sábado, 20 de septiembre de 2014

Evangelio 21 de Septiembre de 2014

  • Primera Lectura: Isaías 55,6-9
    "Mis planes no son vuestros planes"
    Buscad al Señor mientras se le encuentra, invocadlo mientras está cerca; que el malvado abandone su camino, y el criminal sus planes; que regrese al Señor, y él tendrá piedad, a nuestro Dios, que es rico en perdón. Mis planes no son vuestros planes, vuestros caminos no son mis caminos -oráculo del Señor-. Como el cielo es más alto que la tierra, mis caminos son más altos que los vuestros, mis planes, que vuestros planes.
  • Salmo Responsorial: 144
    "Cerca está el Señor de los que lo invocan."
    Día tras día, te bendeciré / y alabaré tu nombre por siempre jamás. / Grande es el Señor, merece toda alabanza, / es incalculable su grandeza. R. El Señor es clemente y misericordioso, / lento a la cólera y rico en piedad; / el Señor es bueno con todos, / es cariñoso con todas sus criaturas. R. El Señor es justo en todos sus caminos, / es bondadoso en todas sus acciones; / cerca está el Señor de los que lo invocan, / de los que lo invocan sinceramente. R.
  • Segunda Lectura: Filipenses 1,20c-24.27a
    "Para mí la vida es Cristo"
    Hermanos: Cristo será glorificado abiertamente en mi cuerpo, sea por mi vida o por mi muerte. Para mí la vida es Cristo, y una ganancia el morir. Pero, si el vivir esta vida mortal me supone trabajo fructífero, no sé qué escoger. Me encuentro en ese dilema: por un lado, deseo partir para estar con Cristo, que es con mucho lo mejor; pero, por otro, quedarme en esta vida veo que es más necesario para vosotros. Lo importante es que vosotros llevéis una vida digna del Evangelio de Cristo.
  • Evangelio: Mateo 20,1-16
    "¿Vas a tener tú envidia porque soy bueno?"
    En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: "El reino de los cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña. Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña. Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo, y les dijo: "Id también vosotros a mi viña, y os pagaré lo debido." Ellos fueron. Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde e hizo lo mismo. Salió al caer la tarde y encontró a otros, parados, y les dijo: "¿Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar?" Le respondieron: "Nadie nos ha contratado." Él les dijo: "Id también vosotros a mi viña." Cuando oscureció, el dueño de la viña dijo al capataz: "Llama a los jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros." Vinieron los del atardecer y recibieron un denario cada uno. Cuando llegaron los primeros, pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario cada uno. Entonces se pusieron a protestar contra el amo: "Estos últimos han trabajado sólo una hora, y los has tratado igual que a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el bochorno." Él replicó a uno de ellos: "Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último igual que a ti. ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú envidia por que yo soy bueno?" Así, los últimos serán los primeros y los primeros los últimos."

Evangelio 20 de Septiembre de 2014

  • Primera Lectura: I Corintios 15, 35-37. 42-49
    "Se siembra lo corruptible, resucita incorruptible"
    Hermanos: Alguno preguntará: "¿Y cómo resucitan los muertos? ¿Qué clase de cuerpo traerán?" ¡Necio! Lo que tú siembras no recibe vida si antes no muere. Y, al sembrar, no siembras lo mismo que va a brotar después, sino un simple grano, de trigo, por ejemplo, o de otra planta. Igual pasa en la resurrección de los muertos: se siembra lo corruptible, resucita incorruptible; se siembra lo miserable, resucita glorioso; se siembra lo débil, resucita fuerte; se siembra un cuerpo animal, resucita cuerpo espiritual. Si hay cuerpo animal, lo hay también espiritual. En efecto, así es como dice la Escritura: "El primer hombre, Adán, fue un ser animado." El último Adán, un espíritu que da vida. No es primero lo espiritual, sino lo animal. Lo espiritual viene después. El primer hombre, hecho de tierra, era terreno; el segundo hombre es del cielo. Pues igual que el terreno son los hombres terrenos; igual que el celestial son los hombres celestiales. Nosotros, que somos imagen del hombre terreno, seremos también imagen del hombre celestial.
  • Salmo Responsorial: 55
    "Caminaré en presencia de Dios a la luz de la vida."
    Que retrocedan mis enemigos cuando te invoco, / y así sabré que eres mi Dios. R. En Dios, cuya promesa alabo, / en el Señor, cuya promesa alabo, / en Dios confío y no temo; / ¿qué podrá hacerme un hombre? R. Te debo, Dios mío, los votos que hice, / los cumpliré con acción de gracias; / porque libraste mi alma de la muerte, / mis pies de la caída; / para que camine en presencia de Dios / a la luz de la vida. R.
  • Evangelio: Lucas 8, 4-15
    "Los de la tierra buena son los que escuchan la palabra, la guardan y dan fruto perseverando"
    En aquel tiempo se le juntaba a Jesús mucha gente y, al pasar por los pueblos, otros se iban añadiendo. Entonces les dijo esta parábola: "Salió el sembrador a sembrar su semilla. Al sembrarla, algo cayó al borde del camino, lo pisaron, y los pájaros se lo comieron. Otro poco cayó en terreno pedregoso, y, al crecer, se secó por falta de humedad. Otro poco cayó entre zarzas, y las zarzas, creciendo al mismo tiempo, lo ahogaron. El resto cayó en tierra buena, y, al crecer, dio fruto el ciento por uno". Dicho esto, exclamó: "El que tenga oídos para oír, que oiga". Entonces le preguntaron los discípulos: "¿Qué significa esa parábola?" El les respondió: "A vosotros se os ha concedido conocer los secretos del Reino de Dios; a los demás, sólo en parábolas, para que viendo no vean y oyendo no entiendan. El sentido de la parábola es éste: La semilla es la palabra de Dios. Los del borde del camino son los que escuchan, pero luego viene el diablo y se lleva la palabra de sus corazones, para que no crean y se salven. Los del terreno pedregoso son los que, al escucharla, reciben la palabra con alegría, pero no tienen raíz; son los que por algún tiempo creen, pero en el momento de la prueba fallan. Lo que cayó entre zarzas son los que escuchan, pero con los afanes y riquezas y placeres de la vida se van ahogando y no maduran. Lo de la tierra buena son los que con un corazón noble y generoso escuchan la palabra, la guardan y dan fruto perseverando".

