viernes, 15 de enero de 2010

La Iglesia se vuelca en ayuda a Haití

MADRID, viernes, 15 enero 2010 (ZENIT.org).- La Iglesia Católica se ha movilizado para ayudar a la población damnificada por el terremoto en Haití en respuesta al llamamiento hecho por Benedicto XVI para que sean generosos con este país caribeño.

Tras su llamamiento internacional, el Papa aseguró que la Iglesia Católica se activará “inmediatamente” a través de sus instituciones caritativas para ayudar a la población afectada.

La nota informativa del Vaticano señala que, “como en el pasado con ocasión de otras tragedias de este tipo, los católicos ya están presentes con su asistencia concreta y diversas agencias católicas están trabajando y enviando personal”.

El Consejo Pontificio Cor Unum está en contacto directo con el Catholic Relief Services, la agencia humanitaria de los obispos de Estados Unidos, que se encargará de coordinar la ayuda: “El personal, que ya se encuentra en el lugar y que cuenta con más de 300 miembros activos desde hace tiempo en Haití, la experiencia pasada, las capacidades y los recursos de CRS, permitirán una rápida y eficaz coordinación de los esfuerzos de la Iglesia que deben ser generosos y concretos”.

El Papa ha pedido generosidad con Haití y los obispos italianos han respondido con el anuncio de dos millones de euros para las primeras emergencias, el doble de lo que ha prometido el Gobierno italiano.

La Conferencia Episcopal Española animó a los católicos a ser solidarios, al tiempo que Cáritas y las ONG católicas se han sumado al esfuerzo de recaudación económica a través de varias cuentas bancarias a nivel nacional y diocesano. Algunos arzobispados españoles han promovido una iniciativa de recaudación que consistirá en recolectar fondos durante todas las misas de sus diócesis del próximo domingo, para enviarlos a Haití.

Cáritas Española ha enviado ya de manera urgente una primera partida de 175.000 euros para apoyar las operaciones de emergencia de la Cáritas Haitiana y ha mandado a la isla a un grupo de siete expertos de su red internacional para participar sobre el terreno en el operativo de respuesta a la emergencia.

En Estados Unidos, donde viven miles de católicos de origen haitiano, el 24 de enero se celebrará una colecta nacional para América Latina que se dedicará en buena parte a Haití, pero además mañana y el domingo habrá colectas especiales adicionales, a petición del cardenal Francis George, presidente de los obispos norteamericanos, los cuales ya han prometido cinco millones de dólares (3,44 millones de euros).

La Iglesia en República Dominicana ofrece oraciones y una colecta en todas las parroquias del país. El cardenal Nicolás López, arzobispo de Santo Domingo, pide ayuda “a las naciones hermanas de América y de otros continentes”.

El presidente de Caritas Internacional, el cardenal Óscar Rodríguez Maradiaga, expresó su deseo de que “se produzcan finalmente los compromisos necesarios para aliviar la miseria de los haitianos y la pobreza estructural de esta asediada nación”.

La zona afectada cubre cuatro diócesis (Puerto Príncipe, Jacmel, Gonaives y Jeremie), con seis millones de habitantes. Antes del terremoto había 150 parroquias, con cuatro millones de católicos, 450 sacerdotes y más de 600 religiosas.

Ayuda a la Iglesia Necesitada ha lanzado una campaña de ayuda de emergencia y, para ello, ha habilitado una cuenta.

A pesar de las dificultades para establecer comunicación con el país caribeño, el padre Mauricio, que salió ileso del terremoto que sacudió Puerto Príncipe, ha puesto voz a través de Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN) a las imágenes que se han visto desde el martes: “Hasta las casas más fuertes de la ciudad han quedado total o parcialmente destruidas. Una nube rosa cubre la ciudad como consecuencia del derrumbamiento de los edificios. Todas las casas de la colina se han derrumbado. La gente grita y llora por las calles. Tan sólo podemos llorar ante tal desastre. En los barrios periféricos de la ciudad la situación es incluso más grave”.

