sábado, 22 de febrero de 2025

Lecturas 22 de Febrero de 2025

 

  • Primera Lectura

    I Pedro 5:1-4

    1A los ancianos que están entre vosotros les exhorto yo, anciano como ellos, testigo de los sufrimientos de Cristo y partícipe de la gloria que está para manifestarse. 2Apacentad la grey de Dios que os está encomendada, vigilando, no forzados, sino voluntariamente, según Dios; no por mezquino afán de ganancia, sino de corazón; 3no tiranizando a los que os ha tocado cuidar, sino siendo modelos de la grey. 4Y cuando aparezca el Mayoral, recibiréis la corona de gloria que no se marchita.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 23:1-6

    1Salmo. De David. Yahveh es mi pastor, nada me falta. 2Por prados de fresca hierba me apacienta. Hacia las aguas de reposo me conduce, 3y conforta mi alma; me guía por senderos de justicia, en gracia de su nombre. 4Aunque pase por valle tenebroso, ningún mal temeré, porque tú vas conmigo; tu vara y tu cayado, ellos me sosiegan. 5Tú preparas ante mí una mesa frente a mis adversarios; unges con óleo mi cabeza, rebosante está mi copa. 6Sí, dicha y gracia me acompañarán todos los días de mi vida; mi morada será la casa de Yahveh a lo largo de los días.

  • Evangelio

    Mateo 16:13-19

    13Llegado Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?» 14Ellos dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías, otros, que Jeremías o uno de los profetas.» 15Díceles él: «Y vosotros ¿quién decís que soy yo?» 16Simón Pedro contestó: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo.» 17Replicando Jesús le dijo: «Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. 18Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. 19A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos.»

viernes, 21 de febrero de 2025

Lecturas 21 de Febrero de 2025

 

  • Primera Lectura

    Génesis 11:1-9

    1Todo el mundo era de un mismo lenguaje e idénticas palabras. 2Al desplazarse la humanidad desde oriente, hallaron una vega en el país de Senaar y allí se establecieron. 3Entonces se dijeron el uno al otro: «Ea, vamos a fabricar ladrillos y a cocerlos al fuego.» Así el ladrillo les servía de piedra y el betún de argamasa. 4Después dijeron: «Ea, vamos a edificarnos una ciudad y una torre con la cúspide en los cielos, y hagámonos famosos, por si nos desperdigamos por toda la haz de la tierra.» 5Bajó Yahveh a ver la ciudad y la torre que habían edificado los humanos, 6y dijo Yahveh: «He aquí que todos son un solo pueblo con un mismo lenguaje, y este es el comienzo de su obra. Ahora nada de cuanto se propongan les será imposible. 7Ea, pues, bajemos, y una vez allí confundamos su lenguaje, de modo que no entienda cada cual el de su prójimo.» 8Y desde aquel punto los desperdigó Yahveh por toda la haz de la tierra, y dejaron de edificar la ciudad. 9Por eso se la llamó Babel; porque allí embrolló Yahveh el lenguaje de todo el mundo, y desde allí los desperdigó Yahveh por toda la haz de la tierra.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 33:10-15

    10Yahveh frustra el plan de las naciones, hace vanos los proyectos de los pueblos; 11mas el plan de Yahveh subsiste para siempre, los proyectos de su corazón por todas las edades. 12¡Feliz la nación cuyo Dios es Yahveh, el pueblo que se escogió por heredad! 13Yahveh mira de lo alto de los cielos, ve a todos los hijos de Adán; 14desde el lugar de su morada observa a todos los habitantes de la tierra, 15él, que forma el corazón de cada uno, y repara en todas sus acciones.

