sábado, 19 de noviembre de 2011

El Papa llega a Benin y recuerda que Dios confía en el hombre y desea su bien


COTONOU, 18 Nov. 11 / 10:57 am (ACI/EWTN Noticias)
En medio de un gran ambiente de fiesta y en su primer discurso en Benin (África), adonde llegó esta tarde (hora local), el Papa Benedicto XVI explicó la manera adecuada de avanzar hacia la modernidad y recordó que Dios confía en el hombre y desea siempre su bien.

En el aeropuerto internacional de Cotonou y luego de ser recibido por el Nuncio en Benin, Mons. Michael Blume; el Arzobispo de Cotonou, Mons. Antoine Ganyé, y el presidente de la República, Sr. Thomas Yayi Boni, el Santo Padre explicó las razones de su viaje.
La invitación del Presidente en el marco de los 150 años de la evangelización del país, la entrega a los obispos de la exhortación apostólica post-sinodal Africae munus (El compromiso de África) y el deseo del Papa de visitar la tumba de su amigo el Cardenal Bernardin Gantin "para rezar (…) y para agradecer a Benin el haber dado a la Iglesia a este hijo eminente".
El Santo Padre explicó luego la importancia de la historia y la tradición de Benin, que deben ser tenidas en cuenta en la transición "que se está produciendo actualmente de la tradición a la modernidad".
"No se ha de temer a la modernidad, pero tampoco se puede construir olvidando el pasado. Debe ir acompañada de la prudencia para el bien de todos, evitando los escollos que hay en África, lo mismo que en otras partes, como la sumisión incondicional a las fuerzas del mercado o las finanzas, el nacionalismo o tribalismo exacerbado y estéril, que puede llegar a ser funesto, la politización extrema de las tensiones interreligiosas en detrimento del bien común o, finalmente, la erosión de los valores humanos, culturales, éticos y religiosos".
La transición a la modernidad, explicó el Papa, "debe estar guiada por criterios seguros basados en las virtudes reconocidas, como las citadas en vuestro lema nacional, pero también aquellas enraizadas en la dignidad, la grandeza de la familia y el respeto de la vida".
"Todos estos valores –aseguró– son para el bien común, el único que debe primar, y el único que debe ser la mayor preocupación de todo sujeto responsable. Dios confía en el hombre y desea su bien. Nos atañe a nosotros corresponder con una honestidad y justicia que esté a la altura de su confianza".
El Papa recordó luego que "la Iglesia, por su parte, ofrece su contribución específica. Con su presencia, su oración y sus diversas obras de misericordia, especialmente en el campo de la educación y la sanidad, desea dar lo mejor que tiene. Desea mostrarse cercana de quien está en necesidad, de quien busca a Dios".
La Iglesia, concluyó el Papa Benedicto XVI, "quiere hacer comprender que Dios no está ausente, ni es inútil, como se trata de hacer creer, sino que es amigo del hombre. Señor Presidente, vengo a vuestro país con este espíritu de amistad y hermandad. ¡Dios bendiga a Benin!"
Para leer el discurso completo ingrese a: http://www.aciprensa.com/Docum/documento.php?id=419 

Evangelio 19 de Noviembre de 2011


  • Primera Lectura: I Macabeos 6, 1-13
    "Por el daño que hice en Jerusalén muero ahora lleno de tristeza"
    Cuando recorría las regiones altas de Persia, el rey Antíoco se enteró de que había una ciudad llamada Elimaida, famosa por sus riquezas de oro y plata. En su riquísimo templo se guardaban los yelmos de oro, las corazas y las armas dejadas allí por Alejandro, hijo de Filipo y rey de Macedonia, que fue el primero que reinó sobre los griegos. 
    Antíoco se dirigió a Elimaida, con intención de apoderarse de la ciudad y de saquearla. Pero no lo consiguió, porque al conocer su propósitos, los habitantes le opusieron resistencia y tuvo que salir huyendo y marcharse de allí con gran tristeza, para volverse a Babilonia. 
    Todavía se hallaba en Persia, cuando llegó un mensajero que le anunció la derrota de las tropas enviadas a la tierra de Judá. Lisias, que había ido al frente de un poderoso ejército, había sido derrotado por los judíos. Éstos se habían fortalecido con las armas, las tropas y el botín capturado al enemigo. Además, habían destruido el altar pagano levantado por él sobre el altar de Jerusalén. Habían vuelto a construir una muralla alta en torno al santuario y a la ciudad de Bet-Sur. 
    Ante tales noticias, el rey se impresionó y se quedó consternado, a tal grado que cayó en cama enfermo de tristeza, por no haberle salido las cosas como él había querido. Permaneció ahí muchos días, cada vez más triste y pensando que se iba a morir. Entonces mandó llamar a todos sus amigos y les dijo: 
    «El sueño ha huido de mis ojos. Me siento abrumado de preocupación. Y me pregunto: 
    ¿Por qué estoy tan afligido ahora y tan agobiado por la tristeza, si me sentía tan feliz y amado cuando era poderoso? Pero ahora me doy cuenta del daño que hice en Jerusalén, cuando me llevé los objetos de oro y plata que en ella había, y mandé exterminar sin motivo a los habitantes de Judea. Reconozco que por esta causa me han sobrevenido estas desgracias y que muero en tierra extraña, lleno de tristeza ».
  • Salmo Responsorial: 9
    "Cantemos al Señor, nuestro salvador."

