sábado, 20 de septiembre de 2025

Lecturas 20 de Septiembre de 2025

 

  • Primera Lectura

    1 Timoteo 6:13-16

    13Te ordeno en la presencia de Dios, que da vida a todo, y de Cristo Jesús, que dio el solemne testimonio ante Poncio Pilato,
    14que conserves lo mandado, sin tacha ni culpa, hasta la manifestación de nuestro Señor Jesucristo;
    15
    manifestación que hará patente en el momento oportuno
    el bienaventurado y único Soberano, el Rey de los reyes y el Señor de los señores;
    16
    el único que es inmortal,
    el que habita en una luz inaccesible, a quien ningún hombre ha visto ni puede ver. A Él, el honor y el imperio eterno. Amén.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 100:1-5

    1
    Salmo. De alabanza.
    Aclamad al Señor, la tierra entera;
    2
    servid al Señor con alegría,
    entrad a su presencia con júbilo.
    3
    Sabed que el Señor es Dios:
    Él nos hizo y somos suyos, somos su pueblo y ovejas que Él apacienta.
    4
    Entrad por sus puertas con acción de gracias,
    en sus atrios con cantos de alabanza, dadle gracias, bendecid su Nombre.
    5
    Porque el Señor es bueno:
    su misericordia es eterna, y su fidelidad, por todas las generaciones. 

  • Evangelio

    Lucas 8:4-15

    4Reuniéndose una gran muchedumbre que de todas las ciudades acudía a él, dijo esta parábola:
    5—Salió el sembrador a sembrar su semilla; y al echar la semilla, parte cayó junto al camino, y fue pisoteada y se la comieron las aves del cielo.
    6Parte cayó sobre piedras, y cuando nació se secó por falta de humedad.
    7Otra parte cayó en medio de las espinas, y habiendo crecido con ella las espinas la ahogaron.
    8
    Y otra cayó en la tierra buena, y cuando nació dio fruto al ciento por uno.
    Dicho esto, exclamó: —El que tenga oídos para oír, que oiga.
    9Entonces sus discípulos le preguntaron qué significaba esta parábola.
    10
    Él les dijo:
    —A vosotros se os ha concedido el conocer los misterios del Reino de Dios, pero a los demás, sólo a través de parábolas, de modo que viendo no vean y oyendo no entiendan.
    11»El sentido de la parábola es éste: la semilla es la palabra de Dios.
    12Los que están junto al camino son aquellos que han oído; pero viene luego el diablo y se lleva la palabra de su corazón, no sea que creyendo se salven.
    13Los que están sobre piedras son aquellos que, cuando oyen, reciben la palabra con alegría, pero no tienen raíz; éstos creen durante algún tiempo, pero a la hora de la tentación se vuelven atrás.
    14Lo que cayó entre espinos son los que oyeron, pero en su caminar se ahogan a causa de las preocupaciones, riquezas y placeres de la vida y no llegan a dar fruto.
    15Y lo que cayó en tierra buena son los que oyen la palabra con un corazón bueno y generoso, la conservan y dan fruto mediante la perseverancia.

viernes, 19 de septiembre de 2025

Lecturas 19 de Septiembre de 2025

 

