sábado, 20 de junio de 2020

Lecturas 20 de Junio de 2020

Lecturas del día:

    Primera opción

  • Primera lectura

    II Crónicas 24:17-25
    17 Después de la muerte de Yehoyadá vinieron los jefes de Judá a postrarse delante del rey, y entonces el rey les prestó oído.
    18 Abandonaron la Casa de Yahveh, el Dios de sus padres, y sirvieron a los cipos y a los ídolos; la cólera estalló contra Judá y Jerusalén a causa de esta culpa suya.
    19 Yahveh les envió profetas que dieron testimonio contra ellos para que se convirtiesen a él, pero no les prestaron oído.
    20 Entonces el espíritu de Dios revistió a Zacarías, hijo del sacerdote Yehoyadá que, presentándose delante del pueblo, les dijo: «Así dice Dios: ¿Por qué traspasáis los mandamientos de Yahveh? No tendréis éxito; pues por haber abandonado a Yahveh, él os abandonará a vosotros.»
    21 Mas ellos conspiraron contra él, y por mandato del rey le apedrearon en el atrio de la Casa de Yahveh.
    22 Pues el rey Joás no se acordó del amor que le había tenido Yehoyadá, padre de Zacarías, sino que mató a su hijo, que exclamó al morir: «¡Véalo Yahveh y exija cuentas!»
    23 A la vuelta de un año subió contra Joás el ejército de los arameos, que invadieron Judá y Jerusalén, mataron de entre la población a todos los jefes del pueblo, y enviaron todo el botín al rey de Damasco,
    24 pues aunque el ejército de los arameos había venido con poca gente, Yahveh entregó en sus manos a un ejército muy grande; porque habían abandonado a Yahveh, el Dios de sus padres. De este modo los arameos hicieron justicia con Joás.
    25 Y cuando se alejaron de él, dejándole gravemente enfermo, se conjuraron contra él sus servidores, por la sangre del hijo del sacerdote Yehoyadá, le mataron en su lecho y murió. Le sepultaron en la Ciudad de David, pero no le sepultaron en los sepulcros de los reyes.

  • Salmo responsorial

    Salmo 89:4-5, 29-34
    4 «Una alianza pacté con mi elegido, un juramento hice a mi siervo David:
    5 Para siempre jamás he fundado tu estirpe, de edad en edad he erigido tu trono.»
    29 «Le guardaré mi amor por siempre, y mi alianza será leal con él;
    30 estableceré su estirpe para siempre, y su trono como los días de los cielos.
    31 «Si sus hijos abandonan mi ley, y no siguen mis juicios,
    32 si profanan mis preceptos, y mis mandamientos no observan,
    33 «castigaré su rebelión con vara, y su culpa con azote,
    34 mas no retiraré de él mi amor, en mi lealtad no fallaré.

  • Evangelio

    Lucas 2:41-51
    41 Sus padres iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua.
    42 Cuando tuvo doce años, subieron ellos como de costumbre a la fiesta
    43 y, al volverse, pasados los días, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin saberlo su padres.
    44 Pero creyendo que estaría en la caravana, hicieron un día de camino, y le buscaban entre los parientes y conocidos;
    45 pero al no encontrarle, se volvieron a Jerusalén en su busca.
    46 Y sucedió que, al cabo de tres días, le encontraron en el Templo sentado en medio de los maestros, escuchándoles y preguntándoles;
    47 todos los que le oían, estaban estupefactos por su inteligencia y sus respuestas.
    48 Cuando le vieron, quedaron sorprendidos, y su madre le dijo: «Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Mira, tu padre y yo, angustiados, te andábamos buscando.»
    49 El les dijo: «Y ¿por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?»
    50 Pero ellos no comprendieron la respuesta que les dio.
    51 Bajó con ellos y vino a Nazaret, y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazón.

  • Segunda opción

  • Primera lectura

    Isaías 61:9-11
    9 Será conocida en las naciones su raza y sus vástagos entre los pueblos; todos los que los vean reconocerán que son raza bendita de Yahveh.
    10 «Con gozo me gozaré en Yahveh, exulta mi alma en mi Dios, porque me ha revestido de ropas de salvación, en manto de justicia me ha envuelto como el esposo se pone una diadema, como la novia se adorna con aderezos.
    11 Porque, como una tierra hace germinar plantas y como un huerto produce su simiente, así el Señor Yahveh hace germinar la justicia y la alabanza en presencia de todas las naciones.»