    Te doy gracias, Señor, de todo corazón y proclamaré todas tus maravillas; me alegro y me regocijo contigo y toco en tu honor, Altísimo.
    R. Cantemos al Señor, nuestro salvador.

    Porque mis enemigos retrocedieron, cayeron y perecieron ante ti. Reprendiste a los pueblos, destruiste al malvado y borraste para siempre su recuerdo.
    R. Cantemos al Señor, nuestro salvador.

    Los pueblos se han hundido en la tumba que hicieron, su pie quedó atrapado en la red que escondieron. Tú, Señor, jamás olvidas al pobre y la esperanza del humilde jamás perecerá.
    R. Cantemos al Señor, nuestro salvador.
  • Evangelio: Lucas 20, 27-40
    "Dios no es Dios de muertos, sino de vivos"
    En aquel tiempo, se acercaron a Jesús algunos saduceos. Como los saduceos niegan la resurrección de los muertos, le preguntaron: 
    «Maestro, Moisés nos dejó escrito: Si alguno tiene un hermano casado que muere sin haber tenido hijos, se case con la viuda para dar descendencia a su hermano. Pues bien, hubo una vez siete hermanos, el mayor de los cuales se casó y murió sin dejar hijos. El segundo, el tercero y los demás, hasta el séptimo, tomaron por esposa a la viuda y todos murieron sin dejar sucesión. Por fin murió también la viuda. Ahora bien, cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será esposa la mujer, pues los siete estuvieron casados con ella?»
    Jesús les dijo: 
    «En esta vida, hombres y mujeres se casan, pero en la vida futura, los que sean juzgados dignos de ella y de la resurrección de los muertos, no se casarán ni podrán ya morir, porque serán como los ángeles e hijos de Dios, pues él los habrá resucitado. 
    Y que los muertos resucitan, el mismo Moisés lo indica en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor, Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob. Porque Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, pues para él todos viven». 
    Entonces, unos escribas le dijeron: 
    «Maestro, has hablado bien». 
    Y a partir de ese momento ya no se atrevieron a preguntarle nada.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Toda África espera a Benedicto XVI, afirma funcionario vaticano


ROMA, 18 Nov. 11 / 12:20 am (ACI/EWTN Noticias)

El Secretario del Consejo Pontificio para la Cultura, Mons. Bartolomé Adoukonou, natural de Benín y ex alumno del Papa Benedicto XVI, afirmó que toda África está dispuesta a recibir el mensaje de paz y reconciliación que el Santo Padre lleva a África en su viaje entre el 18 y el 20 de noviembre.

En una entrevista concedida el 15 de noviembre en Roma a ACI Prensa, Mons. Adoukonou explicó, que el Santo Padre espera con este viaje, dar un nuevo impulso a la misión "ad gentes" para llegar "hasta el final del mundo, ir a todas las naciones, y llevar hacia delante el reto de la nueva evangelización, el nuevo impulso misionero".
En la Misa de apertura del segundo sínodo para África del año 2009 -bajo el lema de la Paz, la Justicia y la Reconciliación-, el Santo Padre explicó que el continente africano es el pulmón de la humanidad, y por ello debe cuidarse y ponerse atención en aquello que podría hacerle enfermar, como "el virus del materialismo, y el virus del fanatismo y fundamentalismo religiosos".
El Santo Padre llegará a Benín el 18 de noviembre con ocasión de la firma y publicación de la Exhortación Apostólica Postsinodal de la Segunda Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos, y partirá de nuevo a Roma en la tarde del día 20.
El Obispo acompañará al Santo Padre en su séquito.
"Yo pienso que toda África está dispuesta a escuchar al Santo Padre, y recibir su mensaje como el modo en el que podemos conservar y vivir y hacer crecer este ser pulmón de la humanidad", expresó.
La autoridad vaticana demostró su emoción ante la visita del Santo Padre a su país, y dijo estar "muy contento, porque además he tenido al Papa como maestro, como profesor de teología, y como director de mi tesis".
Este viaje "para el pueblo de Benín y para mí es una bendición, yo estoy muy feliz por esto. Él me ha dado la gracia de venir aquí a ayudarlo al Consejo para la cultura, él me hizo ordenar Obispo hace mes y medio, y entonces, acompañarlo para mí es una gran alegría, una gran felicidad", indicó.
Benín es un pequeño país situado en el centro oeste de África. Unos tres millones de personas, el 34 por ciento de la población, se declaran católicos.
En el país, la Iglesia Católica actúa dirigiendo doce hospitales; 64 ambulatorios; tres centros dedicados a enfermos de lepra; siete casas dedicadas a la ayuda de jóvenes, ancianos e inválidos; 41 orfanatos; tres centros de consultoría para la protección de la vida; y 17 centros de educación y reeducación social.

Evangelio 18 de Noviembre de 2011


  • Primera Lectura: I Macabeos 4, 36-37.52-59
    "Celebraron la dedicación del altar y ofrecieron holocaustos con alegría"
    En aquellos días, Judas y sus hermanos se dijeron: 
    «Nuestros enemigos están vencidos; vamos, pues, a purificar el templo para consagrarlo de nuevo». 
    Entonces se reunió todo el ejército y subieron al monte Sión.
    El día veinticinco de diciembre del año ciento cuarenta y ocho, se levantaron al romper el día y ofrecieron sobre el nuevo altar de los holocaustos que habían construido, un sacrificio conforme a la ley. El altar fue inaugurado con cánticos, cítaras, arpas y platillos, precisamente en el aniversario del día en que los paganos lo habían profanado. El pueblo entero se postró en tierra y adoró y bendijo al Señor, que los había conducido al triunfo.
    Durante ocho días celebraron la consagración del altar y ofrecieron con alegría holocaustos y sacrificios de comunión y de alabanza. Decoraron la fachada del templo con coronas de oro y pequeños escudos, restauraron los pórticos y las salas y les pusieron puertas. La alegría del pueblo fue grandísima y el ultraje inferido por los paganos quedó borrado. 
    Judas, de acuerdo con sus hermanos y con toda la asamblea de Israel, determinó que cada año, a partir del veinticinco de diciembre, se celebrara durante ocho días, con solemnes festejos, el aniversario de la consagración del altar.
  • Interleccional: 1 Crónicas 29
    Bendito seas, Señor, Dios nuestro.

