sábado, 6 de abril de 2019

Lecturas 6 de Abril de 2019

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Jeremías 11:18-20
    18 Yahveh me lo hizo saber, y me enteré de ello. Entonces me descubriste, Yahveh, sus maquinaciones.
    19 Y yo que estaba como cordero manso llevado al matadero, sin saber que contra mí tramaban maquinaciones: «Destruyamos el árbol en su vigor; borrémoslo de la tierra de los vivos, y su nombre no vuelva a mentarse.»
    20 ¡Oh Yahveh Sebaot, juez de lo justo, que escrutas los riñones y el corazón!, vea yo tu venganza contra ellos, porque a ti he manifestado mi causa.
  • Salmo responsorial

    Salmo 7:2-3, 9-12
    2 Yahveh, Dios mío, a ti me acojo, sálvame de todos mis perseguidores, líbrame;
    3 ¡que no arrebate como un león mi vida el que desgarra, sin que nadie libre!
    9 (Yahveh, juez de los pueblos.) Júzgame, Yahveh, conforme a mi justicia y según mi inocencia.
    10 Haz que cese la maldad de los impíos, y afianza al justo, tú que escrutas corazones y entrañas, oh Dios justo.
    11 Dios, el escudo que me cubre, el salvador de los de recto corazón;
    12 Dios, el juez justo, tardo a la cólera, pero Dios amenazante en todo tiempo
  • Evangelio

    Juan 7:40-53
    40 Muchos entre la gente, que le habían oído estas palabras, decían: «Este es verdaderamente el profeta.»
    41 Otros decían: «Este es el Cristo.» Pero otros replicaban: «¿Acaso va a venir de Galilea el Cristo?
    42 ¿No dice la Escritura que el Cristo vendrá de la descendencia de David y de Belén, el pueblo de donde era David?»
    43 Se originó, pues, una disensión entre la gente por causa de él.
    44 Algunos de ellos querían detenerle, pero nadie le echó mano.
    45 Los guardias volvieron donde los sumos sacerdotes y los fariseos. Estos les dijeron: «¿Por qué no le habéis traído?»
    46 Respondieron los guardias: «Jamás un hombre ha hablado como habla ese hombre.»
    47 Los fariseos les respondieron: «¿Vosotros también os habéis dejado embaucar?
    48 ¿Acaso ha creído en él algún magistrado o algún fariseo?
    49 Pero esa gente que no conoce la Ley son unos malditos.»
    50 Les dice Nicodemo, que era uno de ellos, el que había ido anteriormente donde Jesús:
    51 «¿Acaso nuestra Ley juzga a un hombre sin haberle antes oído y sin saber lo que hace?»
    52 Ellos le respondieron: «¿También tú eres de Galilea? Indaga y verás que de Galilea no sale ningún profeta.»
    53 Y se volvieron cada uno a su casa.

viernes, 5 de abril de 2019

Lecturas 5 de Abril de 2019

  • Primera lectura

    Sabiduría 2:1, 12-22
    1 Porque se dicen discurriendo desacertadamente: «Corta es y triste nuestra vida; no hay remedio en la muerte del hombre ni se sabe de nadie que haya vuelto del Hades.
    12 Tendamos lazos al justo, que nos fastidia, se enfrenta a nuestro modo de obrar, nos echa en cara faltas contra la Ley y nos culpa de faltas contra nuestra educación.
    13 Se gloría de tener el conocimiento de Dios y se llama a sí mismo hijo del Señor.
    14 Es un reproche de nuestros criterios, su sola presencia nos es insufrible,
    15 lleva una vida distinta de todas y sus caminos son extraños.
    16 Nos tiene por bastardos, se aparta de nuestros caminos como de impurezas; proclama dichosa la suerte final de los justos y se ufana de tener a Dios por padre.
    17 Veamos si sus palabras son verdaderas, examinemos lo que pasará en su tránsito.
    18 Pues si el justo es hijo de Dios, él le asistirá y le librará de las manos de sus enemigos.
    19 Sometámosle al ultraje y al tormento para conocer su temple y probar su entereza.
    20 Condenémosle a una muerte afrentosa, pues, según él, Dios le visitará.»
    21 Así discurren, pero se equivocan; los ciega su maldad;
    22 no conocen los secretos de Dios, no esperan recompensa por la santidad ni creen en el premio de las almas intachables.
  • Salmo responsorial