  • Primera Lectura

    1 Timoteo 6:2-12

    2Los siervos de amos creyentes no han de tenerlos en menos por ser hermanos, sino al contrario, han de servirles con más empeño, puesto que son creyentes y amados los que reciben sus servicios. Esto es lo que debes enseñar y recomendar.
    3Si alguno enseña otra cosa y no acepta las palabras de salvación, que son las de nuestro Señor Jesucristo y la doctrina que es conforme a la piedad,
    4es un engreído y no sabe nada; pierde el juicio en disputas y en discusiones sobre palabras, de las que surgen las envidias, riñas, maledicencias y suspicacias,
    5conflictos propios de hombres que tienen la inteligencia corrompida y carecen de la verdad, por pensar que la piedad es un negocio.
    6En realidad, la piedad es un gran negocio cuando uno se contenta con lo suficiente.
    7Pues nada hemos traído al mundo y nada podemos llevarnos de él:
    8mientras tengamos alimentos y con qué cubrirnos nos daremos por contentos.
    9En cambio, quienes pretenden enriquecerse caen en la tentación, en el engaño y en múltiples deseos insensatos y nocivos, que hunden a los hombres en la ruina y en la perdición.
    10Pues la raíz de todos los males es la avaricia, y al dejarse arrastrar por ella algunos se apartaron de la fe y se atormentaron con muchos y agudos dolores.
    11Tú, en cambio, hombre de Dios, huye de estas cosas y busca la justicia, la piedad, la fe, la caridad, la paciencia y la mansedumbre.
    12Pelea el noble combate de la fe. Conquista la vida eterna a la que has sido llamado y para la que hiciste solemne profesión en presencia de muchos testigos.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 49:6-10, 17-20

    6
    ¿Por qué he de temer los días de desgracia,
    cuando me rodea la iniquidad de los traidores,
    7
    que confían en su fuerza
    y se jactan de su mucha riqueza?
    8
    Nadie puede redimirse a sí mismo
    ni pagar a Dios su rescate.
    9
    Mucho cuesta el rescate del alma,
    nunca será suficiente
    10
    para que alguien viva por siempre,
    sin ver la corrupción.
    17
    No temas si alguien se hace rico,
    si aumenta la pompa de su casa:
    18
    que cuando muera no se llevará nada,
    su pompa no bajará tras él.
    19
    Aunque en vida se felicitaba
    —te alaban cuando te va bien—,
    20
    irá a la morada de sus padres,
    que no ven nunca la luz.

  • Evangelio

    Lucas 8:1-3

    1Sucedió, después, que él pasaba por ciudades y aldeas predicando y anunciando el Evangelio del Reino de Dios. Le acompañaban los doce
    2y algunas mujeres que habían sido libradas de espíritus malignos y de enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios;
    3y Juana, mujer de Cusa, administrador de Herodes; y Susana, y otras muchas que les asistían con sus bienes.

jueves, 18 de septiembre de 2025

Lecturas 18 de Septiembre de 2025

 

  • Primera Lectura

    1 Timoteo 4:12-16

    12Que nadie te menosprecie por tu juventud. Debes ser, más bien, un modelo para los fieles en el hablar, en el trato, en la caridad, en la fe y en la pureza.
    13Hasta que yo llegue, pon cuidado en la lectura, la exhortación y la enseñanza.
    14No descuides la gracia que hay en ti, que te fue conferida mediante la profecía junto con la imposición de manos del presbiterio.
    15Medita estas cosas y pon atención en ellas, para que tu progreso sea patente a todos.
    16Cuida de ti mismo y de la enseñanza. Persevera en esta disposición, pues actuando así te salvarás a ti mismo y a los que te escuchen.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 111:7-10

    7
    (Mem) Las obras de sus manos son verdad y justicia.
    (Nun) Dignos de confianza, todos sus mandatos;
    8
    (Sámek) promulgados para siempre,
    (Áin) se han de cumplir con fidelidad y rectitud.
    9
    (Pe) Envió la redención a su pueblo;
    (Sade) ordenó para siempre su alianza. (Qof) Su Nombre es santo y temible.
    10
    (Resh) Principio de la sabiduría es el temor del Señor.
    (Shin) Sensatos son cuantos lo practican. (Tav) Su alabanza permanece para siempre. 

