sábado, 5 de octubre de 2019

Lecturas 5 de Octubre de 2019

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Baruc 4:5-12, 27-29
    5 ¡Animo, pueblo mío, memorial de Israel!
    6 Vendidos habéis sido a las naciones, mas no para la destrucción. Por haber provocado la ira de Dios, habéis sido entregados a los enemigos.
    7 Pues irritasteis a vuestro Creador, sacrificando a los demonios y no a Dios.
    8 Olvidasteis al Dios eterno, el que os sustenta, y afligisteis a Jerusalén, la que os crió.
    9 Pues vio ella caer sobre vosotros la ira que viene de Dios, y dijo: Escuchad, vecinas de Sión: Dios me ha enviado un gran dolor:
    10 he visto el cautiverio de mis hijos y mis hijas que el Eterno hizo venir sobre ellos.
    11 Con gozo los había yo criado, y los he despedido con lágrimas y duelo.
    12 Que nadie se regocije de mí, la viuda abandonada de tantos; estoy en soledad por los pecados de mis hijos, porque se desviaron de la Ley de Dios,
    27 ¡Animo, hijos, clamad a Dios! pues el que os trajo esto se acordará de vosotros;
    28 y como vuestro pensamiento sólo fue de alejaros de Dios, vueltos a él, buscadle con ardor diez veces mayor.
    29 Pues el que trajo sobre vosotros estos males os traerá la alegría eterna con vuestra salvación.
  • Salmo responsorial

    Salmo 69:33-37
    33 Lo han visto los humildes y se alegran; ¡viva vuestro corazón, los que buscáis a Dios!
    34 Porque Yahveh escucha a los pobres, no desprecia a sus cautivos.
    35 ¡Alábenle los cielos y la tierra, el mar y cuanto bulle en él!
    36 Pues salvará Dios a Sión, reconstruirá las ciudades de Judá: habitarán allí y las poseerán;
    37 la heredará la estirpe de sus siervos, los que aman su nombre en ella morarán.
  • Evangelio

    Lucas 10:17-24
    17 Regresaron los 72 alegres, diciendo: «Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre.»
    18 El les dijo: «Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo.
    19 Mirad, os he dado el poder de pisar sobre serpientes y escorpiones, y sobre todo poder del enemigo, y nada os podrá hacer daño;
    20 pero no os alegréis de que los espíritus se os sometan; alegraos de que vuestros nombres estén escritos en los cielos.»
    21 En aquel momento, se llenó de gozo Jesús en el Espíritu Santo, y dijo: «Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a pequeños. Sí, Padre, pues tal ha sido tu beneplácito.
    22 Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; y quién es el Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.»
    23 Volviéndose a los discípulos, les dijo aparte: «¡Dichosos los ojos que ven lo que veis!
    24 Porque os digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que vosotros veis, pero no lo vieron, y oír lo que vosotros oís, pero no lo oyeron.»

viernes, 4 de octubre de 2019

Lecturas 4 de Octubre de 2019

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Eclesiástico 50:1, 3-4, 6-7
    1 Simón, hijo de Onías, fue el sumo sacerdote que en su vida reparó la Casa, y en sus días fortificó el santuario.
    3 En sus días fue excavado el depósito de agua, un estanque como el mar de ancho.
    4 El cuidó de su pueblo para evitar su ruina y fortificó la ciudad contra el asedio.
    6 Como el lucero del alba en medio de las nubes, como la luna llena,
    7 como el sol que brilla sobre el Templo del Altísimo, como el arco iris que ilumina las nubes de gloria,
  • Salmo responsorial

    Salmo 16:1-2, 5, 7-8, 11
    1 media voz. De David. Guárdame, oh Dios, en ti está mi refugio.
    2 Yo digo a Yahveh: «Tú eres mi Señor. mi bien, nada hay fuera de ti»;
    5 Yahveh, la parte de mi herencia y de mi copa, tú mi suerte aseguras;
    7 Bendigo a Yahveh que me aconseja; aun de noche mi conciencia me instruye;
    8 pongo a Yahveh ante mí sin cesar; porque él está a mi diestra, no vacilo.
    11 Me enseñarás el caminó de la vida, hartura de goces, delante de tu rostro, a tu derecha, delicias para siempre.
  • Segunda lectura