La responsable de Proyectos de AIN ha expresado el compromiso de la institución con Haití en la situación de emergencia actual y en el futuro: “Gracias a la generosidad de nuestros benefactores, estamos preparados para aportar nuestra ayuda a la Iglesia y sus estructuras en el largo camino de recuperación”, que desde distintos organismos se ha estimado que puede alargarse varias décadas.

El director de la oficina de Ayuda a la Iglesia Necesitada en Inglaterra, Neville Kyrke-Smith, indicó que “en los últimos 50 años, el pueblo haitiano ha experimentado las consecuencias de una política agitada, de la violencia y de las catástrofes naturales. Ahora el terremoto parece el golpe final para uno de los países más pobres del mundo”.

Manos Unidas ha abierto una cuenta de emergencia cuya recaudación se destinará a la adquisición de productos de primera necesidad y, posteriormente, a labores de reconstrucción del país

Evangelio 16 de Diciembre de 2009

•Primera Lectura: I Samuel 9, 1-19
"Ese es el hombre de quien habló el Señor; Saúl regirá a su pueblo"

Había un hombre de Loma de Benjamín, llamado Quis, hijo de Abiel, de Seror, de Becorá, de Afiaj, benjaminita, de buena posición. Tenía un hijo que se llamaba Saúl, un mozo bien plantado; era el israelita más alto: sobresalía por encima de todos, de los hombros arriba. A su padre, Quis, se le habían extraviado unas burras, y dijo a su hijo Saúl: "Llévate a uno de los criados y vete a buscar las burras".

Cruzaron la serranía de Efraím y atravesaron la comarca de Salisá, pero no las encontraron. Atravesaron la comarca de Saalín, y nada. Atravesaron la comarca de Benjamín, y tampoco. Cuando Samuel vio a Saúl, el Señor le avisó: "Ese es el hombre de quien te hablé; ése regirá a mi pueblo. Saúl se acercó a Samuel en medio de la entrada y le dijo: "Haga el favor de decirme dónde está la casa del vidente". Samuel respondió: "Yo soy el vidente. Sube delante de mí al altozano; hoy coméis conmigo, y mañana te dejaré marchar y te diré todo lo que piensas". Tomó la aceitera, derramó aceite sobre la cabeza de Saúl y lo besó, diciendo: "¡El Señor te unge como jefe de su heredad! Tú regirás al pueblo del Señor y le librarás de la mano de los enemigos que lo rodean".


•Salmo Responsorial: 20
"Señor, el rey se alegra / por tu fuerza."
Señor, el rey se alegra por tu fuerza, y cuánto goza con tu victoria! Le has concedido el deseo de su corazón, no le has negado lo que pedían sus labios. R.

Te adelantaste a bendecirlo con el éxito, y has puesto en su cabeza una corona de oro fino. Te pidió vida y se la has concedido, años que se prolongan sin término. R.


•Evangelio: Marcos 2, 13-17
"No he venido a llamar justos, sino pecadores"

En aquel tiempo, Jesús salió de nuevo a la orilla del lago; la gente acudía a él y les enseñaba. Al pasar vio a Leví, el de Alfeo, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: "Sígueme". Se levantó y lo siguió. Estando Jesús a la mesa en su casa, de entre los muchos que lo seguían, un grupo de recaudadores y otra gente de mala fama se sentaron con Jesús y sus discípulos. Algunos letrados fariseos, al ver que comía con recaudadores y otra gente de mala fama, les dijeron a los discípulos: "¡De modo que come con recaudadores y pecadores!"

Jesús lo oyó y les dijo: "No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar justos, sino pecadores".

Evangelio 15 de Diciembre de 2009

•Primera Lectura: I Samuel 8, 4-22a
"Gritaréis contra el rey, pero Dios no os responderá"

En aquellos días, los ancianos de Israel se reunieron y fueron a entrevistarse con Samuel en Ramá. Le dijeron: "Mira, tú eres ya viejo, y tus hijos no se comportan como tú. Nómbranos un rey que nos gobierne, como se hace en todas las naciones. A Samuel le disgustó que le pidieran ser gobernados por un rey, y se puso a orar al Señor. El Señor le respondió: "Haz caso al pueblo en todo lo que te pidan. No te rechazan a ti, sino a mí; no me quieren por rey".

Samuel comunicó la palabra del Señor a la gente que le pedía un rey: "Estos son los derechos del rey que os regirá: A vuestros hijos los llevará para enrolarlos en sus destacamentos de carros y caballería, y para que vayan delante de su carroza; los empleará como jefes y oficiales en su ejército, como aradores de sus campos y segadores de su cosecha, como fabricantes de armamento y de pertrechos para sus carros. A vuestras hijas se las llevará como perfumistas, cocineras y reposteras. Vuestros campos, viñas y los mejores olivares, os los quitará para dárselos a sus ministros. De vuestro grano y vuestras viñas, os exigirá diezmos, para dárselos a sus funcionarios y ministros. A vuestros criados y criadas, y a vuestros mejores burros y bueyes, se los llevará para usarlos en su hacienda. De vuestros rebaños os exigirá diezmos. ¡Y vosotros mismos seréis sus esclavos! Entonces gritaréis contra el rey que os elegisteis, pero Dios no os responderá".

El pueblo no quiso hacer caso a Samuel, e insistió: "No importa. ¡Queremos un rey! Así seremos nosotros como los demás pueblos. Que nuestro rey nos gobierne y salga al frente de nosotros a luchar en nuestra guerra". Samuel oyó lo que pedía el pueblo y se lo comunicó al Señor. El Señor le respondió: "Hazles caso y nómbrales un rey".


•Salmo Responsorial: 88
"Cantaré eternamente tus misericordias, Señor."

Dichoso el pueblo que sabe aclamarte: caminará, ¡oh Señor!, a la luz de tu rostro; tu nombre es su gozo cada día, tu justicia es su orgullo. R.

Porque tú eres su honor y su fuerza, y con tu favor realzas nuestro poder. Porque el Señor es nuestro escudo, y el Santo de Israel, nuestro rey. R.


•Evangelio: Marcos 2, 1-12
"El Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados"

Cuando a los pocos días volvió Jesús a Cafarnaúm, se supo que estaba en casa. Acudieron tantos, que no quedaba sitio ni a la puerta. El les proponía la palabra. Llegaron cuatro llevando un paralítico, y como no podían meterlo por el gentío, levantaron unas tejas encima de donde estaba Jesús, abrieron un boquete y descolgaron la camilla con el paralítico.

Viendo Jesús la fe que tenían, le dijo al paralítico: "Hijo, tus pecados quedan perdonados". Unos letrados que estaban allí sentados, pensaban para sus adentros: "¿Por qué habla éste así? Blasfema. ¿Quién puede perdonar pecados fuera de Dios?"

Jesús se dio cuenta de lo que pensaban y les dijo: "¿Por qué pensáis eso? ¿Qué es más fácil: decirle al paralítico: "Tus pecados quedan perdonados", o decirle: "Levántate, coge la camilla y echa a andar?" Pues para que veáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados..., entonces le dijo al paralítico: "Contigo hablo: Levántate, coge tu camilla y vete a tu casa"". Se levantó inmediatamente, cogió la camilla y salió a la vista de todos.

Se quedaron atónitos y daban gloria a Dios diciendo: "Nunca hemos visto una cosa igual

miércoles, 13 de enero de 2010

El Papa hace un "llamamiento urgente" a la solidaridad con Haití

CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 13 de enero de 2010 (ZENIT.org) El Papa Benedicto XVI al finalizar esta mañana la audiencia pública manifestó su solidaridad con los damnificados del terremoto que devastó la capital de Haití en la tarde de ayer martes.

“Invito a unirse a mi oración al Señor por las víctimas de esta catástrofe y por aquellos que lloran por las desapariciones”, dijo el Papa en su alocución.

Benedicto XVI manifestó su “cercanía espiritual” hacia todos los damnificados “y a todas las personas que han sido probadas en esta gran calamidad, implorando a Dios el consuelo y alivio de su sufrimiento”.

Igualmente hizo un llamado a la comunidad internacional para vivir la generosidad “para que no falte a estos hermanos y hermanas que viven un momento de necesidad y dolor, nuestra concreta solidaridad, y la ayuda efectiva de la Comunidad Internacional”.

Aseguró que la Iglesia Católica saldrá al encuentro de todos los necesitados a través de sus instituciones de caridad.

El terremoto que sacudió ayer la capital haitiana tiene una magnitud de 7.3 grados. Es el más devastador en los últimos dos siglos en Haití, el país más pobre del hemisferio occidental.

El epicentro tuvo lugar tan sólo a 16 kilómetros de Puerto Príncipe y con una profundidad de 10 kilómetros lo cual ha hecho que las consecuencias sean más graves.

El Comité Internacional de la Cruz Roja estima que podrían ser tres millones los haitianos afectados por el terremoto.

Evangelio 14 de Diciembre de 2009

•Primera Lectura: I Samuel 4, 1-11
"Derrotaron a los israelitas y el arca de Dios fue capturada"

Por entonces se reunieron los filisteos para atacar a Israel. Los israelitas salieron a enfrentarse con ellos y acamparon junto a Piedrayuda, mientras que los filisteos acampaban en El Cerco. Los filisteos formaron en orden de batalla frente a Israel. Entablada la lucha, Israel fue derrotado por los filisteos; de sus filas murieron en el campo unos cuatro mil hombres. La tropa volvió al campamento, y los ancianos de Israel deliberaron: "¿Por qué el Señor nos ha hecho sufrir hoy una derrota a manos de los filisteos? Vamos a Siló, a traer el arca de la alianza del Señor, para que esté entre nosotros y nos salve del poder enemigo". Mandaron gente a Siló, a por el arca de la alianza del Señor de los ejércitos entronizado sobre querubines. Los dos hijos de Elí, Jofni y Finés, fueron con el arca de la alianza de Dios. Cuando el arca de la alianza del Señor llegó al campamento, todo Israel lanzó a pleno pulmón el alarido de guerra, y la tierra retembló. Al oír los filisteos el estruendo del alarido, se preguntaron: "¿Qué significa ese alarido que retumba en el campamento hebreo?" Entonces se enteraron de que el arca del Señor había llegado al campamento, y, muertos de miedo, decían: "¡Ha llegado su dios al campamento! ¡Ay de nosotros! Es la primera vez que nos pasa esto. ¡Ay de nosotros! ¿Quién nos librará de la mano de esos dioses poderosos, los dioses que hirieron a Egipto con toda clase de calamidades y epidemias? ¡Valor, filisteos! Sed hombres, y no seréis esclavos de los hebreos como lo han sido ellos de nosotros. ¡Sed hombres, y al ataque!" Los filisteos se lanzaron a la lucha y derrotaron a los israelitas, que huyeron a la desbandada. Fue una derrota tremenda: cayeron treinta mil de la infantería israelita. El arca de Dios fue capturada, y los dos hijos de Elí, Jofni y Finés, murieron.


•Salmo Responsorial: 43
"Redímenos, Señor, / por tu misericordia."

Ahora nos rechazas y nos avergüenzas, y ya no sales, Señor, con nuestras tropas: nos haces retroceder ante el enemigo, y nuestro adversario nos saquea. R.

Nos haces el escarnio de nuestros vecinos, irrisión y burla de los que nos rodean. Nos has hecho el refrán de los gentiles, nos hacen muecas las naciones. R.

Despierta, Señor, ¿por qué duermes?; levántate, no nos rechaces más. ¿Por qué nos escondes tu rostro y olvidas nuestra desgracia y opresión? R.


•Evangelio: Marcos 1, 40-45
"La lepra se le quitó y quedó limpio"

En aquel tiempo se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas: "Si quieres, puedes limpiarme". Sintiendo lástima, extendió la mano y lo tocó diciendo: "Quiero: queda limpio". La lepra se le quitó inmediatamente y quedó limpio. El lo despidió, encargándoles severamente: "No se lo digas a nadie; pero para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés. Pero cuando se fue, empezó a divulgar el hecho con grandes ponderaciones, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo; se quedaba fuera, en descampado; y aun así acudían a él de todas partes

Evangelio 13 de Diciembre de 2009

•Primera Lectura: I Samuel 3, 1-20
"Habla, Señor, que tu siervo te escucha"

En aquellos días, el pequeño Samuel servía en templo del Señor bajo la vigilancia de Elí. Por aquellos días las palabras del Señor eran raras y no eran frecuentes las visiones. Un día estaba Elí acostado en su habitación; se le iba apagando la vista y casi no podía ver. Aún ardía la lámpara de Dios, y Samuel estaba acostado en el templo del Señor, donde estaba el arca de Dios. El Señor llamó a Samuel y él respondió: "Aquí estoy. Fue corriendo a donde estaba Elí y le dijo: "Aquí estoy; vengo porque me has llamado". Respondió Elí: "No te he llamado; vuelve a acostarte. Samuel volvió a acostarse. Volvió a llamar el Señor a Samuel. El se levantó y fue a donde estaba Elí y le dijo: "Aquí estoy, vengo porque me has llamado". Respondió Elí: "No te he llamado, hijo mío; vuelve a acostarte".

Aún no conocía Samuel al Señor, pues no le había sido revelada la palabra del Señor.

Por tercera vez llamó el Señor a Samuel, y él se fue a donde estaba Elí y le dijo: "Aquí estoy; vengo porque me has llamado".

Elí comprendió que era el Señor quien llamaba al muchacho y dijo a Samuel: "Anda, acuéstate; y si te llama alguien, responde: Habla Señor, que tu siervo te escucha". Samuel fue y se acostó en su sitio.

El Señor se presentó y le llamó como antes: "¡Samuel, Samuel!" El respondió: "Habla, Señor, que tu sirvo te escucha".

Samuel crecía, Dios estaba con él, y ninguna de sus palabras dejó de cumplirse; y todo Israel, desde Dan hasta Berseba, supo que Samuel era profeta acreditado ante el Señor.


•Salmo Responsorial: 39
"Aquí estoy, Señor, / para hacer tu voluntad."

Yo esperaba con ansia al Señor: él se inclinó y escuchó mi grito. Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor, y no acude a los idólatras que se extravían con engaños. R.

Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, y en cambio me abriste el oído; no pides sacrificio expiatorio, entonces yo digo: "Aquí estoy". R.

Como está escrito en mi libro: "Para hacer tu voluntad". Dios mío, lo quiero, y llevo tu ley en las entrañas. R.


•Evangelio: Marcos 1, 29-39
"Curó a muchos enfermos de diversos males"

En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, y se lo dijeron. Jesús se acercó, la cogió de la mano y la levantó. Se le pasó la fiebre y se puso a servirles.

Al anochecer, cuando se puso el sol, le llevaron todos los enfermos y poseídos. La población entera se agolpaba a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó muchos demonios; y como los demonios lo conocían, no les permitía hablar.

Se levantó de madrugada, se marchó al descampado y allí se puso a orar. Simón y sus compañeros fueron y, al encontrarlo, le dijeron: "Todo el mundo te busca". El les respondió: "Vámonos a otra parte, a las aldeas cercanas, para predicar también allí; que para eso he venido". Así recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando los demonios

lunes, 11 de enero de 2010

Evangelio 12 de Diciembre de 2009

•Primera Lectura: I Samuel 1, 9-20
"El Señor se acordó de Ana, y dio a luz a Samuel"

En aquellos días, después de la comida en Siló, mientras el sacerdote Elí estaba sentado en su silla junto a la puerta del templo del Señor, Ana se levantó y, desconsolada, rezó al Señor deshaciéndose en lágrimas e hizo este voto: "Señor de los ejércitos, si te dignas mirar la aflicción de tu esclava, si te acuerdas de mí y no me olvidas, si concedes a tu esclava un hijo varón, se lo ofreceré al Señor para toda la vida y la navaja no pasará por su cabeza". Mientras repetía su oración al Señor, Elí la observaba. Ana hablaba para sus adentros: movía los labios, sin que se oyera su voz. Elí, creyendo que estaba borracha, le dijo: "¿Hasta cuándo vas a seguir borracha? Devuelve el vino que has bebido". Ana respondió: "No es eso, señor; no he bebido vino ni licores; lo que pasa es que estoy afligida y me desahogo con el Señor. No me tengas por una mujer perdida, que hasta ahora he hablado movida por mi gran desazón y pesadumbre".

Entonces dijo Elí: "Vete en paz. Que el Señor de Israel te conceda lo que le has pedido". Y ella respondió: "Que tu sierva halle gracia ante ti".

La mujer se marchó, comió, y se transformó su semblante. A la mañana siguiente madrugaron, adoraron al señor y se volvieron. Llegados a su casa de Ramá, Elcaná se unió a su mujer, Ana, y el Señor se acordó de ella. Ana concibió, dio a luz un hijo y le puso de nombre Samuel, diciendo: "¡Al Señor se lo pedí!"


•Interleccional: Mi corazón se regocija por el Señor, mi salvador
1Samuel 2


Mi corazón se regocija por el Señor, mi poder se exalta por Dios; mi boca se ríe de mis enemigos, porque gozo con tu salvación. R.

Se rompen los arcos de los valientes, mientras los cobardes se ciñen de valor; los hartos se contratan por el pan, mientras los hambrientos engordan; la mujer estéril da a luz siete hijos, mientras la madre de muchos queda baldía. R.

El Señor da la muerte y la vida, hunde en el abismo y levanta; da la pobreza y la riqueza, humilla y enaltece. R.

El levanta del polvo al desvalido, alza de la basura al pobre, para hacer que se siente entre príncipes y que herede un trono de gloria. R.


•Evangelio: Marcos 1, 21-28
"Les enseñaba con autoridad"

Llego Jesús a Cafarnaúm y cuando el sábado siguiente fue a la sinagoga a enseñar, se quedaron asombrados de su enseñanza, porque no enseñaba como los letrados, sino con autoridad. Estaba precisamente en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo, y se puso a gritar: "¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios". Jesús lo increpó: "Cállate y sal de él". El espíritu inmundo lo retorció y, dando un grito muy fuerte, salió.

Todos se preguntaron estupefactos: "¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo. Hasta a los espíritus inmundos les manda y le obedecen". Su fama se extendió en seguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea

Evangelio 11 de Diciembre de 2009

•Primera Lectura: I Samuel 1, 1-8
"Su rival insultaba a Ana, porque el Señor la había hecho estéril"

Había un hombre sufita oriundo de Ramá, en la serranía de Efraím, llamado Elcaná, hijo de Yeroján, hijo de Elihú, hijo de Toju, hijo de Suf, efraimita. Tenía dos mujeres: una se llamaba Ana y la otra Fenina; Fenina tenía hijos, y Ana no los tenía. Aquel hombre solía subir todos los años desde su pueblo para adorar y ofrecer sacrificios al Señor de los ejércitos en Siló, donde estaban de sacerdotes del Señor los dos hijos de Elí, Jofní y Finés.

Llegado el día de ofrecer el sacrificio, repartía raciones a su mujer Fenina para sus hijos e hijas, mientras que a Ana le daba sólo una ración; y eso que la quería, pero el Señor la había hecho estéril. Su rival la insultaba, ensañándose con ella para mortificarla, porque el Señor la había hecho estéril. Así hacía año tras año; siempre que subían al templo del Señor, solía insultarla así.

Una vez Ana lloraba y no comía. Y Elcaná, su marido, le dijo: "Ana, ¿por qué lloras y no comes?, ¿por qué te afliges? ¿No te valgo yo más que diez hijos?"


•Salmo Responsorial: 115
"Te ofreceré, Señor, / un sacrificio de alabanza."

¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que ha hecho? Alzaré la copa de la salvación, invocando su nombre. R.

Cumpliré al Señor mis votos en presencia de todo el pueblo. Te ofreceré un sacrificio de alabanza, invocando tu nombre, Señor. R.

Cumpliré al Señor mis votos en presencia de todo el pueblo; en el atrio de la casa del Señor, en medio de ti, Jerusalén. R.


•Evangelio: Marcos 1, 14-20
"Convertíos y creed en la Buena Noticia"

Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Decía: "Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios; convertíos y creed la Buena Noticia".

Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que eran pescadores y estaban echando el copo en el lago. Jesús les dijo: "Venid conmigo y os haré pescadores de hombres".

Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Un poco más adelante vio a Santiago, hijo del Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. Los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon con él.

Evangelio 10 de Diciembre de 2009

•Primera Lectura: Isaías 40, 1-5. 9-11
"Se revelará la gloria del Señor, y la verán todos los hombres"

"Consolad, consolad a mi pueblo, -dice vuestro Dios-; hablad al corazón de Jerusalén, gritadle que se ha cumplido su servicio, y está pagado su crimen, pues de la mano del Señor ha recibido doble paga por sus pecados."

Una voz grita: "En el desierto preparadle un camino al Señor; allanad en la estepa una calzada para nuestro Dios; que los valles se levanten, que montes y colinas se abajen,

que lo torcido se enderece y lo escabroso se iguale.

Se revelará la gloria del Señor, y la verán todos los hombres juntos ha hablado la boca del Señor-."

Súbete a un monte elevado, heraldo de Sión;

alza fuerte la voz, heraldo de Jerusalén; álzala, no temas,

di a las ciudades de Judá: "Aquí está vuestro Dios.

Mirad, el Señor Dios llega con poder, y su brazo manda.

Mirad, viene con él su salario, y su recompensa lo precede.

Como un pastor que apacienta el rebaño, su brazo lo reúne,

toma en brazos los corderos y hace recostar a las madres."


•Salmo Responsorial: 103
"Bendice, alma mía, al Señor: ¡Dios mío, qué grande eres!"

Bendice, alma mía, al Señor: ¡Dios mío, qué grande eres! Te vistes de belleza y majestad, la luz te envuelve como un manto. R.

Extiendes los cielos como una tienda, construyes tu morada sobre las aguas; las nubes te sirven de carroza, avanzas en las alas del viento; los vientos te sirven de mensajeros, el fuego llameante, de ministro. R.

Cuántas son tus obras, Señor, y todas las hiciste con sabiduría;

la tierra está llena de tus criaturas. Ahí está el mar: ancho y dilatado, en él bullen, sin número, animales pequeños y grandes. R.

Todos ellos aguardan a que les eches comida a su tiempo: se la echas, y la atrapan; abres tu mano, y se sacian de bienes. R.

Escondes tu rostro, y se espantan; les retiras el aliento, y expiran y vuelven a ser polvo; envías tu aliento, y los creas, y repueblas la faz de la tierra. R.


•Segunda Lectura: Tito 2, 11-14; 3, 4-7
"Nos ha salvado con el baño del segundo nacimiento y con la renovación por el Espíritu Santo"

Querido hermano:

Ha aparecido la gracia de Dios, que trae la salvación para todos los hombres, enseñándonos a renunciar a la impiedad y a los deseos mundanos, y a llevar ya desde ahora una vida sobria, honrada y religiosa, aguardando la dicha que esperamos: la aparición gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro, Jesucristo.

Él se entregó por nosotros para rescatarnos de toda maldad y para prepararse un pueblo purificado, dedicado a las buenas obras.

Mas, cuando ha aparecido la bondad de Dios, nuestro Salvador, y su amor al hombre, no por las obras de justicia que hayamos hecho nosotros, sino que según su propia misericordia nos ha salvado, con el baño del segundo nacimiento y con la renovación por el Espíritu Santo; Dios lo derramó copiosamente sobre nosotros por medio de Jesucristo, nuestro Salvador.

Así, justificados por su gracia, somos, en esperanza, herederos de la vida eterna.


•Evangelio: Lucas 3, 15-16. 21-22
"Jesús se bautizó. Mientras oraba, se abrió el cielo"

En aquel tiempo, el pueblo estaba en expectación, y todos se preguntaban si no sería Juan el Mesías; él tomó la palabra y dijo a todos: "Yo os bautizo con agua; pero viene el que puede más que yo, y no merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego."

En un bautismo general, Jesús también se bautizó. Y, mientras oraba, se abrió el cielo, bajó el Espiritu Santo sobre él en forma de paloma, y vino una voz del cielo: "Tú eres mi Hijo, el amado, el predilecto."