sábado, 30 de octubre de 2010

La “noche de brujas”

Por monseñor monseñor Rodrigo Aguilar Martínez

TEHUACÁN, sábado, 30 de octubre de 2010 (ZENIT.org-El Observador).- La celebración de la "noche de brujas" el 31 de octubre, ha ido adquiriendo carta de ciudadanía en diversos países de América Latina, entre ellos, México.

Esta celebración que no es cristiana, tiene que ser vista a la luz de dos grandes festividades del calendario cristiano que son el día de Todos los Santos y el de los Fieles Difuntos. Sobre estas dos festividades y en contraposición a Halloween, reflexiona en su mensaje semanal el obispo de Tehuacán, monseñor Rodrigo Aguilar Martínez.

Días de Todos los Santos y de los Fieles Difuntos

Dentro de unos días arrancaremos el mes de noviembre con dos grandes Celebraciones cristianas: El día 1º de noviembre, la Fiesta de Todos los Santos; el día 2 de noviembre, la Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos.

Junto a estas Celebraciones, se ha ido extendiendo la Noche de Halloween, el 31 de octubre, pero ésta no es una fiesta cristiana; ahora bien, si se celebra como una fiesta de disfraces y de forma sana, por ejemplo con regalos de dulces a los niños, no hay problema; en cambio es nociva y rompe con la fe en Cristo cuando se relaciona con supersticiones e incluso cultos satánicos. De manera semejante, el culto a la santa muerte no es expresión de fe cristiana.

Detengámonos más en nuestras Fiestas cristianas: el 1º de noviembre, Fiesta de Todos los Santos: En que nos alegramos no sólo con los beatos y los santos canonizados por la Iglesia en un acto oficial y público, sino que incluimos a todos los que ya gozan de la redención de Cristo Jesús y así participan en la gloria de Dios. Entre ellos hay familiares y amigos, por ejemplo aquellos cuyo testimonio de vida nos ha llevado hacia Dios. Los santos son nuestros intercesores ante Dios y nos motivan para asumir también nosotros el anhelo de santidad, de modo que participemos un día en esta gloria de Dios, que ha de ser la meta máxima de nuestra vida. Nos dice san Juan: "Ahora somos hijos de Dios, pero aún no se ha manifestado cómo seremos al fin. Y ya sabemos que, cuando él se manifieste, vamos a ser semejantes a él, porque lo veremos tal cual es." (1Juan 3,2). Por eso celebramos con gozo esta Fiesta de Todos los Santos, uniéndonos a ellos para alabar a Dios y renovar la esperanza de gozar un día con ellos y como ellos la visión eterna de Dios.

Al día siguiente, el 2 de noviembre, nos uniremos en oración por Todos los Fieles Difuntos, familiares, amigos y difuntos del mundo entero y que no nos consta si se han salvado o no, sólo Dios lo sabe; pero acudimos a la misericordia divina pidiendo que si ellos al morir se han unido a la muerte de Cristo, ahora se unan a su resurrección. Es normal que nos duela la muerte de los seres queridos, especialmente si ha sido reciente, pero los seguimos entregando a Dios, pidiéndole que ellos gocen ahora de su presencia. Al celebrar a Todos los Fieles Difuntos, también ofrecemos a Dios lo que nos queda de vida, para realizarla según Dios, y nos preparamos a nuestra propia muerte, sabiendo que al final de nuestra vida se nos juzgará sobre el amor, no sólo manifestado de palabra o en nuestras devociones sino sobre todo en nuestras buenas obras.

Evangelio 31 de Octubre de 2010

  • Primera Lectura: Sabiduría 11, 22-12,2
    "Te compadeces, Señor, de todos, porque amas a todos los seres"

    Señor, el mundo entero es ante ti como grano de arena en la balanza, como gota de rocío mañanero que cae sobre la tierra.

    Pero te compadeces de todos, porque todo lo puedes, cierras los ojos a los pecados de los hombres, para que se arrepientan.

    Amas a todos los seres y no odias nada de lo que has hecho; si hubieras odiado alguna cosa, no la habrías creado.

    Y ¿cómo subsistirían las cosas, si tú no lo hubieses querido?

    ¿Cómo conservarían su existencia, si tú no las hubieses llamado?

    Pero a todos perdonas, porque son tuyos, Señor, amigo de la vida.

    Todos llevan tu soplo incorruptible.

    Por eso, corriges poco a poco a los que caen, les recuerdas su pecado y los reprendes, para que se conviertan y crean en ti, Señor.