  • Salmo responsorial

    I Samuel 2:1, 4-8
    1 Entonces Ana dijo esta oración: «Mi corazón exulta en Yahveh, mi cuerno se levanta en Dios, mi boca se dilata contra mis enemigos, porque me he gozado en tu socorro.
    4 El arco de los fuertes se ha quebrado, los que tambalean se ciñen de fuerza.
    5 Los hartos se contratan por pan, los hambrientos dejan su trabajo. La estéril da a luz siete veces, la de muchos hijos se marchita.
    6 Yahveh da muerte y vida, hace bajar al seol y retornar.
    7 Yahveh enriquece y despoja, abate y ensalza.
    8 Levanta del polvo al humilde, alza del muladar al indigente para hacerle sentar junto a los nobles, y darle en heredad trono de gloria, pues de Yahveh los pilares de la tierra y sobre ellos ha sentado el universo.

  • Evangelio

    Lucas 2:41-51
    41 Sus padres iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua.
    42 Cuando tuvo doce años, subieron ellos como de costumbre a la fiesta
    43 y, al volverse, pasados los días, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin saberlo su padres.
    44 Pero creyendo que estaría en la caravana, hicieron un día de camino, y le buscaban entre los parientes y conocidos;
    45 pero al no encontrarle, se volvieron a Jerusalén en su busca.
    46 Y sucedió que, al cabo de tres días, le encontraron en el Templo sentado en medio de los maestros, escuchándoles y preguntándoles;
    47 todos los que le oían, estaban estupefactos por su inteligencia y sus respuestas.
    48 Cuando le vieron, quedaron sorprendidos, y su madre le dijo: «Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Mira, tu padre y yo, angustiados, te andábamos buscando.»
    49 El les dijo: «Y ¿por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?»
    50 Pero ellos no comprendieron la respuesta que les dio.
    51 Bajó con ellos y vino a Nazaret, y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazón.

viernes, 19 de junio de 2020

Lecturas 19 de Junio de 2020

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Deuteronomio 7:6-11
    6 Porque tú eres un pueblo consagrado a Yahveh tu Dios; él te ha elegido a ti para que seas el pueblo de su propiedad personal entre todos los pueblos que hay sobre la haz de la tierra.
    7 No porque seáis el más numeroso de todos los pueblos se ha prendado Yahveh de vosotros y os ha elegido, pues sois el menos numeroso de todos los pueblos;
    8 sino por el amor que os tiene y por guardar el juramento hecho a vuestros padres, por eso os ha sacado Yahveh con mano fuerte y os ha librado de la casa de servidumbre, del poder de Faraón, rey de Egipto.
    9 Has de saber, pues, que Yahveh tu Dios es el Dios verdadero, el Dios verdadero, el Dios fiel que guarda la alianza y el amor por mil generaciones a los que le aman y guardan sus mandamientos,
    10 pero que da su merecido en su propia persona a quien le odia, destruyéndole. No es remiso con quien le odia: en su propia persona le da su merecido.
    11 Guarda, pues, los mandamientos, preceptos y normas que yo te mando hoy poner en práctica.

  • Salmo responsorial

    Salmo 103:1-4, 6-7, 8, 10
    1 De David. Bendice a Yahveh, alma mía, del fondo de mi ser, su santo nombre,
    2 bendice a Yahveh, alma mía, no olvides sus muchos beneficios.
    3 El, que todas tus culpas perdona, que cura todas tus dolencias,
    4 rescata tu vida de la fosa, te corona de amor y de ternura,
    6 Yahveh, el que hace obras de justicia, y otorga el derecho a todos los oprimidos,
    7 manifestó sus caminos a Moisés, a los hijos de Israel sus hazañas.
    8 Clemente y compasivo es Yahveh, tardo a la cólera y lleno de amor;
    10 no nos trata según nuestros pecados ni nos paga conforme a nuestras culpas.