    Gálatas 6:14-18
    14 En cuanto a mí ¡Dios me libre gloriarme si nos es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por la cual el mundo es para mí un crucificado y yo un crucificado para el mundo!
    15 Porque nada cuenta ni la circuncisión, ni la incircuncisión, sino la creación nueva.
    16 Y para todos los que se sometan a esta regla, paz y misericordia, lo mismo que para el Israel de Dios.
    17 En adelante nadie me moleste, pues llevo sobre mi cuerpo las señales de Jesús.
    18 Hermanos, que la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu. Amén.
  • Evangelio

    Mateo 11:25-30
    25 En aquel tiempo, tomando Jesús la palabra, dijo: «Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a pequeños.
    26 Sí, Padre, pues tal ha sido tu beneplácito.
    27 Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce bien al Hijo sino el Padre, ni al Padre le conoce bien nadie sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
    28 «Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso.
    29 Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas.
    30 Porque mi yugo es suave y mi carga ligera.»

jueves, 3 de octubre de 2019

Lecturas 3 de Octubre de 2019

  • Primera lectura

    Nehemías 8:1-12
    1 todo el pueblo se congregó como un solo hombre en la plaza que está delante de la puerta del Agua. Dijeron al escriba Esdras que trajera el libro de la Ley de Moisés que Yahveh había prescrito a Israel.
    2 Trajo el sacerdote Esdras la Ley ante la asamblea, integrada por hombres, mujeres y todos los que tenían uso de razón. Era el día uno del mes séptimo.
    3 Leyó una parte en la plaza que está delante de la puerta del Agua, desde el alba hasta el mediodía, en presencia de los hombres, las mujeres y todos los que tenían uso de razón; y los oídos del pueblo estaban atentos al libro de la Ley.
    4 El escriba Esdras estaba de pie sobre un estrado de madera levantado para esta ocasión; junto a él estaban: a su derecha, Matitías, Semá, Anaías, Urías, Jilquías y Maaseías, y a su izquierda, Pedaías, Misael, Malkías, Jasum, Jasbaddaná, Zacarías y Mesullam.
    5 Esdras abrió el libro a los ojos de todo el pueblo - pues estaba más alto que todo el pueblo - y al abrirlo, el pueblo entero se puso en pie.
    6 Esdras bendijo a Yahveh, el Dios grande; y todo el pueblo, alzando las manos, respondió: «¡Amén! ¡Amén!»; e inclinándose se postraron ante Yahveh, rostro en tierra.
    7 (Josué, Baní, Serebías, Yamín, Aqcub, Sabtay, Hodiyías, Maaseías, Quelitá, Azarías, Yozabad, Janán, Pelaías, que eran levitas, explicaban la Ley al pueblo que seguía en pie.)
    8 Y Esdras leyó en el libro de la Ley de Dios, aclarando e interpretando el sentido, para que comprendieran la lectura.
    9 Entonces (Nehemías - el gobernador - y) Esdras, el sacerdote excriba (y los levitas que explicaban al pueblo) dijeron a todo el pueblo: «Este día está consagrado a Yahveh vuestro Dios; no estéis tristes ni lloréis»; pues todo el pueblo lloraba al oír las palabras de la Ley.
    10 Díjoles también: «Id y comed manjares grasos, bebed bebidas dulces y mandad su ración a quien no tiene nada preparado. Porque este día está consagrado a nuestro Señor. No estéis tristes: la alegría de Yahveh es vuestra fortaleza.»
    11 También los levitas tranquilizaban al pueblo diciéndole: «Callad: este día es santo. No estéis tristes.»
    12 Y el pueblo entero se fue a comer y beber, a repartir raciones y hacer gran festejo, porque habían comprendido las palabras que les habían enseñado.
  • Salmo responsorial

