sábado, 17 de agosto de 2019

Lecturas 17 de Agosto de 2019

  • Primera lectura

    Josué 24:14-29
    14 «Ahora, pues, temed a Yahveh y servidle perfectamente, con fidelidad; apartaos de los dioses a los que sirvieron vuestros padres más allá del Río y en Egipto y servid a Yahveh.
    15 Pero, si no os parece bien servir a Yahveh, elegid hoy a quién habéis de servir, o a los dioses a quienes servían vuestros padres más allá del Río, o a los dioses de los amorreos en cuyo país habitáis ahora. Yo y mi familia serviremos a Yahveh.»
    16 El pueblo respondió: «Lejos de nosotros abandonar a Yahveh para servir a otros dioses.
    17 Porque Yahveh nuestro Dios es el que nos hizo subir, a nosotros y a nuestros padres, de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre, y el que delante de nuestros ojos obró tan grandes señales y nos guardó por todo el camino que recorrimos y en todos los pueblos por los que pasamos.
    18 Además Yahveh expulsó delante de nosotros a todos esos pueblos y a los amorreos que habitaban en el país. También nosotros serviremos a Yahveh, porque él es nuestro Dios.»
    19 Entonces Josué dijo al pueblo: «No podréis servir a Yahveh, porque es un Dios santo, es un Dios celoso, que no perdonará ni vuestras rebeldías ni vuestros pecados.
    20 Si abandonáis a Yahveh para servir a los dioses del extranjero, él a su vez traerá el mal sobre vosotros y acabará con vosotros, después de haberos hecho tanto bien.»
    21 El pueblo respondió a Josué: «No; nosotros serviremos a Yahveh.»
    22 Josué dijo al pueblo: «Vosotros sois testigos contra vosotros mismos de que habéis elegido a Yahveh para servirle.» Respondieron ellos: «¡Testigos somos!» -
    23 «Entonces, apartad los dioses del extranjero que hay en medio de vosotros e inclinad vuestro corazón hacia Yahveh, Dios de Israel.»
    24 El pueblo respondió a Josué: «A Yahveh nuestro Dios serviremos y a sus voz atenderemos.»
    25 Aquél día, Josué pactó una alianza para el pueblo; le impuso decretos y normas en Siquem.
    26 Josué escribió estas palabras en el libro de la Ley de Dios. Tomó luego una gran piedra y la plantó allí, al pie de la encina que hay en el santuario de Yahveh.
    27 Josué dijo al todo el pueblo: «Mirad, esta piedra será testigo contra nosotros, pues ha oído todas las palabras que Yahveh ha hablado con nosotros; ella será testigo contra vosotros para que no reneguéis de vuestro Dios.»
    28 Y Josué despidió al pueblo cada uno a su heredad.
    29 Después de estos acontecimientos, murió Josué, hijo de Nun, siervo de Yahveh, a la edad de 110 años.
  • Salmo responsorial

    Salmo 16:1-2, 5, 7-8, 11
    1 media voz. De David. Guárdame, oh Dios, en ti está mi refugio.
    2 Yo digo a Yahveh: «Tú eres mi Señor. mi bien, nada hay fuera de ti»;
    5 Yahveh, la parte de mi herencia y de mi copa, tú mi suerte aseguras;
    7 Bendigo a Yahveh que me aconseja; aun de noche mi conciencia me instruye;
    8 pongo a Yahveh ante mí sin cesar; porque él está a mi diestra, no vacilo.
    11 Me enseñarás el caminó de la vida, hartura de goces, delante de tu rostro, a tu derecha, delicias para siempre.
  • Evangelio

    Mateo 19:13-15
    13 Entonces le fueron presentados unos niños para que les impusiera las manos y orase; pero los discípulos les reñían.
    14 Mas Jesús les dijo: «Dejad que los niños vengan a mí, y no se lo impidáis porque de los que son como éstos es el Reino de los Cielos.»
    15 Y, después de imponerles las manos, se fue de allí.

