sábado, 3 de marzo de 2018

Evangelio 3 de Febrero de 2018

Color: Morado

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Miqueas 7:14-15, 18-20
    14 Apacienta tu pueblo con tu cayado, el rebaño de tu heredad, que mora solitario en la selva, en medio de un campo feraz Que pazcan en Basán y Galaad como en los días de antaño.
    15 Como en los días de tu salida del país de Egipto, hazme ver prodigios.
    18 ¿Qué Dios hay como tú, que quite la culpa y pase por alto el delito del Resto de tu heredad? No mantendrá su cólera por siempre pues se complace en el amor;
    19 volverá a compadecerse de nosotros, pisoteará nuestras culpas. ¡Tú arrojarás al fondo del mar todos nuestros pecados!
    20 Otorga fidelidad a Jacob amor a Abraham, como juraste a nuestros padres, desde los días de antaño.
  • Salmo responsorial

    Salmo 103:1-4, 9-12
    1 De David. Bendice a Yahveh, alma mía, del fondo de mi ser, su santo nombre,
    2 bendice a Yahveh, alma mía, no olvides sus muchos beneficios.
    3 El, que todas tus culpas perdona, que cura todas tus dolencias,
    4 rescata tu vida de la fosa, te corona de amor y de ternura,
    9 no se querella eternamente ni para siempre guarda su rencor;
    10 no nos trata según nuestros pecados ni nos paga conforme a nuestras culpas.
    11 Como se alzan los cielos por encima de la tierra, así de grande es su amor para quienes le temen;
    12 tan lejos como está el oriente del ocaso aleja él de nosotros nuestras rebeldías.
  • Evangelio

    Lucas 15:1-3, 11-32
    1 Todos los publicanos y los pecadores se acercaban a él para oírle,
    2 y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: «Este acoge a los pecadores y come con ellos.»
    3 Entonces les dijo esta parábola.
    11 Dijo: «Un hombre tenía dos hijos;
    12 y el menor de ellos dijo al padre: "Padre, dame la parte de la hacienda que me corresponde." Y él les repartió la hacienda.
    13 Pocos días después el hijo menor lo reunió todo y se marchó a un país lejano donde malgastó su hacienda viviendo como un libertino.
    14 «Cuando hubo gastado todo, sobrevino un hambre extrema en aquel país, y comenzó a pasar necesidad.
    15 Entonces, fue y se ajustó con uno de los ciudadanos de aquel país, que le envió a sus fincas a apacentar puercos.
    16 Y deseaba llenar su vientre con las algarrobas que comían los puercos, pero nadie se las daba.
    17 Y entrando en sí mismo, dijo: "¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia, mientras que yo aquí me muero de hambre!
    18 Me levantaré, iré a mi padre y le diré: Padre, pequé contra el cielo y ante ti.
    19 Ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros."
    20 Y, levantándose, partió hacia su padre. «Estando él todavía lejos, le vió su padre y, conmovido, corrió, se echó a su cuello y le besó efusivamente.
    21 El hijo le dijo: "Padre, pequé contra el cielo y ante ti; ya no merezco ser llamado hijo tuyo."
    22 Pero el padre dijo a sus siervos: "Traed aprisa el mejor vestido y vestidle, ponedle un anillo en su mano y unas sandalias en los pies.
    23 Traed el novillo cebado, matadlo, y comamos y celebremos una fiesta,
    24 porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado." Y comenzaron la fiesta.
    25 «Su hijo mayor estaba en el campo y, al volver, cuando se acercó a la casa, oyó la música y las danzas;
    26 y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello.
    27 El le dijo: "Ha vuelto tu hermano y tu padre ha matado el novillo cebado, porque le ha recobrado sano."
    28 El se irritó y no quería entrar. Salió su padre, y le suplicaba.
    29 Pero él replicó a su padre: "Hace tantos años que te sirvo, y jamás dejé de cumplir una orden tuya, pero nunca me has dado un cabrito para tener una fiesta con mis amigos;
    30 y ¡ahora que ha venido ese hijo tuyo, que ha devorado tu hacienda con prostitutas, has matado para él el novillo cebado!"
    31 «Pero él le dijo: "Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo;
    32 pero convenía celebrar una fiesta y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto, y ha vuelto a la vida; estaba perdido, y ha sido hallado."»