  • Evangelio

    Lucas 7:36-50

    36Uno de los fariseos le rogaba que comiera con él; y entrando en casa del fariseo se recostó a la mesa.
    37Y entonces una mujer pecadora que había en la ciudad, al enterarse de que estaba recostado a la mesa en casa del fariseo, llevó un frasco de alabastro con perfume,
    38y por detrás se puso a sus pies llorando; y comenzó a bañarle los pies con sus lágrimas, y los enjugaba con sus cabellos, los besaba y los ungía con el perfume.
    39Al ver esto el fariseo que le había invitado, se decía: «Si éste fuera profeta, sabría con certeza quién y qué clase de mujer es la que le toca: que es una pecadora».
    40
    Jesús tomó la palabra y le dijo:
    —Simón, tengo que decirte una cosa. Y él contestó: —Maestro, di.
    41—Un prestamista tenía dos deudores: uno le debía quinientos denarios y otro cincuenta.
    42Como ellos no tenían con qué pagar, se lo perdonó a los dos. ¿Cuál de ellos le amará más?
    43
    —Supongo que aquel a quien perdonó más —contestó Simón.
    Entonces Jesús le dijo: —Has juzgado con rectitud.
    44
    Y vuelto hacia la mujer, le dijo a Simón:
    —¿Ves a esta mujer? Entré en tu casa y no me diste agua para los pies. Ella en cambio me ha bañado los pies con sus lágrimas y me los ha enjugado con sus cabellos.
    45No me diste el beso. Pero ella, desde que entré no ha dejado de besar mis pies.
    46No has ungido mi cabeza con aceite. Ella en cambio ha ungido mis pies con perfume.
    47Por eso te digo: le son perdonados sus muchos pecados, porque ha amado mucho. Aquel a quien poco se le perdona, poco ama.
    48
    Entonces le dijo a ella:
    —Tus pecados quedan perdonados.
    49
    Y los convidados comenzaron a decir entre sí:
    —¿Quién es éste que hasta perdona los pecados?
    50
    Él le dijo a la mujer:
    —Tu fe te ha salvado; vete en paz.

miércoles, 17 de septiembre de 2025

Lecturas 17 de Septiembre de 2025

 

  • Primera Lectura

    Gálatas 6:14-18

    14¡Que yo nunca me gloríe más que en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo está crucificado para mí y yo para el mundo!
    15Porque ni la circuncisión ni la falta de circuncisión importan, sino la nueva criatura.
    16Para todos los que sigan esta norma, paz y misericordia, lo mismo que para el Israel de Dios.
    17En adelante, que nadie me importune, porque llevo en mi cuerpo las señales de Jesús.
    18Hermanos, que la gracia de nuestro Señor Jesucristo esté con vuestro espíritu. Amén.

  • Salmo Responsorial

    Gálatas 2:16, 20. Filipenses 1:20-21

    2
    16Y sin embargo, como sabemos que el hombre no es justificado por las obras de la Ley, sino por medio de la fe en Jesucristo, también nosotros hemos creído en Cristo Jesús, para ser justificados por la fe en Cristo y no por las obras de la Ley, ya que por las obras de la Ley ningún hombre será justificado.
    20vivo, pero ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Y la vida que vivo ahora en la carne la vivo en la fe del Hijo de Dios, que me amó y se entregó a sí mismo por mí.
    1
    20Así es mi expectación y esperanza, de que en nada seré defraudado, sino que con toda seguridad, ahora como siempre, Cristo será glorificado en mi cuerpo, tanto en mi vida como en mi muerte.
    21Porque para mí, el vivir es Cristo, y el morir una ganancia.

  • Evangelio

    Lucas 9:23-26

    23
    Y les decía a todos:
    —Si alguno quiere venir detrás de mí, que se niegue a sí mismo, que tome su cruz cada día, y que me siga.
    24Porque el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mí, ése la salvará.
    25»Porque ¿de qué le sirve al hombre haber ganado el mundo entero si se destruye a sí mismo o se pierde?
    26Porque quien se avergüence de mí y de mis palabras, de él se avergonzará el Hijo del Hombre cuando venga en su gloria y en la del Padre y en la de los santos ángeles.

martes, 16 de septiembre de 2025

Lecturas 16 de Septiembre de 2025

 