Papa Francisco: La Iglesia es un hospital de campaña con heridos buscando a Dios

Papa Francisco. Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa
Papa Francisco. Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa
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VATICANO, 19 Sep. 14 / 05:29 pm (ACI).- El Papa Francisco dirigió este viernes un discurso a los participantes del Encuentro internacional “El proyecto pastoral de Evangelii Gaudium”, donde exhortó a no caer en la tentación de llenar la fe de reglamentos como hacían los fariseos, pues la Iglesia se parece a un hospital de campaña a donde llegan personas heridas buscando la bondad y cercanía de Dios.
“¡Cuánta pobreza y soledad lamentablemente vemos en el mundo de hoy! ¡Cuántas personas viven en gran sufrimiento y piden a la Iglesia ser signo de la cercanía, de la bondad, de la solidaridad y de la misericordia del Señor! Esta es una tarea que de manera particular compete a cuantos tienen la responsabilidad de la pastoral”.
Francisco también pidió una pastoral basada en la oración y la contemplación de Dios, y no seguir “la voz de las sirenas que llaman a hacer de la pastoral una confusa serie de iniciativas” que no captan lo esencial, que es llevar a las personas al encuentro con Cristo.
A continuación el discurso completo gracias a la traducción de Radio Vaticana:
Queridos hermanos y hermanas, buenas tardes.
Estoy contento de tomar parte en sus trabajos y agradezco a Mons. Rino Fisichella por su introducción. También agradezco la belleza de este marco devida: ¡esto es vida! ¿eh? Gracias.
Ustedes trabajan en la pastoral en diversas Iglesias del mundo, y se han reunido para reflexionar juntos sobre el proyecto pastoral de la Evangelii gaudium. En efecto yo mismo he escrito que este documento tiene un “significado programático y consecuencias importantes”. Y no podría ser de otra manera cuando se trata de la misión principal de la Iglesia, o sea ¡evangelizar!
Hay momentos, sin embargo, en los que esta misión se vuelve más urgente y nuestra responsabilidad tiene necesidad de ser reavivada. Me viene a la mente, ante todo, las palabras del Evangelio de Mateo donde se dice que Jesús “viendo a la gente, sintió compasión porque estaban cansados y agobiados, como ovejas sin pastor”. ¿Cuántas personas, en las tantas periferias existenciales de nuestros días, están “cansadas y agotadas” y espera a la Iglesia, ¡nos esperan a nosotros! ¿Cómo poderlas alcanzar? ¿Cómo compartir con ellas la experiencia de la fe, el amor de Dios, el encuentro con Jesús? Es esta la responsabilidad de nuestras comunidades y de nuestra pastoral.
El Papa no tiene la tarea de “ofrecer un análisis detallado y completo sobre la realidad contemporánea”, sino invita a toda la Iglesia a acoger los signos de los tiempos que el Señor nos ofrece sin cesar. ¡Cuántos signos están presentes en nuestras comunidades y cuantas posibilidades nos pone el Señor adelante para reconocer su presencia en el mundo de hoy! En medio a realidades negativas, que como siempre hacen más bulla, nosotros vemos también tantos signos que infunden esperanza y dan valor.
Estos signos, como dice la Gaudium et spes, deben ser releídos a la a la luz del Evangelio: este es el “tiempo favorable”, es el momento del compromiso concreto, es el contexto dentro del cual estamos llamados a trabajar para hacer crecer el Reino de Dios. ¡Cuánta pobreza y soledad lamentablemente vemos en el mundo de hoy! ¡Cuántas personas viven en gran sufrimiento y piden a la Iglesia ser signo de la cercanía, de la bondad, de la solidaridad y de la misericordia del Señor! Esta es una tarea que de manera particular compete a cuantos tienen la responsabilidad de la pastoral: al obispo en su diócesis, al párroco en su parroquia, a los diáconos en el servicio de la caridad, a los catequistas y a las catequistas en su ministerio de transmitir la fe.
En conclusión, todos aquellos que están comprometidos en los diversos ámbitos de la pastoral están llamados a reconocer y leer estos signos de los tiempos para dar una respuesta sabia y generosa. Ante tantas exigencias pastorales, ante tantos pedidos de hombres y mujeres, corremos el riesgo de asustarnos y de encerrarnos en nosotros mismos, en una actitud de miedo y defensa. Y de ahí nace la tentación de la autosuficiencia y del clericalismo, aquel modo de codificar la fe en reglas y normas, como hacían los escribas, los fariseos y los doctores de la ley del tiempo de Jesús.
Tendremos todo claro, todo ordenado, pero el pueblo creyente y en búsqueda continuará a tener hambre y sed de Dios. También, he dicho algunas veces que la Iglesia se parece a un hospital de campaña: tanta gente herida, tanta gente herida… que nos pide cercanía, que nos piden aquello que pedían a Jesús: cercanía, proximidad. Y con esta actitud de los escribas, de los doctores de la ley y fariseos, ¡jamás! - ¡jamás! daremos un testimonio de cercanía.
Hay una segunda palabra que me hace reflexionar. Cuando Jesús narra sobre el dueño de una viña que, teniendo necesidad de obreros, salió de su casa en diferentes horas del día para llamar a trabajadores para su viña. No salió una sola vez. En la parábola de Jesús dice que salió al menos cinco veces: al alba, a las nueve, a medio día, a las tres y a las cinco de la tarde. Todavía tenemos tiempo que venga a nosotros, ¿eh? Tenía tanta necesidad en la viña y este señor ha tenido todo el tiempo para ir a las calles y a las plazas del país a buscar obreros.
Piensen en aquella última hora: ninguno le había llamado; quien sabe cómo podían sentirse, porque al final de la jornada no habrían llevado a casa nada para alimentar a sus hijos. Esto, a todos los que son responsables de la pastoral pueden encontrar un bonito ejemplo en esta parábola. Salir en diversas horas del día para ir y encontrar a aquellos que están en búsqueda del Señor. Alcanzar a los más débiles y a los más necesitados para darles el apoyo de sentirse útiles en la viña del Señor, aunque sea solamente por una hora.
Otro aspecto: no seguimos, por favor, la voz de las sirenas que llaman a hacer de la pastoral una confusa serie de iniciativas, sin lograr captar lo esencial del compromiso de la evangelización. A veces parece que estamos más preocupados de multiplicar las actividades en vez de estar atentos a las personas y su encuentro con Dios.
Una pastoral que no tiene esta atención se vuelve poco a poco estéril. No olvidemos de hacer como Jesús con sus discípulos: después de que ellos habían ido por las aldeas a llevar el anuncio del Evangelio, regresaban contentos por el éxito; pero Jesús los lleva aparte, a un lugar aislado para estar junto a ellos. Una pastoral sin oración y contemplación no podrá alcanzar jamás el corazón de las personas. Se detendrá en la superficie sin permitir que la semilla de la Palabra de Dios pueda nacer, germinar, crecer y dar fruto.
Sé que todos ustedes trabajan bastante, y por esto quiero decirles una última cosa importante: paciencia. Paciencia y perseverancia. El Verbo de Dios ha entrado en paciencia, en el momento de la Encarnación, y así hasta la muerte en la cruz. Paciencia y perseverancia. No tenemos la “varita mágica” para todo, pero poseemos la confianza en el Señor que nos acompaña y que no nos abandona jamás. En las dificultades como en las desilusiones que están presentes frecuentemente en nuestro trabajo pastoral, tenemos necesidad de disminuir jamás la confianza en el Señor y en la oración que la sostiene.
No nos olvidemos, de todas maneras, que la ayuda nos viene dada, en primer lugar, justamente de todos aquellos que nosotros hemos acercado y sostenido. Hagamos el bien, pero sin esperar la recompensa. Sembremos y demos testimonio. El testimonio es el inicio de una evangelización que toca el corazón y lo transforma. ¿Eh?, las palabras sin el testimonio no son, ¿eh?, no sirven. El testimonio es lo que lleva y da validez a las palabras.
¡Gracias por su compromiso! Los bendigo y, por favor, no se olviden de rezar por mí, porque yo debo de hablar tanto: también para que yo de un poco de testimonio cristiano. Gracias.
Oremos a la Virgen, la Madre de la evangelización: Ave María…