viernes, 16 de agosto de 2019

Lecturas 16 de Agosto de 2019

  • Primera lectura

    Josué 24:1-13
    1 Josué reunió a todas las tribus de Israel en Siquem, llamó a los ancianos de Israel, a sus jefes, jueces y escribas que se situaron en presencia de Dios.
    2 Josué dijo a todo el pueblo: «Esto dice Yahveh el Dios de Israel: Al otro lado del Río habitaban antaño vuestros padres, Téraj, padre de Abraham y de Najor, y servían a otros dioses.
    3 Yo tomé a vuestro padre Abraham del otro lado del Río y le hice recorrer toda la tierra de Canaán, multipliqué su descendencia y le di por hijo a Isaac.
    4 A Isaac le di por hijos a Jacob y Esaú. A Esaú le di en propiedad la montaña de Seír. Jacob y sus hijos bajaron a Egipto.
    5 Envié después a Moisés y Aarón y herí a Egipto con los prodigios que obré en medio de él. Luego os saqué de allí.
    6 Saqué a vuestros padres de Egipto y llegasteis al mar; los egipcios persiguieron a vuestros padres con los carros y sus guerreros hasta el mar de Suf.
    7 Clamaron entonces a Yahveh, el cual tendió unas densas nieblas entre vosotros y los egipcios, e hizo volver sobre ellos el mar, que los cubrió. Visteis con vuestros propios ojos lo que hice con Egipto; luego habitasteis largo tiempo en el desierto.
    8 Os introduje después en la tierra de los amorreos, que habitaban al otro lado del Jordán; ellos os declararon la guerra y yo los entregué en vuestras manos; y así pudisteis poseer su tierra, porque yo los exterminé delante de vosotros.
    9 Después se levantó Balaq, hijo de Sippor, rey de Moab, para pelear contra Israel, y mandó llamar a Balaam, hijo de Beor, para que os maldijera.
    10 Pero no quise escuchar a Balaam, y hasta tuvo que bendeciros; así os salvé yo de su mano.
    11 «Pasasteis el Jordán y llegasteis a Jericó; pero las gentes de Jericó os hicieron la guerra, igual que los amorreos, los perizitas, los cananeos, los hititas, los guirgasitas, los jivitas y los jebuseos, pero yo los entregué en vuestras manos.
    12 Mandé delante de vosotros avispas que expulsaron, antes que llegarais, a los dos reyes de los amorreos; no fue con tu espada ni con tu arco.
    13 Os he dado una tierra que no os ha costado fatiga, unas ciudades que no habéis construido y en las que sin embargo habitáis, viñas y olivares que no habéis plantado y de las que os alimentáis.
  • Salmo responsorial

    Salmo 136:1-3, 16-18, 21-22, 24
    1 ¡Dad gracias a Yahveh, porque es bueno, porque es eterno su amor!
    2 Dad gracias al Dios de los dioses, porque es eterno su amor;
    3 dad gracias al Señor de los señores, porque es eterno su amor.
    16 Guió a su pueblo en el desierto, porque es eterno su amor;
    17 hirió a grandes reyes, porque es eterno su amor;
    18 y dio muerte a reyes poderosos, porque es eterno su amor;
    21 Y dio sus tierras en herencia, porque es eterno su amor;
    22 en herencia a su siervo Israel, porque es eterno su amor.
    24 y nos libró de nuestros adversarios, porque es eterno su amor.
  • Evangelio

    Mateo 19:3-12
    3 Y se le acercaron unos fariseos que, para ponerle a prueba, le dijeron: «¿Puede uno repudiar a su mujer por un motivo cualquiera?»
    4 El respondió: «¿No habéis leído que el Creador, desde el comienzo, los hizo varón y hembra,
    5 y que dijo: Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos se harán una sola carne?
    6 De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Pues bien, lo que Dios unió no lo separe el hombre.»
    7 Dícenle: «Pues ¿por qué Moisés prescribió dar acta de divorcio y repudiarla?»
    8 Díceles: «Moisés, teniendo en cuenta la dureza de vuestro corazón, os permitió repudiar a vuestras mujeres; pero al principio no fue así.
    9 Ahora bien, os digo que quien repudie a su mujer - no por fornicación - y se case con otra, comete adulterio.»
    10 Dícenle sus discípulos: «Si tal es la condición del hombre respecto de su mujer, no trae cuenta casarse.»
    11 Pero él les dijo: «No todos entienden este lenguaje, sino aquellos a quienes se les ha concedido.
    12 Porque hay eunucos que nacieron así del seno materno, y hay eunucos que se hicieron tales a sí mismos por el Reino de los Cielos. Quien pueda entender, que entienda.»

