sábado, 29 de octubre de 2016

Evangelio 29 de Octubre de 2016

Color: Blanco

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Filipenses 1:18-26
    18 Pero ¿y qué? Al fin y al cabo, hipócrita o sinceramente, Cristo es anunciado, y esto me alegra y seguirá alegrándome.
    19 Pues yo sé que esto servirá para mi salvación gracias a vuestras oraciones y a la ayuda prestada por el Espíritu de Jesucristo,
    20 conforme a lo que aguardo y espero, que en modo alguno seré confundido; antes bien, que con plena seguridad, ahora como siempre, Cristo será glorificado en mi cuerpo, por mi vida o por mi muerte,
    21 pues para mí la vida es Cristo, y la muerte, una ganancia.
    22 Pero si el vivir en la carne significa para mí trabajo fecundo, no sé qué escoger...
    23 Me siento apremiado por las dos partes: por una parte, deseo partir y estar con Cristo, lo cual, ciertamente, es con mucho lo mejor;
    24 mas, por otra parte, quedarme en la carne es más necesario para vosotros.
    25 Y, persuadido de esto, sé que me quedaré y permaneceré con todos vosotros para progreso y gozo de vuestra fe,
    26 a fin de que tengáis por mi causa un nuevo motivo de orgullo en Cristo Jesús cuando yo vuelva a estar entre vosotros.
  • Salmo responsorial

    Salmo 42:2-3, 5
    2 Como jadea la cierva, tras las corrientes de agua, así jadea mi alma, en pos de ti, mi Dios.
    3 Tiene mi alma sed de Dios, del Dios vivo; ¿cuándo podré ir a ver la faz de Dios?
    5 Yo lo recuerdo, y derramo dentro de mí mi alma, cómo marchaba a la Tienda admirable, a la Casa de Dios, entre los gritos de júbilo y de loa, y el gentío festivo.
  • Evangelio

    Lucas 14:1, 7-11
    1 Y sucedió que, habiendo ido en sábado a casa de uno de los jefes de los fariseos para comer, ellos le estaban observando.
    7 Notando cómo los invitados elegían los primeros puestos, les dijo una parábola:
    8 «Cuando seas convidado por alguien a una boda, no te pongas en el primer puesto, no sea que haya sido convidado por él otro más distinguido que tú,
    9 y viniendo el que os convidó a ti y a él, te diga: "Deja el sitio a éste", y entonces vayas a ocupar avergonzado el último puesto.
    10 Al contrario, cuando seas convidado, vete a sentarte en el último puesto, de manera que, cuando venga el que te convidó, te diga: "Amigo, sube más arriba." Y esto será un honor para ti delante de todos los que estén contigo a la mesa.
    11 Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado.»

Evangelio meditado

El honor del último lugar.
Lucas 14, 1. 7-11. Sábado XXX.Tiempo Ordinario. Ciclo C. Todo el que se ensalce, será humillado


