sábado, 20 de febrero de 2016

Evangelio 21 de Febrero de 2016

Liturgia de las Horas: 2da. Semana del Salterio

Color: Morado

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Génesis 15:5-12, 17-18
    5 Y sacándole afuera, le dijo: «Mira al cielo, y cuenta las estrellas, si puedes contarlas.» Y le dijo: «Así será tu descendencia.»
    6 Y creyó él en Yahveh, el cual se lo reputó por justicia.
    7 Y le dijo: «Yo soy Yahveh que te saqué de Ur de los caldeos, para darte esta tierra en propiedad.»
    8 El dijo: «Mi Señor, Yahveh, ¿en qué conoceré que ha de ser mía?»
    9 Díjole: «Tráeme una novilla de tres años, una cabra de tres años, un carnero de tres años, una tórtola y un pichón.»
    10 Tomó él todas estas cosas, y partiéndolas por medio, puso cada mitad enfrente de la otra. Los pájaros no los partió.
    11 Las aves rapaces bajaron sobre los cadáveres, pero Abram las espantó.
    12 Y sucedió que estando ya el sol para ponerse, cayó sobre Abram un sopor, y de pronto le invadió un gran sobresalto.
    17 Y, puesto ya el sol, surgió en medio de densas tinieblas un horno humeante y una antorcha de fuego que pasó por entre aquellos animales partidos.
    18 Aquel día firmó Yahveh una alianza con Abram, diciendo: «A tu descendencia he dado esta tierra, desde el rió de Egipto hasta el Río Grande, el río Eufrates:
  • Salmo responsorial

    Salmo 27:1, 7-9, 13-14
    1 Yahveh es mi luz y mi salvación, ¿a quién he de temer? Yahveh, el refugio de mi vida, ¿por quién he de temblar?
    7 Escucha, Yahveh, mi voz que clama, ¡tenme piedad, respóndeme!
    8 Dice de ti mi corazón: «Busca su rostro.» Sí, Yahveh, tu rostro busco:
    9 No me ocultes tu rostro. No rechaces con cólera a tu siervo; tú eres mi auxilio. No me abandones, no me dejes, Dios de mi salvación.
    13 ¡Ay, si estuviera seguro de ver la bondad de Yahveh en la tierra de los vivos!
    14 Espera en Yahveh, ten valor y firme corazón, espera en Yahveh.
  • Segunda lectura

    Filipenses 3:17--4:1
    17 Hermanos, sed imitadores míos, y fijaos en los que viven según el modelo que tenéis en nosotros.
    18 Porque muchos viven según os dije tantas veces, y ahora os lo repito con lágrimas, como enemigos de la cruz de Cristo,
    19 cuyo final es la perdición, cuyo Dios es el vientre, y cuya gloria está en su vergüenza, que no piensan más que en las cosas de la tierra.
    20 Pero nosotros somos ciudadanos del cielo, de donde esperamos como Salvador al Señor Jesucristo,
    21 el cual transfigurará este miserable cuerpo nuestro en un cuerpo glorioso como el suyo, en virtud del poder que tiene de someter a sí todas las cosas.
    1 Por tanto, hermanos míos queridos y añorados, mi gozo y mi corona, manteneos así firmes en el Señor, queridos.

    O también:
    Filipenses 3:20--4:1
    20 Pero nosotros somos ciudadanos del cielo, de donde esperamos como Salvador al Señor Jesucristo,
    21 el cual transfigurará este miserable cuerpo nuestro en un cuerpo glorioso como el suyo, en virtud del poder que tiene de someter a sí todas las cosas.
    1 Por tanto, hermanos míos queridos y añorados, mi gozo y mi corona, manteneos así firmes en el Señor, queridos.
  • Evangelio

    Lucas 9:28-36
    28 Sucedió que unos ocho días después de estas palabras, tomó consigo a Pedro, Juan y Santiago, y subió al monte a orar.
    29 Y sucedió que, mientras oraba, el aspecto de su rostro se mudó, y sus vestidos eran de una blancura fulgurante,
    30 y he aquí que conversaban con él dos hombres, que eran Moisés y Elías;
    31 los cuales aparecían en gloria, y hablaban de su partida, que iba a cumplir en Jerusalén.
    32 Pedro y sus compañeros estaban cargados de sueño, pero permanecían despiertos, y vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él.
    33 Y sucedió que, al separarse ellos de él, dijo Pedro a Jesús: «Maestro, bueno es estarnos aquí. Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías», sin saber lo que decía.
    34 Estaba diciendo estas cosas cuando se formó una nube y los cubrió con su sombra; y al entrar en la nube, se llenaron de temor.
    35 Y vino una voz desde la nube, que decía: «Este es mi Hijo, mi Elegido; escuchadle.»
    36 Y cuando la voz hubo sonado, se encontró Jesús solo. Ellos callaron y, por aquellos días, no dijeron a nadie nada de lo que habían visto.