    Salmo 34:17-21, 23
    17 el rostro de Yahveh contra los malhechores, para raer de la tierra su memoria.
    18 Cuando gritan aquéllos, Yahveh oye, y los libra de todas sus angustias;
    19 Yahveh está cerca de los que tienen roto el corazón. él salva a los espíritus hundidos.
    20 Muchas son las desgracias del justo, pero de todas le libera Yahveh;
    21 todos sus huesos guarda, no será quebrantado ni uno solo.
    23 Yahveh rescata el alma de sus siervos, nada habrán de pagar los que en él se cobijan.
  • Evangelio

    Juan 7:1-2, 10, 25-30
    1 Después de esto, Jesús andaba por Galilea, y no podía andar por Judea, porque los judíos buscaban matarle.
    2 Pero se acercaba la fiesta judía de las Tiendas.
    10 Pero después que sus hermanos subieron a la fiesta, entonces él también subió no manifiestamente, sino de incógnito.
    25 Decían algunos de los de Jerusalén: «¿No es a ése a quien quieren matar?
    26 Mirad cómo habla con toda libertad y no le dicen nada. ¿Habrán reconocido de veras las autoridades que este es el Cristo?
    27 Pero éste sabemos de dónde es, mientras que, cuando venga el Cristo, nadie sabrá de dónde es.»
    28 Gritó, pues, Jesús, enseñando en el Templo y diciendo: «Me conocéis a mí y sabéis de dónde soy. Pero yo no he venido por mi cuenta; sino que verdaderamente me envía el que me envía; pero vosotros no le conocéis.
    29 Yo le conozco, porque vengo de él y él es el que me ha enviado.»
    30 Querían, pues, detenerle, pero nadie le echó mano, porque todavía no había llegado su hora.

jueves, 4 de abril de 2019

Lecturas 4 de Abril de 2019

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Éxodo 32:7-14
    7 Entonces habló Yahveh a Moisés, y dijo: «¡Anda, baja! Porque tu pueblo, el que sacaste de la tierra de Egipto, ha pecado.
    8 Bien pronto se han apartado el camino que yo les había prescrito. Se han hecho un becerro fundido y se han postrado ante él; le han ofrecido sacrificios y han dicho: "Este es tu Dios, Israel, el que te ha sacado de la tierra de Egipto."»
    9 Y dijo Yahveh a Moisés: «Ya veo que este pueblo es un pueblo de dura cerviz.
    10 Déjame ahora que se encienda mi ira contra ellos y los devore; de ti, en cambio, haré un gran pueblo.»
    11 Pero Moisés trató de aplacar a Yahveh su Dios, diciendo: "¿Por qué, oh Yahveh, ha de encenderse tu ira contra tu pueblo, el que tú sacaste de la tierra de Egipto con gran poder y mano fuerte?
    12 ¿Van a poder decir los egipcios: Por malicia los ha sacado, para matarlos en las montañas y exterminarlos de la faz de la tierra? Abandona el ardor de tu cólera y renuncia a lanzar el mal contra tu pueblo.
    13 Acuérdate de Abraham, de Isaac y de Israel, siervos tuyos, a los cuales juraste por ti mismo: Multiplicaré vuestra descendencia como las estrellas del cielo; toda esta tierra que os tengo prometida, la daré a vuestros descendientes, y ellos la poseerán como herencia para siempre.»
    14 Y Yahveh renunció a lanzar el mal con que había amenazado a su pueblo.
  • Salmo responsorial

    Salmo 106:19-23
    19 En Horeb se fabricaron un becerro, se postraron ante un metal fundido,
    20 y cambiaron su gloria por la imagen de un buey que come heno.
    21 Olvidaban a Dios que les salvaba, al autor de cosas grandes en Egipto,
    22 de prodigios en el país de Cam, de portentos en el mar de Suf.
    23 Hablaba ya de exterminarlos, si no es porque Moisés, su elegido, se mantuvo en la brecha en su presencia, para apartar su furor de destruirlos.
  • Evangelio

