sábado, 14 de octubre de 2017

Evangelio 14 de Octubre de 2017

Color: Blanco

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Joel 4:12-21
    12 «¡Despiértense y suban las naciones al Valle de Josafat! Que allí me sentaré yo para juzgar a todas las naciones circundantes.
    13 Meted la hoz, porque la mies está madura; venid, pisad, que el lagar está lleno, y las cavas rebosan, tan grande es su maldad.»
    14 ¡Multitudes y multitudes en el Valle de la Decisión! Porque está cerca el Día de Yahveh, en el Valle de la Decisión.
    15 El sol y la luna se oscurecen, las estrellas retraen su fulgor.
    16 Ruge Yahveh desde Sión, desde Jerusalén da su voz: ¡el cielo y la tierra se estremecen! Mas Yahveh será un refugio para su pueblo, una fortaleza para los hijos de Israel.
    17 «Sabréis entonces que yo soy Yahveh vuestro Dios, que habito en Sión, mi monte santo. Santa será Jerusalén, y los extranjeros no pasarán más por ella.»
    18 Sucederá aquel día que los montes destilarán vino y las colinas fluirán leche; por todas las torrenteras de Judá fluirán las aguas; y una fuente manará de la Casa de Yahveh que regará el valle de las Acacias.
    19 Egipto quedará hecho una desolación, Edom un desierto desolado, por su violencia contra los hijos de Judá, por haber derramado sangre inocente en su tierra.
    20 Pero Judá será habitada para siempre, y Jerusalén de edad en edad.
    21 «Yo vengaré su sangre, no la dejaré impune», y Yahveh morará en Sión.
  • Salmo responsorial

    Salmo 97:1-2, 5-6, 11-12
    1 ¡Reina Yahveh! ¡La tierra exulte, alégrense las islas numerosas!
    2 Nube y Bruma densa en torno a él, Justicia y Derecho, la base de su trono.
    5 Los montes como cera se derriten ante el Dueño de la tierra toda;
    6 los cielos anuncian su justicia, y todos los pueblos ven su gloria.
    11 La luz se alza para el justo, y para los de recto corazón la alegría.
    12 Justos, alegraos en Yahveh, celebrad su memoria sagrada.
  • Evangelio

    Lucas 11:27-28
    27 Sucedió que, estando él diciendo estas cosas, alzó la voz una mujer de entre la gente, y dijo: «¡Dichoso el seno que te llevó y los pechos que te criaron!»
    28 Pero él dijo: «Dichosos más bien los que oyen la Palabra de Dios y la guardan.»

Evangelio meditado

El silencio de Dios
Santo Evangelio según San Lucas 11, 27-28. Sábado XXVII del tiempo ordinario.


Por: H. Adrián Olvera, L.C. | Fuente: missionkits.org 




En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Quiero callar para, en el silencio, poder escucharte.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Lucas 11, 27-28
En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a la multitud, una mujer del pueblo, gritando, le dijo: "¡Dichosa la mujer que te llevó en su seno y cuyos pechos te amamantaron!" Pero Jesús le respondió: "Dichosos todavía más los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica".
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Ante la exaltación de una mujer de entre el gentío, Jesús, sin mucha introducción, aprovecha para dejarnos otra bienaventuranza: "Dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen".


Llama dichosos a los que escuchan y cumplen, es decir, llama dichosos a los que el amor no sólo es una teoría, sino un muy concreto estilo de vida.
Parecería una bienaventuranza muy sencilla, sin embargo, requiere mucha radicalidad pues el escuchar implica callar, requiere atención, exige silencio.
No se trata de un silencio meramente externo, se trata de un silencio ante las cosas superficiales de la vida, un silencio ante el ruido de los problemas sin importancia... un silencio que me permite conocerme y enfrentarme conmigo mismo… un silencio que me permite encontrarme con Dios.
Sólo en ese silencio es como puedo comenzar a distinguir la voz de Dios en mi vida; que me guía, que me consuela, que da seguridad a mis pasos ante los caminos de la vida.
Es en el silencio donde descubro lo que Dios quiere de mi vida y, por lo tanto, lo que más me hace feliz, lo que me hace más pleno… donde descubro la razón de mi existir.
"Dar la vida, tener espíritu de martirio es dar en el propio deber, en el silencio, en la oración, en el cumplimiento honesto del deber; en aquel silencio de la vida cotidiana; dar la vida poco a poco. Sí, como la da una madre que sin temor y con la simplicidad del martirio materno, concibe en su vientre a un hijo, lo da a la luz, lo amamanta, lo hace crecer y lo atiende con afecto. Es dar la vida. Y estas son las madres. Es martirio". Sí, ser madre no significa solamente traer un hijo al mundo, pero es también tomar una decisión de vida, la decisión de dar la vida.
(Homilía de S.S. Francisco, 7 de enero de 2015).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Ante el ruido de mi vida cotidiana, pediré al Señor la gracia del silencio interior para así poder escucharle.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

