jueves, 18 de septiembre de 2008

Evangelio y lecturas Vernes 19 de Septiembre

Tiempo Ordinario: (2ª Parte)
1ª Lectura
1Cor 15,12-20
12 Ahora bien, si se predica que Cristo ha resucitado de entre los muertos, ¿cómo algunos de vosotros dicen que no hay resurrección de los muertos? 13 Porque si no hay resurrección de los muertos, tampoco Cristo ha resucitado. 14 Y si Cristo no ha resucitado, vana es nuestra predicación y vana nuestra fe. 15 Incluso seríamos falsos testigos de Dios, pues contra Dios testificamos que ha resucitado a Cristo, mientras que no lo ha resucitado si los muertos no resucitan. 16 Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo ha resucitado. 17 Y si Cristo no ha resucitado, vana es nuestra fe: todavía estáis en vuestros pecados; 18 y, por tanto, los cristianos que han muerto están perdidos. 19 Si lo que esperamos de Cristo es sólo para esta vida, somos los hombres más desgraciados.
LA RESURRECCIÓN DE CRISTO, PRENDA DE LA NUESTRA 20 Pero Cristo ha resucitado de entre los muertos como primicias de los que mueren.
Salmo Responsorial
Sal 17,1
1 Oración de David Justicia, Señor, escúchame, atiende a mi clamor, presta oído a mi súplica, que no hay engaño en mí;
Sal 17,6-7
6 Yo te llamo porque tú me respondes, oh Dios mío; tiende hacia mí tu oído, escucha mis palabras. 7 Despliega tu bondad, tú que salvas de sus opresores a los que buscan refugio en tu derecha;
Sal 17,8
8 guárdame como a las pupilas de tus ojos, escóndeme a la sombra de tus alas,
Sal 17,15
15 Yo, y esto es justicia, contemplaré tu rostro, al despertarme me saciaré de tu presencia.
Evangelio
Lc 8,1-3
1 Después de esto, iba por los pueblos y las aldeas predicando el reino de Dios. Le acompañaban los doce 2 y algunas mujeres que había curado de espíritus malignos y enfermedades; María Magdalena, de la que había echado siete demonios; 3 Juana, mujer de Cusa, administrador de Herodes; Susana y algunas otras, las cuales le asistían con sus bienes.

Evangelio y lecturas jueves 18 de Septiembre

Tiempo Ordinario: (2ª Parte)
1ª Lectura
1Cor 15,1-11
1 Hermanos, os recuerdo el evangelio que os anuncié, el que aceptasteis, en el que permanecéis firmes, 2 y por el que os salvaréis, si lo retenéis tal y como os lo anuncié, pues de lo contrario habríais creído en vano. 3 Os transmití, en primer lugar, lo que a mi vez yo recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras; 4 que fue sepultado y resucitó al tercer día, según las Escrituras, 5 y que se apareció a Pedro y luego a los doce. 6 Se apareció también a más de quinientos hermanos de una vez, de los que la mayoría viven todavía; otros murieron. 7 Luego se apareció a Santiago, después a todos los apóstoles; 8 y después de todos, como a uno que nace antes de tiempo, también se me apareció a mí. 9 Porque yo soy el menor de los apóstoles, indigno de ser llamado apóstol, por haber perseguido a la Iglesia de Dios. 10 Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y la gracia de Dios no ha sido estéril en mí; pues he trabajado más que los demás; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo. 11 Pues bien, tanto ellos como yo, esto es lo que predicamos y lo que habéis creído.

Salmo Responsorial
Sal 118,1-2
1 ¡Aleluya!
Dad gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor. 2 Diga la casa de Israel: es eterno su amor.
Sal 118,16-17
16 la diestra del Señor es poderosa, la diestra del Señor hace proezas. 17 No, no moriré, seguiré viviendo para contar las obras del Señor;
Sal 118,28
28 Tú eres mi Dios, yo te doy gracias; Dios mío, yo te ensalzo.

