sábado, 29 de febrero de 2020

Lecturas 1 de Marzo de 2020

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Génesis 2:7-9; 3:1-7
    7 Entonces Yahveh Dios formó al hombre con polvo del suelo, e insufló en sus narices aliento de vida, y resultó el hombre un ser viviente.
    8 Luego plantó Yahveh Dios un jardín en Edén, al oriente, donde colocó al hombre que había formado.
    9 Yahveh Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles deleitosos a la vista y buenos para comer, y en medio del jardín, el árbol de la vida y el árbol de la ciencia del bien y del mal.
    1 La serpiente era el más astuto de todos los animales del campo que Yahveh Dios había hecho. Y dijo a la mujer: «¿Cómo es que Dios os ha dicho: No comáis de ninguno de los árboles del jardín?»
    2 Respondió la mujer a la serpiente: «Podemos comer del fruto de los árboles del jardín.
    3 Mas del fruto del árbol que está en medio del jardín, ha dicho Dios: No comáis de él, ni lo toquéis, so pena de muerte.»
    4 Replicó la serpiente a la mujer: «De ninguna manera moriréis.
    5 Es que Dios sabe muy bien que el día en que comiereis de él, se os abrirán los ojos y seréis como dioses, conocedores del bien y del mal.»
    6 Y como viese la mujer que el árbol era bueno para comer, apetecible a la vista y excelente para lograr sabiduría, tomó de su fruto y comió, y dio también a su marido, que igualmente comió.
    7 Entonces se les abrieron a entrambos los ojos, y se dieron cuenta de que estaban desnudos; y cosiendo hojas de higuera se hicieron unos ceñidores.
  • Salmo responsorial

    Salmo 51:3-6, 12-13, 17
    3 Tenme piedad, oh Dios, según tu amor, por tu inmensa ternura borra mi delito,
    4 lávame a fondo de mi culpa, y de mi pecado purifícame.
    5 Pues mi delito yo lo reconozco, mi pecado sin cesar está ante mí;
    6 contra ti, contra ti solo he pecado, lo malo a tus ojos cometí. Por que aparezca tu justicia cuando hablas y tu victoria cuando juzgas.
    12 Crea en mí, oh Dios, un puro corazón, un espíritu firme dentro de mí renueva;
    13 no me rechaces lejos de tu rostro, no retires de mí tu santo espíritu.
    17 abre, Señor, mis labios, y publicará mi boca tu alabanza.
  • Segunda lectura

    Romanos 5:12-19
    12 Por tanto, como por un solo hombre entró el pecado en el mundo y por el pecado la muerte y así la muerte alcanzó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron;
    13 - porque, hasta la ley, había pecado en el mundo, pero el pecado no se imputa no habiendo ley;
    14 con todo, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés aun sobre aquellos que no pecaron con una transgresión semejante a la de Adán, el cual es figura del que había de venir...
    15 Pero con el don no sucede como con el delito. Si por el delito de uno solo murieron todos ¡cuánto más la gracia de Dios y el don otorgado por la gracia de un solo hombre Jesucristo, se han desbordado sobre todos!
    16 Y no sucede con el don como con las consecuencias del pecado de uno solo; porque la sentencia, partiendo de uno solo, lleva a la condenación, mas la obra de la gracia, partiendo de muchos delitos, se resuelve en justificación.
    17 En efecto, si por el delito de uno solo reinó la muerte por un solo hombre ¡con cuánta más razón los que reciben en abundancia la gracia y el don de la justicia, reinarán en la vida por un solo, por Jesucristo!
    18 Así pues, como el delito de uno solo atrajo sobre todos los hombres la condenación, así también la obra de justicia de uno solo procura toda la justificación que da la vida.
    19 En efecto, así como por la desobediencia de un solo hombre, todos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno solo todos serán constituidos justos.

