sábado, 12 de noviembre de 2011

Voluntariado católico no puede dejarse seducir por ideologías, dice el Papa


VATICANO, 11 Nov. 11 / 10:51 am (ACI/EWTN Noticias)

Al recibir esta mañana a los participantes de un encuentro promovido por el Pontificio Consejo Cor Unum, el Papa Benedicto XVI señaló que el voluntariado católico no puede dejarse seducir por las ideologías y tiene que ser reflejo del amor de Cristo.

A los asistentes del evento organizado en el marco del Año Europeo del Voluntariado, el Santo Padre agradeció "a los millones de voluntarios católicos, que contribuyen constante y generosamente, a la misión caritativa de la Iglesiaen todo el mundo".
"En el momento presente, marcado por la crisis y la incertidumbre, vuestro compromiso impulsa con razón la confianza, porque muestra que la bondad sincera existe y que está creciendo en nuestro alrededor. Sin duda la fe de los católicos se refuerza viendo el bien que se hace en nombre de Cristo".
El Santo Padre dijo luego que "para los cristianos, el voluntariado no es sencillamente una expresión de buena voluntad. Se basa en su experiencia personal de Cristo –que fue el primero en servir a la humanidad, dando su vidalibremente, por el bien de todos– como experimentamos en la Eucaristía".
Siendo voluntarios, indicó, "también nos convertimos en instrumentos visibles del amor de Cristo en un mundo que anhela ese amor en medio de la pobreza, la soledad, la marginación y la ignorancia que nos rodea".
El Papa resaltó luego que "el voluntariado católico no puede, por supuesto, responder a todas estas necesidades, pero ello no nos desalienta. Tampoco debemos dejarnos seducir por ideologías, que quieren cambiar el mundo según una visión puramente humana".
"Lo poco que logramos hacer para aliviar las necesidades humanas puede ser visto como una buena semilla que crecerá y dará mucho fruto, pues es un signo de la presencia y del amor de Cristo que, como el árbol en el Evangelio, crece para dar cobijo, protección y fuerza a todos los que así lo requieran".
Benedicto XVI destacó la necesidad de que las autoridades públicas reconozcan y agradezcan esta contribución de los católicos que permiten la mejora de la sociedad, subrayando luego las raíces de la caridad cristiana.
"Si estas raíces espirituales se niegan u ocultan y los criterios de nuestra colaboración se vuelven una mera utilidad, lo que distingue verdaderamente el servicio de voluntariado católico, corre el riesgo de perderse, en detrimento de toda la sociedad", alertó.
"Queridos amigos, me gustaría terminar animando a los jóvenes a descubrir el trabajo voluntario como una manera de crecer en el amor desinteresado, que es el que da el sentido más profundo a la vida. Los jóvenes responden sin tardar a la llamada del amor. Ayudémoslos a escuchar a Cristo, que llama a sus corazones y a que se acerquen a Él".
Finalmente el Papa dijo que "no debemos tener miedo de asumir este desafío radical que cambia la vida, ayudando a la juventud a aprender que nuestros corazones están hechos para amar y ser amado. La vida encuentra su plenitud gracias a la donación plena de sí mismos".

Evangelio 12 de Noviembre de 2011


  • Primera Lectura: Sabiduría 18, 14-16; 19, 6-9
    "n medio del mar Rojo apareció un camino plano y ellos brincaron como corderos"
    Cuando un profundo silencio envolvía todas las cosas, y la noche estaba a la mitad de su camino, tu palabra todopoderosa, Señor, como implacable guerrero, se lanzó desde tu trono real del cielo hacia la región condenada al exterminio. Blandiendo como espada tu decreto irrevocable, sembró la muerte por dondequiera; tocaba el cielo con la mano y al mismo tiempo pisaba la tierra. 
    La creación entera, obediente a tus órdenes, actuó de manera diversa a su modo de proceder, para librar a tus hijos de todo daño. Una nube protegió con su oscuridad el campamento israelita y donde antes había agua surgió la tierra firme; en el mar Rojo apareció un camino despejado y en las olas impetuosas una verde llanura. Por allí, protegido por tu mano, pasó todo el pueblo, mientras contemplaba tus prodigios admirables. Corrían como potros y brincaban como corderos, dándote gracias, Señor, por haberlos liberado.
  • Salmo Responsorial: 104
    "El Señor nunca olvida sus promesas."

