sábado, 7 de agosto de 2021

Lecturas 7 de Agosto de 2021

 

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Deuteronomio 6:4-13
    4 Escucha, Israel: Yahveh nuestro Dios es el único Yahveh.
    5 Amarás a Yahveh tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza.
    6 Queden en tu corazón estas palabras que yo te dicto hoy.
    7 Se la repetirás a tus hijos, les hablarás de ellas tanto si estás en casa como si vas de viaje, así acostado como levantado;
    8 las atarás a tu mano como una señal, y serán como una insignia entre tus ojos;
    9 las escribirás en las jambas de tu casa y en tus puertas.
    10 Cuando Yahveh tu Dios te haya introducido en la tierra que a tus padres Abraham, Isaac y Jacob juró que te daría: ciudades grandes y prósperas que tú no edificaste,
    11 casas llenas de toda clase de bienes, que tú no llenaste, cisternas excavadas que tú no excavaste, viñedos y olivares que tú no plantaste, cuando hayas comido y te hayas saciado,
    12 cuida de no olvidarte de Yahveh que te sacó del país de Egipto, de la casa de servidumbre.
    13 A Yahveh tu Dios temerás, a él le servirás, por su nombre jurarás.

  • Salmo responsorial

    Salmo 18:2-4, 47, 51
    2 Dijo: Yo te amo, Yahveh, mi fortaleza, (mi salvador, que de la violencia me has salvado).
    3 Yahveh, mi roca y mi baluarte, mi liberador, mi Dios; la peña en que me amparo, mi escudo y fuerza de mi salvación, mi ciudadela y mi refugio.
    4 Invoco a Yahveh, que es digno de alabanza, y quedo a salvo de mis enemigos.
    47 ¡Viva Yahveh, bendita sea mi roca, el Dios de mi salvación sea ensalzado,
    51 El hace grandes las victorias de su rey y muestra su amor a su ungido, a David y a su linaje para siempre.

  • Evangelio

    Mateo 17:14-20
    14 Cuando llegaron donde la gente, se acercó a él un hombre que, arrodillándose ante él,
    15 le dijo: «Señor, ten piedad de mi hijo, porque es lunático y está mal; pues muchas veces cae en el fuego y muchas en el agua.
    16 Se lo he presentado a tus discípulos, pero ellos no han podido curarle.»
    17 Jesús respondió: «¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo habré de soportaros? ¡Traédmelo acá!
    18 Jesús le increpó y el demonio salió de él; y quedó sano el niño desde aquel momento.
    19 Entonces los discípulos se acercaron a Jesús, en privado, y le dijeron: «¿Por qué nosotros no pudimos expulsarle?
    20 Díceles: «Por vuestra poca fe. Porque yo os aseguro: si tenéis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: "Desplázate de aquí allá", y se desplazará, y nada os será imposible.»

viernes, 6 de agosto de 2021

Lecturas 6 de Agosto de 2021

 

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Deuteronomio 4:32-40
    32 Pregunta, pregunta a los tiempos antiguos, que te han precedido desde el día en que Dios creó al hombre sobre la tierra: ¿Hubo jamás desde un extremo a otro del cielo palabra tan grande como ésta? ¿Se oyó semejante?
    33 ¿Hay algún pueblo que haya oído como tú has oído la voz del Dios vivo hablando de en medio del fuego, y haya sobrevivido?
    34 ¿Algún dios intentó jamás venir a buscarse una nación de en medio de otra nación por medio de pruebas, señales, prodigios y guerra, con mano fuerte y tenso brazo, por grandes terrores, como todo lo que Yahveh vuestro Dios hizo con vosotros, a vuestros mismos ojos, en Egipto?
    35 A ti se te ha dado a ver todo esto, para que sepas que Yahveh es el verdadero Dios y que no hay otro fuera de él.
    36 Desde el cielo te ha hecho oír su voz para instruirte, y en la tierra te ha mostrado su gran fuego, y de en medio del fuego has oído sus palabras.
    37 Porque amó a tus padres y eligió a su descendencia después de ellos, te sacó de Egipto personalmente con su gran fuerza,
    38 desalojoó ante ti naciones más numerosas y fuertes que tú, te introdujo en su tierra y te la dio en herencia, como la tienes hoy.
    39 Reconoce, pues, hoy y medita en tu corazón que Yahveh es el único Dios allá arriba en el cielo, y aquí abajo en la tierra; no hay otro.
    40 Guarda los preceptos y los mandamientos que yo te prescribo hoy, para que seas feliz, tú y tus hijos después de ti, y prolongues tus días en el suelo que Yahveh tu Dios te da para siempre.

