sábado, 1 de agosto de 2020

Lecturas 1 de Agosto de 2020

Lecturas del día:

    Primera opción

  • Primera lectura

    Jeremías 26:11-16, 24
    11 Y los sacerdotes y profetas, dirigiéndose a los jefes y a todo el pueblo, dijeron: «¡Sentencia de muerte para este hombre, por haber profetizado contra esta ciudad, como habéis oído con vuestros propios oídos!»
    12 Dijo Jeremías a todos los jefes y al pueblo todo: «Yahveh me ha enviado a profetizar sobre esta Casa y esta ciudad todo lo que habéis oído.
    13 Ahora bien, mejorad vuestros caminos y vuestras obras y oíd la voz de Yahveh vuestro Dios, y se arrepentirá Yahveh del mal que ha pronunciado contra vosotros.
    14 En cuanto a mí, aquí me tenéis en vuestras manos: haced conmigo como mejor y más acertado os parezca.
    15 Empero, sabed de fijo que si me matáis vosotros a mí, sangre inocente cargaréis sobre vosotros y sobre esta ciudad y sus moradores, porque en verdad Yahveh me ha enviado a vosotros para pronunciar en vuestros oídos todas estas palabras.»
    16 Dijeron los jefes y todo el pueblo a los sacerdotes y profetas: «No merece este hombre sentencia de muerte, porque en nombre de Yahveh nuestro Dios nos ha hablado.»
    24 Gracias a que Ajicam, hijo de Safán, defendió a Jeremías, impidiendo entregarlo en manos del pueblo para matarle.

  • Salmo responsorial

    Salmo 69:15-16, 30-31, 33-34
    15 ¡Sácame del cieno, no me hunda, escape yo a los que me odian, a las honduras de las aguas!
    16 ¡El flujo de las aguas no me anegue no me trague el abismo, ni el pozo cierre sobre mí su boca!
    30 Y yo desdichado, dolorido, ¡tu salvación, oh Dios, me restablezca!
    31 El nombre de Dios celebraré en un cántico, le ensalzaré con la acción de gracias;
    33 Lo han visto los humildes y se alegran; ¡viva vuestro corazón, los que buscáis a Dios!
    34 Porque Yahveh escucha a los pobres, no desprecia a sus cautivos.

  • Evangelio

    Mateo 14:1-12
    1 En aquel tiempo se enteró el tetrarca Herodes de la fama de Jesús,
    2 y dijo a sus criados: «Ese es Juan el Bautista; él ha resucitado de entre los muertos, y por eso actúan en él fuerzas milagrosas.»
    3 Es que Herodes había prendido a Juan, le había encadenado y puesto en la cárcel, por causa de Herodías, la mujer de su hermano Filipo.
    4 Porque Juan le decía: «No te es lícito tenerla.»
    5 Y aunque quería matarle, temió a la gente, porque le tenían por profeta.
    6 Mas llegado el cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías danzó en medio de todos gustando tanto a Herodes,
    7 que éste le prometió bajo juramento darle lo que pidiese.
    8 Ella, instigada por su madre, «dame aquí, dijo, en una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista».
    9 Entristecióse el rey, pero, a causa del juramento y de los comensales, ordenó que se le diese,
    10 y envió a decapitar a Juan en la cárcel.
    11 Su cabeza fue traída en una bandeja y entregada a la muchacha, la cual se la llevó a su madre.
    12 Llegando después sus discípulos, recogieron el cadáver y lo sepultaron; y fueron a informar a Jesús.

  • Segunda opción

  • Primera lectura

    Romanos 8:1-4
    1 Por consiguiente, ninguna condenación pesa ya sobre los que están en Cristo Jesús.
    2 Porque la ley del espíritu que da la vida en Cristo Jesús te liberó de la ley del pecado y de la muerte.
    3 Pues lo que era imposible a la ley, reducida a la impotencia por la carne, Dios, habiendo enviado a su propio Hijo en una carne semejante a la del pecado, y en orden al pecado, condenó el pecado en la carne,
    4 a fin de que la justicia de la ley se cumpliera en nosotros que seguimos una conducta, no según la carne, sino según el espíritu.