    Aclamen al Señor y denle gracias, canten sus maravillas a los pueblos. Entonen en su honor himnos y cantos y celebren sus portentos.
    R. El Señor nunca olvida sus promesas.

    Del nombre del Señor enorgullezcámonos y siéntase feliz el que lo busca. Recurran al Señor y a su poder, y a su presencia acudan.
    R. El Señor nunca olvida sus promesas.

    Descendientes de Abrahán, su servidor; estirpe de Jacob, su predilecto, escuchen; el Señor es nuestro Dios y gobiernan la tierra sus decretos.
    R. El Señor nunca olvida sus promesas.

    Ni aunque transcurran mil generaciones se olvidará el Señor de sus promesas, de la alianza pactada con Abrahán, del juramento a Isaac, que un día le hiciera.
    R. El Señor, nunca olvida sus promesas.
  • Evangelio: Lucas 18, 1-8
    "Dios hará justicia a sus elegidos que claman a él"
    En aquel tiempo, para enseñar a sus discípulos la necesidad de orar siempre y sin desfallecer, Jesús les propuso esta parábola:
    «En cierta ciudad había un juez que no temía a Dios ni respetaba a los hombres. Vivía en aquella misma ciudad una viuda que le solicitaba con frecuencia:
    “Hazme justicia frente a mi adversario”».
    Por mucho tiempo el juez no le hizo caso, pero después se dijo: 
    “Aunque no temo a Dios ni respeto a nadie, por la insistencia de esta viuda le haré justicia para que no me siga molestando”.
    Dicho esto, Jesús comentó: 
    «Si así pensaba el juez injusto, ¿creen acaso que Dios no hará justicia a sus elegidos, que claman a él día y noche? ¿Que los hará esperar? Yo les aseguro que les hará justicia sin tardar. 
    Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿creen que encontrará esta fe en la tierra?»

viernes, 11 de noviembre de 2011

Evangelio 11 de Noviembre de 2011


  • Primera Lectura: Sabiduría 13, 1-9
    "Si pudieron investigar el universo, ¿cómo no descubrieron a su creador?"
    Insensatos han sido todos los hombres que no han conocido a Dios y no han sido capaces de descubrir, a través de las cosas buenas que se ven a «Aquél-que-es»; que no han reconocido al artífice, fijándose en sus obras, sino que han considerado como dioses al fuego, al viento, al aire sutil, al cielo estrellado, al agua impetuosa o al sol y a la luna, que rigen el mundo. 
    Si fascinados por la belleza de las cosas, pensaron que éstos eran dioses, sepan cuánto los aventaja el Señor de todas ellas, pues fue el autor mismo de la belleza quien las creó.Y si fue su poder y actividad lo que los impresionó, deduzcan de ahí cuánto más poderoso es Aquél que las hizo; pues reflexionando sobre la grandeza y hermosura de las criaturas, se puede llegar a contemplar a su creador. 
    Sin embargo, no son estos hombres tan dignos de reprensión, pues tal vez andan desorientados, buscando y queriendo encontrar a Dios. Como viven entre sus obras, se esfuerzan por conocerlas y se dejan fascinar por la belleza de las cosas que ven. Pero no por eso tienen excusa, pues si llegaron a ser tan sabios para investigar el universo, ¿cómo no llegaron a descubrir fácilmente a su creador?
  • Salmo Responsorial: 18
    "Los cielos proclaman la gloria de Dios."

    Los cielos proclaman la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día comunica su mensaje al otro día y una noche se lo trasmite a la otra noche.
    R. Los cielos proclaman la gloria de Dios.