viernes, 19 de septiembre de 2014

Evangelio 19 de Septiembre de 2014

Carta I de San Pablo a los Corintios 15,12-20. 
Hermanos: 
Si se anuncia que Cristo resucitó de entre los muertos, ¿cómo algunos de ustedes afirman que los muertos no resucitan? 
¡Si no hay resurrección, Cristo no resucitó! 
Y si Cristo no resucitó, es vana nuestra predicación y vana también la fe de ustedes. 
Incluso, seríamos falsos testigos de Dios, porque atestiguamos que él resucitó a Jesucristo, lo que es imposible, si los muertos no resucitan. 
Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó. 
Y si Cristo no resucitó, la fe de ustedes es inútil y sus pecados no han sido perdonados. 
en consecuencia, los que murieron con la fe en Cristo han perecido para siempre. 
Si nosotros hemos puesto nuestra esperanza en Cristo solamente para esta vida, seríamos los hombres más dignos de lástima. 
Pero no, Cristo resucitó de entre los muertos, el primero de todos. 



Salmo 17(16),1.6-7.8b.15. 
Escucha, Señor, mi justa demanda, 
atiende a mi clamor; 
presta oído a mi plegaria, 
porque en mis labios no hay falsedad.

Yo te invoco, Dios mío, porque tú me respondes: 
inclina tu oído hacia mí y escucha mis palabras.
Muestra las maravillas de tu gracia, 
tú que salvas de los agresores 
a los que buscan refugio a tu derecha.

Escóndeme a la sombra de tus alas.
Pero yo, por tu justicia, contemplaré tu rostro, 
y al despertar, me saciaré de tu presencia.





Evangelio según San Lucas 8,1-3. 
Jesús recorría las ciudades y los pueblos, predicando y anunciando la Buena Noticia del Reino de Dios. Lo acompañaban los Doce 
y también algunas mujeres que habían sido curadas de malos espíritus y enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios; 
Juana, esposa de Cusa, intendente de Herodes, Susana y muchas otras, que los ayudaban con sus bienes.