  • Segunda lectura

    I Juan 4:7-16
    7 Queridos, amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios.
    8 Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es Amor.
    9 En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene; en que Dios envió al mundo a su Hijo único para que vivamos por medio de él.
    10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y nos envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados.
    11 Queridos, si Dios nos amó de esta manera, también nosotros debemos amarnos unos a otros.
    12 A Dios nadie le ha visto nunca. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud.
    13 En esto conocemos que permanecemos en él y él en nosotros: en que nos ha dado de su Espíritu.
    14 Y nosotros hemos visto y damos testimonio de que el Padre envió a su Hijo, como Salvador del mundo.
    15 Quien confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece em él y él en Dios.
    16 Y nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene, y hemos creído en él. Dios es Amor y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él.

  • Evangelio

    Mateo 11:25-30
    25 En aquel tiempo, tomando Jesús la palabra, dijo: «Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a pequeños.
    26 Sí, Padre, pues tal ha sido tu beneplácito.
    27 Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce bien al Hijo sino el Padre, ni al Padre le conoce bien nadie sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
    28 «Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso.
    29 Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas.
    30 Porque mi yugo es suave y mi carga ligera.»

jueves, 18 de junio de 2020

Lecturas 18 de Junio de 2020

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Eclesiástico 48:1-14
    1 Después surgió el profeta Elías como fuego, su palabra abrasaba como antorcha.
    2 El atrajo sobre ellos el hambre, y con su celo los diezmó.
    3 Por la palabra del Señor cerró los cielos, e hizo también caer fuego tres veces.
    4 ¡Qué glorioso fuiste, Elías, en tus portentos! ¿quién puede jactarse de ser igual que tú?
    5 Tú que despertaste a un cadáver de la muerte y del seol, por la palabra del Altísimo;
    6 que hiciste caer a reyes en la ruina, y a hombres insignes fuera de su lecho;
    7 oíste en el Sinaí la reprensión, y en el Horeb los decretos de castigo;
    8 ungiste reyes para tomar venganza, y profetas para ser tus sucesores;
    9 en torbellino de fuego fuiste arrebatado en carro de caballos ígneos;
    10 fuiste designado en los reproches futuros, para calmar la ira antes que estallara, para hacer volver el corazón de los padres a los hijos, y restablecer las tribus de Jacob.
    11 Felices aquellos que te vieron y que se durmieron en el amor, que nosotros también viviremos sin duda.
    12 Cuando Elías en el torbellino quedó envuelto, Eliseo se llenó de su espíritu. En sus días no fue zarandeado por príncipe, y no pudo dominarle nadie.
    13 Nada era imposible para él, hasta en el sueño de la muerte profetizó su cuerpo.
    14 Durante su vida hizo prodigios, y después de su muerte fueron admirables sus obras.

  • Salmo responsorial

    Salmo 97:1-7
    1 ¡Reina Yahveh! ¡La tierra exulte, alégrense las islas numerosas!
    2 Nube y Bruma densa en torno a él, Justicia y Derecho, la base de su trono.
    3 Delante de él avanza fuego y a sus adversarios en derredor abrasa;
    4 iluminan el orbe sus relámpagos, lo ve la tierra y se estremece.
    5 Los montes como cera se derriten ante el Dueño de la tierra toda;
    6 los cielos anuncian su justicia, y todos los pueblos ven su gloria.
    7 ¡Se avergüenzan los que sirven a los ídolos, los que se glorían de vanidades; se postran ante él todos los dioses!

  • Evangelio

    Mateo 6:7-15
    7 Y al orar, no charléis mucho, como los gentiles, que se figuran que por su palabrería van a ser escuchados.
    8 No seáis como ellos, porque vuestro Padre sabe lo que necesitáis antes de pedírselo.
    9 «Vosotros, pues, orad así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu Nombre;
    10 venga tu Reino; hágase tu Voluntad así en la tierra como en el cielo.
    11 Nuestro pan cotidiano dánosle hoy;
    12 y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros hemos perdonado a nuestros deudores;
    13 y no nos dejes caer en tentación, mas líbranos del mal.
    14 «Que si vosotros perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial;
    15 pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas.