    Sin que pronuncien una palabra, sin que resuene su voz, a toda la tierra llega su sonido y su mensaje hasta el fin del mundo.
    R. Los cielos proclaman la gloria de Dios.
  • Evangelio: Lucas 17, 26-37
    "Lo mismo sucederá el día en que el Hijo del hombre se manifieste"
    En aquellos días, Jesús dijo a sus discípulos: 
    «Lo que sucedió en el tiempo de Noé también sucederá en el tiempo del Hijo del hombre: 
    comían y bebían, se casaban hombres y mujeres, hasta el día en que Noé entró en el arca; entonces vino el diluvio y los hizo perecer a todos. 
    Lo mismo sucedió en el tiempo de Lot: comían y bebían, compraban y vendían, sembraban y construían; pero el día en que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y los hizo perecer a todos. Pues lo mismo sucederá el día en que el Hijo del hombre se manifieste. 
    Aquel día, el que esté en la azotea y tenga sus cosas en la casa, que no baje a recogerlas; y el que esté en el campo, que no mire hacia atrás. Acuérdense de la mujer de Lot. Quien intente conservar su vida, la perderá; y quien la pierda, la conservará. 
    Yo les digo: aquella noche habrá dos en un mismo lecho: uno será tomado y el otro abandonado; habrá dos mujeres moliendo juntas: una será tomada y la otra abandonada». 
    Entonces, los discípulos le preguntaron: 
    «¿Dónde sucederá eso, Señor?» 
    Y él les respondió: 
    «Donde hay un cadáver, allí se juntan los buitres»

jueves, 10 de noviembre de 2011

Ley de Dios no es esclavitud sino don para libertad y felicidad, dice el Papa


VATICANO, 09 Nov. 11 / 10:12 am (ACI/EWTN Noticias)
En la audiencia general de este miércoles, el Papa Benedicto XVI meditó sobre el salmo 118 (119) y explicó que la ley de Dios, su Palabra, no constituye en lo absoluto esclavitud para el hombre sino que es un don para que sea libre y feliz plenamente.

En la Plaza de San Pedro y ante miles de fieles, el Papa explicó que este salmo es uno de los más extensos ya que consta de 176 versículos y 22 estrofas, escrito como un "acróstico alfabético" que usa todas las letras del alfabeto hebraico. El texto es un canto solemne sobre la ley de Dios, sobre la Palabra "que interpela al hombre e impulsa su respuesta de obediencia confiada y de amor generoso".
"Y este Salmo está impregnado de tal modo del amor hacia la Palabra de Dios, que celebra su belleza, su fuerza salvífica, su capacidad de donar alegría y vida. Porque la Ley divina no es yugo pesado de esclavitud, sino don de gracia que hace libres y conduce a la felicidad".
El Papa señala luego que "la Ley del Señor, su Palabra, es el centro de la vida del orante; en ella él encuentra consuelo, en ella medita, la conserva en su corazón: ‘Conservo tu palabra en mi corazón, para no pecar contra ti’, éste es el secreto de la felicidad del Salmista; que dice también: ‘Los orgullosos traman engaños contra mí. Pero yo con todo el corazón custodio tus preceptos’".
El salmista, como María, es fiel porque escucha la Palabra. "Es la Virgen María la que lleva a cumplimiento la perfecta figura del creyente, que describe el salmista.Es Ella la verdadera ‘feliz’, como proclama Isabel ‘por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor’, y es a Ella y a su fe que el mismo Jesús rinde testimonio".
"Ciertamente –precisó el Santo Padre– María es feliz porque su vientre ha llevado al Salvador, pero sobre todo porque ha acogido el anuncio di Dio, porque ha custodiado atenta y amorosamente su Palabra".
Benedicto XVI subrayó luego que "la ley divina, objeto del amor apasionado del Salmista y de todo creyente, es fuente de vida. El anhelo de comprenderla, de observarla, de orientar hacia ella todo su propio ser es la característica del hombre justo y fiel al Señor, que la ‘medita día y noche’, come reza el Salmo 1".
"La ley de Dios –continuó– es una ley que se debe conservar en el corazón come dice el célebre texto del Shemá en el Deuteronomio: Escucha, Israel. Estos preceptos que yo te doy, grábalos en tu corazón. Incúlcalos en tus hijos, háblales de ellos cuando estés en tu casa, cuando vayas de viaje, al acostarte y al levantarte".
La Ley de Dios, dijo también el Papa, debe ser el centro de la existencia humana que "requiere la escucha del corazón, una escucha hecha de obediencia no servil, sino filial, confiada, consciente. La escucha de la Palabra es encuentro personal con el Señor de la vida, un encuentro que se debe traducir en opciones concretas y que debe llegar a ser camino y seguimiento".
"Cuando se le pregunta qué hay que hacer para alcanzar la vida eterna, Jesús señala el camino de la observancia de la Ley, pero indicando cómo hacer para llevarla a su cumplimiento: ‘Sólo te falta una cosa: ve, vende lo que tienes y dalo a los pobres; así tendrás un tesoro en el cielo. Después, ven y sígueme’. El cumplimiento de la Ley es seguir a Jesús, ir por el camino de Jesús, en compañía de Jesús".
El Papa explicó además que el salmo 119 habla de la herencia que ha recibido el hombre con la Palabra del Señor, con la custodia de sus enseñanzas, preceptos, mandatos que son "la alegría de mi corazón", como dice el salmista.
"Queridos hermanos y hermanas, estos versículos son de gran importancia también hoy para nosotros. Ante todo para lossacerdotes, llamados a vivir sólo del Señor y de su Palabra, sin otras seguridades, teniéndole a Él como único bien y única fuente de vida. Bajo esta perspectiva se comprende la libre elección del celibato por el Reino de los cielos, que hay que redescubrir en su belleza y fuerza".
Pero estos versículos, prosiguió, "son también importantes para los fieles, pueblo de Dios que pertenece solo a Él, ‘reino de sacerdotes’ para el Señor, llamados a la radicalidad del Evangelio, testigos de la vida traída por el Cristo, nuevo y definitivo ‘Sumo Sacerdote’ que se ofreció como sacrificio para la salvación del mundo. El Señor es su Palabra: estos son nuestra "tierra" en la que vivir en comunión y alegría".
"Dejemos pues que el Señor introduzca en nuestro corazón este amor por su Palabra, y nos done al centro de nuestra existencia a Él y su santa voluntad. Pidamos que nuestra oración y toda nuestra vida sean iluminadas por la Palabra de Dios, lámpara para nuestros pasos y luz de nuestro camino, como dice el Salmo 119, de forma que nuestro camino sea seguro en la tierra de los hombres".
Finalmente el Papa manifestó su esperanza de que "María, que acogió y generó la Palabra, sea nuestra guía y alivio, estrella polar que indica el camino de la felicidad".
En español el Santo Padre dirigió un saludo particular a los grupos de España, Argentina y México, así como a los demás países de América Latina.
Dirigió también un especial saludo a Ecuador donde "comienza hoy el Congreso Nacional de las Familias. Saludo desde aquí a los participantes y pido a todos una oración para que también las familias escuchen al Señor y cumplan su designio salvador. Muchas gracias".

Evangelio 10 de Noviembre de 2011


  • Primera Lectura: Sabiduría 7, 22-30; 8, 1
    "La sabiduría es un reflejo de la luz eterna, un espejo inmaculado de la actividad de Dios"
    La sabiduría es un espíritu inteligente, santo, único, múltiple, sutil, ágil, penetrante, inmaculado, lúcido, invulnerable, amante del bien, agudo, libre, bienhechor, amigo del hombre, amable, firme, seguro, sereno, que todo lo puede y todo lo ve, que penetra en todos los espíritus: los inteligentes, los puros y los más sutiles.
    La sabiduría es más ágil que cualquier movimiento y, por ser inmaterial, lo atraviesa y lo penetra todo. La sabiduría es un resplandor del poder de Dios, una emanación purísima de la gloria del omnipotente; por eso, nada sucio la puede contaminar. Es un reflejo de la luz eterna, un espejo inmaculado de la actividad de Dios y una imagen de su bondad.
    Ella sola lo puede todo; sin cambiar en nada, todo lo renueva; entra en las almas de los buenos de cada generación, hace de ellos amigos de Dios y profetas, porque Dios ama sólo a quienes conviven con la sabiduría. 
    La sabiduría es más brillante que el sol y que todas las estrellas; comparada con la luz del día, la sabiduría sale ganando, porque al día lo vence la noche, pero contra la sabiduría la maldad no puede nada. Ella se extiende poderosa de un extremo al otro del mundo, y con suavidad gobierna todo el universo.
  • Salmo Responsorial: 118
    "Enséñanos, Señor, tus leyes."

    Tu palabra, Señor, es eterna, más estable que el cielo. Tu fidelidad permanece de generación en generación, como la tierra que tú cimentaste.
    R. Enséñanos, Señor, tus leyes.

    Todo subsiste hasta hoy por orden tuya y todo está a tu servicio. La explicación de tu palabra da luz y entendimiento a los humildes.
    R. Enséñanos, Señor, tus leyes.

    Mira benignamente a tu siervo y enséñame a cumplir tus mandamientos; que sólo viva yo, Señor, para alabarte y que tu ley me ayude.
    R. Enséñanos, Señor, tus leyes.
  • Evangelio: Lucas 17, 20-25
    "El Reino de Dios ya está entre ustedes"
    En aquel tiempo, los fariseos le preguntaron a Jesús: 
    «¿Cuándo llegará el Reino de Dios?» 
    Jesús les respondió: 
    «El Reino de Dios no llega aparatosamente. No se podrá decir: “Esta aquí”, o “Está allá”, porque el Reino de Dios ya está entre ustedes».
    Les dijo entonces a sus discípulos: 
    «Llegará un tiempo en que ustedes desearán disfrutar siquiera un solo día de la presencia del Hijo del hombre, y no podrán. Entonces les dirán: “Está aquí”, o “Está allá”, pero no vayan corriendo a ver, pues así como el fulgor del relámpago brilla de un extremo a otro del cielo, así será la venida del Hijo del hombre en su día. Pero antes tiene que padecer mucho y ser rechazado por los hombres de esta generación»

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Evangelio 9 de Noviembre de 2011


  • Primera Lectura: Ezequiel 47, 1-2.8-9.12
    "Vi salir agua del templo: era un agua que daba vida y fertilidad"
    En aquellos tiempos, un hombre me llevó a la entrada del templo, y vi que debajo del umbral, por el lado oriental hacia el que mira la fachada del templo, brotaba una corriente de agua. El agua bajaba por el lado derecho del templo hasta la parte sur del altar. Luego me hizo salir por el pórtico norte y dar la vuelta hasta el pórtico exterior que mira hacia oriente, y vi que las aguas corrían por el lado derecho. Aquel hombre me dijo: 
    «Estas aguas van hacia la región oriental, bajan al Arabá, y desembocan en el mar Muerto, cuyas aguas quedarán saneadas. Todo ser viviente que se mueva por donde pasa el torrente, vivirá; habrá peces en abundancia, porque los lugares a donde lleguen estas aguas quedarán saneados. En ambas márgenes del río crecerán árboles frutales de toda especie, de follaje perenne e inagotables frutos. Darán frutos nuevos cada mes, porque los riegan las aguas que manan del santuario. Sus frutos servirán de alimento y sus hojas de medicina».
  • Salmo Responsorial: 45
    "Un río alegra la ciudad de Dios."

    Dios es nuestro refugio y fortaleza, nuestro auxilio oportuno en el peligro. Por eso no tememos, aunque tiemble la tierra y los cimientos de la tierra se desplomen en el mar. 
    R. Un río alegra la ciudad de Dios.

    Los canales de un río alegran la ciudad de Dios, la más santa morada del Altísimo. Dios está en medio de ella, no puede ser destruida; Dios la socorre al despuntar la aurora.
    R. Un río alegra la ciudad de Dios.

    El Señor todopoderoso está con nosotros, nuestra defensa es el Dios de Jacob. Vengan a ver las obras del Señor, los prodigios que hace en la tierra.
    R. Un río alegra la ciudad de Dios.
  • Segunda Lectura: I Corintios 3, 9c-11.16-17
    "Ustedes son templos de Dios"
    Hermanos: Ustedes son casa que Dios edifica. Conforme al don que Dios me ha concedido, yo, como sabio arquitecto, puse los cimientos; otro levanta el edificio. Pero que cada cual mire cómo construye. Desde luego, nadie puede poner un cimiento distinto al que ya está puesto, y este cimiento es Jesucristo.
    ¿No saben que son templos de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes? Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él, porque el templo de Dios es santo, y ese templo son ustedes.
  • Evangelio: Juan 2, 13-22
    "Jesús hablaba del templo de su cuerpo"
    Como ya se acercaba la fiesta de la pascua de los judíos, Jesús fue a Jerusalén. En el templo se encontró con los vendedores de bueyes, ovejas y palomas; también a los cambistas de dinero con sus mesas. Al ver aquello, Jesús hizo un látigo de cordeles y los echó del templo a todos, con sus ovejas y bueyes; volcó las mesas de los cambistas y les tiró al suelo las monedas; y a los vendedores de palomas les dijo: 
    «Quiten esto de aquí: no conviertan en un mercado la casa de mi Padre».
    En ese momento sus discípulos recordaron las palabras de la Escritura: El celo por tu casa me devora. Intervinieron los judíos y le preguntaron:
    «¿Qué señal nos das como prueba de tu autoridad para actuar así?»
    Jesús respondió: 
    «Destruyan este templo, y en tres días yo lo levantaré de nuevo». 
    Replicaron los judíos: 
    «Cuarenta y seis años se ha llevado la construcción del templo, ¿y piensas tú reconstruirlo en tres días?» 
    Pero el templo del que Jesús hablaba era su propio cuerpo. Por eso, cuando resucitó Jesús de entre los muertos, recordaron sus discípulos lo que había dicho, y creyeron en la Escritura y en las palabras que él había pronunciado.

martes, 8 de noviembre de 2011

Evangelio 8 de Noviembre de 2011


  • Primera Lectura: Sabiduría 2, 23-24; 3, 1-9
    "Los insensatos pensaban que los justos habían muerto, pero ellos están en paz"
    Dios creó al hombre para que fuera inmortal, lo hizo a imagen y semejanza de sí mismo; mas, por envidia del diablo entró la muerte en el mundo, y la experimentan quienes le pertenecen.
    En cambio, las almas de los justos están en las manos de Dios, y no las alcanzará ningún tormento.
    Los insensatos pensaban que los justos habían muerto,que su salida de este mundo era una desgracia, y su salida de entre nosotros una completa destrucción. Pero los justos están en paz.
    La gente pensaba que sus sufrimientos eran un castigo, pero ellos esperaban confiadamente la inmortalidad. Después de breves sufrimientos, recibirán una abundante recompensa, pues Dios los puso a prueba y los halló dignos de él. Los probó como al oro en el crisol, y los aceptó como un holocausto agradable.
    En el día del juicio brillarán los justos como chispas que se propagan en un cañaveral.
    Juzgarán a las naciones y dominarán a los pueblos, y el Señor reinará eternamente sobre ellos.
    Los que confían en el Señor comprenderán la verdad, y los que son fieles a su amor permanecerán a su lado, porque Dios ama a sus elegidos y cuida de ellos.
  • Salmo Responsorial: 33
    "Bendigamos al Señor a todas horas."

    Bendeciré al Señor a todas horas, no cesará mi boca de alabarlo. Yo me siento orgulloso del Señor; que se alegre su pueblo al escucharlo.
    R. Bendigamos al Señor a todas horas.

    Los ojos del Señor cuidan al justo y a su clamor están atentos sus oídos. Contra el malvado, en cambio, está el Señor para borrar de la tierra su recuerdo.
    R. Bendigamos al Señor a todas horas.

    Escucha el Señor al hombre justo y lo libra de todas sus congojas. El Señor no está lejos de sus fieles y levanta a las almas abatidas.
    R. Bendigamos al Señor a todas horas.
  • Evangelio: Lucas 17, 7-10
    "No somos más que siervos; sólo hemos hecho lo que teníamos que hacer"
    En aquel tiempo Jesús dijo a sus apóstoles: 
    «¿Quién de ustedes, si tiene un siervo que labra la tierra o pastorea los rebaños le dice cuando éste regresa del campo: Entra enseguida y ponte a comer?
    ¿No le dirá más bien: 
    Prepárame de comer, y disponte a servirme para que yo coma y beba; después comerás y beberás tú?. ¿Tendrá acaso que mostrarse agradecido con el siervo, porque éste cumplió con su obligación?
    Así también ustedes, cuando hayan cumplido todo lo que se les manda, digan: No somos más que siervos, sólo hemos hecho lo que teníamos qué hacer».

lunes, 7 de noviembre de 2011

Evangelio 7 de Noviembre de 2011


  • Primera Lectura: Sabiduría 1, 1-7
    "La sabiduría es un espíritu amigo de los hombres. El espíritu del Señor llena toda la tierra"
    Amen la justicia, ustedes, los que gobiernan la tierra, piensen bien del Señor y con sencillez de corazón búsquenlo. El se deja hallar por los que no dudan de él y se manifiesta a los que en él confían. 
    Los pensamientos perversos apartan de Dios, y los insensatos, que quieren poner a prueba el poder divino, quedan en ridículo. La sabiduría no entra en un alma malvada, ni habita en un cuerpo sometido al pecado. El santo espíritu, que nos educa y huye de la hipocresía, se aleja de la insensatez y es rechazado por la injusticia. 
    La sabiduría es un espíritu amigo de los hombres, pero no dejará sin castigo al que blasfema; porque Dios conoce lo más íntimo del alma, observa atentamente el corazón y escucha cuanto dice la lengua. El espíritu del Señor llena toda la tierra, le da consistencia al universo y sabe todo lo que el hombre dice.
  • Salmo Responsorial: 138
    "Condúcenos, Señor, por tu camino."

    Tú me conoces, Señor, profundamente: tú conoces cuándo me siento y me levanto, desde lejos sabes mis pensamientos. Tú observas mi camino y mi descanso, todas mis sendas te son familiares.
    R. Condúcenos, Señor, por tu camino.

    Apenas la palabra está en mi boca y ya, Señor, te la sabes completa. Me envuelves por todas partes y tienes puesta sobre mí tu mano. Esta es una ciencia misteriosa para mí, tan sublime, que no la alcanzo.
    R. Condúcenos, Señor, por tu camino.

    ¿A dónde iré yo lejos de ti? ¿Dónde escaparé de tu mirada? Si subo hasta el cielo, allí estás tú; si bajo al abismo, allí te encuentras.
    R. Condúcenos, Señor, por tu camino.

    Si voy en alas de la aurora o me alejo hasta el extremo del mar, también allí tu mano me conduce y tu diestra me sostiene.
    R. Condúcenos, Señor, por tu camino.
  • Evangelio: Lucas 17, 1-6
    "Si tu hermano te ofende siete veces al día, y siete veces viene a ti para decirte que se arrepiente, perdónalo"
    En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: 
    «No es posible evitar que existan ocasiones de pecado, pero ¡ay de aquél que las provoca! Más le valdría ser arrojado al mar con una piedra de molino sujeta al cuello, que ser ocasión de pecado para la gente sencilla. Tengan, pues, cuidado. 
    Si tu hermano te ofende, trata de corregirlo; y si se arrepiente, perdónalo. Y si te ofende siete veces al día, y siete veces viene a ti para decirte que se arrepiente, perdónalo».
    Los apóstoles dijeron entonces al Señor:
    «Auméntanos la fe». 
    El Señor les contestó: 
    «Si tuvieran fe, aunque fuera tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decirle a ese árbol frondoso: Arráncate de raíz y plántate en el mar, y el árbol los obedecería».

domingo, 6 de noviembre de 2011

TC de Chile rechaza mal llamado "matrimonio" gay


SANTIAGO, 05 Nov. 11 / 04:08 pm (ACI/EWTN Noticias)

Por 9 votos contra 1, el Tribunal Constitucional de Chile (TC) decidió rechazar la solicitud de tres parejas homosexuales que solicitaron convalidar en ese país la unión legal que han constituido en lugares como Argentina en donde es legal.

El fallo del máximo tribunal chileno rechaza el pedido de las tres parejas quienes presentaron una demanda contra el artículo 102 del Código Civil que establece que el matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer.
El diario La Nación señala que el proceso de las tres parejas se inició en octubre de 2010 cuando el Movimiento de Liberación Homosexual (Movilh) y sus abogados presentaron un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones de Santiago, alegando que la prohibición al mal llamado "matrimonio gay" atentaría contra la Constitución.
En diciembre de 2010 la Corte hizo la consulta al TC que dio a conocer su fallo ayer 3 de noviembre
El fallo del TC señala que "lo que pretenden los recurrentes es que se les reconozca la aplicación del mencionado estatuto, cuestión que no es de competencia de este Tribunal, pues éste no se encuentra facultado para modificar y regular las instituciones que contempla el ordenamiento jurídico mediante un pronunciamiento de inaplicabilidad".
Los ministros (jueces del TC) que votaron rechazando el pedido de los homosexuales fueron Francisco Fernández, Carlos Carmona, José Antonio Viera Gallo y Gonzalo.
También lo hicieron así Marcelo Venegas, Enrique Navarro e Iván Aróstica, quienes explicaron que el rechazo del pedido de las parejas homosexuales no vulnera la Constitución.
El artículo 102 del Código Civil señala claramente que el "matrimonio es un contrato solemne por el cual un hombre y una mujer se unen actual e indisolublemente, y por toda la vida, con el fin de vivir juntos, de procrear y de auxiliarse mutuamente".
La doctrina católica desaprueba el mal llamado "matrimonio" gay porque atenta contra la naturaleza, sentido y significado del verdadero matrimonio, constituido por la unión entre un hombre y una mujer, sobre la cual se forma la familia.
El Vaticano y los obispos en diversos países del mundo han denunciado que las legislaciones que pretenden presentar "modelos alternativos" de vida familiar y conyugal atentan contra la célula básica de la sociedad.