Joven embarazada desiste de aborto tras ver ecografía de su bebé

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WASHINGTON D.C., 19 Sep. 14 / 04:17 am (ACI/EWTN Noticias).- A través de un video subido a YouTube, titulado “My almost abortion story (“Mi historia de casiaborto”), una joven de 20 años relató como desistió de su intento de someterse a un aborto luego de ver la ecografía de su bebé.
La joven, que se identifica como “AutumnBabydolllxx”, señaló que, aunque se considera “pro-elección”, la experiencia del aborto “es muy difícil de sobrellevar” y que “algunas chicas realmente lamentan haberse hecho eso y siempre piensan en sus bebés en el futuro”.
AutumnBabydolllxx explicó su decisión de contar su historia en un video porque “quería decirle a todos cómo fue para mí, porque no pasé un buen momento ahí (en la clínica de abortos)”.
La consejera de la clínica de abortos, dijo la joven, era “honestamente, una desgraciada”, y recordó enojada que la mujer le dijo que “porque tengo 20 años no puedo criar a un bebé”.
Mientras se ponía la bata, preparándose para el procedimiento, AutumnBabydolllxx comenzó a reflexionar sobre “¿por qué estoy haciendo esto?”.
“Podía simplemente imaginarme sosteniendo a mi segundo hijo si me deshacía de este y pensaba ‘bien, tu hermano no está aquí’… y yo simplemente no podía vivir con ese sentimiento, pensando que me voy a arrepentir de esto. Así que, fue, esto no es para mí”, dijo.
Pero el elemento definitivo para que se rehúse al aborto estaba por llegar.
Cuando le realizaron la ecografía “fue cuando realmente dio en el blanco. Ellos obviamente encontraron al bebé en la ecografía y yo simplemente no podía creerlo”.
Mientras abandonaba de la clínica, con sentimientos encontrados, la joven recuerda que le decía una y otra vez a su enamorado “el bebé realmente está ahí, el bebé realmente está ahí”.
“No me arrepiento” de rechazar el aborto, aseguró la joven. “No puedo evitar sonreír porque yo era tan negativa antes y estaba tan asustada y no hay nada de qué tener miedo”, dijo.

jueves, 18 de septiembre de 2014

Evangelio 18 de Septiembre de 2014

  • Primera Lectura: I Corintios 15, 1-11
    "Esto es lo que predicamos; esto es lo que habéis creído"
    Os recuerdo, hermanos, el Evangelio que os proclamé y que vosotros aceptasteis, y en el que estáis fundados, y que os está salvando, si es que conserváis el Evangelio que os proclamé; de lo contrario, se ha malogrado vuestra adhesión a la fe. Porque lo primero que yo os transmití, tal como lo había recibido, fue esto: que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según las Escrituras; que se le apareció a Cefas y más tarde a los Doce; después se apareció a más de quinientos hermanos juntos, la mayoría de los cuales viven todavía, otros han muerto; después se le apareció a Santiago, después a todos los apóstoles; por último, como a un aborto, se me apareció también a mí. Porque yo soy el menor de los apóstoles y no soy digno de llamarme apóstol, porque he perseguido a la Iglesia de Dios. Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia no se ha frustrado en mí. Antes bien, he trabajado más que todos ellos. Aunque no he sido yo, sino la gracia de Dios conmigo. Pues bien; tanto ellos como yo esto es lo que predicamos; esto es lo que habéis creído.
  • Salmo Responsorial: 117
    "Dad gracias al Señor porque es bueno."
    Dad gracias al Señor porque es bueno, / porque es eterna su misericordia. / Diga la casa de Israel: / eterna es su misericordia. R. "La diestra del Señor es poderosa, / la diestra del Señor es excelsa." / No he de morir, viviré / para contar las hazañas del Señor. R. Tú eres mi Dios, te doy gracias; / Dios mío, yo te ensalzo. R.
  • Evangelio: Lucas 7, 36-50
    "Sus muchos pecados están perdonados, porque tiene mucho amor"
    En aquel tiempo, un fariseo rogaba a Jesús que fuera a comer con él. Jesús, entrando en casa del fariseo, se recostó a la mesa. Y una mujer de la ciudad, una pecadora, al enterarse de que estaba comiendo en casa del fariseo, vino con un frasco de perfume y, colocándose detrás, junto a sus pies, llorando, se puso a regarle los pies con sus lágrimas, se los enjugaba con sus cabellos, los cubría de besos y se los ungía con el perfume. Al ver esto, el fariseo que lo había invitado se dijo: "Si éste fuera profeta, sabría quién es esta mujer que lo está tocando y lo que es: una pecadora". Jesús tomó la palabra y le dijo: "Simón, tengo algo que decirte". El respondió: "Dímelo, maestro". Jesús le dijo: "Un prestamista tenía dos deudores: uno le debía quinientos denarios y el otro cincuenta. Como no tenían con qué pagar, los perdonó a los dos. ¿Cuál de los dos lo amará más?". Simón contestó: "Supongo que aquel a quien le perdonó más". Jesús le dijo: "Has juzgado rectamente". Y, volviéndose a la mujer, dijo a Simón: "¿Ves a esta mujer? Cuando yo entré en tu casa, no me pusiste agua para los pies; ella, en cambio, me ha lavado los pies con sus lágrimas y me los ha enjugado con su pelo. Tú no me besaste; ella, en cambio, desde que entró, no ha dejado de besarme los pies. Tú no me ungiste la cabeza con ungüento; ella, en cambio, me ha ungido los pies con perfume. Por eso te digo: sus muchos pecados están perdonados, porque tiene mucho amor, pero al que poco se le perdona, poco ama". Y a ella le dijo: "Tus pecados están perdonados". Los demás convidados empezaron a decir entre sí: "¿Quién es esté, que hasta perdona pecados?" Pero Jesús dijo a la mujer: "Tu fe te ha salvado, vete en paz".