jueves, 15 de agosto de 2019

Lecturas 15 de Agosto de 2019

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Apocalipsis 11:19; 12:1-6, 10
    19 Y se abrió el Santuario de Dios en el cielo, y apareció el arca de su alianza en el Santuario, y se produjeron relámpagos, y fragor, y truenos, y temblor de tierra y fuerte granizada.
    1 Una gran señal apareció en el cielo: una Mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza;
    2 está encinta, y grita con los dolores del parto y con el tormento de dar a luz.
    3 Y apareció otra señal en el cielo: un gran Dragón rojo, con siete cabezas y diez cuernos, y sobre sus cabezas siete diademas.
    4 Su cola arrastra la tercera parte de las estrellas del cielo y las precipitó sobre la tierra. El Dragón se detuvo delante de la Mujer que iba a dar a luz, para devorar a su Hijo en cuanto lo diera a luz.
    5 La mujer dio a luz un Hijo varón, el que ha de regir a todas las naciones con cetro de hierro; y su hijo fue arrebatado hasta Dios y hasta su trono.
    6 Y la mujer huyó al desierto, donde tiene un lugar preparado por Dios para ser allí alimentada 1.260 días.
    10 Oí entonces una fuerte voz que decía en el cielo: «Ahora ya ha llegado la salvación, el poder y el reinado de nuestro Dios y la potestad de su Cristo, porque ha sido arrojado el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba día y noche delante de nuestro Dios.
  • Salmo responsorial

    Salmo 45:10-12, 16
    10 Hijas de reyes hay entre tus preferidas; a tu diestra una reina, con el oro de Ofir.
    11 Escucha, hija, mira y pon atento oído, olvida tu pueblo y la casa de tu padre,
    12 y el rey se prendará de tu belleza. El es tu Señor, ¡póstrate ante él!
    16 entre alborozo y regocijo avanzan, al entrar en el palacio del rey.
  • Segunda lectura

    I Corintios 15:20-27
    20 ¡Pero no! Cristo resucitó de entre los muertos como primicias de los que durmieron.
    21 Porque, habiendo venido por un hombre la muerte, también por un hombre viene la resurrección de los muertos.
    22 Pues del mismo modo que en Adán mueren todos, así también todos revivirán en Cristo.
    23 Pero cada cual en su rango: Cristo como primicias; luego los de Cristo en su Venida.
    24 Luego, el fin, cuando entregue a Dios Padre el Reino, depués de haber destruido todo Principado, Dominación y Potestad.
    25 Porque debe él reinar hasta que ponga a todos sus enemigos bajo sus pies.
    26 El último enemigo en ser destruido será la Muerte.
    27 Porque ha sometido todas las cosas bajo sus pies. Mas cuando diga que «todo está sometido», es evidente que se excluye a Aquel que ha sometido a él todas las cosas.
  • Evangelio

    Lucas 1:39-56
    39 En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá;
    40 entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
    41 Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo;
    42 y exclamando con gran voz, dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno;
    43 y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí?
    44 Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno.
    45 ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!»
    46 Y dijo María: «Engrandece mi alma al Señor
    47 y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador
    48 porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada,
    49 porque ha hecho en mi favor maravillas el Poderoso, Santo es su nombre
    50 y su misericordia alcanza de generación en generación a los que le temen.
    51 Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los que son soberbios en su propio corazón.
    52 Derribó a los potentados de sus tronos y exaltó a los humildes.
    53 A los hambrientos colmó de bienes y despidió a los ricos sin nada.
    54 Acogió a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia
    55 - como había anunciado a nuestros padres - en favor de Abraham y de su linaje por los siglos.»
    56 María permanceció con ella unos tres meses, y se volvió a su casa.

miércoles, 14 de agosto de 2019

Lecturas 14 de Agosto de 2019

  • Primera lectura

    I Juan 3:13-18
    13 No os extrañéis, hermanos, si el mundo os aborrece.
    14 Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida, porque amamos a los hermanos. Quien no ama permanece en la muerte.
    15 Todo el que aborrece a su hermano es un asesino; y sabéis que ningún asesino tiene vida eterna permanente en él.
    16 En esto hemos conocido lo que es amor: en que él dio su vida por nosotros. También nosotros debemos dar la vida por los hermanos.
    17 Si alguno que posee bienes de la tierra, ve a su hermano padecer necesidad y le cierra su corazón, ¿cómo puede permanecer en él el amor de Dios?
    18 Hijos míos, no amemos de palabra ni de boca, sino con obras y según la verdad.
  • Salmo responsorial

