sábado, 8 de febrero de 2025

Lecturas 8 de Febrero de 2025

 

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Hebreos 13:15-17, 20-21

    15Ofrezcamos sin cesar, por medio de él, a Dios un sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de los labios que celebran su nombre.16No os olvidéis de hacer el bien y de ayudaros mutuamente; ésos son los sacrificios que agradan a Dios.17Obedeced a vuestros dirigentes y someteos a ellos, pues velan sobre vuestras almas como quienes han de dar cuenta de ellas, para que lo hagan con alegría y no lamentándose, cosa que no os traería ventaja alguna.20Y el Dios de la paz que suscitó de entre los muertos a nuestro Señor Jesús, el gran Pastor de la ovejas en virtud de la sangre de una Alianza eterna,21os disponga con toda clase de bienes para cumplir su voluntad, realizando él en nosotros lo que es agradable a sus ojos, por mediación de Jesucristo, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 23:1-6

    1Salmo. De David. Yahveh es mi pastor, nada me falta.2Por prados de fresca hierba me apacienta. Hacia las aguas de reposo me conduce,3y conforta mi alma; me guía por senderos de justicia, en gracia de su nombre.4Aunque pase por valle tenebroso, ningún mal temeré, porque tú vas conmigo; tu vara y tu cayado, ellos me sosiegan.5Tú preparas ante mí una mesa frente a mis adversarios; unges con óleo mi cabeza, rebosante está mi copa.6Sí, dicha y gracia me acompañarán todos los días de mi vida; mi morada será la casa de Yahveh a lo largo de los días.

  • Evangelio

    Marcos 6:30-34

    30Los apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y lo que habían enseñado.31El, entonces, les dice: «Venid también vosotros aparte, a un lugar solitario, para descansar un poco.» Pues los que iban y venían eran muchos, y no les quedaba tiempo ni para comer.32Y se fueron en la barca, aparte, a un lugar solitario.33Pero les vieron marcharse y muchos cayeron en cuenta; y fueron allá corriendo, a pie, de todas las ciudades y llegaron antes que ellos.34Y al desembarcar, vio mucha gente, sintió compasión de ellos, pues estaban como ovejas que no tienen pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas.

viernes, 7 de febrero de 2025

Lecturas 7 de Febrero de 2025

 

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Hebreos 13:1-8

    1Permaneced en el amor fraterno.2No os olvidéis de la hospitalidad; gracias a ella hospedaron algunos, sin saberlo, a ángeles.3Acordaos de los presos, como si estuvierais con ellos encarcelados, y de los maltratados, pensando que también vosotros tenéis un cuerpo.4Tened todos en gran honor el matrimonio, y el lecho conyugal sea inmaculado; que a los fornicarios y adúlteros los juzgará Dios.5Sea vuestra conducta sin avaricia; contentos con lo que tenéis, pues él ha dicho: No te dejaré ni te abandonaré;6de modo que podamos decir confiados: El Señor es mi ayuda; no temeré. ¿Qué puede hacerme el hombre?7Acordaos de vuestros dirigentes, que os anunciaron la Palabra de Dios y, considerando el final de su vida, imitad su fe.8Ayer como hoy, Jesucristo es el mismo, y lo será siempre.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 27:1, 3, 5, 8-9

    1Yahveh es mi luz y mi salvación, ¿a quién he de temer? Yahveh, el refugio de mi vida, ¿por quién he de temblar?3Aunque acampe contra mí un ejército, mi corazón no teme; aunque estalle una guerra contra mí, estoy seguro en ella.5Que él me dará cobijo en su cabaña en día de desdicha; me esconderá en lo oculto de su tienda, sobre una roca me levantará.8Dice de ti mi corazón: «Busca su rostro.» Sí, Yahveh, tu rostro busco:9No me ocultes tu rostro. No rechaces con cólera a tu siervo; tú eres mi auxilio. No me abandones, no me dejes, Dios de mi salvación.