  • Evangelio

    Marcos 8:34--9:1

    8 34Llamando a la gente a la vez que a sus discípulos, les dijo: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. 35Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará. 36Pues ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si arruina su vida? 37Pues ¿qué puede dar el hombre a cambio de su vida? 38Porque quien se avergüence de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.» 9 1Les decía también: «Yo os aseguro que entre los aquí presentes hay algunos que no gustarán la muerte hasta que vean venir con poder el Reino de Dios.»

jueves, 20 de febrero de 2025

Lecturas 20 de Febrero de 2025

 

  • Primera Lectura

    Génesis 9:1-13

    1Dios bendijo a Noé y a sus hijos, y les dijo: «Sed fecundos, multiplicaos y llenad la tierra. 2Infundiréis temor y miedo a todos los animales de la tierra, y a todas las aves del cielo, y a todo lo que repta por el suelo, y a todos los peces del mar; quedan a vuestra disposición. 3Todo lo que se mueve y tiene vida os servirá de alimento: todo os lo doy, lo mismo que os di la hierba verde. 4Sólo dejaréis de comer la carne con su alma, es decir, con su sangre, 5y yo os prometo reclamar vuestra propia sangre: la reclamaré a todo animal y al hombre: a todos y a cada uno reclamaré el alma humana. 6Quien vertiere sangre de hombre, por otro hombre será su sangre vertida, porque a imagen de Dios hizo El al hombre. 7Vosotros, pues, sed fecundos y multiplicaos; pululad en la tierra y dominad en ella.» 8Dijo Dios a Noé y a sus hijos con él: 9«He aquí que yo establezco mi alianza con vosotros, y con vuestra futura descendencia, 10y con toda alma viviente que os acompaña: las aves, los ganados y todas las alimañas que hay con vosotros, con todo lo que ha salido del arca, todos los animales de la tierra. 11Establezco mi alianza con vosotros, y no volverá nunca más a ser aniquilada toda carne por las aguas del diluvio, ni habrá más diluvio para destruir la tierra.» 12Dijo Dios: «Esta es la señal de la alianza que para las generaciones perpertuas pongo entre yo y vosotros y toda alma viviente que os acompaña: 13Pongo mi arco en las nubes, y servirá de señal de la alianza entre yo y la tierra.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 102:16-21, 29, 22-23

    16Y temerán las naciones el nombre de Yahveh, y todos los reyes de la tierra tu gloria; 17cuando Yahveh reconstruya a Sión, y aparezca en su gloria, 18volverá su rostro a la oración del despojado, su oración no despreciará. 19Se escribirá esto para la edad futura, y en pueblo renovado alabará a Yahveh: 20que se ha inclinado Yahveh desde su altura santa, desde los cielos ha mirado a la tierra, 21para oír el suspiro del cautivo, para librar a los hijos de la muerte. 22Para pregonar en Sión el nombre de Yahveh, y su alabanza en Jerusalén, 23cuando a una se congreguen los pueblos, y los reinos para servir a Yahveh. 29Los hijos de tus siervos tendrán una morada, y su estirpe ante ti subsistirá.

  • Evangelio

    Marcos 8:27-33

    27Salió Jesús con sus discípulos hacia los pueblos de Cesarea de Filipo, y por el camino hizo esta pregunta a sus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que soy yo?» 28Ellos le dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que uno de los profetas.» 29Y él les preguntaba: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?» Pedro le contesta: «Tú eres el Cristo.» 30Y les mandó enérgicamente que a nadie hablaran acerca de él. 31Y comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre debía sufrir mucho y ser reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y resucitar a los tres días. 32Hablaba de esto abiertamente. Tomándole aparte, Pedro, se puso a reprenderle. 33Pero él, volviéndose y mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro, diciéndole: «¡Quítate de mi vista, Satanás! porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres.»

miércoles, 19 de febrero de 2025

Lecturas 19 de Febrero de 2025

 