  • Salmo responsorial

    Salmo 119:9-14
    9 ¿Cómo el joven guardará puro su camino? Observando tu palabra.
    10 De todo corazón ando buscándote, no me desvíes de tus mandamientos.
    11 Dentro del corazón he guardado tu promesa, para no pecar contra ti.
    12 Bendito tú, Yahveh, enséñame tus preceptos.
    13 Con mis labios he contado todos los juicios de tu boca.
    14 En el camino de tus dictámenes me recreo más que en toda riqueza.

  • Evangelio

    Mateo 5:13-19
    13 «Vosotros sois la sal de la tierra. Mas si la sal se desvirtúa, ¿con qué se la salará? Ya no sirve para nada más que para ser tirada afuera y pisoteada por los hombres.
    14 «Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte.
    15 Ni tampoco se enciende una lámpara y la ponen debajo del celemín, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos los que están en la casa.
    16 Brille así vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
    17 «No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento.
    18 Sí, os lo aseguro: el cielo y la tierra pasarán antes que pase una i o una tilde de la Ley sin que todo suceda.
    19 Por tanto, el que traspase uno de estos mandamientos más pequeños y así lo enseñe a los hombres, será el más pequeño en el Reino de los Cielos; en cambio, el que los observe y los enseñe, ése será grande en el Reino de los Cielos.

viernes, 31 de julio de 2020

Lecturas 31 de Julio de 2020

  • Primera lectura

    Jeremías 26:1-9
    1 Al principio del reinado de Yoyaquim, hijo de Josías, rey de Judá, fue dirigida a Jeremías esta palabra de Yahveh:
    2 Así dice Yahveh: Párate en el patio de la Casa de Yahveh y habla a todas las ciudades de Judá, que vienen a adorar en la Casa de Yahveh, todas las palabras que yo te he mandado hablarles, sin omitir ninguna.
    3 Puede que oigan y se torne cada cual de su mal camino, y yo me arrepentiría del mal que estoy pensando hacerles por la maldad de sus obras.
    4 Les dirás, pues: «Así dice Yahveh: Si no me oís para andar según mi Ley que os propuse,
    5 oyendo las palabras de mis siervos los profetas que yo os envío asiduamente (pero no habéis hecho caso),
    6 entonces haré con esta Casa como con Silo, y esta ciudad entregaré a la maldición de todas las gentes de la tierra.»
    7 Oyeron los sacerdotes y profetas y todo el pueblo a Jeremías decir estas palabras en la Casa de Yahveh,
    8 y luego que hubo acabado Jeremías de hablar todo lo que le había ordenado Yahveh que hablase a todo el pueblo, le prendieron los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo diciendo: «¡Vas a morir!
    9 ¿Por qué has profetizado en nombre de Yahveh, diciendo: "Como Silo quedará esta Casa, y esta ciudad será arrasada, sin quedar habitante"?» Y se juntó todo el pueblo en torno a Jeremías en la Casa de Yahveh.

  • Salmo responsorial

    Salmo 69:5, 8-10, 14
    5 Son más que los cabellos de mi cabeza los que sin causa me odian; más duros que mis huesos los que me hostigan sin razón. (¿Lo que yo no he robado tengo que devolver?)
    8 Pues por ti sufro el insulto, y la vergüenza cubre mi semblante;
    9 para mis hermanos soy un extranjero, un desconocido para los hijos de mi madre;
    10 pues me devora el celo de tu casa, y caen sobre mí los insultos de los que te insultan.
    14 Mas mi oración hacia ti, Yahveh, en el tiempo propicio: por tu gran amor, oh Dios, respóndeme, por la verdad de tu salvación.

  • Evangelio

    Mateo 13:54-58
    54 Viniendo a su patria, les enseñaba en su sinagoga, de tal manera que decían maravillados: «¿De dónde le viene a éste esa sabiduría y esos milagros?
    55 ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas?
    56 Y sus hermanas, ¿no están todas entre nosotros? Entonces, ¿de dónde le viene todo esto?»
    57 Y se escandalizaban a causa de él. Mas Jesús les dijo: «Un profeta sólo en su patria y en su casa carece de prestigio.»
    58 Y no hizo allí muchos milagros, a causa de su falta de fe.