  • Salmo responsorial

    Salmo 77:12-16, 21
    12 Me acuerdo de las gestas de Yahveh, sí, recuerdo tus antiguas maravillas,
    13 medito en toda tu obra, en tus hazañas reflexiono.
    14 ¡Oh Dios, santos son tus caminos! ¿Qué dios hay grande como Dios?
    15 Tú, el Dios que obras maravillas, manifestate tu poder entre los pueblos;
    16 con tu brazo a tu pueblo rescataste, a los hijos de Jacob y de José..
    21 Tú guiaste a tu pueblo cual rebaño por la mano de Moisés y de Aarón.

  • Evangelio

    Marcos 9:2-10
    2 Seis días después, toma Jesús consigo a Pedro, Santiago y Juan, y los lleva, a ellos solos, aparte, a un monte alto. Y se transfiguró delante de ellos,
    3 y sus vestidos se volvieron resplandecientes, muy blancos, tanto que ningún batanero en la tierra sería capaz de blanquearlos de ese modo.
    4 Se les aparecieron Elías y Moisés, y conversaban con Jesús.
    5 Toma la palabra Pedro y dice a Jesús: «Rabbí, bueno es estarnos aquí. Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías»;
    6 - pues no sabía qué responder ya que estaban atemorizados -.
    7 Entonces se formó una nube que les cubrió con su sombra, y vino una voz desde la nube: «Este es mi Hijo amado, escuchadle.»
    8 Y de pronto, mirando en derredor, ya no vieron a nadie más que a Jesús solo con ellos.
    9 Y cuando bajaban del monte les ordenó que a nadie contasen lo que habían visto hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos.
    10 Ellos observaron esta recomendación, discutiendo entre sí qué era eso de «resucitar de entre los muertos.»

jueves, 5 de agosto de 2021

Lecturas 5 de Agosto de 2021

 

Lecturas del día:

    Primera opción

  • Primera lectura

    Números 20:1-13
    1 Los israelitas, toda la comunidad, llegaron al desierto de Sin el mes primero, y se quedó todo el pueblo en Cadés. Allí murió María y allí la enterraron.
    2 No había agua para la comunidad, por lo que se amotinaron contra Moisés y contra Aarón.
    3 El pueblo protestó contra Moisés, diciéndole: «Ojalá hubiéramos perecido igual que perecieron nuestros hermanos delante de Yahveh.
    4 ¿Por qué habéis traído la asamblea de Yahveh a este desierto, para que muramos en él nosotros y nuestros ganados?
    5 ¿Por qué nos habéis subido de Egipto, para traernos a este lugar pésimo: un lugar donde no hay sembrado, ni higuera, ni viña, ni ganado, y donde no hay ni agua para beber?»
    6 Moisés y Aarón dejaron la asamblea, se fueron a la entrada de la Tienda del Encuentro, y cayeron rostro en tierra. Y se les apareció la gloria de Yahveh.
    7 Yahveh habló con Moisés y le dijo:
    8 «Toma la vara y reúne a la comunidad, tú con tu hermano Aarón. Hablad luego a la peña en presencia de ellos, y ella dará sus aguas. Harás brotar para ellos agua de la peña, y darás de beber a la comunidad y a sus ganados.»
    9 Tomó Moisés la vara de la presencia de Yahveh como se lo había mandado.
    10 Convocaron Moisés y Aarón la asamblea ante la peña y él les dijo: «Escuchadme, rebeldes. ¿Haremos brotar de esta peña agua para vosotros?»
    11 Y Moisés alzó la mano y golpeó la peña con su vara dos veces. El agua brotó en abundancia, y bebió la comunidad y su ganado.
    12 Dijo Yahveh a Moisés y Aarón: «Por no haber confiado en mí, honrándome ante los israelitas, os aseguro que no guiaréis a esta asamblea hasta la tierra que les he dado.»
    13 Estas son las aguas de Meribá, donde protestaron los israelitas contra Yahveh, y con las que él manifestó su santidad.