Evangelio 20 de Febrero de 2016

Liturgia de las Horas: 1ra. Semana del Salterio

Color: Morado

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Deuteronomio 26:16-19
    16 Yahveh tu Dios te manda hoy practicar estos preceptos y estas normas; las guardarás y las practicarás con todo tu corazón y con toda tu alma.
    17 Has hecho decir a Yahveh que él será tu Dios - tú seguirás sus caminos, observarás sus preceptos, sus mandamientos y sus normas, y escucharás su voz -.
    18 Y Yahveh te ha hecho decir hoy que serás su pueblo propio, como él te ha dicho - tú deberás guardar todos sus mandamientos -;
    19 él te elevará en honor, renombre y gloria, por encima de todas las naciones que hizo, y serás un pueblo consagrado a Yahveh tu Dios como él te ha dicho.
  • Salmo responsorial

    Salmo 119:1-2, 4-5, 7-8
    1 Dichosos los que van por camino perfecto, los que proceden en la ley de Yahveh.
    2 Dichosos los que guardan sus dictámenes, los que le buscan de todo corazón,
    4 Tú tus ordenanzas promulgaste, para que sean guardadas cabalmente.
    5 ¡Ojalá mis caminos se aseguren para observar tus preceptos!
    7 Con rectitud de corazón te daré gracias, al aprender tus justos juicios.
    8 Tus preceptos, los observaré, no me abandones tú del todo.
  • Evangelio

    Mateo 5:43-48
    43 «Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo.
    44 Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan,
    45 para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos.
    46 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa vais a tener? ¿No hacen eso mismo también los publicanos?
    47 Y si no saludáis más que a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de particular? ¿No hacen eso mismo también los gentiles?
    48 Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial.

Evangelio meditado

Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan
Cuaresma y Semana Santa


Mateo 5, 43-48. Cuaresma. Saber perdonar es un don y una gracia, pero está al alcance ¡aunque nos parezca imposible!


Por: Héctor Bárcenas Gómez | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Mateo 5, 43-48 
Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa vais a tener? ¿No hacen eso mismo también los publicanos? Y si no saludáis más que a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de particular? ¿No hacen eso mismo también los gentiles? Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial.

Oración introductoria
Aquí estoy, Señor, en tu presencia. Quiero estar contigo estos momentos para que llenes mi corazón de tu amor, de tu bondad. Tú conoces mi alma, sabes cuánto me cuesta salir de mí mismo y amar de verdad. Por eso, vengo a ti, que eres la fuente de amor, para que acercándome tanto a la hoguera de tu caridad, mi corazón y mi vida ardan en tu amor.

Petición
Señor, llena mi corazón de tu amor.

Meditación del Papa Francisco
La misericordia no es un sentimiento pasajero, sino la síntesis de la Buena Noticia; es la opción de los que quieren tener los sentimientos del Corazón de Jesús, de quien quiere seriamente seguir al Señor, que nos pide: “Sed misericordiosos como vuestro Padre”. El Padre Hermes Ronchi dice: “Misericordia: escándalo para la justicia, locura para la inteligencia, consuelo para nosotros, los deudores. La deuda de existir, la deuda de ser amados, sólo se paga con la misericordia”.
Así pues, que sea la misericordia la que guíe nuestros pasos, la que inspire nuestras reformas, la que ilumine nuestras decisiones. Que sea el soporte maestro de nuestro trabajo. Que sea la que nos enseñe cuándo hemos de ir adelante y cuándo debemos dar un paso atrás. Que sea la que nos haga ver la pequeñez de nuestros actos en el gran plan de salvación de Dios y en la majestuosidad y el misterio de su obra.
Para ayudarnos a entender esto, dejémonos asombrar por la bella oración, comúnmente atribuida al beato Oscar Arnulfo Romero, pero que fue pronunciada por primera vez por el Cardenal John Dearden. (Discurso de S.S. Francisco, 21 diciembre 2015)
Reflexión
La cadena de injusticia es como una fila donde diez personas están formadas. El primero de la fila se voltea y le pega al segundo, éste a su vez repite lo mismo con el que tiene atrás y así se siguen. Pero al llegar al quinto miembro de la fila, éste, al voltearse, le da un abrazo al de atrás y perdona al que le golpeó. Rompe la cadena de violencia. Absorbe violencia y responde con amor. Esto es lo que Cristo vino a enseñarnos, viviéndolo él en primera persona. Ante todas las ofensas que recibe, mías y de tanta otra genta, su respuesta siempre es la misma: amor y perdón. Y esto lo podemos vivir en las situaciones más ordinarias de nuestra vida, ante una queja, ante la crítica que recibimos, un mal gesto, una ofensa, al ser olvidados en algo importante u otra situación diaria. Pero esto requiere una profunda actitud de humildad, la cual sólo lograremos aprendiendo en la oración con Cristo.

