sábado, 14 de junio de 2025

Lecturas 14 de Junio de 2025

 

  • Primera Lectura

    2 Corintios 5:14-21

    14Porque el amor de Cristo nos urge, persuadidos de que si uno murió por todos, en consecuencia todos murieron.
    15Y murió por todos a fin de que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.
    16De manera que desde ahora no conocemos a nadie según la carne; y si conocimos a Cristo según la carne, ahora ya no le conocemos así.
    17Por tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva criatura: lo viejo pasó, ya ha llegado lo nuevo.
    18Y todo proviene de Dios, que nos reconcilió con él por medio de Cristo y nos confirió el ministerio de la reconciliación.
    19Porque en Cristo, Dios estaba reconciliando al mundo consigo, sin imputarle sus delitos, y puso en nosotros la palabra de reconciliación.
    20Somos, pues, embajadores en nombre de Cristo, como si Dios os exhortase por medio de nosotros. En nombre de Cristo os rogamos: reconciliaos con Dios.
    21A él, que no conoció pecado, lo hizo pecado por nosotros, para que llegásemos a ser en él justicia de Dios.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 103:1-4, 9-12

    1
    De David.
    Bendice, alma mía, al Señor, y todo mi ser a su Nombre santo.
    2
    Bendice, alma mía, al Señor,
    no olvides ninguno de sus beneficios.
    3
    Él es quien perdona tus culpas,
    quien sana tus enfermedades.
    4
    Quien rescata tu vida de la fosa,
    quien te corona de misericordia y compasión.
    9
    No dura siempre su querella,
    ni guarda rencor perpetuamente.
    10
    No nos trata según nuestros pecados,
    ni nos paga según nuestras culpas.
    11
    Pues cuanto se elevan los cielos sobre la tierra,
    así prevalece su misericordia con los que le temen.
    12
    Cuanto dista el oriente del occidente,
    así aleja de nosotros nuestras iniquidades.

  • Evangelio

    Mateo 5:33-37

    33»También habéis oído que se dijo a los antiguos: No jurarás en vano, sino que cumplirás los juramentos que le hayas hecho al Señor.
    34Pero yo os digo: no juréis de ningún modo; ni por el cielo, porque es el trono de Dios;
    35ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del Gran Rey.
    36Tampoco jures por tu cabeza, porque no puedes volver blanco o negro ni un solo cabello.
    37Que vuestro modo de hablar sea: «Sí, sí»; «no, no». Lo que exceda de esto, viene del Maligno.

viernes, 13 de junio de 2025

Lecturas 13 de Junio de 2025

 

  • Primera Lectura

    Sabiduría 7:7-14

    7
    Por eso, rogué prudencia y se me concedió;
    invoqué un espíritu de sabiduría y vino a mí.
    8
    La antepuse a cetros y tronos
    y, comparada con ella, tuve en nada la riqueza.
    9
    La piedra más preciosa no la iguala,
    porque, a la vista de ella, todo el oro es un poco de arena y, ante ella, la plata vale lo que el barro.
    10
    La quise más que la salud y la belleza
    y preferí tenerla como luz, porque su resplandor no tiene ocaso.
    11
    Con ella me vinieron a la vez todos los bienes,
    pues en sus manos hay riqueza incalculable.
    12
    De todos disfruté, porque los trae la sabiduría,
    aunque ignoraba que ella es la madre de todos.
    13
    La aprendí sin engaño y la comunico sin envidia;
    no escondo sus riquezas.
    14
    Ella es para los hombres un tesoro inagotable;
    los que lo alcanzan consiguen la amistad de Dios, pues les recomienda el don de su enseñanza.

    OR

    Efesios 4:7, 11-15

    7A cada uno de nosotros, sin embargo, ha sido dada la gracia en la medida en que Cristo quiere otorgar sus dones.
    11Él constituyó a algunos como apóstoles, a otros profetas, a otros evangelizadores, a otros pastores y doctores,
    12a fin de que trabajen en perfeccionar a los santos cumpliendo con su ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,
    13hasta que lleguemos todos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, al hombre perfecto, a la medida de la plenitud de Cristo,
    14para que ya no seamos niños que van de un lado a otro y están zarandeados por cualquier corriente doctrinal, por el engaño de los hombres, por la astucia que lleva al error.
    15Por el contrario, viviendo la verdad con caridad, crezcamos en todo hacia aquel que es la cabeza, Cristo,