  • Salmo responsorial

    Salmo 95:1-2, 6-9
    1 Venid, cantemos gozosos a Yahveh, aclamemos a la Roca de nuestra salvación;
    2 con acciones de gracias vayamos ante él, aclamémosle con salmos.
    6 Entrad, adoremos, prosternémonos, ¡de rodillas ante Yahveh que nos ha hecho!
    7 Porque él es nuestro Dios, y nosotros el pueblo de su pasto, el rebaño de su mano. ¡Oh, si escucharais hoy su voz!:
    8 «No endurezcáis vuestro corazón como en Meribá, como el día de Massá en el desierto,
    9 donde me pusieron a prueba vuestros padres, me tentaron aunque habían visto mi obra.

  • Evangelio

    Mateo 16:13-23
    13 Llegado Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?»
    14 Ellos dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías, otros, que Jeremías o uno de los profetas.»
    15 Díceles él: «Y vosotros ¿quién decís que soy yo?»
    16 Simón Pedro contestó: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo.»
    17 Replicando Jesús le dijo: «Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
    18 Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.
    19 A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos.»
    20 Entonces mandó a sus discípulos que no dijesen a nadie que él era el Cristo.
    21 Desde entonces comenzó Jesús a manifestar a sus discípulos que él debía ir a Jerusalén y sufrir mucho de parte de los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, y ser matado y resucitar al tercer día.
    22 Tomándole aparte Pedro, se puso a reprenderle diciendo: «¡Lejos de ti, Señor! ¡De ningún modo te sucederá eso!»
    23 Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: «¡Quítate de mi vista, Satanás! ¡Escándalo eres para mí, porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres!

  • Segunda opción

  • Primera lectura

    Apocalipsis 21:1-5
    1 Luego vi un cielo nuevo y una tierra nueva - porque el primer cielo y la primera tierra desaparecieron, y el mar no existe ya.
    2 Y vi la Ciudad Santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, de junto a Dios, engalanada como una novia ataviada para su esposo.
    3 Y oí una fuerte voz que decía desde el trono: «Esta es la morada de Dios con los hombres. Pondrá su morada entre ellos y ellos serán su pueblo y él Dios - con - ellos, será su Dios.
    4 Y enjugará toda lágrima de sus ojos, y no habrá ya muerte ni habrá llanto, ni gritos ni fatigas, porque el mundo viejo ha pasado.»
    5 Entonces dijo el que está sentado en el trono: «Mira que hago un mundo nuevo.» Y añadió: «Escribe: Estas son palabras ciertas y verdaderas.»

  • Salmo responsorial

    Judit 13:18-19
    18 Ozías dijo a Judit: «¡Bendita seas, hija del Dios Altísimo más que todas las mujeres de la tierra! Y bendito sea Dios, el Señor, Creador del cielo y de la tierra, que te ha guiado para cortar la cabeza del jefe de nuestros enemigos.
    19 Jamás tu confianza faltará en el corazón de los hombres que recordarán la fuerza de Dios eternamente.

  • Evangelio

    Lucas 11:27-28
    27 Sucedió que, estando él diciendo estas cosas, alzó la voz una mujer de entre la gente, y dijo: «¡Dichoso el seno que te llevó y los pechos que te criaron!»
    28 Pero él dijo: «Dichosos más bien los que oyen la Palabra de Dios y la guardan.»

miércoles, 4 de agosto de 2021

Lecturas 4 de Agosto de 2021

 

Lecturas del día:

    Primera opción

  • Primera lectura

    Números 13:1-2, 25--14:1, 26-29, 34-35
    1 Yahveh habló a Moisés y le dijo:
    2 «Envía algunos hombres, uno por cada tribu paterna, para que exploren la tierra de Canaán que voy a dar a los israelitas. Que sean todos principales entre ellos.»
    25 Al cabo de cuarenta días volvieron de explorar la tierra.
    26 Fueron y se presentaron a Moisés, a Aarón y a toda la comunidad de los israelitas, en el desierto de Parán, en Cadés. Les hicieron una relación a ellos y a toda la comunidad, y les mostraron los productos del país.
    27 Les contaron lo siguiente: «Fuimos al país al que nos enviaste, y en verdad que mana leche y miel; éstos son sus productos.
    28 Sólo que el pueblo que habita en el país es poderoso; las ciudades, fortificadas y muy grandes; hasta hemos visto allí descendientes de Anaq.
    29 El amalecita ocupa la región del Négueb; el hitita, el amorreo y el jebuseo ocupan la montaña; el cananeo, la orilla del mar y la ribera del Jordán.»
    30 Caleb acalló al pueblo delante de Moisés, diciendo: «Subamos, y conquistaremos el país, porque sin duda podremos con él.»
    31 Pero los hombres que habían ido con él dijeron: «No podemos subir contra ese pueblo, porque es más fuerte que nosotros.»
    32 Y empezaron a hablar mal a los israelitas del país que habían explorado, diciendo: «El país que hemos recorrido y explorado es un país que devora a sus propios habitantes. Toda la gente que hemos visto allí es gente alta.
    33 Hemos visto también gigantes, hijos de Anaq, de la raza de los gigantes. Nosotros nos teníamos ante ellos como saltamontes, y eso mismo les parecíamos a ellos.»
    1 Entonces toda la comunidad alzó la voz y se puso a gritar; y la gente estuvo llorando aquella noche.

  • Salmo responsorial

    Salmo 106:6-7, 13-14, 21-23
    6 Hemos pecado como nuestros padres, hemos faltado, nos hemos hecho impíos;
    7 nuestros padres, en Egipto, no comprendieron tus prodigios. No se acordaron de tu inmenso amor, se rebelaron contra el Altísimo junto al mar de Suf.
    13 Mas pronto se olvidaron de sus obras, no tuvieron en cuenta su consejo;
    14 en el desierto ardían de avidez, a Dios tentaban en la estepa.
    21 Olvidaban a Dios que les salvaba, al autor de cosas grandes en Egipto,
    22 de prodigios en el país de Cam, de portentos en el mar de Suf.
    23 Hablaba ya de exterminarlos, si no es porque Moisés, su elegido, se mantuvo en la brecha en su presencia, para apartar su furor de destruirlos.

  • Evangelio

    Mateo 15:21-28
    21 Saliendo de allí Jesús se retiró hacia la región de Tiro y de Sidón.
    22 En esto, una mujer cananea, que había salido de aquel territorio, gritaba diciendo: «¡Ten piedad de mí, Señor, hijo de David! Mi hija está malamente endemoniada.»
    23 Pero él no le respondió palabra. Sus discípulos, acercándose, le rogaban: «Concédeselo, que viene gritando detrás de nosotros.»
    24 Respondió él: «No he sido enviado más que a las ovejas perdidas de la casa de Israel.»
    25 Ella, no obstante, vino a postrarse ante él y le dijo: «¡Señor, socórreme!»
    26 El respondió: «No está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perritos.»
    27 «Sí, Señor - repuso ella -, pero también los perritos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos.»
    28 Entonces Jesús le respondió: «Mujer, grande es tu fe; que te suceda como deseas.» Y desde aquel momento quedó curada su hija.

  • Segunda opción

  • Primera lectura

    Ezequiel 3:17-21
    17 «Hijo de hombre, yo te he puesto como centinela de la casa de Israel. Oirás de mi boca la palabra y les advertirás de mi parte.
    18 Cuando yo diga al malvado: "Vas a morir", si tú no le adviertes, si no hablas para advertir al malvado que abandone su mala conducta, a fin de que viva, él, el malvado, morirá por su culpa, pero de su sangre yo te pediré cuentas a ti.
    19 Si por el contrario adviertes al malvado y él no se aparta de su maldad y de su mala conducta, morirá él por su culpa, pero tú habrás salvado tu vida.
    20 Cuando el justo se aparte de su justicia para cometer injusticia, yo pondré un obstáculo ante él y morirá; por no haberle advertido tú, morirá él por su pecado y no se recordará la justicia que había practicado, pero de su sangre yo te pediré cuentas a ti.
    21 Si por el contrario adviertes al justo que no peque, y él no peca, vivirá él por haber sido advertido, y tú habrás salvado tu vida.»

