sábado, 25 de julio de 2020

Lecturas 25 de Julio de 2020

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    II Corintios 4:7-15
    7 Pero llevamos este tesoro en recipientes de barro para que aparezca que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no de nosotros.
    8 Atribulados en todo, mas no aplastados; perplejos, mas no desesperados;
    9 perseguidos, mas no abandonados; derribados, mas no aniquilados.
    10 Llevamos siempre en nuestros cuerpos por todas partes el morir de Jesús, a fin de que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo.
    11 Pues, aunque vivimos, nos vemos continuamente entregados a la muerte por causa de Jesús, a fin de que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal.
    12 De modo que la muerte actúa en nosotros, mas en vosotros la vida.
    13 Pero teniendo aquel espíritu de fe conforme a lo que está escrito: "Creí, por eso hablé," también nosotros creemos, y por eso hablamos,
    14 sabiendo que quien resucitó al Señor Jesús, también nos resucitará con Jesús y nos presentará ante él juntamente con vosotros.
    15 Y todo esto, para vuestro bien a fin de que cuantos más reciban la gracia, mayor sea el agradecimiento, para gloria de Dios.

  • Salmo responsorial

    Salmo 126:1-6
    1 Canción de las subidas. Cuando Yahveh hizo volver a los cautivos de Sión, como soñando nos quedamos;
    2 entonces se llenó de risa nuestra boca y nuestros labios de gritos de alegría. Entonces se decía entre las naciones: ¡Grandes cosas ha hecho Yahveh con éstos!
    3 ¡Sí, grandes cosas hizo con nosotros Yahveh, el gozo nos colmaba!
    4 ¡Haz volver, Yahveh, a nuestros cautivos como torrentes en el Négueb!
    5 Los que siembran con lágrimas cosechan entre cánticos.
    6 Al ir, va llorando, llevando la semilla; al volver, vuelve cantando trayendo sus gavillas.

  • Evangelio

    Mateo 20:20-28
    20 Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, y se postró como para pedirle algo.
    21 El le dijo: «¿Qué quieres?» Dícele ella: «Manda que estos dos hijos míos se sienten, uno a tu derecha y otro a tu izquierda, en tu Reino.»
    22 Replicó Jesús: «No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa que yo voy a beber?» Dícenle: «Sí, podemos.»
    23 Díceles: «Mi copa, sí la beberéis; pero sentarse a mi derecha o mi izquierda no es cosa mía el concederlo, sino que es para quienes está preparado por mi Padre.
    24 Al oír esto los otros diez, se indignaron contra los dos hermanos.
    25 Mas Jesús los llamó y dijo: «Sabéis que los jefes de las naciones las dominan como señores absolutos, y los grandes las oprimen con su poder.
    26 No ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor,
    27 y el que quiera ser el primero entre vosotros, será vuestro esclavo;
    28 de la misma manera que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos.»

viernes, 24 de julio de 2020

Lecturas 24 de Julio de 2020

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Jeremías 3:14-17
    14 Volved, hijos apóstatas - oráculo de Yahveh - porque yo soy vuestro Señor. Os iré recogiendo uno a uno de cada ciudad, y por parejas de cada familia, y os traeré a Sión.
    15 Os pondré pastores según mi corazón que os den pasto de conocimiento y prudencia.
    16 Y luego, cuando seáis muchos y fructifiquéis en la tierra, en aquellos días - oráculo de Yahveh - no se hablará más del arca de la alianza de Yahveh, no vendrá en mientes, no se acordarán ni se ocuparán de ella, ni será reconstruida jamás.
    17 En aquel tiempo llamarán a Jerusalén «Trono de Yahveh» y se incorporarán a ella todas las naciones en el nombre de Yahveh, en Jerusalén, sin seguir más la dureza de sus perversos corazones.

  • Salmo responsorial

    Jeremías 31:10-13
    10 Oíd la palabra de Yahveh, naciones, y anunciad por las islas a lo lejos, y decid: «El que dispersó a Israel le reunirá y le guardará cual un pastor su hato.»
    11 Porque ha rescatado Yahveh a Jacob, y le ha redimido de la mano de otro más fuerte.
    12 Vendrán y darán hurras en la cima de Sión y acudirán al regalo de Yahveh: al grano, al mosto, y al aceite virgen, a las crías de ovejas y de vacas, y será su alma como huerto empapado, no volverán a estar ya macilentos.
    13 Entonces se alegrará la doncella en el baile, los mozos y los viejos juntos, y cambiaré su duelo en recocijo, y les consolaré y alegraré de su tristeza;

  • Evangelio

    Mateo 13:18-23
    18 «Vosotros, pues, escuchad la parábola del sembrador.
    19 Sucede a todo el que oye la Palabra del Reino y no la comprende, que viene el Maligno y arrebata lo sembrado en su corazón: éste es el que fue sembrado a lo largo del camino.
    20 El que fue sembrado en pedregal, es el que oye la Palabra, y al punto la recibe con alegría;
    21 pero no tiene raíz en sí mismo, sino que es inconstante y, cuando se presenta una tribulación o persecución por causa de la Palabra, sucumba enseguida.
    22 El que fue sembrado entre los abrojos, es el que oye la Palabra, pero los preocupaciones del mundo y la seducción de las riquezas ahogan la Palabra, y queda sin fruto.
    23 Pero el que fue sembrado en tierra buena, es el que oye la Palabra y la comprende: éste sí que da fruto y produce, uno ciento, otro sesenta, otro treinta.»

jueves, 23 de julio de 2020

Lecturas 23 de Julio de 2020

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Jeremías 2:1-3, 7-8, 12-13
    1 Entonces me fue dirigida la palabra de Yahveh en estos términos:
    2 Ve y grita a los oídos de Jerusalén: Así dice Yahveh: De ti recuerdo tu cariño juvenil, el amor de tu noviazgo; aquel seguirme tú por el desierto, por la tierra no sembrada.
    3 Consagrado a Yahveh estaba Israel, primicias de su cosecha. «Quienquiera que lo coma, será reo; mal le sucederá» - oráculo de Yahveh -.
    7 Luego os traje a la tierra del vergel, para comer su fruto y su bien. Llegasteis y ensuciasteis mi tierra, y pusisteis mi heredad asquerosa.
    8 Los sacerdotes no decían: «¿Dónde está Yahveh?»; ni los peritos de la Ley me conocían; y los pastores se rebelaron contra mí, y los profetas profetizaban por Baal, y en pos de los Inútiles andaban.
    12 Pasmaos, cielos, de ello, erizaos y cobrad gran espanto - oráculo de Yahveh -.
    13 Doble mal ha hecho mi pueblo: a mí me dejaron, Manantial de aguas vivas, para hacerse cisternas, cisternas agrietadas, que el agua no retienen.

  • Salmo responsorial

    Salmo 36:6-11
    6 Oh Yahveh, en los cielos tu amor, hasta las nubes tu verdad;
    7 tu justicia, como los montes de Dios, tus juicios, como el hondo abismo. A hombres y bestias salvas tú, Yahveh,
    8 oh Dios, ¡qué precioso tu amor! Por eso los hijos de Adán, a la sombra de tus alas se cobijan.
    9 Se sacian de la grasa de tu Casa, en el torrente de tus delicias los abrevas;
    10 en ti está la fuente de la vida, y en tu luz vemos la luz.
    11 Guarda tu amor a los que te conocen, y tu justicia a los de recto corazón.

  • Evangelio

    Mateo 13:10-17
    10 Y acercándose los discípulos le dijeron: «¿Por qué les hablas en parábolas?»
    11 El les respondió: «Es que a vosotros se os ha dado el conocer los misterios del Reino de los Cielos, pero a ellos no.
    12 Porque a quien tiene se le dará y le sobrará; pero a quien no tiene, aun lo que tiene se le quitará.
    13 Por eso les hablo en parábolas, porque viendo no ven, y oyendo no oyen ni entienden.
    14 En ellos se cumple la profecía de Isaías: Oír, oiréis, pero no entenderéis, mirar, miraréis, pero no veréis.
    15 Porque se ha embotado el corazón de este pueblo, han hecho duros sus oídos, y sus ojos han cerrado; no sea que vean con sus ojos, con sus oídos oigan, con su corazón entiendan y se conviertan, y yo los sane.
    16 «¡Pero dichosos vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos, porque oyen!
    17 Pues os aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que vosotros veis, pero no lo vieron, y oír lo que vosotros oís, pero no lo oyeron.

miércoles, 22 de julio de 2020

Lecturas 22 de Julio de 2020

Lecturas del día:

    Primera opción

  • Primera lectura

    Jeremías 1:1, 4-10
    1 Palabras de Jeremías, hijo de Jilquías, de los sacerdotes de Anatot, en la tierra de Benjamín,
    4 Entonces me fue dirigida la palabra de Yahveh en estos términos:
    5 Antes de haberte formado yo en el seno materno, te conocía, y antes que nacieses, te tenía consagrado: yo profeta de las naciones te constituí.
    6 Yo dije: «¡Ah, Señor Yahveh! Mira que no sé expresarme, que soy un muchacho.»
    7 Y me dijo Yahveh: No digas: «Soy un muchacho», pues adondequiera que yo te envíe irás, y todo lo que te mande dirás.
    8 No les tengas miedo, que contigo estoy yo para salvarte - oráculo de Yahveh -.
    9 Entonces alargó Yahveh su mano y tocó mi boca. Y me dijo Yahveh: Mira que he puesto mis palabras en tu boca.
    10 Desde hoy mismo te doy autoridad sobre las gentes y sobre los reinos para extirpar y destruir, para peder y derrocar, para reconstruir y plantar.

  • Salmo responsorial

    Salmo 71:1-6, 15, 17
    1 A ti, Yahveh, me acojo, ¡no sea confundido jamás!
    2 ¡Por tu justicia sálvame, libérame! tiende hacia mí tu oído y sálvame!
    3 ¡Sé para mí una roca de refugio, alcázar fuerte que me salve, pues mi roca eres tú y mi fortaleza.
    4 ¡Dios mío, líbrame de la mano del impío, de las garras del perverso y del violento!
    5 Pues tú eres mi esperanza, Señor, Yahveh, mi confianza desde mi juventud.
    6 En ti tengo mi apoyo desde el seno, tú mi porción desde las entrañas de mi madre; ¡en ti sin cesar mi alabanza!
    15 publicará mi boca tu justicia, todo el día tu salvación.
    17 ¡Oh Dios, desde mi juventud me has instruido, y yo he anunciado hasta hoy tus maravillas!

  • Evangelio

    Juan 20:1-2, 11-18
    1 El primer día de la semana va María Magdalena de madrugada al sepulcro cuando todavía estaba oscuro, y ve la piedra quitada del sepulcro.
    2 Echa a correr y llega donde Simón Pedro y donde el otro discípulo a quien Jesús quería y les dice: «Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto.»
    11 Estaba María junto al sepulcro fuera llorando. Y mientras lloraba se inclinó hacia el sepulcro,
    12 y ve dos ángeles de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y otro a los pies.
    13 Dícenle ellos: «Mujer, ¿por qué lloras?» Ella les respondió: «Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto.»
    14 Dicho esto, se volvió y vio a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús.
    15 Le dice Jesús: «Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?» Ella, pensando que era el encargado del huerto, le dice: «Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo me lo llevaré.»
    16 Jesús le dice: «María.» Ella se vuelve y le dice en hebreo: «Rabbuní» - que quiere decir: «Maestro» -.
    17 Dícele Jesús: «No me toques, que todavía no he subido al Padre. Pero vete donde mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios y vuestro Dios.»
    18 Fue María Magdalena y dijo a los discípulos que había visto al Señor y que había dicho estas palabras.

  • Segunda opción

  • Primera lectura

    El Cantar de los Cantares 3:1-4
    1 En mi lecho, por las noches, he buscado al amor de mi alma. Busquéle y no le hallé.
    2 Me levantaré, pues, y recorreré la ciudad. Por las calles y las plazas buscaré al amor de mi alma. Busquéle y no le hallé.
    3 Los centinelas me encontraron, los que hacen la ronda en la ciudad: «¿Habéis visto al amor de mi alma?»
    4 Apenas habíalos pasado, cuando encontré al amor de mi alma. Le aprehendí y no le soltaré hasta que le haya introducido en la casa de mi madre, en la alcoba de la que me concibió.

    O también:

    II Corintios 5:14-17
    14 Porque el amor de Cristo nos apremia al pensar que, si uno murió por todos, todos por tanto murieron.
    15 Y murió por todos, para que ya no vivan para sí los que viven, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.
    16 Así que, en adelante, ya no conocemos a nadie según la carne. Y si conocimos a Cristo según la carne, ya no le conocemos así.
    17 Por tanto, el que está en Cristo, es una nueva creación; pasó lo viejo, todo es nuevo.

  • Salmo responsorial

    Salmo 63:2-6, 8-9
    2 Dios, tú mi Dios, yo te busco, sed de ti tiene mi alma, en pos de ti languidece mi carne, cual tierra seca, agotada, sin agua.
    3 Como cuando en el santuario te veía, al contemplar tu poder y tu gloria,
    4 - pues tu amor es mejor que la vida, mis labios te glorificaban -,
    5 así quiero en mi vida bendecirte, levantar mis manos en tu nombre;
    6 como de grasa y médula se empapará mi alma, y alabará mi boca con labios jubilosos.
    8 porque tú eres mi socorro, y yo exulto a la sombra de tus alas;
    9 mi alma se aprieta contra ti, tu diestra me sostiene.

  • Evangelio

    Juan 20:1-2, 11-18
    1 El primer día de la semana va María Magdalena de madrugada al sepulcro cuando todavía estaba oscuro, y ve la piedra quitada del sepulcro.
    2 Echa a correr y llega donde Simón Pedro y donde el otro discípulo a quien Jesús quería y les dice: «Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto.»
    11 Estaba María junto al sepulcro fuera llorando. Y mientras lloraba se inclinó hacia el sepulcro,
    12 y ve dos ángeles de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y otro a los pies.
    13 Dícenle ellos: «Mujer, ¿por qué lloras?» Ella les respondió: «Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto.»
    14 Dicho esto, se volvió y vio a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús.
    15 Le dice Jesús: «Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?» Ella, pensando que era el encargado del huerto, le dice: «Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo me lo llevaré.»
    16 Jesús le dice: «María.» Ella se vuelve y le dice en hebreo: «Rabbuní» - que quiere decir: «Maestro» -.
    17 Dícele Jesús: «No me toques, que todavía no he subido al Padre. Pero vete donde mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios y vuestro Dios.»
    18 Fue María Magdalena y dijo a los discípulos que había visto al Señor y que había dicho estas palabras.

martes, 21 de julio de 2020

Lecturas 21 de Julio de 2020

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Sabiduría 8:9-16
    9 Decidí, pues, tomarla por compañera de mi vida, sabiendo que me sería una consejera para el bien y un aliento en las preocupaciones y penas:
    10 «Tendré gracias a ella gloria entre la gente, y, aunque joven, honor ante los ancianos.
    11 Apareceré agudo en el juicio y en presencia de los poderosos seré admirado.
    12 Si callo, esperarán; si hablo, prestarán atención; si me alargo hablando, pondrán la mano en su boca.
    13 Gracias a ella tendré la inmortalidad y dejaré recuerdo eterno a los que después de mí vengan.
    14 Gobernaré a los pueblos, y las naciones me estarán sometidas.
    15 Oyendo hablar de mí, soberanos terribles temerán. Me mostraré bueno entre las multitudes y valiente en la guerra.
    16 Vuelto a casa, junto a ella descansaré, pues no causa amargura su compañía ni tristeza la convivencia con ella, sino satisfacción y alegría».

    O también:

    II Corintios 5:14-21
    14 Porque el amor de Cristo nos apremia al pensar que, si uno murió por todos, todos por tanto murieron.
    15 Y murió por todos, para que ya no vivan para sí los que viven, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.
    16 Así que, en adelante, ya no conocemos a nadie según la carne. Y si conocimos a Cristo según la carne, ya no le conocemos así.
    17 Por tanto, el que está en Cristo, es una nueva creación; pasó lo viejo, todo es nuevo.
    18 Y todo proviene de Dios, que nos reconcilió consigo por Cristo y nos confió el ministerio de la reconciliación.
    19 Porque en Cristo estaba Dios reconciliando al mundo consigo, no tomando en cuenta las transgresiones de los hombres, sino poniendo en nosotros la palabra de la reconciliación.
    20 Somos, pues, embajadores de Cristo, como si Dios exhortara por medio de nosotros. En nombre de Cristo os suplicamos: ¡reconciliaos con Dios!
    21 A quien no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que viniésemos a ser justicia de Dios en él.

  • Salmo responsorial

    Salmo 67:2-5, 7-8
    2 ¡Dios nos tenga piedad y nos bendiga, su rostro haga brillar sobre nosotros!
    3 Para que se conozcan en la tierra tus caminos, tu salvación entre todas las naciones.
    4 ¡Te den, oh Dios, gracias los pueblos, todos los pueblos te den gracias!
    5 Alégrense y exulten las gentes, pues tú juzgaz al mundo con justicia, con equidad juzgas a los pueblos, y a las gentes en la tierra gobiernas.
    7 La tierra ha dado su cosecha: Dios, nuestro Dios, nos bendice.
    8 ¡Dios nos bendiga, y teman ante él todos los confines de la tierra!

