Hoy publicaremos dos Evangelios ¿Por qué? Las lecturas dependen del calendario litúrgico, y puede haber variaciones entre regiones o países (¡o incluso de una parroquia a otra en una misma ciudad!)
Hoy la Iglesia celebra la Solemnidad de Corpus Christi, el canon permite a los obispos trasladar esta celebración al domingo siguiente, por lo tanto para hoy la liturgia ofrece dos opciones:
Esto no ocurre muy seguido, pero no es tampoco algo extraño.
Naturalmente nos es imposible presentar las infinitas variantes litúrgicas de cada día, pero quienes hacemos Catholic.net creemos que la ocasión merece el compartir con ustedes las meditaciones del Evangelio para las dos liturgias.
1. Evangelio Meditado para Solemnidad de Corpus Cristi
Por: H. Balám Loza, LC
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, vengo a tus pies para darte gracias por todo lo que has hecho en mi vida y por el amor tan grande que me has tenido. Sé que muchas veces no he sabido corresponder a tan gran misericordia y por eso, esta mañana, vengo a tus pies para ofrecerte todo lo que soy. Sé que jamás podré corresponder suficiente pero quiero darte todo lo que tengo y todo lo que soy. Pongo mi vida en tus manos para que hagas en mí lo que Tú quieras. Pídeme lo que quieras pues aquí estoy para hacer tu voluntad.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Juan 6, 51-58
En aquel tiempo, Jesús a los judíos: "Yo soy el pan vivo que ha bajado del Cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo les voy a dar, es mi carne para que el mundo tenga vida".
Entonces los judíos se pusieron a discutir entre sí: "¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?".
Jesús les dijo: "Yo les aseguro: Si no comen la carne del hijo del hombre y no beben su sangre, no podrán tener vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna y yo lo resucitaré el último día.
Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él. Como el Padre, que me ha enviado, posee la vida y yo vivo por él, así también el que me come, vivirá por mí.
Éste es el pan que ha bajado del Cielo; no es como el maná que comieron sus padres, pues murieron. El que come de este pan vivirá para siempre".
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Sin duda pocas veces hemos pensado en el pan o en el vino que se transforman en Eucaristía de una forma más sencilla. Al ver la hostia o el vino pensamos directamente en el gran misterio que se realiza; pensamos en la fe que debemos tener para contemplar en ese trozo de pan al mismo Dios y Señor de todo lo creado. El misterio de la Eucaristía nos puede abrumar.
Hoy bajemos la mirada un poco y pensemos en la belleza y sencillez que tuvo Cristo al escoger el pan y el vino.¿Qué pueden decirnos estos dos productos? En primer lugar, que el amor es sencillo. Cristo nos manifiesta su amor en la cotidianeidad de la vida concreta. El amor en una familia se manifiesta y crece en el calor familiar de una comida ordinaria o en lo pequeños gestos de cariño.
Otro elemento es que estos dos productos, para alegrar la mesa, tienen que pasar primero por su muerte. El trigo es triturado y las uvas aplastadas. Cristo, para manifestarnos su gran amor, se dejó triturar y aplastar como el trigo. El amor es servicio y donación, el amor pide sacrificio y renuncia. Pero el amor ve más allá y mira a una persona concreta. Cristo miró por quién se sacrificaba y no dudo en hacerlo. No dudo en pagar el precio que fuese necesario para que nosotros alcanzásemos la felicidad y la vida plena.
Un tercer elemento que podemos contemplar es la humildad. Cuando estamos a la mesa no nos preguntamos por el proceso que requiere el pan o el vino para que podamos tenerlos. Simplemente disfrutamos de ellos. Cristo quiere que disfrutemos del amor que Él nos ofrece. Quien se sabe amado no puede vivir triste, sino que debe llevar esa experiencia a los demás con su alegría. Quien ha descubierto la fuente de la vida no puede quedarse callado, sino que va y lo comparte con los demás.
"La Eucaristía, fuente de amor para la vida de la Iglesia, es escuela de caridad y de solidaridad. Quien se nutre del Pan de Cristo ya no puede quedar indiferente ante los que no tienen el pan cotidiano. Y hoy sabemos es un problema cada vez más grave.
La fiesta del Corpus Domini inspire y alimente cada vez más a cada uno de nosotros el deseo y el compromiso por una sociedad acogedora y solidaria. Pongamos estos deseos en el corazón de la Virgen María, Mujer eucarística. Ella suscite en todos la alegría de participar en la Santa Misa, especialmente el domingo, y la valentía alegre de testimoniar la infinita caridad de Cristo."
(Ángelus de S.S. Francisco, 7 de junio de 2015).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy voy a hacer un rato de adoración para contemplar y disfrutar del gran amor que me tiene Jesús. Además, voy a hacer un acto de caridad con algún familiar enfermo o que necesite de mi ayuda, porque el amor no se puede quedar encerrado sino que tiene que transmitirse.
