarde y mañana: día sexto.
Gén 2,1-4
1 Así fueron acabados el cielo y la tierra y todos sus elementos. 2 Dios dio por terminada su obra el séptimo día, y en este día descansó de toda su obra. 3 Dios bendijo el día séptimo y lo santificó, porque en él había descansado de toda la obra de su actividad creadora. 4 Tal fue el origen del cielo y de la tierra cuando fueron creados.
EL PARAÍSO
Cuando el Señor hizo el cielo,

Salmo Responsorial
Sal 8,4-5
4 Cuando veo los cielos, obra de tus manos, la luna y las estrellas que creaste, 5 ¿qué es el hombre para que te acuerdes de él, el ser humano para que de él te preocupes?

Sal 8,6-7
6 Apenas inferior a un dios lo hiciste, lo coronaste de gloria y dignidad; 7 le diste el señorío de la obra de tus manos, bajo sus pies todo lo pusiste:

Sal 8,8-9
8 ovejas y bueyes, todos juntos, y hasta las bestias del campo, 9 las aves del cielo y los peces del mar,cuanto surca las sendas de las aguas.

Evangelio
Mc 7,1-13
1 Los fariseos y algunos maestros de la ley de Jerusalén se acercaron a Jesús, 2 y vieron que algunos de sus discípulos se ponían a comer con manos impuras, es decir, sin habérselas lavado. 3 Porque los fariseos y todos los judíos, siguiendo la tradición de sus mayores, no se ponen a comer sin haberse lavado cuidadosamente las manos; 4 y si vienen de la plaza, no comen sin haberse lavado; y tienen otras muchas prácticas que observan por tradición, tales como lavar copas, jarros y bandejas. 5 Así que los fariseos y los maestros de la ley preguntaron a Jesús: «¿Por qué tus discípulos no observan la tradición de los mayores, sino que comen con las manos
impuras?». 6 Él les contestó: «Hipócritas, Isaías profetizó muy bien acerca de vosotros, según está escrito:Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. 7 En vano me rinden culto enseñando doctrinas que son preceptos humanos. 8 Dejáis el mandamiento de Dios y os aferráis a la tradición de los hombres». 9 Y añadió:«Vosotros, para guardar vuestras tradiciones, quebrantáis el mandamiento de Dios. 10 Porque Moisés dijo: Honra a tu padre y a tu madre, y el que maldiga a su padre o a su madre será condenado a muerte. 11 Vosotros, en cambio, decís: Al que diga a su padre o a su madre: Lo que tenía para ayudarte lo he ofrecido al
templo, 12 ya no le permitís hacer nada por su padre o por su madre. 13 Así habéis anulado el mandamiento de Dios por una tradición que vosotros mismos os habéis transmitido. Y hacéis muchas cosas semejantes

Evangelio 9 de Febrero 2009

Tiempo Ordinario: (1ª Parte)

1ª Lectura
Gén 1,1-19
1 Al principio Dios creó el cielo y la tierra. 2 La tierra era soledad y caos, y las tinieblas cubrían el abismo; y el espíritu de Dios aleteaba sobre las aguas. 3 Dios dijo: «Haya luz», y hubo luz. 4 Vio Dios que la luz era buena, y la separó de las tinieblas; 5 y llamó a la luz día, y a las tinieblas noche.
Hubo así tarde y mañana: día primero. 6 Y Dios dijo: «Haya un firmamento entre las aguas, que separe las unas de las otras»; y así fue: 7 Dios hizo el firmamento, separando por medio de él las aguas que hay debajo de las que hay sobre él. 8 Dios llamó al firmamento cielo. Hubo tarde y mañana: día segundo. 9 Dios dijo: «Reúnanse en un solo lugar las aguas inferiores y aparezca lo seco»; y así fue. 10 Dios llamó a lo seco tierra, y a la masa de las aguas llamó mares. Vio Dios que esto estaba bien. 11 Dios dijo: «Produzca la tierra vegetación: plantas con semilla de su especie y árboles frutales que den sobre la tierra frutos que contengan la semilla de su especie»; y así fue. 12 La tierra produjo vegetación: plantas con semilla de su especie y árboles frutales que contienen la semilla propia de su especie. Vio Dios que esto estaba bien. 13 Hubo tarde y mañana: día tercero. 14 Dios dijo: «Haya lumbreras en el firmamento que separen el día de la noche, sirvan de signos para distinguir las estaciones, los días y los años, 15 y luzcan en el firmamento del cielo para iluminar la tierra». Y así fue: 16 Dios hizo dos lumbreras grandes, la mayor para gobierno del día, y la menor para gobierno de la noche, y las estrellas. 17 Dios las puso en el firmamento del cielo para iluminar la tierra, 18 regular el día y la noche y separar la luz de las tinieblas. Vio Dios que esto estaba bien. 19 Hubo tarde y mañana: día cuarto.

Salmo Responsorial
Sal 104,1-2
1 Bendice, alma mía, al Señor. Señor, Dios mío, qué grande eres. Vestido de esplendor y majestad, 2 arropado de luz, como de un manto despliegas los cielos lo mismo que una tienda,

Sal 104,5-6
5 Afincaste la tierra sobre sus cimientos, y será eternamente inamovible; 6 la cubriste del océano como de un vestido, las aguas cubrían las montañas;

Sal 104,10
10 Haces manar las fuentes a raudales, y se deslizan entre las montañas;

Sal 104,12
12 junto a ellas anidan las aves de los cielos, y allí lanzan su trino entre la fronda.

Sal 104,24
24 Qué numerosas son, Señor, tus obras; todas las has hecho con sabiduría, la tierra está llena de tus criaturas.

Sal 104,35
35 Que los criminales sean borrados de la tierra, que dejen de existir los malhechores. Bendice, alma mía, al Señor. ¡Aleluya!

Evangelio
Mc 6,53-56
53 Acabada la travesía, tomaron tierra en Genesaret y atracaron. 54 Al desembarcar, fue reconocido en seguida; 55 se pusieron a recorrer toda aquella región, y las gentes acudían llevando en las camillas todos sus enfermos a donde oían que Jesús se encontraba. 56 Adonde entraba, aldeas, ciudades o caseríos, ponían a los enfermos en las plazas y le pedían que les dejase tocar al menos la orla de su manto, y todos los que lo tocaban quedaban curados.