viernes, 13 de octubre de 2017

Evangelio 13 de Octubre de 2017

Color: Verde

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Joel 1:13-15; 2:1-2
    13 ¡Ceñíos y plañid, sacerdotes, gemid, ministros del altar; venid, pasad la noche en sayal, ministros de mi Dios, porque a la Casa de vuestro Dios se le ha negado oblación y libación!
    14 Promulgad un ayuno, llamad a concejo, reuníos, ancianos, y vosotros todos, habitantes de la tierra, en la Casa de Yahveh, vuestro Dios, y clamad a Yahveh:
    15 «¡Ay, el Día, que está cerca el Día de Yahveh, ya llega como devastación de Sadday!»
    1 ¡Tocad el cuerno en Sión, clamad en mi monte santo! ¡Tiemblen todos los habitantes del país, porque llega el Día de Yahveh, porque está cerca!
    2 ¡Día de tinieblas y de oscuridad, día de nublado y densa niebla! Como la aurora sobre los montes se despliega un pueblo numeroso y fuerte, como jamás hubo otro, ni lo habrá después de él en años de generación en generación.
  • Salmo responsorial

    Salmo 9:2-3, 6, 16, 8-9
    2 Te doy gracias, Yahveh, de todo corazón, cantaré todas tus maravillas;
    3 quiero alegrarme y exultar en ti, salmodiar a tu nombre, Altísimo.
    6 Has reprimido a las gentes, has perdido al impío, has borrado su nombre para siempre jamás;
    8 Yahveh se sienta para siempre, afianza para el juicio su trono;
    9 él juzga al orbe con justicia, a los pueblos con rectitud sentencia.
    16 Se hundieron los gentiles en la fosa que hicieron, en la red que ocultaron, su pie quedó prendido.
  • Evangelio

    Lucas 11:15-26
    15 Pero algunos de ellos dijeron: «Por Beelzebul, Príncipe de los demonios, expulsa los demonios.»
    16 Otros, para ponerle a prueba, le pedían una señal del cielo.
    17 Pero él, conociendo sus pensamientos, les dijo: «Todo reino dividido contra sí mismo queda asolado, y casa contra casa, cae.
    18 Si, pues, también Satanás está dividido contra sí mismo, ¿cómo va a subsistir su reino?.. porque decís que yo expulso los demonios por Beelzebul.
    19 Si yo expulso los demonios por Beelzebul, ¿por quién los expulsan vuestros hijos? Por eso, ellos serán vuestros jueces.
    20 Pero si por el dedo de Dios expulso yo los demonios, es que ha llegado a vosotros el Reino de Dios.
    21 Cuando uno fuerte y bien armado custodia su palacio, sus bienes están en seguro;
    22 pero si llega uno más fuerte que él y le vence, le quita las armas en las que estaba confiado y reparte sus despojos.»
    23 «El que no está conmigo, está contra mí, y el que no recoge conmigo, desparrama.
    24 «Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda vagando por lugares áridos, en busca de reposo; y, al no encontrarlo, dice: "Me volveré a mi casa, de donde salí."
    25 Y al llegar la encuentra barrida y en orden.
    26 Entonces va y toma otros siete espíritus peores que él; entran y se instalan allí, y el final de aquel hombre viene a ser peor que el principio.»

Evangelio meditado

Vivir mis distracciones con Dios
Santo Evangelio según San Lucas 11, 15-26. Viernes XXVII del tiempo ordinario.


