sábado, 30 de abril de 2011

Evangelio 1 de Mayo de 2011

  • Primera Lectura: Hechos 2, 42-47
    "Los creyentes vivían unidos y todo lo tenían en común"

    En los primeros días de la Iglesia, los hermanos eran constantes en escuchar la enseñanza de los apóstoles, en la vida común, en la fracción del pan y en las oraciones. Toda la gente estaba impresionada por los muchos milagros y prodigios que los apóstoles hacían en Jerusalén.
    Los creyentes vivían unidos y lo tenían todo en común; vendían bienes y propiedades y lo repartían entre todos, según las necesidades de cada uno. Diariamente se reunían en el templo, y en las casas partían el pan y comían juntos alabando a Dios con alegría y sencillez de corazón; toda la gente los estimaba y el Señor aumentaba cada día el número de creyentes que aceptaban la salvación.

  • Salmo Responsorial: 117
    "La misericordia del Señor es eterna."

    Diga la casa de Israel: Su misericordia es eterna. Diga la casa de Aarón: Su misericordia es eterna. Digan los fieles del Señor: Su misericordia es eterna.
    R. La misericordia del Señor es eterna.

    Empujaban para derribarme, pero Dios me ayudó. El Señor es mi fuerza y mi alegría, en el Señor está mi salvación.
    R. La misericordia del Señor es eterna.

    La piedra que desecharon los constructores es ahora la piedra angular. Esto es obra de la mano del Señor, es un milagro patente. Este es el día del triunfo del Señor, día de júbilo y de gozo.
    R. La misericordia del Señor es eterna.

  • Segunda Lectura: I Pedro 1, 3-9
    "La resurrección de Cristo nos da la esperanza de una vida nueva"

    Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que en su gran misericordia, por la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, nos concedió renacer a la esperanza de una vida nueva, que no puede corromperse ni mancharse, que nos está reservada como herencia en el cielo. La fuerza de Dios los custodia en la fe para la salvación que aguarda a manifestarse en el momento final.
    Por esta razón, alégrense, aunque ahora tengan que sufrir un poco, en pruebas diversas; a fin de que su fe, sometida a la prueba, sea hallada digna de alabanza, gloria y honor, cuando se manifieste Cristo, nuestro Señor, que por la fe de ustedes es más preciosa que el oro, y el oro acrisola por el fuego.
    A Cristo Jesús no lo han visto, y lo aman; no lo ven, y creen en él; se llenan de una alegría radiante e indescriptible, seguros de alcanzar la salvación de sus almas, que es la meta de la fe.

  • Evangelio: Juan 20, 19-31
    "Ocho días después se les apareció Jesús"

    Al anochecer del día de la resurrección, estaban los discípulos en una casa con las puertas cerradas, por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:
    «La paz esté con ustedes».
    Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió:
    «La paz esté con ustedes. Como el Padre me ha enviado, así también los envío yo».
    Y dicho esto sopló sobre ellos y les dijo:
    «Reciban el Espíritu Santo; a quienes les perdonen los pecados, les quedarán perdonados; a quienes no se los perdonen, les quedarán sin perdonar».
    Tomás, uno de los Doce, apodado el Gemelo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían:
    «Hemos visto al Señor».
    Pero él les contestó:
    «Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto mi dedo en los agujeros de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo».
    Ocho días después, estaban reunidos los discípulos a puerta cerrada y Tomás con ellos. Jesús se puso de nuevo en medio y les dijo:
    «La paz esté con ustedes».
    Luego dijo a Tomás:
    «Aquí están mis manos, acerca tu dedo; trae tu mano y métela en mi costado; y no sigas dudando, sino cree».
    Tomás respondió:
    «¡Señor mío y Dios mío!»
    Jesús añadió:
    «Tú crees porque me has visto; dichosos los que creen sin haber visto».
    Otras muchas señales milagrosas hizo Jesús en presencia de sus discípulos, pero no están escritas en este libro. Se escribieron éstas para que crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengan vida en su nombre.

viernes, 29 de abril de 2011

Vaticano rinde homenaje a Juan Pablo con nuevo sitio web

VATICANO, 29 Abr. 11 / 03:21 pm (ACI/EWTN Noticias)

En ocasión de la beatificación del Papa Juan Pablo II, el Vaticano le rinde homenaje con un nuevo sitio web www.juanpabloii.va en el que se recuerda algunos de los momentos más significativos de su vida y su pontificado.