  • Evangelio

    Lucas 9:1-6
    1 Convocando a los Doce, les dio autoridad y poder sobre todos los demonios, y para curar enfermedades;
    2 y los envió a proclamar el Reino de Dios y a curar.
    3 Y les dijo: «No toméis nada para el camino, ni bastón, ni alforja, ni pan, ni plata; ni tengáis dos túnicas cada uno.
    4 Cuando entréis en una casa, quedaos en ella hasta que os marchéis de allí.
    5 En cuanto a los que no os reciban, saliendo de aquella ciudad, sacudid el polvo de vuestros pies en testimonio contra ellos.»
    6 Saliendo, pues, recorrían los pueblos, anunciando la Buena Nueva y curando por todas partes.

lunes, 20 de julio de 2020

Lecturas 20 de Julio de 2020

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Miqueas 6:1-4, 6-8
    1 Escuchad ahora lo que dice Yahveh: «¡Levántate, pleitea con los montes y oigan las colinas tu voz!»
    2 ¡Escuchad, montes, el pleito de Yahveh, prestad oído, cimientos de la tierra, pues Yahveh tiene pleito con su pueblo, se querella contra Israel:
    3 «Pueblo mío, ¿qué te he hecho? ¿En qué te he molestado? Respóndeme.
    4 ¿En que te hice subir del país de Egipto, y de la casa de servidumbre te rescaté, y mandé delante de ti a Moisés, Aarón y María?
    6 - «¿Con qué me presentaré yo a Yahveh, me inclinaré ante el Dios de lo alto? ¿Me presentaré con holocaustos, con becerros añales?
    7 ¿Aceptará Yahveh miles de carneros, miríadas de torrentes de aceite? ¿Daré mi primogénito por mi delito, el fruto de mis entrañas por el pecado de mi alma?»
    8 - «Se te ha declarado, hombre, lo que es bueno, lo que Yahveh de ti reclama: tan sólo practicar la equidad, amar la piedad y caminar humildemente con tu Dios.»

  • Salmo responsorial

    Salmo 50:5-6, 8-9, 16-17, 21, 23
    5 «¡Congregad a mis fieles ante mí, los que mi alianza con sacrificio concertaron!»
    6 Anuncian los cielos su justicia, porque es Dios mismo el juez.
    8 «No es por tus sacrificios por lo que te acuso: ¡están siempre ante mí tus holocaustos!
    9 No tengo que tomar novillo de tu casa, ni machos cabríos de tus apriscos.
    16 Pero al impío Dios le dice: «¿Qué tienes tú que recitar mis preceptos, y tomar en tu boca mi alianza,
    17 tú que detestas la doctrina, y a tus espaldas echas mis palabras?
    21 Esto haces tú, ¿y he de callarme? ¿Es que piensas que yo soy como tú? Yo te acuso y lo expongo ante tus ojos.
    23 El que ofrece sacrificios de acción de gracias me da gloria, al hombre recto le mostraré la salvación de Dios.»

  • Evangelio

    Mateo 12:38-42
    38 Entonces le interpelaron algunos escribas y fariseos: «Maestro, queremos ver una señal hecha por ti.»
    39 Mas él les respondió: «¡Generación malvada y adúltera! Una señal pide, y no se le dará otra señal que la señal del profeta Jonás.
    40 Porque de la misma manera que Jonás estuvo en el vientre del cetáceo tres días y tres noches, así también el Hijo del hombre estará en el seno de la tierra tres días y tres noches.
    41 Los ninivitas se levantarán en el Juicio con esta generación y la condenarán; porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay algo más que Jonás.
    42 La reina del Mediodía se levantará en el Juicio con esta generación y la condenará; porque ella vino de los confines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay algo más que Salomón.

Lecturas 19 de Julio de 2020

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Sabiduría 12:13, 16-19
    13 Pues fuera de ti no hay un Dios que de todas las cosas cuide, a quien tengas que dar cuenta de la justicia de tus juicios;
    16 Tu fuerza es el principio de tu justicia y tu señorío sobre todos los seres te hace indulgente con todos ellos
    17 Ostentas tu fuerza a los que no creen en la plenitud de tu poder, y confundes la audacia de los que la conocen.
    18 Dueño de tu fuerza, juzgas con moderación y nos gobiernas con mucha indulgencia porque, con sólo quererlo, lo puedes todo.
    19 Obrando así enseñaste a tu pueblo que el justo debe ser amigo del hombre, y diste a tus hijos la buena esperanza de que, en el pecado, das lugar al arrepentimiento.

