viernes, 5 de diciembre de 2008

Evangelio Sabado 6 de Diciembre

Adviento

1ª Lectura
Is 30,18-21
18 Pero el Señor espera la hora de otorgaros su gracia; por eso se levanta para apiadarse de vosotros, porque el Señor es un Dios de justicia; felices los que en él esperan. 19 Sí, pueblo de Sión que habitas en Jerusalén, no llorarás más: él te dará su gracia, atento a tus gritos de súplica; en cuanto lo oiga, te responderá. 20 Después de haberos dado el Señor el pan de la angustia y el agua de la aflicción, tu maestro no se esconderá más, sino que tus ojos le verán, 21 y tus oídos oirán resonar detrás de ti estas palabras:
Éste es el camino, seguidlo, ya estéis a la derecha o a la izquierda.

Is 30,23-26
23 Él te dará la lluvia para la simiente que siembres en tu tierra; el pan, producto de tu campo, será pingüe y enjundioso; y tu ganado pastará aquel día en amplios pastizales. 24 Los bueyes y los asnos que trabajan la tierra
comerán pienso salado, aventado con horca y bieldo. 25 En todo monte alto y en toda colina elevada habrá arroyos y corrientes de agua el día de la gran matanza, cuando caigan las torres. 26 Entonces la luz de la luna será como la luz del sol, y la luz del sol será siete veces más fuerte, como la luz de siete días, el día en que el Señor vende la herida de su pueblo y cure la llaga de sus golpes.

Salmo Responsorial
Sal 147,1-2
1 ¡Qué bueno es cantar para el Señor!, ¡qué agradable alabar a nuestro Dios! 2 El Señor reconstruye Jerusalén y reúne a los dispersos de Israel,
Sal 147,3-4
3 él cura los corazones rotos y venda sus heridas. 4 Él cuenta el número de las estrellas y llama a cada una por su nombre.
Sal 147,5-6
5 Nuestro Señor es grande y todopoderoso, su inteligencia es infinita. 6 El Señor sostiene a los humildes y humilla hasta el polvo a los malvados.

Evangelio
Mt 9,35-38
35 Jesús recorría ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, predicando el evangelio del reino y curando todas las enfermedades y dolencias. 36 Y al ver a la gente, se compadecía de ella, porque estaban cansados y decaídos como ovejas sin pastor. 37 Entonces dijo a sus discípulos: «La mies es mucha y los obreros pocos. 38 Pedid al dueño de la mies que mande obreros a su mies».
Mt 10,1
1 Reunió a sus doce apóstoles, y les dio poder de echar los espíritus inmundos y de curar todas las enfermedades y dolencias.

Mt 10,6-8
6 Id a las ovejas perdidas de la casa de Israel. 7 Id predicando que el reino de Dios está cerca. 8 Curad a los enfermos, resucitad a los muertos, limpiad a los leprosos, echad a los demonios: gratis lo habéis recibido, dadlo gratis.

jueves, 4 de diciembre de 2008

Evangelio viernes 5 de Diciembre

Adviento

1ª Lectura

Is 29,17-24

17 Sí, dentro de poco tiempo el Líbano se volverá un vergel, y el vergel se convertirá en selva. 18 Los sordos oirán las palabras de un libro; y, liberados de las tinieblas y la oscuridad, verán los ojos de los ciegos. 19 Aún volverán los humildes a alegrarse en el Señor, y los pobres se gozarán en el Santo de Israel; 20 porque ya no habrá tiranos, ni burlones, y habrán sido exterminados todos los maleantes, 21 los que por nada declaran culpable a un hombre, los que en la puerta tienden lazos al joven y sin razón declaran reo al justo. 22 Por eso, esto dice el Señor, Dios de la casa de Jacob, el que rescató a Abrahán: Ya nunca volverá Jacob a avergonzarse,

ni palidecerá más su rostro; 23 porque verá en medio de él la obra de mis manos, y santificará mi nombre. Santificarán al Santo de Jacob, y temerán al Dios de Israel. 24 Los extraviados de espíritu entrarán en razón, y los murmuradores serán instruidos.

Salmo Responsorial

Sal 27,1

1 De David

El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién podré temer? El Señor es la fortaleza de mi vida, ¿ante quién puedo temblar?

Sal 27,4

4 Una cosa pido al Señor, sólo eso busco: habitar en la casa del Señor todos los días de mi vida para gustar la dulzura del Señor y contemplar la belleza de su templo.

Sal 27,13-14

13 Yo estoy seguro que he de ver los bienes del Señor en el mundo de los vivos. 14 Espera en el Señor, ten ánimo, sé fuerte, espera en el Señor.

Evangelio

Mt 9,27-31

27 Cuando salió de allí, le siguieron dos ciegos, gritando: «¡Ten compasión de nosotros, hijo de David!». 28 Al entrar en la casa, se le acercaron los ciegos, y Jesús les dijo: «¿Creéis que puedo hacer esto?». Le dijeron: «¡Sí,

Señor!». 29 Entonces les tocó los ojos, diciendo: «Hágase en vosotros según vuestra fe». Y se les abrieron los ojos. 30 Jesús les ordenó severamente: «Mirad, que nadie lo sepa». 31 Pero ellos, nada más salir, lo

publicaron por toda la comarca.

Evangelio jueves 4 de Diciembre

Adviento

1ª Lectura

Is 26,1-6

1 Aquel día se cantará este cántico en la tierra de Judá: Tenemos una ciudad fortificada; él ha puesto para protegernos murallas y defensas.

2 ¡Abrid las puertas, para que entre el pueblo justo, que ha guardado la lealtad! 3 Su ánimo es firme y mantiene la paz, porque confía en ti. 4 Confiad en el Señor incesantemente, porque el Señor es la roca eterna. 5 Sí, él ha humillado a los que habitaban en lo alto; ha abatido la ciudadela escarpada, la ha abatido a tierra, la ha derribado en el polvo: 6 la pisotean los pies de los humildes, los pasos de los pobres.

Salmo Responsorial

Sal 118,1

1 ¡Aleluya! Dad gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor.

Sal 118,8-9

8 Mejor es refugiarse en el Señor que fiarse del hombre; 9 mejor es refugiarse en el Señor que fiarse del jefe.

Sal 118,19

19 Abridme las puertas de la justicia, que voy a entrar a dar gracias al Señor.

Sal 118,25-27

25 Danos la victoria, dánosla, Señor; danos el triunfo, dánoslo, Señor.

26 Bendito el que viene en nombre del Señor. Os bendecimos desde la casa del Señor. 27 El Señor es Dios, él nos ilumina; ordenad la procesión con ramos en las manos hasta los ángulos del altar.

Evangelio

Mt 7,21

21 «No todo el que me dice: ¡Señor! ¡Señor!, entrará en el reino de Dios, sino el que hace la voluntad de mi Padre celestial.

Mt 7,24-27

24 El que escucha mis palabras y las pone en práctica se parece a un hombre sensato que ha construido su casa sobre roca. 25 Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y se echaron sobre ella; pero la casa no se cayó, porque estaba cimentada sobre la roca. 26 Y todo el que escucha mis palabras y no las pone en práctica se parece a un hombre insensato que ha construido su casa sobre arena. 27 Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y se precipitaron sobre ella, y la casa se cayó y se arruinó totalmente».

martes, 2 de diciembre de 2008

Evangelio miercoles 3 de Diciembre

Adviento

1ª Lectura

Is 25,6-10

6 El Señor todopoderoso brindará a todos los pueblos en esta montaña

un festín de pingües manjares, un festín de vinos excelentes, de exquisitos manjares, de vinos refinados. 7 Y quitará en esta montaña el velo que tapaba a todos los pueblos, el sudario que cubría a todas las naciones:

8 destruirá para siempre la muerte.El Señor Dios secará las lágrimas de todos los rostros, y la ignominia de su pueblo la borrará de toda la tierra; porque el Señor ha hablado. 9 Aquel día se dirá: Éste es nuestro Dios, de quien esperamos que nos salve; éste es el Señor, en quien esperamos. Alegrémonos, gocémonos, porque nos ha salvado. 10 Pues la mano del Señor reposa sobre esta montaña. Moab, en cambio, es pisoteado en su sitio, como se pisa la paja en el muladar.