Propósito
Responder con un gesto de amor (una sonrisa, la palabra "gracias", con paciencia, con perdón...) las ofensas que reciba el día de hoy.

Diálogo con Cristo
Jesús, Tú que eres manso y humilde de corazón, enséñame la virtud de saber amar a mis enemigos, a aquellos que me ofenden, a comprenderlos o tan sólo saber perdonarlos. Es difícil, pero sé que contigo nada es imposible. Llena mi corazón de tu amor a tal grado que pueda transmitir tu amor a todos los que me rodean. Que tu corazón, Señor, lata en mi pecho toda mi vida.

"La medida del amor es amar sin medida" (San Agustín)


Preguntas o comentarios al autor  Héctor Bárcenas Gómez, L.C.



Vive la Cuaresma consultando este Especial de Cuaresma

viernes, 19 de febrero de 2016

Evangelio 19 de Febrero de 2016

Liturgia de las Horas: 1ra. Semana del Salterio

Color: Morado

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Ezequiel 18:21-28
    21 En cuanto al malvado, si se aparta de todos los pecados que ha cometido, observa todos mis preceptos y practica el derecho y la justicia, vivirá sin duda, no morirá.
    22 Ninguno de los crímenes que cometió se le recordará más; vivirá a causa de la justicia que ha practicado.
    23 ¿Acaso me complazco yo en la muerte del malvado - oráculo del Señor Yahveh - y no más bien en que se convierta de su conducta y viva?
    24 Pero si el justo se aparta de su justicia y comete el mal, imitando todas las abominaciones que comete el malvado, ¿vivirá acaso? No, no quedará ya memoria de ninguna de las obras justas que había practicado, sino que, a causa de la infidelidad en que ha incurrido y del pecado que ha cometido, morirá.
    25 Y vosotros decís: «No es justo el proceder del Señor.» Escuchad, casa de Israel: ¿Que no es justo mi proceder? ¿No es más bien vuestro proceder el que no es justo?
    26 Si el justo se aparta de su justicia, comete el mal y muere, a causa del mal que ha cometido muere.
    27 Y si el malvado se aparta del mal que ha cometido para practicar el derecho y la justicia, conservará su vida.
    28 Ha abierto los ojos y se ha apartado de todos los crímenes que había cometido; vivirá sin duda, no morirá.
  • Salmo responsorial

    Salmo 130:1-8
    1 Canción de las subidas. Desde lo más profundos grito a ti, Yahveh:
    2 ¡Señor, escucha mi clamor! ¡Estén atentos tus oídos a la voz de mis súplicas!
    3 Si en cuenta tomas las culpas, oh Yahveh, ¿quién, Señor, resistirá?
    4 Mas el perdón se halla junto a ti, para que seas temido.
    5 Yo espero en Yahveh, mi alma espera en su palabra;
    6 mi alma aguarda al Señor más que los centinelas la aurora; mas que los centinelas la aurora,
    7 aguarde Israel a Yahveh. Porque con Yahveh está el amor, junto a él abundancia de rescate;
    8 él rescatará a Israel de todas sus culpas.
  • Evangelio

    Mateo 5:20-26
    20 «Porque os digo que, si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el Reino de los Cielos.
    21 «Habéis oído que se dijo a los antepasados: No matarás; y aquel que mate será reo ante el tribunal.
    22 Pues yo os digo: Todo aquel que se encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal; pero el que llame a su hermano "imbécil", será reo ante el Sanedrín; y el que le llame "renegado", será reo de la gehenna de fuego.
    23 Si, pues, al presentar tu ofrenda en el altar te acuerdas entonces de que un hermano tuyo tiene algo contra ti,
    24 deja tu ofrenda allí, delante del altar, y vete primero a reconciliarte con tu hermano; luego vuelves y presentas tu ofrenda.
    25 Ponte enseguida a buenas con tu adversario mientras vas con él por el camino; no sea que tu adversario te entregue al juez y el juez al guardia, y te metan en la cárcel.
    26 Yo te aseguro: no saldrás de allí hasta que no hayas pagado el último céntimo.

Evangelio meditado

Todo el que se enoje con su hermano, será llevado al tribunal
Cuaresma y Semana Santa


Mateo 5, 20-26. Cuaresma. ¡Cuánta paz alcanza un hombre que no está enemistado con su hemano! 


