sábado, 29 de abril de 2017

Evangelio 29 de Abril de 2017

Color: Blanco

Santos:

Lecturas del día:

    Primera opción

  • Primera lectura

    Hechos 6:1-7
    1 Por aquellos días, al multiplicarse los discípulos, hubo quejas de los helenistas contra los hebreos, porque sus viudas eran desatendidas en la asistencia cotidiana.
    2 Los Doce convocaron la asamblea de los discípulos y dijeron: «No parece bien que nosotros abandonemos la Palabra de Dios por servir a las mesas.
    3 Por tanto, hermanos, buscad de entre vosotros a siete hombres, de buena fama, llenos de Espíritu y de sabiduría, y los pondremos al frente de este cargo;
    4 mientras que nosotros nos dedicaremos a la oración y al ministerio de la Palabra.»
    5 Pareció bien la propuesta a toda la asamblea y escogieron a Esteban, hombre lleno de fe y de Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Pármenas y a Nicolás, prosélito de Antioquía;
    6 los presentaron a los apóstoles y, habiendo hecho oración, les impusieron las manos.
    7 La Palabra de Dios iba creciendo; en Jerusalén se multiplicó considerablemente el número de los discípulos, y multitud de sacerdotes iban aceptando la fe.
  • Salmo responsorial

    Salmo 33:1-2, 4-5, 18-19
    1 ¡Gritad de júbilo, justos, por Yahveh!, de los rectos es propia la alabanza;
    2 ¡dad gracias a Yahveh con la cítara, salmodiad para él al arpa de diez cuerdas;
    4 Pues recta es la palabra de Yahveh, toda su obra fundada en la verdad;
    5 él ama la justicia y el derecho, del amor de Yahveh está llena la tierra.
    18 Los ojos de Yahveh están sobre quienes le temen, sobre los que esperan en su amor,
    19 para librar su alma de la muerte, y sostener su vida en la penuria.
  • Evangelio

    Juan 6:16-21
    16 Al atardecer, bajaron sus discípulos a la orilla del mar,
    17 y subiendo a una barca, se dirigían al otro lado del mar, a Cafarnaúm. Había ya oscurecido, y Jesús todavía no había venido donde ellos;
    18 soplaba un fuerte viento y el mar comenzó a encresparse.
    19 Cuando habían remado unos veinticinco o treinta estadios, ven a Jesús que caminaba sobre el mar y se acercaba a la barca, y tuvieron miedo.
    20 Pero él les dijo: «Soy yo. No temáis.»
    21 Quisieron recogerle en la barca, pero en seguida la barca tocó tierra en el lugar a donde se dirigían.
  • Segunda opción

  • Primera lectura

    I Juan 1:5--2:2
    5 Y este es el mensaje que hemos oído de él y que os anunciamos: Dios es Luz, en él no hay tiniebla alguna.
    6 Si decimos que estamos en comunión con él, y caminamos en tinieblas, mentimos y no obramos la verdad.
    7 Pero si caminamos en la luz, como él mismo está en la luz, estamos en comunión unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús nos purifica de todo pecado.
    8 Si decimos: «No tenemos pecado», nos engañamos y la verdad no está en nosotros.
    9 Si reconocemos nuestros pecados, fiel y justo es él para perdonarnos los pecados y purificarnos de toda injusticia.
    10 Si decimos: «No hemos pecado», le hacemos mentiroso y su Palabra no está en nosotros.
    1 Hijos míos, os escribo esto para que no pequéis. Pero si alguno peca, tenemos a uno que abogue ante el Padre: a Jesucristo, el Justo.
    2 El es víctima de propiciación por nuestros pecados, no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo entero.
  • Salmo responsorial