Papa Francisco: Los verdaderos cristianos no son elitistas y generan vida en otra gente

Papa Francisco. Foto: Joaquín Peiro Pérez / ACI Prensa
Papa Francisco. Foto: Joaquín Peiro Pérez / ACI Prensa
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VATICANO, 17 Sep. 14 / 09:47 am (ACI/EWTN Noticias).- Este miércoles, en su Audiencia General, el Papa Francisco continuó su catequesis sobre la Iglesiapara explicar que es católica y apostólica porque sale en misión hasta los confines de la Tierra, sin que sus miembros se consideren una élite, “los elegidos”, sino misioneros valientes que generan vida a otras personas, a otros pueblos.
“Imaginémonos si un grupo de cristianos hace esto: ‘nosotros somos los elegidos, sólo nosotros’… al final, mueren. Mueren primero en el alma, luego morirán en el cuerpo porque no tienen vida, no son capaces de generar vida a otra gente, a otros pueblos. No son apostólicos”.
“Y es precisamente el Espíritu Santo que nos conduce al encuentro con los hermanos, también hacia aquellos más distantes en todo sentido, para que puedan compartir con nosotros el amor, la paz, la alegría que el Señor Resucitado nos ha dejado como don”, afirmó ante los 50.000 fieles reunidos en la Plaza de San Pedro.
A continuación la catequesis completa gracias a la traducción de Radio Vaticana:
"La Iglesia católica y apostólica"
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
Esta semana continuamos hablando sobre la Iglesia.
Cuando profesamos nuestra fe, nosotros afirmamos que la Iglesia es “católica” y “apostólica”. Pero, ¿cuál es efectivamente el significado de estas dos palabras, de estas dos conocidas características de la Iglesia? ¿Y qué valor tienen para las comunidades cristianas y para cada uno de nosotros?
1. Católica significa universal. Una definición completa y clara nos es ofrecida por uno de los Padres de la Iglesia, de los primeros siglos, San Cirilo de Jerusalén, cuando afirma: “la Iglesia sin duda es llamada católica, es decir, universal, por el hecho que está difundida por doquier, desde uno al otro confín de la tierra; y porque universalmente y sin defección enseña todas las verdades que deben llegar a conocimiento de los hombres, ya sea con respecto a las cosas celestes que a las terrestres.
Un signo evidente de la catolicidad de la Iglesia es que ella habla todas las lenguas. Y esto no es otra cosa que el efecto del Pentecostés: es el Espíritu Santo, en efecto, que ha puesto en condiciones a los Apóstoles y a la Iglesia entera para que hagan resonar para todos, hasta los confines de la tierra, la Buena Noticia de la salvación y del amor de Dios. La Iglesia así nació católica, es decir, “sinfónica” desde los orígenes y no puede ser otra cosa que católica, proyectada hacia la evangelización y al encuentro con todos.
La palabra de Dios hoy se lee en todas las lenguas: todos tienen el Evangelio en la propia lengua. Para leerlo. Y vuelvo a lo mismo: es siempre bueno llevar con nosotros un Evangelio chiquito, para llevarlo en el bolsillo, en la cartera. Y durante la jornada leer un fragmento. Esto nos hace bien. El Evangelio está difundido en todas las lenguas porque la Iglesia, el anuncio de Jesucristo Redentor está en todo el mundo. Y por esto se dice que la Iglesia es católica: porque es universal.
2. Si la Iglesia nació católica, quiere decir que nació “en salida”, que nació misionera. Si los apóstoles se hubieran quedado ahí en el cenáculo, sin salir a predicar el Evangelio, la Iglesia sería solamente la Iglesia de aquel pueblo, de aquella ciudad, de aquel cenáculo. Pero todos salieron por el mundo desde el momento del nacimiento de la Iglesia; desde el momento que vino el Espíritu Santo. Y por esto la Iglesia nació “en salida”, es decir, misionera.
Es lo que expresamos calificándola apostólica. Porque el apóstol es el que lleva la Buena Nueva de la resurrección de Jesús. Este término nos recuerda que la Iglesia, sobre el fundamento de los Apóstoles está en continuidad con ellos. Son los apóstoles que fueron y fundaron nuevas iglesias, han consagrado nuevos obispos. Y así en todo el mundo, en continuidad. Hoy, todos nosotros estamos en continuidad con aquel grupo de apóstoles que ha recibido el Espíritu Santo y luego fue “en salida” a predicar. La Iglesia es enviada para llevar a todos los hombres este anuncio del Evangelio, acompañándolo con los signos de la ternura y del poder de Dios.
También esto deriva del evento del Pentecostés: es el Espíritu Santo, en efecto, que supera toda resistencia, que vence la tentación de cerrase en sí mismos, entre pocos elegidos, y de considerarse los únicos destinatarios de la bendición de Dios.
Imaginémonos si un grupo de cristianos hace esto: “nosotros somos los elegidos, sólo nosotros”… al final, mueren. Mueren primero en el alma, luego morirán en el cuerpo porque no tienen vida, no son capaces de generar vida a otra gente, a otros pueblos. No son apostólicos. Y es precisamente el Espíritu Santo que nos conduce al encuentro con los hermanos, también hacia aquellos más distantes en todo sentido, para que puedan compartir con nosotros el amor, la paz, la alegría que el Señor Resucitado nos ha dejado como don.
3. ¿Qué comporta para nuestras comunidades y para cada uno de nosotros, ser parte de una iglesia que es católica y apostólica? En primer lugar, significa llevar en el corazón la salvación de toda la humanidad, no sentirse indiferente o extraños con el destino de muchos de nuestros hermanos, sino abiertos y solidarios para con ellos. También significa tener el sentido de plenitud, de lo completo, de la armonía de la vida cristiana, rechazando siempre las posiciones parciales, unilaterales, que nos encierran en nosotros mismos.
Ser parte de la Iglesia apostólica quiere decir ser consciente de que nuestra fe está anclada en el anuncio y en el testimonio de los mismos Apóstoles de Jesús. Está anclada allí, es una larga cadena que viene de allí; y por eso sentirse siempre enviados, sentirse mandados, en comunión con los sucesores de los Apóstoles, a anunciar, con el corazón lleno de alegría, a Cristo y su amor por toda la humanidad. Y aquí yo quisiera recordar la vida heroica de tantos, tantos misioneros y misioneras, que han dejado su patria para ir a anunciar el evangelio en otros países, en otros continentes.
Me decía un cardenal brasilero que trabaja bastante en el Amazonas, que cuando él va a un lugar, a un pueblo del Amazonas, a una ciudad, va siempre al cementerio. Y allí ve las tumbas de estos misioneros, sacerdotes, hermanos, monjas, que han ido a predicar el Evangelio, apóstoles; y él piensa: todos ellos pueden ser canonizados ahora, han dejado todo para anunciar a Jesucristo.
Demos gracias a Dios porque nuestra Iglesia tiene tantos misioneros, ha tenido tantos misioneros, y tiene necesidad de más aún, ¡agradezcamos al Señor por esto! Tal vez entre tantos jóvenes, chicos y chicas que están aquí, alguno tiene ganas de convertirse en misionero, ¡que vaya hacia adelante! ¡Es bello esto, llevar el Evangelio de Jesús! ¡Sean valientes!
Pidámosle entonces al Señor, que renueve en nosotros el don de su Espíritu, para que toda comunidad cristiana y todo bautizado sea expresión de la santa madre Iglesia católica y apostólica.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Evangelio 17 de Septiembre de 2014