  • Salmo responsorial

    Salmo 86:5-6, 9-10, 15-16
    5 Pues tú eres, Señor, bueno, indulgente, rico en amor para todos los que te invocan;
    6 Yahveh, presta oído a mi plegaria, atiende a la voz de mis súplicas.
    9 Vendrán todas las naciones a postrarse ante ti, y a dar, Señor, gloria a tu nombre;
    10 pues tú eres grande y obras maravillas, tú, Dios, y sólo tú.
    15 Mas tú, Señor, Dios clemente y compasivo, tardo a la cólera, lleno de amor y de verdad,
    16 ¡vuélvete a mí, tenme compasión! Da tu fuerza a tu siervo, salva al hijo de tu sierva.

  • Segunda lectura

    Romanos 8:26-27
    26 Y de igual manera, el Espíritu viene en ayuda de nuestra flaqueza. Pues nosotros no sabemos cómo pedir para orar como conviene; mas el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos inefables,
    27 y el que escruta los corazones conoce cuál es la aspiración del Espíritu, y que su intercesión a favor de los santos es según Dios.

  • Evangelio

    Mateo 13:24-43
    24 Otra parábola les propuso, diciendo: «El Reino de los Cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo.
    25 Pero, mientras su gente dormía, vino su enemigo, sembró encima cizaña entre el trigo, y se fue.
    26 Cuando brotó la hierba y produjo fruto, apareció entonces también la cizaña.
    27 Los siervos del amo se acercaron a decirle: "Señor, ¿no sembraste semilla buena en tu campo? ¿Cómo es que tiene cizaña?"
    28 El les contestó: "Algún enemigo ha hecho esto." Dícenle los siervos: "¿Quieres, pues, que vayamos a recogerla?"
    29 Díceles: "No, no sea que, al recoger la cizaña, arranquéis a la vez el trigo.
    30 Dejad que ambos crezcan juntos hasta la siega. Y al tiempo de la siega, diré a los segadores: Recoged primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo recogedlo en mi granero."»
    31 Otra parábola les propuso: «El Reino de los Cielos es semejante a un grano de mostaza que tomó un hombre y lo sembró en su campo.
    32 Es ciertamente más pequeña que cualquier semilla, pero cuando crece es mayor que las hortalizas, y se hace árbol, hasta el punto de que las aves del cielo vienen y anidan en sus ramas.»
    33 Les dijo otra parábola: «El Reino de los Cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina, hasta que fermentó todo.»
    34 Todo esto dijo Jesús en parábolas a la gente, y nada les hablaba sin parábolas,
    35 para que se cumpliese el oráculo del profeta: Abriré en parábolas mi boca, publicaré lo que estaba oculto desde la creación del mundo.
    36 Entonces despidió a la multitud y se fue a casa. Y se le acercaron sus discípulos diciendo: «Explícanos la parábola de la cizaña del campo.»
    37 El respondió: «El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre;
    38 el campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del Reino; la cizaña son los hijos del Maligno;
    39 el enemigo que la sembró es el Diablo; la siega es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles.
    40 De la misma manera, pues, que se recoge la cizaña y se la quema en el fuego, así será al fin del mundo.
    41 El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, que recogerán de su Reino todos los escándalos y a los obradores de iniquidad,
    42 y los arrojarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes.
    43 Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga.

    O también:

    Mateo 13:24-30
    24 Otra parábola les propuso, diciendo: «El Reino de los Cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo.
    25 Pero, mientras su gente dormía, vino su enemigo, sembró encima cizaña entre el trigo, y se fue.
    26 Cuando brotó la hierba y produjo fruto, apareció entonces también la cizaña.
    27 Los siervos del amo se acercaron a decirle: "Señor, ¿no sembraste semilla buena en tu campo? ¿Cómo es que tiene cizaña?"
    28 El les contestó: "Algún enemigo ha hecho esto." Dícenle los siervos: "¿Quieres, pues, que vayamos a recogerla?"
    29 Díceles: "No, no sea que, al recoger la cizaña, arranquéis a la vez el trigo.
    30 Dejad que ambos crezcan juntos hasta la siega. Y al tiempo de la siega, diré a los segadores: Recoged primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo recogedlo en mi granero."»