    Salmo 103:1-4, 8-9, 13-14, 17-18
    1 De David. Bendice a Yahveh, alma mía, del fondo de mi ser, su santo nombre,
    2 bendice a Yahveh, alma mía, no olvides sus muchos beneficios.
    3 El, que todas tus culpas perdona, que cura todas tus dolencias,
    4 rescata tu vida de la fosa, te corona de amor y de ternura,
    8 Clemente y compasivo es Yahveh, tardo a la cólera y lleno de amor;
    9 no se querella eternamente ni para siempre guarda su rencor;
    13 Cual la ternura de un padre para con sus hijos, así de tierno es Yahveh para quienes le temen;
    14 que él sabe de qué estamos plasmados, se acuerda de que somos polvo.
    17 Mas el amor de Yahveh desde siempre hasta siempre para los que le temen, y su justicia para los hijos de sus hijos,
    18 para aquellos que guardan su alianza, y se acuerdan de cumplir sus mandatos.
  • Evangelio

    Mateo 11:25-30
    25 En aquel tiempo, tomando Jesús la palabra, dijo: «Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a pequeños.
    26 Sí, Padre, pues tal ha sido tu beneplácito.
    27 Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce bien al Hijo sino el Padre, ni al Padre le conoce bien nadie sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
    28 «Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso.
    29 Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas.
    30 Porque mi yugo es suave y mi carga ligera.»

Evangelio meditado

Una pequeña barca en medio de la tormenta
Juan 6, 16-21. II Sábado de Pascua.


Por: H. Balam Loza, LC | Fuente: www.missionkits.org 




En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
"Alaba mi alma la grandeza del Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador porque ha puesto los ojos en la pequeñez de su esclava (…) porque ha hecho en mi favor cosas grandes el poderoso". Con María quiero alabarte, Señor. Todo lo que tengo y todo lo que soy te lo debo a Ti y por eso vengo a agradecerte y te bendigo con todo mi corazón en este rato de oración.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Juan 6, 16-21
Al atardecer del día de la multiplicación de los panes, los discípulos de Jesús bajaron al lago, se embarcaron y empezaron a atravesar hacia Cafarnaúm. Ya había caído la noche y Jesús todavía no los había alcanzado. Soplaba un viento fuerte y las aguas del lago se iban encrespando.
Cuando habían avanzado unos cinco o seis kilómetros, vieron a Jesús caminando sobre las aguas, acercándose a la barca, y se asustaron. Pero él les dijo: "Soy yo, no tengan miedo". Ellos quisieron recogerlo a bordo y rápidamente la barca tocó tierra en el lugar a donde se dirigían.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
Pensemos en una pequeña barca, en la noche, en medio de una tormenta, con pescadores que remaban con todas sus fuerza, aun estando el viento en su contra. Y pensemos que vamos nosotros dentro. En ello va nuestra vida, en dejarnos llevar o en luchar. ¡Qué impotencia! Qué ganas tendríamos de hacer las cosas rápido y llegar al otro lado sin problemas y con un sol primaveral. Pero no, la vida del cristiano se caracteriza por dos cosas, la lucha y el dejarse llevar. Tal vez contradictorias pero no del todo.
Veamos a María. Su vida fue una muestra de estas dos actitudes. Por un lado la lucha. No me puedo imaginar a la Virgen indiferente, a una mujer que ante los problemas quedaba inmóvil. Más bien pienso que María ponía todo su esfuerzo en cumplir la voluntad de Dios, aunque a veces fuese difícil, e incluso el viento y la tormenta fuesen contrarias. Pienso, por ejemplo, en María yendo a Egipto, en la madrugada, con un pequeño entre sus brazos y sin comprender nada ¡Qué fortaleza! O al pie de la cruz, cuando todo era oscuro y no veía nada ¡Qué fidelidad y perseverancia!
Por otro lado, María se sabía pequeña y reconocía que era débil. Conocía su pequeña barca y por eso sabía ser dócil a la Voluntad de Dios. Sabía que no podía sola y que necesitaba del auxilio divino. Y Dios era su fortaleza, fue Él quien la sostuvo al pie de la cruz y quien la condujo en medio de la oscuridad. Fue Él quien la llevó a puerto y la sostuvo.
El cristiano no va solo. A veces puede pensar que rema a contra corriente y que, por más que luche, el mantenerse en el camino parece un reto imposible. Pero no es así. Si por un lado tenemos que poner todo lo que está de nuestra parte, tenemos que aprender a dejarnos llevar por Espíritu Santo que nos indica el camino que hay que seguir en medio de la noche. Si bien somos débiles, pequeños y frágiles es justo eso el testimonio del poder de Dios. Porque llevamos un "tesoro en vasijas de barro, para que se vea que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no de nosotros" (2 Corintios 4, 7).
"El gran anuncio de la Resurrección infunde en el corazón de los creyentes una íntima alegría y una esperanza invencibles. ¡Cristo ha verdaderamente resucitado! También hoy la Iglesia sigue haciendo resonar este anuncio gozoso: la alegría y la esperanza siguen reflejándose en los corazones, en los rostros, en los gestos, en las palabras. Todos nosotros cristianos estamos llamados a comunicar este mensaje de resurrección a quienes encontramos, especialmente a quien sufre, a quien está solo, a quien se encuentra en condiciones precarias, a los enfermos, los refugiados, los marginados. A todos hagamos llegar un rayo de la luz de Cristo resucitado, un signo de su poder misericordioso."
(Homilía de S.S. Francisco, 10 de abril de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy, Señor, voy rezar un rosario con mi familia para agradecer tu ayuda a lo largo de este mes.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