  • Primera Lectura: I Corintios 12, 31 - 13, 13
    "Quedan la fe, la esperanza, el amor; la más grande es el amor"
    Hermanos: Ambicionad los carismas mejores. Y aún os voy a mostrar un camino excepcional. Ya podría yo hablar las lenguas de los hombres y de los ángeles; si no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o unos platillos que aturden. Ya podría tener el don de profecía y conocer todos los secretos y todo el saber, podría tener fe como para mover montañas; si no tengo amor, no soy nada. Podría repartir en limosnas todo lo que tengo y aun dejarme quemar vivo; si no tengo amor, de nada me sirve. El amor es paciente, afable; no tiene envidia; no presume ni se engríe; no es mal educado ni egoísta; no se irrita; no lleva cuentas del mal; no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad. Disculpa sin límites, cree sin límites, espera sin límites, aguanta sin límites. El amor no pasa nunca. ¿El don de profecía?, se acabará. ¿El don de lenguas?, enmudecerá. ¿El saber?, se acabará. Porque limitado es nuestro saber y limitada es nuestra profecía; pero, cuando venga lo perfecto, lo limitado se acabará. Cuando yo era niño, hablaba como un niño, sentía como un niño, razonaba como un niño. Cuando me hice un hombre acabé con las cosas de niño. Ahora vemos confusamente en un espejo; entonces veremos cara a cara. Mi conocer es por ahora limitado; entonces podré conocer como Dios me conoce. En una palabra: quedan la fe, la esperanza, el amor: estas tres. La más grande es el amor.
  • Salmo Responsorial: 32
    "Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad."
    Dad gracias al Señor con la cítara, / tocad en su honor el arpa de diez cuerdas; / cantadle un cántico nuevo, / acompañando los vítores con bordones. R. Que la palabra del Señor es sincera, / y todas sus acciones son leales; / él ama la justicia y el derecho, / y su misericordia llena la tierra. R. Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor, / el pueblo que él se escogió como heredad. / Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, / como lo esperamos de ti. R.
  • Evangelio: Lucas 7, 31-35
    "Tocamos y no bailáis, cantamos lamentaciones y no lloráis"
    En aquel tiempo, dijo el Señor: "¿A quién se parecen los hombres de esta generación? ¿A quién los compararemos? Se parecen a unos niños, sentados en la plaza, que gritan a otros: "Tocamos la flauta y no bailáis, cantamos lamentaciones y no lloráis." Vino Juan el Bautista, que ni comía ni bebía, y dijisteis que tenía un demonio; viene el Hijo del hombre, que come y bebe, y decís: "Mirad qué comilón y qué borracho, amigo de publicanos y pecadores." Sin embargo, los discípulos de la sabiduría le han dado la razón."

Papa Francisco: Una prédica brillante que no da esperanza es solo vanidad

Papa Francisco en capilla de Casa Santa Marta. Foto: L'Osservatore Romano
Papa Francisco en capilla de Casa Santa Marta. Foto: L'Osservatore Romano
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VATICANO, 16 Sep. 14 / 11:39 am (ACI/EWTN Noticias).- Durante la Misamatutina celebrada en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco señaló que cuando se quiere anunciar el Evangelio se tiene que hacer mostrando cercanía y compasión, porque lo contrario será una prédica tal vez brillante, pero que no siembra esperanza y por tanto es solo vanidad.
En su homilía, el Santo Padre reflexionó sobre el pasaje del Evangelio en que Jesús se acerca a un cortejo fúnebre: una viuda de Naím ha perdido a su único hijo. El Señor realiza el milagro de devolver la vida al joven –indicó el Papa-, pero hace más: está cerca. “Dios – dice la gente – ha visitado a su pueblo”. Cuando Dios visita “hay algo más, hay algo nuevo”, “quiere decir que su presencia está especialmente allí”.
Jesús “estaba cerca de la gente. Dios cercano que logra comprender el corazón de la gente, el corazón de su pueblo. Después ve el cortejo, y el Señor se acerca. Dios visita a su pueblo, en medio de su pueblo, y acercándose. Cercanía. Es la modalidad de Dios. Y después hay una expresión que se repite en la Biblia, tantas veces: ‘El Señor tuvo gran compasión’. La misma compasión que tenía, dice el Evangelio, cuando vio a tanta gente como ovejas sin pastor. Cuando Dios visita a su pueblo, está cerca de él, se acerca a él y siente compasión: se conmueve”.
“El Señor se siente profundamente conmovido, como lo estuvo ante la tumba de Lázaro”. Como se conmovió aquel Padre “cuando vio volver a casa a su hijo” pródigo.
“Cercanía y compasión: así el Señor visita a su pueblo. Y cuando nosotros queremos anunciar el Evangelio, llevar adelante la Palabra de Jesús, éste es el camino. El otro camino es el de los maestros, el de los predicadores de aquel tiempo: los doctores de la ley, los escribas, los fariseos… Alejados del pueblo, hablaban… bien: hablaban bien. Enseñaban la ley, bien. Pero alejados. Y ésta no era una visita del Señor: era otra cosa. El pueblo no sentía esto como una gracia, porque faltaba la cercanía, faltaba la compasión, es decir, padecer con el pueblo”.
“Y hay otra palabra que es propia de cuando el Señor visita a su pueblo: ‘El muerto se incorporó y se puso a hablar, y Él – Jesús – se lo dio a su madre’”, recordó Francisco.
En ese sentido, afirmó que “cuando Dios visita a su pueblo, devuelve la esperanza al pueblo. Siempre. Se puede predicar la Palabra de Dios brillantemente: en la historia hubo tantos buenos predicadores. Pero si estos predicadores no fueron capaces de sembrar esperanza, esa prédica no sirve. Es vanidad”.
Viendo a Jesús que devolvió el hijo vivo a su mamá “podemos entender lo que significa una visita de Dios a su pueblo. Y pedir como gracia que nuestro testimonio de cristianos sea portador de la visita de Dios a su pueblo, es decir, de la cercanía que siembra la esperanza”, concluyó Francisco.

martes, 16 de septiembre de 2014

Evangelio 16 de Septiembre de 2014

  • Primera Lectura: I Corintios 12, 12-14. 27-31a
    "Vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno es un miembro"
    Hermanos: Lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, a pesar de ser muchos, son un solo cuerpo, así es también Cristo. Todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu. El cuerpo tiene muchos miembros, no uno solo. Pues bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno es un miembro. Y Dios os ha distribuido en la Iglesia: en el primer puesto los apóstoles, en el segundo los profetas, en el tercero los maestros, después vienen los milagros, luego el don de curar, la beneficencia, el gobierno, la diversidad de lenguas, el don de interpretarlas. ¿Acaso son todos apóstoles? ¿O todos son profetas? ¿O todos maestros? ¿O hacen todos milagros? ¿Tienen todos don para curar? ¿Hablan todos en lenguas o todos las interpretan? Ambicionad los carismas mejores.
  • Salmo Responsorial: 99
    "Somos un pueblo y ovejas de su rebaño."
    Aclama al Señor, tierra entera, / servid al Señor con alegría, / entrad en su presencia con vítores. R. Sabed que el Señor es Dios: / que él nos hizo y somos suyos, / su pueblo y ovejas de su rebaño. R. Entrad por sus puertas con acción de gracias, / por sus atrios con himnos, / dándole gracias y bendiciendo su nombre. R. "El Señor es bueno, / su misericordia es eterna, / su fidelidad por todas las edades." R.
  • Evangelio: Lucas 7, 11-17
    "¡Muchacho, a ti te lo digo, levántate!"
    En aquel tiempo, iba Jesús camino de una ciudad llamada Naín, e iban con él sus discípulos y mucho gentío. Cuando se acercaba a la entrada de la ciudad, resultó que sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de su madre, que era viuda; y un gentío considerable de la ciudad la acompañaba. Al verla el Señor, le dio lástima y le dijo: "No llores." Se acercó al ataúd, lo tocó (los que lo llevaban se pararon) y dijo: "¡Muchacho, a ti te lo digo, levántate!" El muerto se incorporó y empezó a hablar, y Jesús se lo entregó a su madre. Todos, sobrecogidos, daban gloria a Dios, diciendo: "Un gran Profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo;" La noticia del hecho se divulgó por toda la comarca y por Judea entera.

Ex imán que se convirtió al cristianismo asegura que Jesús lo libró de morir a manos de su padre