  • Primera Lectura

    Génesis 8:6-13, 20-22

    6Al cabo de cuarenta días, abrió Noé la ventana que había hecho en el arca, 7y soltó al cuervo, el cual estuvo saliendo y retornando hasta que se secaron las aguas sobre la tierra. 8Después soltó a la paloma, para ver si habían menguado ya las aguas de la superficie terrestre. 9La paloma, no hallando donde posar el pie, tornó donde él, al arca, porque aún había agua sobre la superficie de la tierra; y alargando él su mano, la asió y metióla consigo en el arca. 10Aún esperó otros siete días y volvió a soltar la paloma fuera del arca. 11La paloma vino al atardecer, y he aquí que traía en el pico un ramo verde de olivo, por donde conoció Noé que habián disminuido las aguas de encima de la tierra. 12Aún esperó otros siete días y soltó la paloma, que ya no volvió donde él. 13El año 601 de la vida de Noé, el día primero del primer mes, se secaron las aguas de encima de la tierra. Noé retiró la cubierta del arca, miró y he aquí que estaba seca la superficie del suelo. 20Noé construyó un altar a Yahveh, y tomanda de todos las animales puros y de todas las aves puras, ofreció holocaustos en el altar. 21Al aspirar Yahveh el calmante aroma, dijo en su corazón: «Nunca más volveré al maldecir el suelo por causa del hombre, porque las trazas del corazón humano son malas desde su niñez, ni volveré a herir a todo ser viviente como lo he hecho. 22«Mientras dure la tierra, sementera y siega, frío y calor, verano e invierno, día y noche, no cesarán.»

  • Salmo Responsorial

    Salmo 116:12-15, 18-19

    12¿Cómo a Yahveh podré pagar todo el bien que me ha hecho? 13La copa de salvación levantaré, e invocaré el nombre de Yahveh. 14Cumpliré mis votos a Yahveh, ¡sí, en presencia de todo su pueblo! 15Mucho cuesta a los ojos de Yahveh la muerte de los que le aman. 18Cumpliré mis votos a Yahveh, sí, en presencia de todo su pueblo, 19en los atrios de la Casa de Yahveh, en medio de ti, Jerusalén.

  • Evangelio

    Marcos 8:22-26

    22Llegan a Betsaida. Le presentan un ciego y le suplican que le toque. 23Tomando al ciego de la mano, le sacó fuera del pueblo, y habiéndole puesto saliva en los ojos, le impuso las manos y le preguntaba: «¿Ves algo?» 24El, alzando la vista, dijo: «Veo a los hombres, pues los veo como árboles, pero que andan.» 25Después, le volvió a poner las manos en los ojos y comenzó a ver perfectamente y quedó curado, de suerte que veía de lejos claramente todas las cosas. 26Y le envió a su casa, diciéndole: «Ni siquiera entres en el pueblo.»

martes, 18 de febrero de 2025

Lecturas 18 de Febrero de 2025

 

  • Primera Lectura

    Génesis 6:5-8; 7:1-5, 10

    6 5Viendo Yahveh que la maldad del hombre cundía en la tierra, y que todos los pensamientos que ideaba su corazón eran puro mal de continuo, 6le pesó a Yahveh de haber hecho al hombre en la tierra, y se indignó en su corazón. 7Y dijo Yahveh: «Voy a exterminar de sobre la haz del suelo al hombre que he creado, - desde el hombre hasta los ganados, las sierpes, y hasta las aves del cielo - porque me pesa harberlos hecho.» 8Pero Noé halló gracia a los ojos de Yahveh. 7 1Yahveh dijo a Noé: «Entra en el arca tú y toda tu casa, porque tú eres el único justo que he visto en esta generación. 2De todos los animales puros tomarás para ti siete parejas, el macho con su hembra, y de todos los animales que no son puros, una pareja, el macho con su hembra. 3(Asimismo de las aves del cielo, siete parejas, machos y hembras) para que sobreviva la casta sobre la haz de toda la tierra. 4Porque dentro de siete días haré llover sobre la tierra durante cuarenta días y cuarenta noches, y exterminaré de sobre la haz del suelo todos los seres que hice.» 5Y Noé ejecutó todo lo que le había mandado Yahveh. 10A la semana, las aguas del diluvio vinieron sobre la tierra.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 29:1-4, 3, 9-10

    1Salmo. De David. ¡Rendid a Yahveh, hijos de Dios, rendid a Yahveh gloria y poder! 2Rendid a Yahveh la gloria de su nombre, postraos ante Yahveh en esplendor sagrado. 3Voz de Yahveh sobre las aguas; el Dios de gloria truena, ¡es Yahveh, sobre las muchas aguas! 4Voz de Yahveh con fuerza, voz de Yahveh con majestad. 9Voz de Yahveh, que estremece las encinas, y las selvas descuaja, mientras todo en su Templo dice: ¡Gloria! 10Yahveh se sentó para el diluvio, Yahveh se sienta como rey eterno.

  • Evangelio

    Marcos 8:14-21

    14Se habían olvidado de tomar panes, y no llevaban consigo en la barca más que un pan. 15El les hacía esta advertencia: «Abrid los ojos y guardaos de la levadura de los fariseos y de la levadura de Herodes.» 16Ellos hablaban entre sí que no tenían panes. 17Dándose cuenta, les dice: «¿Por qué estáis hablando de que no tenéis panes? ¿Aún no comprendéis ni entendéis? ¿Es que tenéis la mente embotada? 18¿Teniendo ojos no véis y teniendo oídos no oís? ¿No os acordáis de 19cuando partí los cinco panes para los 5.000? ¿Cuántos canastos llenos de trozos recogisteis?» «Doce», le dicen. 20«Y cuando partí los siete entre los 4.000, ¿cuántas espuertas llenas de trozos recogisteis?» Le dicen: «Siete.» 21Y continuó: «¿Aún no entendéis?»


lunes, 17 de febrero de 2025

Lecturas 17 de Febrero de 2025

 

  • Primera Lectura

    Génesis 4:1-15, 25

    1Conoció el hombre a Eva, su mujer, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: «He adquirido un varón con el favor de Yahveh.» 2Volvió a dar a luz, y tuvo a Abel su hermano. Fue Abel pastor de ovejas y Caín labrador. 3Pasó algún tiempo, y Caín hizo a Yahveh una oblación de los frutos del suelo. 4También Abel hizo una oblación de los primogénitos de su rebaño, y de la grasa de los mismos. Yahveh miró propicio a Abel y su oblacíon, 5mas no miró propicio a Caín y su oblación, por lo cual se irritó Caín en gran manera y se abatió su rostro. 6Yahveh dijo a Caín: «¿Por qué andas irritado, y por qué se ha abatido tu rostro? 7¿No es cierto que si obras bien podrás alzarlo? Mas, si no obras bien, a la puerta está el pecado acechando como fiera que te codicia, y a quien tienes que dominar.» 8Caín, dijo a su hermano Abel: «Vamos afuera.» Y cuando estaban en el campo, se lanzó Caín contra su hermano Abel y lo mató. 9Yahveh dijo a Caín: «¿Dónde está tu hermano Abel? Contestó: «No sé. ¿Soy yo acaso el guarda de mi hermano?» 10Replicó Yahveh: «¿Qué has hecho? Se oye la sangre de tu hermano clamar a mí desde el suelo. 11Pues bien: maldito seas, lejos de este suelo que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano. 12Aunque labres el suelo, no te dará más su fruto. Vagabundo y errante serás en la tierra.» 13Entonces dijo Caín a Yahveh: «Mi culpa es demasiado grande para soportarla. 14Es decir que hoy me echas de este suelo y he de esconderme de tu presencia, convertido en vagabundo errante por la tierra, y cualquiera que me encuentre me matará.» 15Respondióle Yahveh: «Al contrario, quienquiera que matare a Caín, lo pagará siete veces.» Y Yahveh puso una señal a Caín para que nadie que le encontrase le atacara. 25Adán conoció otra vez a su mujer, y ella dio a luz un hijo, al que puso por nombre Set, diciendo: «Dios me ha otorgado otro descendiente en lugar de Abel, porque le mató Caín.»

