sábado, 3 de diciembre de 2016

Evangelio 3 de Diciembre de 2016

Color: Blanco

Santos:

Lecturas del día:

    Primera opción

  • Primera lectura

    Isaías 30:19-21, 23-26
    19 Sí, pueblo de Sión que habitas en Jerusalén, no llorarás ya más; de cierto tendrá piedad de ti, cuando oiga tu clamor; en cuanto lo oyere, te responderá.
    20 Os dará el Señor pan de asedio y aguas de opresión, y después no será ya ocultado el que te enseña; con tus ojos verás al que te enseña,
    21 y con tus oídos oirás detrás de ti estas palabras: «Ese es el camino, id por él», ya sea a la derecha, ya a la izquierda.
    23 El dará lluvia a tu sementera con que hayas sembrado el suelo, y la tierra te producirá pan que será pingüe y sustancioso. Pacerán tus ganados aquel día en pastizal dilatado;
    24 los bueyes y asnos que trabajan el suelo comerán forraje salado, cribado con bieldo y con criba.
    25 Habrá sobre todo monte alto y sobre todo cerro elevado manantiales que den aguas perennes, el día de la gran matanza, cuando caigan las fortalezas.
    26 Será la luz de la luna como la luz del sol meridiano, y la luz del sol meridiano será siete veces mayor - con luz de siete días - el día que vende Yahveh la herida de su pueblo y cure la contusión de su golpe.
  • Salmo responsorial

    Salmo 147:1-6
    1 Alabad a Yahveh, que es bueno salmodiar, a nuestro Dios, que es dulce la alabanza.
    2 Edifica Yahveh a Jerusalén, congrega a los deportados de Israel;
    3 él sana a los de roto corazón, y venda sus heridas.
    4 El cuenta el número de estrellas, y llama a cada una por su nombre;
    5 grande es nuestro Señor, y de gran fuerza, no tiene medida su saber.
    6 Yahveh sostiene a los humildes, hasta la tierra abate a los impíos.
  • Evangelio

    Mateo 9:35--10:1, 5, 6-8
    5 "Levántate y anda"?
    6 Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene en la tierra poder de perdonar pecados - dice entonces al paralítico -: "Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa".»
    7 El se levantó y se fue a su casa.
    8 Y al ver esto, la gente temió y glorificó a Dios, que había dado tal poder a los hombres.
    35 Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena Nueva del Reino y sanando todo enfermedad y toda dolencia.
    36 Y al ver a la muchedumbre, sintió compasión de ella, porque estaban vejados y abatidos como ovejas que no tienen pastor.
    37 Entonces dice a sus discípulos: «La mies es mucha y los obreros pocos.
    38 Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies.»
    1 Y llamando a sus doce discípulos, les dio poder sobre los espíritus inmundos para expulsarlos, y para curar toda enfermedad y toda dolencia.
  • Segunda opción

  • Primera lectura

    I Corintios 9:16-19, 22-23
    16 Predicar el Evangelio no es para mí ningún motivo de gloria; es más bien un deber que me incumbe. Y ¡ay de mí si no predicara el Evangelio!
    17 Si lo hiciera por propia iniciativa, ciertamente tendría derecho a una recompensa. Mas si lo hago forzado, es una misión que se me ha confiado.
    18 Ahora bien, ¿cuál es mi recompensa? Predicar el Evangelio entregándolo gratuitamente, renunciando al derecho que me confiere el Evangelio.
    19 Efectivamente, siendo libre de todos, me he hecho esclavo de todos para ganar a los más que pueda.
    22 Me he hecho débil con los débiles para ganar a los débiles. Me he hecho todo a todos para salvar a toda costa a algunos.
    23 Y todo esto lo hago por el Evangelio para ser partícipe del mismo.
  • Salmo responsorial

    Salmo 117:1-2
    1 ¡Alabad a Yahveh, todas las naciones, celebradle, pueblos todos!
    2 Porque es fuerte su amor hacia nosotros, la verdad de Yahveh dura por siempre.
  • Evangelio

    Marcos 16:15-20
    15 Y les dijo: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación.
    16 El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará.
    17 Estas son las señales que acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas nuevas,
    18 agarrarán serpientes en sus manos y aunque beban veneno no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien.»
    19 Con esto, el Señor Jesús, después de hablarles, fue elevado al cielo y se sentó a la diestra de Dios.
    20 Ellos salieron a predicar por todas partes, colaborando el Señor con ellos y confirmando la Palabra con las señales que la acompañaban.