viernes, 28 de abril de 2017

Evangelio 28 de Abril de 2017

Color: Blanco

Santos:

Lecturas del día:

    Primera opción

  • Primera lectura

    Hechos 5:34-42
    34 Entonces un fariseo llamado Gamaliel, doctor de la ley, con prestigio ante todo el pueblo, se levantó en el Sanedrín. Mandó que se hiciera salir un momento a aquellos hombres,
    35 y les dijo: «Israelitas, mirad bien lo que vais a hacer con estos hombres.
    36 Porque hace algún tiempo se levantó Teudas, que pretendía ser alguien y que reunió a su alrededor unos cuatrocientos hombres; fue muerto y todos los que le seguían se disgregaron y quedaron en nada.
    37 Después de éste, en los días del empadronamiento, se levantó Judas el Galileo, que arrastró al pueblo en pos de sí; también éste pereció y todos los que le habían seguido se dispersaron.
    38 Os digo, pues, ahora: desentendeos de estos hombres y dejadlos. Porque si esta idea o esta obra es de los hombres, se destruirá;
    39 pero si es de Dios, no conseguiréis destruirles. No sea que os encontréis luchando contra Dios.» Y aceptaron su parecer.
    40 Entonces llamaron a los apóstoles; y, después de haberles azotado, les intimaron que no hablasen en nombre de Jesús. Y les dejaron libres.
    41 Ellos marcharon de la presencia del Sanedrín contentos por haber sido considerados dignos de sufrir ultrajes por el Nombre.
    42 Y no cesaban de enseñar y de anunciar la Buena Nueva de Cristo Jesús cada día en el Templo y por las casas.
  • Salmo responsorial

    Salmo 27:1, 4, 13-14
    1 Yahveh es mi luz y mi salvación, ¿a quién he de temer? Yahveh, el refugio de mi vida, ¿por quién he de temblar?
    4 Una cosa he pedido a Yahveh, una cosa estoy buscando: morar en la Casa de Yahveh, todos los días de mi vida, para gustar la dulzura de Yahveh y cuidar de su Templo.
    13 ¡Ay, si estuviera seguro de ver la bondad de Yahveh en la tierra de los vivos!
    14 Espera en Yahveh, ten valor y firme corazón, espera en Yahveh.
  • Evangelio