Evangelio meditado

Dios te espera, siempre
Santo Evangelio según San Lucas 15, 1-3. 11-32. Sábado II de Cuaresma.


Por: H. César Yali Molina Flores, L.C. | Fuente: missionkits.org 




En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, concédeme poder levantarme después de cada caída y volver a Ti.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Lucas 15, 1-3. 11-32
En aquel tiempo, se acercaban a Jesús los publicanos y los pecadores para escucharlo. Por lo cual los fariseos y los escribas murmuraban entre sí: "Éste recibe a los pecadores y come con ellos".
Jesús les dijo entonces esta parábola: "Un hombre tenía dos hijos, y el menor de ellos le dijo a su padre: 'Padre, dame la parte de la herencia que me toca'. Y él les repartió los bienes.
No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, se fue a un país lejano y allá derrochó su fortuna, viviendo de una manera disoluta. Después de malgastarlo todo, sobrevino en aquella región una gran hambre y él empezó a padecer necesidad. Entonces fue a pedirle trabajo a un habitante de aquel país, el cual lo mandó a sus campos a cuidar cerdos. Tenía ganas de hartarse con las bellotas que comían los cerdos, pero no lo dejaban que se las comiera.
Se puso entonces a reflexionar y se dijo: '¡Cuántos trabajadores en casa de mi padre tienen pan de sobra, y yo, aquí, me estoy muriendo de hambre! Me levantaré, volveré a mi padre y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo. Recíbeme como a uno de tus trabajadores'


Enseguida se puso en camino hacia la casa de su padre. Estaba todavía lejos, cuando su padre lo vio y se enterneció profundamente. Corrió hacia él, y echándole los brazos al cuello, lo cubrió de besos. El muchacho le dijo: 'Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo'.
Pero el padre les dijo a sus criados: '¡Pronto!, traigan la túnica más rica y vístansela; pónganle un anillo en el dedo y sandalias en los pies; traigan el becerro gordo y mátenlo. Comamos y hagamos una fiesta, porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y lo hemos encontrado'. Y empezó el banquete.
El hijo mayor estaba en el campo y al volver, cuando se acercó a la casa, oyó la música y los cantos. Entonces llamó a uno de los criados y le preguntó qué pasaba. Éste le contestó: 'Tu hermano ha regresado y tu padre mandó matar el becerro gordo, por haberlo recobrado sano y salvo'. El hermano mayor se enojó y no quería entrar.
Salió entonces el padre y le rogó que entrara; pero él replicó: '¡Hace tanto tiempo que te sirvo, sin desobedecer jamás una orden tuya, y tú no me has dado nunca ni un cabrito para comérmelo con mis amigos! Pero eso sí, viene ese hijo tuyo, que despilfarró tus bienes con malas mujeres, y tú mandas matar el becerro gordo'.
El padre repuso: 'Hijo, tú siempre estás conmigo y todo lo mío es tuyo. Pero era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y lo hemos encontrado'".
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
El Evangelio del día, el hijo pródigo como se le conoce, te invita a que veas al Padre que te pide vuelvas a casa.
Muchas veces en tu vida escuchaste, y talvez aún sigues escuchando, a tu mamá o papá decirte: ten cuidado, vuelve temprano, etc. Y tu actitud ha sido pensar o decir "que me deje en paz, quiero ser libre para hacer lo que quiero", o "ya tengo familia propia, no me traten como un niño (a), sé lo que hago".O si en los estudios, el trabajo, en una relación afectiva dices: "sé lo que hago"; todos estos pensamientos o actitudes son el mismo comportamiento del hijo que pide su herencia.Es prácticamente decirle a tu papá o mamá "muérete"; como hija (o) no puedes decirle esto pues es imposible pedirle a un padre o madre que te deje de amar, aunque tengan 90 años no dejarás de ser su niña(o).
Por otro lado, cuántas veces te has dado golpes fuertes en la vida, tan fuertes que te han llevado a pensar que tu vida no tiene sentido, que no vale la pena vivir; talvez porque te preocupas por el "qué dirán", pues sientes que te juzgan o rechazan, porque tus estudios no son un éxito, porque no tienes trabajo, porque algo anda mal en tu trabajo, porque algún proyecto falló, porque saliste embarazada o embarazaste a una chica, o incluso asesinaste o insististe para que alguien lo hiciera – con el llamado aborto -, etc. En fin, te has caído, ahora es tiempo que te levantes; reconoce que Dios te da las fuerzas para salir adelante, - si eres católica (o) – en este periodo de Cuaresma busca un confesor y reconoce tus fallas como el hijo pródigo. Dios te absuelve de antemano y te espera con los brazos abiertos; si no eres católica (o) reconoce que te has equivocado y que es necesario enderezar tu camino reconociendo tu dignidad de persona.Aunque tú no creas también Dios te espera con los brazos abiertos.
Observa a un niño cuando se cae, mira cómo se levanta y llorando vuelve a los brazos de su mamá o papá en busca de consuelo; ellos esperan a sus hijos con los brazos abiertos y curan sus heridas; pues de la misma forma Dios te espera. Reconoce tus debilidades y vuelve a la casa del Padre que te dice: "Hija(o) vuelve a casa que te espero con los brazos abiertos". Cuando veas un crucifijo, mira que Cristo está con los brazos abiertos en espera a que vuelvas a Él, recuerda que con ese gesto siempre te dice:"Levántate y vuelve a casa".
El abrazo de la reconciliación entre el Padre y toda la humanidad pecadora se dio en el Calvario. Que el crucifijo, signo del amor de Cristo que se inmoló por nuestra salvación, suscite en el corazón de cada hombre y de cada mujer de nuestro tiempo la misma confianza que impulsó al hijo pródigo a decir: "Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado". Recibió como don el perdón y la alegría.
(San Juan Pablo II, Audiencia, 17 de febrero de 1999).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
El día de hoy agradece a tu mamá o papá el gran amor que tienen, o tuvieron, por ti.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