  • Segunda opción

  • Primera lectura

    I Corintios 10:31--11:1
    31 Por tanto, ya comáis, ya bebáis o hagáis cualquier otra cosa, hacedlo todo para gloria de Dios.
    32 No deis escándalo ni a judíos ni a griegos ni a la Iglesia de Dios;
    33 lo mismo que yo, que me esfuerzo por agradar a todos en todo, sin procurar mi propio interés, sino el de la mayoría, para que se salven.
    1 Sed mis imitadores, como lo soy de Cristo.

  • Salmo responsorial

    Salmo 34:2-11
    2 Bendeciré a Yahveh en todo tiempo, sin cesar en mi boca su alabanza;
    3 en Yahveh mi alma se gloría, ¡óiganlo los humildes y se alegren!
    4 Engrandeced conmigo a Yahveh, ensalcemos su nombre todos juntos.
    5 He buscado a Yahveh, y me ha respondido: me ha librado de todos mis temores.
    6 Los que miran hacia él, refulgirán: no habrá sonrojo en su semblante.
    7 Cuando el pobre grita, Yahveh oye, y le salva de todas sus angustias.
    8 Acampa el ángel de Yahveh en torno a los que le temen y los libra.
    9 Gustad y ved qué bueno es Yahveh, dichoso el hombre que se cobija en él.
    10 Temed a Yahveh vosotros, santos suyos, que a quienes le temen no les falta nada.
    11 Los ricos quedan pobres y hambrientos, mas los que buscan a Yahveh de ningún bien carecen.

  • Evangelio

    Lucas 14:25-33
    25 Caminaba con él mucha gente, y volviéndose les dijo:
    26 «Si alguno viene donde mí y no odia a su padre, a su madre, a su mujer, a sus hijos, a sus hermanos, a sus hermanas y hasta su propia vida, no puede ser discípulo mío.
    27 El que no lleve su cruz y venga en pos de mí, no puede ser discípulo mío.
    28 «Porque ¿quién de vosotros, que quiere edificar una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, y ver si tiene para acabarla?
    29 No sea que, habiendo puesto los cimientos y no pudiendo terminar, todos los que lo vean se pongan a burlarse de él, diciendo:
    30 "Este comenzó a edificar y no pudo terminar."
    31 O ¿qué rey, que sale a enfrentarse contra otro rey, no se sienta antes y delibera si con 10.000 puede salir al paso del que viene contra él con 20.000?
    32 Y si no, cuando está todavía lejos, envía una embajada para pedir condiciones de paz.
    33 Pues, de igual manera, cualquiera de vosotros que no renuncie a todos sus bienes, no puede ser discípulo mío.

jueves, 30 de julio de 2020

Lecturas 30 de Julio de 2020

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Jeremías 18:1-6
    1 Palabra que fue dirigida a Jeremías de parte de Yahveh:
    2 Levántate y baja a la alfarería, que allí mismo te haré oír mis palabras.
    3 Bajé a la alfarería, y he aquí que el alfarero estaba haciendo un trabajo al torno.
    4 El cacharro que estaba haciendo se estropeó como barro en manos del alfarero, y éste volvió a empezar, trasformándolo en otro cacharro diferente, como mejor le pareció al alfarero.
    5 Entonces me fue dirigida la palabra de Yahveh en estos términos:
    6 ¿No puedo hacer yo con vosotros, casa de Israel, lo mismo que este alfarero? - oráculo de Yahveh -. Mirad que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, casa de Israel.

  • Salmo responsorial

    Salmo 146:1-6
    1 ¡Aleluya! ¡Alaba a Yahveh, alma mía!
    2 A Yahveh, mientras viva, he de alabar, mientras exista salmodiaré para mi Dios.
    3 No pongáis vuestra confianza en príncipes, en un hijo de hombre, que no puede salvar;
    4 su soplo exhala, a su barro retorna, y en ese día sus proyectos fenecen.
    5 Feliz aquel que en el Dios de Jacob tiene su apoyo, y su esperanza en Yahveh su Dios,
    6 que hizo los cielos y la tierra, el mar y cuanto en ellos hay; que guarda por siempre lealtad,