  • Salmo Responsorial

    Salmo 50:1, 8, 16-17, 20-21

    1Salmo. De Asaf. El Dios de los dioses, Yahveh, habla y convoca a la tierra desde oriente hasta occidente. 8«No es por tus sacrificios por lo que te acuso: ¡están siempre ante mí tus holocaustos! 16Pero al impío Dios le dice: «¿Qué tienes tú que recitar mis preceptos, y tomar en tu boca mi alianza, 17tú que detestas la doctrina, y a tus espaldas echas mis palabras? 20«Te sientas, hablas contra tu hermano, deshonras al hijo de tu madre. 21Esto haces tú, ¿y he de callarme? ¿Es que piensas que yo soy como tú? Yo te acuso y lo expongo ante tus ojos.

  • Evangelio

    Marcos 8:11-13

    11Y salieron los fariseos y comenzaron a discutir con él, pidiéndole una señal del cielo, con el fin de ponerle a prueba. 12Dando un profundo gemido desde lo íntimo de su ser, dice: «¿Por qué esta generación pide una señal? Yo os aseguro: no se dará, a esta generación ninguna señal.» 13Y, dejándolos, se embarcó de nuevo, y se fue a la orilla opuesta.

domingo, 16 de febrero de 2025

Lecturas 16 de Febrero de 2025

 

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Jeremías 17:5-8

    5Así dice Yahveh: Maldito sea aquel que fía en hombre, y hace de la carne su apoyo, y de Yahveh se aparta en su corazón.6Pues es como el tamarisco en la Arabá, y no verá el bien cuando viniere. Vive en los sitios quemados del desierto, en saladar inhabitable.7Bendito sea aquel que fía en Yahveh, pues no defraudará Yahveh su confianza.8Es como árbol plantado a las orillas del agua, que a la orilla de la corriente echa sus raíces. No temerá cuando viene el calor, y estará su follaje frondoso; en año de sequía no se inquieta ni se retrae de dar fruto.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 1:1-4, 6

    1¡Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos, ni en la senda de los pecadores se detiene, ni en el banco de los burlones se sienta,2mas se complace en la ley de Yahveh, su ley susurra día y noche!3Es como un árbol plantado junto a corrientes de agua, que da a su tiempo el fruto, y jamás se amustia su follaje; todo lo que hace sale bien.4¡No así los impíos, no así! Que ellos son como paja que se lleva el viento.6Porque Yahveh conoce el camino de los justos, pero el camino de los impíos se pierde.

  • Segunda Lectura

    I Corintios 15:12, 16-20

    12Ahora bien, si se predica que Cristo ha resucitado de entre los muertos ¿cómo andan diciendo algunos entre vosotros que no hay resurrección de los muertos?16Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó.17Y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana: estáis todavía en vuestros pecados.18Por tanto, también los que durmieron en Cristo perecieron.19Si solamente para esta vida tenemos puesta nuestra esperanza en Cristo, ¡somos los más dignos de compasión de todos los hombres!20¡Pero no! Cristo resucitó de entre los muertos como primicias de los que durmieron.

  • Evangelio

    Lucas 6:17, 20-26

    17Bajando con ellos se detuvo en un paraje llano; había una gran multitud de discípulos suyos y gran muchedumbre del pueblo, de toda Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón,20Y él, alzando los ojos hacia sus discípulos, decía: «Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios.21Bienaventurados los que tenéis hambre ahora, porque seréis saciados. Bienaventurados los que lloráis ahora, porque reiréis.22Bienaventurados seréis cuando los hombres os odien, cuando os expulsen, os injurien y proscriban vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del hombre.23Alegraos ese día y saltad de gozo, que vuestra recompensa será grande en el cielo. Pues de ese modo trataban sus padres a los profetas.24«Pero ¡ay de vosotros, los ricos!, porque habéis recibido vuestro consuelo.25¡Ay de vosotros, los que ahora estáis hartos!, porque tendréis hambre. ¡Ay de los que reís ahora!, porque tendréis aflicción y llanto.26¡Ay cuando todos los hombres hablen bien de vosotros!, pues de ese modo trataban sus padres a los falsos profetas.