Por: H. IvánYoed González Aréchiga, L.C. | Fuente: missionkits.org 




En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, ayúdame a confiar en Ti. A confiar en que estas presente en mi vida. Abre mis ojos, mi corazón, para descubrirte una vez más en esta oración. Así como Tú sabías descubrir al Padre en tantos detalles de tu vida.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Lucas 11, 15-26
En aquel tiempo, cuando Jesús expulsó a un demonio, algunos dijeron: "Este expulsa a los demonios con el poder de Belzebú, el príncipe de los demonios". Otros, para ponerlo a prueba, le pedían una señal milagrosa.
Pero Jesús, que conocía sus malas intenciones, les dijo: "Todo reino dividido por luchas internas va a la ruina y se derrumba casa por casa. Si Satanás también está dividido contra sí mismo, ¿cómo mantendrá su reino? Ustedes dicen que yo arrojo a los demonios con el poder de Belzebú. Entonces, ¿con el poder de quién los arrojan los hijos de ustedes? Por eso, ellos mismos serán sus jueces. Pero si yo arrojo a los demonios con el dedo de Dios, eso significa que ha llegado a ustedes el Reino de Dios.
Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros; pero si otro más fuerte lo asalta y lo vence, entonces le quita las armas en que confiaba y después dispone de sus bienes. El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama.
Cuando el espíritu inmundo sale de un hombre, anda vagando por lugares áridos, en busca de reposo, y al no hallarlo, dice: ‘Volveré a mi casa, de donde salí’. Y al llegar, la encuentra barrida y arreglada. Entonces va por otros siete espíritus peores que él y vienen a instalarse allí, y así la situación final de aquel hombre resulta peor que la de antes".


Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
¿Cómo ha estado mi corazón en estos días?, ¿cuáles son mis preocupaciones?, ¿sé poner mi confianza en manos de Dios?, ¿sé acoger a Dios en mi interior aunque viva en medio de muchas distracciones?, aún más: ¿sé vivir mis "distracciones" con Dios?, ¿qué tan limpio se encuentra mi corazón, para que en él habites Tú, Señor?
Debo cuidar conservar mi corazón siempre limpio. Cuando en él se quieren introducir preocupaciones o miedos, ¿dejo que disminuya mi confianza en Dios? Es normal que surjan preocupaciones o inquietudes. Ellas son parte de la vida. El punto es si les permito dominarme, habitar mi corazón, o si sé ponerlas en manos de Dios. Quizá siga sintiendo los nervios que las inquietudes me generan, pero puedo tener puesta mi confianza en Dios.
Una vez que adquiero el hábito de vivir en presencia de Dios, debo también desarrollar el hábito de la prudencia. Un corazón limpio y puro, en el que Dios habita, puede ser invadido fácilmente porque es más susceptible, es más noble. Cristo decía: sean astutos como las serpientes y sencillos como las palomas.
No debo exponer mi corazón a todos los peligros. No es necesario. El amor a una persona no se define tanto por la resistencia ante otros amores, cuanto por el cuidado que se dedica en amar a esa persona. Así también yo debo más bien preocuparme por vivir en amistad con Dios, sin la necesidad de exponerme a lo innecesario.
Así podré tener un corazón siempre limpio, en el que siempre habites Tú, Señor.
Y así buscaban siempre otros pretextos para ponerlo a prueba, le pedían una señal del cielo. El problema de fondo era su modo de estar siempre cerrados. Así, pues, era Jesús quien tenía que justificar lo que hacía. Esta es la historia, la historia de esta fidelidad fallida, la historia de los corazones cerrados, de los corazones que no dejan entrar la misericordia de Dios, que han olvidado la palabra "perdón" -"¡Perdóname Señor!"- simplemente porque no se sienten pecadores: se sienten jueces de los demás. Y es una larga historia de siglos. Precisamente esta fidelidad fallida Jesús la explica con dos palabras claras para acabar este discurso de estos hipócritas: "El que no está conmigo, está contra mí".
(Homilía de S.S. Francisco, 3 de marzo de 2016, en santa Marta).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Si hace tiempo no acudo a la confesión, iré a ella con el especial propósito de dedicarme a estar más unido a Dios.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

jueves, 12 de octubre de 2017

Evangelio 12 de Octubre de 2017

Color: Blanco

Santos:

Lecturas del día:

    Primera opción

  • Primera lectura

    Malaquías 3:13-20
    13 Duras me resultan vuestras palabras, dice Yahveh. - Y todavía decís: ¿Qué hemos dicho contra ti? -
    14 Habéis dicho: Cosa vana es servir a Dios; ¿qué ganamos con guardar su mandamiento o con andar en duelo ante Yahveh Sebaot?
    15 Más bien, llamamos felices a los arrogantes: aun haciendo el mal prosperan, y aun tentando a Dios escapan libres.
    16 Entonces los que temen a Yahveh se hablaron unos a otros. Y puso atención Yahveh y oyó; y se escribió ante él un libro memorial en favor de los que temen a Yahveh y piensan en su Nombre.
    17 Serán ellos para mí, dice Yahveh Sebaot, en el día que yo preparo, propiedad personal; y yo seré indulgente con ellos como es indulgente un padre con el hijo que le sirve.
    18 Entonces vosotros volveréis a distinguir entre el justo y el impío, entre quien sirve a Dios y quien no le sirve.
    19 Pues he aquí que viene el Día, abrasador como un horno; todos los arrogantes y los que cometen impiedad serán como paja; y los consumirá el Día que viene, dice Yahveh Sebaot, hasta no dejarles raíz ni rama.
    20 Pero para vosotros, los que teméis mi Nombre, brillará el sol de justicia con la salud en sus rayos, y saldréis brincando como becerros bien cebados fuera del establo.
  • Salmo responsorial

    Salmo 1:1-4, 6
    1 ¡Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos, ni en la senda de los pecadores se detiene, ni en el banco de los burlones se sienta,
    2 mas se complace en la ley de Yahveh, su ley susurra día y noche!
    3 Es como un árbol plantado junto a corrientes de agua, que da a su tiempo el fruto, y jamás se amustia su follaje; todo lo que hace sale bien.
    4 ¡No así los impíos, no así! Que ellos son como paja que se lleva el viento.
    6 Porque Yahveh conoce el camino de los justos, pero el camino de los impíos se pierde.
  • Evangelio

    Lucas 11:5-13
    5 Les dijo también: «Si uno de vosotros tiene un amigo y, acudiendo a él a medianoche, le dice: "Amigo, préstame tres panes,
    6 porque ha llegado de viaje a mi casa un amigo mío y no tengo qué ofrecerle",
    7 y aquél, desde dentro, le responde: "No me molestes; la puerta ya está cerrada, y mis hijos y yo estamos acostados; no puedo levantarme a dártelos",
    8 os aseguro, que si no se levanta a dárselos por ser su amigo, al menos se levantará por su importunidad, y le dará cuanto necesite.»
    9 Yo os digo: «Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá.
    10 Porque todo el que pide, recibe; el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
    11 ¿Qué padre hay entre vosotros que, si su hijo le pide un pez, en lugar de un pez le da una culebra;
    12 o, si pide un huevo, le da un escorpión?
    13 Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan!»
  • Segunda opción

  • Primera lectura

    I Corintios 12:4-11
    4 Hay diversidad de carismas, pero el Espíritu es el mismo;
    5 diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo;
    6 diversidad de operaciones, pero es el mismo Dios que obra en todos.
    7 A cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para provecho común,
    8 Porque a uno se le da por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu;
    9 a otro, fe, en el mismo Espíritu; a otro, carismas de curaciones, en el único Espíritu;
    10 a otro, poder de milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversidad de lenguas; a otro, don de interpretarlas.
    11 Pero todas estas cosas las obra un mismo y único Espíritu, distribuyéndolas a cada uno en particular según su voluntad.
  • Salmo responsorial

    Salmo 98:1-4
    1 Salmo. Cantad a Yahveh un canto nuevo, porque ha hecho maravillas; victoria le ha dado su diestra y su brazo santo.
    2 Yahveh ha dado a conocer su salvación, a los ojos de las naciones ha revelado su justicia;
    3 se ha acordado de su amor y su lealtad para con la casa de Israel. Todos los confines de la tierra han visto la salvación de nuestro Dios.
    4 ¡Aclamad a Yahveh, toda la tierra, estallad, gritad de gozo y salmodiad!
  • Evangelio

    Mateo 18:1-5
    1 En aquel momento se acercaron a Jesús los discípulos y le dijeron: «¿Quién es, pues, el mayor en el Reino de los Cielos?»
    2 El llamó a un niño, le puso en medio de ellos
    3 y dijo: «Yo os aseguro: si no cambiáis y os hacéis como los niños, no entraréis en el Reino de los Cielos.
    4 Así pues, quien se haga pequeño como este niño, ése es el mayor en el Reino de los Cielos.
    5 «Y el que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe.