Por: Héctor Laguna, L.C. | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Mateo 5, 20-26
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Les aseguro que si su justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, ciertamente no entrarán ustedes en el reino de los cielos. Han oído ustedes que se dijo a los antiguos: No matarás y el que mate será llevado ante el tribunal. Pero yo les digo: todo el que se enoje con su hermano, será llevado también ante el tribunal; el que insulte a su hermano, será llevado ante el tribunal supremo, y el que lo desprecie, será llevado al fuego del lugar del castigo. Por lo tanto, si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda junto al altar y ve primero a reconciliarte con tu hermano, y vuelve luego a presentar tu ofrenda. Arréglate pronto con tu adversario, mientras vas con él por el camino; no sea que te entregue al juez, el juez al policía y te metan a la cárcel. Te aseguro de que no saldrás de ahí hasta que hayas pagado el último centavo".

Oración introductoria
Señor, quiero tomar conciencia de la cercanía que Tú tienes conmigo, para que pueda valorar lo que Tú haces por mí.Señor,Tú me has perdonado muchas veces. Concédeme verlo y palparlo,para que, siguiendo tu ejemplo, mi corazón perdone y ame a los que me hieran de alguna forma.

Petición
Señor, que me dé cuenta de que soy un cristiano necesitado de tu gracia y de amor.

Meditación del Papa Francisco
A los que están heridos por divisiones históricas, les resulta difícil aceptar que los exhortemos al perdón y la reconciliación, ya que interpretan que ignoramos su dolor, o que pretendemos hacerles perder la memoria y los ideales. Pero si ven el testimonio de comunidades auténticamente fraternas y reconciliadas, eso es siempre una luz que atrae. Por ello me duele tanto comprobar cómo en algunas comunidades cristianas, y aun entre personas consagradas, consentimos diversas formas de odio, divisiones, calumnias, difamaciones, venganzas, celos, deseos de imponer las propias ideas a costa de cualquier cosa, y hasta persecuciones que parecen una implacable caza de brujas. ¿A quién vamos a evangelizar con esos comportamientos?
Pidamos al Señor que nos haga entender la ley del amor. ¡Qué bueno es tener esta ley! ¡Cuánto bien nos hace amarnos los unos a los otros en contra de todo! Sí, ¡en contra de todo! A cada uno de nosotros se dirige la exhortación paulina: “No te dejes vencer por el mal, antes bien vence al mal con el bien”. Y también: “¡No nos cansemos de hacer el bien!”. Todos tenemos simpatías y antipatías, y quizás ahora mismo estamos enojados con alguno. Al menos digamos al Señor: “Señor yo estoy enojado con éste, con aquélla. Yo te pido por él y por ella”. Rezar por aquel con el que estamos irritados es un hermoso paso en el amor, y es un acto evangelizador. ¡Hagámoslo hoy! ¡No nos dejemos robar el ideal del amor fraterno!  (S.S. Francisco, Exhortación apostólica Evangelii gaudium, n. 100-101).
Reflexión 
Cristo nos plantea un punto de partida: "Si su justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no podrán entrar en el reino de los cielos". Nos pone este punto, porque sabía que ellos no estaban del todo mal, pues intentaban seguir a la perfección los preceptos de la ley;sólo que olvidaban una cosa, lo que Dios había dicho: "Misericordia quiero y no sacrificios".

Esto era lo que no entendían ellos,e incluso hoy en día, muchas veces nos cuesta entender que el primer medio de alabanza a Dios pasa por medio del perdón, de la reconciliación y del amor. Nosotros, como cristianos, estamos llamados a ser transmisores del amor que Dios ha tenido a la humanidad.

Cuando vayas de camino con tu adversario arréglate pronto, no sea que te entregue....Con el paso del tiempo, nos acercamos cada vez más al final de nuestra vida, y, querámoslo o no, tendremos que presentar cuentas a nuestro Juez. ¿Por qué no nos esforzamos desde ahora por arreglarnoscon la persona que nos ha hecho -o a la que le hemos hecho- mal, que no nos cae muy bien y a la que solemos criticar? Y en vez de presentarnos con un enemigo aquel día, ganemos amigos que sean nuestros abogados, para la hora de este momento.

El mensaje de este evangelio es un mensaje de paz y de amor. ¡Cuánta paz alcanza un hombre que no está enemistado con otro! Paz que no es ausencia de guerra sino que es presencia de Dios, presencia de Amor.

La luz de un nuevo día, las flores que despiertan, el murmullo del viento que roza nuestra ventana, nos enseña cuán grande y bello es el creador de todo. Y lo hizo para mí. Y lo hizo para mi hermano. Y lo hizo, también, para aquel con el que estoy enemistado. Y lo habría hecho igual aunque sólo fuera yo el único habitante de este mundo, aunque fuera el otro el único habitante de este mundo. Si Dios, que es Padre, nos da esto, cuanto más nosotros debemos dar lo mejor de nosotros mismos a los demás, aun siendo el otro.