    Juan 6:1-15
    1 Después de esto, se fue Jesús a la otra ribera del mar de Galilea, el de Tiberíades,
    2 y mucha gente le seguía porque veían las señales que realizaba en los enfermos.
    3 Subió Jesús al monte y se sentó allí en compañía de sus discípulos.
    4 Estaba próxima la Pascua, la fiesta de los judíos.
    5 Al levantar Jesús los ojos y ver que venía hacia él mucha gente, dice a Felipe: «¿Donde vamos a comprar panes para que coman éstos?»
    6 Se lo decía para probarle, porque él sabía lo que iba a hacer.
    7 Felipe le contestó: «Doscientos denarios de pan no bastan para que cada uno tome un poco.»
    8 Le dice uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro:
    9 «Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿qué es eso para tantos?»
    10 Dijo Jesús: «Haced que se recueste la gente.» Había en el lugar mucha hierba. Se recostaron, pues, los hombres en número de unos 5.000.
    11 Tomó entonces Jesús los panes y, después de dar gracias, los repartió entre los que estaban recostados y lo mismo los peces, todo lo que quisieron.
    12 Cuando se saciaron, dice a sus discípulos: «Recoged los trozos sobrantes para que nada se pierda.»
    13 Los recogieron, pues, y llenaron doce canastos con los trozos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido.
    14 Al ver la gente la señal que había realizado, decía: «Este es verdaderamente el profeta que iba a venir al mundo.»
    15 Dándose cuenta Jesús de que intentaban venir a tomarle por la fuerza para hacerle rey, huyó de nuevo al monte él solo.
  • Segunda opción

  • Primera lectura

    I Corintios 1:18-25
    18 Pues la predicación de la cruz es una necedad para los que se pierden; mas para los que se salvan - para nosotros - es fuerza de Dios.
    19 Porque dice la Escritura: Destruiré la sabiduría de los sabios, e inutilizaré la inteligencia de los inteligentes.
    20 ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde el docto? ¿Dónde el sofista de este mundo? ¿Acaso no entondeció Dios la sabiduría del mundo?
    21 De hecho, como el mundo mediante su propia sabiduría no conoció a Dios en su divina sabiduría, quiso Dios salvar a los creyentes mediante la necedad de la predicación.
    22 Así, mientras los judíos piden señales y los griegos buscan sabiduría,
    23 nosotros predicamos a un Cristo crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los gentiles;
    24 mas para los llamados, lo mismo judíos que griegos, un Cristo, fuerza de Dios y sabiduría de Dios.
    25 Porque la necedad divina es más sabia que la sabiduría de los hombres, y la debilidad divina, más fuerte que la fuerza de los hombres.
  • Salmo responsorial

    Salmo 40:2, 4, 7-10
    2 En Yahveh puse toda mi esperanza, él se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor.
    4 Puso en mi boca un canto nuevo, una alabanza a nuestro Dios; muchos verán y temerán, y en Yahveh tendrán confianza.
    7 Ni sacrificio ni oblación querías, pero el oído me has abierto; no pedías holocaustos ni víctimas,
    8 dije entonces: Heme aquí, que vengo. Se me ha prescrito en el rollo del libro
    9 hacer tu voluntad. Oh Dios mío, en tu ley me complazco en el fondo de mi ser.
    10 He publicado la justicia en la gran asamblea; mira, no he contenido mis labios, tú lo sabes, Yahveh.
  • Evangelio

    Mateo 28:16-20
    16 Por su parte, los once discípulos marcharon a Galilea, al monte que Jesús les había indicado.
    17 Y al verle le adoraron; algunos sin embargo dudaron.
    18 Jesús se acercó a ellos y les habló así: «Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra.
    19 Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,
    20 y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.»

Evangelio meditado

Deja que Dios sea Dios en tu vida
San Juan 6, 1-15. II Viernes de Pascua.


Por: H. Rubén Tornero, LC | Fuente: www.missionkits.org 




En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Jesús, te agradezco de todo corazón este momento de intimidad que me regalas. Quiero estar contigo. Te necesito.
Creo en Ti, pero dame Tú la fe que me hace falta. Soy pequeño y débil. Me cuesta aceptar todo aquello que no pasa por la pequeña ranura de mi mente. ¡Ayúdame a creer más en Ti y tus palabras!