  • Evangelio

    Marcos 6:14-29

    14Se enteró el rey Herodes, pues su nombre se había hecho célebre. Algunos decían: «Juan el Bautista ha resucitado de entre los muertos y por eso actúan en él fuerzas milagrosas.»15Otros decían: «Es Elías»; otros: «Es un profeta como los demás profetas.»16Al enterarse Herodes, dijo: «Aquel Juan, a quien yo decapité, ése ha resucitado.»17Es que Herodes era el que había enviado a prender a Juan y le había encadenado en la cárcel por causa de Herodías, la mujer de su hermano Filipo, con quien Herodes se había casado.18Porque Juan decía a Herodes: «No te está permitido tener la mujer de tu hermano.»19Herodías le aborrecía y quería matarle, pero no podía,20pues Herodes temía a Juan, sabiendo que era hombre justo y santo, y le protegía; y al oírle, quedaba muy perplejo, y le escuchaba con gusto.21Y llegó el día oportuno, cuando Herodes, en su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a los tribunos y a los principales de Galilea.22Entró la hija de la misma Herodías, danzó, y gustó mucho a Herodes y a los comensales. El rey, entonces, dijo a la muchacha: «Pídeme lo que quieras y te lo daré.»23Y le juró: «Te daré lo que me pidas, hasta la mitad de mi reino.»24Salió la muchacha y preguntó a su madre: «¿Qué voy a pedir?» Y ella le dijo: «La cabeza de Juan el Bautista.»25Entrando al punto apresuradamente adonde estaba el rey, le pidió: «Quiero que ahora mismo me des, en una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista.»26El rey se llenó de tristeza, pero no quiso desairarla a causa del juramento y de los comensales.27Y al instante mandó el rey a uno de su guardia, con orden de traerle la cabeza de Juan. Se fue y le decapitó en la cárcel28y trajo su cabeza en una bandeja, y se la dio a la muchacha, y la muchacha se la dio a su madre.29Al enterarse sus discípulos, vinieron a recoger el cadáver y le dieron sepultura.

  • Primera Lectura

    Oseas 2:16, 17, 21-22

    16Por eso yo voy a seducirla; la llevaré al desierto y hablaré a su corazón.17Allí le daré sus viñas, el valle de Akor lo haré puerta de esperanza; y ella responderá allí como en los días de su juventud, como el día en que subía del país de Egipto.21Yo te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia y en derecho en amor y en compasión,22te desposaré conmigo en fidelidad, y tú conocerás a Yahveh.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 45:11-12, 14-17

    11Escucha, hija, mira y pon atento oído, olvida tu pueblo y la casa de tu padre,12y el rey se prendará de tu belleza. El es tu Señor, ¡póstrate ante él!14Toda espléndida, la hija del rey, va adentro, con vestidos en oro recamados;15con sus brocados el llevada ante el rey. Vírgenes tras ella, compañeras suyas, donde él son introducidas;16entre alborozo y regocijo avanzan, al entrar en el palacio del rey.17En lugar de tus padres, tendrás hijos; príncipes los harás sobre toda la tierra.

  • Evangelio

    Lucas 10:38-42

    38Yendo ellos de camino, entró en un pueblo; y una mujer, llamada Marta, le recibió en su casa.39Tenía ella una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra,40mientras Marta estaba atareada en muchos quehaceres. Acercándose, pues, dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo? Dile, pues, que me ayude.»41Le respondió el Señor: «Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas;42y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la parte buena, que no le será quitada.»

jueves, 6 de febrero de 2025

Lecturas 6 de Febrero de 2025

 

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Hebreos 12:18-19, 21-24

    18No os habéis acercado a una realidad sensible: fuego ardiente, oscuridad, tinieblas, huracán,19sonido de trompeta y a un ruido de palabras tal, que suplicaron los que lo oyeron no se les hablara más.21Tan terrible era el espectáculo, que el mismo Moisés dijo: Espantado estoy y temblando.22Vosotros, en cambio, os habéis acercado al monte Sión, a la ciudad de Dios vivo, la Jerusalén celestial, y a miríadas de ángeles, reunión solemne23y asamblea de los primogénitos inscritos en los cielos, y a Dios, juez universal, y a los espíritus de los justos llegados ya a su consumación,24y a Jesús, mediador de una nueva Alianza, y a la aspersión purificadora de una sangre que habla mejor que la de Abel.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 48:2-4, 9-11

    2Grande es Yahveh, y muy digno de loa en la ciudad de nuestro Dios; su monte santo,3de gallarda esbeltez, es la alegría de toda la tierra; el monte Sión, confín del Norte, la ciudad del gran Rey:4Dios, desde sus palacios, se ha revelado como baluarte.9Como habíamos oído lo hemos visto en la ciudad de Yahveh Sebaot, en la ciudad de nuestro Dios, que Dios afirmó para siempre.10Tu amor, oh Dios, evocamos en medio de tu Templo;11¡como tu nombre, oh Dios, tu alabanza hasta los confines de la tierra! De justicia está llena tu diestra,

  • Evangelio

    Marcos 6:7-13

    7Y llama a los Doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus inmundos.8Les ordenó que nada tomasen para el camino, fuera de un bastón: ni pan, ni alforja, ni calderilla en la faja;9sino: «Calzados con sandalias y no vistáis dos túnicas.»10Y les dijo: «Cuando entréis en una casa, quedaos en ella hasta marchar de allí.11Si algún lugar no os recibe y no os escuchan, marchaos de allí sacudiendo el polvo de la planta de vuestros pies, en testimonio contra ellos.»12Y, yéndose de allí, predicaron que se convirtieran;13expulsaban a muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.

  • Primera Lectura

    Gálatas 2:19-20

    19En efecto, yo por la ley he muerto a la ley, a fin de vivir para Dios: con Cristo estoy crucificado:20y no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí; la vida que vivo al presente en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios que me amó y se entregó a sí mismo por mí.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 126:1-6

    1Canción de las subidas. Cuando Yahveh hizo volver a los cautivos de Sión, como soñando nos quedamos;2entonces se llenó de risa nuestra boca y nuestros labios de gritos de alegría. Entonces se decía entre las naciones: ¡Grandes cosas ha hecho Yahveh con éstos!3¡Sí, grandes cosas hizo con nosotros Yahveh, el gozo nos colmaba!4¡Haz volver, Yahveh, a nuestros cautivos como torrentes en el Négueb!5Los que siembran con lágrimas cosechan entre cánticos.6Al ir, va llorando, llevando la semilla; al volver, vuelve cantando trayendo sus gavillas.

  • Evangelio

    Mateo 28:16-20

    16Por su parte, los once discípulos marcharon a Galilea, al monte que Jesús les había indicado.17Y al verle le adoraron; algunos sin embargo dudaron.18Jesús se acercó a ellos y les habló así: «Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra.19Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,20y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.»

  • Primera Lectura

    Romanos 8:31-39

    31Ante esto ¿qué diremos? Si Dios está por nosotros ¿quién contra nosotros?32El que no perdonó ni a su propio Hijo, antes bien le entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará con él graciosamente todas las cosas?33¿Quién acusará a los elegidos de Dios? Dios es quien justifica.34¿Quién condenará? ¿Acaso Cristo Jesús, el que murió; más aún el que resucitó, el que está a la diestra de Dios, y que intercede por nosotros?35¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿La tribulación?, ¿la angustia?, ¿la persecución?, ¿el hambre?, ¿la desnudez?, ¿los peligros?, ¿la espada?,36como dice la Escritura: Por tu causa somos muertos todo el día; tratados como ovejas destinadas al matadero.37Pero en todo esto salimos vencedores gracias a aquel que nos amó.38Pues estoy seguro de que ni la muerte ni la vida ni los ángeles ni los principados ni lo presente ni lo futuro ni las potestades39ni la altura ni la profundidad ni otra criatura alguna podrá separarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús Señor nuestro.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 31:3-4, 6-8, 16-17

    3tiende hacia mí tu oído, date prisa! Sé para mí una roca de refugio, alcázar fuerte que me salve;4pues mi roca eres tú, mi fortaleza, y, por tu nombre, me guías y diriges.6en tus manos mi espíritu encomiendo, tú, Yahveh, me rescatas. Dios de verdad,7tú detestas a los que veneran vanos ídolos; mas yo en Yahveh confío:8¡exulte yo y en tu amor me regocije! Tú que has visto mi miseria, y has conocido las angustias de mi alma,16Está en tus manos mi destino, líbrame de las manos de mis enemigos y perseguidores;17haz que alumbre a tu siervo tu semblante, ¡sálvame, por tu amor!

  • Evangelio

    Mateo 16:24-27

    24Entonces dijo Jesús a sus discípulos: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.25Porque quien quiera salvar su vida, la perderá, pero quien pierda su vida por mí, la encontrará.26Pues ¿de qué le servirá al hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? O ¿qué puede dar el hombre a cambio de su vida?27«Porque el Hijo del hombre ha de venir en la gloria de su Padre, con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno según su conducta.

miércoles, 5 de febrero de 2025

Lecturas 5 de Febrero de 2025

 

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Hebreos 12:4-7, 11-15

    4No habéis resistido todavía hasta llegar a la sangre en vuestra lucha contra el pecado.5Habéis echado en olvido la exhortación que como a hijos se os dirije: Hijo mío, no menosprecies la corrección del Señor; ni te desanimes al ser reprendido por él.6Pues a quien ama el Señor, le corrige; y azota a todos los hijos que acoge.7Sufrís para corrección vuestra. Como a hijos os trata Dios, y ¿qué hijo hay a quien su padre no corrige?11Cierto que ninguna corrección es de momento agradable, sino penosa; pero luego produce fruto apacible de justicia a los ejercitados en ella.12Por tanto, levantad las manos caídas y las rodillas entumecidas13y enderezad para vuestros pies los caminos tortuosos, para que el cojo no se descoyunte, sino que más bien se cure.14Procurad la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.15Poned cuidado en que nadie se vea privado de la gracia de Dios; en que ninguna raíz amarga retoñe ni os turbe y por ella llegue a inficionarse la comunidad.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 103:1-2, 13-14, 17-18

    1De David. Bendice a Yahveh, alma mía, del fondo de mi ser, su santo nombre,2bendice a Yahveh, alma mía, no olvides sus muchos beneficios.13Cual la ternura de un padre para con sus hijos, así de tierno es Yahveh para quienes le temen;14que él sabe de qué estamos plasmados, se acuerda de que somos polvo.17Mas el amor de Yahveh desde siempre hasta siempre para los que le temen, y su justicia para los hijos de sus hijos,18para aquellos que guardan su alianza, y se acuerdan de cumplir sus mandatos.

  • Evangelio

    Marcos 6:1-6

    1Salió de allí y vino a su patria, y sus discípulos le siguen.2Cuando llegó el sábado se puso a enseñar en la sinagoga. La multitud, al oírle, quedaba maravillada, y decía: «¿De dónde le viene esto? y ¿qué sabiduría es ésta que le ha sido dada? ¿Y esos milagros hechos por sus manos?3¿No es éste el carpintero, el hijo de María y hermano de Santiago, Joset, Judas y Simón? ¿Y no están sus hermanas aquí entre nosotros?» Y se escandalizaban a causa de él.4Jesús les dijo: «Un profeta sólo en su patria, entre sus parientes y en su casa carece de prestigio.»5Y no podía hacer allí ningún milagro, a excepción de unos pocos enfermos a quienes curó imponiéndoles las manos.6Y se maravilló de su falta de fe. Y recorría los pueblos del contorno enseñando.

  • Primera Lectura

    I Corintios 1:26-31

    26¡Mirad, hermanos, quiénes habéis sido llamados! No hay muchos sabios según la carne ni muchos poderosos ni muchos de la nobleza.27Ha escogido Dios más bien lo necio del mundo para confundir a los sabios. Y ha escogido Dios lo débil del mundo, para confundir lo fuerte.28Lo plebeyo y despreciable del mundo ha escogido Dios; lo que no es, para reducir a la nada lo que es.29Para que ningún mortal se gloríe en la presencia de Dios.30De él os viene que estéis en Cristo Jesús, al cual hizo Dios para nosotros sabiduría de origen divino, justicia, santificación y redención,31a fin de que, como dice la Escritura: El que se gloríe, gloríese en el Señor.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 31:3-4, 6, 8, 16, 17

    3tiende hacia mí tu oído, date prisa! Sé para mí una roca de refugio, alcázar fuerte que me salve;4pues mi roca eres tú, mi fortaleza, y, por tu nombre, me guías y diriges.6en tus manos mi espíritu encomiendo, tú, Yahveh, me rescatas. Dios de verdad,8¡exulte yo y en tu amor me regocije! Tú que has visto mi miseria, y has conocido las angustias de mi alma,16Está en tus manos mi destino, líbrame de las manos de mis enemigos y perseguidores;17haz que alumbre a tu siervo tu semblante, ¡sálvame, por tu amor!

  • Evangelio

    Lucas 9:23-26

    23Decía a todos: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.24Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí, ése la salvará.25Pues, ¿de qué le sirve al hombre haber ganado el mundo entero, si él mismo se pierde o se arruina?26Porque quien se avergüence de mí y de mis palabras, de ése se avergonzará el Hijo del hombre, cuando venga en su gloria, en la de su Padre y en la de los santos ángeles.

martes, 4 de febrero de 2025

Lecturas 4 de Febrero de 2025

 

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Hebreos 12:1-4

    1Por tanto, también nosotros, teniendo en torno nuestro tan gran nube de testigos, sacudamos todo lastre y el pecado que nos asedia, y corramos con fortaleza la prueba que se nos propone,2fijos los ojos en Jesús, el que inicia y consuma la fe, el cual, en lugar del gozo que se le proponía, soportó la cruz sin miedo a la ignominia y está sentado a la diestra del trono de Dios.3Fijaos en aquel que soportó tal contradicción de parte de los pecadores, para que no desfallezcáis faltos de ánimo.4No habéis resistido todavía hasta llegar a la sangre en vuestra lucha contra el pecado.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 22:26-28, 30-32

    26De ti viene mi alabanza en la gran asamblea, mis votos cumpliré ante los que le temen.27Los pobres comerán, quedarán hartos, los que buscan a Yahveh le alabarán: «¡Viva por siempre vuestro corazón!»28Le recordarán y volverán a Yahveh todos los confines de la tierra, ante él se postrarán todas las familias de las gentes.30Ante él solo se postrarán todos los poderosos de la tierra, ante él se doblarán cuantos bajan al polvo. Y para aquél que ya no viva,31le servirá su descendencia: ella hablará del Señor a la edad32venidera, contará su justicia al pueblo por nacer: Esto hizo él.

  • Evangelio

    Marcos 5:21-43

    21Jesús pasó de nuevo en la barca a la otra orilla y se aglomeró junto a él mucha gente; él estaba a la orilla del mar.22Llega uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo, y al verle, cae a sus pies,23y le suplica con insistencia diciendo: «Mi hija está a punto de morir; ven, impón tus manos sobre ella, para que se salve y viva.»24Y se fue con él. Le seguía un gran gentío que le oprimía.25Entonces, una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años,26y que había sufrido mucho con muchos médicos y había gastado todos sus bienes sin provecho alguno, antes bien, yendo a peor,27habiendo oído lo que se decía de Jesús, se acercó por detrás entre la gente y tocó su manto.28Pues decía: «Si logro tocar aunque sólo sea sus vestidos, me salvaré.»29Inmediatamente se le secó la fuente de sangre y sintió en su cuerpo que quedaba sana del mal.30Al instante, Jesús, dándose cuenta de la fuerza que había salido de él, se volvió entre la gente y decía: «¿Quién me ha tocado los vestidos?»31Sus discípulos le contestaron: «Estás viendo que la gente te oprime y preguntas: "¿Quién me ha tocado?"»32Pero él miraba a su alrededor para descubrir a la que lo había hecho.33Entonces, la mujer, viendo lo que le había sucedido, se acercó atemorizada y temblorosa, se postró ante él y le contó toda la verdad.34El le dijo: «Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz y queda curada de tu enfermedad.»35Mientras estaba hablando llegan de la casa del jefe de la sinagoga unos dicendo: «Tu hija ha muerto; ¿a qué molestar ya al Maestro?»36Jesús que oyó lo que habían dicho, dice al jefe de la sinagoga: «No temas; solamente ten fe.»37Y no permitió que nadie le acompañara, a no ser Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago.38Llegan a la casa del jefe de la sinagoga y observa el alboroto, unos que lloraban y otros que daban grandes alaridos.39Entra y les dice: «¿Por qué alborotáis y lloráis? La niña no ha muerto; está dormida.»40Y se burlaban de él. Pero él después de echar fuera a todos, toma consigo al padre de la niña, a la madre y a los suyos, y entra donde estaba la niña.41Y tomando la mano de la niña, le dice: « Talitá kum », que quiere decir: «Muchacha, a ti te digo, levántate.»42La muchacha se levantó al instante y se puso a andar, pues tenía doce años. Quedaron fuera de sí, llenos de estupor.43Y les insistió mucho en que nadie lo supiera; y les dijo que le dieran a ella de comer.

  • Primera Lectura

    Isaías 52:7-10

    7¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz, que trae buenas nuevas, que anuncia salvación, que dice a Sión: «Ya reina tu Dios!»8¡Una voz! Tus vigías alzan la voz, a una dan gritos de júbilo, porque con sus propios ojos ven el retorno de Yahveh a Sión.9Prorrumpid a una en gritos de júbilo, soledades de Jerusalén, porque ha consolado Yahveh a su pueblo, ha rescatado a Jerusalén.10Ha desnudado Yahveh su santo brazo a los ojos de todas las naciones, y han visto todos los cabos de la tierra la salvación de nuestro Dios.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 126:1-5

    1Canción de las subidas. Cuando Yahveh hizo volver a los cautivos de Sión, como soñando nos quedamos;2entonces se llenó de risa nuestra boca y nuestros labios de gritos de alegría. Entonces se decía entre las naciones: ¡Grandes cosas ha hecho Yahveh con éstos!3¡Sí, grandes cosas hizo con nosotros Yahveh, el gozo nos colmaba!4¡Haz volver, Yahveh, a nuestros cautivos como torrentes en el Négueb!5Los que siembran con lágrimas cosechan entre cánticos.

  • Evangelio

    Mateo 10:16-25

    16«Mirad que yo os envío como ovejas en medio de lobos. Sed, pues, prudentes como las serpientes, y sencillos como las palomas.17Guardaos de los hombres, porque os entregarán a los tribunales y os azotarán en sus sinagogas;18y por mi causa seréis llevados ante gobernadores y reyes, para que deis testimonio ante ellos y ante los gentiles.19Mas cuando os entreguen, no os preocupéis de cómo o qué vais a hablar. Lo que tengáis que hablar se os comunicará en aquel momento.20Porque no seréis vosotros los que hablaréis, sino el Espíritu de vuestro Padre el que hablará en vosotros.21«Entregará a la muerte hermano a hermano y padre a hijo; se levantarán hijos contra padres y los matarán.22Y seréis odiados de todos por causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el fin, ése se salvará.23«Cuando os persigan en una ciudad huid a otra, y si también en ésta os persiguen, marchaos a otra. Yo os aseguro: no acabaréis de recorrer las ciudades de Israel antes que venga el Hijo del hombre.24«No está el discípulo por encima del maestro, ni el siervo por encima de su amo.25Ya le basta al discípulo ser como su maestro, y al siervo como su amo. Si al dueño de la casa le han llamado Beelzebul, ¡cuánto más a sus domésticos!