sábado, 3 de julio de 2021

Lecturas 3 de Julio de 2021

 

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Efesios 2:19-22
    19 Así pues, ya no sois extraños ni forasteros, sino conciudadanos de los santos y familiares de Dios,
    20 edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, siendo la piedra angular Cristo mismo,
    21 en quien toda edificación bien trabada se eleva hasta formar un templo santo en el Señor,
    22 en quien también vosotros estáis siendo juntamente edificados, hasta ser morada de Dios en el Espíritu.

  • Salmo responsorial

    Salmo 117:1-2
    1 ¡Alabad a Yahveh, todas las naciones, celebradle, pueblos todos!
    2 Porque es fuerte su amor hacia nosotros, la verdad de Yahveh dura por siempre.

  • Evangelio

    Juan 20:24-29
    24 Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Los otros discípulos le decían: «Hemos visto al Señor.»
    25 Pero él les contestó: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos y no meto mi dedo en el agujero de los clavos y no meto mi mano en su costado, no creeré.»
    26 Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro y Tomás con ellos. Se presentó Jesús en medio estando las puertas cerradas, y dijo: «La paz con vosotros.»
    27 Luego dice a Tomás: «Acerca aquí tu dedo y mira mis manos; trae tu mano y métela en mi costado, y no seas incrédulo sino creyente.»
    28 Tomás le contestó: «Señor mío y Dios mío.»
    29 Dícele Jesús: «Porque me has visto has creído. Dichosos los que no han visto y han creído.»

jueves, 1 de julio de 2021

Lecturas 1 de Julio de 2021

 

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Génesis 22:1-19
    1 Después de estas cosas sucedió que Dios tentó a Abraham y le dijo: «¡Abraham, Abraham!» El respondió: «Heme aquí.»
    2 Díjole: «Toma a tu hijo, a tu único, al que amas, a Isaac, vete al país de Moria y ofrécele allí en holocausto en uno de los montes, el que yo te diga.»
    3 Levantóse, pues, Abraham de madrugada, aparejó su asno y tomó consigo a dos mozos y a su hijo Isaac. Partió la leña del holocausto y se puso en marcha hacia el lugar que le había dicho Dios.
    4 Al tercer día levantó Abraham los ojos y vio el lugar desde lejos.
    5 Entonces dijo Abraham a sus mozos: «Quedaos aquí con el asno. Yo y el muchacho iremos hasta allí, haremos adoración y volveremos donde vosotros.»
    6 Tomó Abraham la leña del holocausto, la cargó sobre su hijo Isaac, tomó en su mano el fuego y el cuchillo, y se fueron los dos juntos.
    7 Dijo Isaac a su padre Abraham: «¡Padre!» Respondió: «¿qué hay, hijo?» - «Aquí está el fuego y la leña, pero ¿dónde está el cordero para el holocausto?»
    8 Dijo Abraham: «Dios proveerá el cordero para el holocausto, hijo mío.» Y siguieron andando los dos juntos.
    9 Llegados al lugar que le había dicho Dios, construyó allí Abraham el altar, y dispuso la leña; luego ató a Isaac, su hijo, y le puso sobre el ara, encima de la leña.
    10 Alargó Abraham la mano y tomó el cuchillo para inmolar a su hijo.
    11 Entonces le llamó el Angel de Yahveh desde los cielos diciendo: ¡Abraham, Abraham!» El dijo: «Heme aquí.»
    12 Dijo el Angel: «No alargues tu mano contra el niño, ni le hagas nada, que ahora ya sé que tú eres temeroso de Dios, ya que no me has negado tu hijo, tu único.»
    13 Levantó Abraham los ojos, miró y vio un carnero trabado en un zarzal por los cuernos. Fue Abraham, tomó el carnero, y lo sacrificó en holocausto en lugar de su hijo.
    14 Abraham llamó a aquel lugar «Yahveh provee», de donde se dice hoy en día: «En el monte "Yahveh provee"»
    15 El Angel de Yahveh llamó a Abraham por segunda vez desde los cielos,
    16 y dijo: «Por mí mismo juro, oráculo de Yahveh, que por haber hecho esto, por no haberme negado tu hijo, tu único,
    17 yo te colmaré de bendiciones y acrecentaré muchísimo tu descendencia como las estrellas del cielo y como las arenas de la playa, y se adueñará tu descendencia de la puerta de sus enemigos.
    18 Por tu descendencia se bendecirán todas las naciones de la tierra, en pago de haber obedecido tú mi voz.»
    19 Volvió Abraham al lado de sus mozos, y emprendieron la marcha juntos hacia Berseba. Y Abraham se quedó en Berseba.