    O también:
    Romanos 5:12, 17-19
    12 Por tanto, como por un solo hombre entró el pecado en el mundo y por el pecado la muerte y así la muerte alcanzó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron;
    17 En efecto, si por el delito de uno solo reinó la muerte por un solo hombre ¡con cuánta más razón los que reciben en abundancia la gracia y el don de la justicia, reinarán en la vida por un solo, por Jesucristo!
    18 Así pues, como el delito de uno solo atrajo sobre todos los hombres la condenación, así también la obra de justicia de uno solo procura toda la justificación que da la vida.
    19 En efecto, así como por la desobediencia de un solo hombre, todos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno solo todos serán constituidos justos.
  • Evangelio

    Mateo 4:1-11
    1 Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo.
    2 Y después de hacer un ayuno de cuarenta días y cuarenta noches, al fin sintió hambre.
    3 Y acercándose el tentador, le dijo: «Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes.»
    4 Mas él respondió: «Está escrito: No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.»
    5 Entonces el diablo le lleva consigo a la Ciudad Santa, le pone sobre el alero del Templo,
    6 y le dice: «Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: A sus ángeles te encomendará, y en sus manos te llevarán, para que no tropiece tu pie en piedra alguna.»
    7 Jesús le dijo: «También está escrito: No tentarás al Señor tu Dios.»
    8 Todavía le lleva consigo el diablo a un monte muy alto, le muestra todos los reinos del mundo y su gloria,
    9 y le dice: «Todo esto te daré si postrándote me adoras.»
    10 Dícele entonces Jesús: «Apártate, Satanás, porque está escrito: Al Señor tu Dios adorarás, y sólo a él darás culto.»
    11 Entonces el diablo le deja. Y he aquí que se acercaron unos ángeles y le servían.

Lecturas 29 de Febrero de 2020

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Isaías 58:9-14
    9 Entonces clamarás, y Yahveh te responderá, pedirás socorro, y dirá: «Aquí estoy.» Si apartas de ti todo yugo, no apuntas con el dedo y no hablas maldad,
    10 repartes al hambriento tu pan, y al alma afligida dejas saciada, resplandecerá en las tinieblas tu luz, y lo oscuro de ti será como mediodía.
    11 Te guiará Yahveh de continuo, hartará en los sequedales tu alma, dará vigor a tus huesos, y serás como huerto regado, o como manantial cuyas aguas nunca faltan.
    12 Reedificarán, de ti, tus ruinas antiguas, levantarás los cimientos de pasadas generaciones, se te llamará Reparador de brechas, y Restaurador de senderos frecuentados.
    13 Si apartas del sábado tu pie, de hacer tu negocio en el día santo, y llamas al sábado «Delicia», al día santo de Yahveh «Honorable», y lo honras evitando tus viajes, no buscando tu interés ni tratando asuntos,
    14 entonces te deleitarás en Yahveh, y yo te haré cabalgar sobre los altozanos de la tierra. Te alimentaré con la heredad de Jacob tu padre; porque la boca de Yahveh ha hablado.
  • Salmo responsorial

    Salmo 86:1-6
    1 Oración. De David. Tiende tu oído, Yahveh, respóndeme, que soy desventurado y pobre,
    2 guarda mi alma, porque yo te amo, salva a tu siervo que confía en ti. Tú eres mi Dios,
    3 tenme piedad, Señor, pues a ti clamo todo el día;
    4 recrea el alma de tu siervo, cuando hacia ti, Señor, levanto mi alma.
    5 Pues tú eres, Señor, bueno, indulgente, rico en amor para todos los que te invocan;
    6 Yahveh, presta oído a mi plegaria, atiende a la voz de mis súplicas.
  • Evangelio