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ROMA, 15 Sep. 14 / 10:43 pm (ACI/EWTN Noticias).- Mario Joseph era imán musulmán y tras convertirse al cristianismo afirma que Dios lo protegió de las amenazas de muerte y tortura por parte de su propia familia.
El ex imán compartió su testimonio de conversión y posterior persecución al programa Changing Tracks, transmitido por la Fundación E.U.K Mamie dirigida por la comunidad religiosa Hogar de la Madre.
Mario Joseph creció en la India en una familia musulmana. Inscrito a temprana edad en un colegio musulmán en Kerala, estudió filosofía y teología durante 10 años. Se convirtió en imán antes de los 18 años.
Después de que una persona le preguntara quién era Jesús, Mario comenzó a investigar sobre el cristianismo. Estudiando el Corán, se dio cuenta de que el nombre de Jesús se menciona con mayor frecuencia que el nombre de Mahoma. Asimismo, María, conocida en árabe como Mariam, era la única mujer mencionada por su nombre en el Corán. En el Islam, María es reconocida como una virgen perpetua que fue concebida sin pecado.
El Corán describe a Jesús como la "Palabra de Dios" y el "Espíritu de Dios". Dice que Jesús sanó a los enfermos, devolvió la vida a los muertos y se subió vivo alcielo. No atribuye nada de eso al Profeta Mahoma.
Asimismo, Mario Joseph comenzó a ver a Dios como padre, algo que también enseña el cristianismo. "Cada vez que pienso que el creador del universo es mi papá, tengo una especie de alegría que no puedo expresar", dijo en la entrevista.
Con esta motivación, explicó, "me decidí a aceptar a Jesús".
Sin embargo, esta conversión provocó una violenta reacción de su familia. Cuando su padre lo encontró en una casa de retiro católica, lo golpeó gravemente hasta perder el conocimiento. Cuando despertó, se encontraba desnudo en una pequeña habitación de su casa. Sus brazos y piernas estaban atados y había pimiento picante en su boca y heridas.
Mario Joseph dijo que su padre estaba obedeciendo la ley del Corán, que castiga a los que abandonan el Islam. Fue privado de comida y agua por varios días y su hermano lo obligó a beber orina como castigo.
Después de 20 días su padre entró en la celda y lo amenazó con un cuchillo a menos que renunciara a Jesús.
"Cuando supe que era mi último momento... pensé, 'Jesús murió, pero regresó. Si yo creo en Jesús y muero, también recuperaré mi vida'".
En este momento se sintió lleno de energía, tiró de la mano de su padre y gritó el nombre de Jesús.
Su padre se cayó y se cortó severamente con su propio cuchillo. Cuando los familiares llevaron a su padre al hospital olvidaron cerrar la habitación.
El joven salió corriendo y cogió un taxi. El conductor era cristiano y le ayudó a conseguir comida y bebida.
"Ese día, realmente entendí que mi Jesús está vivo, incluso ahora. Cuando lo llamé, él me salvó".
En la actualidad, Mario Joseph vive en una casa de retiro católica en la India, en donde realiza conferencias en diferentes idiomas.
Tomó el nombre de "Mario", versión masculina de María en italiano, y el de Joseph, por el esposo de María.
Mario Joseph confesó que no esperaba estar vivo después de su conversión a los 18 años. Hay personas que aún buscan matarlo y sus padres celebraron una ceremonia fúnebre para significar que él era un paria. En una tumba marcaron como fecha de muerte la de su bautismo.
A pesar de que no ha tenido contacto con los miembros de su familia, Mario reza por ellos. Incluso si nunca aceptan el cristianismo, explicó Mario, "Yo siempre digo 'Jesús, llévalos al cielo'".

Evangelio 15 de Septiembre de 2014

  • Primera Lectura: Hebreos 5, 7-9
    "Aprendió a obedecer y se ha convertido en autor de salvación eterna"
    Cristo, en los días de su vida mortal, a gritos y con lágrimas, presentó oraciones y súplicas al que podía salvarlo de la muerte, cuando en su angustia fue escuchado. Él, a pesar de ser Hijo, aprendió, sufriendo, a obedecer. Y, llevado a la consumación, se ha convertido para todos los que le obedecen en autor de salvación eterna.
  • Salmo Responsorial: 30
    "Sálvame, Señor, por tu misericordia"
    A ti, Señor, me acojo: / no quede yo nunca defraudado; / tú, que eres justo, ponme a salvo, / inclina tu oído hacia mí. R. Ven aprisa a librarme, / sé la roca de mi refugio, / un baluarte donde me salve, / tú que eres mi roca y mi baluarte; / por tu nombre dirígeme y guíame. R. Sácame de la red que me han tendido, / porque tú eres mi amparo. / A tus manos encomiendo mi espíritu: / tú, el Dios leal, me librarás. R. Pero yo confío en ti, Señor, / te digo: "Tú eres mi Dios." / En tus manos están mis azares: / líbrame de los enemigos que me persiguen. R. Qué bondad tan grande, Señor, / reservas para tus fieles, / y concedes a los que a ti se acogen / a la vista de todos. R.
  • Evangelio: Juan 19,25-27
    "Triste contemplaba y dolorosa miraba del Hijo amado la pena"
    En aquel tiempo, junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María, la de Cleofás, y María, la Magdalena. Jesús, al ver a su madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su madre: "Mujer, ahí tienes a tu hijo." Luego, dijo al discípulo: "Ahí tienes a tu madre." Y desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa.

Evangelio 14 de Septiembre de 2014

  • Primera Lectura: Números 21,4b-9
    "Miraban a la serpiente de bronce y quedaban curados"
    En aquellos días, el pueblo estaba extenuado del camino, y habló contra Dios y contra Moisés: "¿Por qué nos has sacado de Egipto para morir en el desierto? No tenemos ni pan ni agua, y nos da náusea ese pan sin cuerpo." El Señor envió contra el pueblo serpientes venenosas, que los mordían, y murieron muchos israelitas. Entonces el pueblo acudió a Moisés, diciendo: "Hemos pecado hablando contra el Señor y contra ti; reza al Señor para que aparte de nosotros las serpientes." Moisés rezó al Señor por el pueblo, y el Señor le respondió: "Haz una serpiente venenosa y colócala en un estandarte: los mordidos de serpiente quedarán sanos al mirarla." Moisés hizo una serpiente de bronce y la colocó en un estandarte. Cuando una serpiente mordía a uno, él miraba a la serpiente de bronce y quedaba curado.
  • Salmo Responsorial: 77
    "No olvidéis las acciones del Señor."
    Escucha, pueblo mío, mi enseñanza, / inclinad el oído a las palabras de mi boca: / que voy a abrir mi boca a las sentencias, / para que broten los enigmas del pasado. R. Cuando los hacía morir, lo buscaban, / y madrugaban para volverse hacia Dios; / se acordaban de que Dios era su roca, / el Dios Altísimo su redentor. R. Lo adulaban con sus bocas, / pero sus lenguas mentían: / su corazón no era sincero con él, / ni eran fieles a su alianza. R. Él, en cambio, sentía lástima, / perdonaba la culpa y no los destruía: / una y otra vez reprimió su cólera, / y no despertaba todo su furor. R.
  • Segunda Lectura: Filipenses 2,6-11
    "Se rebajó, por eso Dios lo levantó sobre todo"
    Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el "Nombre-sobre-todo-nombre"; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.
  • Evangelio: Juan 3,13-17
    "Tiene que ser elevado el Hijo del hombre"
    En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: "Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna. Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen el él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él."