  • Salmo Responsorial

    Salmo 40:3-4, 10-11, 17

    3
    Me sacó del pozo de la miseria,
    del fango cenagoso, asentó mis pies sobre roca y consolidó mis pasos.
    4
    Ha puesto en mi boca un cántico nuevo,
    una alabanza a nuestro Dios. Muchos, al verlo, temerán y esperarán en el Señor.
    10
    He anunciado la justicia en la gran asamblea;
    no he cerrado mis labios, Señor, Tú lo sabes bien.
    11
    No he escondido tu justicia dentro de mi corazón;
    he proclamado tu fidelidad y tu salvación, no he ocultado tu bondad y tu lealtad a la gran asamblea.
    17
    Que se gocen y se alegren en Ti
    todos los que te buscan. Digan sin cesar: «¡Grande es el Señor!», los que aman tu salvación.

  • Evangelio

    Marcos 16:15-20

    15
    Y les dijo:
    —Id al mundo entero y predicad el Evangelio a todo lo creado.
    16El que crea y sea bautizado será salvado; pero el que no crea será condenado.
    17A los que crean acompañarán estos signos: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán lenguas nuevas,
    18agarrarán serpientes con las manos y, si bebieran algún veneno, no les dañará; impondrán las manos sobre los enfermos y quedarán curados.
    19El Señor, Jesús, después de hablarles, se elevó al cielo y está sentado a la derecha de Dios.
    20Y ellos, partiendo de allí, predicaron por todas partes, y el Señor cooperaba y confirmaba la palabra con los milagros que la acompañaban.

jueves, 12 de junio de 2025

Lecturas 12 de Junio de 2025

 

  • Primera Lectura

    2 Corintios 3:15--4:1, 3-6

    3
    15verdaderamente, hasta hoy, siempre que se lee a Moisés, está puesto un velo sobre sus corazones;
    16pero cuando se conviertan al Señor, será quitado el velo.
    17El Señor es Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor hay libertad.
    18Todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, vamos siendo transformados en su misma imagen, cada vez más gloriosos, conforme obra en nosotros el Espíritu del Señor.
    4
    1Por eso, teniendo este ministerio por la misericordia que se nos hizo, no desfallecemos.
    3Y si todavía nuestro evangelio está velado, lo está para los que se pierden,
    4para los incrédulos, cuyas inteligencias cegó el dios de este mundo para que no vean la luz del Evangelio glorioso de Cristo, el cual es la imagen de Dios.
    5Pues no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como siervos vuestros por Jesús.
    6Porque el mismo Dios que mandó: «Del seno de las tinieblas brille la luz», hizo brillar la luz en nuestros corazones, para que irradien el conocimiento de la gloria de Dios que está en el rostro de Cristo.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 85:9-14

    9
    Escucharé lo que dice Dios:
    el Señor anuncia la paz a su pueblo y a sus fieles, con tal de que no retornen a la necedad.
    10
    En verdad, ya está cerca la salvación
    para los que le temen, para que en nuestra tierra habite la Gloria.
    11
    Misericordia y fidelidad se encontrarán,
    justicia y paz se besarán.
    12
    De la tierra germinará la fidelidad,
    desde los cielos despuntará la justicia.
    13
    Porque el Señor otorgará bienes,
    y nuestra tierra producirá sus frutos.
    14
    Ante Él marchará la justicia,
    y sus pasos abrirán camino. 

  • Evangelio

    Mateo 5:20-26

    20Os digo, pues, que si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el Reino de los Cielos.
    21»Habéis oído que se dijo a los antiguos: No matarás, y el que mate será reo de juicio.
    22Pero yo os digo: todo el que se llene de ira contra su hermano será reo de juicio; y el que insulte a su hermano será reo ante el Sanedrín; y el que le maldiga será reo del fuego del infierno.
    23Por lo tanto, si al llevar tu ofrenda al altar recuerdas que tu hermano tiene algo contra ti,
    24deja allí tu ofrenda delante del altar, vete primero a reconciliarte con tu hermano, y vuelve después para presentar tu ofrenda.
    25Ponte de acuerdo cuanto antes con tu adversario mientras vas de camino con él; no sea que tu adversario te entregue al juez y el juez al alguacil y te metan en la cárcel.
    26Te aseguro que no saldrás de allí hasta que restituyas la última moneda.

