sábado, 29 de julio de 2017

Evangelio 29 de Julio de 2017

Color: Blanco

Santos:

Lecturas del día:

    Primera opción

  • Primera lectura

    Éxodo 24:3-8
    3 Vino, pues, Moisés y refirió al pueblo todas las palabras de Yahveh y todas sus normas. Y todo el pueblo respondió a una voz: «Cumpliremos todas las palabras que ha dicho Yahveh.»
    4 Entonces escribió Moisés todas las palabras de Yahveh; y, levantándose de mañana, alzó al pie del monte un altar y doce estelas por las doce tribus de Israel.
    5 Luego mandó a algunos jóvenes, de los israelitas, que ofreciesen holocaustos e inmolaran novillos como sacrificios de comunión para Yahveh.
    6 Tomó Moisés la mitad de la sangre y la echó en vasijas; la otra mitad la derramó sobre el altar.
    7 Tomó después el libro de la Alianza y lo leyó ante el pueblo, que respondió: «Obedeceremos y haremos todo cuanto ha dicho Yahveh.»
    8 Entonces tomó Moisés la sangre, roció con ella al pueblo y dijo: «Esta es la sangre de la Alianza que Yahveh ha hecho con vosotros, según todas estas palabras.»
  • Salmo responsorial

    Salmo 50:1-2, 5-6, 14-15
    1 Salmo. De Asaf. El Dios de los dioses, Yahveh, habla y convoca a la tierra desde oriente hasta occidente.
    2 Desde Sión, la Hermosa sin par, Dios resplandece,
    5 «¡Congregad a mis fieles ante mí, los que mi alianza con sacrificio concertaron!»
    6 Anuncian los cielos su justicia, porque es Dios mismo el juez.
    14 «Sacrificio ofrece a Dios de acción de gracias, cumple tus votos al Altísimo;
    15 e invócame en el día de la angustia, te libraré y tú me darás gloria.»
  • Evangelio

    Juan 11:19-27
    19 y muchos judíos habían venido a casa de Marta y María para consolarlas por su hermano.
    20 Cuando Marta supo que había venido Jesús, le salió al encuentro, mientras María permanecía en casa.
    21 Dijo Marta a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano.
    22 Pero aun ahora yo sé que cuanto pidas a Dios, Dios te lo concederá.»
    23 Le dice Jesús: «Tu hermano resucitará.»
    24 Le respondió Marta: «Ya sé que resucitará en la resurrección, el último día.»
    25 Jesús le respondió: «Yo soy la resurrección El que cree en mí, aunque muera, vivirá;
    26 y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?»
    27 Le dice ella: «Sí, Señor, yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que iba a venir al mundo.»

    O también:
    Lucas 10:38-42
    38 Yendo ellos de camino, entró en un pueblo; y una mujer, llamada Marta, le recibió en su casa.
    39 Tenía ella una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra,
    40 mientras Marta estaba atareada en muchos quehaceres. Acercándose, pues, dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo? Dile, pues, que me ayude.»
    41 Le respondió el Señor: «Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas;
    42 y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la parte buena, que no le será quitada.»
  • Segunda opción

  • Primera lectura

    I Juan 4:7-16
    7 Queridos, amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios.
    8 Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es Amor.
    9 En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene; en que Dios envió al mundo a su Hijo único para que vivamos por medio de él.
    10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y nos envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados.
    11 Queridos, si Dios nos amó de esta manera, también nosotros debemos amarnos unos a otros.
    12 A Dios nadie le ha visto nunca. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud.
    13 En esto conocemos que permanecemos en él y él en nosotros: en que nos ha dado de su Espíritu.
    14 Y nosotros hemos visto y damos testimonio de que el Padre envió a su Hijo, como Salvador del mundo.
    15 Quien confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece em él y él en Dios.
    16 Y nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene, y hemos creído en él. Dios es Amor y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él.
  • Salmo responsorial