  • Salmo Responsorial: 144
    "Bendeciré tu nombre por siempre, Dios mío, mi rey."

    Te ensalzaré, Dios mío, mi rey; bendeciré tu nombre por siempre jamás. Día tras día, te bendeciré y alabaré tu nombre por siempre jamás. R.

    El Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad; el Señor es bueno con todos, es cariñoso con todas sus criaturas. R.

    Que todas tus criaturas te den gracias, Señor, que te bendigan tus fieles; que proclamen la gloria de tu reinado, que hablen de tus hazañas. R.

    El Señor es fiel a sus palabras, bondadoso en todas sus acciones. El Señor sostiene a los que van a caer, endereza a los que ya se doblan. R.

  • Segunda Lectura: II Tesalonicenses 1, 11-2, 2
    "Que Cristo sea glorificado en vosotros, y vosotros en él"

    Hermanos: Pedimos continuamente a Dios que os considere dignos de vuestra vocación, para que con su fuerza os permita cumplir buenos deseos y la tarea de la fe; para que así Jesús, nuestro Señor, sea glorificado en vosotros, y vosotros en él, según la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo.

    Os rogamos, hermanos, a propósito de la venida de nuestro Señor Jesucristo y de nuestra reunión con él, que no perdáis fácilmente la cabeza ni os alarméis por supuestas revelaciones, dichos o cartas nuestras, como si afirmásemos que el día del Señor está encima.

  • Evangelio: Lucas 19, 1-10
    "El Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido"

    En aquel tiempo, entró Jesús en Jericó y atravesaba la ciudad.

    Un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de distinguir quién era Jesús, pero la gente se lo impedía, porque era bajo de estatura. Corrió más adelante y se subió a una higuera, para verlo, porque tenía que pasar por allí.

    Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y dijo: "Zaqueo, baja en seguida, porque hoy tengo que alojarme en tu casa."

    Él bajo en seguida y lo recibió muy contento.

    Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: "Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador."

    Pero Zaqueo se puso en pie y dijo al Señor: "Mira, la mitad de mis bienes, Señor, se la doy a los pobres; y si de alguno me he aprovechado, le restituiré cuatro veces más."

    Jesús le contestó: "Hoy ha sido la salvación de esta casa; también este es hijo de Abrahán.

    Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido."

viernes, 29 de octubre de 2010

El Papa pide oraciones por una América Latina misionera

CIUDAD DEL VATICANO, viernes 29 de octubre de 2010 (ZENIT.org).- Benedicto XVI pide oraciones para que América Latina se convierta en una Iglesia misionera, así como por las víctimas de la droga.

Es la propuesta que hace en las intenciones de oración para el mes de noviembre, contenidas en la carta pontificia que ha confiado al Apostolado de la Oración, iniciativa que siguen cerca de 50 millones de personas en los cinco continentes.

El obispo de Roma presenta dos intenciones, una general y la otra misionera.

La intención misionera es "para que las Iglesias de América Latina prosigan la misión continental propuesta por sus obispos, insertándola en la tarea misionera universal del Pueblo de Dios".

La intención general del Apostolado de la Oración del Papa para el mes de noviembre es: "Para que cuantos son víctimas de la droga y de toda forma de adicción encuentren en el poder de Dios Salvador la fuerza para cambiar radicalmente su vida, gracias al apoyo de la comunidad cristiana".

Evangelio 30 de octubre de 2010

  • Primera Lectura: Filipenses 1, 18b-26
    "Para mi la vida es Cristo, y una ganancia el morir"

    Hermanos: De la manera que sea, con segundas intenciones o con sinceridad, se anuncia a Cristo, y yo me alegro; y me seguiré alegrando, porque sé que esto será para mi bien, gracias a vuestras oraciones y al Espíritu de Jesucristo que me socorre. Lo espero con impaciencia, porque en ningún caso saldré derrotado; al contrario, ahora, como siempre, Cristo será glorificado abiertamente en mi cuerpo, sea por mi vida o por mi muerte.

    Para mí la vida es Cristo, y una ganancia el morir. Pero, si el vivir esta vida mortal me supone trabajo fructífero, no sé qué escoger.

    Me encuentro en este dilema: por un lado, deseo partir para estar con Cristo, que es con mucho lo mejor; pero, por otro, quedarme en esta vida veo que es más necesario para vosotros. Convencido de esto, siento que me quedaré y estaré a vuestro lado, para que avancéis alegres en la fe, de modo que el orgullo que sentís por mí en Jesucristo rebose cuando me encuentre de nuevo entre vosotros.

  • Salmo Responsorial: 41
    "Mi alma tiene sed del Dios vivo."