    Lucas 5:27-32
    27 Después de esto, salió y vio a un publicano llamado Leví, sentado en el despacho de impuestos, y le dijo: «Sígueme.»
    28 El, dejándolo todo, se levantó y le siguió.
    29 Leví le ofreció en su casa un gran banquete. Había un gran número de publicanos, y de otros que estaban a la mesa con ellos.
    30 Los fariseos y sus escribas murmuraban diciendo a los discípulos: «¿Por qué coméis y bebéis con los publicanos y pecadores?»
    31 Les respondió Jesús: «No necesitan médico los que están sanos, sino los que están mal.
    32 No he venido a llamar a conversión a justos, sino a pecadores.»

viernes, 28 de febrero de 2020

Lecturas 28 de Febrero de 2020

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Isaías 58:1-9
    1 Clama a voz en grito, no te moderes; levanta tu voz como cuerno y denuncia a mi pueblo su rebeldía y a la casa de Jacob sus pecados.
    2 A mí me buscan día a día y les agrada conocer mis caminos, como si fueran gente que la virtud practica y el rito de su Dios no hubiesen abandonado. Me preguntan por las leyes justas, la vecindad de su Dios les agrada.
    3 - ¿Por qué ayunamos, si tú no lo ves? ¿Para qué nos humillamos, si tú no lo sabes? - Es que el día en que ayunabais, buscabais vuestro negocio y explotabais a todos vuestros trabajadores.
    4 Es que ayunáis para litigio y pleito y para dar de puñetazos a malvados. No ayunéis como hoy, para hacer oír en las alturas vuestra voz.
    5 ¿Acaso es éste el ayuno que yo quiero el día en que se humilla el hombre? ¿Había que doblegar como junco la cabeza, en sayal y ceniza estarse echado? ¿A eso llamáis ayuno y día grato a Yahveh?
    6 ¿No será más bien este otro el ayuno que yo quiero: desatar los lazos de maldad, deshacer las coyundas del yugo, dar la libertad a los quebrantados, y arrancar todo yugo?
    7 ¿No será partir al hambriento tu pan, y a los pobres sin hogar recibir en casa? ¿Que cuando veas a un desnudo le cubras, y de tu semejante no te apartes?
    8 Entonces brotará tu luz como la aurora, y tu herida se curará rápidamente. Te precederá tu justicia, la gloria de Yahveh te seguirá.
    9 Entonces clamarás, y Yahveh te responderá, pedirás socorro, y dirá: «Aquí estoy.» Si apartas de ti todo yugo, no apuntas con el dedo y no hablas maldad,
  • Salmo responsorial

    Salmo 51:3-6, 18-19
    3 Tenme piedad, oh Dios, según tu amor, por tu inmensa ternura borra mi delito,
    4 lávame a fondo de mi culpa, y de mi pecado purifícame.
    5 Pues mi delito yo lo reconozco, mi pecado sin cesar está ante mí;
    6 contra ti, contra ti solo he pecado, lo malo a tus ojos cometí. Por que aparezca tu justicia cuando hablas y tu victoria cuando juzgas.
    18 Pues no te agrada el sacrificio, si ofrezco un holocausto no lo aceptas.
    19 El sacrificio a Dios es un espíritu contrito; un corazón contrito y humillado, oh Dios, no lo desprecias.
  • Evangelio

    Mateo 9:14-15
    14 Entonces se le acercan los discípulos de Juan y le dicen: «¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos, y tus discípulos no ayunan?»
    15 Jesús les dijo: «Pueden acaso los invitados a la boda ponerse tristes mientras el novio está con ellos? Días vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces ayunarán.

