ROMA, 15 Sep. 14 / 10:43 pm (ACI/EWTN Noticias).- Mario Joseph era imán musulmán y tras convertirse al cristianismo afirma que Dios lo protegió de las amenazas de muerte y tortura por parte de su propia familia.
El ex imán compartió su testimonio de conversión y posterior persecución al programa Changing Tracks, transmitido por la Fundación E.U.K Mamie dirigida por la comunidad religiosa Hogar de la Madre.
Mario Joseph creció en la India en una familia musulmana. Inscrito a temprana edad en un colegio musulmán en Kerala, estudió filosofía y teología durante 10 años. Se convirtió en imán antes de los 18 años.
Después de que una persona le preguntara quién era Jesús, Mario comenzó a investigar sobre el cristianismo. Estudiando el Corán, se dio cuenta de que el nombre de Jesús se menciona con mayor frecuencia que el nombre de Mahoma. Asimismo, María, conocida en árabe como Mariam, era la única mujer mencionada por su nombre en el Corán. En el Islam, María es reconocida como una virgen perpetua que fue concebida sin pecado.
El Corán describe a Jesús como la "Palabra de Dios" y el "Espíritu de Dios". Dice que Jesús sanó a los enfermos, devolvió la vida a los muertos y se subió vivo alcielo. No atribuye nada de eso al Profeta Mahoma.
Asimismo, Mario Joseph comenzó a ver a Dios como padre, algo que también enseña el cristianismo. "Cada vez que pienso que el creador del universo es mi papá, tengo una especie de alegría que no puedo expresar", dijo en la entrevista.
Con esta motivación, explicó, "me decidí a aceptar a Jesús".
Sin embargo, esta conversión provocó una violenta reacción de su familia. Cuando su padre lo encontró en una casa de retiro católica, lo golpeó gravemente hasta perder el conocimiento. Cuando despertó, se encontraba desnudo en una pequeña habitación de su casa. Sus brazos y piernas estaban atados y había pimiento picante en su boca y heridas.
Mario Joseph dijo que su padre estaba obedeciendo la ley del Corán, que castiga a los que abandonan el Islam. Fue privado de comida y agua por varios días y su hermano lo obligó a beber orina como castigo.
Después de 20 días su padre entró en la celda y lo amenazó con un cuchillo a menos que renunciara a Jesús.
"Cuando supe que era mi último momento... pensé, 'Jesús murió, pero regresó. Si yo creo en Jesús y muero, también recuperaré mi vida'".
En este momento se sintió lleno de energía, tiró de la mano de su padre y gritó el nombre de Jesús.
Su padre se cayó y se cortó severamente con su propio cuchillo. Cuando los familiares llevaron a su padre al hospital olvidaron cerrar la habitación.
El joven salió corriendo y cogió un taxi. El conductor era cristiano y le ayudó a conseguir comida y bebida.
"Ese día, realmente entendí que mi Jesús está vivo, incluso ahora. Cuando lo llamé, él me salvó".
En la actualidad, Mario Joseph vive en una casa de retiro católica en la India, en donde realiza conferencias en diferentes idiomas.
Tomó el nombre de "Mario", versión masculina de María en italiano, y el de Joseph, por el esposo de María.
Mario Joseph confesó que no esperaba estar vivo después de su conversión a los 18 años. Hay personas que aún buscan matarlo y sus padres celebraron una ceremonia fúnebre para significar que él era un paria. En una tumba marcaron como fecha de muerte la de su bautismo.
A pesar de que no ha tenido contacto con los miembros de su familia, Mario reza por ellos. Incluso si nunca aceptan el cristianismo, explicó Mario, "Yo siempre digo 'Jesús, llévalos al cielo'".
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