    Como busca la cierva / corrientes de agua, / así mi alma te busca / a ti, Dios mío. R.

    Tiene sed de Dios, / del Dios vivo: / ¿cuándo entraré a ver / el rostro de Dios? R.

    Recuerdo cómo marchaba a la cabeza del grupo / hacia la casa de Dios, / entre cantos de júbilo y alabanza, / en el bullicio de la fiesta. R.

  • Evangelio: Lucas 14, 1. 7-11
    "El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido"

    En aquel tiempo, entró Jesús un sábado en casa de uno de los principales fariseos para comer, y ellos le estaban espiando. Notando que los convidados escogían los primeros puestos, les propuso este ejemplo: "Cuando te conviden a una boda, no te sientes en puesto principal, no sea que hayan convidado a otro de más categoría que tú; y vendrá el que os convidó a ti y al otro, y te dirá: "Cédele el puesto a éste". Entonces, avergonzado, irás a ocupar el último puesto. Al revés, cuando te conviden, vete a sentarte en el último puesto, para que, cuando venga el que te convidó, te diga: "Amigo, sube más arriba". Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido".

jueves, 28 de octubre de 2010

Evangelio 29 de Octubre de 2010

  • Primera Lectura: Filipenses 1, 1-11
    "El que ha inaugurado entre vosotros una empresa buena la llevará adelante hasta el día de Cristo"

    Pablo y Timoteo, siervos de Cristo Jesús, a todos los santos que residen en Filipos, con sus obispos y diáconos. Os deseamos la gracia y la paz de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.

    Doy gracias a mi Dios cada vez que os menciono; siempre que rezo por todos vosotros, lo hago con gran alegría. Porque habéis sido colaboradores míos en la obra del Evangelio, desde el primer día hasta hoy. Ésta es mi convicción: que el que ha inaugurado entre vosotros una empresa buena la llevará adelante hasta el día de Cristo Jesús. Esto que siento por vosotros está plenamente justificado: os llevo dentro, porque, tanto en la prisión como en mi defensa y prueba del Evangelio, todos compartís la gracia que me ha tocado.

    Testigo me es Dios de lo entrañablemente que os echo de menos, en Cristo Jesús. Y ésta es mi oración: que vuestro amor siga creciendo más y más en penetración y en sensibilidad para apreciar los valores. Así llegaréis al día de Cristo limpios e irreprochables, cargados de frutos de justicia, por medio de Cristo Jesús, a gloria y alabanza de Dios.

  • Salmo Responsorial: 110
    "Grandes son las obras del Señor."

    Doy gracias al Señor de todo corazón, / en compañía de los rectos, en la asamblea. / Grandes son las obras del Señor, / dignas de estudio para los que las aman. R.

    Esplendor y belleza son su obra, / su generosidad dura por siempre; / ha hecho maravillas memorables, / el Señor es piadoso y clemente. R.

    Él da alimento a sus fieles, / recordando siempre su alianza; / mostró a su pueblo la fuerza de su obrar, / dándoles la heredad de los gentiles. R.

  • Evangelio: Lucas 14, 1-6
    "Si a uno se le cae al pozo el burro o el buey, ¿no lo saca aunque sea sábado?"

    Un sábado, entró Jesús en casa de uno de los principales fariseos para comer, y ellos le estaban espiando. Jesús se encontró delante un hombre enfermo de hidropesía y, dirigiéndose a los letrados y fariseos, preguntó: "¿Es lícito curar los sábados, o no?" Ellos se quedaron callados. Jesús, tocando al enfermo, lo curó y lo despidió. Y a ellos les dijo: "Si a uno de vosotros se le cae al pozo el burro o el buey, ¿no lo saca en seguida, aunque sea sábado?" Y se quedaron sin respuesta.

Discurso del Papa a la Academia Pontificia de las Ciencias

CIUDAD DEL VATICANO, jueves 28 de octubre de 2010 (ZENIT.org).- Ofrecemos a continuación el discurso que el Papa Benedicto XVI dirigió hoy a los participantes en la Asamblea Plenaria de la Pontificia Academia de las Ciencias, a quienes recibió en audiencia en la Sala Clementina del Palacio Apostólico.

* * * * *

Eminencia,

Excelencias,

Distinguidos Señores y Señoras.