    Bendito seas, Señor, Dios de nuestro padre Jacob, desde siempre y para siempre.
    R. Bendito seas, Señor, Dios nuestro.

    Tuya es la grandeza y el poder, el honor, la majestad y la gloria, porque tuyo es cuanto hay en el cielo y en la tierra.
    R. Bendito seas, Señor, Dios nuestro.

    Tuyo, Señor, es el reino, tú estás por encima de todos los reyes. De ti provienen las riquezas y la gloria.
    R. Bendito seas, Señor, Dios nuestro.

    Tú gobiernas todo, en tu mano están la fuerza y el poder y de tu mano proceden la gloria y la fortaleza.
    R. Bendito seas, Señor, Dios nuestro.
  • Evangelio: Lucas 19, 45-48
    "Ustedes han convertido la casa de Dios en cueva de ladrones"
    Aquel día, Jesús entró en el templo y comenzó a echar fuera a todos los que vendían y compraban allí, diciéndoles: 
    «Está escrito: Mi casa es casa de oración; pero ustedes la han convertido en cueva de ladrones».
    Jesús enseñaba todos los días en el templo. Por su parte, los sumos sacerdotes, los escribas y los jefes del pueblo intentaban matarlo, pero no encontraban cómo hacerlo, porque todo el pueblo estaba pendiente de sus palabras.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Evangelio 17 de Noviembre de 2011


  • Primera Lectura: I Macabeos 2, 15-29
    "Nos mantendremos fieles a la alianza de nuestros padres"
    En aquellos días, los enviados del rey Antíoco, encargados de hacer renegar de su religión a los judíos, llegaron a la ciudad de Modín para obligarlos a sacrificar a los ídolos. Muchos israelitas se les sometieron; en cambio, Matatías y sus hijos se les opusieron tenazmente. Los enviados del rey se dirigieron entonces a Matatías y le dijeron: 
    «Tú eres un hombre ilustre y poderoso en esta ciudad y cuentas con el apoyo de tus hijos y de tus hermanos. Acércate, pues, tú primero y cumple la orden del rey como la han cumplido todas las naciones, los hombres de Judea y los que han quedado en Jerusalén. Así, tú y tus hijos serán contados entre los amigos del rey y serán recompensados con oro, plata y muchos regalos».
    Matatías les contestó con voz firme: 
    «Aunque todas las naciones que forman los dominios del rey obedezcan sus órdenes y renieguen de la religión de sus padres, mis hijos, mis hermanos y yo nos mantendremos fieles a la alianza de nuestros padres. ¡Dios nos libre de abandonar nuestra ley y nuestras costumbres! No obedeceremos las órdenes del rey ni ofreceremos sacrificios a los ídolos, porque así quebrantaríamos los mandamientos de nuestra ley y seguiríamos un camino equivocado».
    Apenas había acabado de hablar Matatías, un judío se adelantó, a la vista de todos, para ofrecer sacrificios a los ídolos en el altar, conforme al decreto del rey. Al verlo, Matatías se indignó, tembló de cólera y, en un arrebato de ira santa, corrió hasta el judío y lo degolló sobre el altar. Mató, además, al enviado del rey que obligaba a hacer sacrificios, y destruyó el altar. En su celo por la ley, imitó lo que hizo Pinjás contra Zimrí, el hijo de Salú. Luego empezó a gritar por la ciudad: 
    «Todo aquel que sienta celo por la ley y quiera mantener la alianza, que me siga».
    Y, dejando en la ciudad cuanto poseían, huyeron él y sus hijos a las montañas. Por entonces, muchos judíos que buscaban la justicia y querían ser fieles a la ley, se fueron a vivir al desierto.
  • Salmo Responsorial: 49
    "Dios salva al que cumple su voluntad."

    Habla el Dios de los dioses, el Señor, y convoca a cuantos viven en la tierra. En Jerusalén, dechado de hermosura, el Señor se ha manifestado.
    R. Dios salva al que cumple su voluntad.

    Congreguen ante mí a los que sellaron sobre el altar mi alianza. Es Dios quien va a juzgar y el cielo mismo lo declara.
    R. Dios salva al que cumple su voluntad.

    Mejor ofrece a Dios tu gratitud y cumple tus promesas al Altísimo, pues yo te libraré cuando me invoques y tú me darás gloria agradecido.
    R. Dios salva al que cumple su voluntad.
  • Evangelio: Lucas 19, 41-44
    "Si comprendieras lo que puede conducirte a la paz"
    En aquel tiempo, cuando Jesús estuvo cerca de Jerusalén y contempló la ciudad, lloró por ella y exclamó:
    «¡Si en este día comprendieras tú lo que puede conducirte a la paz! Pero eso está oculto a tus ojos. Ya vendrán días en que tus enemigos te rodearán de trincheras, te sitiarán y te atacarán por todas partes y te arrasarán. Matarán a todos tus habitantes y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no aprovechaste la oportunidad que Dios te daba».