2. Evangelio Meditado para X Jueves de Tiempo Ordinario
Por: Héctor Laguna, L.C
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, quiero tomar conciencia de la cercanía que Tú tienes conmigo, para que pueda valorar lo que Tú haces por mí.Señor,Tú me has perdonado muchas veces. Concédeme verlo y palparlo,para que, siguiendo tu ejemplo, mi corazón perdone y ame a los que me hieran de alguna forma.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Mateo 5, 20-26
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Les aseguro que si su justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, ciertamente no entrarán ustedes en el reino de los cielos. Han oído ustedes que se dijo a los antiguos: No matarás y el que mate será llevado ante el tribunal. Pero yo les digo: todo el que se enoje con su hermano, será llevado también ante el tribunal; el que insulte a su hermano, será llevado ante el tribunal supremo, y el que lo desprecie, será llevado al fuego del lugar del castigo. Por lo tanto, si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda junto al altar y ve primero a reconciliarte con tu hermano, y vuelve luego a presentar tu ofrenda. Arréglate pronto con tu adversario, mientras vas con él por el camino; no sea que te entregue al juez, el juez al policía y te metan a la cárcel. Te aseguro de que no saldrás de ahí hasta que hayas pagado el último centavo".
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Cristo nos plantea un punto de partida: "Si su justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no podrán entrar en el reino de los cielos". Nos pone este punto, porque sabía que ellos no estaban del todo mal, pues intentaban seguir a la perfección los preceptos de la ley;sólo que olvidaban una cosa, lo que Dios había dicho: "Misericordia quiero y no sacrificios".
Esto era lo que no entendían ellos,e incluso hoy en día, muchas veces nos cuesta entender que el primer medio de alabanza a Dios pasa por medio del perdón, de la reconciliación y del amor. Nosotros, como cristianos, estamos llamados a ser transmisores del amor que Dios ha tenido a la humanidad.
Cuando vayas de camino con tu adversario arréglate pronto, no sea que te entregue....Con el paso del tiempo, nos acercamos cada vez más al final de nuestra vida, y, querámoslo o no, tendremos que presentar cuentas a nuestro Juez. ¿Por qué no nos esforzamos desde ahora por arreglarnoscon la persona que nos ha hecho -o a la que le hemos hecho- mal, que no nos cae muy bien y a la que solemos criticar? Y en vez de presentarnos con un enemigo aquel día, ganemos amigos que sean nuestros abogados, para la hora de este momento.
El mensaje de este evangelio es un mensaje de paz y de amor. ¡Cuánta paz alcanza un hombre que no está enemistado con otro! Paz que no es ausencia de guerra sino que es presencia de Dios, presencia de Amor.
La luz de un nuevo día, las flores que despiertan, el murmullo del viento que roza nuestra ventana, nos enseña cuán grande y bello es el creador de todo. Y lo hizo para mí. Y lo hizo para mi hermano. Y lo hizo, también, para aquel con el que estoy enemistado. Y lo habría hecho igual aunque sólo fuera yo el único habitante de este mundo, aunque fuera el otro el único habitante de este mundo. Si Dios, que es Padre, nos da esto, cuanto más nosotros debemos dar lo mejor de nosotros mismos a los demás, aun siendo el otro.
Jesús da un nuevo sentido a la ley rabínica, un nuevo sentido a nuestro modo de pensar; no matarás decía la antigua ley, Cristo dice: no te enfades con tu hermano, perdona. A veces es difícil perdonar, pero tenemos el ejemplo de Cristo que nos perdona todo, si se lo pedimos; que perdona a cualquier pecador si, en su corazón, se arrepiente.
Hoy podemos aprender una nueva cosa: amar. Amar nunca se aprende totalmente. "El amor que no se practica se seca", dicen. Hoy es el día oportuno para volver a regar esa planta del amor. Esa planta que es la rosa más preciosa del Jardín de Dios.
A los que están heridos por divisiones históricas, les resulta difícil aceptar que los exhortemos al perdón y la reconciliación, ya que interpretan que ignoramos su dolor, o que pretendemos hacerles perder la memoria y los ideales. Pero si ven el testimonio de comunidades auténticamente fraternas y reconciliadas, eso es siempre una luz que atrae. Por ello me duele tanto comprobar cómo en algunas comunidades cristianas, y aun entre personas consagradas, consentimos diversas formas de odio, divisiones, calumnias, difamaciones, venganzas, celos, deseos de imponer las propias ideas a costa de cualquier cosa, y hasta persecuciones que parecen una implacable caza de brujas. ¿A quién vamos a evangelizar con esos comportamientos?
Pidamos al Señor que nos haga entender la ley del amor. ¡Qué bueno es tener esta ley! ¡Cuánto bien nos hace amarnos los unos a los otros en contra de todo! Sí, ¡en contra de todo! A cada uno de nosotros se dirige la exhortación paulina: “No te dejes vencer por el mal, antes bien vence al mal con el bien”. Y también: “¡No nos cansemos de hacer el bien!”. Todos tenemos simpatías y antipatías, y quizás ahora mismo estamos enojados con alguno. Al menos digamos al Señor: “Señor yo estoy enojado con éste, con aquélla. Yo te pido por él y por ella”. Rezar por aquel con el que estamos irritados es un hermoso paso en el amor, y es un acto evangelizador. ¡Hagámoslo hoy! ¡No nos dejemos robar el ideal del amor fraterno!
(S.S. Francisco, Exhortación apostólica Evangelii gaudium, n. 100-101).