jueves, 27 de febrero de 2020

Lecturas 27 de Febrero de 2020

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Deuteronomio 30:15-20
    15 Mira, yo pongo hoy ante ti vida y felicidad, muerte y desgracia.
    16 Si escuchas los mandamientos de Yahveh tu Dios que yo te prescribo hoy, si amas a Yahveh tu Dios, si sigues sus caminos y guardas sus mandamientos, preceptos y normas, vivirás y multiplicarás; Yahveh tu Dios te bendecirá en la tierra a la que vas a entrar para tomarla en posesión.
    17 Pero si tu corazón se desvía y no escuchas, si te dejas arrastrar a postrarte ante otros dioses y a darles culto,
    18 yo os declaro hoy que pereceréis sin remedio y que no viviréis muchos días en el suelo que vas a tomar en posesión al pasar el Jordán.
    19 Pongo hoy por testigos contra vosotros al cielo y a la tierra: te pongo delante vida o muerte, bendición o maldición. Escoge la vida, para que vivas, tú y tu descendencia,
    20 amando Yahveh tu Dios, escuchando su voz, viviendo unido a él; pues en eso está tu vida, así como la prolongación de tus días mientras habites en la tierra que Yahveh juró dar a tus padres Abraham, Isaac y Jacob.
  • Salmo responsorial

    Salmo 1:1-4, 6
    1 ¡Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos, ni en la senda de los pecadores se detiene, ni en el banco de los burlones se sienta,
    2 mas se complace en la ley de Yahveh, su ley susurra día y noche!
    3 Es como un árbol plantado junto a corrientes de agua, que da a su tiempo el fruto, y jamás se amustia su follaje; todo lo que hace sale bien.
    4 ¡No así los impíos, no así! Que ellos son como paja que se lleva el viento.
    6 Porque Yahveh conoce el camino de los justos, pero el camino de los impíos se pierde.
  • Evangelio

    Lucas 9:22-25
    22 Dijo: «El Hijo del hombre debe sufrir mucho, y ser reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y resucitar al tercer día.»
    23 Decía a todos: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.
    24 Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí, ése la salvará.
    25 Pues, ¿de qué le sirve al hombre haber ganado el mundo entero, si él mismo se pierde o se arruina?

miércoles, 26 de febrero de 2020

Lecturas 26 de Febrero de 2020

  • Primera lectura

    Joel 2:12-18
    12 «Mas ahora todavía - oráculo de Yahveh - volved a mí de todo corazón, con ayuno, con llantos, con lamentos.»
    13 Desgarrad vuestro corazón y no vuestros vestidos, volved a Yahveh vuestro Dios, porque él es clemente y compasivo, tardo a la cólera, rico en amor, y se ablanda ante la desgracia.
    14 ¡Quién sabe si volverá y se ablandará, y dejará tras sí una bendición, oblación y libación a Yahveh vuestro Dios!
    15 ¡Tocad el cuerno en Sión, promulgad un ayuno, llamad a concejo,
    16 congregad al pueblo, convocad la asamblea, reunid a los ancianos, congregad a los pequeños y a los niños de pecho! Deje el recién casado su alcoba y la recién casada su tálamo.
    17 Entre el vestíbulo y el altar lloren los sacerdotes, ministros de Yahveh, y digan: «¡Perdona, Yahveh, a tu pueblo, y no entregues tu heredad al oprobio a la irrisión de las naciones! ¿Por qué se ha de decir entre los pueblos: ¿Dónde está su Dios?»
    18 Y Yahveh se llenó de celo por su tierra, y tuvo piedad de su pueblo.
  • Salmo responsorial

    Salmo 51:3-6, 12-14, 17
    3 Tenme piedad, oh Dios, según tu amor, por tu inmensa ternura borra mi delito,
    4 lávame a fondo de mi culpa, y de mi pecado purifícame.
    5 Pues mi delito yo lo reconozco, mi pecado sin cesar está ante mí;
    6 contra ti, contra ti solo he pecado, lo malo a tus ojos cometí. Por que aparezca tu justicia cuando hablas y tu victoria cuando juzgas.
    12 Crea en mí, oh Dios, un puro corazón, un espíritu firme dentro de mí renueva;
    13 no me rechaces lejos de tu rostro, no retires de mí tu santo espíritu.
    14 Vuélveme la alegría de tu salvación, y en espíritu generoso afiánzame;
    17 abre, Señor, mis labios, y publicará mi boca tu alabanza.
  • Segunda lectura