Evangelio
Lc 7,36-50
36 Un fariseo invitó a Jesús a comer con él. Jesús fue a su casa y se puso a la mesa. 37 Había en la ciudad una mujer pecadora, la cual, al enterarse de que Jesús estaba a la mesa en casa del fariseo, se presentó allí con un vaso de alabastro lleno de perfume, 38 se puso detrás de él a sus pies, y, llorando, comenzó a regarlos con sus lágrimas y a enjugarlos con los cabellos de su cabeza, los besaba y ungía con el perfume. 39 El fariseo que le había invitado, al verlo, se decía: «Si éste fuera profeta, conocería quién y qué clase de mujer es la que lo toca. ¡Una pecadora!». 40 Jesús manifestó: «Simón, tengo que decirte una cosa». Y él: «Maestro, di». 41 «Un prestamista tenía dos deudores; uno le debía diez veces más que el otro. 42 Como no podían pagarle, se lo perdonó a los dos. ¿Quién de ellos le amará más?». 43 Simón respondió: «Supongo que aquel a quien perdonó más». Jesús le dijo: «Has juzgado bien». 44 Y, volviéndose hacia la mujer, dijo a Simón: «¿Ves a esta mujer? Yo entré en tu casa y no me diste agua para los pies; ella, en cambio, ha bañado mis pies con sus lágrimas y los ha enjugado con sus cabellos. 45 Tú no me diste el beso; pero ella, desde que entró, no ha cesado de besar mis pies. 46 Tú no me pusiste ungüento en la cabeza, y ésta ha ungido mis pies con perfume. 47 Por lo cual te digo que si ama mucho es porque se le han perdonado sus muchos pecados. Al que se le perdona poco ama poco». 48 Y dijo a la mujer: «Tus pecados te son perdonados». 49 Los invitados comenzaron a decirse: «¿Quién es éste que hasta perdona los pecados?». 50 Él dijo a la mujer: «Tu fe te ha salvado; vete en paz».

martes, 16 de septiembre de 2008

Evangelio y lecturas, miercoles 17 de Septiembre

Tiempo Ordinario: (2ª Parte)
1ª Lectura
1Cor 12,31
31 Ambicionad dones más altos. Pero os voy a mostrar un camino, que es el mejor.
1Cor 13,13
13 Tres cosas hay que permanecen: la fe, la esperanza y el amor. Pero la más grande de las tres es el amor.
Salmo Responsorial
Sal 33,2-3
2 dad gracias al Señor con la cítara, tocad en su honor con el arpa de diez cuerdas; 3 cantadle un cantar nuevo, dad un buen concierto de instrumentos y de voces,
Sal 33,4-5
4 pues la palabra del Señor es eficaz, y sus obras demuestran su lealtad; 5 él ama la justicia y el derecho,la tierra está llena del amor del Señor.
Sal 33,12
12 Dichosa la nación que tiene al Señor por Dios,el pueblo que él se escogió por heredad.
Sal 33,22
22 Que tu amor, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.
Evangelio
Lc 7,31-35
31 «¿A qué compararé esta generación? ¿A quién se parece? 32 Se parece a esos chiquillos sentados en la plaza, que se gritan unos a otros: Os hemos tocado la flauta y no habéis bailado. Hemos cantado lamentaciones y no habéis llorado. 33 Porque ha venido Juan, el Bautista, que ni comía ni bebía, y dijisteis: Tiene un demonio. 34 Ha venido el hijo del hombre, que come y bebe, y decís: Éste es un comilón y un borracho. 35 Pero la sabiduría ha sido justificada por todos sus discípulos».

lunes, 15 de septiembre de 2008

Evangelio y lecturas martes 16 de Septiembre

Tiempo Ordinario: (2ª Parte)
1ª Lectura
1Cor 12,12-14
12 Del mismo modo que el cuerpo es uno, aunque tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, con ser muchos, forman un cuerpo, así también Cristo. 13 Porque todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, fuimos bautizados en un solo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido del mismo Espíritu. 14 Porque el cuerpo no es un miembro, sino muchos.
1Cor 12,27-31
27 Ahora bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno por su parte es miembro de ese cuerpo. 28 Y así Dios ha puesto en la Iglesia en primer lugar a los apóstoles; en segundo lugar, a los profetas; en tercero, a los maestros; luego, los que tienen el poder de hacer milagros; después, los que tienen el don de curar, de asistir a los necesitados, de gobernar, de hablar lenguas extrañas. 29 ¿Son todos apóstoles? ¿O todos profetas? ¿O todos maestros? ¿Tienen todos el poder de hacer milagros? 30 ¿Tienen todos el don de curar? ¿Hablan todos lenguas? ¿O todos las interpretan? 31 Ambicionad dones más altos. Pero os voy a mostrar un camino, que es el mejor.
Salmo Responsorial
Sal 100,2
2 servid al Señor con alegría, entrad en su presencia con gritos jubilosos.

Sal 100,3
3 Reconoced que el Señor es Dios: él nos ha hecho y somos suyos, su pueblo, las ovejas que él guarda.
Sal 100,4
4 Entrad en sus pórticos dándole gracias, alabadlo, bendecid su nombre:
Sal 100,5
5 porque el Señor es bueno, su amor es eterno, y su lealtad perpetua por todas las edades.