Evangelio meditado

Pide-Llama-Busca
Santo Evangelio según San Lucas 11,5-13. Jueves XXVII del tiempo ordinario.


Por: H. Javier Castellanos, L.C. | Fuente: missionkits.org 




En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Padre Nuestro, que estás en el cielo: danos hoy nuestro pan de cada día. Danos el pan del alma. Danos el pan para el trabajo y para el descanso. Danos el pan para construir tu Reino en nuestros corazones, en nuestras familias y en nuestra sociedad.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Lucas 11,5-13
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Supongan que alguno de ustedes tiene un amigo que viene a medianoche a decirle: ‘Préstame, por favor, tres panes, pues un amigo mío ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle’. Pero él le responde desde dentro: ‘No me molestes. No puedo levantarme a dártelos, porque la puerta ya está cerrada y mis hijos y yo estamos acostados’. Si el otro sigue tocando, yo les aseguro que, aunque no se levante a dárselos por ser su amigo, sin embargo, por su molesta insistencia, sí se levantará y le dará cuanto necesite.
Así también les digo a ustedes: Pidan y se les dará, busquen y encontrarán, toquen y se les abrirá. Porque quien pide, recibe; quien busca, encuentra y al que toca, se le abre. ¿Habrá entre ustedes algún padre que, cuando su hijo le pida pan, le dé una piedra? ¿O cuando le pida pescado, le dé una víbora? ¿O cuando le pida huevo, le dé un alacrán?
"Pues, si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¿cuánto más el Padre celestial les dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan?".
Palabra del Señor.


Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Pongamonos de pie en este rato de oración. Levantemos los brazos –signo de que alzamos el corazón hacia Dios– y presentémosle al Señor todo lo que somos. Nuestras manos están vacías porque le pedimos que Él las llene de sus bendiciones. Nuestros ojos fijos en la cruz, imitemos la confianza de Cristo en su Padre. Padre nuestro…danos hoy el pan…
Como seres humanos tenemos necesidades que nos acompañan día con día. Incluso la vida más cómoda tiene algo de incómodo, algún problema que no podemos solucionar, algún vacío que no podemos llenar por nuestro propio esfuerzo. Aun si tuviéramos todos los medios materiales y todo el dinero, algo faltaría dentro de nosotros, algo que no encontramos aquí abajo y que nos obliga a buscar arriba, en el cielo…
Muchos dicen que la vida es así y que hay que aprender a sobreponerse… Que ignoremos el hambre del alma y sigamos como si nada pasara... Que, a fin de cuentas, las soluciones no caen del cielo y nadie puede saciar los deseos más profundos de la persona… ¡Nada de esto! ¡Esto no es lo que nos enseña el Maestro! Cristo nos dice hoy que tenemos un amigo a quien podemos acudir a cualquier hora del día. No importa si sólo son tres panes lo que necesitamos, o si creemos que, por ser de noche, no es el momento oportuno. Tenemos un padre que supera todos nuestros conceptos de paternidad. Es un Padre capaz sólo de conjugar el verbo "amar", como dice el Papa Francisco. Es un Padre que ansía escuchar nuestra voz; quiere que salga de nuestro corazón el deseo de tenerlo cerca. Prefiere estar en silencio, para escuchar mejor, pero si nos hablara ahora mismo, muy seguramente nos diría: ¡Pídeme! ¡Llámame! ¡Búscame!
Esta tercera exclamación es muy importante. Porque, en el caso de que nos falte de todo, o bien si no vemos que nos falte nada, en cualquier caso y circunstancia, lo que más necesitamos es a Dios mismo. No temamos pedirle que venga Él para saciarnos. No pensemos que es temeridad o arrogancia. Pidámosle lo mejor que se puede pedir: el Espíritu Santo, que es Dios en donación. ¿O acaso no es verdad que el "Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo piden"?
Queridos hermanos y hermanas, nunca estamos solos. Podemos estar lejanos, hostiles, podemos también profesarnos "sin Dios". Pero el Evangelio de Jesucristo nos revela que Dios que no puede estar sin nosotros: Él no será nunca un Dios "sin el hombre"; ¡es Él quien no puede estar sin nosotros, y esto es un misterio grande! Dios no puede ser Dios sin el hombre: ¡este es un gran misterio! Y esta certeza es el manantial de nuestra esperanza, que encontramos custodiada en todas las invocaciones del padrenuestro. Cuando necesitamos ayuda, Jesús no nos dice que nos resignemos y nos cerremos en nosotros mismos, sino que nos dirijamos al Padre y le pidamos a Él con confianza. Todas nuestras necesidades, desde aquellas más evidentes y cotidianas, como la comida, la salud, el trabajo, hasta la de ser perdonados y apoyados en las tentaciones, no son solo el espejo de nuestra soledad: sin embargo hay un Padre que siempre nos mira con amor, y que seguramente no nos abandona.
(Catequesis de S.S. Francisco, 7 de junio de 2017).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy invitaré a mi familia a rezar un padrenuestro antes de comer, pidiendo por todas nuestras necesidades.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