  • Salmo responsorial

    Salmo 115:1-6, 8-9
    1 ¡No a nosotros, Yahveh, no a nosotros, sino a tu nombre da la gloria, por tu amor, por tu verdad!
    2 ¿Por qué han de decir las gentes: «¿Dónde está su Dios?»
    3 Nuestro Dios está en los cielos, todo cuanto le place lo realiza.
    4 Plata y oro son sus ídolos, obra de mano de hombre.
    5 Tienen boca y no hablan, tienen ojos y no ven,
    6 tienen oídos y no oyen, tienen nariz y no huelen.
    8 Como ellos serán los que los hacen, cuantos en ellos ponen su confianza.
    9 Casa de Israel, confía en Yahveh, él, su auxilio y su escudo;

  • Evangelio

    Mateo 9:1-8
    1 Subiendo a la barca, pasó a la otra orilla y vino a su ciudad.
    2 En esto le trajeron un paralítico postrado en una camilla. Viendo Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: «¡ Animo!, hijo, tus pecados te son perdonados.»
    3 Pero he aquí que algunos escribas dijeron para sí: «Este está blasfemando.»
    4 Jesús, conociendo sus pensamientos, dijo: «¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir: "Tus pecados te son perdonados", o decir:
    5 "Levántate y anda"?
    6 Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene en la tierra poder de perdonar pecados - dice entonces al paralítico -: "Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa".»
    7 El se levantó y se fue a su casa.
    8 Y al ver esto, la gente temió y glorificó a Dios, que había dado tal poder a los hombres.

miércoles, 30 de junio de 2021

Lecturas 30 de Junio de 2021

 

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Génesis 21:5, 8-20
    5 Abraham era de cien años cuando le nació su hijo Isaac.
    8 Creció el niño y fue destetado, y Abraham hizo un gran banquete el día que destetaron a Isaac.
    9 Vio Sara al hijo que Agar la egipcia había dado a Abraham jugando con su hijo Isaac,
    10 dijo a Abraham: «Despide a esa criada y a su hijo, pues no va a heredar el hijo de esa criada juntamente con mi hijo, con Isaac.»
    11 Sintiólo muy mucho Abraham, por tratarse de su hijo,
    12 pero Dios dijo a Abraham: «No lo sientas ni por el chico ni por tu criada. En todo lo que te dice Sara, hazle caso; pues aunque por Isaac llevará tu nombre una descendencia,
    13 también del hijo de la criada haré una gran nación, por ser descendiente tuyo.»
    14 Levantóse, pues, Abraham de mañana, tomó pan y un odre de agua, y se lo dio a Agar, le puso al hombro el niño y la despidió. Ella se fue y anduvo por el desierto de Berseba.
    15 Como llegase a faltar el agua del odre, echó al niño bajo una mata,
    16 y ella misma fue a sentarse enfrente, a distancia como de un tiro de arco, pues decía: «No quiero ver morir al niño.» Sentada, pues, enfrente, se puso a llorar a gritos.
    17 Oyó Dios la voz del chico, y el Angel de Dios llamó a Agar desde los cielos y le dijo: «¿Qué te pasa, Agar? No temas, porque Dios ha oído la voz del chico en donde está.
    18 ¡Arriba!, levanta al chico y tenle de la mano, porque he de convertirle en una gran nación.»
    19 Entonces abrió Dios los ojos de ella, y vio un pozo de agua. Fue, llenó el odre de agua y dio de beber al chico.
    20 Dios asistió al chico, que se hizo mayor y vivía en el desierto, y llegó a ser gran arquero.

  • Salmo responsorial

    Salmo 34:7-13
    7 Cuando el pobre grita, Yahveh oye, y le salva de todas sus angustias.
    8 Acampa el ángel de Yahveh en torno a los que le temen y los libra.
    9 Gustad y ved qué bueno es Yahveh, dichoso el hombre que se cobija en él.
    10 Temed a Yahveh vosotros, santos suyos, que a quienes le temen no les falta nada.
    11 Los ricos quedan pobres y hambrientos, mas los que buscan a Yahveh de ningún bien carecen.
    12 Venid, hijos, oídme, el temor de Yahveh voy a enseñaros.
    13 ¿Quién es el hombre que apetece la vida, deseoso de días para gozar de bienes?