Evangelio meditado

Abundancia de dones recibidos.
Mateo 9, 35-10, 1.6-8. Sábado I Adviento. Ciclo A. La mies es mucha


Por: H. Iván Yoed González Aréchiga LC | Fuente: www.missionkits.org 




En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
«Así como el solilumina al mismo tiempo a los cedros y a cada florecilla, como si sólo ella existieseen la tierra, del mismo modo Nuestro Señor se ocupa tan personalmente de cada alma, como si no hubiera otras como ella. Y así como en la naturaleza todas lasestaciones están ordenadas de tal modo que en el día señalado se abra hasta lamás humilde margarita, de la misma manera todo está ordenado al bien de cadaalma». (Santa Teresa de Lisieux, Historia de un alma).
Quiero siempre confiar en Ti, Señor.


Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Mateo 9, 35-10, 1.6-8
En aquel tiempo, Jesús recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en las sinagogas, predicando el Evangelio del Reino y curando toda enfermedad y dolencia. Al ver a las multitudes, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y desamparadas, como ovejas sin pastor. Entonces dijo a sus discípulos: "La cosecha es mucha y los trabajadores, pocos. Rueguen, por tanto, al dueño de la mies que envíe trabajadores a sus campos".
Después, llamando a sus doce discípulos, les dio poder para expulsar a los espíritus impuros y curar toda clase de enfermedades y dolencias. Les dijo: "Vayan en busca de las ovejas perdidas de la casa de Israel. Vayan y proclamen por el camino que ya se acerca el Reino de los cielos. Curen a los leprosos y demás enfermos; resuciten a los muertos y echen fuera a los demonios. Gratuitamente han recibido este poder; ejérzanlo, pues, gratuitamente".
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
Jesús, tu testimonio de generosidad, de ese «dar», me sacude. Tú, Dios venido al mundo, poseedor de tantos dones, de los que no quisiste disponer sino obsequiar, te volviste pobre entre los pobres.
Gratis de Ti, gratis desde tu corazón he recibido tanto. Tan sólo el don de los sentidos, como la vista, para contemplar lo bello de este mundo, para mirar lo que puedo renovar, o para mirar una persona cara a cara, para percibir una sonrisa; el don del tacto, y aunque tan sólo fuese para palpar algo sencillo ¡como una fruta!, o para consolar con una palmada, dar la mano a alguien, o para acariciar; el don del olfato, del gusto… ¡Doy tantos dones por sobreentendidos! ¡Como si se explicasen solos!, como si no hubiera un donador, como si no hubiese un padre bueno.
Mis amigos, mi familia, mi trabajo, mis estudios, incluso mis problemas (que son oportunidades para amar más puramente)… y gratis todo a fin de cuentas, Jesús. Ojalá contemplara más frecuentemente cuánto he recibido por tu amor, y así quizá mi corazón cambiaría: no me sentiría como si fuera yo mismo quien se da las cosas, como si fuese yo el dueño de cada una de ellas. Pues poseo tantos tesoros, pero los poseo en mi vasija de barro, que soy yo.
Todo don, todo obsequio de tu mano, no he de conservarlo para mí, sino orientarlo siempre hacia la eternidad.
«Nuestra vida está totalmente segura en las manos de Jesús y del Padre, que son una sola cosa: un único amor, una única misericordia, reveladas de una vez y para siempre en el sacrificio de la cruz. Para salvar a las ovejas perdidas que somos todos nosotros, el Pastor se hizo cordero y se dejó inmolar para tomar sobre sí y quitar el pecado del mundo. De esta manera Él nos ha dado la vida, pero la vida en abundancia.»
(Homilía de S.S. Francisco, 17 de abril de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy me detendré un instante, en silencio, para pensar de qué te podría dar gracias, Jesús.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