Estoy contento de saludarles a todos vosotros aquí presentes con motivo de la Sesión Plenaria de la Pontificia Academia de las Ciencias, para reflexionar sobre “La herencia científica del siglo XX”. Saludo particularmente al obispo Marcelo Sánchez Sorondo, Canciller de la Academia. Aprovecho esta oportunidad también para recordar con afecto y gratitud al profesor Nicola Cabibbo, vuestro llorado presidente. Con todos vosotros, encomiendo su noble alma a Dios, Padre de las misericordias.

La historia de la ciencia en el siglo XX está marcada por indudables logros y avances importantes. Por desgracia, la imagen popular de la ciencia del siglo XX se caracteriza a veces de forma diversa, por dos elementos extremos. Por un lado, la ciencia es considerada por algunos como una panacea, demostrado por los notables logros del siglo pasado. De hecho, sus innumerables avances han sido tan amplios y tan rápidos que parecen confirmar el punto de vista de que la ciencia puede responder a todas las preguntas sobre la existencia del hombre, e incluso sus más altas aspiraciones. Por otro lado, están aquellos que temen a la ciencia y que se distancian de ella, debido a desarrollos preocupantes como la construcción y el terrible uso de las armas nucleares.

La ciencia, por supuesto, no se define por cualquiera de estos extremos. Su tarea fue y sigue siendo un paciente y con todo apasionada búsqueda de la verdad sobre el cosmos, la naturaleza y sobre la constitución del ser humano. En esta búsqueda, ha habido muchos éxitos y fracasos, triunfos y reveses. La evolución de la ciencia ha sido a la vez edificante, como cuando fueron descubiertos la complejidad de la naturaleza y sus fenómenos, superando nuestras expectativas; y humilde, como cuando algunas de las teorías que pensábamos que podían haber explicado los fenómenos de una vez por todas se demostraban solo parciales. Sin embargo, incluso los resultados aún provisionales constituyen una contribución real para revelar la correspondencia entre el intelecto y la realidad natural, en el que las generaciones posteriores pueden basarse para seguir construyendo.

Los progresos realizados en el conocimiento científico durante el siglo XX, en todas sus diversas disciplinas, ha dado lugar a una mayor concienciación sobre el lugar que el hombre y el planeta ocupan en el universo. En todas las ciencias, el denominador común sigue siendo la idea de la experimentación como un método organizado para la observación de la naturaleza. En el último siglo, el hombre ciertamente avanzado más – aunque no siempre en el conocimiento de sí mismo y de Dios, pero sí ciertamente en su conocimiento del macro y microcosmos – que en toda la historia de la humanidad. Nuestro encuentro aquí hoy, queridos amigos, es una prueba de la estima de la Iglesia hacia la investigación científica en curso y de su gratitud por la labor científica, que ella alienta y de la que se beneficia. En nuestros días, los científicos se dan cuenta cada vez más de la necesidad de estar abierto a la filosofía si se quiere descubrir el fundamento lógico y epistemológico de su metodología y sus conclusiones. Por su parte, la Iglesia está convencida de que la actividad científica en última instancia, se beneficia del reconocimiento de la dimensión espiritual del hombre y de su búsqueda de respuestas definitivas que permitan el reconocimiento de un mundo que existe independientemente de nosotros, que no entienden completamente y que sólo podemos comprender en la medida en que aprehendamos su lógica inherente. Los científicos no crean el mundo, sino que aprenden de él y tratar de imitarlo, a través de las leyes y la inteligibilidad que la naturaleza nos manifiesta. La experiencia del científico como ser humano es, pues, la de percibir una constante, una ley, un logos que no ha creado pero que en cambio, ha observado: de hecho, nos lleva a admitir la existencia de una razón todopoderosa, que es distinta de la del hombre, y que sostiene el mundo. Este es el punto de encuentro entre las ciencias naturales y la religión. Como resultado, la ciencia se convierte en un lugar de diálogo, un encuentro entre el hombre y la naturaleza y, potencialmente, incluso entre el hombre y su Creador.

Al mirar hacia el siglo XXI, me gustaría proponer dos ideas para una reflexión más profunda. En primer lugar, a medida que el aumento de los logros de las ciencias acrecientan nuestra maravilla frente a la complejidad de la naturaleza, se percibe cada vez más la necesidad de un enfoque interdisciplinario ligado con la reflexión filosófica. En segundo lugar, los logros científicos en este nuevo siglo deberían ser siempre guiados por el sentido de la fraternidad y la paz, ayudando a resolver los grandes problemas de la humanidad, y dirigir los esfuerzos de todos hacia el verdadero bien del hombre y el desarrollo integral de los pueblos del mundo. El resultado positivo de la ciencia del siglo XXI seguramente dependerá en gran medida de la capacidad del científico de buscar la verdad y de aplicar los descubrimientos de una manera que va de la mano con la búsqueda de lo que es justo y bueno. Con estos sentimientos, os invito a dirigir vuestra mirada hacia Cristo, la Sabiduría increada, y reconocer en su rostro, el Logos del Creador de todas las cosas. Renovandoos mis mejores deseos para vuestro trabajo, os imparto mi Bendición Apostólica.