Por: H Javier Castellanos LC | Fuente: www.missionkits.org 




En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
En esta oración me encuentro cerca de Ti, Señor. Creo en Ti, confío en Ti y te amo, pero ayúdame a crecer en la fe, en la esperanza y en la caridad. Que la fe me permita descubrir tu grandeza. Que la esperanza me ayude a confiar en tu bondad. Que la caridad me mueva a darlo todo por Ti y por mis hermanos. Amén.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san  Lucas 14, 1. 7-11
Un sábado, Jesús fue a comer en casa de uno de los jefes de los fariseos, y éstos estaban espiándolo. Mirando cómo los convidados escogían los primeros lugares, les dijo esta parábola:
 “Cuando te inviten a un banquete de bodas, no te sientes en el lugar principal, no sea que haya algún otro invitado más importante que tú, y el que los invitó a los dos venga a decirte: ‘Déjale el lugar a éste’, y tengas que ir a ocupar, lleno de vergüenza, el último asiento. Por el contrario, cuando te inviten, ocupa el último lugar, para que, cuando venga el que te invitó, te diga: ‘Amigo, acércate a la cabecera’. Entonces te verás honrado en  presencia de todos los convidados. Porque el que se engrandece a sí mismo, será humillado; y el que se humilla, será engrandecido”.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
“…Para que, cuando venga el que te invitó, te diga: ‘Amigo, acércate a la cabecera’”. En esta frase se encuentra condensado todo el sentido del Evangelio de hoy. Cristo quiere decirnos que el honor más grande en la vida cristiana no consiste en un puesto. Él mismo es el mayor honor que podemos tener en la vida.
El Señor nos ha invitado a un banquete de bodas, y lo propio de una invitación es ser gratuita. Sólo los novios tienen el “derecho” de la fiesta, todos los demás participan porque han pensado en ellos. La invitación se recibe por razón de un amor o una amistad particular, sin fijarse en méritos. Dios nos ha invitado a las bodas de su Hijo, y ya eso es honor suficiente para cada bautizado. ¡Si pensáramos qué dignidad ser invitados especiales de Dios!
Conforme hemos crecido en la vida cristiana, Dios ha pasado por cada una de las mesas y a cada uno nos dice las mismas palabras: “Amigo, acércate a la cabecera”. Nos llama amigos, ¡sus amigos íntimos!, y nos da un honor aún más grande: acercarnos a la cabecera. De nuevo, no se trata de un puesto, sino de estar cerca de Él. Y aquí termina la parábola; la realidad es mucho más maravillosa porque Cristo nos invita a la cabecera en cada comunión, y ya no es Él solo el novio de las bodas. Se convierte en nuestro alimento, nos da el lugar principal, porque quiere que cada cristiano participe de la misma alegría que Él siente. Y quiere que la experimentemos desde dentro, en el fondo de nuestro corazón.
 “El que se humilla, será engrandecido”. Aquí es donde la humildad brilla con mayor claridad aún. Al inicio de la misa reconocemos nuestro pecado y pedimos perdón por ofender a un Dios que nos ha dado tanta dignidad. ¡Cuánto nos ha engrandecido el Señor, sabiendo que como hombres pecadores éramos los últimos, los más indignos de su predilección! Cuánta gratitud y humildad debe surgir en nuestra alma cada vez que nos acercamos al Banquete del Señor.
“Con esta recomendación, Jesús no pretende dar normas de comportamiento social, sino una lección sobre el valor de la humildad. La historia enseña que el orgullo, el arribismo, la vanidad y la ostentación son la causa de muchos males. Y Jesús nos hace entender la necesidad de elegir el último lugar, es decir, de buscar la pequeñez y pasar desapercibidos: la humildad. Cuando nos ponemos ante Dios en esta dimensión de humildad, Dios nos exalta, se inclina hacia nosotros para elevarnos hacia Él”.
 (Homilía de S.S. Francisco, 28 de agosto de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Voy a preparar mi alma para la misa del domingo. Si veo que no estoy en buena condición espiritual, buscaré la confesión, o bien, dedicaré un rato especial de oración, hoy, para ser consciente del don de la Eucaristía.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

viernes, 28 de octubre de 2016

Evangelio 28 de Octubre de 2016

Color: Rojo

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Efesios 2:19-22
    19 Así pues, ya no sois extraños ni forasteros, sino conciudadanos de los santos y familiares de Dios,
    20 edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, siendo la piedra angular Cristo mismo,
    21 en quien toda edificación bien trabada se eleva hasta formar un templo santo en el Señor,
    22 en quien también vosotros estáis siendo juntamente edificados, hasta ser morada de Dios en el Espíritu.
  • Salmo responsorial

    Salmo 19:2-5
    2 Los cielos cuentan la gloria de Dios, la obra de sus manos anuncia el firmamento;
    3 el día al día comunica el mensaje, y la noche a la noche trasmite la noticia.
    4 No es un mensaje, no hay palabras, ni su voz se puede oír;
    5 mas por toda la tierra se adivinan los rasgos, y sus giros hasta el confín del mundo. En el mar levantó para el sol una tienda,
  • Evangelio

    Lucas 6:12-16
    12 Sucedió que por aquellos días se fue él al monte a orar, y se pasó la noche en la oración de Dios.
    13 Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, y eligió doce de entre ellos, a los que llamó también apóstoles.
    14 A Simón, a quien llamó Pedro, y a su hermano Andrés; a Santiago y Juan, a Felipe y Bartolomé,
    15 a Mateo y Tomás, a Santiago de Alfeo y Simón, llamado Zelotes;
    16 a Judas de Santiago, y a Judas Iscariote, que llegó a ser un traidor.

Evangelio 28 de Octubre de 2016

Un Dios que ora
Lucas 6, 12-19. Viernes XXX tiempo ordinario. Ciclo C.Salía de Él una fuerza que sanaba.