    Juan 5:31-47
    31 «Si yo diera testimonio de mí mismo, mi testimonio no sería válido.
    32 Otro es el que da testimonio de mí, y yo sé que es válido el testimonio que da de mí.
    33 Vosotros mandasteis enviados donde Juan, y él dio testimonio de la verdad.
    34 No es que yo busque testimonio de un hombre, sino que digo esto para que os salvéis.
    35 El era la lámpara que arde y alumbra y vosotros quisisteis recrearos una hora con su luz.
    36 Pero yo tengo un testimonio mayor que el de Juan; porque las obras que el Padre me ha encomendado llevar a cabo, las mismas obras que realizo, dan testimonio de mí, de que el Padre me ha enviado.
    37 Y el Padre, que me ha enviado, es el que ha dado testimonio de mí. Vosotros no habéis oído nunca su voz, ni habéis visto nunca su rostro,
    38 ni habita su palabra en vosotros, porque no creéis al que El ha enviado.
    39 «Vosotros investigáis las escrituras, ya que creéis tener en ellas vida eterna; ellas son las que dan testimonio de mí;
    40 y vosotros no queréis venir a mí para tener vida.
    41 La gloria no la recibo de los hombres.
    42 Pero yo os conozco: no tenéis en vosotros el amor de Dios.
    43 Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viene en su propio nombre, a ése le recibiréis.
    44 ¿Cómo podéis creer vosotros, que aceptáis gloria unos de otros, y no buscáis la gloria que viene del único Dios?
    45 No penséis que os voy a acusar yo delante del Padre. Vuestro acusador es Moisés, en quién habéis puesto vuestra esperanza.
    46 Porque, si creyerais a Moisés, me creeríais a mí, porque él escribió de mí.
    47 Pero si no creéis en sus escritos, cómo vais a creer en mis palabras?»

miércoles, 3 de abril de 2019

Lecturas 3 de Abril de 2019

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Isaías 49:8-15
    8 Así dice Yahveh: En tiempo favorable te escucharé, y en día nefasto te asistiré. Yo te formé y te he destinado a ser alianza del pueblo, para levantar la tierra, para repartir las heredades desoladas,
    9 para decir a los presos: «Salid», y a los que están en tinieblas: «Mostraos». Por los caminos pacerán y en todos los calveros tendrán pasto.
    10 No tendrán hambre ni sed, ni les dará el bochorno ni el sol, pues el que tiene piedad de ellos los conducirá, y a manantiales de agua los guiará.
    11 Convertiré todos mis montes en caminos, y mis calzadas serán levantadas.
    12 Mira: Estos vienen de lejos, esos otros del norte y del oeste, y aquéllos de la tierra de Sinim.
    13 ¡Aclamad, cielos, y exulta, tierra! Prorrumpan los montes en gritos de alegría, pues Yahveh ha consolado a su pueblo, y de sus pobres se ha compadecido.
    14 Pero dice Sión: «Yahveh me ha abandonado, el Señor me ha olvidado.»
    15 - ¿Acaso olvida una mujer a su niño de pecho, sin compadecerse del hijo de sus entrañas? Pues aunque ésas llegasen a olvidar, yo no te olvido.
  • Salmo responsorial

    Salmo 145:8-9, 13-14, 17-18
    8 Clemente y compasivo es Yahveh, tardo a la cólera y grande en amor;
    9 bueno es Yahveh para con todos, y sus ternuras sobre todas sus obras.
    13 Tu reino, un reino por los siglos todos, tu dominio, por todas las edades. Yahveh es fiel en todas sus palabras, en todas sus obras amoroso;
    14 Yahveh sostiene a todos los que caen, a todos los encorvados endereza.
    17 Yahveh es justo en todos sus caminos, en todas sus obras amoroso;
    18 cerca está Yahveh de los que le invocan, de todos los que le invocan con verdad.
  • Evangelio

    Juan 5:17-30
    17 Pero Jesús les replicó: «Mi Padre trabaja hasta ahora, y yo también trabajo.»
    18 Por eso los judíos trataban con mayor empeño de matarle, porque no sólo quebrantaba el sábado, sino que llamaba a Dios su propio Padre, haciéndose a sí mismo igual a Dios.
    19 Jesús, pues, tomando la palabra, les decía: «En verdad, en verdad os digo: el Hijo no puede hacer nada por su cuenta, sino lo que ve hacer al Padre: lo que hace él, eso también lo hace igualmente el Hijo.
    20 Porque el Padre quiere al Hijo y le muestra todo lo que él hace. Y le mostrará obras aún mayores que estas, para que os asombréis.
    21 Porque, como el Padre resucita a los muertos y les da la vida, así también el Hijo da la vida a los que quiere.
    22 Porque el Padre no juzga a nadie; sino que todo juicio lo ha entregado al Hijo,
    23 para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo no honra al Padre que lo ha enviado.
    24 En verdad, en verdad os digo: el que escucha mi Palabra y cree en el que me ha enviado, tiene vida eterna y no incurre en juicio, sino que ha pasado de la muerte a la vida.
    25 En verdad, en verdad os digo: llega la hora (ya estamos en ella), en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la oigan vivirán.
    26 Porque, como el Padre tiene vida en sí mismo, así también le ha dado al Hijo tener vida en sí mismo,
    27 y le ha dado poder para juzgar, porque es Hijo del hombre.
    28 No os extrañéis de esto: llega la hora en que todos los que estén en los sepulcros oirán su voz
    29 y saldrán los que hayan hecho el bien para una resurrección de vida, y los que hayan hecho el mal, para una resurrección de juicio.
    30 Y no puedo hacer nada por mi cuenta: juzgo según lo que oigo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado.

martes, 2 de abril de 2019

Lecturas 2 de Abril de 2019

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Ezequiel 47:1-9, 12
    1 Me llevó a la entrada de la Casa, y he aquí que debajo del umnbral de la Casa salía agua, en dirección a oriente, porque la fachada de la Casa miraba hacia oriente. El agua bajaba de debajo del lado derecho de la Casa, al sur del altar.
    2 Luego me hizo salir por el pórtico septentrional y dar la vuelta por el exterior, hasta el pórtico exterior que miraba hacia oriente, y he aquí que el agua fluía del lado derecho.
    3 El hombre salió hacia oriente con la cuerda que tenía en la mano, midió mil codos y me hizo atravesar el agua: me llegaba hasta los tobillos.
    4 Midió otros mil codos y me hizo atravesar el agua: me llegaba hasta las rodillas. Midió mil más y me hizo atravesar el agua: me llegaba hasta la cintura.
    5 Midió otros mil: era ya un torrente que no pude atravesar, porque el agua había crecido hasta hacerse un agua de pasar a nado, un torrente que no se podía atravesar.
    6 Entonces me dijo: «¿Has visto, hijo de hombre?» Me condujo, y luego me hizo volver a la orilla del torrente.
    7 Y a volver vi que a la orilla del torrente había gran cantidad de árboles, a ambos lados.
    8 Me dijo: «Esta agua sale hacia la región oriental, baja a la Arabá, desemboca en el mar, en el agua hedionda, y el agua queda saneada.
    9 Por dondequiera que pase el torrente, todo ser viviente que en él se mueva vivirá. Los peces serán muy abundantes, porque allí donde penetra esta agua lo sanea todo, y la vida prospera en todas partes adonde llega el torrente.
    12 A orillas del torrente, a una y otra margen, crecerán toda clase de árboles frutales cuyo follaje no se marchitará y cuyos frutos no se agotarán: producirán todos los meses frutos nuevos, porque esta agua viene del santuario. Sus frutos servirán de alimento, y sus hojas de medicina.»
  • Salmo responsorial

    Salmo 46:2-3, 5-6, 8-9
    2 Dios es para nosotros refugio y fortaleza, un socorro en la angustia siempre a punto.
    3 Por eso no tememos si se altera la tierra, si los montes se conmueven en el fondo de los mares,
    5 ¡Un río! Sus brazos recrean la ciudad de Dios, santificando las moradas del Altísimo.
    6 Dios está en medio de ella, no será conmovida, Dios la socorre al llegar la mañana.
    8 ¡Con nosotros Yahveh Sebaot, baluarte para nosotros, el Dios de Jacob!
    9 Venid a contemplar los prodigios de Yahveh, el que llena la tierra de estupores.
  • Evangelio