Salmo Responsorial

Sal 23,1-3

1 Salmo de David El Señor es mi pastor, nada me falta: 2 en verdes praderas me hace reposar, me conduce hacia las aguas del remanso 3 y conforta mi alma; me guía por los senderos de justicia, por amor a su nombre;

Sal 23,3

3 y conforta mi alma; me guía por los senderos de justicia, por amor a su

nombre;

Sal 23,4

4 aunque vaya por un valle tenebroso, no tengo miedo a nada, porque tú estás conmigo, tu voz y tu cayado me sostienen.

Sal 23,5

5 Me preparas una mesa ante mis enemigos,

perfumas con ungüento mi cabeza

y me llenas la copa a rebosar.

Sal 23,6

6 Lealtad y dicha me acompañan todos los días de mi vida; habitaré en la casa del Señor por siempre jamás.

Evangelio

Mt 15,29-37

29 Jesús salió de allí, llegó a la costa del lago de Galilea, subió al monte y se sentó. 30 Se le acercó mucha gente que llevaba cojos, ciegos, sordos, mancos y otros muchos enfermos, y los pusieron a sus pies. Y él los curó, 31 de suerte que la gente se maravillaba al ver a los mudos que hablaban, a los mancos sanos, a los cojos andando, a los ciegos que recobraban la vista. Y alabaron al Dios de Israel.

SEGUNDA MULTIPLICACIÓN DE LOS PANES

32 Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: «Me da lástima de esta gente, pues ya llevan tres días conmigo y no tienen qué comer. No quiero despedirlos en ayunas, no sea que desfallezcan en el camino». 33 Los discípulos le dijeron: «¿De dónde podremos sacar pan para hartar a tanta gente aquí, en un despoblado?». 34 Jesús les dijo: «¿Cuántos panes tenéis?». Ellos contestaron: «Siete y algunos peces». 35 Mandó a la gente que se sentara en el suelo. 36 Tomó los siete panes y los peces, dio gracias, los partió y los dio a los discípulos, y éstos a la gente. 37 Comieron todos y se saciaron, y se recogieron siete espuertas de las sobras.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Evangelio 2 de Diciembre

Adviento

1ª Lectura
Is 11,1-10
1 Un brote saldrá del tronco de Jesé, un vástago surgirá de sus raíces. 2 Sobre él reposará el espíritu del Señor: espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de fuerza, espíritu de conocimiento y de temor del Señor. 3 En el temor del Señor se inspirará; no juzgará por lo que sus ojos vean, ni fallará por lo que oigan sus oídos; 4 juzgará con justicia a los débiles, y con rectitud a los pobres del país; al tirano herirá con la vara de su boca, matará al criminal con el soplo de sus labios.5 La justicia será el ceñidor de su cintura; la lealtad, el cinturón de sus caderas. 6 El lobo habitará con el cordero, el leopardo se acostará junto al cabrito; ternero y leoncillo pacerán juntos, un chiquillo los podrá cuidar. 7 La vaca y la osa pastarán en compañía, juntos reposarán sus cachorros, y el león como un buey comerá hierba. 8 El niño de pecho jugará junto al agujero de la víbora; en la guarida del áspid meterá su mano el destetado. 9 No harán ya mal, ni causarán más daño en todo mi monte santo, porque el país estará lleno del conocimiento del Señor, como las aguas llenan el mar.
RETORNO DE LOS DESTERRADOS
10 Aquel día la raíz de Jesé se alzará como enseña de las gentes; la buscarán los pueblos, y será gloriosa su morada.

Salmo Responsorial
Sal 72,2
2 que gobierne a tu pueblo con justicia y juzgue a tus oprimidos según derecho.
Sal 72,7-8
7 En sus días triunfará la justicia y habrá una paz firme hasta que falte la luna; 8 dominará de mar a mar, desde el río hasta los límites del mundo;
Sal 72,12-13
12 él liberará al pobre que suplica, al miserable que no tiene apoyo alguno;
13 se cuidará del débil y del pobre; a los pobres les salvará la vida;
Sal 72,17
17 Que eternice su nombre, que propague su nombre bajo el sol; para que en él sean bendecidas todas las razas de la tierra y todas las naciones lo proclamen dichosas.

Evangelio
Lc 10,21-24
21 En aquel momento, lleno de gozo bajo la acción del Espíritu Santo, dijo: «Yo te alabo, Padre, señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los hombres sabios y a los entendidos, y se las has manifestado a los sencillos. Sí, Padre, porque así has querido. 22 Mi Padre me ha confiado todas las cosas; nadie conoce al hijo sino el Padre; y nadie conoce al Padre sino el hijo y aquel a quien el hijo se lo quiera manifestar». 23 Se volvió a los discípulos y les dijo aparte: «¡Dichosos los ojos que ven lo que vosotros veis! 24 Os digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que
vosotros veis y no lo vieron, y oír lo que vosotros oís y no lo oyeron».

Evangelio 1 de diciembre

Adviento

1ª Lectura

Is 2,1-5

1 Visión de Isaías, hijo de Amós, acerca de Judá y Jerusalén. 2 Sucederá en los días venideros que el monte de la casa del Señor será afincado en la cima de los montes y se alzará por encima de los collados. Afluirán a él todas las gentes, 3 vendrán muchos pueblos y dirán: Venid, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob, para que nos enseñe sus caminos y caminemos por sus sendas. Pues de Sión saldrá la ley y de Jerusalén la palabra del Señor. 4 Él gobernará las naciones y dictará sus leyes a pueblos numerosos, que trocarán sus espadas en arados y sus lanzas en hoces. No alzará ya la espada pueblo contra pueblo ni se entrenarán ya para la guerra. 5 Casa de Jacob, venid; caminemos a la luz del Señor.

Salmo Responsorial

Sal 122,1-2

1 Canción de las subidas. De David ¡Qué alegría cuando me dijeron: «Vamos a la casa del Señor»! 2 Ya estamos en tus puertas, oh Jerusalén:

Sal 122,3-4

3 Jerusalén, la bien edificada, la ciudad bien unida. 4 Allí suben las tribus, las tribus del Señor, según la norma de Israel, para alabar el nombre del Señor.

Sal 122,4-5

4 Allí suben las tribus, las tribus del Señor, según la norma de Israel, para alabar el nombre del Señor. 5 Allí están los tribunales de justicia, los tribunales de la casa de David.

Sal 122,6-7

6 Pedid la paz para Jerusalén: «Que vivan tranquilos tus amigos, 7 que reine la paz dentro de tus muros y la tranquilidad en tus palacios».

Sal 122,8-9

8 Por mis hermanos y compañeros, diré: «La paz esté contigo». 9 Por la casa del Señor, nuestro Dios, te deseo la felicidad.

Evangelio

Mt 8,5-11

5 Al entrar Jesús en Cafarnaún, se le acercó un oficial suplicándole: 6 «Señor, mi criado está paralítico en casa con unos dolores terribles». 7 Jesús le dijo: «Yo iré a curarlo». 8 El oficial respondió: «Señor, no soy digno de que entres en mi casa; dilo sólo de palabra, y mi criado quedará curado. 9 Porque yo, que soy un hombre sujeto al mando, tengo bajo mis órdenes soldados, y digo a éste: "Vete", y va; y a otro: "Ven", y viene; y a mi criado:

"Haz esto", y lo hace». 10 Jesús, al oírlo, quedó admirado y dijo a los que lo seguían: «Os aseguro que en Israel no he encontrado a nadie con una fe como ésta. 11 Muchos del oriente y del occidente vendrán y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de Dios,