viernes, 2 de diciembre de 2016

Evangelio 2 de Diciembre de 2016

Color: Morado

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Isaías 29:17-24
    17 ¿Acaso no falta sólo un poco, para que el Líbano se convierta en vergel, y el vergel se considere una selva?
    18 Oirán aquel día los sordos palabras de un libro, y desde la tiniebla y desde la oscuridad los ojos de los ciegos las verán,
    19 los pobres volverán a alegrarse en Yahveh, y los hombres más pobres en el Santo de Israel se recocijarán.
    20 Porque se habrán terminado los tiranos, se habrá acabado el hombre burlador, y serán exterminados todos los que desean el mal;
    21 los que declaran culpable a otro con su palabra, y tienden lazos al que juzga en la puerta, y desatienden al justo por una nonada.
    22 Por tanto, así dice Yahveh, Dios de la casa de Jacob, el que rescató a Abraham: «No se avergonzará en adelante Jacob, ni en adelante su rostro palidecerá;
    23 porque en viendo a sus hijos, las obras de mis manos, en medio de él, santificarán mi Nombre.» Santificarán al Santo de Jacob, y al Dios de Israel tendrán miedo.
    24 Los descarriados alcanzarán inteligencia, y los murmuradores aprenderán doctrina.
  • Salmo responsorial

    Salmo 27:1, 4, 13-14
    1 Yahveh es mi luz y mi salvación, ¿a quién he de temer? Yahveh, el refugio de mi vida, ¿por quién he de temblar?
    4 Una cosa he pedido a Yahveh, una cosa estoy buscando: morar en la Casa de Yahveh, todos los días de mi vida, para gustar la dulzura de Yahveh y cuidar de su Templo.
    13 ¡Ay, si estuviera seguro de ver la bondad de Yahveh en la tierra de los vivos!
    14 Espera en Yahveh, ten valor y firme corazón, espera en Yahveh.
  • Evangelio

    Mateo 9:27-31
    27 Cuando Jesús se iba de allí, al pasar le siguieron dos ciegos gritando: «¡Ten piedad de nosotros, Hijo de David!»
    28 Y al llegar a casa, se le acercaron los ciegos, y Jesús les dice: «¿Creéis que puedo hacer eso?» Dícenle: «Sí, Señor.»
    29 Entonces les tocó los ojos diciendo: «Hágase en vosotros según vuestra fe.»
    30 Y se abrieron sus ojos. Jesús les ordenó severamente: «¡Mirad que nadie lo sepa!»
    31 Pero ellos, en cuanto salieron, divulgaron su fama por toda aquella comarca.

Evangelio meditado

Perseverar en la oración.
Mateo 9, 27-31. Viernes I de Adviento. Ciclo A. Y se les abrieron sus ojos