    Salmo 19:8-11
    8 La ley de Yahveh es perfecta, consolación del alma, el dictamen de Yahveh, veraz, sabiduría del sencillo.
    9 Los preceptos de Yahveh son rectos, gozo del corazón; claro el mandamiento de Yahveh, luz de los ojos.
    10 El temor de Yahveh es puro, por siempre estable; verdad, los juicios de Yahveh, justos todos ellos,
    11 apetecibles más que el oro, más que el oro más fino; sus palabras más dulces que la miel, más que el jugo de panales.
  • Evangelio

    Lucas 10:1-12
    1 Después de esto, designó el Señor a otros 72, y los envió de dos en dos delante de sí, a todas las ciudades y sitios a donde él había de ir.
    2 Y les dijo: «La mies es mucha, y los obreros pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies.
    3 Id; mirad que os envío como corderos en medio de lobos.
    4 No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias. Y no saludéis a nadie en el camino.
    5 En la casa en que entréis, decid primero: "Paz a esta casa."
    6 Y si hubiere allí un hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; si no, se volverá a vosotros.
    7 Permaneced en la misma casa, comiendo y bebiendo lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No vayáis de casa en casa.
    8 En la ciudad en que entréis y os reciban, comed lo que os pongan;
    9 curad los enfermos que haya en ella, y decidles: "El Reino de Dios está cerca de vosotros."
    10 En la ciudad en que entréis y no os reciban, salid a sus plazas y decid:
    11 "Hasta el polvo de vuestra ciuadad que se nos ha pegado a los pies, os lo sacudimos. Pero sabed, con todo, que el Reino de Dios está cerca."
    12 Os digo que en aquel Día habrá menos rigor para Sodoma que para aquella ciudad.

miércoles, 2 de octubre de 2019

Lecturas 2 de Octubre de 2019

  • Primera lectura

    Éxodo 23:20-23
    20 He aquí que yo voy a enviar un ángel delante de ti, para que te guarde en el camino y te conduzca al lugar que te tengo preparado.
    21 Pórtate bien en su presencia y escucha su voz; no le seas rebelde, que no perdonará vuestras transgresiones, pues en él está mi Nombre.
    22 Si escuchas atentamente su voz y haces todo lo que yo diga, tus enemigos serán mis enemigos y tus adversarios mis adversarios.
    23 Mi ángel caminará delante de ti y te introducirá en el país de los amorreos, de los hititas, de los perizitas, de los cananeos, de los jivitas y de los jebuseos; y yo los exterminaré.
  • Salmo responsorial

    Salmo 91:1-6, 10-11
    1 El que mora en el secreto de Elyón pasa la noche a la sombra de Sadday,
    2 diciendo a Yahveh: «¡Mi refugio y fortaleza, mi Dios, en quien confío!»
    3 Que él te libra de la red del cazador, de la peste funesta;
    4 con sus plumas te cubre, y bajo sus alas tienes un refugio: escudo y armadura es su verdad.
    5 No temerás el terror de la noche, ni la saeta que de día vuela,
    6 ni la peste que avanza en las tinieblas, ni el azote que devasta a mediodía.
    10 No ha de alcanzarte el mal, ni la plaga se acercará a tu tienda;
    11 que él dará orden sobre ti a sus ángeles de guardarte en todos tus caminos.
  • Evangelio

    Mateo 18:1-5, 10
    1 En aquel momento se acercaron a Jesús los discípulos y le dijeron: «¿Quién es, pues, el mayor en el Reino de los Cielos?»
    2 El llamó a un niño, le puso en medio de ellos
    3 y dijo: «Yo os aseguro: si no cambiáis y os hacéis como los niños, no entraréis en el Reino de los Cielos.
    4 Así pues, quien se haga pequeño como este niño, ése es el mayor en el Reino de los Cielos.
    5 «Y el que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe.
    10 «Guardaos de menospreciar a uno de estos pequeños; porque yo os digo que sus ángeles, en los cielos, ven continuamente el rostro de mi Padre que está en los cielos.