  • Primera Lectura

    1 Timoteo 3:1-13

    1Podéis estar seguros: si alguno aspira al episcopado, desea una noble función.
    2Ahora bien, es necesario que el obispo sea irreprensible, casado una sola vez, sobrio, prudente, correcto, hospitalario, buen educador;
    3que no sea bebedor ni provocador, sino moderado, no dado a las discordias ni apegado al dinero;
    4que gobierne bien su propia casa y mantenga sumisos a sus hijos con toda dignidad
    5—pues quien no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo podrá cuidar de la Iglesia de Dios?—;
    6que no sea neófito, no vaya a ser que se llene de vanidad y caiga en la misma condena que el diablo.
    7También es necesario que goce de buena fama ante los de fuera, para que no caiga en descrédito ni en las redes del diablo.
    8También los diáconos deben ser dignos, sin doblez en el hablar, no aficionados al mucho vino, ni a buscar ganancias turbias,
    9que guarden el misterio de la fe con una conciencia pura.
    10A éstos primero se les debe someter a prueba, y después podrán ejercer el diaconado si son irreprochables.
    11Las mujeres también deben ser dignas, no calumniadoras, sobrias, fieles en todo.
    12Que los diáconos estén casados una sola vez, y gobiernen bien a sus hijos y su propia casa.
    13Porque quienes ejercen bien el diaconado consiguen un puesto de honor y una gran confianza en lo que atañe a la fe, en Cristo Jesús.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 101:1-3, 5-6

    1
    De David. Salmo.
    Cantaré la misericordia y la justicia, para Ti, Señor, entonaré salmos.
    2
    Discurriré por el camino perfecto:
    ¿Cuándo vendrás a mí? Caminaré con corazón íntegro, dentro de mi casa.
    3
    No toleraré ante mis ojos asuntos inicuos;
    aborrezco el obrar del descarriado, no estará cerca de mí.
    5
    Al que calumnia en secreto a su prójimo,
    a ése lo haré callar. Al de ojos altaneros y corazón hinchado, a ése no lo soportaré.
    6
    Pondré mis ojos en los fieles de la tierra,
    para que habiten junto a mí. El que marche por el camino íntegro, ése estará a mi servicio.

  • Evangelio

    Lucas 7:11-17

    11Después, marchó a una ciudad llamada Naín, e iban con él sus discípulos y una gran muchedumbre.
    12Al acercarse a la puerta de la ciudad, resultó que llevaban a enterrar un difunto, hijo único de su madre, que era viuda. Y la acompañaba una gran muchedumbre de la ciudad.
    13
    El Señor la vio y se compadeció de ella. Y le dijo:
    —No llores.
    14
    Se acercó y tocó el féretro. Los que lo llevaban se detuvieron. Y dijo:
    —Muchacho, a ti te digo, levántate.
    15Y el que estaba muerto se incorporó y comenzó a hablar. Y se lo entregó a su madre.
    16Y se llenaron todos de temor y glorificaban a Dios diciendo: «Un gran profeta ha surgido entre nosotros», y «Dios ha visitado a su pueblo».
    17Esta opinión sobre él se divulgó por toda Judea y por todas las regiones vecinas.

lunes, 15 de septiembre de 2025

Lecturas 15 de Septiembre de 2025

 

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Hebreos 5:7-9

    7Él, en los días de su vida en la tierra, ofreció con gran clamor y lágrimas oraciones y súplicas al que podía salvarle de la muerte, y fue escuchado por su piedad filial,
    8y, aun siendo Hijo, aprendió por los padecimientos la obediencia.
    9Y, llegado a la perfección, se ha hecho causa de salvación eterna para todos los que le obedecen,

  • Salmo Responsorial

    Salmo 31:2-6, 15-16, 20

    2
    En Ti, Señor, espero;
    no quede yo nunca avergonzado: por tu justicia, líbrame.
    3
    Inclina tu oído hacia mí,
    date prisa en socorrerme. Sé para mí la roca de refugio, el alcázar firme de mi salvación;
    4
    porque Tú eres mi peña, mi fortaleza:
    por honor de tu Nombre, dirígeme y guíame;
    5
    sácame de la red que me han tendido,
    que Tú eres mi refugio.
    6
    En tus manos encomiendo mi espíritu:
    Tú, Señor, Dios fiel, me has rescatado.
    15
    Pero yo confío en Ti, Señor.
    Digo: «Tú eres mi Dios».
    16
    Mi suerte está en tu mano;
    líbrame de la garra de mis enemigos y de mis perseguidores.
    20
    Qué grande es tu bondad,
    la que has reservado para los que te temen, preparado para los que se refugian en Ti, a la vista de los hijos de los hombres.