  • Evangelio

    Mateo 8:28-34
    28 Al llegar a la otra orilla, a la región de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, y tan furiosos que nadie era capaz de pasar por aquel camino.
    29 Y se pusieron a gritar: «¿Qué tenemos nosotros contigo, Hijo de Dios? ¿Has venido aquí para atormentarnos antes de tiempo?»
    30 Había allí a cierta distancia una gran piara de puercos paciendo.
    31 Y le suplicaban los demonios: «Si nos echas, mándanos a esa piara de puercos.»
    32 El les dijo: «Id.» Saliendo ellos, se fueron a los puercos, y de pronto toda la piara se arrojó al mar precipicio abajo, y perecieron en las aguas.
    33 Los porqueros huyeron, y al llegar a la ciudad lo contaron todo y también lo de los endemoniados.
    34 Y he aquí que toda la ciudad salió al encuentro de Jesús y, en viéndole, le rogaron que se retirase de su término.

martes, 29 de junio de 2021

Lecturas 29 de Junio de 2021

 

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Hechos 12:1-11
    1 Por aquel tiempo el rey Herodes echó mano a algunos de la Iglesia para maltratarlos.
    2 Hizo morir por la espada a Santiago, el hermano de Juan.
    3 Al ver que esto les gustaba a los judíos, llegó también a prender a Pedro. Eran los días de los Azimos.
    4 Le apresó, pues, le encarceló y le confió a cuatro escuadras de cuatro soldados para que le custodiasen, con la intención de presentarle delante del pueblo después de la Pascua.
    5 Así pues, Pedro estaba custodiado en la cárcel, mientras la Iglesia oraba insistentemente por él a Dios.
    6 Cuando ya Herodes le iba a presentar, aquella misma noche estaba Pedro durmiendo entre dos soldados, atado con dos cadenas; también había ante la puerta unos centinelas custodiando la cárcel.
    7 De pronto se presentó el Angel del Señor y la celda se llenó de luz. Le dio el ángel a Pedro en el costado, le despertó y le dijo: «Levántate aprisa.» Y cayeron las cadenas de sus manos.
    8 Le dijo el ángel: «Cíñete y cálzate las sandalias.» Así lo hizo. Añadió: «Ponte el manto y sígueme.»
    9 Y salió siguiéndole. No acababa de darse cuenta de que era verdad cuanto hacía el ángel, sino que se figuraba ver una visión.
    10 Pasaron la primera y segunda guardia y llegaron a la puerta de hierro que daba a la ciudad. Esta se les abrió por sí misma. Salieron y anduvieron hasta el final de una calle. Y de pronto el ángel le dejó.
    11 Pedro volvió en sí y dijo: «Ahora me doy cuenta realmente de que el Señor ha enviado su ángel y me ha arrancado de las manos de Herodes y de todo lo que esperaba el pueblo de los judíos.»

  • Salmo responsorial

    Salmo 34:2-9
    2 Bendeciré a Yahveh en todo tiempo, sin cesar en mi boca su alabanza;
    3 en Yahveh mi alma se gloría, ¡óiganlo los humildes y se alegren!
    4 Engrandeced conmigo a Yahveh, ensalcemos su nombre todos juntos.
    5 He buscado a Yahveh, y me ha respondido: me ha librado de todos mis temores.
    6 Los que miran hacia él, refulgirán: no habrá sonrojo en su semblante.
    7 Cuando el pobre grita, Yahveh oye, y le salva de todas sus angustias.
    8 Acampa el ángel de Yahveh en torno a los que le temen y los libra.
    9 Gustad y ved qué bueno es Yahveh, dichoso el hombre que se cobija en él.

  • Segunda lectura

    II Timoteo 4:6-8, 17-18
    6 Porque yo estoy a punto de ser derramado en libación y el momento de mi partida es inminente.
    7 He competido en la noble competición, he llegado a la meta en la carrera, he conservado la fe.
    8 Y desde ahora me aguarda la corona de la justicia que aquel Día me entregará el Señor, el justo Juez; y no solamente a mí, sino también a todos los que hayan esperado con amor su Manifestación.
    17 Pero el Señor me asistió y me dio fuerzas para que, por mi medio, se proclamara plenamente el mensaje y lo oyeran todos los gentiles. Y fui librado de la boca del león.
    18 El Señor me librará de toda obra mala y me salvará guardándome para su Reino celestial. A él la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