    Salmo 116:10-13, 16-17
    10 ¡Tengo fe, aún cuando digo: «Muy desdichado soy»!,
    11 yo que he dicho en mi consternación: «Todo hombre es mentiroso».
    12 ¿Cómo a Yahveh podré pagar todo el bien que me ha hecho?
    13 La copa de salvación levantaré, e invocaré el nombre de Yahveh.
    16 ¡Ah, Yahveh, yo soy tu siervo, tu siervo, el hijo de tu esclava, tú has soltado mis cadenas!
    17 Sacrificio te ofreceré de acción de gracias, e invocaré el nombre de Yahveh.
  • Evangelio

    Juan 15:12-17
    12 Este es el mandamiento mío: que os améis los unos a los otros como yo os he amado.
    13 Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos.
    14 Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.
    15 No os llamo ya siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a vosotros os he llamado amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer.
    16 No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros, y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca; de modo que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo conceda.
    17 Lo que os mando es que os améis los unos a los otros.»

martes, 13 de agosto de 2019

Lecturas 13 de Agosto de 2019

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Deuteronomio 31:1-8
    1 Moisés acabó diciendo estas palabras a todo Israel:
    2 «He cumplido 120 años. Ya no puedo salir ni entrar. Y Yahveh me ha dicho: Tú no pasarás este Jordán.
    3 Yahveh tu Dios pasará delante de ti, él destruirá ante ti esas naciones y las desalojará. Será Josué quien pasará delante de ti, como ha dicho Yahveh.
    4 Yahveh las tratará como trató a Sijón y a Og, reyes amorreos, y a su país, a los cuales destruyó.
    5 Yahveh os los entregará, y vosotros los trataréis exactamente conforme a la orden que yo os he dado.
    6 ¡Sed fuertes y valerosos!, no temáis ni os asustéis ante ellos, porque Yahveh tu Dios marcha contigo: no te dejará ni te abandonará.»
    7 Después Moisés llamó a Josué y le dijo en presencia de todo Israel: «¡Se fuerte y valeroso!, tú entrarás con este pueblo en la tierra que Yahveh juró dar a sus padres, y tú se la darás en posesión.
    8 Yahveh marchará delante de ti, él estará contigo; no te dejará ni te abandonará. No temas ni te asustes.»
  • Salmo responsorial

    Deuteronomio 32:3-4, 7-9, 12
    3 Porque voy a aclamar el nombre de Yahveh; ¡ensalzad a nuestro Dios!
    4 El es la Roca, su obra es consumada, pues todos sus caminos son justicia. Es Dios de la lealtad, no de perfidia, es justo y recto.
    7 Acuérdate de los días de antaño, considera los años de edad en edad. Interroga a tu padre, que te cuente, a tus ancianos, que te hablen.
    8 Cuando el Altísimo repartió las naciones, cuando distribuyó a los hijos de Adán, fijó las fronteras de los pueblos, según el número de los hijos de Dios;
    9 mas la porción de Yahveh fue su pueblo, Jacob su parte de heredad.
    12 Sólo Yahveh le guía a su destino, con él ningún dios extranjero.
  • Evangelio

    Mateo 18:1-5, 10, 12-14
    1 En aquel momento se acercaron a Jesús los discípulos y le dijeron: «¿Quién es, pues, el mayor en el Reino de los Cielos?»
    2 El llamó a un niño, le puso en medio de ellos
    3 y dijo: «Yo os aseguro: si no cambiáis y os hacéis como los niños, no entraréis en el Reino de los Cielos.
    4 Así pues, quien se haga pequeño como este niño, ése es el mayor en el Reino de los Cielos.
    5 «Y el que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe.
    10 «Guardaos de menospreciar a uno de estos pequeños; porque yo os digo que sus ángeles, en los cielos, ven continuamente el rostro de mi Padre que está en los cielos.
    12 ¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le descarría una de ellas, ¿no dejará en los montes las noventa y nueve, para ir en busca de la descarriada?
    13 Y si llega a encontrarla, os digo de verdad que tiene más alegría por ella que por las 99 no descarriadas.
    14 De la misma manera, no es voluntad de vuestro Padre celestial que se pierda uno solo de estos pequeños.

lunes, 12 de agosto de 2019

Lecturas 12 de Agosto de 2019

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Deuteronomio 10:12-22
    12 Y ahora, Israel, ¿qué te pide tu Dios, sino que temas a Yahveh tu Dios, que sigas todos sus caminos, que le ames, que sirvas a Yahveh tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma,
    13 que guardes los mandamientos de Yahveh y sus preceptos que yo te prescribo hoy para que seas feliz?
    14 Mira: De Yahveh tu Dios son los cielos y los cielos de los cielos, la tierra y cuanto hay en ella.
    15 Y con todo, sólo de tus padres se prendó Yahveh y eligió a su descendencia después de ellos, a vosotros mismos, de entre todos los pueblos, como hoy sucede.
    16 Circuncidad el prepucio de vuestro corazón y no endurezcáis más vuestra cerviz,
    17 porque Yahveh vuestro Dios es el Dios de los dioces y el Señor de los señores, el Dios grande, poderoso y temible, que no hace acepción de personas ni admite soborno;
    18 que hace justicia al huérfano y a la viuda, y ama al forastero, a quien da pan y vestido.
    19 (Amad al forastero porque forasteros fuisteis vosotros en el país de Egipto.)
    20 A Yahveh tu Dios temerás, a él servirás, vivirás unido a él y en su nombre jurarás.
    21 El será objeto de tu alabanza y él tu Dios, que ha hecho por ti esas cosas grandes y terribles que tus ojos han visto.
    22 No más de setenta personas eran tus padres cuando bajaron a Egipto, y Yahveh tu Dios te ha hecho ahora numeroso como las estrellas del cielo.
  • Salmo responsorial

    Salmo 147:12-15, 19-20
    12 ¡Celebra a Yahveh, Jerusalén, alaba a tu Dios, Sión!
    13 Que él ha reforzado los cerrojos de tus puertas, ha bendecido en ti a tus hijos;
    14 pone paz en tu término, te sacia con la flor del trigo.
    15 El envía a la tierra su mensaje, a toda prisa corre su palabra;
    19 El revela a Jacob su palabra, sus preceptos y sus juicios a Israel:
    20 no hizo tal con ninguna nación, ni una sola sus juicios conoció.
  • Evangelio

    Mateo 17:22-27
    22 Yendo un día juntos por Galilea, les dijo Jesús: «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres;
    23 le matarán, y al tercer día resucitará.» Y se entristecieron mucho.
    24 Cuando entraron en Cafarnaúm, se acercaron a Pedro los que cobraban el didracma y le dijeron: «¿No paga vuestro Maestro el didracma?»
    25 Dice él: «Sí.» Y cuando llegó a casa, se anticipó Jesús a decirle: «¿Qué te parece, Simón?; los reyes de la tierra, ¿de quién cobran tasas o tributo, de sus hijos o de los extraños?»
    26 Al contestar él: «De los extraños», Jesús le dijo: «Por tanto, libres están los hijos.
    27 Sin embargo, para que no les sirvamos de escándalo, vete al mar, echa el anzuelo, y el primer pez que salga, cógelo, ábrele la boca y encontrarás un estáter. Tómalo y dáselo por mí y por ti.»

Lecturas 11 de Agosto de 2019

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Sabiduría 18:6-9
    6 Aquella noche fue previamente conocida por nuestros padres, para que se confortasen al reconocer firmes los juramentos en que creyeron.
    7 Tu pueblo esperaba a la vez la salvación de los justos y la destrucción de sus enemigos.
    8 Y, en efecto, con el castigo mismo de nuestros adversarios, nos colmaste de gloria llamándonos a ti.
    9 Los santos hijos de los buenos ofrecieron sacrificios en secreto y establecieron unánimes esta ley divina: que los santos correrían en común las mismas aventuras y riesgos; y, previamente, cantaron ya los himnos de los Padres.
  • Salmo responsorial

    Salmo 33:1, 12, 18-22
    1 ¡Gritad de júbilo, justos, por Yahveh!, de los rectos es propia la alabanza;
    12 ¡Feliz la nación cuyo Dios es Yahveh, el pueblo que se escogió por heredad!
    18 Los ojos de Yahveh están sobre quienes le temen, sobre los que esperan en su amor,
    19 para librar su alma de la muerte, y sostener su vida en la penuria.
    20 Nuestra alma en Yahveh espera, él es nuestro socorro y nuestro escudo;
    21 en él se alegra nuestro corazón, y en su santo nombre confiamos.
    22 Sea tu amor, Yahveh, sobre nosotros, como está en ti nuestra esperanza.
  • Segunda lectura