miércoles, 17 de junio de 2020

Lecturas 17 de Junio de 2020

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    II Reyes 2:1, 6-14
    1 Esto pasó cuando Yahveh arrebató a Elías en el torbellino al cielo. Elías y Eliseo partieron de Guilgal.
    6 Le dijo Elías: «Quédate aquí, porque Yahveh me envía al Jordán.» Respondió: «Vive Yahveh y vive tu alma que no te dejaré», y fueron los dos.
    7 Cincuenta hombres de la comunidad de los profetas vinieron y se quedaron enfrente, a cierta distancia; ellos dos se detuvieron junto al Jordán.
    8 Tomó Elías su manto, lo enrolló y golpeó las aguas, que se dividieron de un lado y de otro, y pasaron ambos a pie enjuto.
    9 Cuando hubieron pasado, dijo Elías a Eliseo: «Pídeme lo que quieras que haga por ti antes de ser arrebatado de tu lado.» Dijo Eliseo: «Que tenga dos partes de tu espíritu.»
    10 Le dijo: «Pides una cosa difícil; si alcanzas a verme cuando sea llevado de tu lado, lo tendrás; si no, no lo tendrás.»
    11 Iban caminando mientras hablaban, cuando un carro de fuego con caballos de fuego se interpuso entre ellos; y Elías subió al cielo en el torbellino.
    12 Eliseo le veía y clamaba: «¡Padre mío, padre mío! Carro y caballos de Israel! ¡Auriga suyo!» Y no le vio más. Asió sus vestidos y los desgarró en dos.
    13 Tomó el manto que se le había caído a Elías y se volvió, parándose en la orilla del Jordán.
    14 Tomó el manto de Elías y golpeó las aguas diciendo: ¿Dónde está Yahveh, el Dios de Elías?» Golpeó las aguas, que se dividieron de un lado y de otro, y pasó Eliseo.

  • Salmo responsorial

    Salmo 31:20-21, 24
    20 ¡Qué grande es tu bondad, Yahveh! Tú la reservas para los que te temen, se la brindas a los que a ti se acogen, ante los hijos de Adán.
    21 Tú los escondes en el secreto de tu rostro, lejos de las intrigas de los hombres; bajo techo los pones a cubierto de la querella de las lenguas.
    24 Amad a Yahveh, todos sus amigos; a los fieles protege Yahveh, pero devuelve muy sobrado al que obra por orgullo.

  • Evangelio

    Mateo 6:1-6, 16-18
    1 «Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial.
    2 Por tanto, cuando hagas limosna, no lo vayas trompeteando por delante como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres; en verdad os digo que ya reciben su paga.
    3 Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha;
    4 así tu limosna quedará en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
    5 «Y cuando oréis, no seáis como los hipócritas, que gustan de orar en las sinagogas y en las esquinas de las plazas bien plantados para ser vistos de los hombres; en verdad os digo que ya reciben su paga.
    6 Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu aposento y, después de cerrar la puerta, ora a tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
    16 «Cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas, que desfiguran su rostro para que los hombres vean que ayunan; en verdad os digo que ya reciben su paga.
    17 Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro,
    18 para que tu ayuno sea visto, no por los hombres, sino por tu Padre que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.

martes, 16 de junio de 2020

Lecturas 16 de Junio de 2020

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    I Reyes 21:17-29
    17 Entonces fue dirigida la palabra de Yahveh a Elías tesbita diciendo:
    18 «Levántate, baja al encuentro de Ajab, rey de Israel, que está en Samaría. Está en la viña de Nabot, a donde ha bajado a apropiársela.
    19 Le hablarás diciendo: Así habla Yahveh: Has asesinado ¿y además usurpas? Luego le hablarás diciendo: Por esto, así habla Yahveh: En el mismo lugar en que los perros han lamido la sangre de Nabot, lamerán también los perros tu propia sangre.»
    20 Ajab dijo a Elías: «Has vuelto a encontrarme, enemigo mío.» Respondió: «Te he vuelto a encontrar porque te has vendido para hacer el mal a los ojos de Yahveh.
    21 Yo mismo voy a traer el mal sobre ti y voy a barrer tu posteridad y a exterminar todo varón de los de Ajab, libre o esclavo, en Israel.
    22 Y haré tu casa como la casa de Jeroboam, hijo de Nebat, y como la casa de Basá, hijo de Ajías, por la irritación con que me has irritado y por haber hecho pecar a Israel.
    23 También contra Jezabel ha hablado Yahveh diciendo: "Los perros comerán a Jezabel en la parcela de Yizreel."
    24 A los hijos de Ajab que mueran en la ciudad los comerán los perros y a los que mueran en el campo los comerán las aves del cielo.»
    25 No hubo quien se prestara como Ajab para hacer el mal a los ojos de Yahveh, porque su mujer Jezabel le había seducido.
    26 Su proceder fue muy abominable, yendo tras los ídolos, en todo como los amorreos a los que expulsó Yahveh ante los israelitas.
    27 Cuando Ajab oyó estas palabras desgarró sus vestidos y se puso un sayal sobre su carne, ayunó y se acostó con el sayal puesto; y caminaba a paso lento.
    28 Fue dirigida la palabra de Yahveh a Elías tesbita diciendo:
    29 «¿Has visto cómo Ajab se ha humillado en mi presencia? Por haberse humillado en mi presencia, no traeré el mal en vida suya; en vida de su hijo traeré el mal sobre su casa.»

  • Salmo responsorial

    Salmo 51:3-6, 11, 16
    3 Tenme piedad, oh Dios, según tu amor, por tu inmensa ternura borra mi delito,
    4 lávame a fondo de mi culpa, y de mi pecado purifícame.
    5 Pues mi delito yo lo reconozco, mi pecado sin cesar está ante mí;
    6 contra ti, contra ti solo he pecado, lo malo a tus ojos cometí. Por que aparezca tu justicia cuando hablas y tu victoria cuando juzgas.
    11 Retira tu faz de mis pecados, borra todas mis culpas.
    16 Líbrame de la sangre, Dios, Dios de mi salvación, y aclamará mi lengua tu justicia;

  • Evangelio

    Mateo 5:43-48
    43 «Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo.
    44 Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan,
    45 para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos.
    46 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa vais a tener? ¿No hacen eso mismo también los publicanos?
    47 Y si no saludáis más que a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de particular? ¿No hacen eso mismo también los gentiles?
    48 Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial.

lunes, 15 de junio de 2020

Lecturas 15 de Junio de 2020

  • Primera lectura

    I Reyes 21:1-16
    1 Después de estos sucesos ocurrió que Nabot, de Yizreel, tenía una viña junto al palacio de Ajab, rey de Samaría,
    2 y Ajab habló a Nabot diciendo: «Dame tu viña para que me sirva de huerto para hortalizas, pues está pegando a mi casa, y yo te daré por ella una viña mejor que está, o si parece bien a tus ojos te daré su precio en dinero.»
    3 Respondió Nabot a Ajab: «Líbreme Yahveh de darte la herencia de mis padres.»
    4 Se fue Ajab a su casa triste e irritado por la palabra que le dijo Nabot de Yizreel: «No te daré la heredad de mis padres»; se acostó en su lecho, volvió su rostro y no quiso comer.
    5 Vino a donde él su mujer Jezabel, y le habló: «¿Por qué está triste tu espíritu y por qué no quieres comer?»
    6 El le respondió: «Porque he hablado con Nabot de Yizreel y le he dicho: "Dame tu viña por dinero o, si lo prefieres, te daré una viña a cambio", y me dijo: "No te daré mi viña."»
    7 Su mujer Jezabel le dijo: «¿Y eres tú el que ejerces la realeza en Israel? Levántate, come y que se alegre tu corazón. Yo te daré la viña de Nabot de Yizreel.»
    8 Escribió cartas en nombre de Ajab y las selló con su sello, y envió las cartas a los ancianos y notables que vivían junto a Nabot.
    9 En las cartas había escrito: «Proclamad un ayuno y haced sentar a Nabot a la cabeza del pueblo.
    10 Haced que se sienten frente a él dos malvados que le acusarán diciendo: "Has maldecido a Dios y al rey" y le sacaréis y le apedrearéis para que muera.»
    11 Los hombres de la ciudad, los ancianos y notables que vivían junto a Nabot en su ciudad, hicieron lo que Jezabel les había mandado, de acuerdo con lo escrito en las cartas que les había remitido.
    12 Proclamaron un ayuno e hicieron sentar a Nabot a la cabeza del pueblo.
    13 Llegaron los dos malvados, se sentaron frente a él y acusaron los malvados a Nabot delante del pueblo diciendo: «Nabot ha maldecido a Dios y al rey»; le sacaron fuera de la ciudad, le apedrearon y murió.
    14 Enviaron a decir a Jezabel: «Nabot ha sido apedreado y ha muerto.»
    15 Cuando Jezabel oyó que Nabot había sido apedreado y muerto, dijo a Ajab: «Levántate, toma posesión de la viña de Nabot, el de Yizreel, el que se negó a dártela por dinero, pues Nabot ya no vive, ha muerto.»
    16 Apenas oyó Ajab que Nabot había muerto, se levantó y bajó a la viña de Nabot, el de Yizreel, para tomar posesión de ella.

  • Salmo responsorial

    Salmo 5:2-3, 4-7
    2 Escucha mis palabras, Yahveh, repara en mi lamento,
    3 atiende a la voz de mi clamor, oh mi Rey y mi Dios. Porque a ti te suplico,
    4 Yahveh; ya de mañana oyes mi voz; de mañana te presento mi súplica, y me quedo a la espera.
    5 Pues no eres tú un Dios que se complace en la impiedad, no es huésped tuyo el malo.
    6 No, los arrogantes no resisten delante de tus ojos. Detestas a todos los agentes de mal,
    7 pierdes a los mentirosos; al hombre sanguinario y fraudulento le abomina Yahveh.

  • Evangelio

    Mateo 5:38-42
    38 «Habéis oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente.
    39 Pues yo os digo: no resistáis al mal; antes bien, al que te abofetee en la mejilla derecha ofrécele también la otra:
    40 al que quiera pleitear contigo para quitarte la túnica déjale también el manto;
    41 y al que te obligue a andar una milla vete con él dos.
    42 A quien te pida da, y al que desee que le prestes algo no le vuelvas la espalda.

Lecturas 14 de Junio de 2020

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Deuteronomio 8:2-3, 14-16
    2 Acuérdate de todo el camino que Yahveh tu Dios te ha hecho andar durante estos cuarenta años en el desierto para humillarte, probarte y conocer lo que había en tu corazón: si ibas o no a guardar sus mandamientos.
    3 Te humilló, te hizo pasar hambre, te dio a comer el maná que ni tú ni tus padres habíais conocido, para mostrarte que no sólo de pan vive el hombre, sino que el hombre vive de todo lo que sale de la boca de Yahveh.
    14 tu corazón se engría y olvides a Yahveh tu Dios que te sacó del país de Egipto, de la casa de servidumbre;
    15 que te ha conducido a través de ese desierto grande y terrible entre serpientes abrasadoras y escorpiones: que en un lugar de sed, sin agua, hizo brotar para ti agua de la roca más dura;
    16 que te alimentó en el desierto con el maná, que no habían conocido tus padres, a fin de humillarte y ponerte a prueba para después hacerte feliz.

  • Salmo responsorial

    Salmo 147:12-15, 19-20
    12 ¡Celebra a Yahveh, Jerusalén, alaba a tu Dios, Sión!
    13 Que él ha reforzado los cerrojos de tus puertas, ha bendecido en ti a tus hijos;
    14 pone paz en tu término, te sacia con la flor del trigo.
    15 El envía a la tierra su mensaje, a toda prisa corre su palabra;
    19 El revela a Jacob su palabra, sus preceptos y sus juicios a Israel:
    20 no hizo tal con ninguna nación, ni una sola sus juicios conoció.

  • Segunda lectura

    I Corintios 10:16-17
    16 La copa de bendición que bendecimos ¿no es acaso comunión con la sangre de Cristo? Y el pan que partimos ¿no es comunión con el cuerpo de Cristo?
    17 Porque aun siendo muchos, un solo pan y un solo cuerpo somos, pues todos participamos de un solo pan.

  • Evangelio

    Juan 6:51-58
    51 Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo.»
    52 Discutían entre sí los judíos y decían: «¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?»
    53 Jesús les dijo: «En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.
    54 El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día.
    55 Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida.
    56 El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él.
    57 Lo mismo que el Padre, que vive, me ha enviado y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí.
    58 Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron vuestros padres, y murieron; el que coma este pan vivirá para siempre.»