  • Evangelio

    Mateo 16:13-19
    13 Llegado Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?»
    14 Ellos dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías, otros, que Jeremías o uno de los profetas.»
    15 Díceles él: «Y vosotros ¿quién decís que soy yo?»
    16 Simón Pedro contestó: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo.»
    17 Replicando Jesús le dijo: «Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
    18 Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.
    19 A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos.»

lunes, 28 de junio de 2021

Lecturas 28 de Junio de 2021

 

Lecturas del día:

    Primera opción

  • Primera lectura

    Génesis 18:16-33
    16 Levantáronse de allí aquellos hombres y tomaron hacia Sodoma, y Abraham les acompañaba de despedida.
    17 Dijo entonces Yahveh: «¿Por ventura voy a ocultarle a Abraham lo que hago,
    18 siendo así que Abraham ha de ser un pueblo grande y poderoso, y se bendecirán por él los pueblos todos de la tierra?
    19 Porque yo le conozco y sé que mandará a sus hijos y a su descendencia que guarden el camino de Yahveh, practicando la justicia y el derecho, de modo que pueda concerderle Yahveh a Abraham lo que le tiene apalabrado.»
    20 Dijo, pues, Yahveh: «El clamor de Sodoma y de Gomorra es grande; y su pecado gravísimo.
    21 Ea, voy a bajar personalmente, a ver si lo que han hecho responde en todo al clamor que ha llegado hasta mí, y si no, he de saberlo.»
    22 Y marcharon desde allí aquellos individuos camino de Sodoma, en tanto que Abraham permanecía parado delante de Yahveh.
    23 Abordóle Abraham y dijo: «¿Así que vas a borrar al justo con el malvado?
    24 Tal vez haya cincuenta justos en la ciudad. ¿Es que vas a borrarlos, y no perdonarás a aquel lugar por los cincuenta justos que hubiere dentro?
    25 Tú no puedes hacer tal cosa: dejar morir al justo con el malvado, y que corran parejas el uno con el otro. Tú no puedes. El juez de toda la tierra ¿va a fallar una injusticia?»
    26 Dijo Yahveh: «Si encuentro en Sodoma a cincuenta justos en la ciudad perdonaré a todo el lugar por amor de aquéllos.
    27 Replicó Abraham: «¡Mira que soy atrevido de interpelar a mi Señor, yo que soy polvo y ceniza!
    28 Supón que los cincuenta justos fallen por cinco. ¿Destruirías por los cinco a toda la ciudad?» Dijo: «No la destruiré, si encuentro allí a 45.»
    29 Insistió todavía: «Supón que se encuentran allí cuarenta.» Respondió: «Tampoco lo haría, en atención de esos cuarenta.»
    30 Insistió: «No se enfade mi Señor si le digo: "Tal vez se encuentren allí treinta".» Respondió: «No lo haré si encuentro allí a esos treinta.»
    31 Díjole. «¡Cuidado que soy atrevido de interpelar a mi Señor! ¿Y si se hallaren allí veinte?»
    32 Respondió: Tampoco haría destrucción en gracia de los veinte.» Insistió: «Vaya, no se enfade mi Señor, que ya sólo hablaré esta vez: "¿Y si se encuentran allí diez?"» Dijo: «Tampoco haría destrucción, en gracia de los diez.»
    33 Partió Yahveh así que hubo acabado de conversar con Abraham, y éste se volvió a su lugar.

  • Salmo responsorial

    Salmo 103:1-4, 8-11
    1 De David. Bendice a Yahveh, alma mía, del fondo de mi ser, su santo nombre,
    2 bendice a Yahveh, alma mía, no olvides sus muchos beneficios.
    3 El, que todas tus culpas perdona, que cura todas tus dolencias,
    4 rescata tu vida de la fosa, te corona de amor y de ternura,
    8 Clemente y compasivo es Yahveh, tardo a la cólera y lleno de amor;
    9 no se querella eternamente ni para siempre guarda su rencor;
    10 no nos trata según nuestros pecados ni nos paga conforme a nuestras culpas.
    11 Como se alzan los cielos por encima de la tierra, así de grande es su amor para quienes le temen;

  • Evangelio

    Mateo 8:18-22
    18 Viéndose Jesús rodeado de la muchedumbre, mandó pasar a la otra orilla.
    19 Y un escriba se acercó y le dijo: «Maestro, te seguiré adondequiera que vayas.»
    20 Dícele Jesús: «Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza.»
    21 Otro de los discípulos le dijo: «Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre.»
    22 Dícele Jesús: «Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos.»

  • Segunda opción

  • Primera lectura

    II Timoteo 2:22-26
    22 Huye de las pasiones juveniles. Vete al alcance de la justicia, de la fe, de la caridad, de la paz, en unión de los que invocan al Señor con corazón puro.
    23 Evita las discusiones necias y estúpidas; tú sabes bien que engrendran altercados.
    24 Y a un siervo del Señor no le conviene altercar, sino ser amable, con todos, pronto a enseñar, sufrido,
    25 y que corrija con mansedumbre a los adversarios, por si Dios les otorga la conversión que les haga conocer plenamente la verdad,
    26 y volver al buen sentido, librándose de los lazos del Diablo que los tiene cautivos, rendidos a su voluntad.

  • Salmo responsorial

    Salmo 37:3-6, 30-31
    3 Ten confianza en Yahveh y obra el bien, vive en la tierra y crece en paz,
    4 ten tus delicias en Yahveh, y te dará lo que pida tu corazón.
    5 Pon tu suerte en Yahveh, confía en él, que él obrará;
    6 hará brillar como la luz tu justicia, y tu derecho igual que el mediodía.
    30 La boca del justo sabiduría susurra, su lengua habla rectitud;
    31 la ley de su Dios está en su corazón, sus pasos no vacilan.

  • Evangelio

    Juan 17:20-26
    20 No ruego sólo por éstos, sino también por aquellos que, por medio de su palabra, creerán en mí,
    21 para que todos sean uno. Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.
    22 Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno como nosotros somos uno:
    23 yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectamente uno, y el mundo conozca que tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí.
    24 Padre, los que tú me has dado, quiero que donde yo esté estén también conmigo, para que contemplan mi gloria, la que ma has dado, porque me has amado antes de la creación del mundo.
    25 Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido y éstos han conocido que tú me has enviado.
    26 Yo les he dado a conocer tu Nombre y se lo seguiré dando a conocer, para que el amor con que tú me has amado esté en ellos y yo en ellos.»

domingo, 27 de junio de 2021

Lecturas 27 de Junio de 2021

 

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Sabiduría 1:13-15; 2:23-24
    13 que no fue Dios quien hizo la muerte ni se recrea en la destrucción de los vivientes;
    14 él todo lo creó para que subsistiera, las criaturas del mundo non saludables, no hay en ellas veneno de muerte ni imperio del Hades sobre la tierra,
    15 porque la justicia es inmortal.
    23 Porque Dios creó al hombre para la incorruptibilidad, le hizo imagen de su misma naturaleza;
    24 mas por envidia del diablo entró la muerte en el mundo, y la experimentan los que le pertenecen.

  • Salmo responsorial

    Salmo 30:2, 4-6, 11-13
    2 Yo te ensalzo, Yahveh, porque me has levantado; no dejaste reírse de mí a mis enemigos.
    4 Tú has sacado, Yahveh, mi alma del seol, me has recobrado de entre los que bajan a la fosa.
    5 Salmodiad a Yahveh los que le amáis, alabad su memoria sagrada.
    6 De un instante es su cólera, de toda una vida su favor; por la tarde visita de lágrimas, por la mañana gritos de alborozo.
    11 ¡Escucha, Yahveh, y ten piedad de mí! ¡Sé tú, Yahveh, mi auxilio!
    12 Has trocado mi lamento en una danza, me has quitado el sayal y me has ceñido de alegría;
    13 mi corazón por eso te salmodiará sin tregua; Yahveh, Dios mío, te alabaré por siempre.

  • Segunda lectura

    II Corintios 8:7, 9, 13-15
    7 Y del mismo modo que sobresalís en todo: en fe, en palabra, en ciencia, en todo interés y en la caridad que os hemos comunicado, sobresalid también en esta generosidad.
    9 Pues conocéis la generosidad de nuestro Señor Jesucristo, el cual, siendo rico, por vosotros se hizo pobre a fin de que os enriquecierais con su pobreza.
    13 No que paséis apuros para que otros tengan abundancia, sino con igualdad.
    14 Al presente, vuestra abundancia remedia su necesidad, para que la abundancia de ellos pueda remediar también vuestra necesidad y reine la igualdad,
    15 como dice la Escritura: El que mucho recogió, no tuvo de más; y el que poco, no tuvo de menos.

  • Evangelio

    Marcos 5:21-43
    21 Jesús pasó de nuevo en la barca a la otra orilla y se aglomeró junto a él mucha gente; él estaba a la orilla del mar.
    22 Llega uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo, y al verle, cae a sus pies,
    23 y le suplica con insistencia diciendo: «Mi hija está a punto de morir; ven, impón tus manos sobre ella, para que se salve y viva.»
    24 Y se fue con él. Le seguía un gran gentío que le oprimía.
    25 Entonces, una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años,
    26 y que había sufrido mucho con muchos médicos y había gastado todos sus bienes sin provecho alguno, antes bien, yendo a peor,
    27 habiendo oído lo que se decía de Jesús, se acercó por detrás entre la gente y tocó su manto.
    28 Pues decía: «Si logro tocar aunque sólo sea sus vestidos, me salvaré.»
    29 Inmediatamente se le secó la fuente de sangre y sintió en su cuerpo que quedaba sana del mal.
    30 Al instante, Jesús, dándose cuenta de la fuerza que había salido de él, se volvió entre la gente y decía: «¿Quién me ha tocado los vestidos?»
    31 Sus discípulos le contestaron: «Estás viendo que la gente te oprime y preguntas: "¿Quién me ha tocado?"»
    32 Pero él miraba a su alrededor para descubrir a la que lo había hecho.
    33 Entonces, la mujer, viendo lo que le había sucedido, se acercó atemorizada y temblorosa, se postró ante él y le contó toda la verdad.
    34 El le dijo: «Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz y queda curada de tu enfermedad.»
    35 Mientras estaba hablando llegan de la casa del jefe de la sinagoga unos dicendo: «Tu hija ha muerto; ¿a qué molestar ya al Maestro?»
    36 Jesús que oyó lo que habían dicho, dice al jefe de la sinagoga: «No temas; solamente ten fe.»
    37 Y no permitió que nadie le acompañara, a no ser Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago.
    38 Llegan a la casa del jefe de la sinagoga y observa el alboroto, unos que lloraban y otros que daban grandes alaridos.
    39 Entra y les dice: «¿Por qué alborotáis y lloráis? La niña no ha muerto; está dormida.»
    40 Y se burlaban de él. Pero él después de echar fuera a todos, toma consigo al padre de la niña, a la madre y a los suyos, y entra donde estaba la niña.
    41 Y tomando la mano de la niña, le dice: « Talitá kum », que quiere decir: «Muchacha, a ti te digo, levántate.»
    42 La muchacha se levantó al instante y se puso a andar, pues tenía doce años. Quedaron fuera de sí, llenos de estupor.
    43 Y les insistió mucho en que nadie lo supiera; y les dijo que le dieran a ella de comer.

    O también:

    Marcos 5:21-24, 35-43
    21 Jesús pasó de nuevo en la barca a la otra orilla y se aglomeró junto a él mucha gente; él estaba a la orilla del mar.
    22 Llega uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo, y al verle, cae a sus pies,
    23 y le suplica con insistencia diciendo: «Mi hija está a punto de morir; ven, impón tus manos sobre ella, para que se salve y viva.»
    24 Y se fue con él. Le seguía un gran gentío que le oprimía.
    35 Mientras estaba hablando llegan de la casa del jefe de la sinagoga unos dicendo: «Tu hija ha muerto; ¿a qué molestar ya al Maestro?»
    36 Jesús que oyó lo que habían dicho, dice al jefe de la sinagoga: «No temas; solamente ten fe.»
    37 Y no permitió que nadie le acompañara, a no ser Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago.
    38 Llegan a la casa del jefe de la sinagoga y observa el alboroto, unos que lloraban y otros que daban grandes alaridos.
    39 Entra y les dice: «¿Por qué alborotáis y lloráis? La niña no ha muerto; está dormida.»
    40 Y se burlaban de él. Pero él después de echar fuera a todos, toma consigo al padre de la niña, a la madre y a los suyos, y entra donde estaba la niña.
    41 Y tomando la mano de la niña, le dice: « Talitá kum », que quiere decir: «Muchacha, a ti te digo, levántate.»
    42 La muchacha se levantó al instante y se puso a andar, pues tenía doce años. Quedaron fuera de sí, llenos de estupor.
    43 Y les insistió mucho en que nadie lo supiera; y les dijo que le dieran a ella de comer.