  • Salmo responsorial

    Salmo 117:1-2
    1 ¡Alabad a Yahveh, todas las naciones, celebradle, pueblos todos!
    2 Porque es fuerte su amor hacia nosotros, la verdad de Yahveh dura por siempre.

  • Evangelio

    Mateo 9:35--10:1
    35 Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena Nueva del Reino y sanando todo enfermedad y toda dolencia.
    36 Y al ver a la muchedumbre, sintió compasión de ella, porque estaban vejados y abatidos como ovejas que no tienen pastor.
    37 Entonces dice a sus discípulos: «La mies es mucha y los obreros pocos.
    38 Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies.»
    1 Y llamando a sus doce discípulos, les dio poder sobre los espíritus inmundos para expulsarlos, y para curar toda enfermedad y toda dolencia.

martes, 3 de agosto de 2021

Lecturas 3 de Agosto de 2021

 

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Números 12:1-13
    1 María y Aarón murmuraron contra Moisés por causa de la mujer kusita que había tomado por esposa: por haberse casado con una kusita.
    2 Decían: «¿Es que Yahveh no ha hablado más que con Moisés? ¿No ha hablado también con nosotros?» Y Yahveh lo oyó.
    3 Moisés era un hombre muy humilde, más que hombre alguno sobre la haz de la tierra.
    4 De improviso, Yahveh dijo a Moisés, a Aarón y a María: «Salid los tres a la Tienda del Encuentro.» Y salieron los tres.
    5 Bajó Yahveh en la columna de Nube y se quedó a la puerta de la Tienda. Llamó a Aarón y a María y se adelantaron los dos.
    6 Dijo Yahveh: «Escuchad mis palabras: Si hay entre vosotros un profeta, en visión me revelo a él, y hablo con él en sueños.
    7 No así con mi siervo Moisés: él es de toda confianza en mi casa;
    8 boca a boca hablo con él, abiertamente y no enigmas, y contempla la imagen de Yahveh. ¿Por qué, pues, habéis osado hablar contra mi siervo Moisés?»
    9 Y se encendió la ira de Yahveh contra ellos. Cuando se marchó,
    10 y la Nube se retiró de encima de la Tienda, he aquí que María estaba leprosa, blanca como la nieve. Aarón se volvió hacia María y vio que estaba leprosa.
    11 Y dijo Aarón a Moisés: «Perdón, Señor mío, no cargues sobre nosotros el pecado que neciamente hemos cometido.
    12 Por favor, que no sea ella como quien nace muerto del seno de su madre, con la carne medio consumida.»
    13 Moisés clamó a Yahveh diciendo: «Oh Dios, cúrala, por favor.»

  • Salmo responsorial

    Salmo 51:3-7, 12-13
    3 Tenme piedad, oh Dios, según tu amor, por tu inmensa ternura borra mi delito,
    4 lávame a fondo de mi culpa, y de mi pecado purifícame.
    5 Pues mi delito yo lo reconozco, mi pecado sin cesar está ante mí;
    6 contra ti, contra ti solo he pecado, lo malo a tus ojos cometí. Por que aparezca tu justicia cuando hablas y tu victoria cuando juzgas.
    7 Mira que en culpa ya nací, pecador me concibió mi madre.
    12 Crea en mí, oh Dios, un puro corazón, un espíritu firme dentro de mí renueva;
    13 no me rechaces lejos de tu rostro, no retires de mí tu santo espíritu.