Confío en Ti, pero mi esperanza es todavía muy pequeña. ¡Ayúdame a confiar cada día más!
Quiero abandonarme a tus manos providentes.
Te amo y Tú lo sabes. Sin embargo, mi amor es muy débil y pequeño. Te suplico que me ayudes a participar del infinito amor que me tienes. Te necesito. ¡No me abandones!
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Juan 6, 1-15
En aquel tiempo, Jesús se fue a la otra orilla del mar de Galilea o lago de Tiberíades. Lo seguía mucha gente, porque habían visto los signos que hacía curando a los enfermos. Jesús subió al monte y se sentó allí con sus discípulos.
Estaba cerca la Pascua, festividad de los judíos. Viendo Jesús que mucha gente lo seguía, le dijo a Felipe: "¿Cómo compraremos pan para que coman éstos?". Le hizo esta pregunta para ponerlo a prueba, pues él bien sabía lo que iba a hacer. Felipe le respondió: "Ni doscientos denarios de pan bastarían para que a cada uno le tocara un pedazo de pan". Otro de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dijo: "Aquí hay un muchacho que trae cinco panes de cebada y dos pescados. Pero, ¿qué es eso para tanta gente?". Jesús le respondió: "Díganle a la gente que se siente". En aquel lugar había mucha hierba. Todos, pues, se sentaron ahí; y tan sólo los hombres eran unos cinco mil.
Enseguida tomó Jesús los panes, y después de dar gracias a Dios, se los fue repartiendo a los que se habían sentado a comer. Igualmente les fue dando de los pescados todo lo que quisieron. Después de que todos se saciaron, dijo a sus discípulos: "Recojan los pedazos sobrantes, para que no se desperdicien". Los recogieron y con los pedazos que sobraron de los cinco panes llenaron doce canastos.
Entonces la gente, al ver el signo que Jesús había hecho, decía: "Este es, en verdad, el profeta que habría de venir al mundo". Pero Jesús, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró de nuevo a la montaña, él solo.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
Más de cinco mil hombres... dos pescados y tres peces. Te pregunto a ti, amada alma, ¿crees que puedo darles de comer a todos? Ya has leído el desarrollo de los hechos: todos comieron y sobraron doce canastos. Seguramente no es la primera vez que oyes o lees lo que aquel día hice en la rivera del Tiberíades, ¿qué te dice? ¿Qué piensas cuando escuchas este relato?
Probablemente se te viene en mente:"¡claro!, ¡eres Dios!, ¡Tú lo puedes todo!" Pero… ¿realmente lo crees? Mis discípulos no creyeron. Se preguntaban cómo conseguir pan para que todos alcanzaran por lo menos un pedazo. Ellos no creyeron…pero el muchacho sí. Quizá él ni se imaginaba que sus pobres cinco panes bastarían para más de cinco mil... ¡y que incluso sobraría! Probablemente su única intención era que yo y los míos más o menos comiéramos aunque él se quedase sin alimento. No le importó. Creyó que darme lo poco que tenía, era mejor que disfrutarlo solo. ¿Y tú?, ¿crees en mi poder? ¿Crees que cuando permito una situación difícil en tu vida, una enfermedad, un problema, cualquier cosa que te parezca mala, puedo sacar un bien de ello aunque tú en el momento no veas como lo haré? ¿Crees que puedo transformar tu vida?¿Crees que de ti, ¡DE TI!, con tus defectos, pecados, debilidades...con todo eso puedo hacer un santo? ¿Lo crees? Ese muchacho creyó en mí aunque no entendía. Me dejó actuar sobre sus panes y sus peces. ¡Me permitió ser Dios en su vida! Y tú, ¿me permitirás ser Dios en tu vida?
"Lamentarse no resuelve nada, pero podemos ofrecer ese poco que tenemos. Seguramente tenemos alguna hora de tiempo, algún talento, alguna capacidad… ¿Quién de nosotros no tiene sus "cinco panes y dos peces"? Si estamos dispuestos a ponerlos en las manos del Señor, bastarán para que en el mundo haya un poco más de amor, de paz, de justicia y de alegría.
¡Cuánto es necesaria la alegría en este mundo! Dios es capaz de multiplicar nuestros pequeños gestos de solidaridad y hacernos partícipes de su don."
(Homilía de S.S. Francisco, 26 de julio de 2015).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy voy a buscar escuchar lo que Dios me pide a lo largo del día y voy a luchar por dárselo.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

