jueves, 26 de febrero de 2009

Evangelio 26 de Febrero 2009

Cuaresma
  • Primera Lectura: Deuteronomio 30,15-20
    "Hoy te pongo delante bendición y maldición"

    Moisés habló al pueblo, diciendo: "Mira: hoy te pongo delante la vida y el bien, la muerte y el mal. Si obedeces los mandatos del Señor, tu Dios, que yo te promulgo hoy, amando al Señor, tu Dios, siguiendo sus caminos, guardando sus preceptos, mandatos y decretos, vivirás y crecerás; el Señor, tu Dios, te bendecirá en la tierra donde vas a entrar para conquistarla. Pero, si tu corazón se aparta y no obedeces, si te dejas arrastrar y te prosternas dando culto a dioses extranjeros, yo te anuncio hoy que morirás sin remedio, que, después de pasar el Jordán y de entrar en la tierra para tomarla en posesión, no vivirás muchos años en ella. Hoy cito como testigos contra vosotros al cielo y a la tierra; te pongo delante vida y muerte, bendición y maldición. Elige la vida, y viviréis tú y tu descendencia, amando al Señor, tu Dios, escuchando su voz, pegándote a él, pues él es tu vida y tus muchos años en la tierra que había prometido dar a tus padres Abrahán, Isaac y Jacob."

  • Salmo Responsorial: 1
    "Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor"

    Dichoso el hombre / que no sigue el consejo de los impíos, / ni entra por la senda de los pecadores, / ni se sienta en la reunión de los cínicos; / sino que su gozo es la ley del Señor, / y medita su ley día y noche. R.

    Será como un árbol / plantado al borde de la acequia: / da fruto en su sazón / y no se marchitan sus hojas; / y cuanto emprende tiene buen fin. R.

    No así los impíos, no así; / serán paja que arrebata el viento. / Porque el Señor protege el camino de los justos, / pero el camino de los impíos acaba mal. R.

  • Evangelio: Lucas 9,22-25
    "El que pierda su vida por mi causa la salvará"

    En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día." Y, dirigiéndose a todos, dijo: "El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz cada día y se venga conmigo. Pues el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o se perjudica a sí mismo?"

miércoles, 25 de febrero de 2009

Evangelio 25 de Febrero 2009

  • Primera Lectura: Joel 2,12-18
    "Rasgad los corazones y no las vestiduras"

    "Ahora -oráculo del Señor- convertíos a mí de todo corazón con ayuno, con llanto, con luto. Rasgad los corazones y no las vestiduras; convertíos al Señor, Dios vuestro, porque es compasivo y misericordioso, lento a la cólera, rico en piedad; y se arrepiente de las amenazas." Quizá se arrepienta y nos deje todavía su bendición, la ofrenda, la libación para el Señor, vuestro Dios.

    Tocad la trompeta en Sión, proclamad el ayuno, convocad la reunión. Congregad al pueblo, santificad la asamblea, reunid a los ancianos. Congregad a muchachos y niños de pecho. Salga el esposo de la alcoba, la esposa del tálamo. Entre el atrio y el altar lloren los sacerdotes, ministros del Señor, y digan: "Perdona, Señor, a tu pueblo; no entregues tu heredad al oprobio, no la dominen los gentiles; no se diga entre las naciones: ¿Dónde está su Dios? El Señor tenga celos por su tierra, y perdone a su pueblo."

  • Salmo Responsorial: 50
    "Misericordia, Señor: hemos pecado"

    Misericordia, Dios mío, por tu bondad, / por tu inmensa compasión borra mi culpa; / lava del todo mi delito, / limpia mi pecado. R.

    Pues yo reconozco mi culpa, / tengo siempre presente mi pecado: / contra ti, contra ti sólo pequé, / cometí la maldad que aborreces. R.

    Oh Dios, crea en mí un corazón puro, / renuévame por dentro con espíritu firme; / no me arrojes lejos de tu rostro, / no me quites tu santo espíritu. R.

    Devuélveme la alegría de tu salvación, / afiánzame con espíritu generoso. / Señor, me abrirás los labios, / y mi boca proclamará tu alabanza. R.

  • Segunda Lectura: II Corintios 5,20-6,2
    "Reconciliaos con Dios: ahora es tiempo favorable"

    Hermanos: Nosotros actuamos como enviados de Cristo, y es como si Dios mismo os exhortara por nuestro medio. En nombre de Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios. Al que no había pecado Dios lo hizo expiación por nuestro pecado, para que nosotros, unidos a él, recibamos la justificación de Dios. Secundando su obra, os exhortamos a no echar en saco roto la gracia de Dios, porque él dice: "En tiempo favorable te escuché, en día de salvación vine en tu ayuda"; pues mirad, ahora es tiempo favorable, ahora es día de salvación.