  • Evangelio

    Mateo 13:47-53
    47 «También es semejante el Reino de los Cielos a una red que se echa en el mar y recoge peces de todas clases;
    48 y cuando está llena, la sacan a la orilla, se sientan, y recogen en cestos los buenos y tiran los malos.
    49 Así sucederá al fin del mundo: saldrán los ángeles, separarán a los malos de entre los justos
    50 y los echarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes.
    51 «¿Habéis entendido todo esto?» Dícenle: «Sí.»
    52 Y él les dijo: «Así, todo escriba que se ha hecho discípulo del Reino de los Cielos es semejante al dueño de una casa que saca de sus arcas lo nuevo y lo viejo.»
    53 Y sucedió que, cuando acabó Jesús estas parábolas, partió de allí.

miércoles, 29 de julio de 2020

Lecturas 29 de Julio de 2020

Lecturas del día:

    Primera opción

  • Primera lectura

    Jeremías 15:10, 16-21
    10 ¡Ay de mí, madre mía, porque me diste a luz varón discutido y debatido por todo el país! Ni les debo, ni me deben, ¡pero todos me maldicen!
    16 Se presentaban tus palabras, y yo las devoraba; era tu palabra para mí un gozo y alegría de corazón, porque se me llamaba por tu Nombre Yahveh, Dios Sebaot.
    17 No me senté en peña de gente alegre y me holgué: por obra tuya, solitario me senté, porque de rabia me llenaste.
    18 ¿Por qué ha resultado mi penar perpetuo, y mi herida irremediable, rebelde a la medicina? ¡Ay! ¿serás tú para mí como un espejismo, aguas no verdaderas?
    19 Entonces Yahveh dijo así: Si te vuelves por que yo te haga volver, estarás en mi presencia; y si sacas lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Que ellos se vuelvan a ti, y no tú a ellos.
    20 Yo te pondré para este pueblo por muralla de bronce inexpugnable. Y pelearán contigo, pero no te podrán, pues contigo estoy yo para librarte y salvarte - oráculo de Yahveh -.
    21 Te salvaré de mano de los malos y te rescataré del puño de esos rabiosos.

  • Salmo responsorial

    Salmo 59:2-4, 10-11, 17-18
    2 ¡Líbrame de mis enemigos, oh Dios mío, de mis agresores protégeme,
    3 líbrame de los agentes de mal, de los hombres sanguinarios sálvame!
    4 Mira que acechan a mi alma, poderosos se conjuran contra mí; sin rebeldía ni pecado en mí, Yahveh,
    10 Oh fuerza mía, hacia ti miro. Pues es Dios mi ciudadela,
    11 el Dios de mi amor viene a mi encuentro. Dios me hará desafiar a los que me asechan.
    17 Yo, en cambio, cantaré tu fuerza, aclamaré tu amor a la mañana; pues tú has sido para mí una ciudadela, un refugio en el día de mi angustia.
    18 Oh fuerza mía, para ti salmodiaré, pues es Dios mi ciudadela, el Dios de mi amor.

  • Evangelio

    Juan 11:19-27
    19 y muchos judíos habían venido a casa de Marta y María para consolarlas por su hermano.
    20 Cuando Marta supo que había venido Jesús, le salió al encuentro, mientras María permanecía en casa.
    21 Dijo Marta a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano.
    22 Pero aun ahora yo sé que cuanto pidas a Dios, Dios te lo concederá.»
    23 Le dice Jesús: «Tu hermano resucitará.»
    24 Le respondió Marta: «Ya sé que resucitará en la resurrección, el último día.»
    25 Jesús le respondió: «Yo soy la resurrección El que cree en mí, aunque muera, vivirá;
    26 y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?»
    27 Le dice ella: «Sí, Señor, yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que iba a venir al mundo.»

    O también:

    Lucas 10:38-42
    38 Yendo ellos de camino, entró en un pueblo; y una mujer, llamada Marta, le recibió en su casa.
    39 Tenía ella una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra,
    40 mientras Marta estaba atareada en muchos quehaceres. Acercándose, pues, dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo? Dile, pues, que me ayude.»
    41 Le respondió el Señor: «Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas;
    42 y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la parte buena, que no le será quitada.»