    II Corintios 5:20--6:2
    20 Somos, pues, embajadores de Cristo, como si Dios exhortara por medio de nosotros. En nombre de Cristo os suplicamos: ¡reconciliaos con Dios!
    21 A quien no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que viniésemos a ser justicia de Dios en él.
    1 Y como cooperadores suyos que somos, os exhortamos a que no recibáis en vano la gracia de Dios.
    2 Pues dice él: En el tiempo favorable te escuché y en el día de salvación te ayudé. Mirad ahora el momento favorable; mirad ahora el día de salvación.
  • Evangelio

    Mateo 6:1-6, 16-18
    1 «Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial.
    2 Por tanto, cuando hagas limosna, no lo vayas trompeteando por delante como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres; en verdad os digo que ya reciben su paga.
    3 Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha;
    4 así tu limosna quedará en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
    5 «Y cuando oréis, no seáis como los hipócritas, que gustan de orar en las sinagogas y en las esquinas de las plazas bien plantados para ser vistos de los hombres; en verdad os digo que ya reciben su paga.
    6 Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu aposento y, después de cerrar la puerta, ora a tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
    16 «Cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas, que desfiguran su rostro para que los hombres vean que ayunan; en verdad os digo que ya reciben su paga.
    17 Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro,
    18 para que tu ayuno sea visto, no por los hombres, sino por tu Padre que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.

martes, 25 de febrero de 2020

Lecturas 25 de Febrero de 2020

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Santiago 4:1-10
    1 ¿De dónde proceden las guerras y las contiendas entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones que luchan en vuestros miembros?
    2 ¿Codiciáis y no poseéis? Matáis. ¿Envidiáis y no podéis conseguir? Combatís y hacéis la guerra. No tenéis porque no pedís.
    3 Pedís y no recibís porque pedís mal, con la intención de malgastarlo en vuestras pasiones.
    4 ¡Adúlteros!, ¿no sabéis que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Cualquiera, pues, que desee ser amigo del mundo se constituye en enemigo de Dios.
    5 ¿Pensáis que la Escritura dice en vano: Tiene deseos ardientes el espíritu que él ha hecho habitar en nosotros?
    6 Más aún, da una gracia mayor; por eso dice: Dios resiste a los soberbios y da su gracia a los humildes.
    7 Someteos, pues, a Dios; resistid al Diablo y él huirá de vosotros.
    8 Acercaos a Dios y él se acercará a vosotros. Purificaos, pecadores, las manos; limpiad los corazones, hombres irresolutos.
    9 Lamentad vuestra miseria, entristeceos y llorad. Que vuestra risa se cambie en llanto y vuestra alegría en tristeza.
    10 Humillaos ante el Señor y él os ensalzará.
  • Salmo responsorial

    Salmo 55:7-11, 23
    7 Y digo: ¡Quién me diera alas como a la paloma para volar y reposar!
    8 Huiría entonces lejos, en el desierto moraría.
    9 En seguida encontraría un asilo contra el viento furioso y la tormenta.
    10 ¡Oh, piérdelos, Señor, enreda sus lenguas!, pues veo discordia y altercado en la ciudad;
    11 rondan día y noche por sus murallas. Y dentro de ella falsedad y malicia,
    23 Descarga en Yahveh tu peso, y él te sustentará; no dejará que para siempre zozobre el justo.
  • Evangelio

    Marcos 9:30-37
    30 Y saliendo de allí, iban caminando por Galilea; él no quería que se supiera,
    31 porque iba enseñando a sus discípulos. Les decía: «El Hijo del hombre será entregado en manos de los hombres; le matarán y a los tres días de haber muerto resucitará.»
    32 Pero ellos no entendían lo que les decía y temían preguntarle.
    33 Llegaron a Cafarnaúm, y una vez en casa, les preguntaba: «¿De qué discutíais por el camino?»
    34 Ellos callaron, pues por el camino habían discutido entre sí quién era el mayor.
    35 Entonces se sentó, llamó a los Doce, y les dijo: «Si uno quiere ser el primero, sea el último de todos y el servidor de todos.»
    36 Y tomando un niño, le puso en medio de ellos, le estrechó entre sus brazos y les dijo:
    37 «El que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe; y el que me reciba a mí, no me recibe a mí sino a Aquel que me ha enviado.»

lunes, 24 de febrero de 2020

Lecturas 24 de Febrero de 2020

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Santiago 3:13-18
    13 ¿Hay entre vosotros quien tenga sabiduría o experiencia? Que muestre por su buena conducta las obras hechas con la dulzura de la sabiduría.
    14 Pero si tenéis en vuestro corazón amarga envidia y espíritu de contienda, no os jactéis ni mintáis contra la verdad.
    15 Tal sabiduría no desciende de lo alto, sino que es terrena, natural, demoníaca.
    16 Pues donde existen envidias y espíritu de contienda, allí hay desconcierto y toda clase de maldad.
    17 En cambio la sabiduría que viene de lo alto es, en primer lugar, pura, además pacífica, complaciente, dócil, llena de compasión y buenos frutos, imparcial, sin hipocresía.
    18 Frutos de justicia se siembran en la paz para los que procuran la paz.
  • Salmo responsorial

    Salmo 19:8-10, 15
    8 La ley de Yahveh es perfecta, consolación del alma, el dictamen de Yahveh, veraz, sabiduría del sencillo.
    9 Los preceptos de Yahveh son rectos, gozo del corazón; claro el mandamiento de Yahveh, luz de los ojos.
    10 El temor de Yahveh es puro, por siempre estable; verdad, los juicios de Yahveh, justos todos ellos,
    15 ¡Sean gratas las palabras de mi boca, y el susurro de mi corazón, sin tregua ante ti, Yahveh, roca mía, mi redentor.
  • Evangelio

    Marcos 9:14-29
    14 Al llegar donde los discípulos, vio a mucha gente que les rodeaba y a unos escribas que discutían con ellos.
    15 Toda la gente, al verle, quedó sorprendida y corrieron a saludarle.
    16 El les preguntó: «¿De qué discutís con ellos?»
    17 Uno de entre la gente le respondió: «Maestro, te he traído a mi hijo que tiene un espíritu mudo
    18 y, dondequiera que se apodera de él, le derriba, le hace echar espurnarajos, rechinar de dientes y le deja rígido. He dicho a tus discípulos que lo expulsaran, pero no han podido.»
    19 El les responde: «¡Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo habré de soportaros? ¡Traédmelo!»
    20 Y se lo trajeron. Apenas el espíritu vio a Jesús, agitó violentamente al muchacho y, cayendo en tierra, se revolcaba echando espumarajos.
    21 Entonces él preguntó a su padre: «¿Cuánto tiempo hace que le viene sucediendo esto?» Le dijo: «Desde niño.
    22 Y muchas veces le ha arrojado al fuego y al agua para acabar con él; pero, si algo puedes, ayúdanos, compadécete de nosotros.»
    23 Jesús le dijo: «¡Qué es eso de si puedes! ¡Todo es posible para quien cree!»
    24 Al instante, gritó el padre del muchacho: «¡Creo, ayuda a mi poca fe!»
    25 Viendo Jesús que se agolpaba la gente, increpó al espíritu inmundo, diciéndole: «Espíritu sordo y mudo, yo te lo mando: sal de él y no entres más en él.»
    26 Y el espíritu salió dando gritos y agitándole con violencia. El muchacho quedó como muerto, hasta el punto de que muchos decían que había muerto.
    27 Pero Jesús, tomándole de la mano, le levantó y él se puso en pie.
    28 Cuando Jesús entró en casa, le preguntaban en privado sus discípulos: «¿Por qué nosotros no pudimos expulsarle?»
    29 Les dijo: «Esta clase con nada puede ser arrojada sino con la oración.»