viernes, 2 de marzo de 2018

Evangelio 2 de Marzo de 2018

Color: Morado

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Génesis 37:3-4, 12-13, 17-28
    3 Israel amaba a José más que a todos los demás hijos, por ser para él el hijo de la ancianidad. Le había hecho una túnica de manga larga.
    4 Vieron sus hermanos cómo le prefería su padre a todos sus otros hijos, y le aborrecieron hasta el punto de no poder ni siquiera saludarle.
    12 Fueron sus hermanos a apacentar las ovejas de su padre en Siquem,
    13 y dijo Israel a José: «¿No están tus hermanos pastoreando en Siquem? Ve de mi parte a donde ellos.» Dijo: «Estoy listo.»
    17 El hombre le dijo: «Partieron de aquí, pues yo les oí decir: "Vamos a Dotán."» José fue detrás de sus hermanos y los encontró en Dotán.
    18 Ellos le vieron de lejos, y antes que se les acercara, conspiraron contra él para matarle,
    19 y se decían mutuamente: «Por ahí viene el soñador.
    20 Ahora, pues, venid, matémosle y echémosle en un pozo cualquiera, y diremos que algún animal feroz le devoró. Veremos entonces en qué paran sus sueños.»
    21 Rubén lo oyó y le libró de sus manos. Dijo: «No atentemos contra su vida.»
    22 Rubén les dijo: «No derraméis sangre. Echadle a ese pozo que hay en el páramo, pere no pongáis la mano sobre él.» Su intención era de salvarle de sus hermanos para devolverle a su padre.
    23 Y ocurrió, que cuando llegó José donde sus hermanos, éstos despojaron a José de su túnica - aquella túnica de manga larga que llevaba puesta -,
    24 y echándole mano le arrojaron al pozo. Aquel pozo estaba vacío, sin agua.
    25 Luego se sentaron a comer. Y levantando los ojos divisaron una caravana de ismaelitas que venían de Galaad, con camellos cargados de almáciga, sandáraca y ládano, que iban bajando hacia Egipto.
    26 Entonces dijo Judá a sus hermanos: «¿Qué aprovecha el que asesinemos a nuestro hermano y luego tapemos su sangre?
    27 Venid vamos a venderle a los ismaelitas, pero no pongamos la mano en él, porque es nuestro hermano, carne nuestra.» Y sus hermanos asintieron.
    28 Pasaron unos madianitas mercaderes, y descubriéndole subieron a José del pozo. Vendieron a José a los ismaelitas por veinte piezas de plata, y éstos se llevaron a José a Egipto.
  • Salmo responsorial