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Adoptada agradece a madre biológica rechazar aborto y "decir sí a la vida"


BUENOS AIRES , 16 Nov. 11 / 07:32 am (ACI/EWTN Noticias)
En su columna del diario Crónica el Obispo de Gualeguaychú (Argentina), Mons. Jorge Eduardo Lozano, reprodujo el testimonio de Alejandra Benedetti Rébora, una mujer adoptada que agradece a su madre biológica por no haber abortado y "decir sí a la vida".

"Aun en su juventud, tal vez plagada de miedos, de sombras y soledades, eligió no abortar, eligió decir sí a la vida. Me dio la posibilidad de vivir, de escribir mi propia historia en la cual no puedo no nombrar a Dios, a Ése que me amó desde siempre y que a lo largo de mi vida me lo fue diciendo de mil maneras", señala el testimonio de Benedetti.
Al tiempo de destacar el don de la vida, también agradeció a su padre biológico, "aunque nunca supe de él, también fue instrumento para que hoy pueda escribir esto", pero, sobre todo, a sus padres adoptivos, porque "estaban pensados para mí".
"Seres especiales sí los hay. Cuando los miro, los pienso -hoy papá me acompaña desde el cielo- no dejo de admirarme una y mil veces y confirmar: ¡ellos sí que aman la vida!" Asimismo, consideró que "los hijos adoptivos y los padres adoptivos deberíamos hablar más, pronunciar más lo que hemos vivido. Esos padres que aprendieron a amar la vida, vida que les es confiada en sus manos para hacer crecer como hijos propios, porque así nos sentimos, porque lo somos. Si hasta a veces nos dicen que nos parecemos".
"Sé que mis padres adoptivos -mis padres- son esa familia que me enseñó lo que hoy soy, que me enseñó a amar y respetar la vida, a defenderla y vivirla del mejor modo: amando".
"Vida que no es solo mía –añadió- porque es también de ellos y de tantos que están en mi corazón, escrita por Dios mismo, de quien sin cansarme diré que escribe y ha escrito mi propia historia de salvación".
Finalmente, Mons. Lozano cerró su columna diciendo: "Al leer esta historia de Alejandra, me surge en el corazón el deseo urgente de dar gracias a Dios. Y coincido con ella en que se habla poco en casa, la escuela, el trabajo y los medios de comunicación sobre ser hijo adoptivo o papás adoptivos".
"Te propongo charlar con algunos amigos o vecinos acerca de la adopción. Gesto que plenifica el amor, lo reparte y lo irradia", concluyó.

Evangelio 16 de Noviembre de 2011


  • Primera Lectura: II Macabeos 7, 1. 20-31
    "El creador del mundo les devolverá el alimento y la vida"
    En aquellos días, arrestaron a siete hermanos junto con su madre. El rey Antíoco Epifanes los hizo azotar para obligarlos a comer carne de cerdo, prohibida por la ley. 
    Muy digna de admiración y de glorioso recuerdo fue aquella madre que, viendo morir a sus siete hijos en el espacio de un solo día, lo soportó con entereza, porque tenía puesta su esperanza en el Señor. Llena de generosos sentimientos y uniendo un temple viril a la ternura femenina, animaba a cada uno de ellos en su lengua materna, diciéndoles:
    «Yo no sé cómo han aparecido ustedes en mi seno; no he sido yo quien les ha dado el aliento y la vida, ni he unido yo los miembros que componen su cuerpo. Ha sido Dios, creador del mundo, el mismo que formó el género humano e hizo cuanto existe. Por su misericordia, él les dará de nuevo el aliento y la vida, ya que por obedecer sus santas leyes, ustedes la sacrifican ahora».
    Antíoco pensó que la mujer lo estaba despreciando e insultando.
    Aún quedaba con vida el más pequeño de los hermanos y Antíoco trataba de ganárselo, no sólo con palabras, sino hasta con juramentos le prometía hacerlo rico y feliz, con tal de que renegara de las tradiciones de sus padres; lo haría su amigo y le daría un cargo.
    Pero como el muchacho no le hacía el menor caso, el rey mandó llamar a la madre y le pidió que convenciera a su hijo de que aceptara, por su propio bien. El rey se lo pidió varias veces, y la madre aceptó. Se acercó entonces a su hijo y, burlándose del cruel tirano, le dijo en su lengua materna: 
    «Hijo mío, ten compasión de mí, que te llevé en mi seno nueve meses, que te amamanté tres años y te he criado y educado hasta la edad que tienes. Te ruego, hijo mío, que mires el cielo y la tierra, y te fijes en todo lo que hay en ellos; así sabrás que Dios lo ha hecho todo de la nada y que en la misma forma ha hecho a los hombres. Así, pues, no le tengas miedo al verdugo, sigue el buen ejemplo de tus hermanos y acepta la muerte, para que, por la misericordia de Dios, te vuelva yo a encontrar con ellos».
    Cuando la madre terminó de hablar, el muchacho dijo a los verdugos: 
    «¿Qué esperan? No voy a obedecer la orden del rey; yo obedezco los mandamientos de la ley dada a nuestros padres por medio de Moisés. Y tú, rey, que eres el causante de tantas desgracias para los hebreos, no escaparás de las manos de Dios».
  • Salmo Responsorial: 16
    "Escóndeme, Señor, bajo la sombra de tus alas."