Evangelio 6 de Noviembre de 2011


  • Primera Lectura: Sabiduría 6, 12-16
    "Encuentran la sabiduría aquéllos que la buscan"
    Radiante e incorruptible es la sabiduría; con facilidad la contemplan quienes la aman, ella se deja encontrar por quienes la buscan y se anticipa a darse a conocer a los que la desean. 
    El que madruga por ella no se fatigará, porque la hallará sentada a su puerta. Darle la primacía en los pensamientos es prudencia consumada; quien por ella se desvela pronto se verá libre de preocupaciones.
    A los que son dignos de ella, ella misma sale a buscarlos por los caminos; se les aparece benévola y colabora con ellos en todos sus proyectos.
  • Salmo Responsorial: 62
    "Señor, mi alma tiene sed de ti."

    Señor, tú eres mi Dios, a ti te busco; de ti sedienta está mi alma. Señor, todo mi ser te añora como el suelo reseco añora el agua.
    R. Señor, mi alma tiene sed de ti.

    Para admirar tu gloria y tu poder, con este afán te busco en tu santuario. Pues mejor es tu amor que la existencia; siempre, Señor, te alabarán mis labios.
    R. Señor, mi alma tiene sed de ti.

    Podré así bendecirte mientras viva y levantar en oración mis manos. De lo mejor se saciará mi alma; te alabaré con jubilosos labios.
    R. Señor, mi alma tiene sed de ti.
  • Segunda Lectura: I Tesalonicenses 4, 13-18
    "A los que murieron en Jesús, Dios los llevará con él"
    Hermanos: No queremos que ignoren lo que pasa con los difuntos, para que no vivan tristes, como los que no tienen esperanza. Pues, si creemos que Jesús murió y resucitó, de igual manera debemos creer que, a los que mueren en Jesús, Dios los llevará con él. 
    Lo que les decimos, como palabra del Señor, es esto: que nosotros, los que quedemos vivos para cuando venga el Señor, no tendremos ninguna ventaja sobre los que ya murieron. 
    Cuando Dios mande que suenen las trompetas, se oirá la voz de un arcángel y el Señor mismo bajará del cielo. Entonces, los que murieron en Cristo resucitarán primero; después nosotros, los que quedemos vivos, seremos arrebatados, juntamente con ellos entre nubes por el aire, para ir al encuentro del Señor, y así estaremos siempre con él.
    Consuélense, pues, unos a otros con estas palabras.
  • Evangelio: Mateo 25, 1-13
    "Ya viene el esposo, salgan a su encuentro"
    En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos esta parábola:
    «El Reino de los cielos es semejante a diez jóvenes que, tomando sus lámparas, salieron al encuentro del esposo. Cinco de ellas eran descuidadas y cinco, previsoras. Las descuidadas llevaron sus lámparas, pero no llevaron aceite para llenarlas de nuevo; las previsoras, en cambio, llevaron cada una un frasco de aceite junto con su lámpara. Como el esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó un grito:
    “¡Ya viene el esposo! ¡Salgan a su encuentro!”
    Se levantaron entonces todas aquellas jóvenes y se pusieron a preparar sus lámparas, y las descuidadas dijeron a las previsoras:
    “Dennos un poco de su aceite, porque nuestras lámparas se están apagando”.
    Las previsoras les contestaron: 
    “No, porque no va a alcanzar para ustedes y para nosotras. Vayan mejor a donde lo venden y cómprenlo”.
    Mientras aquellas iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban listas entraron con él al banquete de bodas y se cerró la puerta. Más tarde llegaron las otras jóvenes y dijeron: 
    “Señor, señor, ábrenos”. 
    Pero él les respondió: 
    “Yo les aseguro que no las conozco”.
    Estén, pues, preparados, porque no saben ni el día ni la hora».