  • Segunda opción

  • Primera lectura

    I Juan 4:7-16
    7 Queridos, amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios.
    8 Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es Amor.
    9 En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene; en que Dios envió al mundo a su Hijo único para que vivamos por medio de él.
    10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y nos envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados.
    11 Queridos, si Dios nos amó de esta manera, también nosotros debemos amarnos unos a otros.
    12 A Dios nadie le ha visto nunca. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud.
    13 En esto conocemos que permanecemos en él y él en nosotros: en que nos ha dado de su Espíritu.
    14 Y nosotros hemos visto y damos testimonio de que el Padre envió a su Hijo, como Salvador del mundo.
    15 Quien confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece em él y él en Dios.
    16 Y nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene, y hemos creído en él. Dios es Amor y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él.

  • Salmo responsorial

    Salmo 34:2-11
    2 Bendeciré a Yahveh en todo tiempo, sin cesar en mi boca su alabanza;
    3 en Yahveh mi alma se gloría, ¡óiganlo los humildes y se alegren!
    4 Engrandeced conmigo a Yahveh, ensalcemos su nombre todos juntos.
    5 He buscado a Yahveh, y me ha respondido: me ha librado de todos mis temores.
    6 Los que miran hacia él, refulgirán: no habrá sonrojo en su semblante.
    7 Cuando el pobre grita, Yahveh oye, y le salva de todas sus angustias.
    8 Acampa el ángel de Yahveh en torno a los que le temen y los libra.
    9 Gustad y ved qué bueno es Yahveh, dichoso el hombre que se cobija en él.
    10 Temed a Yahveh vosotros, santos suyos, que a quienes le temen no les falta nada.
    11 Los ricos quedan pobres y hambrientos, mas los que buscan a Yahveh de ningún bien carecen.

  • Evangelio

    Juan 11:19-27
    19 y muchos judíos habían venido a casa de Marta y María para consolarlas por su hermano.
    20 Cuando Marta supo que había venido Jesús, le salió al encuentro, mientras María permanecía en casa.
    21 Dijo Marta a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano.
    22 Pero aun ahora yo sé que cuanto pidas a Dios, Dios te lo concederá.»
    23 Le dice Jesús: «Tu hermano resucitará.»
    24 Le respondió Marta: «Ya sé que resucitará en la resurrección, el último día.»
    25 Jesús le respondió: «Yo soy la resurrección El que cree en mí, aunque muera, vivirá;
    26 y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?»
    27 Le dice ella: «Sí, Señor, yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que iba a venir al mundo.»

    O también:

    Lucas 10:38-42
    38 Yendo ellos de camino, entró en un pueblo; y una mujer, llamada Marta, le recibió en su casa.
    39 Tenía ella una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra,
    40 mientras Marta estaba atareada en muchos quehaceres. Acercándose, pues, dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo? Dile, pues, que me ayude.»
    41 Le respondió el Señor: «Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas;
    42 y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la parte buena, que no le será quitada.»

martes, 28 de julio de 2020

Lecturas 28 de Julio de 2020

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Jeremías 14:17-22
    17 Les dirás esta palabra: Dejen caer mis ojos lágrimas de noche y de día sin parar, porque de quebranto grande es quebrantada la doncella, hija de mi pueblo, de golpe gravísimo,
    18 Si salgo al campo encuentro heridos de espada; y si entro en la ciudad, encuentro desfallecidos de hambre. Y aun el mismo profeta, aun el mismo sacerdote andan errantes por el país y nada saben.
    19 - ¿Es que has desechado a Judá? ¿o acaso de Sión se ha hastiado tu alma? ¿Por qué nos has herido, que no tenemos cura? Esperábamos paz, y no hubo bien alguno; el tiempo de la cura, y se presenta el miedo.
    20 Reconocemos, Yahveh, nuestras maldades, la culpa de nuestros padres; que hemos pecado contra ti.
    21 No desprecies, por amor de tu Nombre, no deshonres la sede de tu Gloria. Recuerda, no anules tu alianza con nosotros.
    22 ¿Hay entre las Vanidades gentílicas quienes hagan llover? ¿o acaso los cielos dan de suyo la llovizna? ¿No eres tú mismo, oh Yahveh? ¡Dios nuestro, esperamos en ti, porque tú hiciste todas estas cosas!

  • Salmo responsorial

    Salmo 79:8-9, 11, 13
    8 No recuerdes contra nosotros culpas de antepasados, vengan presto a nuestro encuentro tus ternuras, pues estamos abatidos del todo;
    9 ayúdanos, Dios de nuestra salvación, por amor de la gloria de tu nombre; líbranos, borra nuestros pecados, por causa de tu nombre.
    11 ¡Llegue hasta ti el suspiro del cautivo, con la grandeza de tu brazo preserva a los hijos de la muerte!
    13 Y nosotros, tu pueblo, rebaño de tu pasto, eternamente te daremos gracias, de edad en edad repetiremos tu alabanza.

  • Evangelio

    Mateo 13:36-43
    36 Entonces despidió a la multitud y se fue a casa. Y se le acercaron sus discípulos diciendo: «Explícanos la parábola de la cizaña del campo.»
    37 El respondió: «El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre;
    38 el campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del Reino; la cizaña son los hijos del Maligno;
    39 el enemigo que la sembró es el Diablo; la siega es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles.
    40 De la misma manera, pues, que se recoge la cizaña y se la quema en el fuego, así será al fin del mundo.
    41 El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, que recogerán de su Reino todos los escándalos y a los obradores de iniquidad,
    42 y los arrojarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes.
    43 Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga.

lunes, 27 de julio de 2020

Lecturas 27 de Julio de 2020

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Jeremías 13:1-11
    1 Yahveh me dijo así: «Anda y cómprate una faja de lino y te la pones a la cintura, pero no la metas en agua.»
    2 Compré la faja, según la orden de Yahveh, y me la puse a la cintura.
    3 Entonces me fue dirigida la palabra de Yahveh por la segunda vez:
    4 «Toma la faja que has comprado y que llevas a la cintura, levántate y vete al Eufrates y la escondes allí en un resquicio de la peña.»
    5 Yo fui y la escondí en el Eufrates como me había mandado Yahveh.
    6 Al cabo de mucho tiempo me dijo Yahveh: «Levántate, vete al Eufrates y recoges de allí la faja que te mandé que escondieras allí.»
    7 Yo fui al Eufrates, cavé, recogí la faja del sitio donde la había escondido y he aquí que se había echado a perder la faja: no valía para nada.
    8 Entonces me fue dirigida la palabra de Yahveh en estos términos:
    9 «Así dice Yahveh: Del mismo modo echaré a perder la mucha soberbia de Judá y de Jerusalén.
    10 Ese pueblo malo que rehúsa oír mis palabras, que caminan según la terquedad de sus corazones y han ido en pos de otros dioses a servirles y adorarles, serán com esta faja que no vale para nada.
    11 Porque así como se pega la faja a la cintura de uno, de igual modo hice apegarse a mí a toda la casa de Israel y a toda la casa de Judá - oráculo de Yahveh - con idea de que fuesen mi pueblo, mi nombradía, mi loor y mi prez, pero ellos no me oyeron.

  • Salmo responsorial

    Deuteronomio 32:18-21
    18 (¡Desdeñas a la Roca que te dio el ser, olvidas al Dios que te engendró!)
    19 Yahveh lo ha visto y, en su ira, ha desechado a sus hijos y a sus hijas.
    20 Ha dicho: Les voy a esconder mi rostro, a ver en qué paran. Porque es una generación torcida, hijos sin lealtad.
    21 Me han encelado con lo que no es Dios, me han irritado con sus vanos ídolos; ¡pues yo también voy a encelarles con lo que no es pueblo, con una nación fatua los irritaré!

  • Evangelio

    Mateo 13:31-35
    31 Otra parábola les propuso: «El Reino de los Cielos es semejante a un grano de mostaza que tomó un hombre y lo sembró en su campo.
    32 Es ciertamente más pequeña que cualquier semilla, pero cuando crece es mayor que las hortalizas, y se hace árbol, hasta el punto de que las aves del cielo vienen y anidan en sus ramas.»
    33 Les dijo otra parábola: «El Reino de los Cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina, hasta que fermentó todo.»
    34 Todo esto dijo Jesús en parábolas a la gente, y nada les hablaba sin parábolas,
    35 para que se cumpliese el oráculo del profeta: Abriré en parábolas mi boca, publicaré lo que estaba oculto desde la creación del mundo.

Lecturas 26 de Julio de 2020

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    I Reyes 3:5, 7-12
    5 En Gabaón Yahveh se apareció a Salomón en sueños por la noche. Dijo Dios: «Pídeme lo que quieras que te dé.»
    7 Ahora Yahveh mi Dios, tú has hecho rey a tu siervo en lugar de David mi padre, pero yo soy un niño pequeño que no sabe salir ni entrar.
    8 Tu siervo está en medio del pueblo que has elegido, pueblo numeroso que no se puede contar ni numerar por su muchedumbre.
    9 Concede, pues, a tu siervo, un corazón que entienda para juzgar a tu pueblo, para discernir entre el bien y el mal, pues ¿quién será capaz de juzgar a este pueblo tuyo tan grande?»
    10 Plugo a los ojos del Señor esta súplica de Salomón,
    11 y le dijo Dios: «Porque has pedido esto y, en vez de pedir para ti larga vida, riquezas, o la muerte de tus enemigos, has pedido discernimiento para saber juzgar,
    12 cumplo tu ruego y te doy un corazón sabio e inteligente como no lo hubo antes de ti ni lo habrá después.

  • Salmo responsorial

    Salmo 119:57, 72, 76-77, 127-130
    57 Mi porción, Yahveh, he dicho, es guardar tus palabras.
    72 Un bien para mí la ley de tu boca, más que miles de oro y plata.
    76 Sea tu amor consuelo para mí, según tu promesa a tu servidor.
    77 Me alcancen tus ternuras y viviré, porque tu ley es mi delicia.
    127 Por eso amo yo tus mandamientos más que el oro, más que el oro fino.
    128 Por eso me guío por todas tus ordenanzas y odio toda senda de mentira.
    129 Maravillas son tus dictámenes, por eso mi alma los guarda.
    130 Al abrirse, tus palabras iluminan dando inteligencia a los sencillos.

  • Segunda lectura

    Romanos 8:28-30
    28 Por lo demas, sabemos que en todas las cosas interviene Dios para bien de los que le aman; de aquellos que han sido llamados según su designio.
    29 Pues a los que de antemano conoció, también los predestinó a reproducir la imagen de su Hijo, para que fuera él el primogenito entre muchos hermanos;
    30 y a los que predestinó, a ésos también los justificó; a los que justificó, a ésos también los glorificó.

  • Evangelio

    Mateo 13:44-52
    44 «El Reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo que, al encontrarlo un hombre, vuelve a esconderlo y, por la alegría que le da, va, vende todo lo que tiene y compra el campo aquel.»
    45 «También es semejante el Reino de los Cielos a un mercader que anda buscando perlas finas,
    46 y que, al encontrar una perla de gran valor, va, vende todo lo que tiene y la compra.
    47 «También es semejante el Reino de los Cielos a una red que se echa en el mar y recoge peces de todas clases;
    48 y cuando está llena, la sacan a la orilla, se sientan, y recogen en cestos los buenos y tiran los malos.
    49 Así sucederá al fin del mundo: saldrán los ángeles, separarán a los malos de entre los justos
    50 y los echarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes.
    51 «¿Habéis entendido todo esto?» Dícenle: «Sí.»
    52 Y él les dijo: «Así, todo escriba que se ha hecho discípulo del Reino de los Cielos es semejante al dueño de una casa que saca de sus arcas lo nuevo y lo viejo.»

    O también:

    Mateo 13:44-46
    44 «El Reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo que, al encontrarlo un hombre, vuelve a esconderlo y, por la alegría que le da, va, vende todo lo que tiene y compra el campo aquel.»
    45 «También es semejante el Reino de los Cielos a un mercader que anda buscando perlas finas,
    46 y que, al encontrar una perla de gran valor, va, vende todo lo que tiene y la compra.