Evangelio
Lc 7,11-17
11 Después fue a un pueblo llamado Naín, acompañado de sus discípulos y de mucha gente.12 Al llegar a la puerta de la ciudad, se encontró con que llevaban a enterrar un muerto, hijo único de una madre viuda; la acompañaba todo el pueblo. 13 El Señor, al verla, se compadeció de ella y le dijo: «No llores». 14 Luego se acercó y tocó el féretro; los que lo llevaban se detuvieron; él dijo: «Joven, yo te lo mando: Levántate». 15 El muerto se sentó y comenzó a hablar; y él se lo entregó a su madre. 16 Todos quedaron sobrecogidos y alababan a Dios, diciendo: «Un gran profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo». 17 Y este suceso se propagó por toda Judea y por toda aquella comarca.

domingo, 14 de septiembre de 2008

Evangelio y lecturas 15 de Septiembre 2008

Tiempo Ordinario: (2ª Parte)
1ª Lectura
1Cor 11,17-26
17 Al daros estos consejos, no puedo felicitaros, pues, al parecer, vuestras reuniones, en lugar de haceros bien, os hacen daño. 18 En primer lugar, he oído decir que, cuando os reunís, hay divisiones entre vosotros, y en parte lo creo; 19 y hasta es conveniente que haya divisiones entre vosotros para que se sepa quiénes son de virtud probada. 20 Cuando os reunís en común, ya no es eso comer la cena del Señor. 21 Porque cada cual se adelanta a comer su propia cena; y mientras uno pasa hambre, otro se emborracha. 22 ¿Es que no tenéis vuestra casa para comer y beber? ¿O es que despreciáis a la Iglesia de Dios y queréis dejar en vergüenza a los que no tienen? ¿Qué os voy a decir? ¿He de felicitaros? En esto no os puedo felicitar.
INSTITUCIÓN DE LA EUCARISTÍA
23 Yo recibí del Señor lo que os he transmitido: Que Jesús, el Señor, en la noche que fue entregado, tomó pan, 24 dio gracias, lo partió y dijo: «Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros; haced esto en memoria mía». 25 Después de cenar, hizo lo mismo con el cáliz, diciendo: «Este cáliz es la nueva alianza sellada con mi sangre; cada vez que la bebáis, hacedlo en memoria mía». 26 Pues siempre que coméis este pan y bebéis este cáliz anunciáis la muerte del Señor hasta que vuelva.
1Cor 11,33
33 Por tanto, hermanos míos, cuando os reunáis para la cena, esperaos unos a otros.

Salmo Responsorial
Sal 40,7-8
7 Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, no pides holocaustos ni sacrificios por el pecado; en cambio, me has abierto el oído, 8 por lo que entonces dije: «Aquí estoy, en el libro está escrito de mí:
Sal 40,8-9
8 por lo que entonces dije: «Aquí estoy, en el libro está escrito de mí: 9 Dios mío, yo quiero hacer tu voluntad, tu ley está en el fondo de mi alma».
Sal 40,10
10 Pregoné tu justicia a la gran asamblea, no he cerrado mis labios; tú lo sabes, Señor.
Sal 40,17
17 Que se alegren y se regocijen en ti todos los que te buscan; que no dejen de decir: «Dios es grande», los que anhelan tu salvación.

Evangelio
Lc 7,1-10
1 Cuando terminó de hablar a la gente, entró en Cafarnaún. 2 Un oficial, que tenía un criado que estaba muriéndose, 3 oyó hablar de Jesús, y mandó unos ancianos de los judíos a rogarle que fuese a curar a su criado. 4 Ellos se acercaron a Jesús y le suplicaron con insistencia, diciendo: «Merece que se lo concedas, 5 porque ama a nuestro pueblo y nos ha edificado una sinagoga». 6 Jesús se puso en camino con ellos. No estaban lejos de la casa, cuando el oficial mandó unos amigos a decirle: «Señor, no te molestes, pues no soy digno de que entres en mi casa. 7 Por eso ni me he atrevido a ir yo personalmente. Di una palabra, y mi criado se curará. 8 Porque yo, que soy hombre sujeto al mando, tengo a mis órdenes soldados, y digo a éste: Vete, y va; y a otro: Ven, y viene; y a mi criado: Haz esto, y lo hace». 9 Al oírlo, quedó admirado y dijo a los que lo seguían: «Os aseguro que ni en Israel he encontrado una fe como ésta». 10 Cuando los enviados regresaron a casa, encontraron curado al criado.