miércoles, 12 de noviembre de 2008

Evangelio jueves 13 de noviembre

Tiempo Ordinario: (2ª Parte)

1ª Lectura
Tit 3,1-7
1 Aconséjales que vivan sumisos a los gobernantes, a las autoridades; que les presten obediencia, que estén dispuestos a hacer siempre el bien; 2 que no hablen mal de nadie, que sean pacíficos, comprensivos y sumamente amables con todo el mundo.
REGENERADOS POR CRISTO
3 Nosotros también en otro tiempo fuimos unos locos, desobedientes, descarriados, esclavos de toda clase de concupiscencias y placeres, malos y envidiosos, odiados de todos y odiándonos mutuamente unos a otros. 4 Pero Dios, nuestro Salvador, al manifestar su bondad y su amor por los hombres, 5 nos ha salvado, no por la justicia que hayamos practicado, sino por puro amor, mediante el bautismo regenerador y la renovación del Espíritu Santo, 6 que derramó abundantemente sobre nosotros por Jesucristo, nuestro Salvador, 7 a fin de que, justificados por su gracia, seamos herederos de la vida eterna, tal y como lo esperamos.

Salmo Responsorial
Sal 23,1-3
1 Salmo de David
El Señor es mi pastor, nada me falta: 2 en verdes praderas me hace reposar, me conduce hacia las aguas del remanso 3 y conforta mi alma; me guía por los senderos de justicia, por amor a su nombre;
Sal 23,3-4
3 y conforta mi alma; me guía por los senderos de justicia, por amor a su nombre; 4 aunque vaya por un valle tenebroso, no tengo miedo a nada, porque tú estás conmigo, tu voz y tu cayado me sostienen.
Sal 23,5
5 Me preparas una mesa ante mis enemigos, perfumas con ungüento mi cabeza y me llenas la copa a rebosar.
Sal 23,6
6 Lealtad y dicha me acompañan todos los días de mi vida; habitaré en la casa del Señor por siempre jamás.

Evangelio
Lc 17,11-19
11 Yendo Jesús camino de Jerusalén, pasó por entre Samaría y Galilea. 12 Al entrar en una aldea, salieron diez leprosos a su encuentro, que se detuvieron a distancia 13 y se pusieron a gritar: «Jesús, maestro, ten compasión de nosotros». 14 Al verlos, les dijo: «Id a presentaros a los sacerdotes». Y mientras iban, quedaron limpios. 15 Uno de ellos, al verse curado, volvió alabando a Dios en voz alta 16 y se echó a los pies de Jesús, dándole gracias. Éste era samaritano. 17 Jesús dijo: «¿No han quedado limpios los diez? ¿Dónde están los otros nueve? 18 ¿No hubo quien volviera a dar gracias a Dios, sino este extranjero?». 19 Y le dijo: «Levántate, anda; tu fe te ha salvado».

Evangelio miercoles 12 de noviembre

Tiempo Ordinario: (2ª Parte)

1ª Lectura

Tit 2,1-8

1 Tú, en cambio, predica lo que está conforme con la sana doctrina. 2 Que los ancianos sean sobrios, hombres ponderados, prudentes, sanos en la fe, en el amor, en la paciencia; 3 que las ancianas, igualmente, observen una conducta digna de personas santas; que no sean calumniadoras, ni dadas a la bebida, sino capaces de instruir en el bien, 4 a fin de que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, 5 a ser prudentes, honestas, cuidadosas de los quehaceres domésticos, buenas, sumisas a sus maridos, de modo que no den ocasión a que se blasfeme contra la palabra de Dios. 6 A los jóvenes, de la misma manera, exhórtalos a que sean prudentes en todo, 7 presentándote como ejemplo de buenas obras, un hombre íntegro en la doctrina, de porte digno, 8 de palabra sana, irreprochable, de modo que el adversario quede en vergüenza al no poder alegar contra nosotros nada malo.