    Salmo 105:16-21
    16 Llamó al hambre sobre aquel país, todo bastón de pan rompió;
    17 delante de ellos envió a un hombre, José, vendido como esclavo.
    18 Sus pies vejaron con grilletes, por su cuello pasaron las cadenas,
    19 hasta que se cumplió su predicción, y le acreditó la palabra de Yahveh.
    20 El rey mandó a soltarle, el soberano de pueblos, a dejarle libre;
    21 le erigió señor sobre su casa, y de toda su hacienda soberano,
  • Evangelio

    Mateo 21:33-43, 45-46
    33 «Escuchad otra parábola. Era un propietario que plantó una viña, la rodeó de una cerca, cavó en ella un lagar y edificó una torre; la arrendó a unos labradores y se ausentó.
    34 Cuando llegó el tiempo de los frutos, envió sus siervos a los labradores para recibir sus frutos.
    35 Pero los labradores agarraron a los siervos, y a uno le golpearon, a otro le mataron, a otro le apedrearon.
    36 De nuevo envió otros siervos en mayor número que los primeros; pero los trataron de la misma manera.
    37 Finalmente les envió a su hijo, diciendo: "A mi hijo le respetarán."
    38 Pero los labradores, al ver al hijo, se dijeron entre sí: "Este es el heredero. Vamos, matémosle y quedémonos con su herencia."
    39 Y agarrándole, le echaron fuera de la viña y le mataron.
    40 Cuando venga, pues, el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?»
    41 Dícenle: «A esos miserables les dará una muerte miserable arrendará la viña a otros labradores, que le paguen los frutos a su tiempo.»
    42 Y Jesús les dice: «¿No habéis leído nunca en las Escrituras: La piedra que los constructores desecharon, en piedra angular se ha convertido; fue el Señor quien hizo esto y es maravilloso a nuestros ojos?
    43 Por eso os digo: Se os quitará el Reino de Dios para dárselo a un pueblo que rinda sus frutos.»
    45 Los sumos sacerdotes y los fariseos, al oír sus parábolas, comprendieron que estaba refiriéndose a ellos.
    46 Y trataban de detenerle, pero tuvieron miedo a la gente porque le tenían por profeta.

Evangelio meditado

Cristo al centro
Santo Evangelio según San Mateo 21, 33-43. 45-46. Viernes II de Cuarresma.


Por: H. Javier Castellanos, L.C. | Fuente: missionkits.org 




En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
"¡Den gracias al Señor, invoquen su Nombre, hagan conocer entre los pueblos sus proezas; canten al Señor con instrumentos musicales, pregonen todas sus maravillas!
¡Gloríense en su santo Nombre, alégrense los que buscan al Señor!


¡Recurran al Señor, busquen constantemente su rostro; recuerden las maravillas que Él obró, sus portentos y los juicios de su boca!" (Del Salmo 105)
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Mateo 21, 33-43. 45-46
En aquel tiempo, Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo esta parábola: "Había una vez un propietario que plantó un viñedo, lo rodeó con una cerca, cavó un lagar en él, construyó una torre para el vigilante y luego la alquiló a unos viñadores y se fue de viaje.
Llegando el tiempo de la vendimia, envió a sus criados para pedir su parte de los frutos a los viñadores; pero éstos se apoderaron de los criados, golpearon a uno, mataron a otro, y a otro lo apedrearon. Envió de nuevo a otros criados, en mayor número que los primeros, y los trataron del mismo modo.


Por último, les mandó a su propio hijo, pensando: 'A mi hijo lo respetarán'. Pero cuando los viñadores lo vieron, se dijeron unos a otros: 'Éste es el heredero. Vamos a matarlo y nos quedaremos con su herencia'. Le echaron mano, lo sacaron del viñedo y lo mataron.
Ahora díganme: Cuando vuelva el dueño del viñedo, ¿qué hará con esos viñadores? Ellos le respondieron: Dará muerte terrible a esos desalmados y arrendará el viñedo a otros viñadores, que le entreguen los frutos a su tiempo".
Entonces Jesús les dijo: ¿No han leído nunca en la Escritura: La piedra que desecharon los constructores, es ahora la piedra angular. Esto es obra del Señor y es un prodigio admirable? Por esta razón les digo que les será quitado a ustedes el Reino de Dios y se le dará a un pueblo que produzca sus frutos.
Al oír estas palabras, los sumos sacerdotes y los fariseos comprendieron que Jesús las decía por ellos y quisieron aprehenderlo, pero tuvieron miedo a la multitud, pues era tenido por un profeta.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Jesús "era tenido por un profeta". Sus palabras no sólo llevaban autoridad y sabiduría; hay algo en ellas que abre los ojos a un horizonte "profético". Nos habla de los proyectos de Dios.
Miremos por un momento desde la perspectiva de Dios: Él es el viñador que sueña con una tierra fecunda. Trabaja día tras día, con sudor, con calores, con cansancios para preparar el campo. Siembra con gran ilusión cada una de las vides, las protege de plagas, les proporciona el agua que necesitan, y espera algún día verlas llenas de vida y de frutos.
Pero esta parábola tiene también un lado trágico. Los trabajadores, por un lado, tienen un corazón encerrado en sí mismos. Ellos sólo buscan una buena ganancia, llevarse algo de la vendimia, y si pueden, incluso la herencia de aquel viñador. Por otro lado, vemos también a los fariseos y sumos sacerdotes que no reconocen en estas palabras el mensaje de lo que Dios ve en sus elegidos. Su corazón está cerrado por el odio, y ya no distingue ni siquiera una historia de amor.
Jesús, sin embargo, era aún más que un profeta. Él es el heredero de la viña, aquél que murió en manos de los que tenían un corazón cerrado. Más aún; en la realidad, Él mismo ofrece su vida justamente por los de corazón duro: "No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores". Para conquistarnos, Él lo da todo. Todo. No pensó siquiera en salvar su vida; ¿cómo podremos pagar un amor tan grande? Pero esto sólo lo ven quienes tienen el corazón abierto.
Hay solo un impedimento frente a la voluntad tenaz y tierna de Dios: nuestra arrogancia y nuestra presunción, ¡que se convierte en ocasiones en violencia! Frente a estas actitudes y donde no se producen frutos, la palabra de Dios conserva todo su poder de reproche y advertencia: "se os quitará el reino de Dios para dárselo a un pueblo que rinda sus frutos". La urgencia de responder con frutos de bien a la llamada del Señor, que nos llama a convertirnos en su viña, nos ayuda a entender qué hay de nuevo y de original en la fe cristiana. Esta no es tanto la suma de preceptos y de normas morales como, ante todo, una propuesta de amor que Dios, a través de Jesús hizo y continúa haciendo a la humanidad. Es una invitación a entrar en esta historia de amor, convirtiéndose en una viña vivaz y abierta, rica de frutos y de esperanza para todos.
(Ángelus de S.S. Francisco, 8 de octubre de 2017).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy visitaré alguna capilla, orando algunos minutos en acción de gracias por lo que Cristo hizo por mí en la cruz.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