Por: H. Iván Yoed González Aréchiga LC | Fuente: www.missionkits.org 




En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, Tú me has enseñado lo bello que es vivir, lo hermoso que es dar la vida, lo hermoso que es servir. Con un deseo escondido de mi corazón vengo a aprender tus pasos. Quiero caminarlos yo también, con la cruz bajo mis hombros, y la mirada puesta en Ti.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Lucas 6, 12-19
Por aquellos días, Jesús se retiró al monte a orar y se pasó la noche en oración con Dios.
Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, eligió a doce de entre ellos y les dio el nombre de apóstoles. Eran Simón, a quien llamó Pedro, y su hermano Andrés; Santiago y Juan; Felipe y Bartolomé; Mateo y Tomás; Santiago, el hijo de Alfeo, y Simón, llamado el Fanático; Judas, el hijo de Santiago, y Judas Iscariote, que fue el traidor.
Al bajar del monte con sus discípulos y sus apóstoles, se detuvo en un llano. Allí se encontraba mucha gente, que había venido tanto de Judea y Jerusalén, como de la costa, de Tiro y de Sidón. Habían venido a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; y los que eran atormentados por espíritus inmundos quedaban curados. Toda la gente procuraba tocarlo, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos. 
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
Se pasó la noche en oración. ¿No es impresionante este pasaje? El Evangelio me sorprende una vez más. Señor, a veces me olvido de quién eras Tú, de cómo vivías, de cuál era tu móvil y de dónde se encontraba tu corazón. Noches, noches que pasabas en oración.
Mientras todos dormían, el Hijo de Dios rezaba en la tierra. Mientras muchos se encontraban en un profundo sueño, sumidos en futuras alegrías o en preocupaciones presentes, mientras muchos temían el porvenir y otros lo anhelaban, mientras todo parecía sin movimiento, Dios rezaba.
Todo, absolutamente todo, lo colocabas en el corazón del Padre. Todo lo que había en tu corazón, lo compartías con tu Padre y Padre nuestro. No buscabas solucionar cada problema en el instante, dedicarte a apagar incendios, improvisar en el activismo y desesperar en la realidad de una entrega limitada, no.
Eras paciente, sabías esperar, detenerte, contemplar, hacer una pausa de cuando en cuando para mirar a los ojos a Dios. No importaba si parecía pérdida de tiempo, no importaba si había cansancio. Era importante hablar con Dios. Él te fortalecía, Él era tu único sostén, tu único alimento, y Él fue quien te ayudó a concluir aquel camino estrecho de la cruz. Él, que es amor.
Señor, quiero aprender de Ti. Me pregunto, ¿es la oración mi puerto seguro, mi roca, mi verdadero refugio, el lugar donde se funda cada decisión de mi vida, la ocasión para encontrarme con quién más me ama y con quien más deseo amar? ¿Qué es la oración para mí?, ¿cómo la vivo?, ¿qué puedo imitar de Ti? Quiero aprender de un corazón que pasó tantas noches de su vida rezando a Dios. Quiero aprender a ver que había en Él…
“Jesús reza toda la noche a Dios, con frecuencia, porque es el gran intercesor. Y esto desde el primer momento. Jesús reza: ha rezado cuando estaba en la tierra y sigue rezando ahora por cada uno de nosotros, por toda la Iglesia.? Después de la oración, Jesús elige a los doce Apóstoles y dice claramente: “No han sido ustedes los que me han elegido a mí. ¡Soy yo quien los ha elegido a ustedes!”.¡Yo soy elegido, yo soy una elección del Señor! En el día del bautismo Él me ha elegido”.
(Cf Homilía de S.S. Francisco, 9 de septiembre de 2014, en Santa Marta).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy haré una visita a Cristo en la Eucaristía y pondré en sus manos aquello que sé que debo confiarle.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

jueves, 27 de octubre de 2016

Evangelio 27 de Octubre de 2016

Color: Verde

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Efesios 6:10-20
    10 Por lo demás, fortaleceos en el Señor y en la fuerza de su poder.
    11 Revestíos de las armas de Dios para poder resistir a las acechanzas del Diablo.
    12 Porque nuestra lucha no es contra la carne y la sangre, sino contra los Principados, contra las Potestades, contra los Dominadores de este mundo tenebroso, contra los Espíritus del Mal que están en las alturas.
    13 Por eso, tomad las armas de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y después de haber vencido todo, manteneros firmes.
    14 ¡En pie!, pues; ceñida vuestra cintura con la Verdad y revestidos de la Justicia como coraza,
    15 calzados los pies con el Celo por el Evangelio de la paz,
    16 embrazando siempre el escudo de la Fe, para que podáis apagar con él todos los encendidos dardos del Maligno.
    17 Tomad, también, el yelmo de la salvación y la la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios;
    18 siempre en oración y súplica, orando en toda ocasión en el Espíritu, velando juntos con perseverancia e intercediendo por todos los santos,
    19 y también por mí, para que me sea dada la Palabra al abrir mi boca y pueda dar a conocer con valentía el Misterio del Evangelio,
    20 del cual soy embajador entre cadenas, y pueda hablar de él valientemente como conviene.
  • Salmo responsorial

    Salmo 144:1-2, 9-10
    1 De David. Bendito sea Yahveh, mi Roca, que adiestra mis manos para el combate, mis dedos para la batalla;
    2 él, mi amor y mi baluarte, mi ciudadela y mi libertador, mi escudo en el que me cobijo, el que los pueblos somete a mi poder.
    9 Oh Dios, quiero cantarte un canto nuevo, salmodiar para ti al arpa de diez cuerdas,
    10 tú que das a los reyes la victoria, que salvas a David tu servidor. De espada de infortunio
  • Evangelio

    Lucas 13:31-35
    31 En aquel mismo momento se acercaron algunos fariseos, y le dijeron: «Sal y vete de aquí, porque Herodes quiere matarte.»
    32 Y él les dijo: «Id a decir a ese zorro: Yo expulso demonios y llevo a cabo curaciones hoy y mañana, y al tercer día soy consumado.
    33 Pero conviene que hoy y mañana y pasado siga adelante, porque no cabe que un profeta perezca fuera de Jerusalén.
    34 «¡Jerusalén, Jerusalén!, la que mata a los profetas y apedrea a los que le son enviados. ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como una gallina su nidada bajo las alas, y no habéis querido!
    35 Pues bien, se os va a dejar vuestra casa. Os digo que no me volveréis a ver hasta que llegue el día en que digáis: ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!»

Evangelio meditado

Con ternura de Padre.
Lucas 13, 31-35. Jueves XXX tiempo ordinario, Ciclo C. Sal y vete de aquí, porque Herodes quiere matarte


Por: H. Cristian Gutiérrez LC | Fuente: www.missionkits.org 




En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria

Gracias, Señor, por el don de mi vida. No sólo de la vida en general, sino de mi vida. Gracias por haber pensado en mí y llamado a la existencia con una misión. Gracias por tu amor y porque en esta oración me puedo encontrar contigo. Creo que eres mi Dios y mi Señor. Confío en Ti, pero dame la gracia de confiar un poco más. Te quiero y te agradezco todos los dones que día tras día no te cansas de concederme. Te pido perdón por mis pecados y mis fallos. Ayúdame a seguirte con disponibilidad y a estar atento a lo que quieres de mí hoy.
Evangelio del día
Del santo Evangelio según san Lucas 13, 31-35
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos fariseos y le dijeron: “Vete de aquí, porque Herodes quiere matarte”.