Tit 2,11-14

11 Pues se ha manifestado la gracia de Dios, fuente de salvación para todos los hombres, 12 enseñándonos a renunciar a la maldad y a los deseos mundanos y a llevar una vida sobria, justa y religiosa, 13 mientras aguardamos el feliz cumplimiento de lo que se nos ha prometido y la manifestación gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro Jesucristo, 14 que se entregó a sí mismo por nosotros para redimirnos y hacer de nosotros un pueblo escogido, limpio de todo pecado y dispuesto a hacer siempre el bien.

Salmo Responsorial

Sal 37,3-4

3 Confía en el Señor y haz el bien, para habitar en tu tierra y vivir tranquilo; 4 busca en el Señor tus delicias, y él te dará lo que tu corazón desea.

Sal 37,18

18 El Señor cuida de los que practican la justicia, su herencia durará eternamente;

Sal 37,23

23 El Señor asegura los pasos del hombre cuyo camino es de su agrado;

Sal 37,27

27 Apártate del mal y haz el bien, y siempre tendrás un lugar donde vivir;

Sal 37,29

29 los justos heredarán la tierra y habitarán en ella eternamente.

Evangelio

Lc 17,7-10

7 «¿Quién de vosotros, que tenga un criado arando o pastoreando, le dice cuando llega del campo: Pronto, ven y siéntate a la mesa? 8 Más bien le dirá: Prepárame de cenar, y ponte a servirme hasta que yo coma y beba. Después comerás y beberás tú. 9 ¿Tendría que estar agradecido al criado porque hizo lo que se le había ordenado? 10 Así también vosotros, cuando hayáis hecho lo que se os haya ordenado, decid: Somos siervos inútiles; hemos hecho lo que debíamos hacer».

domingo, 9 de noviembre de 2008

Evangelio lunes 10 de noviembre 2008

1ª Lectura

Tit 1,1-9

1 Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo para dar a los elegidos de Dios la fe y el conocimiento de la verdad de nuestra religión, 2 basada en la esperanza de la vida eterna. Dios, que no puede mentir, prometió esa vida desde la eternidad; 3 y ahora, a su debido tiempo, ha manifestado su palabra mediante la predicación que me ha sido confiada por disposición de Dios, nuestro Salvador: 4 a Tito, mi verdadero hijo en nuestra fe común, te deseo la gracia y la paz de Dios Padre y de Cristo Jesús, nuestro Salvador.

LOS OBISPOS-PRESBÍTEROS

5 Te dejé en Creta con el fin de que pusieses en toda regla lo que faltaba que ordenar y constituyeses presbíteros por las ciudades, conforme a las instrucciones que te he dado: 6 que el candidato sea irreprochable; casado una sola vez; que tenga hijos creyentes, a los que no se les pueda inculpar de libertinaje o indisciplina. 7 Es necesario que el obispo sea irreprochable, como administrador que es de la casa de Dios; no debe ser arrogante, ni colérico, ni borracho, ni amigo de peleas ni de negocios sucios; 8 al contrario, debe ser hospitalario, amigo del bien, prudente, justo, religioso, con dominio de sí mismo, 9 guardador fiel de la doctrina que se le enseñó, para que sea capaz de animar a otros y de refutar a los que contradicen.

Salmo Responsorial

Sal 24,1-2

1 Salmo de David Del Señor es la tierra y lo que en ella hay, el universo y los que en él habitan; 2 porque él echó sus cimientos y la asentó sobre los mares y ríos.

Sal 24,3-4

3 ¿Quién podrá subir al monte del Señor?, ¿quién podrá estar en su recinto santo? 4 El hombre de manos inocentes y limpio corazón, que no entrega su alma a la mentira y nunca jura en falso.

Sal 24,5-6

5 Ése recibirá la bendición del Señor, y Dios, su salvador, le hará justicia. 6 Tal es la raza de los que lo buscan, los que buscan el rostro del Dios de Jacob.

Evangelio

Lc 17,1-6

1 Después dijo a sus discípulos: «Es inevitable que haya escándalos; pero ¡ay de aquel que los provoca! 2 Más le valdría que le ataran al cuello una piedra de molino y lo tiraran al mar antes que escandalizar a uno de estos pequeñuelos. 3 Tened cuidado».

