Lecturas del día:
Primera lectura
Eclesiástico 24:1-4, 16, 22-241 La sabiduría hace su propio elogio, en medio de su pueblo, se gloría.2 En la asamblea del Altísimo abre su boca, delante de su poder se gloría.3 «Yo salí de la boca del Altísimo, y cubrí como niebla la tierra.4 Yo levanté mi tienda en las alturas, y mi trono era una columna de nube.16 Cual terebinto he alargado mis ramas, y mis ramas son ramas de gloria y de gracia.22 Quien me obedece a mí, no queda avergonzado, los que en mí se ejercitan, no llegan a pecar.»23 Todo esto es el libro de la alianza del Dios Altísimo, la Ley que nos prescribió Moisés como herencia para las asambleas de Jacob;Salmo responsorial
Salmo 34:5, 7, 9-10, 18-195 He buscado a Yahveh, y me ha respondido: me ha librado de todos mis temores.7 Cuando el pobre grita, Yahveh oye, y le salva de todas sus angustias.9 Gustad y ved qué bueno es Yahveh, dichoso el hombre que se cobija en él.10 Temed a Yahveh vosotros, santos suyos, que a quienes le temen no les falta nada.18 Cuando gritan aquéllos, Yahveh oye, y los libra de todas sus angustias;19 Yahveh está cerca de los que tienen roto el corazón. él salva a los espíritus hundidos.Segunda lectura
Gálatas 4:3-73 De igual manera, también nosotros, cuando éramos menores de edad, vivíamos como esclavos bajo los elementos del mundo.4 Pero, al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley,5 para rescatar a los que se hallaban bajo la ley, y para que recibiéramos la filiación adoptiva.6 La prueba de que sois hijos es que Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama: ¡Abbá, Padre!7 De modo que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero por voluntad de Dios.Evangelio
Lucas 1:26-3326 Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret,27 a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.28 Y entrando, le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.»29 Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría aquel saludo.30 El ángel le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios;31 vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús.32 El será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre;33 reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin.»
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