  • Evangelio: Mateo 6,1-6.16-18
    "Tu Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará"

    En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario, no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, no vayas tocando la trompeta por delante, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres; os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará.

    Cuando recéis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta rezar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea la gente. Os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, cuando vayas a rezar, entra en tu aposento, cierra la puerta y reza a tu Padre, que está en lo escondido, y tu Padre, que ve en lo escondido, te lo pagará.

    Cuando ayunéis, no andéis cabizbajos, como los hipócritas que desfiguran su cara para hacer ver a la gente que ayunan. Os aseguro que ya han recibido su paga.

    Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no la gente, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará."

lunes, 23 de febrero de 2009

Evangelio 23 de febrero de 2009

Tiempo Ordinario: (1ª Parte)

1ª Lectura
Si 1,1-10
1 Toda sabiduría viene del Señor y con él está eternamente. 2 La arena de los mares, las gotas de la lluvia y los días del pasado, ¿quién podrá contarlos? 3 La altura de los cielos, la anchura de la tierra, la profundidad del abismo y la sabiduría, ¿quién podrá medirlas? 4 Antes que todo fue creada la sabiduría, y la prudencia inteligente desde la eternidad. 6 La fuente de la sabiduría, ¿a quién fue manifestada?; sus sutilezas, ¿quién las conoce? 8 Uno solo es sabio y muy temible, el que se sienta sobre su trono. 9 El Señor la creó, la vio, la midió y la derramó sobre todas sus obras, 10 sobre toda carne con generosidad, y proveyó de ella a todos los que le aman.

Salmo Responsorial
Sal 93,1
1 El Señor es rey de majestad vestido: el Señor se ha vestido, se ha ceñido de poder. Tú afirmaste el mundo y no se moverá;

Sal 93,1-2
1 El Señor es rey de majestad vestido: el Señor se ha vestido, se ha ceñido de poder. Tú afirmaste el mundo y no se moverá; 2 desde el principio tu trono está bien firme, desde siempre existes tú.

Sal 93,5
5 Tus órdenes son firmes, oh Señor, la santidad es el patrimonio eterno de tu casa.

Evangelio
Mc 9,13-28
13 Yo os digo que Elías ya ha venido y lo han tratado a su antojo, como estaba escrito de él».
EL MUCHACHO EPILÉPTICO
14 Al llegar adonde estaban los discípulos, vio que los rodeaba mucha gente y que unos maestros de la ley discutían con ellos. 15 En cuanto la gente vio a Jesús, todos quedaron sorprendidos y corrieron a saludarlo. 16 Y les preguntó: «¿De qué discutíais con ellos?». 17 Uno de entre la gente le respondió: «Maestro, te he traído a mi hijo, que tiene un espíritu mudo; 18 y cuando se apodera de él, lo tira al suelo, echa espumarajos, rechina los dientes y se queda tieso. He pedido a tus discípulos que lo echasen, pero no han podido». 19 Jesús respondió: «¡Gente incrédula! ¿Hasta cuándo tendré que estar con vosotros? ¿Hasta cuándo tendré que soportaros? Traédmelo». 20 Y se lo llevaron. Apenas el espíritu vio a Jesús, retorció violentamente al muchacho, el cual se cayó al suelo revolcándose y echando espumarajos. 21 Jesús preguntó al padre: «¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto?». Él respondió: «Desde la infancia; 22 y muchas veces lo tira al fuego y al agua para matarlo. Si puedes hacer algo, apiádate de nosotros y ayúdanos». 23 Jesús le dijo: «¡Si puedes...! Todo es posible para el que cree». 24 Entonces el padre del muchacho exclamó: «Yo creo. Ayúdame a creer más». 25 Jesús, al ver que acudía más gente, increpó al espíritu inmundo diciendo: «Espíritu mudo y sordo, yo te lo ordeno: Sal del muchacho y nunca más vuelvas a entrar en él». 26 Y el espíritu, dando gritos y haciendo que el muchacho se retorciera violentamente, salió de él, dejándolo como muerto, tanto que muchos decían que estaba muerto. 27 Pero Jesús lo agarró de la mano, lo levantó, y el muchacho se mantuvo en pie. 28 Cuando Jesús entró en casa, sus discípulos, a solas con él, le preguntaron: «¿Por qué nosotros no pudimos echarlo?