jueves, 1 de marzo de 2018

Evangelio 1 de Marzo de 2018

Color: Morado

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Jeremías 17:5-10
    5 Así dice Yahveh: Maldito sea aquel que fía en hombre, y hace de la carne su apoyo, y de Yahveh se aparta en su corazón.
    6 Pues es como el tamarisco en la Arabá, y no verá el bien cuando viniere. Vive en los sitios quemados del desierto, en saladar inhabitable.
    7 Bendito sea aquel que fía en Yahveh, pues no defraudará Yahveh su confianza.
    8 Es como árbol plantado a las orillas del agua, que a la orilla de la corriente echa sus raíces. No temerá cuando viene el calor, y estará su follaje frondoso; en año de sequía no se inquieta ni se retrae de dar fruto.
    9 El corazón es lo más retorcido; no tiene arreglo: ¿quién lo conoce?
    10 Yo, Yahveh, exploro el corazón, pruebo los riñones, para dar a cada cual según su camino, según el fruto de sus obras.
  • Salmo responsorial

    Salmo 1:1-4, 6
    1 ¡Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos, ni en la senda de los pecadores se detiene, ni en el banco de los burlones se sienta,
    2 mas se complace en la ley de Yahveh, su ley susurra día y noche!
    3 Es como un árbol plantado junto a corrientes de agua, que da a su tiempo el fruto, y jamás se amustia su follaje; todo lo que hace sale bien.
    4 ¡No así los impíos, no así! Que ellos son como paja que se lleva el viento.
    6 Porque Yahveh conoce el camino de los justos, pero el camino de los impíos se pierde.
  • Evangelio

    Lucas 16:19-31
    19 «Era un hombre rico que vestía de púrpura y lino, y celebraba todos los días espléndidas fiestas.
    20 Y uno pobre, llamado Lázaro, que, echado junto a su portal, cubierto de llagas,
    21 deseaba hartarse de lo que caía de la mesa del rico... pero hasta los perros venían y le lamían las llagas.
    22 Sucedió, pues, que murió el pobre y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. Murió también el rico y fue sepultado.
    23 «Estando en el Hades entre tormentos, levantó los ojos y vio a lo lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno.
    24 Y, gritando, dijo: "Padre Abraham, ten compasión de mí y envía a Lázaro a que moje en agua la punta de su dedo y refresque mi lengua, porque estoy atormentado en esta llama."
    25 Pero Abraham le dijo: "Hijo, recuerda que recibiste tus bienes durante tu vida y Lázaro, al contrario, sus males; ahora, pues, él es aquí consolado y tú atormentado.
    26 Y además, entre nosotros y vosotros se interpone un gran abismo, de modo que los que quieran pasar de aquí a vosotros, no puedan; ni de ahí puedan pasar donde nosotros."
    27 «Replicó: "Con todo, te ruego, padre, que le envíes a la casa de mi padre,
    28 porque tengo cinco hermanos, para que les dé testimonio, y no vengan también ellos a este lugar de tormento."
    29 Díjole Abraham: "Tienen a Moisés y a los profetas; que les oigan."
    30 El dijo: "No, padre Abraham; sino que si alguno de entre los muertos va donde ellos, se convertirán."
    31 Le contestó: "Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se convencerán, aunque un muerto resucite."»

Evangelio meditado

Levantar la mirada
Santo Evangelio según San Lucas 16, 19-31. Jueves II de Cuaresma.