  • Evangelio

    Juan 19:25-27

    25Estaban junto a la cruz de Jesús su madre y la hermana de su madre, María de Cleofás, y María Magdalena.
    26
    Jesús, viendo a su madre y al discípulo a quien amaba, que estaba allí, le dijo a su madre:
    —Mujer, aquí tienes a tu hijo.
    27
    Después le dice al discípulo:
    —Aquí tienes a tu madre. Y desde aquel momento el discípulo la recibió en su casa.

    OR

    Lucas 2:33-35

    33Su padre y su madre estaban admirados por las cosas que se decían de él.
    34
    Simeón los bendijo y le dijo a María, su madre:
    —Mira, éste ha sido puesto para ruina y resurrección de muchos en Israel, y para signo de contradicción
    35—y a tu misma alma la traspasará una espada—, a fin de que se descubran los pensamientos de muchos corazones.

domingo, 14 de septiembre de 2025

Lecturas 14 de Septiembre de 2025

 

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Números 21:4-9

    4Partieron desde el monte Hor camino del Mar Rojo rodeando la tierra de Edom, y en el camino desfalleció el ánimo del pueblo.
    5
    El pueblo habló contra Dios y contra Moisés:
    —¿Por qué nos habéis hecho subir de Egipto para morir en este desierto, donde no hay pan ni agua y nuestra alma no puede más con este alimento tan ligero?
    6El Señor les envió serpientes venenosas que mordieron al pueblo, y murió mucha gente de Israel.
    7
    Entonces el pueblo vino a Moisés y dijo:
    —Hemos pecado porque hemos hablado contra el Señor y contra ti. Ruega al Señor que aparte de nosotros las serpientes. Y Moisés oró por el pueblo.
    8
    El Señor dijo a Moisés:
    —Haz una serpiente venenosa y ponla sobre un mástil, y todo el que haya sido mordido y la mire, vivirá.
    9Moisés hizo una serpiente de bronce y la puso sobre un mástil, y si alguien había sido mordido por una serpiente, miraba fijamente la serpiente de bronce y vivía.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 78:1-2, 34-38

    1
    Masquil. De Asaf.
    Atiende a mi Ley, pueblo mío, inclina el oído a los dichos de mi boca.
    2
    Abriré mi boca con parábolas,
    proferiré los misterios de antaño.
    34
    Cuando los hacía perecer, lo buscaban,
    se convertían e iban a Dios de madrugada.
    35
    Se acordaban de que Dios es su Roca,
    el Dios Altísimo, su Redentor.
    36
    Le halagaban con la boca,
    pero le mentían con la lengua.
    37
    Su corazón no era sincero con Él,
    ni se mantenían fieles a su alianza.
    38
    En cambio, Él, que es compasivo,
    perdonaba su culpa y no los destruía. Una y otra vez retiraba su ira, sin encender todo su furor,

  • Segunda Lectura

    Filipenses 2:6-11

    6
    el cual, siendo de condición divina,
    no consideró como presa codiciable el ser igual a Dios,
    7
    sino que se anonadó a sí mismo
    tomando la forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y, mostrándose igual que los demás hombres,
    8
    se humilló a sí mismo haciéndose obediente
    hasta la muerte, y muerte de cruz.
    9
    Y por eso Dios lo exaltó
    y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre;
    10
    para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble
    en los cielos, en la tierra y en los abismos,
    11
    y toda lengua confiese:
    «¡Jesucristo es el Señor!», para gloria de Dios Padre.

  • Evangelio

    Juan 3:13-17

    13Pues nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del Hombre.
    14Igual que Moisés levantó la serpiente en el desierto, así debe ser levantado el Hijo del Hombre,
    15para que todo el que crea tenga vida eterna en él.
    16Tanto amó Dios al mundo que le entregó a su Hijo Unigénito, para que todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna.
    17Pues Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.