[Traducción del inglés por Inma Álvarez

Evangelio 28 de Octubre de 2010

  • Primera Lectura: Efesios 2,19-22
    "Estáis edificados sobre el cimiento de los apóstoles"

    Hermanos: Ya no sois extranjeros ni forasteros, sino que sois ciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios. Estáis edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, y el mismo Cristo Jesús es la piedra angular. Por él todo el edificio queda ensamblado, y se ha levantado hasta formar un templo consagrado al Señor. Por él también vosotros os vais integrando en la construcción, para ser morada de Dios, por el Espíritu.

  • Salmo Responsorial: 18
    "A toda la tierra alcanza su pregón."

    El cielo proclama la gloria de Dios, / el firmamento pregona la obra de sus manos: / el día al día le pasa el mensaje, / la noche a la noche se lo susurra. R.

    Sin que hablen, sin que pronuncien, / sin que resuene su voz, / a toda la tierra alcanza su pregón / y hasta los límites del orbe su lenguaje. R.

  • Evangelio: Lucas 6,12-19
    "Escogió a doce de ellos y los nombró apóstoles"

    En aquel tiempo, subió Jesús a la montaña a orar, y pasó la noche orando a Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, escogió a doce de ellos y los nombró apóstoles: Simón, al que se puso de nombre Pedro, y Andrés, su hermano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago Alfeo, Simón, apodado el Celotes, Judas el de Santiago y Judas Iscariote, que fue el traidor. Bajó del monte con ellos y se paró en un llano, con un grupo grande de discípulos y de pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón. Venían a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; los atormentados por espíritus inmundos quedaban curados, y la gente trataba de tocarlo, porque salía de él una fuerza que los curaba a todos.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Evangelio 27 de Octubre de 2010

  • Primera Lectura: Efesios 6, 1-9
    "No como quien sirve a hombres, sino como esclavos de Cristo"

    Hijos, obedeced a vuestros padres como el Señor quiere, porque eso es justo. "Honra a tu padre y a tu madre" es el primer mandamiento al que se añade una promesa: "Te irá bien y vivirás largo tiempo en la tierra." Padres, vosotros no exasperéis a vuestros hijos; criadlos educándolos y corrigiéndolos como haría el Señor.

    Esclavos, obedeced a vuestros amos según la carne con temor y temblor, de todo corazón, como a Cristo. No por las apariencias, para quedar bien, sino como esclavos de Cristo que hacen lo que Dios quiere; con toda el alma, de buena gana, como quien sirve al Señor y no a hombres. Sabed que lo que uno haga de bueno, sea esclavo o libre, se lo pagará el Señor.

    Amos, correspondedles dejándoos de amenazas; sabéis que ellos y vosotros tenéis un amo en el cielo y que ése no es parcial con nadie.

  • Salmo Responsorial: 144
    "El Señor es fiel a sus palabras."

    Que todas tus criaturas te den gracias, Señor, / que te bendigan tus fieles; / que proclamen la gloria de tu reinado, / que hablen de tus hazañas. R.

    Explicando tus hazañas a los hombres, / la gloria y majestad de tu reinado. / Tu reinado es un reinado perpetuo, / tu gobierno va de edad en edad. R.

    El Señor es fiel a sus palabras, / bondadoso en todas sus acciones. / El Señor sostiene a los que van a caer, / endereza a los que ya se doblan. R.

  • Evangelio: Lucas 13, 22-30
    "Vendrán de oriente y occidente y se sentarán a la mesa en el Reino de Dios"

    En aquel tiempo, Jesús, de camino hacia Jerusalén, recorría ciudades y aldeas enseñando. Uno le preguntó: "Señor, ¿serán pocos los que se salven?" Jesús les dijo: "Esforzaos en entrar por la puerta estrecha. Os digo que muchos intentarán entrar y no podrán. Cuando el amo de la casa se levante y cierre la puerta, os quedaréis fuera y llamaréis a la puerta diciendo: "Señor ábrenos" y él os replicará: "No sé quiénes sois" Entonces comenzaréis a decir: "Hemos comido y bebido contigo y tú has enseñado en nuestras plazas". Pero él os replicará: "No sé quiénes sois. Alejaos de mí, malvados". Entonces será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abrahán, Isaac y Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios y vosotros os veáis echados fuera. Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur y se sentarán a la mesa en el Reino de Dios. Mirad: hay últimos que serán primeros y primeros que serán últimos".

lunes, 25 de octubre de 2010

Los australianos “agradecidos” por su primera santa

El cardenal Pell reflexiona sobre la canonización de Mary MacKillop

SYDNEY, lunes 25 de octubre de 2010 (ZENIT.org).- Reflexionando sobre la canonización, la semana pasada, de la primera santa australiana, el cardenal George Pell, arzobispo de Sydney, dijo que “inflamaba el corazón” ver la imagen de santa Mary MacKillop colgando de la Basílica de San Pedro de Roma.

Ayer domingo, el cardenal hizo un breve informe sobre el acontecimiento, que reunió a cerca de 8.000 australianos en Roma para la Misa de canonización de la fundadora de las Hermanas de San José, y que muchos otros peregrinos llegaron desde lugares como Nueva Zelanda, Escocia, Perú y Timor Oriental, donde las hermanas de San José están trabajando actualmente.

En esta misa, el Papa canonizó a Stanislaw Soltys (Polonia), André Bessette (Canadá), Cándida María de Jesús Cipitria y Barriola (España), Giulia Salzano (Italia), y Camilla Battista Varano (Italia).

El cardenal Pell saludó la “amplia aprobación en la mayor parte de la comunidad australiana" y en particular la "delegación bipartidista partamentaria encabezada por el ministro de Asuntos Exteriores y el diputado líder de la oposición, venidos a Roma”.

También mostró su agradecimiento a Tim Fischer, el primer embajador ante la Santa Sede a tiempo completo, no sólo por acudir a los actos, sino también por organizar “varias celebraciones exitosas”.

El cardenal observó que Kanga Two – una caravana de apoyo para proporcionar ayuda e información a los australianos – fue estacionado frente a San Pedro, y que la embajada australiana fue una gran ayuda para resolver los problemas de los peregrinos.

"Escuché algo sobre una pierna rota y 14 pasaportes robados o perdidos, lo cual ha sido un buen resultado para la cantidad de gente implicada”, añadió.

El pasado lunes, cerca 5.000 australianos se reunieron en San Pablo Extramuros para una Misa de Acción de Gracias. El cardenal Pell explicó que el lugar se eligió para la “única celebración australiana” tanto por su amplitud como por “sus antiguos lazos con el mundo de habla inglesa”.

“Antes de la Reforma los reyes católicos de Inglaterra eran canónigos honorarios de la basílica, que es ahora el lugar tradicional de las celebraciones ecuménicas”, explicó.

Grandes cosas

En esa misa, la hermana Maria Casey, postuladora de la causa de Mary MacKillop, afirmó que “han ocurrido grandes cosas en Roma” en el día de la canonización de Mary MacKillop. Añadió que grandes cosas ocurrieron también en "Australia, Nueva Zelanda, Irlanda, Escocia, Estados Unidos, Timor Oriental, Perú y otros lugares".

"Ella ya no es sólo nuestra santa australiana”, dijo la hermana Casey. “Es una santa del mundo entero”.

En su homilía, el cardenal Pell afirmó que los australianos están “encantados y agradecidos” por la canonización de su primera santa nativa.

Reflexionando sobre la vida de Mary MacKillop, el arzobispo de Sydney observó que “todo lo que ella hizo lo hizo en el nombre del Señor Jesús, y puso su corazón primero en el Reino de Dios y en su justicia salvadora. Fue su fe lo que motivó su servicio y motivó al gran número de mujeres que se le unieron”.

"Santa María de la Cruz [Mary of the Cross] es una de nosotros”, afirmó, “hija de una sociedad libre y abierta. Su voz es una voz australiana, la voz de una gran mujer a la que los australianos pueden reconocer como una de los suyos”.

El purpurado añadió que santa MacKillop constituye una inspiración para todos los australianos, especialmente en lo referente a sus enseñanzas sobre el perdón, su ayuda a los demás, y su fortaleza al afrontar las dificultades. “Estas enseñanzas hablan a mujeres y hombres, lejos de nuestras fronteras y en todas las épocas”, afirmó.

"Australia no es un país perfecto", concluyó el cardenal Pell, "pero las bendiciones que Dios ha derramado sobre nosotros han sido bendiciones abundantes. Ahora él ha elevado de entre nosotros a santa María de la Cruz para ser nuestra primera santa".

Evangelio 26 de Octubre de 2010

  • Primera Lectura: Efesios 5, 21-33
    "Es éste un gran misterio: y yo lo refiero a Cristo y a la Iglesia"

    Hermanos: Sed sumisos unos a otros con respeto cristiano.

    Las mujeres, que se sometan a sus maridos como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la Iglesia; él, que es el salvador del cuerpo. Pues como la Iglesia se somete a Cristo, así también las mujeres a sus maridos en todo.

    Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a su Iglesia.

    Él se entregó a sí mismo por ella, para consagrarla, purificándola con el baño del agua y la palabra, y para colocarla ante sí gloriosa, la Iglesia, sin mancha ni arruga ni nada semejante, sino santa e inmaculada. Así deben también los maridos amar a sus mujeres, como cuerpos suyos que son.

    Amar a su mujer es amarse a sí mismo. Pues nadie jamás ha odiado su propia carne, sino que le da alimento y calor, como Cristo hace con la Iglesia, porque somos miembros de su cuerpo.

    "Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne."

    Es éste un gran misterio: y yo lo refiero a Cristo y a la Iglesia.

    En una palabra, que cada uno de vosotros ame a su mujer como a sí mismo, y que la mujer respete al marido.

  • Salmo Responsorial: 127
    "Dichosos los que temen al Señor."

    Dichoso el que teme al Señor / y sigue sus caminos. / Comerás del fruto de tu trabajo, / serás dichoso, te irá bien. R.

    Tu mujer, como parra fecunda, / en medio de tu casa; / tus hijos, como renuevos de olivo, / alrededor de tu mesa. R.

    Esta es la bendición del hombre / que teme al Señor. / Que el Señor te bendiga desde Sión, / que veas la prosperidad de Jerusalén / todos los días de tu vida. R.

  • Evangelio: Lucas 13, 18-21
    "Crece el grano, y se hace un arbusto"

    En aquel tiempo, Jesús decía: "A qué se parece el reino de Dios? ¿A qué lo compararé? Se parece a un grano de mostaza que un hombre toma y siembra en un huerto; crece, se hace un arbusto y los pájaros anidan en sus ramas. Y añadió: A qué compararé el Reino de Dios? Se parece a la levadura que una mujer toma y mete en tres medidas de harina, hasta que todo fermenta".

domingo, 24 de octubre de 2010

Evangelio 25 de Octubre de 2010

  • Primera Lectura: Efesios 4, 32-5, 8
    "Vivid en el amor como Cristo"

    Hermanos: Sed buenos, comprensivos, perdonándoos unos a otros como Dios os perdonó en Cristo.

    Sed imitadores de Dios, como hijos queridos, y vivid en el amor como Cristo os amó y se entregó por nosotros a Dios como oblación y víctima de suave olor.

    Por otra parte, de inmoralidad, indecencia o afán de dinero, ni hablar; es impropio de santos. Y nada de chabacanerías, estupideces o frases de doble sentido; todo eso está fuera de sitio. Lo vuestro es alabar a Dios. Meteos bien esto en la cabeza: nadie que se da a la inmoralidad, a la indecencia o al afán de dinero, que es una idolatría, tendrá herencia en el reino de Cristo y de Dios.

    Que nadie os engañe con argumentos especiosos; estas cosas son las que atraen el castigo de Dios sobre los rebeldes. No tengáis parte con ellos; porque en otro tiempo erais tinieblas,`ahora sois luz en el Señor. Caminad como hijos de la luz.

  • Salmo Responsorial: 1
    "Seamos imitadores de Dios, como hijos queridos."

    Dichoso el hombre / que no sigue el consejo de los impíos, / ni entra por la senda de los pecadores, / ni se sienta en la reunión de los cínicos; / sino que su gozo es la ley del Señor, / y medita su ley día y noche. R.

    Será como un árbol / plantado al borde de la acequia: / da fruto en su sazón / y no se marchitan sus hojas; / y cuanto emprende tiene buen fin. R.

    No así los impíos, no así; / serán paja que arrebata el viento. / Porque el Señor protege el camino de los justos, / pero el camino de los impíos acaba mal. R.

  • Evangelio: Lucas 13, 10-17
    "A ésta, que es hija de Abrahán, ¿no había que soltarla en sábado?"