jueves, 27 de abril de 2017

Evangelio 27 de Abril de 2017

Color: Blanco

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Hechos 5:27-33
    27 Les trajeron, pues, y les presentaron en el Sanedrín. El Sumo Sacerdote les interrogó
    28 y les dijo: «Os prohibimos severamente enseñar en ese nombre, y sin embargo vosotros habéis llenado Jerusalén con vuestra doctrina y queréis hacer recaer sobre nosotros la sangre de ese hombre.»
    29 Pedro y los apóstoles contestarón: «Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres.
    30 El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús a quien vosotros disteis muerte colgándole de un madero.
    31 A éste le ha exaltado Dios con su diestra como Jefe y Salvador, para conceder a Israel la conversión y el perdón de los pecados.
    32 Nosotros somos testigos de estas cosas, y también el Espíritu Santo que ha dado Dios a los que le obedecen.»
    33 Ellos, al oír esto, se consumían de rabia y trataban de matarlos.
  • Salmo responsorial

    Salmo 34:2, 9, 17-20
    2 Bendeciré a Yahveh en todo tiempo, sin cesar en mi boca su alabanza;
    9 Gustad y ved qué bueno es Yahveh, dichoso el hombre que se cobija en él.
    17 el rostro de Yahveh contra los malhechores, para raer de la tierra su memoria.
    18 Cuando gritan aquéllos, Yahveh oye, y los libra de todas sus angustias;
    19 Yahveh está cerca de los que tienen roto el corazón. él salva a los espíritus hundidos.
    20 Muchas son las desgracias del justo, pero de todas le libera Yahveh;
  • Evangelio

    Juan 3:31-36
    31 El que viene de arriba está por encima de todos: el que es de la tierra, es de la tierra y habla de la tierra. El que viene del cielo,
    32 da testimonio de lo que ha visto y oído, y su testimonio nadie lo acepta.
    33 El que acepta su testimonio certifica que Dios es veraz.
    34 Porque aquel a quien Dios ha enviado habla las palabras de Dios, porque da el Espíritu sin medida.
    35 El Padre ama al Hijo y ha puesto todo en su mano.
    36 El que cree en el Hijo tiene vida eterna; el que rehúsa creer en el Hijo, no verá la vida, sino que la cólera de Dios permanece sobre él.»

Evangelio meditado

…Rendirme ante Dios
San Juan 3, 31-36. II Jueves de Pascua


Por: H. Adrián Olvera de la Cruz LC | Fuente: www.missionkits.org 




En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
¿Qué son mis días sin Ti, Señor? ¿Qué son mis alegrías… mis preocupaciones sin Ti, mi Dios?... ¿Qué soy yo sin Ti?...
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Juan 3, 31-36
"El que viene de lo alto está por encima de todos; pero el que viene de la tierra pertenece a la tierra y habla de las cosas de la tierra. El que viene del cielo está por encima de todos. Da testimonio de lo que ha visto y oído, pero nadie acepta su testimonio. El que acepta su testimonio certifica que Dios es veraz. Aquel a quien Dios envió habla las palabras de Dios, porque Dios le ha concedido sin medida su Espíritu.
El Padre ama a su Hijo y todo lo ha puesto en sus manos. El que cree en el Hijo tiene vida eterna. Pero el que es rebelde al Hijo no verá la vida, porque la cólera divina perdura en contra de él".
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
La vida muchas veces se nos presenta como un camino… Un camino que hay que recorrer. Un camino que es hermoso pero que también tiene sus sendas estrechas, con uno que otro obstáculo que hacen difícil el paso.
Mientras lo recorremos se nos dice que hay que luchar, que no hay que rendirse… que hay que seguir hasta el final. "Es una lucha… es un combate" -se nos dice. Es apasionante…, muchas veces dolorosa; muchas veces se torna cansada. Ésa es, en ocasiones, la filosofía de vida.
La vida con Dios, por otro lado, nos invita a hacer lo contrario… nos invita a rendirnos. No ante la vida, ni ante nosotros mismos…Nos invita a rendirnos ante Él mismo…rendirnos ante Dios.
Rendirse ante Dios es dejarlo entrar en la propia vida…. Rendirse ante Dios es dejar que Él guíe mi caminar; es vivir sabiendo que nos espera la eternidad.Rendirse ante Dios no significa dejar de luchar, muy al contrario, significa confiar en que sólo con Él puedo ganar.
Rendirse ante Dios es aceptar su testimonio; aceptar su palabra… aceptar su amor.
Rendirme ante Dios es ya no poner resistencia a lo que Él quiera hacer conmigo… Es confiar en que el camino de la vida sólo rindiéndose tiene sentido.
Hoy me rindo ante Ti, Señor.
"Por esto no tenemos más miedo: nuestra vida ya se ha salvado de la perdición. Nada ni nadie podrá arrancarnos de las manos de Jesús, porque nada ni nadie puede vencer su amor. ¡El amor de Jesús es invencible! El maligno, el gran enemigo de Dios y de sus criaturas, intenta de muchas maneras arrebatarnos la vida eterna. Pero el maligno no puede nada si nosotros no le abrimos las puertas de nuestra alma, siguiendo sus halagos engañosos."
(Homilía de S.S. Francisco, 17 de abril de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hacer un acto de caridad oculta como fruto de la contemplación del testimonio de amor de Jesucristo.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

miércoles, 26 de abril de 2017

Evangelio 26 de Abril de 2017

Color: Blanco

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Hechos 5:17-26
    17 Entonces se levantó el Sumo Sacerdote, y todos los suyos, los de la secta de los saduceos, y llenos de envidia,
    18 echaron mano a los apóstoles y les metieron en la cárcel pública.
    19 Pero el Angel del Señor, por la noche, abrió las puertas de la prisión, les sacó y les dijo:
    20 «Id, presentaos en el Templo y decid al pueblo todo lo referente a esta Vida.»
    21 Obedecieron, y al amanecer entraron en el Templo y se pusieron a enseñar. Llegó el Sumo Sacerdote con los suyos, convocaron el Sanedrín y todo el Senado de los hijos de Israel, y enviaron a buscarlos a la cárcel.
    22 Cuando llegaron allí los alguaciles, no los encontraron en la prisión; y volvieron a darles cuenta
    23 y les dijeron: «Hemos hallado la cárcel cuidadosamente cerrada y los guardias firmes ante las puertas; pero cuando abrimos, no encontramos a nadie dentro.»
    24 Cuando oyeron esto, tanto el jefe de la guardia del Templo como los sumos sacerdotes se preguntaban perplejos qué podía significar aquello.
    25 Se presentó entonces uno que les dijo: «Mirad, los hombres que pusisteis en prisión están en el Templo y enseñan al pueblo.»
    26 Entonces el jefe de la guardia marchó con los alguaciles y les trajo, pero sin violencia, porque tenían miedo de que el pueblo les apedrease.
  • Salmo responsorial

    Salmo 34:2-9
    2 Bendeciré a Yahveh en todo tiempo, sin cesar en mi boca su alabanza;
    3 en Yahveh mi alma se gloría, ¡óiganlo los humildes y se alegren!
    4 Engrandeced conmigo a Yahveh, ensalcemos su nombre todos juntos.
    5 He buscado a Yahveh, y me ha respondido: me ha librado de todos mis temores.
    6 Los que miran hacia él, refulgirán: no habrá sonrojo en su semblante.
    7 Cuando el pobre grita, Yahveh oye, y le salva de todas sus angustias.
    8 Acampa el ángel de Yahveh en torno a los que le temen y los libra.
    9 Gustad y ved qué bueno es Yahveh, dichoso el hombre que se cobija en él.
  • Evangelio

    Juan 3:16-21
    16 Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna.
    17 Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.
    18 El que creee en él, no es juzgado; pero el que no cree, ya está juzgado, porque no ha creído en el Nombre del Hijo único de Dios.
    19 Y el juicio está en que vino la luz al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.
    20 Pues todo el que obra el mal aborrece la luz y no va a la luz, para que no sean censuradas sus obras.
    21 Pero el que obra la verdad, va a la luz, para que quede de manifiesto que sus obras están hechas según Dios.»