- Primera Lectura
2 Corintios 3:15--4:1, 3-6
315verdaderamente, hasta hoy, siempre que se lee a Moisés, está puesto un velo sobre sus corazones;16pero cuando se conviertan al Señor, será quitado el velo.17El Señor es Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor hay libertad.18Todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, vamos siendo transformados en su misma imagen, cada vez más gloriosos, conforme obra en nosotros el Espíritu del Señor.41Por eso, teniendo este ministerio por la misericordia que se nos hizo, no desfallecemos.3Y si todavía nuestro evangelio está velado, lo está para los que se pierden,4para los incrédulos, cuyas inteligencias cegó el dios de este mundo para que no vean la luz del Evangelio glorioso de Cristo, el cual es la imagen de Dios.5Pues no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como siervos vuestros por Jesús.6Porque el mismo Dios que mandó: «Del seno de las tinieblas brille la luz», hizo brillar la luz en nuestros corazones, para que irradien el conocimiento de la gloria de Dios que está en el rostro de Cristo. - Salmo Responsorial
Salmo 85:9-14
9Escucharé lo que dice Dios:el Señor anuncia la paz a su pueblo y a sus fieles, con tal de que no retornen a la necedad.10En verdad, ya está cerca la salvaciónpara los que le temen, para que en nuestra tierra habite la Gloria.11Misericordia y fidelidad se encontrarán,justicia y paz se besarán.12De la tierra germinará la fidelidad,desde los cielos despuntará la justicia.13Porque el Señor otorgará bienes,y nuestra tierra producirá sus frutos.14Ante Él marchará la justicia,y sus pasos abrirán camino. - Evangelio
Mateo 5:20-26
20Os digo, pues, que si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el Reino de los Cielos.21»Habéis oído que se dijo a los antiguos: No matarás, y el que mate será reo de juicio.22Pero yo os digo: todo el que se llene de ira contra su hermano será reo de juicio; y el que insulte a su hermano será reo ante el Sanedrín; y el que le maldiga será reo del fuego del infierno.23Por lo tanto, si al llevar tu ofrenda al altar recuerdas que tu hermano tiene algo contra ti,24deja allí tu ofrenda delante del altar, vete primero a reconciliarte con tu hermano, y vuelve después para presentar tu ofrenda.25Ponte de acuerdo cuanto antes con tu adversario mientras vas de camino con él; no sea que tu adversario te entregue al juez y el juez al alguacil y te metan en la cárcel.26Te aseguro que no saldrás de allí hasta que restituyas la última moneda.
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