    Un sábado, enseñaba Jesús en una sinagoga. Había una mujer que desde hacía dieciocho años estaba enferma por causa de un espíritu, y andaba encorvada, sin poderse enderezar. Al verla, Jesús la llamó y le dijo: "Mujer, quedas libre de tu enfermedad". Le impuso las manos, y enseguida se puso derecha. Y glorificaba a Dios. Pero el jefe de la sinagoga, indignado porque Jesús había curado en sábado, dijo a la gente: "Seis días tenéis para trabajar: venid esos días a que os curen, y no los sábados". Pero el Señor, dirigiéndose a él, dijo: "Hipócritas: cualquiera de vosotros, ¿no desata del pesebre al buey o al burro, y lo llevaba a abrevar, aunque sea sábado? Y a está, que es hija de Abrahán, y que Satanás ha tenido atada dieciocho años, ¿no había que soltarla en sábado?".

    A estas palabras, sus enemigos quedaron abochornados, y toda la gente se alegraba de los milagros que hacía.

El Papa convoca un Sínodo sobre la Nueva Evangelización para 2012

CIUDAD DEL VATICANO, domingo 24 de octubre de 2010 (ZENIT.org).- Este domingo, el Papa Benedicto XVI ha anunciado la convocatoria de la próxima Asamblea general ordinaria del Sínodo de los Obispos, en 2012, al tema: "Nova evangelizatio ad christianam fidem tradendam - La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana".

Lo hizo durante la Misa presidida en la Basílica Vaticana, con la que se clausura la Asamblea especial para Oriente Medio del Sínodo de los Obispos sobre el tema: La Iglesia Católica en Oriente Medio: comunión y testimonio: "La multitud de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma". (Hch 4,32)»

“Durante los trabajos de la Asamblea – afirmó el Papa – se ha subrayado a menudo la necesidad de volver a proponer el Evangelio a las personas que lo conocen poco, o que incluso se han alejado de la Iglesia”.

“A menudo – prosiguió – se ha evocado la urgente necesidad de una evangelización también para Oriente Medio. Se trata de un tema muy difundido, sobre todo en los países de antigua cristianización”.

Y añadió: “También la reciente creación del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización responde a esta profunda exigencia”.

Evangelio 24 de Octubre de 2010

  • Primera Lectura: Eclesiástico 35, 12-14. 16-18
    "Los gritos del pobre atraviesan las nubes"

    El Señor es un Dios justo, que no puede ser parcial; no es parcial contra el pobre, escucha las súplicas del oprimido; no desoye los gritos del huérfano o de la viuda cuando repite su queja; sus penas consiguen su favor, y su grito alcanza las nubes; los gritos del pobre atraviesan las nubes y hasta alcanzar a Dios no descansan; no ceja hasta que Dios le atiende, y el juez justo le hace justicia.

  • Salmo Responsorial: 33
    "Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha."

    Bendigo al Señor en todo momento, su alabanza está siempre en mi boca; mi alma se gloría en el Señor: que los humildes lo escuchen y se alegren. R.

    El Señor se enfrenta con los malhechores, para borrar de la tierra su memoria. Cuando uno grita, el Señor lo escucha y lo libra de sus angustias. R.

    El Señor está cerca de los atribulados, salva a los abatidos. El Señor redime a sus siervos, no será castigado quien se acoge a él. R.

  • Segunda Lectura: II Timoteo 4, 6-8. 16-18
    "Ahora me aguarda la corona merecida"

    Querido hermano:

    Yo estoy a punto de ser sacrificado, y el momento de mi partida es inminente.

    He combatido bien mi combate, he corrido hasta la meta, he mantenido la fe.

    Ahora me aguarda la corona merecida, con la que el Señor, juez justo, me premiará en aquel día; y no sólo a mí, sino a todos los que tienen amor a su venida.

    La primera vez que me defendí, todos me abandonaron, y nadie me

    asistió. Que Dios los perdone.

    Pero el Señor me ayudó y me dio fuerzas para anunciar íntegro el mensaje, de modo que lo oyeran todos los gentiles. Él me libró de la boca del león.

    El Señor seguirá librándome de todo mal, me salvará y me llevará a su reino del cielo.

    A él la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

  • Evangelio: Lucas 18, 9-14
    "El publicano bajó a su casa justificado, y el fariseo no"

    En aquel tiempo, a algunos que, teniéndose por justos, se sentían seguros de sí mismos y despreciaban a los demás, dijo Jesús esta parábola: "Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, un publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior:

    "¡Oh Dios!, te doy gracias, porque no soy como los demás: ladrones, injustos, adúlteros; ni como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo."

    El publicano, en cambio, se quedó atrás y no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo; sólo se golpeaba el pecho, diciendo:

    "¡Oh Dios!, ten compasión de este pecador. "

    Os digo que éste bajó a su casa justificado, y aquél no. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido."