sábado, 2 de diciembre de 2017

Evangelio 2 de Diciembre de 2017

Color: Blanco

Santos:

Lecturas del día:



  • Primera lectura

    Daniel 7:15-27
    15 Yo, Daniel, quedé muy impresionado en mi espíritu por estas cosas, y las visiones de mi cabeza me dejaron turbado.
    16 Me acerqué a uno de los que estaban allí de pie y le pedí que me dijera la verdad acerca de todo esto. El me respondió y me indicó la interpretación de estas cosas:
    17 «Estas cuatro grandes bestias son cuatro reyes que surgirán de la tierra.
    18 Los que han de recibir el reino son los santos del Altísimo, que poseerán el reino eternamente, por los siglos de los siglos.»
    19 Después quise saber la verdad sobre la cuarta bestia, que era diferente de las otras, extraordinariamente terrible, con dientes de hierro y uñas de bronce, que comía, trituraba y pisoteaba con sus patas lo sobrante;
    20 y acerca de los diez cuernos que había en su cabeza, y del otro cuerno que había despuntado, ante el cual cayeron los tres primeros; y de este cuerno que tenía ojos y una boca que decía grandes cosas, y cuyo aspecto era mayor que el de los otros.
    21 Yo contemplaba cómo este cuerno hacía la guerra a los santos y los iba subyugando,
    22 hasta que vino el Anciano a hacer justicia a los santos del Altísimo, y llegó el tiempo en que los santos poseyeron el reino.
    23 El habló así: «La cuarta bestia será un cuarto reino que habrá en la tierra, diferente de todos los reinos. Devorará toda la tierra, la aplastará y la pulverizará.
    24 Y los diez cuernos: de este reino saldrán diez reyes, y otro saldrá después de ellos; será diferente de los primeros y derribará a tres reyes;
    25 proferirá palabras contra el Altísimo y pondrá a prueba a los santos del Altísimo. Tratará de cambiar los tiempos y la ley, y los santos serán entregados en sus manos por un tiempo y tiempos y medio tiempo.
    26 Pero el tribunal se sentará, y el dominio le será quitado, para ser destruido y aniquilado definitivamente.
    27 Y el reino y el imperio y la grandeza de los reinos bajo los cielos todos serán dados al pueblo de los santos del Altísimo. Reino eterno es su reino, y todos los imperios le servirán y le obedecerán.»
  • Salmo responsorial

    Daniel 3:82-87
    82 Hijos de los hombres, bendecid al Señor, cantadle, exaltadle eternamente.
    83 Israel, bendice al Señor, cantadle, exaltadle eternamente.
    84 Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor, cantadle, exaltadle eternamente.
    85 Siervos del Señor, bendecid al Señor, cantadle, exaltadle eternamente.
    86 Espíritus y almas de los justos, bendecid al Señor, cantadle, exaltadle eternamente.
    87 Santos y humildes de corazón, bendecid al Señor, cantadle, exaltadle eternamente.
  • Evangelio

    Lucas 21:34-36
    34 «Guardaos de que no se hagan pesados vuestros corazones por el libertinaje, por la embriaguez y por las preocupacines de la vida, y venga aquel Día de improviso sobre vosotros,
    35 como un lazo; porque vendrá sobre todos los que habitan toda la faz de la tierra.
    36 Estad en vela, pues, orando en todo tiempo para que tengáis fuerza y escapéis a todo lo que está para venir, y podáis estar en pie delante del Hijo del hombre.»

Evangelio meditado

¿Embotado o despierto?

Santo Evangelio según San Lucas 21,34-36. Sábado XXXIV del tiempo ordinario.


Por: H. Javier Castellanos, L.C. | Fuente: missionkits.org 




En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
¡Oh María, prepara mi corazón para recibir a tu Hijo! Tú que eres inmaculada, purifica mi corazón de todo odio, rencor o envidia. Tú que eres humilde, muéstrame el remedio para mi soberbia y vanidad. Tú que eres Reina del cielo y esclava del Señor, libera mi corazón de los apegos que me apartan de Dios y enséñame a servirle con amor y entrega como tú. Así sea.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Lucas 21,34-36
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Estén alerta, para que los vicios, la embriaguez y las preocupaciones de esta vida no entorpezcan su mente y aquel día los sorprenda desprevenidos; porque caerá de repente como una trampa sobre todos los habitantes de la tierra.
Velen, pues, y hagan oración continuamente, para que puedan escapar de todo lo que ha de suceder y comparecer seguros ante el Hijo del hombre".
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio


El Evangelio de hoy se mueve entre dos advertencias de Cristo: "No se os embote la mente." "Estad siempre despiertos." Son como dos señales en el camino del Adviento. Para poder avanzar seguros hacia Belén, debemos seguir estas dos indicaciones.
Adviento es un tiempo para"pulir" el corazón y quitar todo lo que quita finura. Por el contrario, un corazón que vive entre vicios, placeres o agobios no es libre para amar a Dios. Preguntémonos hoy, en esta oración: ¿Hay algo en mi corazón que lo pueda embotar? ¿Me dejo esclavizar por algún vicio o mal hábito, por el criterio del placer y la comodidad, por angustias y preocupaciones innecesarias? ¡Ahora es el tiempo para dejar eso atrás!
Adviento es un tiempo para "mantenernos despiertos". Jesús vendrá de noche, y sólo lo van a recibir aquellos que, como los pastores, se encuentren en vela. Es decir, aquellos que tienen los ojos bien abiertos ante la acción de Dios. No podemos caer dormidos en lo superficial, en el ritmo del mundo. La oración constante -como ésta misma que estamos haciendo- es un ejercicio para despertar el sentido sobrenatural de fe y escuchar a Dios que habla en la noche y en el silencio…
Como cristianos, queremos evitar los vicios y vivir de manera sobrenatural, no sólo ahora sino todo el año. Pero no podemos sólo con nuestras fuerzas. Por eso Cristo nos dice también que estemos "pidiendo fuerza."Es Él mismo quien nos mantiene en pie ante su presencia y nos ayuda a luchar cada día. Precisamente para eso vino al mundo.
Y tiene el valor de hacerse preguntas sobre la verdad y muchas cosas. Debemos aprender a desafiar el presente. Una vida espiritual sana genera jóvenes despiertos, que ante algunas cosas que hoy nos propone esta cultura -"normal" dicen, puede ser, no sé...- se pregunten: "¿Esto es normal o esto no es normal?
(Discurso de S.S. Francisco, 27 de mayo de 2017).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy pondré todas mis preocupaciones en las manos de Dios, rezando la jaculatoria: "¡Ven, Señor Jesús!".
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

viernes, 1 de diciembre de 2017

Evangelio 1 Diciembre de 2017

Color: Blanco

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Daniel 7:2-14
    2 Daniel tomó la palabra y dijo: Contemplaba yo en mi visión durante la noche lo siguiente: los cuatro vientos del cielo agitaron el mar grande,
    3 y cuatro bestias enormes, diferentes todas entre sí, salieron del mar.
    4 La primera era como un león con alas de águila. Mientras yo la miraba, le fueron arrancadas las alas, fue levantada de la tierra, se incorporó sobre sus patas como un hombre, y se le dio un corazón de hombre.
    5 A continuación, otra segunda bestia, semejante a un oso, levantada de un costado, con tres costillas en las fauces, entre los dientes. Y se le decía: «Levántate, devora mucha carne.»
    6 Después, yo seguía mirando y vi otra bestia como un leopardo con cuatro alas de ave en su dorso; la bestia tenía cuatro cabezas, y se le dio el dominio.
    7 Después seguí mirando, en mis visiones nocturnas, y vi una cuarta bestia, terrible, espantosa, extraordinariamente fuerte; tenía enormes dientes de hierro; comía, triburaba, y lo sobrante lo pisoteaba con sus patas. Era diferente de las bestias anteriores y tenía diez cuernos.
    8 Estaba yo observando los cuernos, cuando en esto despuntó entre ellos otro cuerno, pequeño, y tres de los primeros cuernos fueron arrancados delante de él. Tenía este cuerno ojos como los de un hombre, y una boca que decía grandes cosas.
    9 Mientras yo contemplaba: Se aderezaron unos tronos y un Anciano se sentó. Su vestidura, blanca como la nieve; los cabellos de su cabeza, puros como la lana. Su trono, llamas de fuego, con ruedas de fuego ardiente.
    10 Un río de fuego corría y manaba delante de él. Miles de millares le servían, miriadas de miriadas estaban en pie delante de él. El tribunal se sentó, y se abrieron los libros.
    11 Miré entonces, atraído por el ruido de las grandes cosas que decía el cuerno, y estuve mirando hasta que la bestia fue muerta y su cuerpo destrozado y arrojado a la llama de fuego.
    12 A las otras bestias se les quitó el dominio, si bien se les concedió una prolongación de vida durante un tiempo y hora determinados.
    13 Yo seguía contemplando en las visiones de la noche: Y he aquí que en las nubes del cielo venía como un Hijo de hombre. Se dirigió hacia el Anciano y fue llevado a su presencia.
    14 A él se le dio imperio, honor y reino, y todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieron. Su imperio es un imperio eterno, que nunca pasará, y su reino no será destruido jamás.
  • Salmo responsorial

    Daniel 3:75-81
    75 Montes y colinas, bendecid al Señor, cantadle, exaltadle eternamente.
    76 Todo lo que germina en la tierra, bendecid al Señor, cantadle, exaltadle eternamente.
    77 Fuentes, bendecid al Señor, cantadle, exaltadle eternamente.
    78 Mares y ríos, bendecid al Señor, cantadle, exaltadle eternamente.
    79 Cetáceos y todo lo que se mueve en las aguas, bendecid al Señor, cantadle, exaltadle eternamente.
    80 Pájaros todos del cielo, bendecid al Señor, cantadle, exaltadle eternamente.
    81 Fieras todas y bestias, bendecid al Señor, cantadle, exaltadle eternamente.
  • Evangelio

    Lucas 21:29-33
    29 Les añadió una parábola: «Mirad la higuera y todos los árboles.
    30 Cuando ya echan brotes, al verlos, sabéis que el verano está ya cerca.
    31 Así también vosotros, cuando veáis que sucede esto, sabed que el Reino de Dios está cerca.
    32 Yo os aseguro que no pasará esta generación hasta que todo esto suceda.
    33 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.

Evangelio meditado

Atención a los signos de mi tiempo.
Santo Evangelio según San Lucas 21,29-33. Viernes XXXIV del tiempo ordinario.


Por: H. Cristian Gutiérrez, L.C. | Fuente: missionkits.org 




En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Quiero, Señor, prepararte un buen lugar en mi corazón durante este adviento. Quiero compartir contigo este rato de intimidad. Tú conoces mejor que nadie lo que soy, lo que necesito, lo que quiero, y por ello pongo todo en tus manos. Te amo y quiero amarte más. Aumenta mi fe, mi esperanza, mi amor. Permíteme entrar en tu presencia y conocerte un poco más. Tú sabes todo, Señor, sabes que te quiero.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Lucas 21,29-33
En aquel tiempo, Jesús propuso a sus discípulos esta comparación: "Fíjense en la higuera y en los demás árboles. Cuando ven que empiezan a dar fruto, saben que ya está cerca el verano. Así también, cuando vean que suceden las cosas que les he dicho, sepan que el Reino de Dios está cerca. Yo les aseguro que antes de que esta generación muera, todo esto se cumplirá. Podrán dejar de existir el cielo y la tierra, pero mis palabras no dejarán de cumplirse".
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
¡Qué importante es, Señor, descubrir tu acción en mi vida! En este pasaje invitas a los discípulos a fijarse en los signos de los tiempos que profetizas porque ellos son la señal de que está cerca tu Reino. Pero esto no es algo del pasado, en que profetizabas la destrucción de Jerusalén. Tampoco es algo sólo del final del mundo. Es una invitación actual, del aquí y del ahora.


Me invitas a descubrir, en todos los sucesos del día a día de mi vida, tu mano providente que me va dejando mensajes. Mensajes de amor, de cariño, de afecto, de ternura, de misericordia, de paciencia, de perdón, de exigencia.
Como cristiano, creo que nada en mi vida pasa por casualidad, por la fuerza de las estrellas, por el horóscopo. Los signos de mi vida no se buscan fuera de ella, sino dentro. No en el movimiento de los astros, en una baraja de cartas y todas esas cosas. Tus mensajes los descubro en la mirada de mis padres, en la sonrisa de los niños, en la conversación con un amigo, en el descanso de la noche, en la belleza del amanecer de un nuevo día que me das, en las muestras de cariño de mi cónyuge, en las responsabilidades que cumplo con dedicación.
Los cielos y la tierra pasarán pero tus palabras no, porque ellas siguen teniendo eco en todos los sucesos de mi existencia. ¡Cuán ciego soy que no sé descifrar tus mensajes en los signos de mi vida!
La vida, la salud, el trabajo, la familia, los amigos, las reuniones, los descansos, los encuentros casuales…en todo ello me dejas un mensaje que quieres que yo reciba y asimile. Dame, Señor, un espíritu sobrenatural que me permita contemplarte presente y actuando en mi vida. Que en este adviento de preparación a tu venida, mi actuar cotidiano sea la mejor preparación para la navidad.
Muchos esperan todavía conocer a Jesús, único Redentor del hombre, y no pocas situaciones de injusticia y malestar moral y material interpelan a los creyentes. Una misión tan urgente requiere una conversión personal y comunitaria. Sólo los corazones plenamente abiertos a la acción de la gracia son capaces de interpretar los signos de los tiempos y de recibir el llamamiento de la humanidad necesitada de esperanza y paz.
(Homilía de S.S. Francisco, 18 de febrero de 2017).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
En la noche agradeceré a Dios todo lo bueno, y lo no tan bueno, que me ha pasado en este día.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

jueves, 30 de noviembre de 2017

Evangelio 30 de Noviembre de 2017

Lecturas de hoy Fiesta de San Andrés apostol


Hoy, jueves, 30 de noviembre de 2017

Primera lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (10,9-18):


Si tus labios profesan que Jesús es el Señor, y tu corazón cree que Dios lo resucitó de entre los muertos, te salvarás. Por la fe del corazón llegamos a la justificación, y por la profesión de los labios, a la salvación. Dice la Escritura: «Nadie que cree en él quedará defraudado.» Porque no hay distinción entre judío y griego; ya que uno mismo es el Señor de todos, generoso con todos los que lo invocan. Pues «todo el que invoca el nombre del Señor se salvará.» Ahora bien, ¿cómo van a invocarlo, si no creen en él?; ¿cómo van a creer, si no oyen hablar de él?; y ¿cómo van a oír sin alguien que proclame?; y ¿cómo van a proclamar si no los envían? Lo dice la Escritura: «¡Qué hermosos los pies de los que anuncian el Evangelio!» Pero no todos han prestado oído al Evangelio; como dice Isaías: «Señor, ¿quién ha dado fe a nuestro mensaje?» Así pues, la fe nace del mensaje, y el mensaje consiste en hablar de Cristo. Pero yo pregunto: «¿Es que no lo han oído?» Todo lo contrario: «A toda la tierra alcanza su pregón, y hasta los límites del orbe su lenguaje.»



Palabra de Dios

Salmo

Sal 18,2-3.4-5


R/. A toda la tierra alcanza su pregón



El cielo proclama la gloria de Dios, 
el firmamento pregona la obra de sus manos: 
el día al día le pasa el mensaje, 
la noche a la noche se lo susurra. R/.



Sin que hablen, sin que pronuncien, 
sin que resuene su voz, 
a toda la tierra alcanza su pregón 
y hasta los límites del orbe su lenguaje. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Mateo (4,18-22):


En aquel tiempo, pasando Jesús junto al lago de Galilea, vio a dos hermanos, a Simón, al que llaman Pedro, y a Andrés, su hermano, que estaban echando el copo en el lago, pues eran pescadores. Les dijo: «Venid y seguidme, y os haré pescadores de hombres.»
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Y, pasando adelante, vio a otros dos hermanos, a Santiago, hijo de Zebedeo, y a Juan, que estaban en la barca repasando las redes con Zebedeo, su padre. Jesús los llamó también. Inmediatamente dejaron la barca y a su padre y lo siguieron.

Evangelio meditado

Dejarme mirar por Dios.
Santo Evangelio según San Mateo 4, 18-22. Fiesta litúrgica de San Andrés Apóstol.


Por: H. Rogelio Suárez, L.C. | Fuente: missionkits.org 




En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, déjame sentir tu mirada llena de Amor.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según Mateo 4, 18-22
Una vez que Jesús caminaba por la ribera del mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado después Pedro, y Andrés, los cuales estaban echando las redes al mar, porque eran pescadores. Jesús les dijo: "Síganme y los haré pescadores de hombres". Ellos inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
Pasando más adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que estaban con su padre en la barca, remendando las redes, y los llamó también. Ellos, dejando enseguida la barca y a su padre, lo siguieron.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio


"Vio a dos hermanos" y "vio a otros dos hermanos"."VIO", este verbo aparece dos veces. Las preguntas que me surgen al ver este pasaje son: ¿qué vio Jesús? ¿Cómo ve Jesús? Al ser pescadores uno puede pensar que no hay nada valioso en ellos; pero me equivoco, pues Jesús ve más allá de lo que yo veo, Él ve el corazón de los hombres. Él busca mi corazón herido para sanarlo, para llenarlo de amor. Él no se deja llevar por las apariencias externas. Dios ama sin distinción alguna. Independientemente de lo que haya hecho,Él no va a dejar de amarme un poco. Él sabe que necesito de su amor.
Dejarme mirar por Dios, para poder sentir su amor en mi vida. Que no tenga miedo de ponerme delante de Él tal como soy, con mis debilidades y cualidades. Dios me ama tal como soy. Yo soy para Dios alguien especial, por eso me mira con amor, y desea que le siga para poder instaurar su Reino en el mundo.
¿Me he dejado mirar por Dios? ¿Por qué tengo miedo de la mirada de Dios? ¿Me siento necesitado del amor de Dios? ¿Me he dejado amar por Dios? ¿Cómo es mi amor a Dios y a mis hermanos? ¿Amo sin límites?
Un tal celo nos provoca: ¡Es para nosotros un gran desafío! Estos discípulos-misioneros, que han encontrado a Jesús, Hijo de Dios; que a través de Él han conocido al Padre misericordioso, y que movidos por la gracia del Espíritu Santo se han proyectado hacia todas las periferias geográficas, sociales y existenciales, para dar testimonio de la caridad, ¡nos desafían! A veces nos detenemos para examinar escrupulosamente sus cualidades y sobre todo sus límites y sus miserias. Pero me pregunto, si somos hoy capaces de responder con la misma generosidad y coraje a la llamada de Dios, que nos invita a dejar todo para adorarlo, seguirlo, encontrarlo en el rostro de los pobres, para anunciarlo a quienes no han conocido a Cristo, y por lo tanto no se han sentido abrazados por la misericordia.
(Homilía de S.S. Francisco, 2 de mayo de 2015).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy haré una visita a Jesús Sacramentado para pedirle que me ayude a amarlo cada día más.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

miércoles, 29 de noviembre de 2017

Evangelio 29 de Noviembre de 2017

Color: Blanco

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Eclesiástico 44:1, 10-15
    1 Hagamos ya el elogio de los hombres ilustres, de nuestros padres según su sucesión.
    10 Mas de otro modo estos hombres de bien, cuyas acciones justas no han quedado en olvido.
    11 Con su linaje permanece una rica herencia, su posteridad.
    12 En las alianzas se mantuvo su linaje, y sus hijos gracias a ellos.
    13 Para siempre permanece su linaje, y su gloria no se borrará.
    14 Sus cuerpos fueron sepultados en paz, y su nombre vive por generaciones.
    15 Su sabiduría comentarán los pueblos, su elogio lo publicará la asamblea.
  • Salmo responsorial

    Salmo 24:1-6
    1 Salmo. De David. De Yahveh es la tierra y cuanto hay en ella, el orbe y los que en él habitan;
    2 que él lo fundó sobre los mares, él lo asentó sobre los ríos.
    3 ¿Quién subirá al monte de Yahveh?, ¿quién podrá estar en su recinto santo?
    4 El de manos limpias y puro corazón, el que a la vanidad no lleva su alma, ni con engaño jura.
    5 El logrará la bendición de Yahveh, la justicia del Dios de su salvación.
    6 Tal es la raza de los que le buscan, los que van tras tu rostro, oh Dios de Jacob.
  • Evangelio

    Marcos 10:17-21
    17 Se ponía ya en camino cuando uno corrió a su encuentro y arodillándose ante él, le preguntó: «Maestro bueno, ¿ qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?»
    18 Jesús le dijo: «¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino sólo Dios.
    19 Ya sabes los mandamientos: No mates, no cometas adulterio, no robes, no levantes falso testimonio, no seas injusto, honra a tu padre y a tu madre.»
    20 El, entonces, le dijo: «Maestro, todo eso lo he guardado desde mi juventud.»
    21 Jesús, fijando en él su mirada, le amó y le dijo: «Una cosa te falta: anda, cuanto tienes véndelo y dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo; luego, ven y sígueme.»