Por: H. Cristian Gutiérrez LC | Fuente: www.missionkits.org 




En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Creo, Señor, que estás presente en este momento. Sé que quieres estar conmigo y yo también deseo acompañarte. Señor, enséñame a orar. Gracias por todos los dones que me concedes siempre sin yo merecerlo. Aumenta mi fe, mi esperanza y mi caridad. Permíteme en este rato conocerte y amarte un poco más. Llena mi corazón de celo por la salvación de las almas y la extensión de tu Reino.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Mateo 9, 27-31
Cuando Jesús salía de Cafarnaúm, lo siguieron dos ciegos, que gritaban: "¡Hijo de David, compadécete de nosotros!". Al entrar Jesús en la casa, se le acercaron los ciegos y Jesús les preguntó: "¿Creen que puedo hacerlo?". Ellos le contestaron: "Sí, Señor". Entonces les tocó los ojos, diciendo: "Que se haga en ustedes conforme a su fe". Y se les abrieron los ojos. Jesús les advirtió severamente: "Que nadie lo sepa". Pero ellos, al salir, divulgaron su fama por toda la región.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
Antes de meditar en el pasaje de hoy conviene recordar que estoy ya en el periodo de preparación para tu venida a mi alma. Las recomendaciones que me das en la Liturgia son los mejores medios para prepararme bien. Al fin y al cabo nadie puede prepararte mejor el lugar que quieres sino Tú mismo, claro que con mi ayuda y por ello pones a mi disposición estos consejos.
Puedo tomar un medio para seguir en este camino de adviento. Es el medio de la oración. Una oración perseverante y con fe.
Contemplo a estos dos ciegos que sin verte te siguen e insisten en su petición. Es una muy buena imagen de la oración. Esa oración en la que a veces me tengo que lanzar a ciegas pues no te veo ni te siento. Una oración sacudida por una desgracia familiar, una rutina incrustada en mi vida o incluso un buen momento de bienestar en el que me olvido de Ti. Sin embargo, dame la gracia de continuar siguiéndote aunque me cueste y no te vea. Creer que sigues allí y me puedes obtener lo que pido.
Este Evangelio es imagen de la oración perseverante. Los ciegos insisten y no se cansan de gritar todo el camino la misma frase. Que tampoco yo me canse de hacer mis peticiones, aunque sean las mismas y pareciera que no escucharas. Sí me escuchas pero quieres que te siga con perseverancia. Perseverar en la oración es un buen medio en este adviento.
Señor, que mi oración este llena de fe en Ti para que te permita actuar en mi vida. Pero la fe no es sólo creer en Ti y saber que existes. La fe no es algo inerte que Tú me das y basta. La fe es reconocer tu poder y tu amor y dejarte actuar según este amor y este poder. La fe es una virtud que se ejercita en actos concretos, por eso, Señor, te pido que aumentes mi fe.
«Qué fácil y equivocado es creer que la vida depende de lo que se posee, del éxito o la admiración que se recibe; que la economía consiste sólo en el beneficio y el consumo; que los propios deseos individuales deben prevalecer por encima de la responsabilidad social. Mirando sólo a nuestro yo, nos hacemos ciegos, apagados y replegados en nosotros mismos, vacíos de alegría y vacíos de libertad. ¡Es algo tan feo!»
(Homilía de S.S. Francisco, 4 de marzo de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy procuraré repetir esta jaculatoria durante el día: «Señor creo en Ti, pero aumenta mi fe».
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

jueves, 1 de diciembre de 2016

Evangelio 1 de Diciembre de 2016

Color: Morado

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Isaías 26:1-6
    1 Aquel día se cantará este cantar en tierra de Judá: «Ciudad fuerte tenemos; para protección se le han puesto murallas y antemuro.
    2 Abrid las puertas, y entrará una gente justa que guarda fidelidad;
    3 de ánimo firme y que conserva la paz, porque en ti confió.
    4 Confiad en Yahveh por siempre jamás, porque en Yahveh tenéis una Roca eterna.
    5 Porque él derroca a los habitantes de los altos, a la villa inacessible; la hace caer, la abaja hasta la tierra, la hace tocar el polvo;
    6 la pisan pies, pies de pobres, pisadas de débiles.»
  • Salmo responsorial

    Salmo 118:1, 8-9, 19-21, 25-27
    1 ¡Dad gracias a Yahveh, porque es bueno, porque es eterno su amor!
    8 Mejor es refugiarse en Yahveh que confiar en hombre;
    9 mejor es refugiarse en Yahveh que confiar en magnates.
    19 ¡Abridme las puertas de justicia, entraré por ellas, daré gracias a Yahveh!
    20 Aquí está la puerta de Yahveh, por ella entran los justos.
    21 Gracias te doy, porque me has respondido, y has sido para mí la salvación.
    25 ¡Ah, Yahveh, da la salvación! ¡Ah, Yahveh, da el éxito!
    26 ¡Bendito el que viene en el nombre de Yahveh! Desde la Casa de Yahveh os bendecimos.
    27 Yahveh es Dios, él nos ilumina. ¡Cerrad la procesión, ramos en mano, hasta los cuernos del altar!
  • Evangelio