  • Evangelio

    Mateo 14:22-36
    22 Inmediatamente obligó a los discípulos a subir a la barca y a ir por delante de él a la otra orilla, mientras él despedía a la gente.
    23 Después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar; al atardecer estaba solo allí.
    24 La barca se hallaba ya distante de la tierra muchos estadios, zarandeada por las olas, pues el viento era contrario.
    25 Y a la cuarta vigilia de la noche vino él hacia ellos, caminando sobre el mar.
    26 Los discípulos, viéndole caminar sobre el mar, se turbaron y decían: «Es un fantasma», y de miedo se pusieron a gritar.
    27 Pero al instante les habló Jesús diciendo: «¡Animo!, que soy yo; no temáis.»
    28 Pedro le respondió: «Señor, si eres tú, mándame ir donde ti sobre las aguas.»
    29 «¡Ven!», le dijo. Bajó Pedro de la barca y se puso a caminar sobre las aguas, yendo hacia Jesús.
    30 Pero, viendo la violencia del viento, le entró miedo y, como comenzara a hundirse, gritó: «¡Señor, sálvame!»
    31 Al punto Jesús, tendiendo la mano, le agarró y le dice: «Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?»
    32 Subieron a la barca y amainó el viento.
    33 Y los que estaban en la barca se postraron ante él diciendo: «Verdaderamente eres Hijo de Dios.»
    34 Terminada la travesía, llegaron a tierra en Genesaret.
    35 Los hombres de aquel lugar, apenas le reconocieron, pregonaron la noticia por toda aquella comarca y le presentaron todos los enfermos.
    36 Le pedían que tocaran siquiera la orla de su manto; y cuantos la tocaron quedaron salvados.

    O también:

    Mateo 15:1-2, 10-14
    1 Entonces se acercan a Jesús algunos fariseos y escribas venidos de Jerusalén, y le dicen:
    2 «¿Por qué tus discípulos traspasan la tradición de los antepasados?; pues no se lavan las manos a la hora de comer.»
    10 Luego llamó a la gente y les dijo: «Oíd y entended.
    11 No es lo que entra en la boca lo que contamina al hombre; sino lo que sale de la boca, eso es lo que contamina al hombre.»
    12 Entonces se acercan los discípulos y le dicen: «¿Sabes que los fariseos se han escandalizado al oír tu palabra?»
    13 El les respondió: «Toda planta que no haya plantado mi Padre celestial será arrancada de raíz.
    14 Dejadlos: son ciegos que guían a ciegos. Y si un ciego guía a otro ciego, los dos caerán en el hoyo.»

lunes, 2 de agosto de 2021

Lecturas 2 de Agosto de 2021

 

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Eclesiástico 24:1-4, 16, 22-24
    1 La sabiduría hace su propio elogio, en medio de su pueblo, se gloría.
    2 En la asamblea del Altísimo abre su boca, delante de su poder se gloría.
    3 «Yo salí de la boca del Altísimo, y cubrí como niebla la tierra.
    4 Yo levanté mi tienda en las alturas, y mi trono era una columna de nube.
    16 Cual terebinto he alargado mis ramas, y mis ramas son ramas de gloria y de gracia.
    22 Quien me obedece a mí, no queda avergonzado, los que en mí se ejercitan, no llegan a pecar.»
    23 Todo esto es el libro de la alianza del Dios Altísimo, la Ley que nos prescribió Moisés como herencia para las asambleas de Jacob;

  • Salmo responsorial

    Salmo 34:5, 7, 9-10, 18-19
    5 He buscado a Yahveh, y me ha respondido: me ha librado de todos mis temores.
    7 Cuando el pobre grita, Yahveh oye, y le salva de todas sus angustias.
    9 Gustad y ved qué bueno es Yahveh, dichoso el hombre que se cobija en él.
    10 Temed a Yahveh vosotros, santos suyos, que a quienes le temen no les falta nada.
    18 Cuando gritan aquéllos, Yahveh oye, y los libra de todas sus angustias;
    19 Yahveh está cerca de los que tienen roto el corazón. él salva a los espíritus hundidos.

  • Segunda lectura

    Gálatas 4:3-7
    3 De igual manera, también nosotros, cuando éramos menores de edad, vivíamos como esclavos bajo los elementos del mundo.
    4 Pero, al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley,
    5 para rescatar a los que se hallaban bajo la ley, y para que recibiéramos la filiación adoptiva.
    6 La prueba de que sois hijos es que Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama: ¡Abbá, Padre!
    7 De modo que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero por voluntad de Dios.

  • Evangelio

    Lucas 1:26-33
    26 Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret,
    27 a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.
    28 Y entrando, le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.»
    29 Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría aquel saludo.
    30 El ángel le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios;
    31 vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús.
    32 El será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre;
    33 reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin.»