sábado, 16 de abril de 2016

Evangelio 17 de Abril de 2016

Color: Blanco

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Hechos 13:14, 43-52
    14 mientras que ellos, partiendo de Perge, llegaron a Antioquía de Pisidia. El sábado entraron en la sinagoga y tomaron asiento.
    43 Disuelta la reunión, muchos judíos y prosélitos que adoraban a Dios siguieron a Pablo y a Bernabé; éstos conversaban con ellos y les persuadían a perseverar fieles a la gracia de Dios.
    44 El sábado siguiente se congregó casi toda la ciudad para escuchar la Palabra de Dios.
    45 Los judíos, al ver a la multitud, se llenaron de envidia y contradecían con blasfemias cuanto Pablo decía.
    46 Entonces dijeron con valentía Pablo y Bernabé: «Era necesario anunciaros a vosotros en primer lugar la Palabra de Dios; pero ya que la rechazáis y vosotros mismos no os juzgáis dignos de la vida eterna, mirad que nos volvemos a los gentiles.
    47 Pues así nos lo ordenó el Señor: Te he puesto como la luz de los gentiles, para que lleves la salvación hasta el fin de la tierra.»
    48 Al oír esto los gentiles se alegraron y se pusieron a glorificar la Palabra del Señor; y creyeron cuantos estaban destinados a una vida eterna.
    49 Y la Palabra del Señor se difundía por toda la región.
    50 Pero los judíos incitaron a mujeres distinguidas que adoraban a Dios, y a los principales de la ciudad; promovieron una persecución contra Pablo y Bernabé y les echaron de su territorio.
    51 Estos sacudieron contra ellos el polvo de sus pies y se fueron a Iconio.
    52 Los discípulos quedaron llenos de gozo y del Espíritu Santo.
  • Salmo responsorial

    Salmo 100:1-2, 3, 5
    1 Salmo. Para la acción de gracias. ¡Aclamad a Yahveh, toda la tierra,
    2 servid a Yahveh con alegría, llegaos ante él entre gritos de júbilo!
    3 Sabed que Yahveh es Dios, él nos ha hecho y suyos somos, su pueblo y el rebaño de su pasto.
    5 Porque es bueno Yahveh, para siempre su amor, por todas las edades su lealtad.
  • Segunda lectura

    Apocalipsis 7:9, 14-17
    9 Después miré y había una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, razas, pueblos y lenguas, de pie delante del trono y el Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos.
    14 Yo le respondí: «Señor mío, tú lo sabrás.» Me respondió: «Esos son los que vienen de la gran tribulación; han lavado sus vestiduras y las han blanqueado con la sangre del Cordero.
    15 Por esto están delante del trono de Dios, dándole culto día y noche en su Santuario; y el que está sentado en el trono extenderá su tienda sobre ellos.
    16 Ya no tendrán hambre ni sed; ya nos les molestará el sol ni bochorno alguno.
    17 Porque el Cordero que está en medio del trono los apacentará y los guiará a los manantiales de las aguas de la vida. Y Dios enjugará toda lágrima de sus ojos.»
  • Evangelio

    Juan 10:27-30
    27 Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas mi siguen.
    28 Yo les doy vida eterna y no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano.
    29 El Padre, que me las ha dado, es más grande que todos, y nadie puede arrebatar nada de la mano del Padre.
    30 Yo y el Padre somos uno.»

15 Razones del por que el yoga es sumamente peligroso

Yoga y cristianismo son esencialmente incompatibles. No diga ahora… que no sabía.


Por: Jaime Duarte Mtz. | Fuente: Yo influyo 




Es peligroso porque…
1. Disciplina o práctica milenaria, mística-espiritual hindú (1,800 a.C.). Sus posiciones y ejercicios son inseparables de su cosmovisión; “no hay hinduismo sin yoga, y no hay yoga sin hinduismo”.

2. Fueron Christopher Isherwood y la Sociedad Teosófica quienes trajeron a Occidente el budismo zen y el yoga del Oriente. No se conocían antes estas creencias ni en Estados Unidos ni en Europa. Los gobiernos estadounidense y británico impulsaron sus planteamientos. La Sociedad Teosófica fue dirigida por masones y ocultistas (Helena P. Blavatsky, Annie Besant, Alice Bailey).(1)

3. En cualquiera de sus formas, la finalidad del yoga no es únicamente la relajación, la correcta respiración ni el bienestar o control físico, sino la “iluminación”. Es una “vía de perfección” (de ocho pasos) a través del control de los “elementos físicos y psíquicos” de la persona que pretende el “nirvana” (extinción del sufrimiento) para alcanzar la “iluminación” (apertura del “tercer ojo”) y la “unión con Dios”.

Dicen los yoguis hindúes que los primeros cinco pasos (disciplina moral, purificación corporal y espiritual, posturas gimnásticas-corporales, control respiratorio y desconexión sensorial) son la preparación para alcanzar los grados más altos del “yoga regio” o “raja yoga”.(2)

4. La “Iluminación” se lograría despertando a Shiva (deidad hindú) en forma de serpiente (kundalini), que se dice mora al final de la espina dorsal, o bien, en los genitales, con objeto de que ascienda desde ese punto por la columna vertebral y vaya “activando” uno a uno los seis o siete chakras (supuestos centros de energía ubicados a lo largo la espina dorsal), y así se una a su esposa Parvati (diosa “energía”) que le espera en la cabeza.

El enlace Shiva-Parvati abriría el “tercer ojo” a nivel psíquico y… ¿físico? Esta es la meta del “yoga kundalini” y de la “meditación dinámica”.(3)

5. Instructores y difusores de esta disciplina como Ana Paula Domínguez (Directora del Instituto Mexicano del Yoga) confirman que, en efecto, las diferentes posiciones de ese método encarnaban al dios Shiva, a quien solían adorar mediante un símbolo fálico llamado linga, y que “el objetivo era obtener la liberación al fundirse con aquella poderosa deidad”.(4)

6. La apertura del “tercer ojo” ha sido motivo de interés de los yoguis, swamis y “maestros” orientales, como también de los ocultistas occidentales, pues afirman que con ello se tiene acceso al conocimiento de todo cuanto existe, de toda la realidad, aún de la sobrenatural (por ejemplo, sobre el futuro).

Por ello, personalidades como el fundador del satanismo, Aleister Crowley (“el satanista más depravado de todos los tiempos”), y Jon Klimo (el “médium” más famoso de la historia), practicaban y recomendaban ampliamente el yoga.(5)

7. Asociaciones como la Masonería (excomulgada por la Iglesia Católica) promueven dicha práctica oriental. En el ritual llamado “Paladión”, el segundo paso (de cinco en total) consiste en la “iluminación” o apertura del “tercer ojo”.

Willian Shnoebelen (ex satanista y ex masón), quien practicó el ritual, afirma que ese ojo (“el Ojo que todo lo ve”) “es el punto de contacto entre los humanos y la conciencia de Lucifer”, y se comienza a “pensar como él piensa y a ver con sus ojos... No es una buena experiencia”.(6)

8. Gopi Krishna, ex yogui de Cachemira quien introdujo la teoría del “Kundalini” (“energía vital” y “serpiente”), estuvo a punto de caer en locura completa en 1937, mientras meditaba sobre su “chakra” superior (o “tercer ojo”).

Dijo: “De aquí en adelante, durante largo tiempo, tuve que vivir pendiente de un hilo, debatiéndome entre la vida y la muerte, entre la salud y la enfermedad. (…) He pasado por casi todas las etapas de (...) tipos de mente: mediúmnica, psicótica y otros; durante un tiempo estuve alternando entre la cordura y la locura”.(7)

9. El Swami Prabhavananda advierte sobre los peligrosos efectos físicos que pueden resultar de los ejercicios de respiración yoga: “A menos que se hagan correctamente, hay una buena posibilidad de dañar el cerebro. Y las personas que practican este tipo de respiración sin una supervisión adecuada, pueden sufrir una enfermedad que ninguna ciencia o médico conocidos pueden curar”.

Los ejercicios respiratorios tienen como finalidad, en la religión hindú, aspirar el prana = la esencia del éter, el Atman-Brâhman, lo divino, la “fuerza vital” (“la energía”). Asimismo, el yogui Shakta Kaur Khalsa afirma:

“El mito de que el kundalini es peligroso sólo sería posible mediante una muy mala práctica... la técnica y preparación adecuadas son el aislante necesario para el flujo correcto de la energía kundalini”.(8)

10. Ana Paula Domínguez y Marco Antonio Karam (Director de Casa Tíbet México), reconocieron juntos en el programa radiofónico “¿Qué tal Fernanda?”, en 2004, que el yoga puede presentar un riesgo para quienes lo practican, debido, en parte, a que en México existen numerosos institutos o escuelas no autorizados para enseñarlo.

11. El Presbítero Manuel Guerra, un importante investigador de las sectas, afirma que es un riesgo “suprimir la conciencia”, pues según el segundo principio del “sutra” (discurso de Buda), “el yoga consiste en impedir que la conciencia/pensamiento tome formas diversas”, o sea, en la “cesación de la actividad mental”.(9)

12. El Presbítero Alfonso Uribe Jaramillo considera: “El yoga puede ser instrumento válido para el hindú que busca con sinceridad la salvación y no ha conocido la verdad revelada por el Verbo de Dios. Pero para el cristiano, es un camino erizado de peligros y, a la larga, si no lo aparta de Jesucristo, lo llevará a una gran confusión, pero no a la verdadera perfección cristiana”.(10)

13. El Cardenal Norberto Rivera Carrera señala: “El yoga es, en su esencia, un ejercicio espiritual y corporal nacido de la espiritualidad hindú. Las posturas y ejercicios, aunque se presentan como un simple método, son inseparables de su sentido propio en el contexto del hinduismo. El yoga es una introducción a una tradición religiosa muy ajena al cristianismo. La palabra ‘yoga’ significa ‘unión’. Habría que preguntarnos: ¿unión con qué?”.(11)

14. El Consejo Pontificio para la Cultura y el Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso del Vaticano, ubican al yoga como parte de las muchas prácticas de la New Age, al tiempo de cuestionarla como forma de “iluminación”.(12)

15. Existen ya testimonios de posesiones demoniacas, parciales o totales, en personas que practicaron el yoga. Los mismos ocultistas y médiums ya mencionados, nos confirman lo anterior, pues usaban su cuerpo con esta técnica para entrar en contacto con los “muertos” (espíritus malignos).

Por lo tanto, el Yoga es una forma actual de idolatría, esoterismo, neopaganismo, ocultismo, adivinación, comunicación “mediúmnica”, y posesión diabólica. Así, yoga y cristianismo son esencialmente incompatibles. ¡No diga ahora… que no sabía!

* Fuente: www.nuevaeravsbuenanueva.blogspot.com
* Fuente: José Lesta y Miguel Pedrero. Claves Ocultas del Poder Mundial. Ed. Edaf, Madrid, 2005.
* Fuente: Manuel Guerra Gómez. Las sectas y su invasión del mundo hispano: una guía. EUNSA, Navarra, 2003, p. 491 y 992.
* Fuente: Fernando D. Saraví. Invasión desde Oriente: Los peligros de las nuevas filosofías hinduistas. Clie, Barcelona, 1995, p. 185-186. Mitch Pacwa. Los católicos y la nueva era. Florida Center for Peace, Miami, Florida, 1992, p. 256. La Biblia nos dice en Mateo 4, 10: “Está escrito: Al Señor tu Dios adorarás, sólo a Él darás culto”.

Evangelio 16 de Abril de 2016

Color: Blanco

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Hechos 9:31-42
    31 Las Iglesias por entonces gozaban de paz en toda Judea, Galilea y Samaria; se edificaban y progresaban en el temor del Señor y estaban llenas de la consolación del Espíritu Santo.
    32 Pedro, que andaba recorriendo todos los lugares, bajó también a visitar a los santos que habitaban en Lida.
    33 Encontró allí a un hombre llamado Eneas, tendido en una camilla desde hacía ocho años, pues estaba paralítico.
    34 Pedro le dijo: «Eneas, Jesucristo te cura; levántate y arregla tu lecho.» Y al instante se levantó.
    35 Todos los habitantes de Lida y Sarón le vieron, y se convirtieron al Señor.
    36 Había en Joppe una discípula llamada Tabitá, que quiere decir Dorcás. Era rica en buenas obras y en limosnas que hacía.
    37 Por aquellos días enfermó y murió. La lavaron y la pusieron en la estancia superior.
    38 Lida está cerca de Joppe, y los discípulos, al enterarse que Pedro estaba allí, enviaron dos hombres con este ruego: «No tardes en venir a nosotros.»
    39 Pedro partió inmediatamente con ellos. Así que llegó le hicieron subir a la estancia superior y se le presentaron todas las viudas llorando y mostrando las túnicas y los mantos que Dorcás hacía mientras estuvo con ellas.
    40 Pedro hizo salir a todos, se puso de rodillas y oró; después se volvió al cadáver y dijo: «Tabitá, levántate.» Ella abrió sus ojos y al ver a Pedro se incorporó.
    41 Pedro le dio la mano y la levantó. Llamó a los santos y a las viudas y se la presentó viva.
    42 Esto se supo por todo Joppe y muchos creyeron en el Señor.
  • Salmo responsorial

    Salmo 116:12-17
    12 ¿Cómo a Yahveh podré pagar todo el bien que me ha hecho?
    13 La copa de salvación levantaré, e invocaré el nombre de Yahveh.
    14 Cumpliré mis votos a Yahveh, ¡sí, en presencia de todo su pueblo!
    15 Mucho cuesta a los ojos de Yahveh la muerte de los que le aman.
    16 ¡Ah, Yahveh, yo soy tu siervo, tu siervo, el hijo de tu esclava, tú has soltado mis cadenas!
    17 Sacrificio te ofreceré de acción de gracias, e invocaré el nombre de Yahveh.
  • Evangelio

    Juan 6:60-69
    60 Muchos de sus discípulos, al oírle, dijeron: «Es duro este lenguaje. ¿Quién puede escucharlo?»
    61 Pero sabiendo Jesús en su interior que sus discípulos murmuraban por esto, les dijo: «¿Esto os escandaliza?
    62 ¿Y cuando veáis al Hijo del hombre subir adonde estaba antes?...
    63 «El espíritu es el que da vida; la carne no sirve para nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y son vida.
    64 «Pero hay entre vosotros algunos que no creen.» Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían y quién era el que lo iba a entregar.
    65 Y decía: «Por esto os he dicho que nadie puede venir a mí si no se lo concede el Padre.»
    66 Desde entonces muchos de sus discípulos se volvieron atrás y ya no andaban con él.
    67 Jesús dijo entonces a los Doce: «¿También vosotros queréis marcharos?»
    68 Le respondió Simón Pedro: «Señor, ¿donde quién vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna,
    69 y nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios.»

Evangelio meditado

¿También ustedes quieren marcharse?
Pascua


Juan 6, 60-69. Pascua. La felicidad que Cristo nos ofrece es tan luminosa y clara que mucha gente no la ve. 


Por: José Noé Patiño | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Juan 6, 60-69
En aquel tiempo muchos discípulos de Jesús al oírle, dijeron: Es duro este lenguaje. ¿Quién puede escucharlo? Pero sabiendo Jesús en su interior que sus discípulos murmuraban por esto, les dijo: ¿Esto os escandaliza? ¿Y cuando veáis al Hijo del hombre subir adonde estaba antes?... El espíritu es el que da vida; la carne no sirve para nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y son vida. Pero hay entre vosotros algunos que no creen. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían y quién era el que lo iba a entregar. Y decía: Por esto os he dicho que nadie puede venir a mí si no se lo concede el Padre. Desde entonces muchos de sus discípulos se volvieron atrás y ya no andaban con él. Jesús dijo entonces a los Doce: ¿También vosotros queréis marcharos? Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna, y nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios. 

Oración introductoria
Dios mío, no quiero ser de los que traicionan, porque ¿a quién iría? Sólo Tú me puedes dar la luz y fuerza que necesito para dejar mi autosuficiencia y mi egoísmo. Creo, espero y te amo, permite que pueda tener un encuentro contigo en esta oración.

Petición
Dios mío, no permitas que las preocupaciones del mundo me distraigan en mi oración.

Meditación del Papa Francisco
A veces, se escucha sobre la santa misa esta objeción: “¿Para qué sirve la misa? Yo voy a la iglesia cuando me apetece, y rezo mejor en soledad”. Pero la eucaristía no es una oración privada o una bonita experiencia espiritual, no es una simple conmemoración de lo que Jesús hizo en la Última Cena. Nosotros decimos, para entender bien, que la eucaristía es “memorial”, o sea, un gesto que actualiza y hace presente el evento de la muerte y resurrección de Jesús: el pan es realmente su Cuerpo donado por nosotros, el vino es realmente su Sangre derramada por nosotros.
La eucaristía es Jesús mismo que se dona por entero a nosotros. Nutrirnos de Él y vivir en Él mediante la Comunión eucarística, si lo hacemos con fe, transforma nuestra vida, la transforma en un don a Dios y a los hermanos. (Ángelus de S.S. Francisco, 16 de agosto de 2015).
Reflexión
Hay que desconfiar de los que venden la felicidad a bajo precio, como sospechamos cuando en el mercado nos brindan la fruta o el pescado casi regalados, seguros de que están podridos o rancios. Ninguna felicidad verdadera es barata.

La felicidad que Cristo nos ofrece es tan luminosa y clara que mucha gente no la ve. Muchos la confunden con estrellas del antojo e ilusiones superficiales y endebles. Pero, claro, cuando a veces esta felicidad verdadera se oculta, se acobardan, se alejan, se amedrentan y como muchos de los discípulos no admiten y ven como inadmisibles las palabras de Jesús.
¿Por qué? Porque eran unos discípulos que buscaban la felicidad barata de los milagros, de los panes y peces gratis, que buscaban y estaban con Jesús mientras no se presentaba ninguna cuesta arriba.

Todas las aventuras con Cristo son calvarios, cuestan. Pero el que se embarque con Él será verdaderamente feliz aunque no vivirá despreocupado y comodón. Habrá cosas que ignorará y no comprenderá, pero quien persevera hasta el final se salvará. Será verdadera y eternamente feliz.

Propósito
Delicadeza y alegría para darle todo a Dios, y dárselo en el amor.

Diálogo con Cristo
Jesús mío, quiero seguirte día a día y servirte en los demás. No quiero marcharme ni quedarme atrás, quiero caminar al paso que necesita la Iglesia. Cumplir con mis deberes de estado y con mi apostolado de extender tu Reino por medio de la caridad. Por eso te doy gracias por este momento de oración que puede transformar mis deseos en una hermosa realidad.




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viernes, 15 de abril de 2016

Evangelio 15 de Abril de 2016

Color: Blanco

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Hechos 9:1-20
    1 Entretanto Saulo, respirando todavía amenazas y muertes contra los discípulos del Señor, se presentó al Sumo Sacerdote,
    2 y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, para que si encontraba algunos seguidores del Camino, hombres o mujeres, los pudiera llevar atados a Jerusalén.
    3 Sucedió que, yendo de camino, cuando estaba cerca de Damasco, de repente le rodeó una luz venida del cielo,
    4 cayó en tierra y oyó una voz que le decía: «Saúl, Saúl, ¿por qué me persigues?»
    5 El respondió: «¿Quién eres, Señor?» Y él: «Yo soy Jesús, a quien tú persigues.
    6 Pero levántate, entra en la ciudad y se te dirá lo que debes hacer.»
    7 Los hombres que iban con él se habían detenido mudos de espanto; oían la voz, pero no veían a nadie.
    8 Saulo se levantó del suelo, y, aunque tenía los ojos abiertos, no veía nada. Le llevaron de la mano y le hicieron entrar en Damasco.
    9 Pasó tres días sin ver, sin comer y sin beber.
    10 Había en Damasco un discípulo llamado Ananías. El Señor le dijo en una visión: «Ananías.» El respondió: «Aquí estoy, Señor.»
    11 Y el Señor: «Levántate y vete a la calle Recta y pregunta en casa de Judas por uno de Tarso llamado Saulo; mira, está en oración
    12 y ha visto que un hombre llamado Ananías entraba y le imponía las manos para devolverle la vista.»
    13 Respondió Ananías: «Señor, he oído a muchos hablar de ese hombre y de los muchos males que ha causado a tus santos en Jerusalén
    14 y que está aquí con poderes de los sumos sacerdotes para apresar a todos los que invocan tu nombre.»
    15 El Señor le contestó: «Vete, pues éste me es un instrumento de elección que lleve mi nombre ante los gentiles, los reyes y los hijos de Israel.
    16 Yo le mostraré todo lo que tendrá que padecer por mi nombre.»
    17 Fue Ananías, entró en la casa, le impuso las manos y le dijo: «Saúl, hermano, me ha enviado a ti el Señor Jesús, el que se te apareció en el camino por donde venías, para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo.»
    18 Al instante cayeron de sus ojos unas como escamas, y recobró la vista; se levantó y fue bautizado.
    19 Tomó alimento y recobró las fuerzas. Estuvo algunos días con los discípulos de Damasco,
    20 y en seguida se puso a predicar a Jesús en las sinagogas: que él era el Hijo de Dios.
  • Salmo responsorial

    Salmo 117:1-2
    1 ¡Alabad a Yahveh, todas las naciones, celebradle, pueblos todos!
    2 Porque es fuerte su amor hacia nosotros, la verdad de Yahveh dura por siempre.
  • Evangelio

    Juan 6:52-59
    52 Discutían entre sí los judíos y decían: «¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?»
    53 Jesús les dijo: «En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.
    54 El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día.
    55 Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida.
    56 El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él.
    57 Lo mismo que el Padre, que vive, me ha enviado y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí.
    58 Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron vuestros padres, y murieron; el que coma este pan vivirá para siempre.»
    59 Esto lo dijo enseñando en la sinagoga, en Cafarnaúm.

Evangelio meditado

Este es el pan bajado del cielo
Pascua


Juan 6, 52-59. Pascua. Participar de la Eucaristía es asistir al único momento aquí en la tierra donde es posible unir lo finito con lo infinito.


Por: Arturo López Ramírez, LC | Fuente: Catholic.net 



Del santo evangelio según San Juan 6, 52-59
Discutían entre sí los judíos y decían: «¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?» Jesús les dijo: «En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él. Lo mismo que el Padre, que vive, me ha enviado y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí. Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron vuestros padres, y murieron; el que coma este pan vivirá para siempre.» Esto lo dijo enseñando en la sinagoga, en Cafarnaúm.

Oración introductoria
Teniendo en cuenta que la fe vale más que la vida, pues de qué me servirían cien años vividos sin sentido profundo, al inicio de esta oración quiero aprender a creer. Recibe Señor mi oración arrodillándome en mi interior pues te reconozco como mi Padre, mi amigo, mi hermano, alguien que cuenta en mi vida. Mira mi alma que llega cansada de tanto bregar sola en las olas encrespadas de las preocupaciones y dolores de la vida. Ilumina mi entendimiento, suaviza mi corazón, enciende mi alma.

Petición
Cristo, amigo de mi alma que sienta la necesidad de tu compañía para que cuando te reciba en la comunión seas tú el que vivas en mí, que no reine la oscuridad de mi vida solitaria y triste.

Meditación del Papa Francisco
Esta fe nuestra en la presencia real de Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre, en el pan y en el vino consagrados, es auténtica si nos comprometemos a caminar detrás de Él y con Él. Adorar y caminar: un pueblo que adora es un pueblo que camina. Caminar con Él y detrás de Él, tratando de poner en práctica su mandamiento, el que dio a los discípulos precisamente en la última Cena: “Como yo os he amado, amaos también unos a otros”. El pueblo que adora a Dios en la Eucaristía es el pueblo que camina en la caridad. Adorar a Dios en la Eucaristía, caminar con Dios en la caridad fraterna.
Hoy, como obispo de Roma, estoy aquí para confirmaros no sólo en la fe sino también en la caridad, para acompañaros y alentaros en vuestro camino con Jesús Caridad. […] Os aliento a todos a testimoniar la solidaridad concreta con los hermanos, especialmente los que tienen mayor necesidad de justicia, de esperanza, de ternura. La ternura de Jesús, la ternura eucarística: ese amor tan delicado, tan fraterno, tan puro. Gracias a Dios hay muchas señales de esperanza en vuestras familias, en las parroquias, en las asociaciones, en los movimientos eclesiales. (Homilía de S.S. Francisco, 14 de junio de 2014).
Jesús se identifica con ese pan partido y compartido, y eso se convierte para Él en “signo” del Sacrificio que le espera. Este proceso tiene su cúlmen en la Última Cena, donde el pan y el vino se convierten realmente en su Cuerpo y su Sangre. Y la eucaristía, que Jesús nos deja con un fin preciso: que nosotros podamos convertirnos en una sola cosa con Él. De hecho dice: “Quien come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él” (v. 56). Ese permanecer en Jesús y Jesús en nosotros.  La comunión es asimilación: comiéndole a Él, nos hacemos como Él. Pero esto requiere nuestro “sí”, nuestra adhesión a la fe. (Angelusde S.S. Francisco, 16 de agosto de 2015).
Reflexión 
¡Qué extraño nos parece la gente que habla de cosas que nadie entiende! Con razón los coetáneos de Cristo pensaron que Él se había vuelto loco: cómo estaba eso de comer su carne y beber su sangre, ¿no es esto un acto de canibalismo? Y todavía son más enigmáticas las palabras del Maestro que nos promete la verdadera vida por este Cuerpo y esta Sangre. Y es que muchas veces los discursos de Dios, en las lágrimas nunca enjugadas de una persona abandonada y explotada, en las decepciones y fracasos, en las ingratitudes e incomprensiones, nos parecen contradictorios. Es entonces cuando brillan las paradojas de Dios, que promete alegría sufriendo, paz al que es perseguido, gloria al que es despreciado.

Esto es lógico, pues sabemos por la Revelación que el pecado original vino a corromper la el orden entre nuestras facultades espirituales y sensitivas. Nos encontramos en contradicción muchas veces entre nuestras potencias irascibles concupiscibles y racionales. ¿Qué hacer? El Evangelio de hoy nos abre la puerta que comienza a iluminar nuestro camino sembrado de dolores y tinieblas: nos enseña el camino de la Fe.
Sólo a esta luz se puede contemplar este pasaje. Comer el Cuerpo de Cristo, significa saciar nuestra hambre de felicidad que tantas veces buscamos en lugares que lo único que nos traen es vacío y desengaño. Nuestra alma nuestra vida pide alimento y sólo Dios puede saciarlo, lo demás se acaba, se marchita, acaba por no saciarnos. Beber la Sangre de Cristo, participar de la Eucaristía es asistir al único momento aquí en la tierra donde es posible unir lo finito con lo infinito, el tiempo con la eternidad. Pidamos la fe, para que podamos hacer una verdadera experiencia de Cristo, pues uno nunca valorará lo que nunca ha conocido, ni podrá esperar en aquello de lo que nunca ha hecho experiencia.

Cada cristiano ha recibido desde su bautismo la hermosa misión de sembrar, nos abre a la dimensión del apostolado, que no significa otra cosa que compartir el tesoro más grande que hemos recibido. Mas nadie da lo que no tiene. Es un hecho que la gente está sedienta de Dios. Es evidente la falta de principios en la juventud, la falta de ideales. Hoy más que nunca nos da la impresión que la flor espléndida y lozana de la juventud se ha trocado en un museo de energía congelado o casi fosilizado. Es muy común encontrar personas que piensan que hubiera sido mejor no haber venido a la existencia. Es entonces cuando nuestra labor apostólica cobra sentido pues en esos momentos podemos compartir la convicción de que sólo aquel que ha hecho la experiencia de sentirse amado puede encontrar un sentido a su propia vida. ¿O no es esto el secreto en el matrimonio, en el noviazgo o la vida religiosa? Sólo la Eucaristía nos abre a la esperanza de una vida que no se acaba aquí abajo, que sólo se encuentra en quien ha aprendido a amar, es decir que ha entendido lo que significa caer en tierra cual semilla que lentamente se pudre para dar fruto.

Propósito
Hacer de mi próxima Eucaristía un momento de adoración y gratitud por tanto amor de Dios.

Diálogo con Cristo
Señor en este corto peregrinar de nuestra vida, ante las sombras que amenazan oscurecer nuestra verdadera alegría, ante la desorientación y la falta de luz en nuestras vidas y en la sociedad, concédeme la gracia de tener siempre encendida la antorcha de la fe, para que cada contacto con cada persona seas tú el que vuelva encender esa llama, ese fuego y esa pasión que nace de aquellos corazones que han hecho una verdadera experiencia del amor de un Dios que no se cansa de esperar ni de amar con locura.

Todo este anhelo está presente en el mundo de hoy, el anhelo hacia lo que es grande, hacia lo que es bueno. Es la nostalgia del Redentor, de Dios mismo, incluso donde se lo niega.(Benedicto XVI, 5 de febrero de 2010).

jueves, 14 de abril de 2016

Evangelio 14 de Abril de 2016

Color: Blanco

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Hechos 8:26-40
    26 El Angel del Señor habló a Felipe diciendo: «Levántate y marcha hacia el mediodía por el camino que baja de Jerusalén a Gaza. Es desierto.»
    27 Se levantó y partió. Y he aquí que un etíope eunuco, alto funcionario de Candace, reina de los etíopes, que estaba a cargo de todos sus tesoros, y había venido a adorar en Jerusalén,
    28 regresaba sentado en su carro, leyendo al profeta Isaías.
    29 El Espíritu dijo a Felipe: «Acércate y ponte junto a ese carro.»
    30 Felipe corrió hasta él y le oyó leer al profeta Isaías; y le dijo: «¿Entiendes lo que vas leyendo?»
    31 El contestó: «¿Cómo lo puedo entender si nadie me hace de guía?» Y rogó a Felipe que subiese y se sentase con él.
    32 El pasaje de la Escritura que iba leyendo era éste: «Fue llevado como una oveja al matadero; y como cordero, mudo delante del que lo trasquila, así él no abre la boca.
    33 En su humillación le fue negada la justicia; ¿quién podrá contar su descendencia? Porque su vida fue arrancada de la tierra.»
    34 El eunuco preguntó a Felipe: «Te ruego me digas de quién dice esto el profeta: ¿de sí mismo o de otro?»
    35 Felipe entonces, partiendo de este texto de la Escritura, se puso a anunciarle la Buena Nueva de Jesús.
    36 Siguiendo el camino llegaron a un sitio donde había agua. El eunuco dijo: «Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado?»
    38 Y mandó detener el carro. Bajaron ambos al agua, Felipe y el eunuco; y lo bautizó,
    39 y en saliendo del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe y ya no le vio más el eunuco, que siguió gozoso su camino.
    40 Felipe se encontró en Azoto y recorría evangelizando todas las ciudades hasta llegar a Cesarea.
  • Salmo responsorial

    Salmo 66:8-9, 16-17, 20
    8 Pueblos, bendecid a nuestro Dios, haced que se oiga la voz de su alabanza,
    9 él, que devuelve nuestra alma a la vida, y no deja que vacilen nuestros pies.
    16 Venid a oír y os contaré, vosotros todos los que teméis a Dios, lo que él ha hecho por mí.
    17 A él gritó mi boca, la alabanza ya en mi lengua.
    20 ¡Bendito sea Dios, que no ha rechazado mi oración ni su amor me ha retirado!
  • Evangelio

    Juan 6:44-51
    44 «Nadie puede venir a mí, si el Padre que me ha enviado no lo atrae; y yo le resucitaré el último día.
    45 Está escrito en los profetas: Serán todos enseñados por Dios. Todo el que escucha al Padre y aprende, viene a mí.
    46 No es que alguien haya visto al Padre; sino aquel que ha venido de Dios, ése ha visto al Padre.
    47 En verdad, en verdad os digo: el que cree, tiene vida eterna.
    48 Yo soy el pan de la vida.
    49 Vuestros padres comieron el maná en el desierto y murieron;
    50 este es el pan que baja del cielo, para que quien lo coma no muera.
    51 Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo.»

Evangelio meditado

Si comes de este pan, vivirás para siempre
Pascua


Juan 6, 44-51. Pascua. Jesús mismo es este alimento de nuestra alma, del hombre interior, que necesitamos, porque también el alma debe alimentarse.


Por: Juan José Hernández | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Juan 6, 44-51
«Nadie puede venir a mí, si el Padre que me ha enviado no lo atrae; y yo le resucitaré el último día. Está escrito en los profetas: Serán todos enseñados por Dios. Todo el que escucha al Padre y aprende, viene a mí. No es que alguien haya visto al Padre; sino aquel que ha venido de Dios, ése ha visto al Padre. En verdad, en verdad os digo: el que cree, tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto y murieron; este es el pan que baja del cielo, para que quien lo coma no muera. Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo».

Oración introductoria
Dios mío, Tú te entregas a mí en el don de la Eucaristía. Ayúdame a profundizar en la experiencia de tu amor misericordioso para crecer en la nueva vida que tu Hijo nos trajo.

Petición
Señor, permíteme acercarme a la comunión con gran amor.

Meditación del Papa Francisco
Es necesario tener siempre presente que la Eucaristía no es algo que hacemos nosotros; no es una conmemoración nuestra de aquello que Jesús ha dicho o hecho. No. ¡Es precisamente una acción de Cristo! Es Cristo que actúa ahí, que está sobre el altar.
Y Cristo es el Señor. Es un don de Cristo, el cual se hace presente y nos reúne en torno a sí, para nutrirnos de su Palabra y de su vida. Esto significa que la misión y la identidad misma de la Iglesia surgen de allí, de la Eucaristía, y allí toman siempre forma. Una celebración puede resultar también impecable desde el punto de vista exterior. ¡Bellísima! Pero si no nos conduce al encuentro con Jesucristo, corre el riesgo de no traer ningún alimento a nuestro corazón y a nuestra vida.
A través de la Eucaristía, en cambio, Cristo quiere entrar en nuestra existencia y permearla de su gracia, para que en cada comunidad cristiana haya coherencia entre liturgia y vida. El corazón se llena de confianza y de esperanza pensando en las palabras de Jesús recogidas en el evangelio: “El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna y yo lo resucitaré en el último día”. Vivamos la Eucaristía con espíritu de fe, de oración, de perdón, de penitencia, de alegría comunitaria, de preocupación por los necesitados, y por las necesidades de tantos hermanos y hermanas, en la certeza de que el Señor realizará aquello que nos ha prometido: la vida eterna. ¡Así sea!» (S.S. Francisco, catequesis, 12 de febrero de 2014).
Encontrar y acoger en nosotros a Jesús, “pan de vida”, da significado y esperanza en el camino habitualmente tortuoso de la vida. Pero este 'pan de vida' nos ha sido dado con una tarea: para que podamos saciar al mismo tiempo el hambre espiritual y material de nuestros hermanos, anunciando el Evangelio por todas partes. Con el testimonio de nuestra actitud fraterna y solidaria hacia el prójimo, volvamos presente a Cristo y su amor en medio de los hombres. La Virgen Santa nos ayude en la búsqueda y en seguir a su hijo Jesús, el pan verdadero, el pan vivo que no se corrompe y dura en la vida eterna. (Homilía de S.S. Francisco, 2 de agosto de 2015).
Reflexión 
El pan de la vida que Jesús nos da es verdadero alimento. Así como el alimento corporal nos da fuerza para el trabajo externo, también este alimento nos da la fuerza para actuar según el Evangelio. Por medio de la Eucaristía, Jesús quiere que demos frutos en nuestra vida especialmente en nuestra vivencia de la caridad al prójimo.

Propósito
Buscar unirme al sacrificio de amor de Cristo por medio de algún acto de caridad concreto durante el día.

Diálogo con Cristo
Jesús tú me ofreces en el Pan de la Eucaristía el alimento fundamental para mi vida espiritual. Gracias por este don inmerecido. Quiere madurar en mi fe, crecer en mi esperanza y amor. Sé que esto lo puedo lograr fortaleciendo mi amistad contigo en este sacramento. Te quiero recibir con un amor sincero.

miércoles, 13 de abril de 2016

Evangelio 13 de Abril de 2016

Color: Blanco

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Hechos 8:1-8
    1 Saulo aprobaba su muerte. Aquel día se desató una gran persecución contra la Iglesia de Jerusalén. Todos, a excepción de los apóstoles, se dispersaron por las regiones de Judea y Samaria.
    2 Unos hombres piadosos sepultaron a Esteban e hicieron gran duelo por él.
    3 Entretanto Saulo hacía estragos en la Iglesia; entraba por las casas, se llevaba por la fuerza hombres y mujeres, y los metía en la cárcel.
    4 Los que se habían dispersado iban por todas partes anunciando la Buena Nueva de la Palabra.
    5 Felipe bajó a una ciudad de Samaria y les predicaba a Cristo.
    6 La gente escuchaba con atención y con un mismo espíritu lo que decía Felipe, porque le oían y veían las señales que realizaba;
    7 pues de muchos posesos salían los espíritus inmundos dando grandes voces, y muchos paralíticos y cojos quedaron curados.
    8 Y hubo una gran alegría en aquella ciudad.
  • Salmo responsorial

    Salmo 66:1-7
    1 Del maestro de coro. Cántico. Salmo. Aclamad a Dios, la tierra toda,
    2 salmodiad a la gloria de su nombre, rendidle el honor de su alabanza,
    3 decid a Dios: ¡Qué terribles tus obras! Por la grandeza de tu fuerza, tus enemigos vienen a adularte;
    4 toda la tierra se postra ante ti, y salmodia para ti, a tu nombre salmodia.
    5 Venid y ved las obras de Dios, temible en sus gestas por los hijos de Adán:
    6 él convirtió el mar en tierra firme, el río fue cruzado a pie. Allí, nuestra alegría en él,
    7 que por su poder domina para siempre. Sus ojos vigilan las naciones, no se alcen los rebeldes contra él.
  • Evangelio

    Juan 6:35-40
    35 Les dijo Jesús: «Yo soy el pan de la vida. El que venga a mí, no tendrá hambre, y el que crea en mí, no tendrá nunca sed.
    36 Pero ya os lo he dicho: Me habéis visto y no creéis.
    37 Todo lo que me dé el Padre vendrá a mí, y al que venga a mí no lo echaré fuera;
    38 porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado.
    39 Y esta es la voluntad del que me ha enviado; que no pierda nada de lo que él me ha dado, sino que lo resucite el último día.
    40 Porque esta es la voluntad de mi Padre: que todo el que vea al Hijo y crea en él, tenga vida eterna y que yo le resucite el último día.»

Evangelio meditado

Yo soy el pan de vida, el que venga a mí, no tendrá hambre
Pascua


Juan 6, 35-40. Cristo nos espera, porque quien camina hacia Él por la fe, nunca será rechazado.


Por: José Noé Patiño | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Juan 6, 35-40
En aquel tiempo dijo Jesús a la gente: Yo soy el pan de la vida. El que venga a mí, no tendrá hambre, y el que crea en mí, no tendrá nunca sed. Pero ya os lo he dicho: Me habéis visto y no creéis. Todo lo que me dé el Padre vendrá a mí, y al que venga a mí no lo echaré fuera; porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado. Y esta es la voluntad del que me ha enviado; que no pierda nada de lo que él me ha dado, sino que lo resucite el último día. Porque esta es la voluntad de mi Padre: que todo el que vea al Hijo y crea en él, tenga vida eterna y que yo le resucite el último día.

Oración introductoria
Jesús, la promesa que haces de acoger siempre a quien se acerca a Ti me llena de confianza y entusiasmo. Quiero cumplir siempre tu voluntad. Haz que esta oración abra mi entendimiento, disponga mi voluntad y avive mi amor, para que nunca me estanque en el conformismo o en la mediocridad.

Petición
Te pedimos Señor que nos dé el alimento, la Eucaristía, , para poder alimentar también nuestro espíritu, y llegar a tener vida en Cristo.

Meditación del Papa Francisco
Lo contrario a cumplir la voluntad de Dios comenzó en el Paraíso, con la no obediencia de Adán. Y esa desobediencia ha llevado el mal a toda la humanidad. También los pecados son actos de no obedecer a Dios, de no hacer su voluntad. Sin embargo, el Señor nos enseña que este es el camino, no hay otro. Y comienza con Jesús, sí, en el Cielo, en la voluntad de obedecer al Padre.
Pero cumplir la voluntad de Dios «no es fácil». No fue fácil para Jesús que fue tentado en el desierto y en el huerto de los olivos. Tampoco lo fue para algunos discípulos, que lo dejaron porque no entendieron qué quería decir hacer la voluntad del Padre.
Tampoco es fácil para nosotros desde el momento que cada día nos presentan en una bandeja muchas opciones. Y así, ¿cómo hago para hacer la voluntad de Dios? Pidiendo la gracia de querer hacerlo. […]
Que el Señor nos dé la gracia, a todos, que un día pueda decir de nosotros lo que ha dicho de aquel grupo, de aquella multitud que lo seguía, los que estaban sentado en torno a Él, como hemos escuchado en el Evangelio. Y así hacer la voluntad de Dios nos hace ser parte de la familia de Jesús, nos hace madre, padre, hermana, hermano. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 27 de enero de 2015, en Santa Marta).
En Jesús, en su “carne” -es decir, en su concreta humanidad- está presente todo el amor de Dios, que es el Espíritu Santo. Quien se deja atraer por este amor va hacia Jesús, y va con fe, y recibe de Él la vida, la vida eterna. Aquella que ha vivido esta experiencia en modo ejemplar es la Virgen de Nazaret, María: la primera persona humana que ha creído en Dios acogiendo la carne de Jesús. Aprendamos de Ella, nuestra Madre, la alegría y la gratitud por el don de la fe. Un don que no es “privado”, un don que no es “propiedad privada”, sino que es un don para compartir: es un don “para la vida del mundo”. (Homilía de S.S. Francisco, 9 de agosto de 2015).


Reflexión
Todo el que vea al Hijo de Dios y crea en Él, es decir, quien lo reconoce y acoge mediante la fe, tendrá la vida eterna y resucitará en el último día. La fe es un don de Dios que nos dispone para asentir a las verdades reveladas por Dios. No es algo que se logre por un mero esfuerzo humano.
Pero es necesaria nuestra colaboración con Dios. Dios ha querido sentir necesidad de nosotros.
Hay cristianos que son como esos cantos redondos de los ríos, que a lo mejor llevan años dentro del agua, pero se rompen y en su interior están completamente secos. La falta no está en el cristianismo sino en esos corazones que son como el de los judíos del evangelio: "han visto pero no han creído".
Nada hemos de valorar tanto como este regalo de la fe. Por defender la fe, se da incluso la vida, como tantas veces ha ocurrido a lo largo de los siglos.

Pero no nos sintamos solos. Cristo nos espera con los brazos abiertos, porque quien camina hacia Él por la fe, nunca será rechazado.

Diálogo con Cristo 
Jesús, me doy cuenta que el ideal de cumplir siempre tu voluntad es costoso. El orgullo, la pereza espiritual o el miedo son obstáculos que necesito vencer, pero frecuentemente olvido que sólo tu gracia podrá lograr esa transformación de mi egoísmo y soberbia en amor a Ti y a los demás. Nunca permitas que me aparte de la fuente de esa gracia: tu Eucaristía.

Propósito
Para que recibir la Eucaristía nunca se convierta en un acto rutinario, hoy (y siempre) me prepararé lo mejor posible para recibirla y agradeceré a Dios su infinito amor.