    Salmo 34:2-11
    2 Bendeciré a Yahveh en todo tiempo, sin cesar en mi boca su alabanza;
    3 en Yahveh mi alma se gloría, ¡óiganlo los humildes y se alegren!
    4 Engrandeced conmigo a Yahveh, ensalcemos su nombre todos juntos.
    5 He buscado a Yahveh, y me ha respondido: me ha librado de todos mis temores.
    6 Los que miran hacia él, refulgirán: no habrá sonrojo en su semblante.
    7 Cuando el pobre grita, Yahveh oye, y le salva de todas sus angustias.
    8 Acampa el ángel de Yahveh en torno a los que le temen y los libra.
    9 Gustad y ved qué bueno es Yahveh, dichoso el hombre que se cobija en él.
    10 Temed a Yahveh vosotros, santos suyos, que a quienes le temen no les falta nada.
    11 Los ricos quedan pobres y hambrientos, mas los que buscan a Yahveh de ningún bien carecen.
  • Evangelio

    Juan 11:19-27
    19 y muchos judíos habían venido a casa de Marta y María para consolarlas por su hermano.
    20 Cuando Marta supo que había venido Jesús, le salió al encuentro, mientras María permanecía en casa.
    21 Dijo Marta a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano.
    22 Pero aun ahora yo sé que cuanto pidas a Dios, Dios te lo concederá.»
    23 Le dice Jesús: «Tu hermano resucitará.»
    24 Le respondió Marta: «Ya sé que resucitará en la resurrección, el último día.»
    25 Jesús le respondió: «Yo soy la resurrección El que cree en mí, aunque muera, vivirá;
    26 y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?»
    27 Le dice ella: «Sí, Señor, yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que iba a venir al mundo.»

    O también:
    Lucas 10:38-42
    38 Yendo ellos de camino, entró en un pueblo; y una mujer, llamada Marta, le recibió en su casa.
    39 Tenía ella una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra,
    40 mientras Marta estaba atareada en muchos quehaceres. Acercándose, pues, dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo? Dile, pues, que me ayude.»
    41 Le respondió el Señor: «Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas;
    42 y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la parte buena, que no le será quitada.»

Evangelio meditado

En medio de la tormenta
Santo Evangelio según San Juan 11,19-27. Festividad de Santa Marta.


Por: H. Balam Loza, L.C. | Fuente: missionkits.org 




En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Jesús, aumenta mi fe. Quiero creer con sencillez, pero con firmeza, que Tú eres mi Dios y que estás realmente presente en el Sagrario. Mi fe es débil porque, si por un lado la teoría no me falta, muchas veces la rutina hace que me olvide del gran misterio de la Eucaristía. Te pido que me des la gracia de tener una fe por lo menos como un grano de mostaza.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Juan 11,19-27
En aquel tiempo, muchos judíos habían ido a ver a Marta y a María para consolarlas por la muerte de su hermano Lázaro. Apenas oyó Marta que Jesús llegaba, salió a su encuentro; pero María se quedó en casa. Le dijo a Marta a Jesús: "Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora estoy segura de que Dios te concederá cuanto le pidas".
Jesús le dijo: "Tu hermano resucitará". Marta respondió: "Ya sé que resucitará en la resurrección del último día". Jesús le dijo: "Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y todo aquel que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees tú esto?". Ella le contestó: "Sí, Señor. Creo firmemente que Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo".
Palabra de Dios.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio


"Creo firmemente que Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo". Marta en este momento está pasando por una prueba muy dura pues su hermano hace unos días que ha muerto. Sabe que Jesús, pudiendo haber hecho algo, ha preferido no hacer nada. Y en medio de estas circunstancias adversas pronuncia esta frase con convicción total, pero con sencillez impresionante.
Pensemos en Pedro cuando la barca estaba por huirse. Grita y se desespera. Y se da cuenta cuando el Maestro los saca de la tempestad. Poco a poco Pedro aprende que a veces hay que ser más fuertes y tener fe. Después el ladrón que estaba al lado de la cruz de Jesús le gritaba "Si eres Dios sálvate a Ti y a nosotros". Es decir, muchas veces la fe está puesta en los milagros o en los hechos asombrosos. Pero ¿qué pasa cuando llega el dolor irreversible y no hay milagros?
Marta nos enseña dos cosas. Lo primero es pedir. Pide con confianza a Jesús la curación de su hermano. Cuando estamos sufriendo acudamos a Jesús, Él, muchas veces, es el único que puede ayudarnos, consolarnos, curarnos. Lo segundo es la fe profunda. Cuando ve que no recibe la respuesta que quería del Maestro permanece tranquila y dice esas palabras que revelan el corazón creyente de la mujer sencilla.
Lázaro llevaba muerto tres días cuando llegó Jesús. Y a sus hermanas, Marta y María, les dijo palabras que se han grabado para siempre en la memoria de la comunidad cristiana. Así dice Jesús: "Yo soy la resurrección y la vida; Quien cree en mí, aunque muera, vivirá; El que vive y cree en mí no morirá eternamente.
Considerando esta palabra del Señor, nosotros creemos que la vida de aquel que cree en Jesús y sigue sus mandamientos, después de la muerte se transformará en una vida nueva, plena e inmortal. Como Jesús ha resucitado con su propio cuerpo, pero no ha regresado a una vida terrenal, así nosotros resucitaremos con nuestros cuerpos que serán transfigurados en cuerpos gloriosos. Él nos espera junto al Padre. Y la fuerza del Espíritu Santo, que Le ha resucitado, resucitará también a quien está con Él.
(Ángelus de S.S. Francisco, 6 de abril de 2014).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy voy a ir a Misa con un espíritu de profunda fe. Voy a poner, durante el ofertorio, todo lo que llevo dentro, mis problemas y sufrimientos con la certeza de que, aunque tal vez no sienta nada y mi vida siga igual, el Señor conoce mi sufrimiento y está a mi lado.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

viernes, 28 de julio de 2017

Evangelio 28 de Julio de 2017

Color: Blanco

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Éxodo 20:1-17
    1 Entonces pronunció Dios todas estas palabras diciendo:
    2 «Yo, Yahveh, soy tu Dios, que te he sacado del país de Egipto, de la casa de servidumbre.
    3 No habrá para ti otros dioses delante de mí.
    4 No te harás escultura ni imagen alguna ni de lo que hay arriba en los cielos, ni de lo que hay abajo en la tierra, ni de lo que hay en las aguas debajo de la tierra.
    5 No te postrarás ante ellas ni les darás culto, porque yo Yahveh, tu Dios, soy un Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me odian,
    6 y tengo misericordia por millares con los que me aman y guardan mis mandamientos.
    7 No tomarás en falso el nombre de Yahveh, tu Dios; porque Yahveh no dejará sin castigo a quien toma su nombre en falso.
    8 Recuerda el día del sábado para santificarlo.
    9 Seis días trabajarás y harás todos tus trabajos,
    10 pero el día séptimo es día de descanso para Yahveh, tu Dios. No harás ningún trabajo, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu ganado, ni el forastero que habita en tu ciudad.
    11 Pues en seis días hizo Yahveh el cielo y la tierra, el mar y todo cuanto contienen, y el séptimo descansó; por eso bendijo Yahveh el día del sábado y lo hizo sagrado.
    12 Honra a tu padre y a tu madre, para que se prolonguen tus días sobre la tierra que Yahveh, tu Dios, te va a dar.
    13 No matarás.
    14 No cometerás adulterio.
    15 No robarás.
    16 No darás testimonio falso contra tu prójimo.
    17 No codiciarás la casa de tu prójimo, ni codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de tu prójimo.»
  • Salmo responsorial

    Salmo 19:8-11
    8 La ley de Yahveh es perfecta, consolación del alma, el dictamen de Yahveh, veraz, sabiduría del sencillo.
    9 Los preceptos de Yahveh son rectos, gozo del corazón; claro el mandamiento de Yahveh, luz de los ojos.
    10 El temor de Yahveh es puro, por siempre estable; verdad, los juicios de Yahveh, justos todos ellos,
    11 apetecibles más que el oro, más que el oro más fino; sus palabras más dulces que la miel, más que el jugo de panales.
  • Evangelio

    Mateo 13:18-23
    18 «Vosotros, pues, escuchad la parábola del sembrador.
    19 Sucede a todo el que oye la Palabra del Reino y no la comprende, que viene el Maligno y arrebata lo sembrado en su corazón: éste es el que fue sembrado a lo largo del camino.
    20 El que fue sembrado en pedregal, es el que oye la Palabra, y al punto la recibe con alegría;
    21 pero no tiene raíz en sí mismo, sino que es inconstante y, cuando se presenta una tribulación o persecución por causa de la Palabra, sucumba enseguida.
    22 El que fue sembrado entre los abrojos, es el que oye la Palabra, pero los preocupaciones del mundo y la seducción de las riquezas ahogan la Palabra, y queda sin fruto.
    23 Pero el que fue sembrado en tierra buena, es el que oye la Palabra y la comprende: éste sí que da fruto y produce, uno ciento, otro sesenta, otro treinta.»

Evangelio meditado

La tierra buena
Santo Evangelio según San Mateo 13,18-23. XVI Viernes de Tiempo Ordinario.


Por: H. Rubén Tornero, L.C. | Fuente: missionkits.org 




En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Jesús, gracias porque me has querido traer hoy a este momento de intimidad contigo. Tú me conoces mejor que nadie. Sabes lo débil y frágil que soy. Ayúdame. Creo en Ti, Jesús, pero ayúdame a creer cada día más y que esa fe se traduzca en obras concretas que me lleven a parecerme más a Ti. Confío en Ti, pero ayúdame a entender que puedo abandonarme en tus manos sin temor alguno; dame la confianza que necesito para saber ver tu amor también en los momentos difíciles y confiar que lo que Tú quieres para mí, realmente es lo mejor. Te amo, Jesús, pero ayúdame a dejarme amar por Ti. Enséñame a recibir tu amor y a transmitirlo a los demás; que todo aquél que se cruce conmigo, pueda ver en mí un poco del amor que nos tienes. Gracias, Jesús.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Mateo 13,18-23
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Escuchen ustedes lo que significa la parábola del sembrador. A todo hombre que oye la Palabra del Reino y no la entiende, le llega el diablo y le arrebata lo sembrado en su corazón. Esto es lo que significan los granos que cayeron a lo largo del camino.
Lo sembrado sobre terreno pedregoso significa al que oye la Palabra y la acepta inmediatamente con alegría; pero, como es inconstante, no la deja echar raíces, y apenas le viene una tribulación o una persecución por causa de la Palabra, sucumbe.
Lo sembrado entre los espinos representa a aquel que oye la Palabra, pero las preocupaciones de la vida y la seducción de las riquezas, la sofocan y queda sin fruto.
En cambio, lo sembrado en tierra buena, representa a quienes oyen la Palabra, la entienden y dan fruto; unos, el ciento por uno; otros, el sesenta; y otros, el treinta".


Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
Jesús, hoy en este evangelio me explicas el significado de la parábola del sembrador. Tú hablas de los tipos de corazón con los que se puede acoger tu palabra. Lo que se me hace curioso Jesús, es que quieras sembrar también en terrenos que pueden parecer poco propicios. Aunque el sembrador sepa que es muy difícil que crezca su semilla en esos terrenos duros, pedregosos y llenos de espinas, aun así no deja de esparcir la semilla. A pesar de todo, el sembrador confía en que esa tierra, que hoy no es más que piedras y abrojos, algún día, con trabajo y amor, puede llegar a ser un hermoso vergel.
Mi corazón es una tierra compuesta de piedras, espinas, pájaros y tierra fértil. Sabes que me tiran los placeres, que soy más propenso a la ira que al perdón, que tengo muchos defectos contra los he luchado por largo tiempo sin haber conseguido apenas nada... pero Tú eres el mejor hortelano y confías en mí. Tú puedes transformar mi corazón de piedra en uno de carne; Tú puedes saciar toda la sed de felicidad que tiene mi corazón, Tú puedes hacer de mí un santo. Confías en mí. No esperas a que mi vida sea perfecta para comenzar a sembrar en mi alma tu maravilloso amor. Me quieres y confías en mí. Gracias, Jesús, por tu inmenso amor y tu infinita confianza. Ayúdame a no defraudarte, Jesús. No quiero estorbar tu obra en mí. Dame la gracia de no estorbar tu trabajo en mi alma para que pueda dar los frutos de santidad que esperas de mí.
"Es un corazón misericordiado y misericordioso". Es así: experimenta los beneficios que la gracia tiene sobre su herida y su pecado, siente cómo la misericordia pacifica su culpa, inunda con amor su sequedad, reaviva su esperanza. Por eso, cuando, al mismo tiempo y con la misma gracia, perdona al que tiene alguna deuda con él y se compadece de los que también son pecadores, esta misericordia arraiga en una tierra buena, en la que el agua no se escurre sino que da vida. En el ejercicio de esta misericordia que repara el mal ajeno, nadie mejor que el que tiene fresca la sensación de haber sido misericordiado en el mismo mal para ayudar a curarlo. Mírate a ti mismo; recuérdate de tu historia; cuenta tu historia, y en ella encontrarás tanta misericordia.
(Homilía de S.S. Francisco, 2 de junio de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy voy a ser sembrador de la alegría del evangelio entre los que me rodean.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