Jesús da un nuevo sentido a la ley rabínica, un nuevo sentido a nuestro modo de pensar; no matarás decía la antigua ley, Cristo dice: no te enfades con tu hermano, perdona. A veces es difícil perdonar, pero tenemos el ejemplo de Cristo que nos perdona todo, si se lo pedimos; que perdona a cualquier pecador si, en su corazón, se arrepiente.

Hoy podemos aprender una nueva cosa: amar. Amar nunca se aprende totalmente. "El amor que no se practica se seca", dicen. Hoy es el día oportuno para volver a regar esa planta del amor. Esa planta que es la rosa más preciosa del Jardín de Dios.

Propósito
Rezar un Ave María por aquellas personas que nos han ofendido y pedir a Dios la gracia de perdonar de corazón.

Diálogo con Cristo
Jesús,Tú me conoces muy bien y sabes cuánto quiero agradarte, pero también conoces cuán débil soy y que tengo muchas caídas a pesar de mis luchas. Ayúdame, por eso, Señor, a esforzarme por agradarte más, sirviendo a los hombres, quienes son tus hijos y mis hermanos. Quiero practicar cada día más la caridad, virtud principal de tu corazón. Ayúdame como cristiano a ser faro del amor. Pues sólo así seré reconocido como discípulo tuyo.


«Nada nos asemeja más a Dios que el estar siempre dispuestos a perdonar» (San Juan Crisóstomo, Hom. sobre S. Mateo, 61)


 
Preguntas o comentarios al autor  Héctor Laguna, L.C.

Vive la Cuaresma consultando este Especial de Cuaresma

jueves, 18 de febrero de 2016

Evangelio 18 de Febrero de 2016

Liturgia de las Horas: 1ra. Semana del Salterio

Color: Morado

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Ester 14:1, 3-5, 12-14
    1 Por su parte, la reina Ester se refugió en el Señor, presa de mortal angustia.
    3 Y suplicó al Señor, Dios de Israel, diciendo: «Mi Señor y Dios nuestro, tú eres único. Ven en mi socorro, que estoy sola y no tengo socorro sino en ti,
    4 y mi vida está en peligro.
    5 Yo oí desde mi infancia, en mi tribu paterna, que tú, Señor, elegiste a Israel de entre todos los pueblos, y a nuestros padres de entre todos sus mayores para ser herencia tuya para siempre cumpliendo en su favor cuanto dijiste.
    12 Acuérdate, Señor, y date a conocer en el día de nuestra aflicción; y dame a mí valor, rey de los dioses y señor de toda autoridad.
    13 Pon en mis labios palabras armoniosas cuando esté en presencia del león; vuelve el odio de su corazón contra el que nos combate para ruina suya y de los que piensan como él.
    14 Líbranos con tus manos y acude en mi socorro, que estoy sola, y a nadie tengo, sino a ti, Señor
  • Salmo responsorial

    Salmo 138:1-3, 7-8
    1 De David. Te doy gracias, Yahveh, de todo corazón, pues tú has escuchado las palabras de mi boca. En presencia de los ángeles salmodio para ti,
    2 hacia tu santo Templo me prosterno. Doy gracias a tu nombre por tu amor y tu verdad, pues tu promesa ha superado tu renombre.
    3 El día en que grité, tú me escuchaste, aumentaste la fuerza en mi alma.
    7 Si ando en medio de angustias, tú me das la vida, frente a la cólera de mis enemigos, extiendes tú la mano y tu diestra me salva:
    8 Yahveh lo acabará todo por mí. ¡Oh Yahveh, es eterno tu amor, no dejes la obra de tus manos!
  • Evangelio

    Mateo 7:7-12
    7 «Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá.
    8 Porque todo el que pide recibe; el que busca, halla; y al llama, se le abrirá.
    9 ¿O hay acaso alguno entre vosotros que al hijo que le pide pan le dé una piedra;
    10 o si le pide un pez, le dé una culebra?
    11 Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que se las pidan!
    12 «Por tanto, todo cuanto queráis que os hagan los hombres, hacédselo también vosotros a ellos; porque ésta es la Ley y los Profetas.

Evangelio meditado

Buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá
Cuaresma y Semana Santa


Mateo 7, 7-12. Cuaresma. Dios Padre es tan bueno que no nos concede todo lo que pedimos, sino aquello que conviene a nuestra vida.


Por: José Fernández de Mesa | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Mateo 7, 7-12
En aquel tiempo dijo Jesús: «Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo el que pide recibe; el que busca, halla; y al llama, se le abrirá. ¿O hay acaso alguno entre vosotros que al hijo que le pide pan le dé una piedra; o si le pide un pez, le dé una culebra? Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que se las pidan! «Por tanto, todo cuanto queráis que os hagan los hombres, hacédselo también vosotros a ellos; porque ésta es la Ley y los Profetas. 

Oración introductoria
Vengo a orar, Jesús, confiado en tus palabras. Sé que si te pido, me darás; que si te busco, te encontraré; que si toco a la puerta de tu corazón, me la abrirás, porque Tú sólo me das cosas buenas.

Petición
Te pido, Señor, que me ayudes a descubrir siempre cuál es tu voluntad y me des tu gracia para cumplirla.

Meditación del Papa Francisco
De manera directa, pero con afecto, Jesús dice: “Si ustedes, pues, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¿cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que se lo piden?”
Cuánta sabiduría hay en estas palabras. Es verdad que en cuanto a bondad y pureza de corazón nosotros, seres humanos, no tenemos mucho de qué vanagloriarnos. Pero Jesús sabe que, en lo que se refiere a los niños, somos capaces de una generosidad infinita. Por eso nos alienta: si tenemos fe, el Padre nos dará su Espíritu.                   
Nosotros los cristianos, discípulos del Señor, pedimos a las familias del mundo que nos ayuden. Somos muchos los que participamos en esta celebración y esto es ya en sí mismo algo profético, una especie de milagro en el mundo de hoy que está cansado de inventar nuevas divisiones, nuevos quebrantos, nuestros desastres. Ojalá todos fuéramos profetas. Ojalá cada uno de nosotros se abriera a los milagros del amor para el bien de su propia familia todas las familias del mundo, y estoy hablando de milagro de amor y poder así superar el escándalo de un amor mezquino y desconfiado, encerrado en sí mismo e impaciente con los demás.  (Homilía de S.S. Francisco, 27 de septiembre de 2015).
Reflexión
El sermón de la montaña es uno de los pasajes de los cuatro evangelios en que encontramos más claridad y precisión en las palabras de Cristo. Jesús nos transmite dos cosas en este texto: la eficacia total de la oración y la ley de la caridad.

Con frecuencia se puede caer en la tentación de desanimarse en la vida de oración porque no vemos los frutos o no se nos concede aquello que pedimos. Jesús, sin embargo, nos dice todo lo contrario. Todo lo que pidamos a Dios se nos concederá, porque Él es un padre bueno que da a sus hijos aquello que le piden. ¿Qué pensaríamos de un padre que da a su hijo una serpiente, como dice el evangelio, porque éste le ha pedido un pan? Dios Padre es tan bueno que no nos concede todo lo que pedimos, sino aquello que conviene a nuestra vida, aunque no nos demos cuenta.

Finalmente Jesús concluye con la ley que sigue Dios: el amor. Dios nos concede todo por este único motivo. Nosotros, que hemos sido creados a su imagen y semejanza, tenemos que vivir este mismo amor con todos de una manera universal, como lo hace Él. Hagamos un esfuerzo especial estos días de cuaresma para amar más a todos los hombres a ejemplo e imitación de Jesucristo.

Propósito
Dejar, con confianza, mis preocupaciones en manos de Dios y dedicar un tiempo a la evangelización.

Diálogo con Cristo
Jesús, ayúdame a llevar a cabo mi misión, confiado en que Tú me darás la luz y la fortaleza para poder ser ese canal por el cual fluya tu gracia e inunde a mis hermanos de tu amor. Soy un torpe y débil instrumento, pero sé que si te lo pido y te dejo actuar, podré lograr milagros. ¡Gracias, Señor, por permitirme participar en la evangelización!

miércoles, 17 de febrero de 2016

Evangelio 17 de Febrero de 2016

Liturgia de las Horas: 1ra. Semana del Salterio

Color: Morado

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Jonás 3:1-10
    1 Por segunda vez fue dirigida la palabra de Yahveh a Jonás en estos términos:
    2 «Levántate, vete a Nínive, la gran ciudad y proclama el mensaje que yo te diga.»
    3 Jonás se levantó y fue a Nínive conforme a la palabra de Yahveh. Nínive era una ciudad grandísima, de un recorrido de tres días.
    4 Jonás comenzó a adentrarse en la ciudad, e hizo un día de camino proclamando: «Dentro de cuarenta días Nínive será destruida.»
    5 Los ninivitas creyeron en Dios: ordenaron un ayuno y se vistieron de sayal desde el mayor al menor.
    6 La palabra llegó hasta el rey de Nínive, que se levantó de su trono, se quitó su manto, se cubrió de sayal y se sentó en la ceniza.
    7 Luego mandó pregonar y decir en Nínive: «Por mandato del rey y de sus grandes, que hombres y bestias, ganado mayor y menor, no prueben bocado ni pasten ni beban agua.
    8 Que se cubran de sayal y clamen a Dios con fuerza; que cada uno se convierta de su mala conducta y de la violencia que hay en sus manos.
    9 ¡Quién sabe! Quizás vuelva Dios y se arrepienta, se vuelva del ardor de su cólera, y no perezcamos.»
    10 Vio Dios lo que hacían, cómo se convirtieron de su mala conducta, y se arrepintió Dios del mal que había determinado hacerles, y no lo hizo.
  • Salmo responsorial