EL PERDÓN DE LAS INJURIAS

«Si tu hermano peca, repréndelo; y si se arrepiente, perdónalo. 4 Y si peca contra ti siete veces al día y otras tantas se acerca a ti diciendo: Me arrepiento, perdónalo».

EL PODER DE LA FE

5 Los apóstoles le dijeron: «Acrecienta nuestra fe». 6 Y el Señor dijo: «Si tuvierais una fe tan grande como un grano de mostaza y dijerais a este sicómoro: Arráncate y trasplántate al mar, él os obedecería».

Evangelio domingo 9 de noviembre de 2008

Tiempo Ordinario: (2ª Parte)

1ª Lectura

Sap 6,12-16

12 Radiante e inmarcesible es la sabiduría; se deja ver fácilmente por los que la aman y encontrar por quienes la buscan. 13 Ella misma se adelanta y se da a conocer a quienes la desean. 14 El que madrugue para buscarla no se fatigará, pues la encontrará sentada a sus puertas. 15 Porque pensar en ella es perfecta sabiduría, y el que se desvela por ella presto estará sin congoja. 16 Pues va de un lado a otro buscando a los que son dignos de ella y se les aparece benigna en sus caminos, saliendo al encuentro de todos sus pensamientos.

Salmo Responsorial

Sal 63,2

2 Oh Dios, tú eres mi Dios; desde el amanecer ya te estoy buscando, mi alma tiene sed de ti, en pos de ti mi ser entero desfallece cual tierra de secano árida y falta de agua.

Sal 63,3-4

3 Así en el santuario te contemplo para ver tu gloria y tu poder. 4 Tu amor vale más que la vida, mis labios te alabarán;

Sal 63,5-6

5 toda mi vida te bendeciré, en tu nombre levantaré mis manos; 6 me saciaré como en banquete espléndido, mi boca te alabará con labios jubilosos.

Sal 63,7-8

7 Cuando estoy en la cama pienso en ti, en ti medito en los insomnios de la noche, 8 porque tú eres mi auxilio y a la sombra de tus alas me recreo;

2ª Lectura

1Tes 4,13-18

13 Hermanos, no queremos que ignoréis la suerte de los difuntos, para que no os aflijáis como los que no tienen esperanza. 14 Porque si creemos que Jesús ha muerto y ha resucitado, así también reunirá consigo a los que murieron unidos a Jesús. 15 Ved, pues, lo que os decimos como palabra del Señor: nosotros, los vivos, los que estamos todavía en tiempo de la venida del Señor, no precederemos a los que murieron. 16 Porque el Señor mismo, a la señal dada por la voz del arcángel y al son de la trompeta de Dios, bajará del cielo, y los muertos unidos a Cristo resucitarán los primeros. 17 Después nosotros, los vivos, los que estemos hasta la venida del Señor, seremos arrebatados juntamente con ellos entre nubes por los aires al encuentro del Señor. Y ya estaremos siempre con el Señor. 18 Consolaos, pues, mutuamente con estas palabras.

Evangelio

Mt 25,1-13

1 «Entonces el reino de Dios será semejante a diez muchachas, que tomaron sus lámparas y salieron al encuentro del esposo. 2 Cinco de ellas eran necias y cinco sensatas. 3 Las necias llevaron sus lámparas, pero no se proveyeron de aceite, 4 mientras que las sensatas llevaron las lámparas y aceiteras con aceite. 5 Como tardara el esposo, les entró sueño a todas y se durmieron. 6 A medianoche se oyó un grito: Ya está ahí el esposo, salid a su encuentro. 7 Entonces se despertaron todas las muchachas y se pusieron a aderezar sus lámparas. 8 Las necias dijeron a las sensatas: Dadnos de vuestro aceite, pues nuestras lámparas se apagan. 9 Las sensatas respondieron: No sea que no baste para nosotras y vosotras, mejor es que vayáis a los vendedores y lo compréis. 10 Mientras fueron a comprarlo, vino el esposo, y las que estaban dispuestas entraron con él a las bodas y se cerró la puerta. 11 Más tarde llegaron también las otras muchachas diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos! 12 Y él respondió: Os aseguro que no os conozco. 13 Por tanto, estad en guardia, porque no sabéis el día ni la hora».