miércoles, 11 de octubre de 2017

Evangelio 11 de Octubre de 2017

Color: Verde

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Jonás 4:1-11
    1 Jonás, se disgustó mucho por esto y se irritó;
    2 y oró a Yahveh diciendo: «¡Ah, Yahveh!, ¿no es esto lo que yo decía cuando estaba todavía en mi tierra? Fue por eso por lo que me apresuré a huir a Tarsis. Porque bien sabía yo que tú eres un Dios clemente y misericordioso, tardo a la cólera y rico en amor, que se arrepiente del mal.
    3 Y ahora, Yahveh, te suplico que me quites la vida, porque mejor me es la muerte que la vida.»
    4 Mas Yahveh dijo: «¿Te parece bien irritarte?»
    5 Salió Jonás de la ciudad y se sentó al oriente de la ciudad; allí se hizo una cabaña bajo la cual se sentó a la sombra, hasta ver qué sucedía en la ciudad.
    6 Entonces Yahveh Dios dispuso una planta de ricino que creciese por encima de Jonás para dar sombra a su cabeza y librarle así de su mal. Jonás se puso muy contento por aquel ricino.
    7 Pero al día siguiente, al rayar el alba, Yahveh mandó a un gusano, y el gusano picó al ricino, que se secó.
    8 Y al salir el sol, mandó Dios un sofocante viento solano. El sol hirió la cabeza de Jonás, y éste se desvaneció; se deseó la muerte y dijo: «¡Mejor me es la muerte que la vida!»
    9 Entonces Dios dijo a Jonás: «¿Te parece bien irritarte por ese ricino?» Respondió: «¡Sí, me parece bien irritarme hasta la muerte!»
    10 Y Yahveh dijo: «Tu tienes lástima de un ricino por el que nada te fatigaste, que no hiciste tú crecer, que en el término de una noche fue y en el término de una noche feneció.
    11 ¿Y no voy a tener lástima yo de Nínive, la gran ciudad, en la que hay más de ciento veinte mil personas que no distinguen su derecha de su izquierda, y una gran cantidad de animales?»
  • Salmo responsorial

    Salmo 86:3-6, 9-10
    3 tenme piedad, Señor, pues a ti clamo todo el día;
    4 recrea el alma de tu siervo, cuando hacia ti, Señor, levanto mi alma.
    5 Pues tú eres, Señor, bueno, indulgente, rico en amor para todos los que te invocan;
    6 Yahveh, presta oído a mi plegaria, atiende a la voz de mis súplicas.
    9 Vendrán todas las naciones a postrarse ante ti, y a dar, Señor, gloria a tu nombre;
    10 pues tú eres grande y obras maravillas, tú, Dios, y sólo tú.
  • Evangelio

    Lucas 11:1-4
    1 Y sucedió que, estando él orando en cierto lugar, cuando terminó, le dijo uno de sus discípulos: «Señor, ensénanos a orar, como enseñó Juan a sus discípulos.»
    2 El les dijo: «Cuando oréis, decid: Padre, santificado sea tu Nombre, venga tu Reino,
    3 danos cada día nuestro pan cotidiano,
    4 y perdónanos nuestros pecados porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe, y no nos dejes caer en tentación.»