    Salmo 51:3-4, 12-13, 18-19
    3 Tenme piedad, oh Dios, según tu amor, por tu inmensa ternura borra mi delito,
    4 lávame a fondo de mi culpa, y de mi pecado purifícame.
    12 Crea en mí, oh Dios, un puro corazón, un espíritu firme dentro de mí renueva;
    13 no me rechaces lejos de tu rostro, no retires de mí tu santo espíritu.
    18 Pues no te agrada el sacrificio, si ofrezco un holocausto no lo aceptas.
    19 El sacrificio a Dios es un espíritu contrito; un corazón contrito y humillado, oh Dios, no lo desprecias.
  • Evangelio

    Lucas 11:29-32
    29 Habiéndose reunido la gente, comenzó a decir: «Esta generación es una generación malvada; pide una señal, y no se le dará otra señal que la señal de Jonás.
    30 Porque, así como Jonás fue señal para los ninivitas, así lo será el Hijo del hombre para esta generación.
    31 La reina del Mediodía se levantará en el Juicio con los hombres de esta generación y los condenará: porque ella vino de los confines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay algo más que Salomón.
    32 Los ninivitas se levantarán en el Juicio con esta generación y la condenarán; porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay algo más que Jonás.

Evangelio meditado

No se le dará otra señal que la de Jonás
Cuaresma y Semana Santa


Lucas 11, 29-32. Cuaresma. La señal más grande que Dios haya podido obrar en el alma es la conversión.


Por: Andrés Pérez | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Lucas 11, 29-32
En aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús y Él se puso a decirles: Esta generación es una generación malvada; pide una señal, y no se le dará otra señal que la señal de Jonás. Porque, así como Jonás fue señal para los ninivitas, así lo será el Hijo del hombre para esta generación. La reina del Mediodía se levantará en el Juicio con los hombres de esta generación y los condenará: porque ella vino de los confines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay algo más que Salomón. Los ninivitas se levantarán en el Juicio con esta generación y la condenarán; porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay algo más que Jonás. 

Oración introductoria 
Señor, conoces mi corazón, todos mis pensamientos, deseos e intenciones, buenos y malos, y sé que puedo contar con tu amor, aunque no soy digno de él. Gracias por tu paciencia y misericordia, por las innumerables gracias que hoy quieres concederme en esta oración, por eso te pido que me ilumines para dedique estos preciosos momentos a contemplar la grandeza de tu amor.

Petición
Señor, no permitas que te pida señales o dude de Ti, ayúdame a crecer cada día en la fe y en la humildad.

Meditación del Papa Francisco
Realmente hace un milagro, porque en este caso él [Jonás] ha dejado de lado su terquedad y ha obedecido a la voluntad de Dios, y ha hecho lo que el Señor le había mandado.  Nínive se convierte y ante esta conversión, Jonás, que es el hombre que no es dócil al Espíritu de Dios, se enfada: Jonás sintió una gran tristeza y se desdeñó. E, incluso, reprende al Señor.     La historia de Jonás y Nínive se articula en tres capítulos: el primero es la resistencia a la misión que el Señor le confía; el segundo es la obediencia, y cuando se obedece se hacen milagros. La obediencia a la voluntad de Dios y Nínive se convierte. En el tercer capítulo, hay una resistencia a la misericordia de Dios.
Esas palabras: ‘Señor, ¿no era esto quizás lo que yo decía cuando estaba en mi pueblo? Porque Tú eres un Dios misericordioso y clemente’, y yo he hecho todo el trabajo de predicar, he hecho mi trabajo bien hecho, ¿y Tú les perdonas? Y el corazón con esa dureza que no deja entrar la misericordia de Dios. Es más importante mi sermón, son más importantes mis pensamientos, es más importante toda esa lista de mandamientos que debo observar, todo, todo, todo que la misericordia de Dios.
Y este drama también Jesús lo ha vivido con los doctores de la Ley, que no entendía por qué Él no dejó que lapidaran a aquella mujer adúltera, cuando Él iba a cenar con los publicanos y pecadores: no lo entendían. No entendían la misericordia. Hay que esperar en el Señor, porque en el Señor hay misericordia, y en Él hay abundante redención. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 6 de octubre de 2015, en Santa Marta).
Reflexión
Son palabras duras las del Señor. Y valen también para hoy, y con una actualidad que espanta. Veámoslo.

Dentro de los deseos del hombre constatamos con bastante frecuencia esa tendencia a ver "rarezas" por doquier. Nos causa mucho placer, nos devora la curiosidad, nos arrojaríamos casi sin pensarlo adonde algún evento nos sacie este anhelo de espectacularidades. Y más si se trata de lo del más allá y todas esas cosas.