    Señor, hazme justicia y a mi clamor atiende; presta oído a mi súplica, pues mis labios no mienten.
    R. Escóndeme, Señor, bajo la sombra de tus alas.

    Mis pies en tus caminos se mantuvieron firmes, no tembló mi pisada. A ti mi voz elevo, pues sé que me respondes. Atiéndeme, Dios mío, y escucha mis palabras.
    R. Escóndeme, Señor, bajo la sombra de tus alas.

    Protégeme, Señor, como a las niñas de tus ojos; bajo la sombra de tus alas escóndeme, pues yo, por serte fiel, contemplaré tu rostro y, al despertarme, espero saciarme de tu vista.
    R. Escóndeme, Señor, bajo la sombra de tus alas.

  • Evangelio: Lucas 19, 11-28
    "¿Por qué no pusiste mi dinero en el banco?"
    En aquel tiempo, como ya se acercaba Jesús a Jerusalén y la gente pensaba que el Reino de Dios iba a manifestarse de un momento a otro, él les dijo esta parábola: 
    «Había un hombre de la nobleza que se fue a un país lejano para ser nombrado rey y volver como tal. Antes de irse, mandó llamar a diez de sus empleados, les entregó una moneda de mucho valor a cada uno y les dijo: 
    “Inviertan este dinero mientras regreso” . 
    Pero sus compatriotas lo aborrecían y enviaron detrás de él a unos delegados que dijeran: 
    “No queremos que éste sea nuestro rey”. 
    Pero fue nombrado rey, y cuando regresó a su país, mandó llamar a los empleados a quienes había entregado el dinero, para saber cuánto había ganado cada uno. Se presentó el primero y le dijo: 
    “Señor, tu moneda ha producido otras diez monedas”. 
    El le contestó: 
    “Muy bien, eres un buen empleado. Puesto que has sido fiel en una cosa pequeña, serás gobernador de diez ciudades”.
    Se presentó el segundo y le dijo: 
    “Señor, tu moneda ha producido otras cinco monedas”.
    Y el señor le respondió: 
    “Tú serás gobernador de cinco ciudades”.
    Se presentó el tercero y le dijo: 
    “Señor, aquí está tu moneda. La he tenido guardada en un pañuelo, pues te tuve miedo, porque eres un hombre exigente, que reclama lo que no ha invertido y cosecha lo que no ha sembrado”. 
    El señor le contestó: 
    “Eres un mal empleado; por tu propia boca te condeno. Si sabías que soy un hombre exigente, que reclamo lo que no he invertido y que cosecho lo que no he sembrado, ¿por qué, pues, no pusiste mi dinero en el banco para que yo, al volver, lo hubiera recobrado con intereses?” 
    Después les dijo a los presentes: 
    “Quítenle a éste la moneda y dénsela al que tiene diez”. 
    Le respondieron: 
    “Señor, pero si ya tiene diez monedas”. 
    El les dijo: 
    “Les aseguro que a todo el que tenga se le dará con abundancia, y al que no tenga, aún lo que tiene se le quitará. En cuanto a mis enemigos, que no querían tenerme como rey, tráiganlos aquí y mátenlos en mi presencia”».
    Dicho esto, Jesús prosiguió su camino hacia Jerusalén al frente de sus discípulos.

martes, 15 de noviembre de 2011

Evangelio 15 de Noviembre de 2011


  • Primera Lectura: II Macabeos 6, 18-31
    "Dejaré un gran ejemplo, para que aprendan a arrostrar una muerte noble por amor a nuestra ley"
    Había un hombre llamado Eleazar, de edad avanzada y aspecto muy digno. Era uno de los principales maestros de la ley. Querían obligarlo a comer carne de cerdo y para ello le abrían a la fuerza la boca. Pero él, prefiriendo una muerte honrosa a una vida de infamia, escupió la carne y avanzó voluntariamente hacia el suplicio, como deben hacer los que son constantes en rechazar manjares prohibidos, aun a costa de la vida.
    Los que presidían aquel sacrificio pagano, en atención a la antigua amistad que los unía con Eleazar, lo llevaron aparte y le propusieron que mandara traer carne permitida y que la comiera, simulando que comía la carne del sacrificio ordenada por el rey. Así se podría librar de la muerte y encontrar benevolencia, por la antigua amistad que los unía. 
    Pero Eleazar, adoptando una actitud cortés, digna de sus años y de su noble ancianidad, de sus canas honradas e ilustres, de su conducta intachable desde niño y, sobre todo, digna de la ley santa, dada por Dios, respondió enseguida: 
    «Envíenme al sepulcro, pues no es digno de mi edad ese engaño. Van a creer los jóvenes que Eleazar, a los noventa años, se ha pasado al paganismo, y si, por miedo a perder el poco tiempo de vida que me queda, finjo apartarme de la ley, se van a extraviar con mi mal ejemplo. Eso sería manchar y deshonrar mi vejez. Y aunque por el momento me librara del castigo de los hombres, ni vivo ni muerto me libraría de la mano del Omnipotente. En cambio, si muero ahora como un valiente, me mostraré digno de mis años, y dejaré a los jóvenes un gran ejemplo, para que aprendan a arrostrar voluntariamente una muerte noble por amor a nuestra santa y venerable ley».
    Dicho esto, se fue enseguida hacia el suplicio. Los que lo conducían, considerando arrogantes las palabras que acababa de pronunciar, cambiaron en dureza su actitud benévola. 
    Cuando Eleazar estaba a punto de morir a causa de los golpes, dijo entre suspiros: 
    «Tú, Señor, que todo lo conoces, bien sabes que pude librarme de la muerte; pero, por respeto a Ti, sufro con paciencia y con gusto crueles dolores en mi cuerpo y en mi alma».
    De esta manera, Eleazar terminó su vida y dejó no sólo a los jóvenes, sino a toda la nación, un ejemplo memorable de virtud y heroísmo.
  • Salmo Responsorial: 3
    "El Señor es mi defensa."

    Mira, Señor, cuántos contrarios tengo y cuántos contra mí se han levantado; cuántos dicen de mí:
    «Ni Dios podrá salvarlo».
    R. El Señor es mi defensa.

    Mas Tú, Señor, eres mi escudo, mi gloria y mi victoria; desde tu monte santo me respondes cuando mi voz te invoca.
    R. El Señor es mi defensa.

    En paz me acuesto, duermo y me despierto, porque el Señor es mi defensa. No temeré a la enorme muchedumbre que se acerca y me acecha.
    R. El Señor es mi defensa.
  • Evangelio: Lucas 19, 1-10
    "El Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido"
    En aquel tiempo, Jesús entró en Jericó y al ir atravesando la ciudad, sucedió que un hombre llamado Zaqueo era de maja estatura. Entonces corrió y subió a un árbol pata verlo cuando pasará por ahí. Al llegar a ese lugar, Jesús levantó los ojos y le dijo: “Zaqueo, bájate pronto, porque hoy tengo que hospedarme en tu casa”.
    El bajó en seguida y lo recibió muy contento. Al ver esto, comenzaron todos a murmurar diciendo: “Ha entrado a hospedarse a la casa de un pecador”.
    Zaqueo poniéndose de pie, dijo a Jesús, “Mira, Señor, voy a dar a los pobres la mitad de mis bienes, si he defraudado a alguien le restituiré cuatro veces más”. Jesús le dijo: “Hoy a llegado la salvación de esta casa, porque también es el hijo de Abraham , y el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se les había perdido”

lunes, 14 de noviembre de 2011

Científicos logran comunicarse con pacientes en "estado vegetativo"


LONDRES, 13 Nov. 11 / 04:05 pm (ACI/EWTN Noticias)
Una investigación del Centro para el Cerebro y Mente de la Universidad de Ontario Occidental en Canadá mostró que los pacientes que parecen estar en un estado de inconsciencia permanente o mal llamado "estado vegetativo" sí tienen conciencia y pueden entender lo que se les dice o sucede a su alrededor.

El comúnmente llamado "estado vegetativo" es un trastorno en el que se cree que la persona –víctima de una lesión cerebral severa o que estuvo en coma–, permanece en estado de inconsciencia; algo que ha sido puesto en duda con los resultados de esta investigación publicada en la revista The Lancet y reproducida este jueves por BBC Mundo.
Un aparato portátil de electroencefalografía (EEG) fue la herramienta usada para comunicarse con pacientes que se pensaba estaban en estado de inconsciencia.
"El aparato logró detectar conciencia y medir actividad eléctrica cerebral en estos individuos, lo cual revela que los pacientes eran capaces de entender lo que se les decía y seguir una instrucción para tener pensamientos determinados", indicó la cadena británica.
El estudio involucró a 16 pacientes en el Hospital Addenbrooke en Cambridge (Inglaterra) y en el Hospital Universitario de Lieja (Bélgica), a los que se les pidió que imaginaran que movían los dedos de los pies o apretaban su mano derecha.
Tres de los 16 pacientes generaron repetidamente actividad eléctrica cerebral en respuesta a dos instrucciones diferentes, pese a que conductualmente no mostraron ninguna respuesta.
"Muchas áreas del cerebro que se activan cuando realizas un movimiento también se activan cuando te imaginas que lo están realizando", explicó Adrian Owen, autor del estudio.
"Sabemos que estos tres pacientes estaban conscientes porque fueron capaces de responder repetidamente a las instrucciones que les dimos". "Uno de ellos lo hizo más de 100 veces", indicó

Evangelio 14 de Noviembre de 2011


  • Primera Lectura: I Macabeos 1, 10-15.41-43.54-57,62-64
    "Una cólera terrible se abatió sobre Israel"
    En aquellos días brotó un renuevo pecador, Antíoco Epifanes, hijo del rey Antíoco, que estuvo como rehén en Roma. Subió al trono el año ciento treinta y siete del imperio de los griegos. Por entonces hubo unos israelitas tas sin conciencia que convencieron a muchos: -Vamos a hacer un pacto con las naciones vecinas, pues desde que nos hemos aislado nos han venido muchas desgracias. Gustó la propuesta, y algunos del pueblo se decidieron a ir al rey. El rey los autorizó a adoptar la legislación gentil; y entonces, acomodándose a las costumbres de los gentiles, construyeron en Jerusalén un gimnasio, disimularon la circuncisión, apostataron de la alianza santa, se juntaron a los gentiles y se vendieron para hacer el mal.
    El rey decretó la unidad nacional para todos sus súbditos, obligando a todos a abandonar su legislación particular. Todas las naciones acataron la orden del rey e incluso muchos israelitas adoptaron la religión oficial: ofrecieron sacrificios a los ídolos y profanaron el sábado. El día quince de diciembre del año ciento cuarenta y cinco, el rey Antíoco mandó poner sobre el altar un ara sacrílega; y fueron poniendo aras por todas las poblaciones judías del contorno. Quemaban incienso ante las puertas de las casas y en las plazas. Los libros de la Ley que encontraban los rasgaban y los echaban al fuego; al que le encontraban en casa un libro de la alianza y al que vivía de acuerdo con la Ley, lo ajusticiaban según el decreto real.
    Pero hubo muchos israelitas que resistieron, haciendo el firme propósito de no comer alimentos impuros. Prefirieron la muerte antes que contaminarse con aquellos alimentos y profanar la alianza santa. Una cólera terrible se abatió sobre Israel.
  • Salmo Responsorial: 118
    "Dichoso el que cumple la voluntad del Señor."

    Dichoso el hombre de conducta intachable, que cumple la ley del Señor. Dichoso el que es fiel a sus enseñanzas y lo busca de todo corazón.
    R. Dichoso el que cumple la voluntad del Señor.

    Tú, Señor, has dado tus preceptos para que se observen exactamente. Ojalá que mis pasos se encaminen al cumplimiento de tus mandamientos.
    R. Dichoso el que cumple la voluntad del Señor.

    Favorece a tu siervo para que viva y observe tus palabras. Ábreme los ojos para ver las maravillas de tu voluntad.
    R. Dichoso el que cumple la voluntad del Señor.

    Muéstrame, Señor, el camino de tus leyes y yo lo seguiré con cuidado. Enséñame a cumplir tu voluntad y a guardarla de todo corazón.
    R. Dichoso el que cumple la voluntad del Señor.

    Muéstrame, Señor, el camino de tus leyes y yo lo seguiré con cuidado. Enséñame a cumplir tu voluntad y a guardarla de todo corazón.
    R. Dichoso el que cumple la voluntad del Señor.
  • Evangelio: Lucas 18, 35-43
    "¿Qué quieres que haga por ti? Señor, que vea"
    En aquel tiempo, cuando Jesús se acercaba a Jericó, un ciego estaba sentado a un lado del camino, pidiendo limosna. Al oír que pasaba gente, preguntó qué era aquello. Le explicaron que era Jesús el Nazareno, que iba de camino. Entonces él comenzó a gritar:
    «¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!» 
    Los que iban delante lo regañaban para que se callara, pero él se puso a gritar más fuerte: 
    «¡Hijo de David, ten compasión de mí!»
    Entonces Jesús se detuvo y mandó que se lo trajeran. 
    Cuando estuvo cerca, le preguntó: 
    «¿Qué quieres que haga por ti?» 
    El le contestó: 
    «Señor, que vea». 
    Jesús le dijo: 
    «Recobra la vista; tu fe te ha curado».
    Enseguida el ciego recobró la vista y lo siguió, bendiciendo a Dios. Y todo el pueblo, al ver esto, alababa a Dios.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Nunca puede justificarse destrucción de una vida humana, dice el Papa


VATICANO, 12 Nov. 11 / 10:52 am (ACI/EWTN Noticias)

Al recibir a los participantes del congreso internacional sobre las células estaminales adultas, el Papa Benedicto XVI señaló que la ciencia sirve al hombre y explicó que nunca puede justificarse la destrucción de una vidahumana.

En la Sala Clementina del Palacio Apostólico, el Santo Padre se dirigió a los participantes del congreso "Células estaminales adultas: La Ciencia y el futuro del hombre y la cultura", a quienes recordó que dado que el hombre ha sido creado a imagen y semejanza de Dios, "hay dimensiones de la existencia humana que van más allá de los límites de lo que las ciencias naturales pueden determinar".
"Si los límites son trasgredidos, existe un serio riesgo de que la dignidad única y la inviolabilidad de la vida humana sean subordinadas a consideraciones puramente utilitarias. Pero si en vez de ello esos límites son debidamente respetados, la ciencia puede hacer especiales contribuciones a la promoción y salvaguarda de la dignidad del hombre: de hecho, en este reside su verdadera utilidad".
El Papa explicó luego que "el hombre, agente de la investigación científica, a veces, por su naturaleza biológica, hará parte de lo investigado. Sin embargo, su dignidad trascendente lo hace siempre el último beneficiario de la investigación científica y nunca puede reducirse a un instrumento".
"En este sentido –continuo– los beneficios potenciales de la investigación con células estaminales adultas son muy considerables, dado que abre una serie de posibilidades para curar enfermedades degenerativas crónicas al reparar tejido dañado y restaurar su capacidad de regeneración".
Así, indicó, "la mejora que tales terapias prometen constituye un significativo paso adelante en la ciencia médica, dando nuevas esperanzas a quienes sufren y también a sus familiares de igual modo".
"Por esta razón –aseguró el Papa– la Iglesia naturalmente brinda su aliento a quienes están comprometidos en conducir y apoyar la investigación de este tipo, siempre con la premisa de que se hará respetando el bien integral de la persona humana y el bien común de la sociedad".
Esta premisa, dijo Benedicto XVI "es muy importante. La mentalidad pragmática que con frecuencia influencia la toma de decisiones en el mundo de hoy está demasiado predispuesta a sancionar cualquier medio disponible para obtener el fin deseado, pese a las amplias evidencias de las consecuencias de ese modo de pensar".
"Cuando el fin en perspectiva es uno tan deseable como el descubrimiento de una cura para una enfermedad degenerativa, es una tentación para los científicos y quienes elaboran las políticas eliminar las objeciones éticas y presionar con cualquier investigación que parezca siquiera ofrecer un prospecto de un descubrimiento".
El Papa advirtió que "quienes defienden la investigación con células estaminales embrionarias con la esperanza de lograr un resultado cometen un grave error al negar el inalienable derecho a la vida de todos los seres humanos desde el momento de la concepción hasta la muerte natural".
"La destrucción de una sola vida humana nunca puede justificase en términos de los beneficios que podría presumiblemente dar a otro", precisó el Santo Padre.
El Papa explicó también que, en general, "no existen problemas éticos cuando las células estaminales son tomadas de los tejidos de un organismo adulto, del cordón umbilical al momento del nacimiento o del feto que ha muerto por causas naturales" como lo indica la Instrucción Dignitas Personae de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
En la parte final de su discurso el Papa Benedicto indicó que es un deber de justicia permitir que todos se beneficien de los resultados de las investigaciones que siguen los parámetros éticos y recordó la gran labor de la Iglesia para que todas las personas accedan a la atención digna de la salud.
Tras encomendar a los participantes a la intercesión de la Virgen María, el Papa elevó sus oraciones para que "vuestro compromiso con la investigación de las células estaminales adultas traiga grandes bendiciones para el futuro de hombre y el genuino enriquecimiento de su cultura".