Por: H. Cristian Gutiérrez, L.C. | Fuente: missionkits.org 




En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Creo, Señor que me escuchas, me ves y me hablas en este rato de oración. Sé que quieres estar conmigo en este momento de intimidad. Eres mi Dios, el sentido de mi vida, el motivo de mi existir. Me confío en tus manos que nunca me abandonan y siempre me brindan lo mejor. Te amo, pero quiero corresponder con más fidelidad a tu amor. Ayúdame a ser un buen apóstol tuyo y a seguir preparándome bien para esta Semana Santa que se acerca.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Lucas 16, 19-31
En aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos: "Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y telas finas y banqueteaba espléndidamente cada día. Y un mendigo, llamado Lázaro, yacía a la entrada de su casa, cubierto de llagas y ansiando llenarse con las sobras que caían de la mesa del rico. Y hasta los perros se acercaban a lamerle las llagas.
Sucedió, pues, que murió el mendigo y los ángeles lo llevaron al seno de Abraham. Murió también el rico y lo enterraron. Estaba éste en el lugar de castigo, en medio de tormentos, cuando levantó los ojos y vio a lo lejos a Abraham y a Lázaro junto a él.
Entonces grito: 'Padre Abraham, ten piedad de mí. Manda a Lázaro que moje en agua la punta de su dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas'. Pero Abraham le contestó: 'Hijo, recuerda que en tu vida recibiste bienes y Lázaro, en cambio, males. Por eso él goza ahora de consuelo, mientras que tú sufres tormentos. Además, entre ustedes y nosotros se abre un abismo inmenso, que nadie puede cruzar, ni hacia allá ni hacia acá'.
El rico insistió: 'Te ruego, entonces, padre Abraham, que mandes a Lázaro a mi casa, pues me quedan allá cinco hermanos, para que les advierta y no acaben también ellos en este lugar de tormentos'. Abraham le dijo: 'Tienen a Moisés y a los profetas; que los escuchen'. Pero el rico replicó: 'No, padre Abraham. Si un muerto va a decírselo, entonces sí se arrepentirán'. Abraham repuso: 'Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no harán caso, ni aunque resucite un muerto' ".


Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
Cielo. Tal vez me quieres recordar en este Evangelio esta palabra tan olvidada hoy. A veces vivo mi vida sin pensar que me llamas al cielo, a la felicidad eterna, a estar para siempre a tu lado.
Me puede pasar como el rico de esta parábola que vive sumergido en las cosas de este mundo. Vivía para banquetear, vestir a la moda, salir de fiestas todos los fines de semana, comprar en exceso, desperdiciar lo que se tiene, olvidando otras prioridades y no compartiendo con el necesitado. Estaba tan metido y ocupado en sus asuntos y descansos, que nunca se detuvo a mirar al que estaba a su lado y que parecía menos afortunado que él.
Quizá, yo también sólo tengo mi mirada en este plano horizontal. ¿Cuántas veces miro el cielo? ¿Qué pienso cuando lo veo? ¿Me lleva a imaginarme allí, contigo, en la eternidad, feliz para siempre?
Alzar la vista de las cosas de este mundo es la idea que tal vez me quieras mostrar. No todo es vestir, comer, disfrutar, comprar, gastar, descansar… hay un más allá que me espera, al que me invitas. No estoy creado sólo para este mundo.
A veces cuando leo este pasaje, más que pensar en el cielo, pienso en el infierno. Pero es que tampoco para el infierno he sido creado. Ese sí que menos. El más allá no es sólo el infierno. Tú no me intimidas, me amas. No me amenazas, me orientas. Ayúdame a descubrir que me pensaste feliz, en tu casa celestial, y me enseñaste cómo llegar allá desde este mundo. Las pistas son claras: el amor a Ti, el amor a los demás, y el amor correcto a mí mismo.
Ayúdame en este tiempo de Cuaresma a levantar la mirada, a creer que sí existe el más allá donde me esperas, donde te veré tal cual eres. Ayúdame a seguir tus pistas para que, recorriendo el camino de este mundo, me oriente hacia mi patria, hacia la casa celestial donde seré feliz por la eternidad.
Sintonizar con Dios, para ver lo que él ve: Él no se queda en las apariencias, sino que pone sus ojos "en el humilde y abatido", en tantos pobres Lázaros de hoy. Cuánto mal nos hace fingir que no nos damos cuenta de Lázaro que es excluido y rechazado. Es darle la espalda a Dios. ¡Es darle la espalda a Dios! Cuando el interés se centra en las cosas que hay que producir, en lugar de las personas que hay que amar, estamos ante un síntoma de esclerosis espiritual.
(Homilía de S.S. Francisco, 13 de noviembre de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy,en algún momento del día, me detendré a mirar el cielo por un instante para descubrir qué suscita en mí esta experiencia.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.