miércoles, 11 de junio de 2025

Lecturas 11 de Junio de 2025

 

  • Primera Lectura

    Hechos 11:21-26; 13:1-3

    11
    21La mano del Señor estaba con ellos y un gran número creyó y se convirtió al Señor.
    22Llegó esta noticia a oídos de la iglesia que había en Jerusalén, y enviaron a Bernabé a Antioquía.
    23Cuando llegó y vio la gracia de Dios se alegró, y a todos les exhortaba a permanecer en el Señor con un corazón firme,
    24porque era un hombre bueno y lleno del Espíritu Santo y de fe. Y una gran muchedumbre se adhirió al Señor.
    25Marchó Bernabé a Tarso para buscar a Saulo,
    26lo encontró y lo condujo a Antioquía. Estuvieron juntos en aquella iglesia un año entero y adoctrinaron a una gran muchedumbre. Fue en Antioquía donde los discípulos recibieron por primera vez el nombre de cristianos.
    13
    1En la iglesia de Antioquía había profetas y maestros: Bernabé y Simón, que era llamado el Negro, Lucio, el de Cirene, y Manahén, hermano de leche del tetrarca Herodes, y Saulo.
    2
    Mientras celebraban el culto del Señor y ayunaban, dijo el Espíritu Santo:
    —Separadme a Bernabé y a Saulo para la obra que les he destinado.
    3Y después de ayunar, orar e imponerles las manos, los despidieron.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 98:1-6

    1
    Salmo.
    Cantad al Señor un cántico nuevo porque ha hecho maravillas. Su diestra le ha salvado, su santo brazo.
    2
    El Señor ha dado a conocer su salvación;
    ha revelado su justicia a los ojos de las naciones.
    3
    Se acordó de su misericordia y fidelidad
    con la casa de Israel. Todos los confines de la tierra han visto la salvación de nuestro Dios.
    4
    Aclamad al Señor, la tierra entera;
    gritad, cantad, entonad salmos.
    5
    Entonad salmos al Señor con la cítara,
    con la cítara al son de la música;
    6
    con trompetas y el sonido del cuerno,
    aclamad ante el Rey y Señor.

  • Evangelio

    Mateo 10:7-13

    7Id y predicad: «El Reino de los Cielos está al llegar».
    8Curad a los enfermos, resucitad a los muertos, sanad a los leprosos, expulsad los demonios. Gratuitamente lo recibisteis, dadlo gratuitamente.
    9No llevéis oro, ni plata, ni dinero en vuestras bolsas,
    10ni alforja para el camino, ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón, porque el que trabaja merece su sustento.
    11»En cualquier ciudad o aldea en que entréis, informaos sobre quién hay en ella que sea digno; y quedaos allí hasta que os vayáis.
    12Al entrar en una casa dadle vuestro saludo.
    13Si la casa fuera digna, venga vuestra paz sobre ella; pero si no fuera digna, que vuestra paz vuelva a vosotros.

martes, 10 de junio de 2025

Lecturas 10 de Junio de 2025

 

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    2 Corintios 1:18-22

    18Por la fidelidad de Dios, que la palabra que os dirigimos no es sí y no.
    19Porque Jesucristo, el Hijo de Dios —que os predicamos Silvano, Timoteo y yo— no fue sí y no, sino que en él se ha hecho realidad el sí.
    20Porque cuantas promesas hay de Dios, en él tienen su sí; por eso también decimos por su mediación el Amén a Dios para su gloria.
    21Y es Dios quien nos confirma con vosotros en Cristo, y quien nos ungió,
    22y quien nos marcó con su sello, y nos dio como arras el Espíritu en nuestros corazones.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 119:129-133, 135

    129
    (Pe) Admirables son tus preceptos,
    por eso los guarda mi alma.
    130
    La revelación de tus palabras ilumina,
    da inteligencia a los sencillos.
    131
    Abro la boca y aspiro el aliento,
    pues ansío tus mandatos.
    132
    Vuélvete a mí y ten piedad,
    como acostumbras con los que aman tu Nombre.
    133
    Guía mis pasos según tu promesa,
    para que no me domine ninguna maldad.
    135
    Haz brillar tu rostro sobre tu siervo
    y enséñame tus decretos.

  • Evangelio

    Mateo 5:13-16

    13»Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa ¿con qué se salará? No vale más que para tirarla fuera y que la pisotee la gente.
    14»Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en lo alto de un monte;
    15ni se enciende una luz para ponerla debajo de un celemín, sino sobre un candelero para que alumbre a todos los de la casa.
    16Alumbre así vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre, que está en los cielos.

Lecturas 9 de Junio de 2025

 

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Génesis 3:9-15, 20

    9
    El Señor Dios llamó al hombre y le dijo:
    —¿Dónde estás?
    10
    Éste contestó:
    —Oí tu voz en el jardín y tuve miedo porque estaba desnudo; por eso me oculté.
    11
    Dios le preguntó:
    —¿Quién te ha indicado que estabas desnudo? ¿Acaso has comido del árbol del que te prohibí comer?
    12
    El hombre contestó:
    —La mujer que me diste por compañera me dio del árbol y comí.
    13
    Entonces el Señor Dios dijo a la mujer:
    —¿Qué es lo que has hecho? La mujer respondió: —La serpiente me engañó y comí.
    14
    El Señor Dios dijo a la serpiente:
    —Por haber hecho eso, maldita seas entre todos los animales y todas las bestias del campo. Te arrastrarás sobre el vientre, y polvo comerás todos los días de tu vida.
    15
    Pondré enemistad entre ti y la mujer,
    entre tu linaje y el suyo; él te herirá en la cabeza, mientras tú le herirás en el talón.
    20El hombre llamó a su mujer Eva, porque ella habría de ser la madre de todos los vivientes.

    OR

    Hechos 1:12-14

    12Entonces regresaron a Jerusalén desde el monte llamado de los Olivos, que está cerca de Jerusalén a la distancia de un camino permitido el sábado.
    13Y cuando llegaron subieron al Cenáculo donde vivían Pedro, Juan, Santiago y Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé y Mateo, Santiago de Alfeo y Simón el Zelotes, y Judas el de Santiago.
    14Todos ellos perseveraban unánimes en la oración, junto con algunas mujeres y con María, la madre de Jesús, y sus hermanos.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 87:1-3, 5-7

    1
    De los hijos de Coré. Salmo. Cántico.
    En los montes santos están sus cimientos.
    2
    El Señor ama las puertas de Sión
    más que todas las moradas de Jacob.
    3
    ¡Grandezas se dicen de ti,
    ciudad de Dios!
    5
    Y de Sión se dirá:
    «Éste hombre y aquél han nacido en ella». El propio Altísimo la erigió.
    6
    El Señor escribirá en el registro de los pueblos:
    «Éste ha nacido allí».
    7
    Cantores y músicos entonarán:
    «En ti están todas mis fuentes». 

  • Evangelio

    Juan 19:25-34

    25Estaban junto a la cruz de Jesús su madre y la hermana de su madre, María de Cleofás, y María Magdalena.
    26
    Jesús, viendo a su madre y al discípulo a quien amaba, que estaba allí, le dijo a su madre:
    —Mujer, aquí tienes a tu hijo.
    27
    Después le dice al discípulo:
    —Aquí tienes a tu madre. Y desde aquel momento el discípulo la recibió en su casa.
    28
    Después de esto, como Jesús sabía que todo estaba ya consumado, para que se cumpliera la Escritura, dijo:
    —Tengo sed.
    29Había por allí un vaso lleno de vinagre. Sujetaron una esponja empapada en el vinagre a una caña de hisopo y se la acercaron a la boca.
    30
    Jesús, cuando probó el vinagre, dijo:
    —Todo está consumado. E inclinando la cabeza, entregó el espíritu.
    31Como era la Parasceve, para que no se quedaran los cuerpos en la cruz el sábado, porque aquel sábado era un día grande, los judíos rogaron a Pilato que les rompieran las piernas y los retirasen.
    32Vinieron los soldados y rompieron las piernas al primero y al otro que había sido crucificado con él.
    33Pero cuando llegaron a Jesús, al verle ya muerto, no le quebraron las piernas,
    34sino que uno de los soldados le abrió el costado con la lanza. Y al instante brotó sangre y agua.