Evangelio 13 de Noviembre de 2011


  • Primera Lectura: Proverbios 31, 10-13.19-20.30-31
    "Trabaja con sus hábiles manos"
    Dichoso el hombre que encuentra una mujer hacendosa: muy superior a las perlas es su valor. Su marido confía en ella y, con su ayuda, él se enriquecerá; todos los días de su vida le procurará bienes y no males.
    Adquiere lana y lino y los trabaja con sus hábiles manos. Sabe manejar la rueca y con sus dedos mueve el huso; abre sus manos al pobre y las tiende al desvalido.
    Son engañosos los encantos y vana la hermosura; merece alabanza la mujer que teme al Señor. Es digna de gozar del fruto de sus trabajos y de ser alabada por todos.
  • Salmo Responsorial: 127
    "Dichoso el que teme al Señor."

    Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos: comerá del fruto de su trabajo, será dichoso, le irá bien.
    R. Dichoso el que teme al Señor.

    Su mujer como vid fecunda, en medio de su casa; sus hijos, como renuevos de olivo, alrededor de su mesa.
    R. Dichoso el que teme al Señor.

    Esta es la bendición del hombre que teme al Señor: “Que el Señor te bendiga desde Sión; que veas la prosperidad de Jerusalén, todos los días de tu vida”.
    R. Dichoso el que teme al Señor.
  • Segunda Lectura: I Tesalonicenses 5, 1-6
    "Que el día del Señor no los sorprenda como un ladrón"
    Hermanos: 
    Por lo que se refiere al tiempo y a las circunstancias de la venida del Señor, no necesitan que les escribamos nada, puesto que ustedes saben perfectamente que el día del Señor llegará como un ladrón en la noche. Cuando la gente esté diciendo: “¡Qué paz y qué seguridad tenemos!”, de repente vendrá sobre ellos la catástrofe, como de repente le vienen a la mujer encinta los dolores del parto, y no podrán escapar.
    Pero a ustedes, hermanos, ese día no los tomará por sorpresa como un ladrón, porque ustedes no viven en tinieblas, sino que son hijos de la luz y del día, no de la noche y las tinieblas.
    Por tanto, no vivamos dormidos, como los malos; antes bien, mantengámonos despiertos y vivamos sobriamente.
  • Evangelio: Mateo 25, 14-30
    "Permanezcan en Mí y Yo en ustedes, dice el Señor; el que permanece en Mí da fruto abundante.Aleluya."
    En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: 
    «El Reino de los cielos se parece también a un hombre que iba a salir de viaje a tierras lejanas; llamó a sus servidores de confianza y les encargó sus bienes. A uno le dio cinco talentos; a otro, dos; y a un tercero, uno, según la capacidad de cada uno, y luego se fue. 
    El que recibió cinco talentos fue enseguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos. En cambio, el que recibió un millón, hizo un hoyo en la tierra y allí escondió el dinero de su señor. 
    Después de mucho tiempo regresó aquel hombre y llamó a cuentas a sus servidores. Se acercó el que había recibido cinco millones y le presentó otros cinco, diciendo: 
    “Señor, cinco millones me dejaste; aquí tienes otros cinco,que con ellos he ganado”.
    Su señor le dijo: 
    “Te felicito, siervo bueno y fiel. Puesto que has sido fiel en cosas de poco valor, te confiaré cosas de mucho valor. Entra a tomar parte en la alegría de tu señor”.
    Se acercó luego el que había recibido dos millones y le dijo: 
    “Señor, dos millones me dejaste; aquí tienes otros dos, que con ellos he ganado”.
    Su señor le dijo: 
    “Te felicito, siervo bueno y fiel. 
    Puesto que has sido fiel en cosas de poco valor, te confiaré cosas de mucho valor. Entra a tomar parte en la alegría de tu señor”.
    Finalmente, se acercó el que había recibido un millón y le dijo: 
    “Señor, yo sabía que eres un hombre duro, que quieres cosechar lo que no has plantado y recoger lo que no has sembrado. Por eso tuve miedo y fui a esconder tu millón bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo”.
    El señor le respondió:
    “Siervo malo y perezoso Sabías que cosecho lo que no he plantado y recojo lo que no he sembrado. ¿Por qué, entonces, no pusiste mi dinero en el banco para que, a mi regreso, lo recibiera yo con intereses? Quítenle el millón y dénselo al que tiene diez. Pues al que tiene se le dará y le sobrará; pero al que tiene poco, se le quitará aun eso poco que tiene. 
    Y a este hombre inútil, échenlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y la desesperación”».