    Juan 5:1-16
    1 Después de esto, hubo una fiesta de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén.
    2 Hay en Jerusalén, junto a la Probática, una piscina que se llama en hebreo Betesda, que tiene cinco pórticos.
    3 En ellos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos, paralíticos, esperando la agitación del agua.
    4 Porque el Angel del Señor bajaba de tiempo en tiempo a la piscina y agitaba el agua; y el primero que se metía después de la agitación del agua, quedaba curado de cualquier mal que tuviera.
    5 Había allí un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo.
    6 Jesús, viéndole tendido y sabiendo que llevaba ya mucho tiempo, le dice: «¿Quieres curarte?»
    7 Le respondió el enfermo: «Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se agita el agua; y mientras yo voy, otro baja antes que yo.»
    8 Jesús le dice: «Levántate, toma tu camilla y anda.»
    9 Y al instante el hombre quedó curado, tomó su camilla y se puso a andar. Pero era sábado aquel día.
    10 Por eso los judíos decían al que había sido curado: «Es sábado y no te está permitido llevar la camilla.»
    11 El le respondió: «El que me ha curado me ha dicho: Toma tu camilla y anda.»
    12 Ellos le preguntaron: «¿Quién es el hombre que te ha dicho: Tómala y anda?»
    13 Pero el curado no sabía quién era, pues Jesús había desaparecido porque había mucha gente en aquel lugar.
    14 Más tarde Jesús le encuentra en el Templo y le dice: «Mira, estás curado; no peques más, para que no te suceda algo peor.»
    15 El hombre se fue a decir a los judíos que era Jesús el que lo había curado.
    16 Por eso los judíos perseguían a Jesús, porque hacía estas cosas en sábado.

lunes, 1 de abril de 2019

Lecturas 1 de Abril de 2019

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Isaías 65:17-21
    17 Pues he aquí que yo creo cielos nuevos y tierra nueva, y no serán mentados los primeros ni vendrán a la memoria;
    18 antes habrá gozo y regocijo por siempre jamás por lo que voy a crear. Pues he aquí que yo voy a crear a Jerusalén «Regocijo», y a su pueblo «Alegría»;
    19 me regocijaré por Jerusalén y me alegraré por mi pueblo, sin que se oiga allí jamás lloro ni quejido.
    20 No habrá allí jamás niño que viva pocos días, o viejo que no llene sus días, pues morir joven será morir a los cien años, y el que no alcance los cien años será porque está maldito.
    21 Edificarán casas y las habitarán, palatarán viñas y comerán su fruto.
  • Salmo responsorial

    Salmo 30:2, 4-6, 11-13
    2 Yo te ensalzo, Yahveh, porque me has levantado; no dejaste reírse de mí a mis enemigos.
    4 Tú has sacado, Yahveh, mi alma del seol, me has recobrado de entre los que bajan a la fosa.
    5 Salmodiad a Yahveh los que le amáis, alabad su memoria sagrada.
    6 De un instante es su cólera, de toda una vida su favor; por la tarde visita de lágrimas, por la mañana gritos de alborozo.
    11 ¡Escucha, Yahveh, y ten piedad de mí! ¡Sé tú, Yahveh, mi auxilio!
    12 Has trocado mi lamento en una danza, me has quitado el sayal y me has ceñido de alegría;
    13 mi corazón por eso te salmodiará sin tregua; Yahveh, Dios mío, te alabaré por siempre.
  • Evangelio

    Juan 4:43-54
    43 Pasados los dos días, partió de allí para Galilea.
    44 Pues Jesús mismo había afirmado que un profeta no goza de estima en su patria.
    45 Cuando llegó, pues, a Galilea, los galileos le hicieron un buen recibimiento, porque habían visto todo lo que había hecho en Jerusalén durante la fiesta, pues también ellos habían ido a la fiesta.
    46 Volvió, pues, a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Había un funcionario real, cuyo hijo estaba enfermo en Cafarnaúm.
    47 Cuando se enteró de que Jesús había venido de Judea a Galilea, fue donde él y le rogaba que bajase a curar a su hijo, porque se iba a morir.
    48 Entonces Jesús le dijo: «Si no veis señales y prodigios, no creéis.»
    49 Le dice el funcionario: «Señor, baja antes que se muera mi hijo.»
    50 Jesús le dice: «Vete, que tu hijo vive.» Creyó el hombre en la palabra que Jesús le había dicho y se puso en camino.
    51 Cuando bajaba, le salieron al encuentro sus siervos, y le dijeron que su hijo vivía.
    52 El les preguntó entonces la hora en que se había sentido mejor. Ellos le dijeron: «Ayer a la hora séptima le dejó la fiebre.»
    53 El padre comprobó que era la misma hora en que le había dicho Jesús: «Tu hijo vive», y creyó él y toda su familia.
    54 Esta nueva señal, la segunda, la realizó Jesús cuando volvió de Judea a Galilea.