martes, 1 de octubre de 2019

Lecturas 1 de Octubre de 2019

  • Primera lectura

    Isaías 66:10-14
    10 Alegraos, Jerusalén, y regocijaos por ella todos los que la amáis, llenaos de alegría por ella todos los que por ella hacíais duelo;
    11 de modo que maméis y os hartéis del seno de sus consuelos, de modo que chupéis y os deleitéis de los pechos de su gloria.
    12 Porque así dice Yahveh: Mirad que yo tiendo hacia ella, como río la paz, y como raudal desbordante la gloria de las naciones, seréis alimentados, en brazos seréis llevados y sobre las rodillas seréis acariciados.
    13 Como uno a quien su madre le consuela, así yo os consolaré (y por Jerusalén seréis consolados).
    14 Al verlo se os regocijará el corazón, vuestros huesos como el césped florecerán, la mano de Yahveh se dará a conocer a sus siervos, y su enojo a sus enemigos.
  • Salmo responsorial

    Salmo 131:1-3
    1 Canción de las subidas. De David. No está inflado, Yahveh, mi corazón, ni mis ojos subidos. No he tomado un camino de grandezas ni de prodigios que me vienen anchos.
    2 No, mantengo mi alma en paz y silencio como niño destetado en el regazo de su madre. ¡Como niño destetado está mi alma en mí!
    3 ¡Espera, Israel, en Yahveh desde ahora y por siempre!
  • Evangelio

    Mateo 18:1-4
    1 En aquel momento se acercaron a Jesús los discípulos y le dijeron: «¿Quién es, pues, el mayor en el Reino de los Cielos?»
    2 El llamó a un niño, le puso en medio de ellos
    3 y dijo: «Yo os aseguro: si no cambiáis y os hacéis como los niños, no entraréis en el Reino de los Cielos.
    4 Así pues, quien se haga pequeño como este niño, ése es el mayor en el Reino de los Cielos.

lunes, 30 de septiembre de 2019

Lecturas 30 de Septiembre de 2019

  • Primera lectura

    II Timoteo 3:14-17
    14 Tú, en cambio, persevera en lo que aprendiste y en lo que creíste, teniendo presente de quiénes lo aprendiste,
    15 y que desde niño conoces las Sagradas Letras, que pueden darte la sabiduría que lleva a la salvación mediante la fe en Cristo Jesús.
    16 Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para argüir, para corregir y para educar en la justicia;
    17 así el hombre de Dios se encuentra perfecto y preparado para toda obra buena.
  • Salmo responsorial

    Salmo 119:9-14
    9 ¿Cómo el joven guardará puro su camino? Observando tu palabra.
    10 De todo corazón ando buscándote, no me desvíes de tus mandamientos.
    11 Dentro del corazón he guardado tu promesa, para no pecar contra ti.
    12 Bendito tú, Yahveh, enséñame tus preceptos.
    13 Con mis labios he contado todos los juicios de tu boca.
    14 En el camino de tus dictámenes me recreo más que en toda riqueza.
  • Evangelio

    Mateo 13:47-52
    47 «También es semejante el Reino de los Cielos a una red que se echa en el mar y recoge peces de todas clases;
    48 y cuando está llena, la sacan a la orilla, se sientan, y recogen en cestos los buenos y tiran los malos.
    49 Así sucederá al fin del mundo: saldrán los ángeles, separarán a los malos de entre los justos
    50 y los echarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes.
    51 «¿Habéis entendido todo esto?» Dícenle: «Sí.»
    52 Y él les dijo: «Así, todo escriba que se ha hecho discípulo del Reino de los Cielos es semejante al dueño de una casa que saca de sus arcas lo nuevo y lo viejo.»