El sitio web, explican los organizadores, se ha realizado esta página dando preferencia a la fuerza y la inmediatez de las imágenes; y cuenta con 500 fotos, 30 vídeos y 400 pensamientos en diversos idiomas para hacer un total de 2 400 pensamientos del Papa peregrino.

Los momentos sobresalientes han sido catalogados por temas como niños, jóvenes, elección, atentado, jubileo, etc.; y cada tema se presenta en forma de "libro" de fotos con texto.

La sección dedicada al pontificado, indican, ha sido realizada exclusivamente mediante vídeos. Una de las secciones está dedicada a las oraciones compuestas por el Papa Wojtyla. También será posible seguir en directo todo el acontecimientos vía streaming en la misma página.

Para la realización de este sitio web se ha considerado su adaptación a PCs, laptops, dispositivos móviles, smartphone, iPhone, iPad, etc., una característica compleja de realizar, "pero que es fundamental para permitir el mejor uso posible, sobre todo por parte de los peregrinos que de esta manera pueden acceder a la página dondequiera se encuentren y desde cualquier dispositivo".

La idea, señalan, es "estar siempre acompañados durante la peregrinación, en los días de la beatificación y en los sucesivos, por las imágenes y las palabras del beato Juan Pablo II y rezar con él".

Son muchas las instituciones Vaticanas que han intervenido en el proyecto, además del Servicio Internet Vaticano y la Dirección de las Telecomunicaciones.

Han participado en esta iniciativa el servicio fotográfico de L’Osservatore Romano, que ha puesto a disposición su archivo fotográfico con millones de imágenes, la Radio Vaticana y el Centro Televisivo Vaticano para los videos, la Libreria Editrice Vaticana para el Tríptico Romano que ocupa una sección entera del sitio web, la Oficina de Prensa y el Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, la Opera Romana Pellegrinaggi y la Congregación para la Evangelización de los Pueblos.

Evangelio 30 de Abril de 2011

No podemos dejar de contar lo que hemos visto

Sábado de la Octava de Pascua

El Señor liberó a su pueblo y lo llenó de alegría

Antífona de Entrada

El Señor liberó a su pueblo y lo llenó de alegría; al pueblo elegido lo colmó de júbilo.

Aleluya.

Se dice Gloria.

Oración Colecta

Oremos:

Dios nuestro, que en tu bondad sin límites aumentas cada día el número de los que creen en ti, mira con amor a tus elegidos, que han nacido a una nueva vida por medio del bautismo yconcédeles alcanzar la resurrección gloriosa.

Por nuestro Señor Jesucristo...

Amén.

Primera Lectura

Lectura del libro de los Hechos

de los Apóstoles (4, 13-21)

En aquellos días, los sumos sacerdotes, los ancianos y los escribas, se quedaron sorprendidos al ver el aplomo con que Pedro y Juan hablaban, pues sabían que eran hombres del pueblo sin ninguna instrucción.Ya los habían reconocido como pertenecientes al grupo que andaba con Jesús, pero no se atrevían a refutarlos, porque ahí estaba de pie, entre ellos, el hombre paralítico que había sido curado.

Por consiguiente, les mandaron que salieran del sanedrín, y ellos comenzaron a deliberar entre : “¿Qué vamos a hacer con estos hombres? Han hecho un milagro evidente, que todo Jerusalén conoce y queno podemos negar; pero a fin de que todo esto no se divulgue más entre el pueblo, hay que prohibirles con amenazas hablar en nombre de Jesús”.

Entonces mandaron llamar a Pedro y a Juan y les ordenaron que por ningún motivo hablaran ni enseñaran en nombre de Jesús. Ellos replicaron: “Digan ustedes mismos si es justo delante de Dios obedecerlos austedes antes que a Dios. Nosotros no podemos dejar de contar lo que hemos visto y oído”.

Los miembros del sanedrín repitieron las amenazas y los soltaron, porque no encontraron la manera de castigarlos, ya que el pueblo entero glorificaba a Dios por lo sucedido.

Palabra de Dios.

Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial Salmo 117

La diestra del Señor

ha hecho maravillas. Aleluya.

Te damos gracias, Señor, porque eres bueno, porque tu misericordia es eterna. El Señor es mi fuerza y mi alegría; en el Señor está mi salvación.

Escuchemos el canto de victoria que sale de la casa de los justos:

La diestra del Señor

ha hecho maravillas. Aleluya.

“La diestra del Señor es poderosa, la diestra del Señor es nuestro orgullo”. No moriré, continuaré viviendo para contar lo que el Señor ha hecho. Me castigó, me castigó el Señor, pero no meabandonó a la muerte.

La diestra del Señor

ha hecho maravillas. Aleluya.

Ábranme las puertas del templo, que quiero entrar a dar gracias a Dios. Esta es la puerta del Señor y por ella entrarán los que le viven fieles. Te doy gracias, Señor, pues me escuchaste y fuiste para la salvación.

La diestra del Señor

ha hecho maravillas. Aleluya.

Secuencia

(Opcional durante la Octava)

Aclamación

antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.

Este es el día del triunfo del Señor, día de júbilo y de gozo.

Aleluya.

Evangelio

Lectura del santo Evangelio

según san Marcos (16, 9-15)

Gloria a ti, Señor.

Habiendo resucitado al amanecer del primer día de la semana, Jesús se apareció primero a María Magdalena, de la que había arrojado siete demonios. Ella fue a llevar la noticia a los discípulos, los cuales estabanllorando, agobiados por la tristeza; pero cuando la oyeron decir que estaba vivo y que lo había visto, no le creyeron.

Después de esto, se apareció en otra forma a dos discípulos, que iban de camino hacia una aldea. También ellos fueron a anunciarlo a los demás; pero tampoco a ellos les creyeron.

Por último, se apareció Jesús a los Once, cuando estaban a la mesa, y les echó en cara su incredulidad y dureza de corazón, porque no les habían creído a los que lo habían visto resucitado. Jesús les dijo entonces: “Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a toda creatura”.

Palabra del Señor.

Gloria a ti, Señor Jesús.

No se dice Credo.

Oración sobre las Ofrendas

Concédenos, Señor, que este sacrificio pascual que vamos a ofrecerte, nos llene siempre de alegría, prosiga en nosotros tu obra redentora y nos obtenga de ti la felicidad eterna.

Por Jesucristo, nuestro Señor.

Amén.

Prefacio de Pascua I

El misterio pascual

El Señor esté con ustedes.

Y con tu espíritu.

Levantemos el corazón.

Lo tenemos levantado hacia el Señor.

Demos gracias al Señor, nuestro Dios.

Es justo y necesario.

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación glorificarte siempre, Señor, pero más que nunca en este día, en que Cristo, nuestra pascua, fue inmolado.

Porque Él es el Cordero de Dios que quitó el pecado del mundo: muriendo, destruyó nuestra muerte, y resucitando, restauró la vida.

Por eso, con esta efusión de gozo pascual, el mundo entero se desborda de alegría y también los coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan sin cesar el himno de tu gloria:

Santo, Santo, Santo...

Antífona de la Comunión

Todos los que habéis sido bautizados en Cristo os habéis revestido de Cristo. Aleluya.

Oración después de la Comunión

Oremos:

Mira, Señor, con bondad, a estos hijos tuyos que has renovado por medio de los sacramentos, y condúcelos al gozo eterno de la resurrección.

Por Jesucristo, nuestro Señor.

Amén.

Evangelio 29 de Abril de 2011

  • Primera Lectura: Hechos 4, 1-12
    "Fuera de Jesús no hay salvación"

    En aquellos días, mientras Pedro y Juan hablaban a la gente, se presentaron los sacerdotes, el jefe de la guardia del templo y los saduceos. Estaban molestos porque enseñaban al pueblo y anunciaban que la resurrección de los muertos se había realizado ya en Jesús. Los arrestaron y los encerraron en la cárcel hasta el día siguiente, pues ya era tarde. Pero muchos de los que habían oído el discurso creyeron, y el número de los que creyeron llegó a cinco mil.
    Al día siguiente se reunieron en Jerusalén los sumos sacerdotes, los ancianos y los escribas; Anás, sumo sacerdote, y Caifás, Juan, Alejandro y todos los quepertenecían a la familia sacerdotal.
    Hicieron comparecer a Pedro y a Juan y les preguntaron:
    «¿Con qué poder o en nombre de quién ustedes han hecho esto?»
    Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo:
    «Jefes del pueblo y ancianos de Israel: hoy ha quedado sano un hombre enfermo, y nos preguntan en nombre de quién se ha realizado esta curación; pues sepan ustedes y todo el pueblo de Israel que este hombre aparece sano ante ustedes en virtud del nombre de Jesús de Nazaret, a quien ustedes crucificaron, y a quien Dios ha resucitado de entre los muertos.
    El es la piedra rechazada por ustedes, los constructores, que se ha convertido en piedra fundamental. Nadie más que él puede salvarnos, pues sólo por medio de él nos concede Dios a los hombres la salvación sobre la tierra».

  • Salmo Responsorial: 117
    "Este es el día en que actuó el Señor."

    Den gracias al Señor porque es bueno, porque es eterno su amor. Diga el pueblo de Israel: es eterno su amor. Digan los que respetan al Señor: es eterno su amor.
    R. Este es el día en que actuó el Señor.

    La piedra que rechazaron los constructores se ha convertido en la piedra fundamental. Esto es obra del Señor y es realmente admirable. Este es el día en que actuó el Señor, festejemos y alegrémonos en él.
    R. Este es el día en que actuó el Señor.

    Señor, danos la salvación; Señor, danos la prosperidad. Bendito el que viene en nombre del Señor. Desde la casa del Señor los bendecimos; el Señor es Dios, él nos ilumina.
    R. Este es el día en que actuó el Señor.

  • Evangelio: Juan 21, 1-14
    "Se acercó Jesús, tomó el pan y se lo dio a sus discípulos, y también el pescado"

    En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a sus discípulos junto al lago de Tiberíades. Estaban juntos Simón Pedro, Tomás el Gemelo, Natanael el de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo y otros dos discípulos. En esto dijo Simón Pedro:
    «Voy a pescar».
    Los otros dijeron:
    «Vamos contigo».
    Salieron y juntos subieron a la barca; pero aquella noche no lograron pescar nada.
    Al clarear el día, se presentó Jesús en la orilla del lago, pero los discípulos no lo reconocieron. Jesús les dijo:
    «Muchachos, ¿han pescado algo?»
    Ellos contestaron:
    «No».
    El les dijo:
    «Echen la red al lado derecho de la barca y encontrarán peces».
    Ellos la echaron, y la red se llenó de tal cantidad de peces que no podían moverla. Entonces el discípulo a quien Jesús tanto amaba le dijo a Pedro:
    «¡Es el Señor!»
    Al oír Simón Pedro que era el Señor, se puso la túnica, pues estaba sin ella, y se lanzó al agua. Los otros discípulos llegaron hasta la orilla en la barca, arrastrando la red llena de peces, pues no era mucha la distancia que los separaba de tierra; tan sólo unos cien metros.
    Al saltar a tierra, vieron unas brasas, con peces colocados sobre ellas, y pan. Jesús les dijo:
    «Traigan ahora algunos de los peces que acaban de pescar».
    Simón Pedro subió a la barca y bajó a tierra la red llena de peces; en total eran ciento cincuenta y tres peces grandes. Y, a pesar de ser tantos, la red no se rompió. Jesús les dijo:
    «Vengan a comer algo».
    Y ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: ¿“quién eres?”, porque sabían muy bien que era el Señor. Jesús se acercó, tomó el pan en sus manos y lo repartió; y lo mismo hizo con los peces.
    Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a sus discípulos, después de haber resucitado de entre los muertos.

miércoles, 27 de abril de 2011

Evangelio 28 de Abril de 2011

  • Primera Lectura: Hechos 3, 11-26
    "Ustedes le dieron muerte al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos"

    En aquellos días, como el paralítico curado por Pedro y Juan no se les despegaba, toda la gente, asombrada, se reunió alrededor de ellos junto al pórtico de Salomón. Pedro, al ver esto, dijo al pueblo:
    «Israelitas, ¿por qué se admiran de este suceso? ¿Por qué nos miran como si nosotros lo hubiéramos hecho caminar por nuestro propio poder o virtud? El Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros antepasados, ha manifestado la gloria de su siervo Jesús, al que ustedes entregaron y rechazaron ante Pilato, quien había resuelto dejarlo en libertad. Ustedes rechazaron al Santo y al Justo, pidieron que se diera libertad a un asesino y mataron al autor de la vida. Pero Dios lo ha resucitado de entre los muertos, y nosotros somos testigos de ello.
    Pues bien, por creer en Jesús se le han fortalecido las piernas a este hombre a quien ven y conocen; la fe en Jesús lo ha sanado totalmente en presencia de todos ustedes. Ya sé, hermanos, que lo hicieron por ignorancia, igual que sus jefes. Pero Dios cumplió así lo que había anunciado por los profetas: que su Mesías tenía que padecer.
    Por tanto, arrepiéntanse y conviértanse, para que sean borrados sus pecados. Llegarán así tiempos de consuelo de parte del Señor, que les enviará de nuevo a Jesús, el Mesías que les estaba destinado. El cielo debe retenerlo hasta que lleguen los tiempos en que todo sea restaurado, como anunció Dios por boca de los santos profetas en el pasado.
    Moisés, en efecto, dijo: El Señor su Dios les suscitará de entre sus hermanos un profeta como yo; escuchen todo lo que les diga; y el que no escuche a este profeta será excluido del pueblo.
    Todos los profetas, de Samuel en adelante, anunciaron estos días.
    Ustedes son los descendientes de los profetas y de la alianza que Dios estableció con sus antepasados, diciendo a Abrahán: A través de tu descendencia serán bendecidas todas las familias de la tierra. Por ustedes, en primer término, Dios ha suscitado a su siervo enviándoselo como
    bendición, para que cada uno se convierta de sus maldades».

  • Salmo Responsorial: 8
    "¡Señor, Dios nuestro, qué admirable es tu nombre en toda la tierra!"

    ¡Señor, Dios nuestro, qué admirable es tu nombre en toda la tierra! ¿Qué es el hombre para que te acuerdes de él, el ser humano para que cuides de él?
    R. ¡Señor, Dios nuestro, qué admirable es tu nombre en toda la tierra!

    Lo hiciste apenas inferior a un dios, coronándolo de gloria y esplendor; le diste poder sobre la obra de tus manos, todo lo pusiste bajo sus pies.
    R. ¡Señor, Dios nuestro, qué admirable es tu nombre en toda la tierra!

    Rebaños y ganados, todos juntos, y aun las bestias salvajes; los pájaros del cielo, los peces del mar y todo cuanto surca las sendas de los mares.
    R. ¡Señor, Dios nuestro, qué admirable es tu nombre en toda la tierra!

  • Evangelio: Lucas 24, 35-48
    "Está escrito que Cristo tenía que padecer y tenía que resucitar de entre los muertos al tercer día"

    En aquel tiempo los discípulos contaban lo que les había ocurrido cuando iban de camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.
    Estaban comentando lo sucedido, cuando el mismo Jesús se presentó en medio y les dijo:
    «La paz esté con ustedes».
    Espantados y llenos de miedo, creían ver un fantasma.
    Pero él les dijo:
    «¿De qué se asustan? ¿Por qué surgen dudas en su interior? Vean mis manos y mis pies; soy yo en persona. Tóquenme y convénzanse de que un fantasma no tiene carne ni huesos, como ven que yo tengo».
    Y dicho esto, les mostró las manos y los pies. Pero como se resistían a creer por la alegría y el asombro, les dijo:
    «¿Tienen algo de comer?»
    Ellos le dieron un trozo de pescado asado. El lo tomó y lo comió delante de ellos. Después les dijo:
    «Cuando aún estaba entre ustedes les dije que era necesario que se cumpliera todo lo escrito sobre mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos».
    Entonces les abrió la inteligencia para que comprendieran las Escrituras. Y añadió:
    «Estaba escrito que el Mesías tenía que morir y resucitar de entre los muertos al tercer día, y que en su nombre se anunciaría a todas las naciones, comenzando desde Jerusalén, la conversión y el perdón de los pecados. Ustedes son testigos de estas cosas».

martes, 26 de abril de 2011

Benedicto XVI se conectará con astronautas en Estación Espacial Internacional

VATICANO, 26 Abr. 11 / 03:08 pm (ACI/EWTN Noticias)

El próximo miércoles 4 de mayo, el Papa Benedicto XVI se conectará vía satélite con los astronautas de la Estación Espacial Internacional con ocasión de laúltima misión del transbordador Endeavour construido por la NASA.

Según informó LOsservatore Romano, la conexión tendrá lugar a las 17:30 p.m. hora local italiana.

Por segunda vez en la historia de la actividad espacial dos astronautas italianos coincidirán en la estación. El coronel Roberto Vittori llegará como especialista en la misión del Endeavour y se reunirá con el ingeniero Paolo Nespoli que se encuentra en la estación espacial.

Vittori llevará consigo en esta misión una medalla de plata que le regaló el Papa.

La NASA ha informado que el vuelo del Endeavour previsto para este viernes 29 de abril será el último de la nave y el penúltimo de un transbordador espacial. El último será el del Atlantis, programado para fines de junio.

El Endeavour cumplirá una misión de 14 días en la Estación Espacial Internacional. Su construcción comenzó en 1987 para reemplazar al Challenger, el transbordador destruido en un trágico accidente en 1986.

Su primer viaje fue en 1992 para capturar y volver a poner en órbita un satélite de comunicaciones averiado.

Evangelio 27 de Abril de 2011

  • Primera Lectura: Hechos 3, 1-10
    "Te voy a dar lo que tengo: En el nombre de Jesús, camina"

    En aquel tiempo, Pedro y Juan subían al templo a la hora de la oración, hacia las tres de la tarde. Había allí un hombre paralítico de nacimiento, a quien todos los días llevaban y colocaban junto a la puerta Hermosa del templo para pedir limosna a los que entraban. Al ver que Pedro y Juan iban a entrar al templo, les pidió limosna. Pedro, acompañado de Juan, lo miró fijamente y le dijo:
    «Míranos».
    El los miró esperando recibir algo de ellos. Pedro le dijo:
    «No tengo oro ni plata, pero te doy lo que tengo: en nombre de Jesucristo Nazareno, camina».
    Y tomándolo de la mano derecha, lo levantó.
    Inmediatamente sus pies y sus tobillos se fortalecieron, se puso en pie y comenzó a caminar. Luego entró con ellos en el templo caminando, saltando y alabando a Dios. Todo el pueblo lo vio caminar y alabar a Dios. Al darse cuenta de que era el mismo que se sentaba junto a la puerta Hermosa para pedir limosna, se llenaron de admiración y asombro por lo que le había sucedido.

  • Salmo Responsorial: 104
    "La misericordia del Señor llena la tierra."

    Den gracias al Señor, invoquen su nombre, publiquen entre los pueblos sus proezas, cántenle, toquen en su honor, proclamen sus maravillas.
    R. La misericordia del Señor llena la tierra.

    Gloríense de su nombre santo, que se alegren los que buscan al Señor. Recurran al Señor y a su poder, busquen su rostro sin descanso.
    R. La misericordia del Señor llena la tierra.

    Descendencia de Abrahán, su siervo, hijos de Jacob, su elegido: el Señor es nuestro Dios, en toda la tierra están en vigor sus decretos.
    R. La misericordia del Señor llena la tierra.

    El se acuerda de su alianza eternamente, de la palabra que ha dado por mil generaciones; del pacto concluido con Abrahán, y del juramento que hizo a Isaac.
    R. La misericordia del Señor llena la tierra.

  • Evangelio: Lucas 24, 13-35
    "Lo reconocieron al partir el pan"

    El mismo día de la resurrección, dos de los discípulos se dirigían a un pueblo llamado Emaús, que dista de Jerusalén unos once kilómetros. Iban hablando de todos estos sucesos. Mientras hablaban y se hacían preguntas, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos. Pero sus ojos estaban tan cegados, que no eran capaces de reconocerlo. El les dijo:
    «¿Qué es lo que vienen conversando por el camino?»
    Ellos se detuvieron entristecidos, y uno de ellos, llamado Cleofás, le respondió:
    «¿Eres tú el único en Jerusalén que no sabe lo que ha pasado allí estos días?»
    El les preguntó:
    «¿Qué ha pasado?»
    Ellos respondieron:
    «Lo de Jesús el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y palabras ante Dios y ante todo el pueblo. ¿No sabes que los sumos sacerdotes y nuestros jefes lo entregaron para que lo condenaran a muerte y lo crucificaran? Nosotros esperábamos que él fuera el libertador de Israel. Y, sin embargo, ya hace tres días que ocurrió esto. Es cierto que algunas de nuestras mujeres nos han sorprendido, porque fueron temprano al sepulcro y no encontraron su cuerpo. Hablaban incluso de que se les habían aparecido unos ángeles que decían que está vivo. Algunos de los nuestros fueron al sepulcro y hallaron todo como las mujeres decían; pero a él no lo vieron».
    Entonces Jesús les dijo:
    «¡Qué torpes son para comprender, y qué duros son para creer lo que dijeron los profetas! ¿No era necesario que el Mesías sufriera todo esto para entrar en su gloria?»
    Y comenzando por Moisés y siguiendo por todos los profetas, les explicó lo que decían de él las Escrituras. Al llegar al pueblo adonde iban, Jesús hizo ademán de seguir adelante; pero ellos le insistieron diciendo:
    «Quédate con nosotros, porque es tarde y está anocheciendo».
    Y entró para quedarse con ellos. Cuando estaba sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, lo bendijo, lo partió y lo dio a ellos. Entonces se les abrieron los ojos y lo reconocieron, pero Jesús desapareció de su lado. Y se dijeron uno a otro:
    «¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?»
    En aquel mismo instante se pusieron en camino y regresaron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once y a todos los demás, que decían:
    «Es verdad, el Señor ha resucitado y se ha aparecido a Simón».
    Ellos, por su parte, contaban lo que les había ocurrido cuando iban de camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.

Obispos repudian destrucción de Virgen de Guadalupe en Catedral de México

MÉXICO D.F., 25 Abr. 11 / 06:17 pm (ACI/EWTN Noticias)

La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), condenó "la irrupción violenta y profanación" de la Catedral de México ocurrida el domingo 24 de abril, cuando siete personas ingresaron durante la Misa para lanzar arengas contra la Iglesia y romper una imagen de la Virgen de Guadalupe.

Antes de iniciarse la lectura del Evangelio, Hortencia Jiménez Ojeda, María Magdalena Orta López, Dinora Álvarez Rendón, Lorena López, Isabel López Chávez, Angelina García, y José Francisco Ávila García, ingresaron a la catedral para, megáfono en mano, lanzar consignas también contra el Arzobispo de México, Cardenal Norberto Rivera. Sin embargo, fueron detenidos por la seguridad del templo y denunciados ante el Ministerio Público.

El Secretario General de la CEM, Mons. Víctor Rodríguez Gómez, publicó este lunes un comunicado que expresó la comunión y solidaridad de los obispos con el Cardenal Rivera, y la reprobación "por tan lamentables acontecimientos".

Los obispos dijeron que "preocupa la frecuencia con la que se están repitiendo estos deplorables hechos", principalmente la catedral, que ya ha sufrido hasta el momento 29 profanaciones.

El comunicado advirtió que este hecho atenta contra la fe de la mayoría de mexicanos y agrava "el clima de incertidumbre, violencia e inseguridad que flagela a nuestro México, sin procurar hasta ahora medidas eficaces de parte de las autoridades para prevenir estos sucesos".

"La ambigüedad de las leyes que prevalecen en el Estado Mexicano y la falta de una plena libertad religiosa continúan creando las condiciones propicias para la intolerancia, para la libre expresión de las ideas de los ministros de culto y por consiguiente, el acotamiento a las expresiones de fe en público o privado, limitando con esto el derecho humano más fundamental que es la manifestación de la fe", expresaron.

Dejan libres a agresores

El lunes, el procurador General de Justicia del DF, Miguel Ángel Mancera, informó que estas siete personas fueron liberadas porque no se pudieron configurar los delitos de daño en propiedad ajena y allanamiento de morada.

"La investigación que se seguía era por un posible daño en propiedad ajena, pero se determinó que la figura (de la Virgen de Guadalupe) que fue rota era una que ellos mismo portaban, y no se configuró el allanamiento en su modalidad de oficina o establecimiento dado que (la catedral) se trata de un lugar público", explicó a la prensa local.

Según Mancera, los siete agresores dijeron pertenecer a una congregación religiosa llamada la Casa de Dios-que no cuenta con registro en la Secretaría de Gobernación- y que no simpatizan con algún partido político.

Evangelio 26 de Abril de2011

  • Primera Lectura: Hechos 2, 36-41
    "Arrepiéntanse y bautícense en el nombre de Jesucristo"

    El día de Pentecostés dijo Pedro a los judíos:
    «Sepan, pues, con plena seguridad los israelitas, que Dios ha constituido Señor y Mesías a este Jesús, a quien ustedes crucificaron».
    Estas palabras les llegaron hasta el fondo del corazón, y le preguntaron a Pedro y a los demás apóstoles:
    «¿Qué tenemos que hacer, hermanos?»
    Pedro les contestó:
    «Conviértanse y háganse bautizar en el nombre de Jesucristo, para que queden perdonados sus pecados. Entonces recibirán el don del Espíritu Santo. Pues, la promesa es para ustedes, para sus hijos e incluso para todos los extranjeros, a quienes llame el Señor nuestro Dios».
    Y con otras muchas palabras los animaba y los exhortaba, diciendo:
    «Pónganse a salvo de esta generación perversa».
    Los que aceptaron su palabra fueron bautizados, y se les unieron aquel día unas tres mil personas.

  • Salmo Responsorial: 32
    "El amor del Señor llena la tierra."

    La palabra del Señor es sincera, todas sus acciones son leales. El ama la justicia y el derecho, el amor del Señor llena la tierra.
    R. El amor del Señor llena la tierra.

    El Señor se fija en quienes lo respetan, en los que esperan en su misericordia, para librarlos de la muerte y reanimarlos en tiempo de hambre.
    R. El amor del Señor llena la tierra.

    Nosotros esperamos en el Señor, él es nuestro socorro y nuestro escudo. Que tu amor, Señor, nos acompañe, tal como lo esperamos de ti.
    R. El amor del Señor llena la tierra.

  • Evangelio: Juan 20, 11-18
    "He visto al Señor y me ha dado este mensaje"

    El día de la resurrección, María se había quedado llorando junto al sepulcro. Sin dejar de llorar volvió a asomarse al sepulcro. Entonces vio dos ángeles, vestidos de blanco, sentados en el lugar donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y otro a los pies.
    Los ángeles le preguntaron:
    «¿Mujer, por qué lloras?»
    Ella contestó:
    «Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto».
    Dicho esto, se volvió hacia atrás y vio a Jesús, que estaba allí, pero no lo reconoció. Jesús le preguntó:
    «Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién estás buscando?»
    Ella, creyendo que era el jardinero, le respondió:
    «Señor, si te lo has llevado tú, dime dónde lo has puesto y yo iré a recogerlo».
    Entonces Jesús le dijo:
    «¡María!»
    Ella se se acercó a él y exclamó en arameo:
    «¡Rabuní!» (que significa «maestro»).
    Jesús le dijo:
    «No me retengas, porque todavía no he subido a mi Padre; anda, ve y di a mis hermanos que voy a mi Padre que es el Padre de ustedes; a mi Dios, que es también su Dios».
    María Magdalena se fue corriendo adonde estaban los discípulos y les anunció:
    «He visto al Señor».
    Y les contó lo que Jesús le había dicho.