    Hebreos 11:1-2, 8-19
    1 La fe es garantía de lo que se espera; la prueba de las realidades que no se ven.
    2 Por ella fueron alabados nuestros mayores.
    8 Por la fe, Abraham, al ser llamado por Dios, obedeció y salió para el lugar que había de recibir en herencia, y salió sin saber a dónde iba.
    9 Por la fe, peregrinó por la Tierra Prometida como en tierra extraña, habitando en tiendas, lo mismo que Isaac y Jacob, coherederos de las mismas promesas.
    10 Pues esperaba la ciudad asentada sobre cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.
    11 Por la fe, también Sara recibió, aun fuera de la edad apropiada, vigor para ser madre, pues tuvo como digno de fe al que se lo prometía.
    12 Por lo cual también de uno solo y ya gastado nacieron hijos, numerosos como las estrellas del cielo, incontables como las arenas de las orillas del mar.
    13 En la fe murieron todos ellos, sin haber conseguido el objeto de las promesas: viéndolas y saludándolas desde lejos y confesándose extraños y forasteros sobre la tierra.
    14 Los que tal dicen, claramente dan a entender que van en busca de una patria;
    15 pues si hubiesen pensado en la tierra de la que habían salido, habrían tenido ocasión de retornar a ella.
    16 Más bien aspiran a una mejor, a la celestial. Por eso Dios no se avergüenza de ellos, de ser llamado Dios suyo, pues les tiene preparada una ciudad...
    17 Por la fe, Abraham, sometido a la prueba, presentó a Isaac como ofrenda, y el que había recibido las promesas, ofrecía a su unigénito ,
    18 respecto del cual se le había dicho: Por Isaac tendrás descendencia.
    19 Pensaba que poderoso era Dios aun para resucitar de entre los muertos. Por eso lo recobró para que Isaac fuera también figura.
  • Evangelio


    Lucas 12:32-48
    32 «No temas, pequeño rebaño, porque a vuestro Padre le ha parecido bien daros a vosotros el Reino.
    33 «Vended vuestros bienes y dad limosna. Haceos bolsas que no se deterioran, un tesoro inagotable en los cielos, donde no llega el ladrón, ni la polilla;
    34 porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
    35 «Estén ceñidos vuestros lomos y las lámparas encendidas,
    36 y sed como hombres que esperan a que su señor vuelva de la boda, para que, en cuanto llegue y llame, al instante le abran.
    37 Dichosos los siervos, que el señor al venir encuentre despiertos: yo os aseguro que se ceñirá, los hará ponerse a la mesa y, yendo de uno a otro, les servirá.
    38 Que venga en la segunda vigilia o en la tercera, si los encuentra así, ¡dichosos de ellos!
    39 Entendedlo bien: si el dueño de casa supiese a qué hora iba a venir el ladrón, no dejaría que le horadasen su casa.
    40 También vosotros estad preparados, porque en el momento que no penséis, vendrá el Hijo del hombre.»
    41 Dijo Pedro: «Señor, ¿dices esta parábola para nosotros o para todos?»
    42 Respondió el Señor: «¿Quién es, pues, el administrador fiel y prudente a quien el señor pondrá al frente de su servidumbre para darles a su tiempo su ración conveniente?
    43 Dichoso aquel siervo a quien su señor, al llegar, encuentre haciéndolo así.
    44 De verdad os digo que le pondrá al frente de toda su hacienda.
    45 Pero si aquel siervo se dice en su corazón: "Mi señor tarda en venir", y se pone a golpear a los criados y a las criadas, a comer y a beber y a emborracharse,
    46 vendrá el señor de aquel siervo el día que no espera y en el momento que no sabe, le separará y le señalará su suerte entre los infieles.
    47 «Aquel siervo que, conociendo la voluntad de su señor, no ha preparado nada ni ha obrado conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes;
    48 el que no la conoce y hace cosas dignas de azotes, recibirá pocos; a quien se le dio mucho, se le reclamará mucho; y a quien se confió mucho, se le pedirá más.