jueves, 27 de julio de 2017

Evangelio 27 de Julio de 2017

Color: Verde

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Éxodo 19:1-2, 9-11, 16-20
    1 Al tercer mes después de la salida de Egipto, ese mismo día, llegaron los hijos de Israel al desierto de Sinaí.
    2 Partieron de Refidim, y al llegar al desierto de Sinaí acamparon en el desierto. Allí acampó Israel frente al monte.
    9 Dijo Yahveh a Moisés: «Mira: Voy a presentarme a ti en una densa nube para que el pueblo me oiga hablar contigo, y así te dé crédito para siempre.» Y Moisés refirió a Yahveh las palabras del pueblo.
    10 Yahveh dijo a Moisés: «Ve donde el pueblo y haz que se santifiquen hoy y mañana; que laven sus vestidos
    11 y estén preparados para el tercer día; porque al día tercero descenderá Yahveh a la vista de todo el pueblo sobre el monte Sinaí.
    16 Al tercer día, al rayar el alba, hubo truenos y relámpagos y una densa nube sobre el monte y un poderoso resonar de trompeta; y todo el pueblo que estaba en el campamento se echó a temblar.
    17 Entonces Moisés hizo salir al pueblo del campamento para ir al encuentro de Dios, y se detuvieron al pie del monte.
    18 Todo el monte Sinaí humeaba, porque Yahveh había descendido sobre él en el fuego. Subía el humo como de un horno, y todo el monte retemblaba con violencia.
    19 El sonar de la trompeta se hacía cada vez más fuerte; Moisés hablaba y Dios le respondía con el trueno.
    20 Yahveh bajó al monte Sinaí, a la cumbre del monte; llamó Yahveh a Moisés a la cima de la montaña y Moisés subió.
  • Salmo responsorial

    Daniel 3:52-56
    52 «Bendito seas, Señor, Dios de nuestros padres, loado, exaltado eternamente. Bendito el santo nombre de tu gloria, loado, exaltado eternamente.
    53 Bendito seas en el templo de tu santa gloria, cantado, enaltecido eternamente.
    54 Bendito seas en el trono de tu reino, cantado, exaltado eternamente.
    55 Bendito tú, que sondas los abismos, que te sientas sobre querubines, loado, exaltado eternamente.
    56 Bendito seas en el firmamento del cielo, cantado, glorificado eternamente.
  • Evangelio

    Mateo 13:10-17
    10 Y acercándose los discípulos le dijeron: «¿Por qué les hablas en parábolas?»
    11 El les respondió: «Es que a vosotros se os ha dado el conocer los misterios del Reino de los Cielos, pero a ellos no.
    12 Porque a quien tiene se le dará y le sobrará; pero a quien no tiene, aun lo que tiene se le quitará.
    13 Por eso les hablo en parábolas, porque viendo no ven, y oyendo no oyen ni entienden.
    14 En ellos se cumple la profecía de Isaías: Oír, oiréis, pero no entenderéis, mirar, miraréis, pero no veréis.
    15 Porque se ha embotado el corazón de este pueblo, han hecho duros sus oídos, y sus ojos han cerrado; no sea que vean con sus ojos, con sus oídos oigan, con su corazón entiendan y se conviertan, y yo los sane.
    16 «¡Pero dichosos vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos, porque oyen!
    17 Pues os aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que vosotros veis, pero no lo vieron, y oír lo que vosotros oís, pero no lo oyeron.

Evangelio meditado

¿Qué quieres hoy de mí Señor?
Santo Evangelio según San Mateo 13, 10-17. XVI Jueves de Tiempo Ordinario.


Por: H. Adrián Olvera de la Cruz LC | Fuente: www.missionkits.org 




En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Aquí esto Señor…. Vengo ante Ti… Abre mi corazón.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Mateo 13, 10-17
En aquel tiempo se acercaron a Jesús sus discípulos y le preguntaron: "¿Por qué les hablas en parábolas?". Él les respondió: "A ustedes se les ha concedido conocer los misterios del Reino de los Cielos; pero a ellos no. Al que tiene se le dará más y nadará en la abundancia; pero al que tiene poco, aun eso poco se le quitará. Por eso les hablo en parábolas, porque viendo no ven, y oyendo no oyen ni entienden.
En ellos se cumple aquella profecía de Isaías que dice: Ustedes oirán una y otra vez y no entenderán; miraran y volverán a mirar, pero no verán; porque este pueblo ha endurecido su corazón, ha cerrado sus ojos y ha tapado sus oídos, con el fin de no ver con los ojos ni oír con los oídos, ni comprender con el corazón. Porque no quieren convertirse ni que yo los salve.
Pero, dichosos ustedes, porque sus ojos ven y sus oídos oyen. Yo les aseguro que muchos profetas y muchos justos desearon ver lo que ustedes ven y no lo vieron y oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron.
Palabra del Señor.


Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Solemos decir en el lenguaje cotidiano: "Dios me lo dijo", escuché a Dios, Dios me lo mostró… Dios me llamó… ¿Es una metáfora?, ¿una forma de decir?, ¿una imagen que me sirve sólo para explicar?...
Recurro a mi memoria y me encuentro con momentos, circunstancias… ocasiones en donde no sé cómo; no sé cuándo… ahí en lo profundo de mi conciencia, me lo dijo, escuché, me mostró, me llamó…
Encontré consuelo, aridez; descanso, vértigo…; miedo, confianza, sentido…encontré amor. Es una extraña seguridad.
Es un verdadero don, pues hay personas que ven lo que yo veo…escuchan lo que yo escucho y viven lo que yo vivo pero, al final, es como si fueran cuadros distintos. Sin embargo este don que me has querido dar… es, definitivamente un designio de bondad que trae mucha responsabilidad.
Un don que hay que agradecer, donde la pregunta correcta no es: ¿por qué… por qué a mí? Sino ¿para qué Señor? ¿Qué quieres que haga con todo esto que me das?
No permitas que cierre mi corazón ante el don de tu amor; que cierre mis oídos ante tu voz.
¿Qué quieres hoy de mí, Señor?...
"Formarse supone ser capaces de acercarse con humildad al Señor y preguntarle: ¿Cuál es tu voluntad? ¿Qué quieres de mí? Sabemos la respuesta, pero tal vez nos haga bien recordarla, y para ello les propongo las tres palabras del Shemá con las que Jesús respondió al Levita: "amarás al Señor con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas"."
(Homilía de S.S. Francisco, 1 de abril de 2017).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Ir a visitar al Santísimo y pedir, de una manera especial, por las vocaciones, para que todos sepan escuchar su llamado.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

miércoles, 26 de julio de 2017

Evangelio 26 de Julio de 2017

Color: Blanco

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Eclesiástico 44:1, 10-15
    1 Hagamos ya el elogio de los hombres ilustres, de nuestros padres según su sucesión.
    10 Mas de otro modo estos hombres de bien, cuyas acciones justas no han quedado en olvido.
    11 Con su linaje permanece una rica herencia, su posteridad.
    12 En las alianzas se mantuvo su linaje, y sus hijos gracias a ellos.
    13 Para siempre permanece su linaje, y su gloria no se borrará.
    14 Sus cuerpos fueron sepultados en paz, y su nombre vive por generaciones.
    15 Su sabiduría comentarán los pueblos, su elogio lo publicará la asamblea.
  • Salmo responsorial

    Salmo 132:11, 13-14, 17-18
    11 Juró Yahveh a David, verdad que no retractará: «El fruto de tu seno asentaré en tu trono.
    13 Porque Yahveh ha escogido a Sión, la ha querido como sede para sí:
    14 «Aquí está mi reposo para siempre, en él me sentaré, pues lo he querido.
    17 «Allí suscitaré a David un fuerte vástago, aprestaré una lámpara a mi ungido;
    18 de vergüenza cubriré a sus enemigos, y sobre él brillará su diadema».
  • Evangelio

    Mateo 13:16-17
    16 «¡Pero dichosos vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos, porque oyen!
    17 Pues os aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que vosotros veis, pero no lo vieron, y oír lo que vosotros oís, pero no lo oyeron.