Pero también están los "racionales", los que piensan que todo tiene que tener una explicación científica, como si todo fueran astros y cálculos matemáticos. El día en que algún científico logre hacer la ecuación que demuestre cuánto amor tiene un hijo por su madre, seguramente llegará el fin del mundo porque nunca lo logrará. Entonces tenemos a los demasiado crédulos y a los netamente incrédulos. Los que han pedido signos a Cristo representan a estos dos bandos. No pedirían nada si fueran verdaderos creyentes. Veamos si las cosas no están así hoy en día.

Cerremos los ojos. Recordemos personas, situaciones, programas de televisión, etc. Seguramente saldrán a la memoria aquellos sujetos que buscan hasta en las piedras volcánicas algún rastro de lo divino, o de los que se montan en una exótica pirámide para aspirar energía cósmica. También serán rememorados los sabios del mundo que, mirando estrellas, formulan teorías científicas sobre agujeros negros, quasares y supernovas mandando, eso sí, a la Inteligencia que los creó a la oscuridad de supersticiones vanas.

Unos y otros piden una señal. ¿Qué ha dicho Cristo hoy por boca del evangelista Lucas? Que, lamentablemente, somos “una generación malvada”, esto es, no hemos convertido el corazón al Dios vivo, lo tenemos cegado con nuestra mala conducta y soberbia de la vida. ¿Cómo pedimos, entonces, una señal de fe si hemos cerrado, con esta actitud, el corazón a acoger al Señor?

Por eso la única señal será la del profeta Jonás, el hombre que predica la conversión por toda la ciudad de Nínive, a ver si libremente cada uno de nosotros acepta la propuesta, muda el corazón, y nos volvemos a Dios. Ya con esto habremos logrado la más grande señal que Dios haya podido obrar en el alma libre: la conversión por propia y deliberada iniciativa al Dios que da la vida, Fuente perenne del verdadero creyente, Verdad eterna del verdadero sabio.
Es mejor no pedir ninguna señal al Señor. Con esto hacemos mejor mérito a nuestra fe en Él.

Propósito
Rezar el resto de esta semana, una oración para pedir la humildad.

Diálogo con Cristo 
Señor, ¡qué distinto sería el mundo si los cristianos viviéramos en todo tu mensaje redentor! Mi falta de fe y soberbia inutilizan tu gracia, porque aunque digo que soy cristiano, muchas veces, en la vida diaria, me comporto como si no lo fuera, porque frecuentemente pierdo la paciencia, soy mal humorado y altanero en mi trato con los demás. Ayúdame para que, lleno de alegría y optimismo, dedique mi tiempo a querer, a amar, a sonreír y a poner en práctica mi fe para hacer feliz a los demás.

martes, 16 de febrero de 2016

Evangelio 16 de Febrero de 2016

Liturgia de las Horas: 1ra. Semana del Salterio

Color: Morado

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Isaías 55:10-11
    10 Como descienden la lluvia y la nieve de los cielos y no vuelven allá, sino que empapan la tierra, la fecundan y la hacen germinar, para que dé simiente al sembrador y pan para comer,
    11 así será mi palabra, la que salga de mi boca, que no tornará a mí de vacío, sin que haya realizado lo que me plugo y haya cumplido aquello a que la envié.
  • Salmo responsorial

    Salmo 34:4-7, 16-19
    4 Engrandeced conmigo a Yahveh, ensalcemos su nombre todos juntos.
    5 He buscado a Yahveh, y me ha respondido: me ha librado de todos mis temores.
    6 Los que miran hacia él, refulgirán: no habrá sonrojo en su semblante.
    7 Cuando el pobre grita, Yahveh oye, y le salva de todas sus angustias.
    16 Los ojos de Yahveh sobre los justos, y sus oídos hacia su clamor,
    17 el rostro de Yahveh contra los malhechores, para raer de la tierra su memoria.
    18 Cuando gritan aquéllos, Yahveh oye, y los libra de todas sus angustias;
    19 Yahveh está cerca de los que tienen roto el corazón. él salva a los espíritus hundidos.
  • Evangelio

    Mateo 6:7-15
    7 Y al orar, no charléis mucho, como los gentiles, que se figuran que por su palabrería van a ser escuchados.
    8 No seáis como ellos, porque vuestro Padre sabe lo que necesitáis antes de pedírselo.
    9 «Vosotros, pues, orad así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu Nombre;
    10 venga tu Reino; hágase tu Voluntad así en la tierra como en el cielo.
    11 Nuestro pan cotidiano dánosle hoy;
    12 y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros hemos perdonado a nuestros deudores;
    13 y no nos dejes caer en tentación, mas líbranos del mal.
    14 «Que si vosotros perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial;
    15 pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas.