Primera lectura
Jeremías 18:1-6
1 Palabra que fue dirigida a Jeremías de parte de Yahveh:
2 Levántate y baja a la alfarería, que allí mismo te haré oír mis palabras.
3 Bajé a la alfarería, y he aquí que el alfarero estaba haciendo un trabajo al torno.
4 El cacharro que estaba haciendo se estropeó como barro en manos del alfarero, y éste volvió a empezar, trasformándolo en otro cacharro diferente, como mejor le pareció al alfarero.
5 Entonces me fue dirigida la palabra de Yahveh en estos términos:
6 ¿No puedo hacer yo con vosotros, casa de Israel, lo mismo que este alfarero? - oráculo de Yahveh -. Mirad que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, casa de Israel.
Salmo responsorial
Salmo 146:1-6
1 ¡Aleluya! ¡Alaba a Yahveh, alma mía!
2 A Yahveh, mientras viva, he de alabar, mientras exista salmodiaré para mi Dios.
3 No pongáis vuestra confianza en príncipes, en un hijo de hombre, que no puede salvar;
4 su soplo exhala, a su barro retorna, y en ese día sus proyectos fenecen.
5 Feliz aquel que en el Dios de Jacob tiene su apoyo, y su esperanza en Yahveh su Dios,
6 que hizo los cielos y la tierra, el mar y cuanto en ellos hay; que guarda por siempre lealtad,
Evangelio
Mateo 13:47-53
47 «También es semejante el Reino de los Cielos a una red que se echa en el mar y recoge peces de todas clases;
48 y cuando está llena, la sacan a la orilla, se sientan, y recogen en cestos los buenos y tiran los malos.
49 Así sucederá al fin del mundo: saldrán los ángeles, separarán a los malos de entre los justos
50 y los echarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes.
51 «¿Habéis entendido todo esto?» Dícenle: «Sí.»
52 Y él les dijo: «Así, todo escriba que se ha hecho discípulo del Reino de los Cielos es semejante al dueño de una casa que saca de sus arcas lo nuevo y lo viejo.»
53 Y sucedió que, cuando acabó Jesús estas parábolas, partió de allí.
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