Él les contestó: “Vayan a decirle a ese zorro que seguiré expulsando demonios y haciendo curaciones hoy y mañana, y al tercer día terminaré mi obra. Sin embargo, hoy, mañana y pasado mañana tengo que seguir mi camino, porque no conviene que un profeta muera fuera de Jerusalén.
¡Jerusalén, Jerusalén, que matas y apedreas a los profetas que Dios te envía! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como la gallina reúne a sus pollitos bajo las alas, pero tú no has querido!
Así pues, la casa de ustedes quedará abandonada. Yo les digo que no me volverán a ver hasta el día en que digan: ‘¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!’”
Palabra del Señor.
Meditación
Dos ideas me puedo detener a considerar en este rato de oración contigo. El primero es fijarme en la clara conciencia que tienes de tu misión. Conoces bien la Voluntad de tu Padre y ella es el motor de todas tus acciones. Tú también me has dado una misión en este mundo. Dame la gracia de descubrirla y vivir toda mi vida en torno a ella. Una misión que no es imposible, irrealizable, pesada e insoportable, sino que está hecha a mi medida y de acuerdo a mis posibilidades. ¡Tú nunca pides imposibles! Esos te los dejas para realizarlos Tú.
Y la segunda idea es contemplar tu ternura. Siempre has estado detrás de mí persiguiéndome con tu amor y tus dones... y yo que me resisto y huyo de Ti. No me doy cuenta de que de verdad estás enamorado de mí y me amas con locura. No hay imagen más tierna que aquella de la gallina que quiere tener a sus pollitos bajo sus alas, no para detenerlos y subyugarlos sino para protegerlos, calentarlos, amarlos. Los padres de familia comprenderán mejor que nadie esta idea. No se quiere tener a los hijos cerca para tener mano de obra en casa, para explotarlos, usarlos. No, sino para amarlos.
Ése eres Tú. Eres el Dios tierno que busca de una y mil maneras tenerme bajo tu cuidado... pero yo no he querido, éste es el reproche de este Evangelio. Dame la gracia de no rechazar tu amor. Quiero dejarme amar por Ti siempre, incondicionalmente.
“Dios el poderoso, el creador lo puede hacer todo; sin embargo Dios llora y en esas lágrimas está todo su amor. Dios llora por mí, cuando yo me alejo; llora por cada uno de nosotros; Dios llora por los malvados, los que hacen muchas cosas malas, mucho mal a la humanidad... Él, en efecto, espera, no condena, llora. ¿Por qué? ¡Porque ama!”
(Homilía de S.S. Francisco, 29 de octubre de 2015, en Santa Marta).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy voy a manifestar a mi familia la ternura de Dios saludándolos o despidiéndolos con cariño.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

miércoles, 26 de octubre de 2016

Evangelio 26 de Octubre de 2016

Color: Verde

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Efesios 6:1-9
    1 Hijos, obedeced a vuestros padres en el Señor; porque esto es justo.
    2 Honra a tu padre y a tu madre, tal es el primer mandamiento que lleva consigo una promesa:
    3 Para que seas feliz y se prolongue tu vida sobre la tierra.
    4 Padres, no exasperéis a vuestros hijos, sino formadlos más bien mediante la instrucción y la corrección según el Señor.
    5 Esclavos, obedeced a vuestros amos de este mundo con respeto y temor, con sencillez de corazón, como a Cristo,
    6 no por ser vistos, como quien busca agradar a los hombres, sino como esclavos de Cristo que cumplen de corazón la voluntad de Dios;
    7 de buena gana, como quien sirve al Señor y no a los hombres;
    8 conscientes de que cada cual será recompemsado por el Señor según el bien que hiciere: sea esclavo, sea libre.
    9 Amos, obrad de la misma manera con ellos, dejando las amenazas; teniendo presente que está en los cielos el Amo vuestro y de ellos, y que en él no hay acepción de personas.
  • Salmo responsorial

    Salmo 145:10-14
    10 Te darán gracias, Yahveh, todas tus obras y tus amigos te bendecirán;
    11 dirán la gloria de tu reino, de tus proezas hablarán,
    12 para mostrar a los hijos de Adán tus proezas, el esplendor y la gloria de tu reino.
    13 Tu reino, un reino por los siglos todos, tu dominio, por todas las edades. Yahveh es fiel en todas sus palabras, en todas sus obras amoroso;
    14 Yahveh sostiene a todos los que caen, a todos los encorvados endereza.
  • Evangelio

    Lucas 13:22-30
    22 Atravesaba ciudades y pueblos enseñando, mientras caminaba hacia Jerusalén.
    23 Uno le dijo: «Señor, ¿son pocos los que se salvan?» El les dijo:
    24 «Luchad por entrar por la puerta estrecha, porque, os digo, muchos pretenderán entrar y no podrán.
    25 «Cuando el dueño de la casa se levante y cierre la puerta, os pondréis los que estéis fuera a llamar a la puerta, diciendo: "¡Señor, ábrenos!" Y os responderá: "No sé de dónde sois."
    26 Entonces empezaréis a decir: "Hemos comido y bebido contigo, y has enseñado en nuestras plazas";
    27 y os volverá a decir: "No sé de dónde sois. ¡Retiraos de mí, todos los agentes de injusticia!"
    28 «Allí será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abraham, Isaac y Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, mientras a vosotros os echan fuera.
    29 Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se pondrán a la mesa en el Reino de Dios.
    30 «Y hay últimos que serán primeros, y hay primeros que serán últimos.»

Evangelio meditado

La amistad con Jesús.
Lucas 13, 22-30. Miércoles XXX tiempo ordinario. Ciclo C. La puerta estrecha 


Por: H. Balam Loza LC | Fuente: www.missionkits.org 




En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
¿Maestro, dónde vives? Quiero, Jesús, vivir contigo. Quiero seguirte por donde Tú vayas y escuchar tus palabras que son espíritu y vida. ¿Qué quieres de mí? Me pongo en tus manospara que me lleves a donde Tú quieras. Así como a tus apóstoles los llevaste hasta el martirio así te pido que me lleves a donde Tú quieras. No quiero hacer mi voluntad sino que quiero hacer la tuya. Por eso vengo aquí, para que me hables y me indiques tu voluntad en mi vida. No quiero sino lo que Tú quieres. Si quieres darme un momento de prueba y de desierto, dámelo. Pero si quieres, por el contrario, darme alegrías eso también lo acepto. Quiero estar aquí como un niño, no importa lo que me pidas porque sé que estoy en los brazos de mi Padre. 
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Lucas 13, 22-30
En aquel tiempo, Jesús iba enseñando por ciudades y pueblos, mientras se encaminaba a Jerusalén. Alguien le preguntó: “Señor, ¿es verdad que son pocos los que se salvan?”.
 Jesús le respondió” “Esfuércense por entrar por la puerta, que es angosta, pues yo les aseguro que muchos tratarán de entrar y no podrán.  Cuando el dueño de la casa se levante de la mesa y cierre la puerta, ustedes se quedarán afuera y se pondrán a tocar la puerta, diciendo: ‘Señor, ábrenos’. Pero él les responderá: ‘No sé quiénes son ustedes’. Entonces le dirán con insistencia: ‘Hemos comido y bebido contigo y tú has enseñado en nuestras plazas’. Pero él replicará: ‘Yo les aseguro que no sé quiénes son ustedes. Apártense de mí, todos ustedes los que hacen el mal’. Entonces llorarán ustedes y se desesperarán, cuando vean a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, y ustedes se vean echados fuera. Vendrán muchos del oriente y del poniente, del norte y del sur, y participarán en el banquete del Reino de Dios.
Pues los que ahora son los últimos, serán los primeros; y los que ahora son los primeros, serán los últimos”. 
Palabra del Señor
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
Unos piensan en la vida cristiana como un sacrificio, como un decir ¡no!,a todo lo que lleva al pecado. Otros pueden pensar que es un vivir en el éxtasis. Se puede pensar un poco de todo. Pueden venir a la mente una serie de mandamientos, reglas, ritos… Pero ¿qué es lo importante en el cristianismo? ¿Quién es el cristiano auténtico? Puede ayudar aquello que dijo Benedicto XVI de que el cristianismo es el encuentro con una persona. Con Jesucristo mismo. Y entonces se comprende que el cristiano, el verdadero cristiano, es aquel que se ha encontrado con Jesús. Aquel que vive en continua comunicación con Jesús.
Podemos pensar en los discípulos. Ninguno de ellos era perfecto, no se la pasaban en éxtasis, pero eran hombres que seguían a Jesús y lo amaban con un corazón sencillo. A ellos no les faltaron los momentos difíciles, pero tampoco las alegrías. Podemos pensar en las largas jornadas que pasaban con el Señor. Cuántas bromas no les habrá hecho el Señor o cuántos días felices. Sin duda que las celebraciones de las fiestas debían de ser de lo mejor o las largas caminatas serían de lo más interesantes. Pero también había momentos difíciles. Cuántas veces el Señor regaño a Pedro o a Juan, el discípulo amado. Tuvieron que dejar atrás su casa, su dinero, su familia. Y más tarde llegó el anunció de la cruz. Qué duro debió de haber sido ese discurso del Señor… y sin embargo llegó la cruz. Y apenas la vieron, salieron corriendo, se escaparon. Pero cuando se dieron cuenta de su miseria y de su debilidad, supieron acudir al Señor y confiaron plenamente en Él.
Eran hombres normales, con sus flaquezas y sus puntos fuertes. Y estos hombres supieron entrar por la puerta que Jesús les indicaba. Tomaron la cruz, sí, pero no iban solos porque el Señor los acompañaba. Y así también el Señor nos muestra un camino y una cruz. Puede parecer lo más horrible, pero si miramos a nuestro lado y vemos que Jesús va con nosotros, nos daremos cuenta que es lo mejor que nos ha pasado. Cuando nos llegue una dificultad, cuando veamos que hemos pecado y nos avergoncemos de nuestra debilidad, démonos cuenta que el Señor nos está extendiendo el brazo para ayudar a levantarnos. Cuando la enfermedad toque a nuestra puerta no tengamos miedo, sino que descansemos en Jesús, que está ahí para consolarnos en el rostro de un familiar o un amigo.
La cruz y el camino son difíciles, pero no vamos solos. Caminando con Jesús, hasta el suplicio más duro se convierte en alegría como lo fue para el buen ladrón a para el Cireneo.
“No importa saber cuántos, sino que lo importante es que todos sepan cuál es el camino que conduce a la salvación.Tal recorrido prevé que se atraviese una puerta. Pero, ¿dónde está la puerta? ¿Cómo es la puerta? ¿Quién es la puerta? Jesús mismo es la puerta. Lo dice Él en el Evangelio de Juan: “Yo soy la puerta”. Él nos conduce a la comunión con el Padre, donde encontramos amor, comprensión y protección. Pero, ¿por qué esta puerta es estrecha?, se puede preguntar. ¿Por qué dice que es estrecha? Es una puerta estrecha no porque sea opresiva; sino porque nos exige restringir y contener nuestro orgullo y nuestro miedo, para abrirnos con el corazón humilde y confiado a Él, reconociéndonos pecadores, necesitados de su perdón. Por eso es estrecha: para contener nuestro orgullo, que nos hincha”.
(Homilía de S.S. Francisco, 21 de agosto de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Jesús, hoy voy a dedicar un momento, delante del Santísimo para ver cómo vivo mi vida cristiana. ¿Realmente Tú eres mi amigo? ¿O simplemente me esfuerzo por cumplir una serie de normas? No te pido que me hagas perfecto sino que pueda decir que Tú eres mi amigo verdadero.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

martes, 25 de octubre de 2016

Evangelio 25 de Octubre de 2016

Color: Verde

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Efesios 5:21-33
    21 Sed sumisos los unos a los otros en el temor de Cristo.
    22 Las mujeres a sus maridos, como al Señor,
    23 porque el marido es cabeza de la mujer, como Cristo es Cabeza de la Iglesia, el salvador del Cuerpo.
    24 Así como la Iglesia está sumisa a Cristo, así también las mujeres deben estarlo a sus maridos en todo.
    25 Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella,
    26 para santificarla, purificándola mediante el baño del agua, en virtud de la palabra,
    27 y presentársela resplandeciente a sí mismo; sin que tenga mancha ni arruga ni cosa parecida, sino que sea santa e inmaculada.
    28 Así deben amar los maridos a sus mujeres como a sus propios cuerpos. El que ama a su mujer se ama a sí mismo.
    29 Porque nadie aborreció jamás su propia carne; antes bien, la alimenta y la cuida con cariño, lo mismo que Cristo a la Iglesia,
    30 pues somos miembros de su Cuerpo.
    31 Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos se harán una sola carne.
    32 Gran misterio es éste, lo digo respecto a Cristo y la Iglesia.
    33 En todo caso, en cuanto a vosotros, que cada uno ame a su mujer como a sí mismo; y la mujer, que respete al marido.
  • Salmo responsorial

    Salmo 128:1-5
    1 Canción de las subidas. Dichosos todos los que temen a Yahveh, los que van por sus caminos.
    2 Del trabajo de tus manos comerás, ¡dichoso tú, que todo te irá bien!
    3 Tu esposa será como parra fecunda en el secreto de tu casa. Tus hijos, como brotes de olivo en torno a tu mesa.
    4 Así será bendito el hombre que teme a Yahveh.
    5 ¡Bendígate Yahveh desde Sión, que veas en ventura a Jerusalén todos los días de tu vida,
  • Evangelio

    Lucas 13:18-21
    18 Decía, pues: «¿A qué es semejante el Reino de Dios? ¿A qué lo compararé?
    19 Es semejante a un grano de mostaza, que tomó un hombre y lo puso en su jardín, y creció hasta hacerse árbol, y las aves del cielo anidaron en sus ramas.»
    20 Dijo también: «¿A qué compararé el Reino de Dios?
    21 Es semejante a la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina, hasta que fermentó todo.»