    Mateo 7:21, 24-27
    21 «No todo el que me diga: "Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial.
    24 «Así pues, todo el que oiga estas palabras mías y las ponga en práctica, será como el hombre prudente que edificó su casa sobre roca:
    25 cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, y embistieron contra aquella casa; pero ella no cayó, porque estaba cimentada sobre roca.
    26 Y todo el que oiga estas palabras mías y no las ponga en práctica, será como el hombre insensato que edificó su casa sobre arena:
    27 cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, irrumpieron contra aquella casa y cayó, y fue grande su ruina.»

Evangelio meditado

Haz en mí lo que quieras.
Mateo 7, 21. 24-27. Jueves. I Adviento. Ciclo A. No todo el que diga ¡Señor, señor!


Por: H. Balam Loza LC | Fuente: www.missionkits.org 




En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, tuyo soy, para Ti nací, ¿qué quieres de mí en este día? Me pongo totalmente en tus manos. Me pongo delante de tu cruz, en este rato de oración. Esa cruz que simboliza tu donación y entrega total a la voluntad de tu Padre. Y del mismo modo, hoy, me pongo en tus manos. Haz en mí lo que quieras.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Mateo 7, 21. 24-27
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "No todo el que me diga '¡Señor, Señor!', entrará en el Reino de los cielos, sino el que cumpla la voluntad de mi Padre, que está en los cielos.
El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica, se parece a un hombre prudente, que edificó su casa sobre roca. Vino la lluvia, bajaron las crecientes, se desataron los vientos y dieron contra aquella casa; pero no se cayó, porque estaba construida sobre roca.
El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica, se parece a un hombre imprudente, que edificó su casa sobre arena. Vino la lluvia, bajaron las crecientes, se desataron los vientos, dieron contra aquella casa y la arrasaron completamente".
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
Cuántas veces a lo largo del día nos preocupamos por un sinfín de cosas. Nos preguntamos si los demás pensarán bien de nosotros y procuramos no movernos mucho para no dar pie a que otros nos critiquen. Tenemos miedo a que se piense o se hable mal de nosotros. Y por eso, tantas veces no somos libres del todo. Queremos agradar a todos, y nos afanamos en ello, pero… nos damos cuenta que es imposible. Al menor viento nos caemos, porque nos damos cuenta que no se puede tener a todos felices.
El ideal del cristiano es hermoso y motivador, pero vivirlo delante de los demás no siempre es fácil. Sabemos perfectamente, por ejemplo, que debemos hablar bien de todos, pero cuando alguien comienza a criticar a otros nos parece imposible decirle que eso está mal.  ¿Por qué? Porque en el fondo somos frágiles, en el fondo puede haber un cierto miedo ante el fracaso y ante la incomprensión. Hay ese respeto humano que nos impide ir contra corriente. Y se puede decir que, en parte, es normal. Vivimos con los demás y de cara a los demás. Pero esto podría ser una construcción hecha sobre arena. Porque unas veces nos presentamos de una manera y otras de otra.
Pero Jesús nos invita a confiar en Él, a no tener miedo. A ponernos en sus manos y empezar a construir en la roca de su voluntad. Aprender a escuchar y cumplir lo que Él nos pide en cada momento. Esto cuesta, pero tenemos a Jesús, nuestro guía y camino. Él en el huerto dijo «pero no se haga lo que yo quiero, sino lo que quieres tú» y antes de morir, después de grandes humillaciones, dijo al Padre «En tus manos encomiendo mi espíritu».
«Cuando Jesús resucitado afirma: “Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra”, nos está asegurando que Él, el Hijo de Dios, es la roca. No hay otro fuera de Él. Como único Salvador de la humanidad, quiere atraer hacia sí a los hombres y mujeres de todos los tiempos y lugares, para poder llevarlos al Padre. Él quiere que todos nosotros construyamos nuestra vida sobre el cimiento firme de su palabra.»
 (Cf Homilía de S.S. Francisco, 26 de noviembre de 2015).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy voy a dedicar un rato de oración y leeré con tranquilidad el salmo 30. Reflexionaré en que este salmo es cómo Tú, Jesús: viviste la voluntad del Padre y es a lo que me llamas.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

miércoles, 30 de noviembre de 2016

Evangelio 30 de Noviembre de 2016


Fiesta de san Andrés, apóstol


Carta de San Pablo a los Romanos 10,9-18. 
Hermanos:
Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás salvado.
Con el corazón se cree para alcanzar la justicia, y con la boca se confiesa para obtener la salvación.
Así lo afirma la Escritura: El que cree en él, no quedará confundido.
Porque no hay distinción entre judíos y los que no lo son: todos tienen el mismo Señor, que colma de bienes a quienes lo invocan.
Ya que todo el que invoque el nombre del Señor se salvará.
Pero, ¿cómo invocarlo sin creer en él? ¿Y cómo creer, sin haber oído hablar de él? ¿Y cómo oír hablar de él, si nadie lo predica?
¿Y quiénes predicarán, si no se los envía? Como dice la Escritura: ¡Qué hermosos son los pasos de los que anuncian buenas noticias!
Pero no todos aceptan la Buena Noticia. Así lo dice Isaías: Señor, ¿quién creyó en nuestra predicación?
La fe, por lo tanto, nace de la predicación y la predicación se realiza en virtud de la Palabra de Cristo.
Yo me pregunto: ¿Acaso no la han oído? Sí, por supuesto: Por toda la tierra se extiende su voz y sus palabras llegan hasta los confines del mundo.

Salmo 19(18),2-3.4-5. 
El cielo proclama la gloria de Dios
y el firmamento anuncia la obra de sus manos;
un día transmite al otro este mensaje

y las noches se van dando la noticia.
Sin hablar, sin pronunciar palabras,
sin que se escuche su voz,

resuena su eco por toda la tierra
y su lenguaje, hasta los confines del mundo.
Allí puso una carpa para el sol


Evangelio según San Mateo 4,18-22. 
Mientras caminaba a orillas del mar de Galilea, Jesús vio a dos hermanos: a Simón, llamado Pedro, y a su hermano Andrés, que echaban las redes al mar porque eran pescadores.
Entonces les dijo: "Síganme, y yo los haré pescadores de hombres".
Inmediatamente, ellos dejaron las redes y lo siguieron.
Continuando su camino, vio a otros dos hermanos: a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca con Zebedeo, su padre, arreglando las redes; y Jesús los llamó.
Inmediatamente, ellos dejaron la barca y a su padre, y lo siguieron. 

Evangelio meditado

Saberme mirado, amado y llamado.
Mateo 4, 18-22. Miércoles I Adviento, Ciclo A. Os haré pescadores de hombres


Por: H. Adrián Olvera de la Cruz LC | Fuente: www.missionkits.org 




En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Quiero acercarme hoy a Ti, Señor, con un corazón sencillo pues sé que Tú eres sencillo. Quiero ponerme en tu presencia, así como estoy, así como soy, pues creo firmemente en tu amor.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Mateo 4, 18-22
Una vez que Jesús caminaba por la ribera del mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado después Pedro, y Andrés, los cuales estaban echando las redes al mar, porque eran pescadores. Jesús les dijo: "Síganme y los haré pescadores de hombres". Ellos inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
Pasando más adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que estaban con su padre en la barca, remendando las redes, y los llamó también. Ellos, dejando enseguida la barca y a su padre, lo siguieron.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
Manejando o caminando,riendo, bailando o jugando,echando las redes o estudiando... Me encuentro pensando en aquello que estoy haciendo y nada más. Sin embargo, si algo llama mi atención  me detengo y observo y aquello que es objeto de mi mirada parece estar como hace un tiempo también yo estaba, haciendo lo que estaba haciendo y nada más.
Jesús camina y observa,mira y contempla, se sonríe y nos ama. Entra en la vida de los apóstoles pero ellos ya estaban en su corazón, ya habían sido objeto de su mirada, llamaron su atención… riendo, echando las redes o trabajando, no importaba lo que estuvieran haciendo. Después de mirarlos los llamó…ellos escucharon y después dejaron todo y lo siguieron.
Es hermoso pensar que esta misma historia se repite conmigo de una manera tan personal y tan cotidiana. Jesús me mira y después me llama. Parecería que tendría que ser algo más complicado, pero el amor es más sencillo de lo que nosotros pensamos.
Es cuestión de saberme mirado y amado;  sólo así podré escuchar y eso me llevará a hacer de lo ordinario algo verdaderamente extraordinario.
Jesús, quiero escucharte, quiero tenerte presente en mi vida y en todos mis días. Quiero seguirte a donde quiera que sea.
«La primera base es la memoria. Una gracia que tenemos que pedir es la de saber recuperar la memoria, la memoria de lo que el Señor ha hecho en nosotros y por nosotros: recordar que, como dice el Evangelio de hoy, él no nos ha olvidado, sino que se “acuerda” de nosotros: nos ha elegido, amado, llamado y perdonado; hay momentos importantes de nuestra historia personal de amor con él que debemos reavivar con la mente y el corazón.»
(Homilía de S.S. Francisco, 25 de junio de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Dedica al menos 5 minutos del día en acción de gracias, para recordar aquellos momentos de la vida en donde la mirada de Dios se ha hecho muy presente. 
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

martes, 29 de noviembre de 2016

Evangelio 29 de Noviembre de 2016

Color: Blanco

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Eclesiástico 44:1, 10-15
    1 Hagamos ya el elogio de los hombres ilustres, de nuestros padres según su sucesión.
    10 Mas de otro modo estos hombres de bien, cuyas acciones justas no han quedado en olvido.
    11 Con su linaje permanece una rica herencia, su posteridad.
    12 En las alianzas se mantuvo su linaje, y sus hijos gracias a ellos.
    13 Para siempre permanece su linaje, y su gloria no se borrará.
    14 Sus cuerpos fueron sepultados en paz, y su nombre vive por generaciones.
    15 Su sabiduría comentarán los pueblos, su elogio lo publicará la asamblea.
  • Salmo responsorial

    Salmo 24:1-6
    1 Salmo. De David. De Yahveh es la tierra y cuanto hay en ella, el orbe y los que en él habitan;
    2 que él lo fundó sobre los mares, él lo asentó sobre los ríos.
    3 ¿Quién subirá al monte de Yahveh?, ¿quién podrá estar en su recinto santo?
    4 El de manos limpias y puro corazón, el que a la vanidad no lleva su alma, ni con engaño jura.
    5 El logrará la bendición de Yahveh, la justicia del Dios de su salvación.
    6 Tal es la raza de los que le buscan, los que van tras tu rostro, oh Dios de Jacob.
  • Evangelio

    Marcos 10:17-21
    17 Se ponía ya en camino cuando uno corrió a su encuentro y arodillándose ante él, le preguntó: «Maestro bueno, ¿ qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?»
    18 Jesús le dijo: «¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino sólo Dios.
    19 Ya sabes los mandamientos: No mates, no cometas adulterio, no robes, no levantes falso testimonio, no seas injusto, honra a tu padre y a tu madre.»
    20 El, entonces, le dijo: «Maestro, todo eso lo he guardado desde mi juventud.»
    21 Jesús, fijando en él su mirada, le amó y le dijo: «Una cosa te falta: anda, cuanto tienes véndelo y dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo; luego, ven y sígueme.»