Lecturas 31 de Marzo de 2019

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Josué 5:9, 10-12
    9 Y dijo Yahveh a Josué: «Hoy os he quitado de encima el oprobio de Egipto.» Por eso se llamó aquel lugar Guilgal, hasta el día de hoy.
    10 Los israelitas acamparon en Guilgal y celebraron allí la Pascua el día catorce del mes, a la tarde, en los llanos de Jericó.
    11 Al día siguiente de la Pascua comieron ya de los productos del país: panes ázimos y espigas tostadas, ese mismo día.
    12 Y el maná cesó desde el día siguiente, en que empezaron a comer los productos del país. Los israelitas no tuvieron en adelante maná, y se alimentaron ya aquel año de los productos de la tierra de Canaán.
  • Salmo responsorial

    Salmo 34:2-7
    2 Bendeciré a Yahveh en todo tiempo, sin cesar en mi boca su alabanza;
    3 en Yahveh mi alma se gloría, ¡óiganlo los humildes y se alegren!
    4 Engrandeced conmigo a Yahveh, ensalcemos su nombre todos juntos.
    5 He buscado a Yahveh, y me ha respondido: me ha librado de todos mis temores.
    6 Los que miran hacia él, refulgirán: no habrá sonrojo en su semblante.
    7 Cuando el pobre grita, Yahveh oye, y le salva de todas sus angustias.
  • Segunda lectura

    II Corintios 5:17-21
    17 Por tanto, el que está en Cristo, es una nueva creación; pasó lo viejo, todo es nuevo.
    18 Y todo proviene de Dios, que nos reconcilió consigo por Cristo y nos confió el ministerio de la reconciliación.
    19 Porque en Cristo estaba Dios reconciliando al mundo consigo, no tomando en cuenta las transgresiones de los hombres, sino poniendo en nosotros la palabra de la reconciliación.
    20 Somos, pues, embajadores de Cristo, como si Dios exhortara por medio de nosotros. En nombre de Cristo os suplicamos: ¡reconciliaos con Dios!
    21 A quien no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que viniésemos a ser justicia de Dios en él.
  • Evangelio

    Lucas 15:1-3, 11-32
    1 Todos los publicanos y los pecadores se acercaban a él para oírle,
    2 y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: «Este acoge a los pecadores y come con ellos.»
    3 Entonces les dijo esta parábola.
    11 Dijo: «Un hombre tenía dos hijos;
    12 y el menor de ellos dijo al padre: "Padre, dame la parte de la hacienda que me corresponde." Y él les repartió la hacienda.
    13 Pocos días después el hijo menor lo reunió todo y se marchó a un país lejano donde malgastó su hacienda viviendo como un libertino.
    14 «Cuando hubo gastado todo, sobrevino un hambre extrema en aquel país, y comenzó a pasar necesidad.
    15 Entonces, fue y se ajustó con uno de los ciudadanos de aquel país, que le envió a sus fincas a apacentar puercos.
    16 Y deseaba llenar su vientre con las algarrobas que comían los puercos, pero nadie se las daba.
    17 Y entrando en sí mismo, dijo: "¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia, mientras que yo aquí me muero de hambre!
    18 Me levantaré, iré a mi padre y le diré: Padre, pequé contra el cielo y ante ti.
    19 Ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros."
    20 Y, levantándose, partió hacia su padre. «Estando él todavía lejos, le vió su padre y, conmovido, corrió, se echó a su cuello y le besó efusivamente.
    21 El hijo le dijo: "Padre, pequé contra el cielo y ante ti; ya no merezco ser llamado hijo tuyo."
    22 Pero el padre dijo a sus siervos: "Traed aprisa el mejor vestido y vestidle, ponedle un anillo en su mano y unas sandalias en los pies.
    23 Traed el novillo cebado, matadlo, y comamos y celebremos una fiesta,
    24 porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado." Y comenzaron la fiesta.
    25 «Su hijo mayor estaba en el campo y, al volver, cuando se acercó a la casa, oyó la música y las danzas;
    26 y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello.
    27 El le dijo: "Ha vuelto tu hermano y tu padre ha matado el novillo cebado, porque le ha recobrado sano."
    28 El se irritó y no quería entrar. Salió su padre, y le suplicaba.
    29 Pero él replicó a su padre: "Hace tantos años que te sirvo, y jamás dejé de cumplir una orden tuya, pero nunca me has dado un cabrito para tener una fiesta con mis amigos;
    30 y ¡ahora que ha venido ese hijo tuyo, que ha devorado tu hacienda con prostitutas, has matado para él el novillo cebado!"
    31 «Pero él le dijo: "Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo;
    32 pero convenía celebrar una fiesta y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto, y ha vuelto a la vida; estaba perdido, y ha sido hallado."»